Conmigo o en mi contra, El final de la Dualidad, por Melba Altagracia Grullón Ubiñas

Jorge Gomez (333)

«Puedes comer todo lo que quieras de los árboles del jardín, pero no comerás del árbol de la Ciencia del Bien y del Mal. El día que comas de él, ten la seguridad de que morirás.»Por miles de años los humanos de la Tierra hemos estado viviendo la experiencia de la dualidad: El bien y el mal, el Yin y el Yang, cuerpo y alma, ego y espíritu, Luz y oscuridad. En otros escritos hemos explicado en que consiste el libre albedrío, cualidad con la que nacemos todos los humanos: Nuestro legítimo derecho de escoger nuestro camino. Entonces, ¿No les parece contradictorio que el hecho de que -supuestamente- un hombre y una mujer hayan comido una manzana de un árbol «de la Ciencia del bien y del mal», trajera como consecuencia el que la raza humana se convirtiera en «pecadora por toda la eternidad»?. ¿Y las personas que elijen el camino del bien y tienen una vida santa, entonces también son calificados de pecadores innatos?

 

Con el nivel de conciencia que los humanos hemos alcanzado al siglo XXI es incomprensible que todavía hoy tantas personas acepten sin discernir las «enseñanzas» de las religiones, de las doctrinas religiosas, las cuales le repiten -y peor aun- inducen a los humanos a repetir palabras tales como «soy pecador», «Señor, no soy DIGNO de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para salvarme», etc. ¿Por qué estos señores que se hacen llaman «representantes de Dios» hacen que la gente repita estas palabras? ¿Acaso no saben que a fuerza de repetirlas estas palabras se internan en el subconsciente de la gente y los hacen actuar en consecuencia a lo que se ha «programado» en ellos?

 

Y, en tal caso que tuviéramos que pagar por los errores de los primeros humanos, hace ya más de 2000 años que «Jesús Cristo» salvó a la humanidad de su deuda kármica acumulada hasta ese entonces, por medio a su gran sacrificio. Así que nuestro legítimo derecho no se ha perdido. Nuestro libre albedrío, nos faculta para NOSOTROS ELEGIR si serviremos al bien (a la LUZ) o serviremos al mal (a la oscuridad).

 

Entonces, cuando -supuestamente «en nombre de Jesucristo»- nos enseñan que ya nacimos inclinados hacia el mal, «pecadores de nacimiento», nos están negando -y haciendo negar- de antemano nuestro legítimo derecho.

 

Cuando alguien repite «no soy digno» ¡termina verdaderamente creyéndoselo! Miremos a nuestro alrededor, ¿Cuántas personas podemos ver actuando como indignos? ¿Por qué?
Si le preguntamos a un psicólogo es posible que nos responda que muchas personas suelen corresponder a las expectativas que se tiene de ellos (Ley de las Expectativas). Las palabras ciertamente tienen un poder creador inmenso.

 

Sanat Kumara, Melquisedek, Buda, Krishna, Kuthumi, Franolu, Jesucristo, el «profeta pálido» de los indígenas, la «mujer vaca de búfalo, Blanca» -entre otros-, hasta Sathya Say Baba, todos los grandes maestros divinos, avatares, que han venido a la tierra se han empeñado en enseñarnos el camino por medio del cual podemos llegar a NUESTRO Padre, a Dios. Estudiando sus enseñanzas, sus actuaciones, nos damos cuenta de que Ellos no vinieron a juzgar, sino que han tratado a todas las personas como Hijos de Dios, como lo expresan, por ejemplo, las siguientes palabras de Enmanuel: «Felices los que trabajan por la paz, porque serán reconocidos como hijos de Dios», «Den Gloria al Padre de ustedes que esta en los Cielos», «Por su parte, sean ustedes perfectos como es perfecto el Padre de ustedes que está en el Cielo», «Tu padre, que ve en el Cielo, te premiará». Jesucristo siempre se refirió a NUESTRO Padre, así que no hablaba solo de SU Padre.

 

Entonces ¿Por qué el llamado «Credo» de algunas doctrinas religiosas, que millones de personas siguen, reza «Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor»? No, pero si según sus propias palabras Él NO es su único hijo. ¿Es correcto que afirmemos esto? NO, porque al hacerlo nos estamos excluyendo a todos nosotros y ciertamente TODOS nosotros también somos sus adorados hijos. Tenemos que hacer mucho uso de nuestro DISCERNIMIENTO a la hora de repetir cuanta cosa quieran otros que repitamos. ¿Con qué propósitos? Esa es una pregunta que dejaré abierta, y que se contestarán ustedes mismos.

 

Re-aprendiendo a comunicarnos con nuestro padre.

 

¿Cómo nos enseñó a orar Jesucristo? Veamos: «Cuando ustedes recen, no imiten a los que dan espectáculo; les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que la gente los vea. Yo se lo digo: ellos han recibido ya su premio. Pero tú, cuando reces, entra en tu pieza, cierra la puerta y ora a tu Padre que está allí, a solas contigo. Y tu Padre, que ve en lo secreto, te premiará.» (Mt 6,5-6).

 

Entonces, permítanme preguntarles algunas cosas ahora: De acuerdo a esta enseñanza de Jesucristo, ¿Necesitamos categorizarnos en una religión para hablarle a Dios, NUESTRO PADRE? ¿Necesitamos ir a un majestuoso edificio llamado «templo» a dar limosnas a cambio de comunicarnos con Él?

 

¿Necesitamos un intermediario, un autoproclamado «representante» para pedirle su bendición? ¿Es esto lo que nos han enseñado todos estos grandes maestros? ¿Pero, por qué es que tanta gente hace lo contrario a lo que Jesucristo y los demás maestros han enseñado? Es recomendable que ahora que un cambio de la consciencia ha de ser el hecho principal de la transformación evolutiva, revisemos nuestras creencias y la fuente de las mismas, porque quizás nos estemos perdiendo de experiencias sumamente maravillosas y -sobretodo- puede ser que a donde estemos siendo guiados con estas enseñanzas no sea precisamente al camino que nuestro corazón anhela, sino al camino contrario. Analícenlo. Es algo tan importante como su alma la que esta en juego.

 

«Cuídense de los falsos profetas: se presentan ante ustedes con piel de ovejas, pero por dentro son lobos feroces. Ustedes los reconocerán por sus frutos. Un árbol bueno no puede dar frutos malos, como tampoco un árbol malo puede dar frutos buenos. Por lo tanto, ustedes los reconocerán por sus obras.» Conociendo las falsas enseñanzas, sus obras engañosas, mentiras que nos han estado inculcado por tantos y tantos años ¿Ya somos capaces de reconocer cuales son estos «falsos profetas» de los que dice Jesucristo que nos cuidemos? «Nada hay oculto que no llegue a ser descubierto, ni nada secreto que no llegue a saberse.» (Mt. 10,26)

 

¿Quiénes entrarán en el tan esperado «Reino de los Cielos»?

 

«No bastará con decirme !Señor!, ¡Señor! Para entrar en el Reino de los Cielos; mas bien entrará el que hace la voluntad de mi Padre del Cielo.» Entonces, si esos autoproclamados «representantes» de Dios en la tierra tienen verdaderamente la buena intención de conducir a los humanos hacia el «Reino de los Cielos», ¿Por qué en vez de señalarlos como pecadores innatos no les enseñan cuál es la voluntad del Padre?

 

¿Por qué no enfatizan su enseñanza en el adecuado uso de su libre albedrío y guían verdaderamente a sus seguidores por el camino del reconocimiento de su propia Divinidad?

 

¿Por qué no le explican a la gente que este es el «tiempo final» en el que tienen definitivamente que hacer la elección más trascendental de sus vidas, que consiste en elegir si seguir el camino de la Luz o de seguir experimentando la dualidad, pero que eso -la dualidad- no va a poder seguir ocurriendo en este planeta, por la razón tan sencilla de que este planeta esta EVOLUCIONANDO -junto con todo lo que hay en él- a un reino superior donde ni el EGO, ni ninguna vibración negativa, puede existir? ¿Cuál religión esta enseñando esto?

 

¿Las doctrinas religiosas nos liberan de la servidumbre del EGO, de la ignorancia, despertando dentro de nuestros corazones la «conciencia crística»? ¿Cómo podrían hacerlo si han estado enseñando por milenios que Cristo es un personaje, alguien externo a nosotros, y no enseñan que CRISTO es un ESTADO DEL SER, de BONDAD, RECTITUD Y VIRTUOSIDAD?. ¿A cuál Dios están sirviendo esas doctrinas religiosas, que no enseñan el camino hasta YO SOY?

 

«Yo Soy el camino, la verdad y la vida…no se llega al Padre si no es a través de mí». «Jesús el Cristo» no se refería a un personaje de la historia. Es a través de YO SOY, la cual es la presencia crística cósmica DENTRO de nosotros. Ese es el camino. Un camino INTERNO de transformación y reconocimiento divino, al que llegamos llevando a la práctica las enseñanzas de Unidad, Amor y Compasión por todos los seres vivientes. Un camino de Justicia, Pureza de Cuerpo y Mente, Conducta Recta, Capacidad de Perdonar y Buena Voluntad; respetando y protegiendo La Creación y tratando a los demás como quisiéramos nosotros ser tratados.

 

¿Por qué es imperioso que estemos concientes de estas cosas AHORA? Porque al entrar en la Era de Acuario, una era de Luz, estamos llegando al final de la dualidad. ¿Por qué? Porque en las dimensiones superiores a las que estamos entrando nos remontamos cada vez más alto en el ilimitado espacio del espíritu, que esta más allá de toda dualidad. Estamos evolucionando hacia la unión con la fuente, en donde experimentaremos la UNICIDAD de toda la Creación y en estos reinos superiores no hay distinciones entre religiones o entre países (así seamos judíos o musulmanes, cristianos o hindúes, del oriente o del occidente), el Padre es el mismo Padre para todos y sus bendiciones son derramadas sobre todos aquellos virtuosos que eligen su camino.

 

En consecuencia, es este un momento PRUDENTE para analizar las palabras de un gran Maestro que dice: «Renuncien a su mal camino, porque el Reino de los Cielos está ahora cerca» (Mt.4,17). ¿Cuál es el «mal camino»? El camino del ego, con todas sus características egoístas, por ejemplo: el prejuicio, el miedo, la corrupción, la permisividad, la intención mezquina, el orgullo, la vanidad, el culto a la acumulación de cosas materiales a toda costa, la explotación del hombre por el hombre, la pereza, la lujuria, la glotonería, la indolencia, el odio, la ira, la culpa, el deseo, la codicia, la hipocresía, mentira o engaño.

 

Es tiempo de elegir. ¿Evolucionas o involucionas? «El que no está conmigo está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama.»
Que nos sea dado el entendimiento. Yo Soy Melba.

2 comentarios

  1. Que interesante,me gusta, lo que dice.Cuando NUESTRO SEÑOR JESÚS,nos enseño,EL PADRE NUETRO, no dijo PADRE MIO,SINO,NUESTO,NO DIJO VENGA A MÍ,SINO,a nosotros,no dijo,el pan de cada dia damelo ,sino,danosle hoy.Todo lo expresó en plural,para todos,pues ÉL ya sabia que el verdadero,buscador asi lo entenderia.Nunca fué su intención,creerse el unico HIJO DE DIOS,si fué el primero,en hacer real al HIJO DIOS,en si MISMO,pero con ello también nos dio la oportunidad a otros,que entendemos su misión y seguimos sus pasos,para realizarnos,como hijos de DIOS.¡PEDIMOS TU BENDICIÓN !OH¡ CRISTO,L uz del Mundo,porque sabemos que con TUu Bendición salvaremos todos los obtaculós que se pusieran en nuestro camino!¡Bendicenos ,Oh Señor,y nuestros corazones lo sentirÁn y se llenarán de gozo por Tu Presencia Bienhechora!¡Te damos las gracias!.Los AMO.visitación

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

xxx