Algunas palabras sobre el “Amor” y la Astrología

Eva Martín Garcia

amorUna de las preguntas más comunes en la consulta es: ” Voy a encontrar a alguien?, Me voy a enamorar?”

Que es lo que realmente estamos preguntando cuando hacemos una pregunta así? 1.-Queremos saber si nos vamos a enamorar?  2.-si vamos a encontrar pareja? 3.- o si la magia va a volver a nuestras vidas?

Aunque estas tres preguntas parezcan la misma pregunta, por supuesto que no lo son. Quizás la 1 y la 3 son más parecidas, en su contenido inconsciente, pero la 2, no tiene nada que ver con las otras dos.

El proceso del enamoramiento, desafortunadamente no tiene nada que ver con “encontrar pareja”. A veces, muy pocas, sirve de preludio para una pareja o lleva a la pareja, pero definitivamente, no siempre. Es un proceso aparte que sí tiene que ver mucho con Venus-Neptuno.

En cambio “la pareja”,  la relación estable a  largo plazo, aquella con la que pagamos la hipoteca y las cuentas de la electricidad y el gas, con quien tenemos hijos, tiene mucho más que ver con Venus-Saturno.

La nº 1 no requiere trabajo alguno, simplemente “nos pasa”, como si hubiésemos tomado una pócima mágica, en cambio la nº 2, requiere tiempo, paciencia, mucho amor, aceptación y trabajo duro, una decisión consciente de embarcarse por ese camino.

La primera, “el enamoramiento”, nos aleja de la realidad, la segunda, la pareja, nos trae a la realidad. Para poder enamorarnos debemos tener por lo menos 1 ojo cerrado, para la pareja, necesitamos los dos bien abiertos.

En cuanto al nº 3, la recuperación de la magia en nuestras vidas, tiene más que ver con una experiencia religiosa, el encuentro con algún Dios interno, y la proyección del mismo sobre alguna persona, de quien nos enamoramos. Por tanto, tanto la nº1 como la nº 3, están relacionadas.

Todos conocemos parejas que no han empezado por el enamoramiento, quizás a través de una amistad, que luego por compatibilidad de caracteres se convierte en algo más; matrimonios arreglados (como hacen los hindúes); etc. Muchas de este tipo de parejas funcionan perfectamente y nunca pasaron por el proceso del enamoramiento. Por el contrario, todos conocemos también gente que vive de enamoramiento  en enamoramiento y nunca forman pareja.

Por tanto estos son dos procesos muy diferentes y deberíamos aprender a diferenciarlos antes de preguntar: “Voy a encontrar a alguien?” La pregunta sería: “alguien para qué?

El amor romántico, llega cuando menos nos lo esperamos, a menudo en tránsitos de Neptuno a Venus o también de Urano a Venus, o Plutón a Venus. Los tres tránsitos tienen características diferentes, pero los tres pueden provocar un enamoramiento.

Cuando Neptuno se entrelaza con Venus por tránsito, podemos encontrar nuestra alma gemela, ese ser, con quien no necesitamos ni hablar, pues sentimos exactamente igual. Con él o con ella, nos iremos a Neptuno a través de Venus: “el amor” soñado, a menudo con alguien inalcanzable, varias veces sin sexo, los amores platónicos, es como si la conexión es tal, que todo contacto físico hasta podría arruinarlo. Este es el verdadero amor que antaño llamábamos “hacer la corte”. Romeo y Julieta, Tristán e Isolda. El enamoramiento puede ser de un actor o actriz de películas, el maestro de la clase, la hija del amigo, el coreógrafo, el artista, el borracho que necesita que lo salven, el drogadicto que pide ayuda, el músico. Este tipo de amor, trae consigo una especie de sacrificio y sufrimientos que nos conecta con nuestra necesidad de perdernos en el dolor del otro/a. El sólo contacto con el ser amado, nos hace olvidar quien somos, nuestra realidad, nada más parece importar que ese trance en el que entramos ante la pura presencia del otro. El dolor del otro es el nuestro. Su alma herida, nuestra para curar. Esta es una de las borracheras emocionales más fuertes de la cual nos cuesta despertar. Pocas veces se hablan las cosas claramente, todo parece ocurrir en un nivel de consciencia aparte. Y decimos: “es que no necesito que me diga nada, pues sé como siente, lo veo en sus ojos, en sus suspiros”

Este tipo de amor nos hace olvidar nuestra moralidad, nuestros valores más vitales, lo único que importa es esa mágica conexión que el otro/a, que nos lleva a sentirnos en contacto con nuestra parte divina. En este tipo de enamoramiento raramente vemos la persona que tenemos  frente a nosotros, sino a una proyección de nuestra alma. Raramente vemos al hombre o la mujer en toda su humanidad, de quien creemos estar enamorados. Ella es el ideal femenino del hombre y él es el ideal masculino de la mujer. Este es el enamoramiento con quien aprenderemos a enamorarnos de nosotros mismos. Este es el artista (a menudo) que parece sacrificarlo todo por su pasión, ayudándonos a encontrar dentro nuestro una pasión similar.

Aunque esta última parte sea común a todos los enamoramientos, con Urano ocurre algo diferente. Cuando a través del “amor” nos trasladamos a Urano, nos encontramos con todo aquello que nos gustaría ser y por algún motivo (normalmente nuestro acondicionamiento cultural o/y familiar) no podemos. Nos encontramos con el rebelde, el excéntrico, el que pasa de las reglas y las leyes, el que se anima a hacer o decir aquellas cosas que nosotros no podríamos hacer ni decir nunca, por más que lo deseemos. Urano nos enseña a ser independientes, pues la persona de quien nos enamoramos es interesante, aventurero, mágico, pero no quiere comprometerse, ya sea por que está casado, viaja mucho, es “gay”, está muy dedicado a lo que hace y eso le lleva la mayor parte del tiempo, o simplemente no le interesa hacer lo que hacen los demás,  por que es diferente. Urano es desafiante, auténtico, atrevido y por sobretodos las cosas, bastante raro, no podemos comprenderlo muy bien. Siempre se va, aún cuando más lo necesitamos. Respeta nuestro espacio y libertad quizás demasiado y nunca nos pregunta donde hemos estado ni con quién. Simplemente parece que no están muy interesados. Y si les reclamamos que nunca nos dice que nos quiere, simplemente contestan:  “pues si no te quisiera, nos estaría aquí”. Es con este enamoramiento que aprenderemos a ser realmente independiente y comprender que el amor no tiene que estar encendido 24-7. Es decir 7 días a la semana, 24 horas al día.

Esta última frase aplica al enamoramiento bajo la influencia de Plutón. Éste sí que necesita estar conectado 24-7. Al trasladarnos al mundo de Hades a través de enamoramiento, reactivamos el mito de Persefone (nosotras) y el de Orfeo (ellos).

Las mujeres nos convertimos en Persefone o Innana, nos encontramos con nuestra Medusa interna y los hombres se convierten en Orfeo, en Bestia, (de la Bella y la Bestia), en el mismo Hades. Este es un viaje y un enamoramiento completamente diferente a los dos anteriores, donde la lección es que hagamos lo que hagamos, sintamos lo que sintamos, no podemos hacer que alguien se enamore de nosotros, y mucho menos que se quede. Aprender a separarse, a que todo tiene un final, que todo aquello que no se transforma muere, todas ellas son lecciones Plutonianas. La parte sexual, en este tipo de enamoramiento es completamente mágica y carnal, no como con Neptuno, y además vital en la relación. Este es el típico amor de la novela de E.L. James “50 sombras de Grey”. Mágica? si lo puede ser al principio, pero cuando comenzamos a descender hacia el Submundo, la magia se convierte en pesadilla emocional, cuando el otro/a no parece hacer lo que queremos que haga. Los celos, la venganza, la manipulación emocional, la lucha hasta la muerte, son ingredientes de este tipo de enamoramiento, que nos lleva hasta lo más profundo de nuestro ser y a aprender a perder. Nos guste o no.

En el amor bajo Saturno, tenemos claro desde el principio, al menos, que el otro/a no es un ser solo, un alma que se puso en nuestro camino, solo para nuestro beneficio o desgracia, sino que tiene una familia, padres, abuelos, un acondicionamiento cultural  y familiar, con el que nos tendremos que confrontar si queremos vivir con él/ella. Si queremos vivir juntos, deberemos  compartir renta o hipoteca,  tener hijos y enviarlos al colegio, canguros, abuelos y padres que nos ayuden. También entran en consideración el estatus social de cada uno, a qué está acostumbrado cada uno, que comen, que coche conducen, fuman, no fuman, son vegetarianos, están contentos en su trabajo, tienen trabajo, etc. Ninguno de estos puntos parece importar en los tres primeros enamoramientos.

Por tanto cuando vienes a una consulta astrológica y quieres saber si vas a “encontrar a alguien”, piensa primero, cuál de estas opciones es la que estás deseando?.

 

Fuente: http://astrologiaarquetipica.wordpress.com

Algunas palabras sobre el “Amor” y la Astrología.

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