Arcángel Gabriel – Transmutación

Jorge Gomez (333)

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Hagamos una exposición sobre la cualidad del Amor conocida como Transmutación. Esta cualidad del Amor en una persona entra en efecto después de grandes luchas en las profundidades de su Alma para entender quién es realmente; y qué representa verdaderamente. La transmutación comienza cuando uno despierta a su propia esencia espiritual y descubre la senda espiritual. A lo largo del camino, el individuo que se ha identificado con su persona externa a través del cuerpo, las emociones y la mente, gradualmente llega a estar identificado con su Alma, con su Ser Espiritual interno. Comienza a entender que está encarnado en el cuerpo físico para obtener consciencia de sus orígenes espirituales por medio de sus experiencias en el plano material. Estas experiencias materiales son transmutadas a energías espirituales como sabiduría, Amor, compasión y propósito superior. Ocurre una misteriosa alquimia espiritual por medio de la cual el Alma Humana se hace vagamente consciente de su contraparte superior, el Yo Superior. Cuando esta consciencia llega a un punto de ignición, ocurre el despertar.

Comienza la tarea de transmutar las fuerzas materiales en la vida de uno y elevar estas experiencias, por medio del poder de la mente, hacia refinadas energías espirituales. Uno se ha hecho consciente de las realidades espirituales. La persona Terrenal aún está ampliamente identificada con su cuerpo físico, sus emociones y su mente, pero ahora ha llegado estar suficientemente integrada y coordinada para comenzar el trabajo de la transmutación de sus experiencias vitales hacia una energía espiritual superior. La experiencia material es transmutada a energía Álmica por medio de la mente y la voluntad. La persona aprende a enfocar su mente para afectar las fuerzas sutiles de la mente misma, del cuerpo emocional; y de la energía vital corporal que subyace a la forma Física, llamada Cuerpo de Luz. El poder del pensamiento y la intención enfocados se usa para subir las fuerzas emocionales de la naturaleza del deseo, ancladas en el Plexo Solar, hasta el Centro del Corazón. En el Centro del Corazón, la fuerza del deseo personal es transmutada hacia la energía magnética del Amor espiritual. Las personas que trabajan por el mayor bien de la Humanidad ejemplifican en ellas la transmutación de la fuerza de la naturaleza del deseo, hacia la energía del Amor.

Cada vez más individuos en el Planeta están despertando a la comprensión de que son mucho más que seres físicos que viven por sus emociones y su mente. Están reconociendo que son ‘Seres Espirituales que están teniendo una experiencia Humana’. Este despertar conduce por la senda de la transformación y la transmutación, a través de las cuales la belleza, el poder y la Luz inherentes a su Yo Espiritual, al Alma en su interior, se revelan gradualmente. Frecuentemente la fusión de Espíritu y materia es un proceso doloroso, pues la naturaleza material de uno debe ser purificada y refinada para que pueda fusionarse armónicamente con su naturaleza espiritual. Cuando esto ocurre, uno se convierte en un Ser completamente diferente de la personalidad con la cual se identificaba al comienzo de su proceso de despertar. La personalidad externa se transmuta en un vehículo para la expresión del Alma en el Mundo. Para unificar la personalidad y la energía Álmica en una unidad funcional armoniosa, hay una exitosa fusión de las polaridades que han estado activas en la vida diaria. Hay un cambio gradual del enfoque de la consciencia, desde el Mundo externo de la forma, hacia el Mundo interno del significado y el propósito espirituales.

A medida que el individuo aspira a tener una vida más espiritual, su personalidad se expone cada vez más a la Luz transformadora de su Alma en su interior. Por medio de sus acciones personales, debe transmutar voluntariamente las fuerzas interiores del pensamiento y la actividad, hacia energías espirituales superiores. Esto da paso a un compromiso consciente de su parte, para una vida dedicada a la auto-disciplina y al servicio activo al Mundo. Su compromiso con las disciplinas espirituales se llega a establecer como un hábito de vida diaria. Lentamente, su Alma asume el control de su forma externa, dirigiendo cada vez más al aspirante y transmutando su vida desde el interior. Bajo la influencia Transmutadora de su Alma, su personalidad comienza a desarrollar cualidades Divinas como el Amor inclusivo, la sabiduría y la compasión, mientras incorpora una concepción Divina de la vida. Uno entiende que éste es el destino superior de toda la Humanidad.

El individuo aprende a permanecer en su Ser Espiritual, alineado con las fuerzas superiores de su Naturaleza Divina; y se compromete cada vez más a servir al bien mayor. Se hace consciente del propósito de su Alma para esta vida y se compromete firmemente a cumplir ese propósito superior. La Transmutación consiste en reclamar y obtener la Maestría Espiritual. Uno llega a ver que no está separado de la energía del Universo ni del Espíritu, pues ahora entiende que todo proviene y es parte de la misma Fuente. A partir de esta comprensión, el individuo comienza a reclamar su poder como cocreador con lo Divino, usando su intención para transmutar sus energías vitales hacia la manifestación, la sanación; y hacia otros propósitos vitales mejores.

Por medio de este proceso de auto-purificación y transmutación, las Cualidades Divinas que fueron sembradas dentro del Ser Humano al comienzo de su viaje evolutivo, comienzan a manifestarse en las vidas interna y externa del Alma consciente aspirante. La Luz torrencial que vierte el Alma transmuta la persona Humana en un instrumento para la expresión Divina. El Ser Humano se transforma en una personalidad fusionada con el Alma, cuya vida es divinamente dirigida desde el interior, por parte de su Yo Superior. Las cualidades del Alma, de belleza interna, verdad, sabiduría y Luz, que habían estado veladas por la máscara de la personalidad Humana durante muchas vidas, se revelan cada vez más como la verdadera naturaleza y esencia espiritual de la vida del aspirante. La persona Humana es transmutada por la Luz plena de su Alma; y sus cuerpos inferiores en su expresión terrenal, son completamente trascendidos. Ejerciendo leyes y fuerzas universales, uno se convierte en el medio a través del cual fluye el Amor Espiritual del Corazón Divino hacia el Mundo y la Humanidad, por medio de la acción redentora de la alquimia espiritual de la Transmutación. Cuando uno sabe cómo pasar de actividades inferiores a actividades superiores en sus pensamientos y en sus hechos, para transmutar unas en otras, suceden milagros.

Mientras me despido, pueda la cualidad Divina del Amor conocida como Transmutación y la Alquimia Espiritual del poder del Amor, trabajar aún más grandiosamente en cada una de vuestras vidas.

Yo SOY el Arcángel Gabriel.

Tradujo: Jairo Rodríguez R.

Fuente: http://www.jairorodriguezr.com/

 

Arcángel Gabriel canalizado por Marlene Swetlishoff

Arcángel Gabriel – Transmutación

2 comentarios

  1. Me gusta el tema.siempre e sabido. Que el amor.lo cura todo .si no hay amor nada.soy señor. El tema del amor.es lo más importante en la vida.de la humanidad. Luchemos.en crecer en amor.amor.amor.y Dios avitara en nosotros..cencillo.Dios es amor

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