Biografía de Pitagoras, un matemático con ideas espirituales

Gysell Cobos
Existen pocas biografías certificadas de Pitágoras.

La biografía de Pitagoras señala cómo el filósofo tenía una vida llena de misticismo.

Por sus teorías y su desarrollo de la geometría es reconocido el filósofo y matemático Pitágoras en todo el mundo, de hecho, está vinculado al teorema geométrico que lleva su mismo nombre; sin embargo, en la biografía de Pitagoras se resalta que fue también uno de los grandes idealistas, con ideas llenas de misticismo y esoterismo, y sus enseñanzas influyeron en las ciencias ligadas a la espiritualidad.

Existen muchas leyendas que narran la historia de su vida y son muy pocos los autores que han escrito sobre la biografía de Pitágoras. Sin embargo,  la mayoría concuerda en que nació cerca del año 582 a.C., en la isla de Samos, en el mar Egeo. Sus padres le pusieron ese nombre en honor a Pythia, la sacerdotisa encargada del oráculo que instauró el dios Apolo una vez venció a la serpiente Python en Delfos, el centro más sagrado de la antigüedad y morada de la serpiente que después convirtió en santuario.

Según las leyendas, fue Pythia la que profetizó el nacimiento de Pitágoras y su futuro como un hombre diferente a todos los demás, por su sabiduría y amor al conocimiento. El filósofo René Guenón (Blois, 15 de noviembre de 1886 – El Cairo, 7 de enero de 1951) asegura que el nombre de Pitágoras significa «guía de la Pythia», calificativo que se aplicaba al mismo dios Apolo.

Es muy poco lo que se sabe sobre su infancia, pero sus conocimientos fueron expresados desde muy joven. Algunas historias señalan que Pitágoras participó en una edición de los Juegos Olímpicos y obtuvo excelentes resultados. Asimismo, se conoce que fue alumno del filósofo, matemático, geómetra, físico y legislador griego Tales de Mileto.

El importante historiador griego de filosofía clásica Diógenes Laertius, en su obra “Vida de los filósofos” cuenta cómo llegó a Egipto, la cuna del conocimiento esotérico, alrededor del año 535 a.C.:

“Muy joven todavía, empujado por su anhelo de sabiduría, Pitágoras salió de su patria para iniciarse en ritos tanto griegos como bárbaros. Fue a Egipto donde aprendió la lengua del lugar…”

Pitágoras vivió 20 años en Egipto, pero allí fue enviado por los seguidores de Cambyses a Babilonia como prisionero de guerra, donde vivió otras dos décadas.

“Mientras estuvo allí se asoció de corazón con los Magoi (Magos), fue instruido en sus ritos sagrados y aprendió sobre un místico culto de los dioses. También alcanzó la cima de la perfección en aritmética y música y las otras ciencias matemáticas enseñadas por los Babilonios”.

Finalmente se instaló en Crotona, una ciudad griega localizada al sur de Italia donde gozó de popularidad y poder. Allí vivió con Milón, un hombre interesado en la filosofía y las matemáticas, quien lo ayudó a fundar su escuela, llamada posteriormente “La Hermandad de los Pitagóricos”.

Hermandad de Pitagóricos

Los miembros de la Hermandad, claves en la biografía de Pitágoras,  debían cumplir cumplían unas estrictas reglas comunes.

La Hermandad de los Pitagóricos

La Hermandad de los Pitagóricos no solamente fue una escuela cerrada donde se enseñaban e investigaban profundos conocimientos. También era una forma de vida, donde sus miembros cumplían unas estrictas reglas comunes y perseguían los mismos objetivos.

Varias fuentes explican que las mujeres podían formar parte de la hermandad en las mismas condiciones que los hombres; la más famosa de sus discípulas fue Teano, esposa quizá del propio Pitágoras y madre de una de sus hijas.

Pitágoras no comía alubias, no vestía ropas hechas de piel de animal y tenía una obsesión por la pureza; estas creencias, que se dice son muy similares a las aprendidas durante su estancia en Egipto, las impuso a la Hermandad.

Al llegar, los aspirantes entregaban todas sus pertenencias y debían permanecer en silencio durante cinco años y en constante autoanálisis. Quienes deseaban convertirse en filósofos debían cumplir con los llamados “Versos Aúreos”, que contenían unas reglas de conducta tanto en lo físico como en lo moral y psicológico.

Principales cinco creencias en la biografía de Pitágoras:

  1. Que en su nivel más profundo, la realidad es matemática en la naturaleza
  2. Que la filosofía puede ser usada para la purificación espiritual
  3. Que el alma puede alcanzar la unión con la divinidad
  4. Que ciertos símbolos tienen un significado místico
  5. Que todos los hermanos de la orden deben observar una estricta lealtad y secreto.

La Hermandad de los Pitagóricos estuvo siempre rodeada de misterio, y al final acabó por convertirse en una fuerza política aristocratizante, que despertó la hostilidad del partido demócrata, lo que derivó una revuelta que obligó a Pitágoras a pasar los últimos años de su vida en la hoy desaparecida colonia griega de Metaponto, al norte de Crotona.

Según Diógenes Laertius, Pitágoras murió cerca del año 500 a.C. cuando intentaba huir de la persecución contra los pitagóricos que se desencadenó en Crotona. “Temían el poder que la escuela y sus discípulos habían desarrollado y en una revuelta asesinaron a la gran mayoría de los pitagóricos y quemaron la casa de Milon”. Según otras fuentes, Pitágoras consiguió escapar y murió el 507 a.C.

La filosofía de Pitágoras

Pitágoras no dejó obra escrita y la Hermandad estaba sometida al juramento de secreto, por lo que es imposible diferenciar sus ideas de las de sus discípulos, aunque la mayoría se le atribuyen a él. La enciclopedia Biografías y Vidas indica:

“Externamente el pitagorismo más parece una religión mistérica (como el orfismo) que una escuela filosófica; en tal sentido fue un estilo de vida inspirado en un ideal sobrio y basado en la comunidad de bienes, cuyo principal objetivo era la catarsis de sus miembros”.

Esta purificación ritual de sus miembros se realizaba a través del cultivo de un saber basado en la música y las matemáticas mediante la filosofía.

Pitágoras fue el primero en emplear la palabra filósofo en su sentido literal como “el que ama la sabiduría”, porque en su escuela se preparaba a los candidatos para que la preparación interior no fuese dirigida a la razón, sino al alma y al espíritu.

Asimismo, los autores aseguran que Pitágoras transformó las matemáticas en una enseñanza liberal, en el que resalta la demostración del famoso teorema geométrico, que establece la relación entre los lados de un triángulo rectángulo: la suma de los ángulos de un triángulo es igual a dos ángulos rectos.

En su filosofía, Pitágoras creía que todas las relaciones podían ser reducidas a relaciones numéricas, y esto puede observarse en su correlación con la música, las matemáticas y la astronomía.

Pitágoras advirtió que las cuerdas vibrantes producen tonos armónicos cuando las proporciones de las longitudes de las cuerdas son números enteros, y que estas proporciones podían ser extendidas a otros instrumentos. De hecho Pitágoras hizo destacables contribuciones a la teoría matemática de la música. Fue un músico experto, tocaba la lira, y usó la música como un medio para ayudar a los enfermos.

En el ámbito espiritual, en sus enseñanzas Pitágoras aseguraba que el alma es inmortal, vive prisionera en el cuerpo físico y después de la muerte reencarna en otros cuerpos, no solo de humanos, sino también de animales, según el grado de purificación alcanzado.

Asimismo, Porfirio en “Vida de Pitágoras”, explica que según diferentes periodos de tiempo, lo que sucedió una vez, vuelve a pasar. Pitágoras perseguía que todos los seres vivos están creados con la misma energía y unidos por lazos de parentesco y que la vida después de la muerte es la verdadera vida.

AUTOR: Gysell Cobos, redactora de la gran familia hermandadblanca.org

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