Brillando con tu propia LUZ.

Brillando con tu propia LUZ

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Sucedió aquella lejana noche, dormía plácidamente, no había cantar de grillos, hacía mucho que ya no cantaban, pero si había una hermosa luna creciente, esplendida y a media luz. Por ratos despertaba de vez en cuando inquieto, por largo tiempo no sabría decir si estaba dormido o despierto, creo que ambos a la vez, les parece difícil, pues bueno no lo es, realmente vivimos de forma continua, fue precisamente en ese estado que de repente apareció ante mi vista, dormida o despierta no lose,  aquella hermosa figura, refulgente en su piel, en su pelo, su hermosa túnica blanca brillaba al influjo de la luz tenue de la luna, su mirada, su sonrisa deslumbrante, por unos instantes se posaron en mí, esos ojos castaños profundos, su gesto cálido y claro, viene a mí, luego una sonrisa, una nueva mirada.  En ese estado casi estupefacto en el que aún no entendía lo que estaba sucediendo, suavemente se acerca mí, y desapareciendo en miríadas de deslumbrantes chispas iridiscentes, en multitud de colores, se desapareció ante mí su sobre humana y Divina Figura.

Yogananda

En cierta ocasión cuenta el maestro Yogananda ( Paramahansa Yogananda, 1893 _1952) que cuando era niño, enfermo gravemente, solamente su madre era quien lo acompañaba, porque su familia había salido de viaje, ella le dijo que mirara fijamente el retrato de Lahiri Mahasaya, el siguió las instrucciones de su amada madre, contemplo el cuadro y enseguida pudo ver como una luz resplandeciente invadía su cuerpo e iluminaba la habitación, ¡LM! ya no estaba en su cuerpo físico, sin embargo su Luz aún llegaba a sus devotos sinceros. Al leer los pasajes importantes de la vida de los Maestros, nos parece que están tan distantes, nos parece que en el bullicio del siglo 21 esto ya no puede verse, que ellos están en dimensiones tan lejanas de nosotros y que ellos, los Maestros pertenecen a una extinta parte de nuestra humanidad, nos sentimos tan separados de ellos que prácticamente nos separa un inmenso velo, pero hecho con los materiales menos transparentes que pudiéramos encontrar, ellos están allá y nosotros estamos aquí, no estoy para nada queriendo afirmar que todos pensamos de la misma manera, no, de seguro que muchos de nosotros lo que estamos aquí, en lo aparente, en lo irreal, de seguro sabrán que esto no es más que una proyección de nuestra mente, la parte que se encuentra separada.

En otra parte Yogananda nos narra que se encontraba sentado en la cama de un hotel en Bombay, él se encontraba meditando, cuando su meditación fue interrumpida por una Luz Beatifica, según sus propias palabras, la habitación se transforma un mundo extraño y con un esplendor sobrenatural, esto sucede previo a la aparición tangible de su Maestro SY.

El Aura

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Dora Gelder nos dice en su libro El Aura: para mí  las emociones son reales: quiero decir que puedo percibirlas objetivamente, Conforman una atmosfera luminosa que envuelve a todo ser vivo. Generalmente cuando hablamos del aura humana, inmediatamente sabemos que son muy pocas las personas que pueden verlas, probablemente muchos han tenido atisbos de su existencia, para muchos no es una cuestión de ver si no de percibir y para otros talvez solamente de creer, la importancia de esta aura radica en que aunque con nuestros ojos no la podemos ver ella existe, su rango de luz o vibración esta fuera del rango de visión de nuestro ojo, pues ellos solo pueden percibir lo que se llama la luz visible, pues arriba y debajo de esta frecuencia existen dos una con frecuencias arriba y otra con frecuencias abajo, a una le llaman ultravioleta y a la  se le llaman infrarroja. Existen pero no podemos verlas con los ojos de nuestro cuerpo, se necesitan instrumentos para detectarlas.

Los fenómenos luminosos siempre no impresionan, de hecho cuando vemos al cielo en una noche despejada podemos ver muchas estrellas y planetas, muy de vez en cuando un meteorito recorriendo el firmamento, esto nos emociona, lo consideramos una novedad y pone a palpitar nuestro corazón, en la mayoría de las religiones a los Santos se les representa con halos sobre su cabeza y algunas personas que pueden percibir con claridad el aura afirman que en esa parte del cuerpo la radiación luminosa es más intensa, sobre todo en personas que han cultivado su mente en el ámbito espiritual.

Conocimiento Ancestral

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Nos cuentan los investigadores que en la cultura Inca, en el Perú, ellos tenían un dios al que adoraban con el nombre de Inti y este era el dios sol, en la cultura maya se hace referencia a los sacerdotes del sol, probablemente derivado de la conversión de uno de los gemelos en sol. La fascinación por la luz representada por el sol siempre ha estado presente, en las religiones modernas y en algunas ancestrales, el fuego siempre está presente, de seguro es un símbolo de la Luz, la humanidad a la vista de las religiones y filosofías siempre ha ido en busca de la luz, la hemos buscado en las estrellas, en la filosofía, en la religión, en muchas partes más, algunos la han encontrado, buscando en el lugar más seguro para encontrarla, dentro de nosotros mismos. Pero ojo es fácil decir, busca tu propia luz en ti mismo, esto no es nuevo, pero, ¿cuantos la han encontrado?

El conocimiento o la creencia en un Dios único, siempre ha prevalecido a lo largo del espacio tiempo. Pero a la luz de los avances científicos, filosóficos y espirituales, creo que hoy más que nunca podemos tener la certeza de un Dios único, El, nunca ha abandonado su divina creación El está en todo y en todos, Dios es la luz en la que vemos,(L44LE.UCDM) en ella nos movemos, en ella nos separamos y a ella volveremos, con esta expresión habremos de tener cuidado, en realidad la separación es irreal, y cuando decimos a ella volveremos, no estamos volviendo de ninguna parte, porque nunca nos fuimos, lo que sucede realmente es que recordaremos quienes somos y nuestro origen Divino. En realidad dicen los científicos todo el universo incluidos nosotros, estamos formados con los mismo bloques básicos, diferentes formas de la energía una. Si la expresión Yo Soy la luz del mundo, te parece solamente religiosa, está bien, pero si abres tu mente, sabrás que está basada en la gran presencia YO SOY, muchos ya lo saben y lo utilizan, el Hijo es uno, y  Aquel quien lo dijo, lo sabía muy claramente, y si tú también eres  el Hijo, debes saberte  luz para el mundo, el perdón es una herramienta poderosa para la liberarnos de nuestra mente separada, si perdonamos entonces la Luz del mundo le brinda perdón a todas las mentes(L61,UCDM). En nuestra casa con nuestra familia y con nuestros amigos, cuando perdonamos algo que equivocadamente creemos que nos han hecho, experimentamos una gran tranquilidad, ¿no es cierto?, imagínate la inmensa Paz que   experimento JesusCristo, cuando dijo. Padre perdónalos porque no saben lo que hacen, aquí no saber es sinónimo de la ignorancia de nuestro verdadero origen. Ramakrishna hablaba con frecuencia sobre la ignorancia, aquí la ignorancia no se refiere a desconocimiento de lo material o de un idioma o de algo específico, simplemente ahora está claro, se refiere al desconocimiento de quienes somos.

¿Como vemos al mundo?

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De la forma  en que vemos al mundo, de la manera en que manifestamos nuestros sentimientos, estamos ocultando ante nosotros mismos, la Luz que lo ilumina, (L69LE, UCDM). De hecho cuando vemos, no vemos lo que vemos, porque lo hacemos con los ojos del cuerpo, debemos de tener claro que el cuerpo es una proyección desde dentro y además está en un mundo irreal en el que la separación, la escases, el desamor es lo real. Un curso de milagros nos dice constantemente que la Luz, la Dicha y la Paz, moran en nosotros (L93LE).

Un curso de milagros no sustituye a ningún otro curso, solamente puede ser tu curso, es un curso en el que aprendemos a disciplinar la mente, con una única finalidad, abandonar la mente en error, abandonar el concepto de separación, abandonar la escases, desconocer la muerte.  Aquí aprendemos a vivir en abundancia, a reconocernos Dignos Hijos de Dios, sin limitación alguna, y a reconocer en nuestros hermanos   nuestra propia Impecabilidad.

Y por lo tanto reconocer nuestra propia LUZ.

Cuando el estudiante por fin comprenda que la ascendida huestes de maestros no es otra cosa que su propia conciencia más adelantada, entonces va a sentir las grandes posibilidades a su al canse.

(Saint Germain, el libro de oro)

Autor. Carlos   EFR, redactor de la gran familia de www.hermandadblanca.org

Basado en: UN CURSO DE MILAGROS.

Canalizado por: Helen Schucman

 

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