Compartiendo el Don de la gracia, por el Arcángel Miguel

Jorge Gomez (333)

 Arcangel Miguel con espada y flor de la vida

Soy MIGUEL, Príncipe y Regente de las Milicias Celestiales. Niños de Luz, instalémonos en nuestra Comunión.

…Compartiendo el Don de la gracia…

Me presento a vosotros en este día, como Cristo MIGUEL, Regente del Logos Solar, para expresaros, más allá de las simples palabras que voy a pronunciar, lo que es el Fuego Celestial y su acción sobre el humano. Después de tres años pasados viviendo la Deconstrucción, después de haber recorrido las nueve Marchas, por la Gracia del Manto Azul, por la Transmutación de este cuerpo, hoy, el reencuentro con vuestra Eternidad se va a desarrollar. Lo que viene es el Fuego Celestial. El Fuego, así como habéis podido vivirlo, como el Fuego del Corazón o como quizá lo vivís vosotros en diferentes lugares de este cuerpo humano, no es en nada tal como la veis en esta Tierra. El Fuego Celestial es Amor, el Fuego Celestial es Luz. Viene a permitiros realizar el conjunto de vuestras Bodas y restituiros a lo que Sois, antes de esta encarnación y estas encarnaciones, antes mismo de la existencia de este mundo y de sus diferentes formas de vida. El Fuego es uno de los elementos primordiales llevando y aportando el Amor y la Luz, en su sentido Vibral, en su sentido Absoluto. Los Elementos, dejados y soltados, en la superficie de este mundo han representado la posibilidad de volver a fusionar lo que Sois, en Eternidad, con vuestra conciencia de humano.

Este Fuego Celestial proviene de lo que vosotros llamáis el Sol Central de la galaxia, con el que este sistema solar será lineado en poco tiempo. Muchos elementos (dados por nosotros mismos, por los Ancianos y las Estrellas) os han preparado de diversas formas, a vivir lo que viene. El Fuego Celestial hace arder no la vida sino la ilusión de este mundo, lo Efímero de este mundo. La Luz (no esa que percibís con vuestros ojos sino la Luz del Corazón y de la Eternidad y el Absoluto. Se trata de la fase final de la Liberación de este sistema solar, en su totalidad, reconectándolo a la Fuente, a su Sol Central de origen, así como a vosotros mismos.

La totalidad de lo que debía ser preparado y realizado, lo ha sido. Y toda la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres da gracias, una vez más, por vuestra acción, vuestra obra, vuestro trabajo. Lo que viene, visible a los ojos de todos, sensible a cada cuerpo humano, corresponde a la Liberación total de la Conciencia Una así como del Absoluto. Solo aquél que persiste, a nivel de vuestros Hermanos y Hermanas, en ignorar la Luz, podrá ver otra cosa que la Luz. Ese Fuego es Amor y exclusivamente Amor. Viene a llenar la privación del Éter del que la conciencia humana ha hecho objeto desde hace varias decenas de millones de años. Las fechas os las han dado muchos pueblos primitivos (según vosotros), muchísimos viejos pueblos, muchos monumentos, así como por los profetas entre los más preclaros (muy poco numerosos), que han entendido el sentido del Fuego Celestial sobre el humano. Se trata de una regeneración total de la Humanidad Una, del sistema solar Urantiano en el que estáis. La acción de ese Fuego no requiere por vuestra parte, ninguna intervención, ningún trabajo, porque esto es completamente natural y ya no requiere ninguna acción por vuestra parte. Solo la Paz, la Tranquilidad, la Alegría son los elementos importantes para acoger “a aquél que viene como un ladrón en la noche”, acompañado de ciertos elementos, Celestiales y Terrestres. El Fuego viene a Despertar y Liberar, por la gracia del Amor, lo que ya ha sido liberado sobre la Tierra como en el Sol.

Queda pues Liberaros vosotros mismos, no por vuestros hechos sino por el asentimiento a vuestra Eternidad. Muchos de vosotros, desde hace cierto tiempo (sea partir de las Bodas Celestiales o, más recientemente, a partir de la Liberación de la Tierra y de la Onda de Vida), viven y sienten las primicias de esta llegada. El alineamiento galáctico, que se producirá al final de vuestro año, permitirá esta Liberación efectiva, total, irremediable, definitiva e irrefutable. No puede existir ningún miedo, ninguna aprehensión, para aquél que ha cultivado en sí, su conciencia ilimitada y que ha entendido el sentido de la Luz Vibral que os fue derramada a partir del Sol Central de esta galaxia, desde el 18 de agosto en 1984. Hoy el ciclo se termina. La preparación fue fuerte, el trabajo fue eficaz, ahora todo ha terminado. Lo mejor de vuestra preparación consiste pues en vivir desde ahora, la instalación rápida y fugaz, dentro de vuestro propio Choque de la Humanidad, a título individual.

La llamada de la Luz, por nuestras Presencias a vuestro lado, se va a amplificar. Los signos, Celestiales y Terrestres, anticipando y anunciando el Fuego: Sonidos del Cielo y de la Tierra, Presencia de la Confederación Intergaláctica de los Mundos libres en vuestros Cielos. Esto no llama, por vuestra parte, nada más que a la Paz, la Alegría y la Serenidad. Las primicias, vividas por muchos de vosotros en este cuerpo humano (sea lo que se podría llamar la obliteración de la conciencia ordinaria, las manifestaciones Vibrales de la luz, los momentos de ausencia a vuestra conciencia ordinaria), aunque por el momento, no os hayan conducido a vivir el estado último llamado Absoluto, estad seguros, os conducirán a vivirlo, cuando llegue el momento. Esta preparación, más allá de cualquier Alineamiento, más allá de cualquier meditación, se dirige a hacer transcender y desaparecer los últimos elementos de ataduras a eso que se llama lo Efímero de vuestra condición mortal.

Lo que viene es una regeneración. Lo que viene es vuestro Renacimiento, Resurrección en las Dimensiones Unificadas. Los síntomas vividos por vuestros cuerpos, sean los que sean, no son nada más que los elementos participando en vuestra Liberación última. No hay nada que preparar, en la medida en que el trabajo que habéis realizado, como Ancladores y Sembradores de Luz, ha recorrido el tiempo de la Tribulación en su más simple expresión. Estéis donde estéis en la superficie de la Tierra, las últimas barreras de miedo, de no creencia o creencia, caen unas después de las otras. Si estáis atentos a lo que se desarrolla en vosotros, en este cuerpo humano efímero en el que estáis, sea a través de vosotros, sea a través de vuestras experiencias, múltiples y variadas, no hacen más que una cosa: llevaros a la Morada de Paz Suprema. Solo los elementos de resistencia a lo desconocido (para aquellos que no son Absoluto) pueden suscitar en este cuerpo perecedero, preguntas y dudas. No cedáis a esas preguntas y dudas. Sean las que sean las gesticulaciones de aquellos de vuestros Hermanos y Hermanas, en pánico por la acción de la luz, tendiendo a su efímero, eso no debe en ningún caso alterar o atraer vuestra atención. De vuestra cualidad de Paz, de vuestra cualidad de Alegría y aceptación, derivará la facilidad de vuestra Ascensión, sean cuales sean las modalidades. Sea en lo que se transforme este cuerpo, será espiritualizado y os permitirá, cualquiera que sea el mecanismo, ser Libres.

Lo que ocurre en vosotros, ocurre en este mundo. Los Elementos llamados Jinetes del Apocalipsis, liberados en esta Tierra, desde hoy, se liberan en vosotros aumentando vuestras propias percepciones, vuestras propias experiencias y vuestros propios estados. La observación de los elementos, en la superficie de esta Tierra, sean los que sean los nombres que empleéis en su manifestación (sea el calor, sea el agua, sean los terremotos, sean los volcanes), no son sino la anticipación del Fuego Celestial. Donde estéis, donde os situéis, ninguna acción nefasta de esos Jinetes podrá extinguiros desde el instante en que soltéis la presa, desde el instante en que os abandonéis a la luz, a los elementos y al Fuego. El Fuego no destruye nada. Al contrario y a la inversa de lo que observáis con las manifestaciones del fuego, a vuestros ojos de carne, con lo que se vive en la Tierra con los vegetales, en estos momentos no tendrán en absoluto los mismos efectos sobre vosotros. En la medida que se anticipe ese Fuego Celestial, por activación del fuego elemental de la Tierra, en vosotros, constataréis, vosotros mismos, la ligereza, la facilidad y un sentimiento de Paz creciente. Si esta Paz no crece, eso os invita a ver las resistencias presentes en vosotros y a mirarlas, de igual forma, evacuarse de forma natural. El Fuego es transmutación y transubstanciación.

La apertura por el Arcángel METATRÓN hace un año, del impulso KI-RIS-TI, en la Puerta KI-RIS-TI, la apertura de la Puerta OD realizada por la acción del Manto Azul de la gracia, hacen posible esta transubstanciación, sin ninguna dificultad. Solo las resistencias inscritas dentro de la personalidad, de vuestra historia individual o colectiva, pueden representar un obstáculo que mine la Ascensión. No existe ningún elemento, ninguna posibilidad de sustraerse al Fuego Celestial. Nadie puede escapar porque el conjunto de la Tierra está Liberada. Solo la vivencia de este periodo, arrancando ese día y acompañándoos hasta el alineamiento galáctico, puede ver manifestarse en vosotros, elementos de resistencia, de miedo o aprensión. No existe otra forma que observar lo que se desarrolla, sin tomar parte de ninguna manera. Aquellos de vosotros que habéis realizado el Abandono del Sí, manifestado por el impulso de la Onda de Vida resurgiendo por la cabeza, no podrán ser afectados de ninguna manera. Si a vuestro turno aceptáis, aquellos que aun no son Absoluto, realizar esto ahora, no quedará nada de vuestras preocupaciones, de vuestras memorias, de vuestras interrogaciones o de vuestras dudas.

La Inteligencia de la Luz y más particularmente del fuego Celestial, es tal que no existe nada en este cuerpo humano, como en vuestra conciencia limitada, o de la presencia del Sí, que pueda captar el calado de lo que se desarrolla. Solo el no buscar explicaciones, solo el contacto con la naturaleza, el contacto con vuestra Naturaleza profunda (en meditación o de otra forma), es incluso daros la plena satisfacción, la plena explicación, más allá de toda mente, de lo que hay que vivir. No debe buscarse ninguna fecha, porque esto puede presentarse a vosotros, a título individual, a cada momento de los días, de las semanas y los meses hasta el fin de este año. Existe por supuesto, cierto número de elementos de preservación hasta el momento deseable y deseado por vosotros, que no depende de ninguna forma, de vosotros. Esos elementos son de lógica pura y simple. La acción de los Jinetes en esta Tierra desencadena en este momento mismo, como quizá observáis, modificaciones de la conciencia extremadamente importantes, que van desde el desequilibrio más importante, a la Paz más total. Los mares, los volcanes, las tierras y los aires se despliegan y se desarrollarán cada vez más, evidentemente, sea como lo veáis, cualquiera que sea la conciencia que tengáis, estéis de acuerdo o no.

El Fuego Celestial es Amor. No es estrictamente nada más. Ese Amor no presenta ninguna medida, ninguna analogía con lo que vosotros podríais llamar el amor, en sentido humano. Lo que viene representa para vosotros, que quizá no habéis sido Absoluto aun, lo Desconocido más total. La humanidad será bautizada por el Fuego Celestial, Fuego de Libertad y de Liberación. Yo lo acompañaré, visible a vuestros ojos, por la llegada de elementos llamados meteoritos y cometas. Yo anunciaré así (más allá de mi Presencia a vuestro lado izquierdo), en el cielo, ante los ojos de todos, los elementos que vienen a esta Tierra. Acordaros, en esos momentos e incluso desde ahora, que lo que viene es Amor y Libertad absoluta, la más inconcebible para la mente humana, para la razón y el intelecto. Existe una parte de vosotros que ya conoce esto, más allá de este cuerpo humano, pero inscrita en este cuerpo humano. Esa parte corresponde a lo que vosotros llamáis (y lo que se ha llamado, en ciertas enseñanzas) el Fuego de la Kundalini, el Fuego del Corazón, hoy llamado Fuego del Éter. Las partículas Adamantinas, en número cada vez más importante, desencadenarán en vuestra piel, mecanismos de percepciones inéditas cada vez más intensas. Al aceptar este proceso, por adelantado y con anticipación, constataréis vosotros mismos, el efecto sobre vuestra conciencia, el efecto sobre lo que Sois en Eternidad que encontraréis así, de manera casi definitiva. Nada más de este mundo podrá alcanzaros, nada limitado de este cuerpo humano podrá alterar lo que sois, más allá de la ilusión. La única preparación consiste entonces, en observar lo que puede resistir, lo que puede oponerse en vosotros como en el exterior. Es en ese momento, necesario e indispensable observar simplemente y seguir lo que yo llamaría las líneas de mínima resistencia, las líneas de facilidad, en cuanto a vuestros desplazamientos, en cuanto a vuestros movimientos, en este cuerpo como en esta Tierra. Los signos manifestados a vuestra conciencia, durante vuestras noches, durante vuestras meditaciones, los contactos cada vez con más empuje, por el Canal Marial, con nosotros, se harán cada vez más flagrantes. Los signos del cielo serán también cada vez más evidentes, haciendo que en un momento, nadie pueda ya ignorar aunque lo niegue, lo que está pasando.

Os invito entonces a cultivar aun más vuestra Paz Interior, recordándoos con esto, en otros términos, lo que os han dicho muchos participantes: vosotros no Sois ni vuestros miedos, ni vuestras dudas, ni este cuerpo, ni esta carne, ni esta conciencia. Aceptar esto es ya un paso enorme, franqueado para encontrar la esencia de quienes Sois. No existe ninguna otra forma ni ninguna otra alternativa, más que vivir esto. Os deseo vivir en Paz, en Comunión, en Fusión, en Disolución. El amor está a vuestra puerta. Viene a llamar a vuestra puerta, pidiéndoos simplemente: “¿quieres seguirme?” “¿quieres ser lo que Eres?”. Como María, depositaria de las llaves del Cónclave, de los Ancianos y de las Estrellas, igualmente, llegado el momento, con las oposiciones más fuertes y las más formales, con las resistencias manifestadas por vuestros Hermanos y Hermanas que rechazan soltar lo Efímero, llegará a anunciároslo. De aquí a entonces, contentaos con vivir vuestra vida, aligerar lo que debe serlo y en particular a nivel de vuestra cabeza, a nivel de vuestra mente, a nivel de vuestros razonamientos, a nivel de vuestro intelecto.

Os repito que no tenéis ningún medio intelectual, ningún medio mental de comprender y de captar lo que viene, más que viviéndolo por la experiencia de este cuerpo, de esta carne y de vuestra vida. Por eso, como os ha dicho una de la Estrellas, id a la naturaleza. Desde el instante en que ciertos de vuestros sueños, desde el instante en que María os haya llamado individual o colectivamente, aseguraos de seguir lo que os dicen vuestros sueños, lo que os dice María o lo que os dicen los seres espirituales de las Dimensiones Unificadas, que se manifiestan en vuestro Canal Marial, a vuestra izquierda y arriba. Quiero decir con esto, desde el instante en que percibís una Presencia arriba y a vuestra izquierda, en vuestra mejilla izquierda y sobre vuestro hombro izquierdo, os hará falta prestar atención en el sentido de lo que escucharéis, en el sentido de lo que percibiréis, en el sentido de lo que veréis. Os convendrá entonces, conformaros totalmente, a las informaciones individuales que os serán liberadas. Esto será para vosotros, la mejor de las preparaciones al Fuego Celestial. No hay otra.

Así pues, he aquí los elementos formales que como Príncipe y Regente de las Milicias Celestiales, como Logos Solar, CRISTO/MIGUEL, se me ha encargado entregaros. No tengo nada que añadir a lo que acabo de expresar, si no es plantearos vivir un momento de Comunión. Volveré, en cuanto a mí, a expresarme muy precisamente, una semana antes el día en que la Tierra ha decidido festejar mi día. En ese momento, y lo habréis constatado vosotros mismos, la totalidad de la situación habrá cambiado. Vivamos un momento de Comunión y os doy una cita formal para que vivamos una Comunión, estéis donde estéis en esta Tierra, el 22 de septiembre a 22h. Ese momento será silencioso, no habrá ningún comentario, ni ninguna palabra por mi parte. Será un momento privilegiado de Comunión común para la humanidad, así como para cada uno de vosotros, como mi Presencia.

En este instante, vivamos una Comunión en el Amor. Soy MIGUEL, Príncipe Regente de las Milicias Celestiales. En el Amor y por el Amor, en la Libertad y por la Libertad, comulguemos.

…Compartiendo el Don de la gracia…

Id en Paz, porque vosotros sois la Paz. Hasta pronto.

 Compartiendo el Don de la gracia, por el Arcángel Miguel

18 de Agosto del 2012 AA. MIGUEL Autres Dimensions

Original en francés.

http://www.autresdimensions.com

Canalizado: Jean Luc Ayoun

Transcripción: Véronique Loriot

Traducción: Susana Milan

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