Conexión Divina: la plena realización & ¿Quién soy yo? por Jordi Morella

Rosa (Editora)

jesucristo i el mundo azul

Conexión Divina: la plena realización

He sentido la necesitad de hacer una reestructuración de mi actividad. Hasta ahora proponía una veintena de cursos y talleres de diferente índole relacionados con el camino del autoconocimiento y el despertar de la consciencia.

Dentro de mí he sentido la fuerza del cambio, como si hubiese llegado la hora de empezar según mis nuevos pilares. Todo lo que iba aprendiendo o se me facilitaba, bien a través del mundo de la Luz o de mi aprendizaje por la aplicación de una serie de lecturas, meditaciones o cursos realizados, quería transmitirlo porque notaba que no tenía sentido saber sin enseñarlo después a los demás.  Por otro lado, no por más que propusiera, más actividad tendría, como así ha sido. La gente necesita sentirse atraída por lo que se le ofrece, y no todos están o han estado preparados para recibir lo que yo les ofrecía, todo y así, aquellos que asistían, sus vidas cambiaban.

Después de años me he dado cuenta que no es cuestión de ofrecer y ofrecer, si no es de interés de la gente o esta no está preparada para recibir el ofrecimiento que se le hace, aunque fuese la llave de sus vidas para ser feliz o sentir la paz dentro de ellos.

He hecho esta reestructuración, y me doy cuenta, después de toda la experiencia a lo largo de estos años, que lo más importante se encuentra dentro de cada uno, y que hay una esencia, una parte de nosotros desconocida que pertenece al mundo espiritual, y que cuando uno se adentra en ella encuentra los mejores tesoros que uno puede llegar a encontrar, y todos ellos son parte de lo que es. Le pertenecen y que han estado con él desde el nacimiento. Nadie nos ha hablado de esta llave maestra para la realización de nuestra vida y la plena felicidad constante para nuestro caminar. Nadie nos ha hablado de nuestro verdadero potencial para crear y vivir la vida que queremos o anhelamos.

Hay una parte dentro de cada uno que necesita ser presentada a su entorno, a nuestro entorno, y es el Dios que hay dentro de nosotros.

Me he dado cuenta y sentido que cuando conectamos con ella, con esta parte divina que todos llevamos en nuestro interior, nuestra vida se transforma en otra muy diferente a la que hemos estado viviendo y apegados durante muchos años. Cuando conseguimos conectar con ella, con esta parte divina, todo cambia y se transmuta en nuestro cuerpo, nuestro espíritu y nuestro entorno. Las sanaciones aparecen, el tiempo se detiene, los milagros hacen presencia, una perfecta salud se manifiesta de manera constante, si mantenemos esta conexión, y nuestra voluntad es materializada sólo con nuestro pensamiento, nuestra intencionalidad. Todo esto es posible si dejamos que Dios-en-nosotros pueda manifestarse libremente a través nuestro.

El ser humano está despertando de su somnolencia espiritual, y cada vez se siente más atraído por aquellos aspectos más ocultos de su interior. Cada vez habla más abiertamente de sus inquietudes espirituales y se da cuenta que parte de su entorno también le sucede lo mismo. Nos encontramos como si estuviésemos en un punto de camino donde hubiese de salir a la luz y mostrarse el verdadero sentido de nuestra existencia y dejar atrás la ignorancia en la cual se ha estado adosado durante todos estos años.

Es la hora de encontrar las respuestas que tanto tiempo nos hemos estado cuestionando y mirando de encontrarlas. Como un campo de violetas y margaritas, juntas, parece como si empezasen a despuntar los primeros pétalos que darán color y belleza al campo y a la naturaleza en la cual se encuentran. Es la hora de despertar y darnos cuenta cual es nuestra verdadera esencia y potencial. Nuestra divinidad está esperando que le abramos la puerta de nuestro corazón para mostrarse y poder llevar nuestra vida hacia aquello que hemos venido a hacer. Dejarnos ir y abrirnos sin temor es una manera práctica de empezar a lanzarnos al vacío, como se dice.

La respuesta a la vida eres tú. Tú eres el sentido de la existencia. Tú eres el universo aquí a la Tierra. Todo el universo está regido por la mano de Dios. ¿Dónde está Dios en ti?

Este es el camino a seguir para encontrarlo, sentirlo dentro de nosotros y dejarlo manifestar. Entonces, nos manifestaremos con todo nuestro majestuoso resplandor.

El mundo necesita de nuestra íntegra divinidad. Sólo entonces tú serás tú, y la gente de tu entorno y toda la humanidad se beneficiarán de tu coraje mostrado para abrir las puertas del verdadero ser que eres.

A lo largo de los años me he dado cuenta que la vida solo tiene un camino, el del amor, el de contactar con el Dios que hay dentro de nosotros y permitir que se muestre por allá donde estemos.

La experiencia y la instrucción recibida desde el mundo de la Luz me han llevado a darme cuenta que mi actividad es mostrar el camino para que “los Dioses” de la Tierra puedan ser manifestados y sentidos.

Una vez así sea, todo es posible. Las limitaciones desaparecen, y las consciencias despiertan al sentir el amor, la paz, la armonía y la serenidad en tu vida. Uno es feliz al mostrar al sanador que hay en él y al Maestro que cada uno es. Las capacidades de sanación, también para ti, no solo para los demás, así como un inmenso bienestar se potencian en cada ser.

Sólo existe amor en nosotros, y es este amor que nos permite realizar nuestra voluntad, una con la voluntad del universo. Es esta voluntad que permite sanar y crear con nuestra intencionalidad. Sentir nos hará abrir las puertas del autoconocimiento y la sabiduría.

Recuerdo que es sabio aquel que conoce a Dios, a sí mismo.

Que el Amor y la Paz sean en todos vosotros.

¿Quién soy yo? por Jordi Morella

Cuando salgo a andar, me viene la sensación que es el momento de reflexionar sobre mí y volverme a preguntar: ¿quién soy yo? Son instantes donde mi ser es analizado, recordando los pasos dados hasta el presente y aspectos que me he ido dando cuenta a lo largo de los años para poder responder a la pregunta inicial. Durante el tiempo que ha transcurrido en mi proceso del despertar me he ido definiendo cada vez más. Las conclusiones obtenidas han reflejado exactamente quién era yo a cada presente de mi pasado. He continuado el camino y cuando me he adentrado, más me he dado cuenta de la importancia de la humildad y de la entrega a la divinidad que cada uno es.

Estos días me he vuelto a preguntar: ¿quién soy yo? Siento una intensidad, una fuerza y certeza sobre la respuesta que no había tenido hasta ahora. A mayor despertar y elevación del alma, más intensa es la sensación de Dios en ti. El sentido de la vida toma más notoriedad al darte cuenta del verdadero ser que eres. Cuando más sucede esto, más respuesta recibes de tu entorno conforme “nada es lo que parece”. Tus ojos ya no miran como antes. Tu mente ya no saca las conclusiones como en un pasado, y tus sentimientos son más de compasión que de rechazo. La unión, la responsabilidad del hecho vivido se vuelve más fuerte. La sensación tenida es de empoderamiento ante lo creado por tu ser en esta dimensión. A pesar de que por momentos no entiendes la supuesta “demora” de la consecución del fin, sí tienes la fortaleza de la paciencia, la confianza y la plena certeza que todo será y ya está siendo. A pesar de que tu voluntad todavía no sea realizada del todo en relación a un aspecto, sabes que ahora ya todo está en su lugar para que así sea.

Siento la magnificencia de mi presencia esté donde esté. Sé que estoy irradiando mis energías y estas hacen su efecto en todos aquellos que puedan vibrar diferente a mí, con una densidad más evidente. Llevo la prosperidad en centros donde “se me acepta” y ponen su energía en mis propuestas. Estar en un lugar y empezar a sonar el teléfono pidiendo hora o abrirse la puerta para entrar nuevos clientes en una tienda son hechos normales en mi día a día.

Siento la majestuosidad de la divinidad cuando las personas se acercan y se sienten bien a mi lado, o cuando conviviendo con ellas, se vuelven más tolerantes y flexibles, así como la vuelta del buen humor y la alegría. No soy yo quien produce todo esto, es Dios quien lo permite y hace que así sea.

De unos años hacia aquí, he ido notando como mi interior se ha ido vaciando de lo qué tenía para dejar lugar a una nueva energía más pura y de alta vibración para crear un cojín donde Dios pueda reposar su esencia en mí y poderse manifestar. No soy nadie especial ni más que tú, que estás leyendo estas palabras. Mi esencia es la misma que la tuya. Tú eres Amor y un ser muy especial aunque no todos se hayan dado cuenta de este hecho. Tú eres un ser único, aportando aquello que sólo tú puedes aportar en este mundo, de la manera que tú sabes. Eres parte importante del proceso de evolución de la humanidad y el planeta. Cada vez que te muestras tal como eres, desde el corazón, el mundo se ilumina, y yo y todos nos beneficiamos de tu presencia en esta dimensión que ahora vivimos y hemos coincidido. Es un honor para mí el poder compartir contigo y colaborar conjuntamente para un despertar de la consciencia en el ser humano y una aportación energética para nuestro amado planeta Tierra. ¡Gracias por existir!

La unión con todos vosotros es fruto de un Plan Superior donde todos tenemos nuestro espacio para realizarnos y aportar la parte que nos toca para que el rompecabezas se acabe de completar. Cada uno de nosotros somos una pieza que necesita ser encajada perfectamente en el lugar adecuado y en el momento oportuno, para que el resultado luzca y pueda mostrar todo su resplandor. Dios no tendría sentido si nosotros no existiésemos. Nosotros somos quienes exaltamos la presencia de Dios por todo el firmamento. Sin nosotros, Él no existiría. Tú eres una parte de Él. Tú eres Él. Tú eres Dios.

Cada uno de nosotros es un universo con su divinidad, con la presencia de la Fuente creadora de toda Vida desde el Amor puro e incondicional. Tú eres Amor. Tú eres Luz, y esta Luz, fruto de la conciencia despierta hace que puedas darte cuenta de quién eres realmente.

Nada existe, sólo tú. El mundo que vives es una ilusión de quien eres tú en estos momentos. Lo que vives y sientes sólo es fruto de tu mente, según el pacto de lo que has venido a hacer.

¿Quién soy yo? La respuesta es la clave de tu existencia. Llegar a darte cuenta de quién eres te permitirá conectar con el Dios que hay en ti, y dejar que el Sanador y el Maestro que habitan en tu interior puedan ser manifestados en tu entorno, y de esta manera ser uno con el Hogar de la cual procedes y ponerte al servicio de tu divinidad. Cuando así es, ¡aleluya!, porque quien el mundo estaba esperando ya ha llegado. ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!

Cada vez siento más como si se me empujara hacia una dirección concreta y con una finalidad muy clara. Camino hacia ella y me adentro hacia una luz, y es exactamente así como lo siento y lo veo interiormente a nivel de imagen, donde me acompañan mis hermanos de la Luz, seres luminosos, con un gran amor incondicional y siendo parte de mi. Cuando esto se siente, nada se teme, porque estamos siendo protegidos, velados, guiados, aconsejados y amados, muy amados. Soy Uno con Ellos. La Unicidad es absoluta.

En su momento expresé mi voluntad, y hacia donde quería dirigirme en esta vida. Hoy me siento inmerso en este camino según expresé. Mi corazón me guía, y me habla más clara y más alto a medida que voy adentrándome hacia la integridad de quién soy y materializando lo que he venido a hacer.

El camino continua, y avanzando por él es como si hubiera de recordar quién soy. Los sueños me hablan noche tras noche. Estoy familiarizado con ellos, debido que hace años los acepté en mi vida. Ahora son parte importante de mi proceso de aprendizaje. Ellos son, cuando intervienen, mi guía, mi esclarecimiento y quienes me dan el coraje, la fortaleza para continuar con lo que siento que debo de hacer.

Tuve de cambiar de domicilio, dejar la costa para adentrarme hacia tierra adentro. Tuve que dejarlo todo para empezar de nuevo, y esta vez con unos pilares mucho más fuertes y robustos para mantener el nuevo ser que hay en mí y se está manifestando. Cambié de ritmo y estilo de vida, y con toda esta “novedad”, tuve que adaptarme, de aceptarla porque en el fondo sabía que era bueno para mí y para poder continuar llevando a término lo que había venido a hacer. Estoy al servicio de la Luz, del Amor. Mi vida está entregada a Dios, a dejar que su Voluntad sea materializada a través mío. Así está siendo y así será cada vez con más presencia. El saber quién seres, el conocerte, te abrirá las puertas del verdadero ser que eres y el poderte manifestar con toda tu plenitud.

Hay una divinidad dentro de ti que llama a la puerta para poder ser liberada y mostrarse al mundo. ¡Ábrela! Y deja que te guíe. Haz que la Conexión con ella te libere de todo aquello que te has apegado como humano para poder convertirte en un ser divino dentro de la dualidad.

Todos te esperamos. Queremos que te abras, porque a la vez, todos nos beneficiaremos. ¡Adelante! ¡Tú puedes! ¡Tú lo conseguirás! Nada debes de temer porque Dios está en ti.

Tú eres Dios.

http://jordimorella.blogspot.com

4 comentarios

  1. Muy bueno el mensaje. Yo tambien me siento feliz cuando alguien que esta conmigo ya sea en la casa o en el trabajo o con los amigos y amigas, me manifiesta sentirse muy bien con mi presencia, como les trato, aconsejo, les hago sentirse bien alegres, yo siento que es DIOS QUE LOGRA TODO ESTO, Yo Soy La Presencia Yo Soy, Guiando las Voluntades de los Hombres y Mujeres. Gracias Amada Presencia, te Amo te Alabo, me vuelvo a Ti Plenitud de todo Poder Creativo todo Amor y Toda Sbiduria.
    Gracias Jordi.

  2. infinitas gracias por esto tanbonito y tan alentador para todos nosotros lo digo por mi que habeces desfallecemos y volvemos a empezar infinitas gracias tefelicito por tu progreso y ese grandioso ser de luz que eres un abrazo en la luz teamamos .

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