Crónica del Encuentro entre Abuelas y Abuelas de Tradición del Anahuac

Rosa (Editora)

Consejo de las 13 Madres

Durante el 9 al 15 de septiembre del 2010, con motivo del Bicentenario de la Independencia de México.

¡MEXICO VIVE!

“Peregrino de la luz, el paraíso esta en tu corazón…”


México Vive, estas palabras han resonando desde siempre en mi corazón, percatándome con ello, de que su antigua cultura está viva, no es algo muerto, no está presente solamente en los museos y en los libros de historia, su antigua cultura es la base de las tradiciones de esta tierra, esa base común es posible encontrarla si prestamos atención y nos liberamos del prejuicio de las “formas”, el concepto subyacente es el mismo, por ello es que al reunirnos personas provenientes de muy diversos sitios del Anahuac, muy fácilmente ha sido posible ponernos de acuerdo para llevar a cabo rituales y ceremonia, en total armonía y concordancia.

EL INICIO DE ESTA HISTORIA:

Da comienzo en el mes de agosto. Abro mi correo electrónico y me encuentro con una singular invitación a participar en eventos y ceremonias rituales del 9 al 15 de septiembre. Para darme mayor información era necesario contestar ese correo, así que de inmediato lo hago, obteniendo la respuesta de que los eventos se llevarían a cabo en el Museo de Antropología e Historia de la ciudad de México, en Teotihuacan, en Chapultepec, en el Paso de los Volcanes, en Tlatelolco, en la Pirámide de la Luna y en el corazón de la Gran Tenochtitlan, el zócalo de la ahora ciudad de México.

El objetivo: unir nuestras voces, nuestro rezo, nuestro intento, por la unidad, la paz, el amor, la esperanza y la armonía de nuestro amado México.

La verdad me encontraba asombrada, pues se menciona que estaríamos reunidas 13 Abuelas y 13 Abuelos activos en las Tradiciones de México, se nos convocaba, se nos apoyaba, más al mismo tiempo se nos dejaba libres a todos, para ponernos de acuerdo en la forma de llevar a cabo el proyecto.

El compromiso era grande, antes de dar respuesta al llamado, dialogo con mi corazón para saber cómo proceder, cierro mis ojos y en ese silencio interno veo que mi corazón se convierte en una flor, la cual gira, tiene movimiento, crece, cubre y se posa sobre los sitios mencionados. La respuesta era clara, acudir al llamado y presentar la ofrenda que brota del corazón.

Me prepare purificando mi ser y solicitando licencia de los “Vientos”, con varios temazcales, en cada uno de ellos afine el intento, definí el camino y fluí con total entrega hacia ello.

Se llega el 9 de septiembre, a las 7 de la mañana partía en compañía de mi dualidad a la Gran Tenochtitlan. Con gran amabilidad fuimos recibidos, poco a poco el grupo de abuelos y de muchos jóvenes que apoyaban el evento estábamos reunidos. Desde el principio broto amor y entendimiento, parecía que nos conociésemos desde siempre, no hubo discordia alguna.

Antes de continuar con esta narrativa, manifiesto, cuando recibí la invitación a participar, ni idea tenía de donde había surgido ese Intento, ni de las personas con las cuales iba a compartir. Segura estoy que para la mayoría fue sorpresa el ser convocados al evento.

Las 13 Abuelas y 13 Abuelos que participaron en el evento, las mencionaré en el orden que venían en los textos que hicieron favor de compartirnos, no se refiere para nada a algún orden de importancia es meramente circunstancial:

Abuelas:

1.- Silvane (Tzahalá, Chiapas)

2.- Lolita Vargas Malinalticitl (Bernal, Querétaro)

3.- Ema Ortega Mayahuel (Teotihuacan)

4.- Julieta Casimiro (Huatla, Oaxaca) (Integrante de las 13 Abuelas del Mundo)

5.- Ma. De los Ángeles Lozano (San Cristóbal de las Casas, Chiapas)

6.- Estrellita Newman (Puebla, Puebla)

7.- Isabel Quevedo (Ocotepec, Morelos)

8.- Fausta Sabido (Sisbixen, Yucatán)

9.- Ángela Méndez (Guelatao, Oaxaca)

10.- Adalberta Alejandrina Hernández (San Agustín Etla, Oaxaca)

11.- Esperanza García Dionisio (Papantla, Veracruz)

12.- Bagelia Martínez (Cerro de Izcacuatitla, Chicontepec, Estado de México)

13.- Nah Kin (Yucatán)

Abuelos:

1.- Marzo Yuk Quetzal (Tzahala, Chiapas)

2.- Tlakaelel (Teotihuacan)

3.- Javier Jaguar (San Cristóbal de las Casas, Chiapas)

4.- Lauro de la Cruz Martínez (San Cristóbal de las Casas, Chiapas)

5.- Simón Romero (Norogachi, Municipio de Guachochi, Chihuahua)

6.- Marco Canche (Sisbixen, Yucatán)

7.- Antonio Oxté (Valladolid, Yucatán)

8.- Pepepocchtli (Tepoztlán, Morelos)

9.- Antonio Velazco Piña (México, D. F.)

10.- Álvaro Yolocozcatl (Teotihuacan)

11.- Kuatli Nahui Ollin (Tenochtitlan)

12.- Tenoch (Tenochtitlan)

13.- Erasmo Palma (Norogachi, Municipio de Guachochi, Chihuahua).

PRIMER PASO: MUSEO DE ANTROPOLOGIA E HISTORIA

El Sr. Horacio Lecona, nos da la bienvenida a todos, amablemente se nos invita a recorrer las salas del museo y disfrutar de ello, para finalmente reunirnos en la Sala Mexica.

En mi caso decidí visitar la Sala Olmeca, las Culturas del Golfo, la exposición temporal de la Tumba de Pacal. La abundancia prevalece en el hermoso museo, es una joya, todo excelente.

Reunidos en la Sala Mexica, ante esas imponentes esculturas de piedra en las que nada es ocioso, en donde “todo habla”, la palabra de cada cual brotó como viento fresco, como perfume de flores, a mi mente le parecía aroma de magnolias, muy gratificante.

En dicho espacio el Abuelo Marzo me comenta, que fue en Chiapas en donde se gesto la idea de reunirnos, y el sueño, la visión ahora se cumplía.

La verdad, la pasión de los Mexicas inundo mi ser, mi palabra fue clara y contundente, un llamado a la unidad, a dejar atrás las diferencias, a reconocernos todos como hermanos, a afianzarnos en la fuerte raíz que nos sostiene, para confirmar que el objetivo común es México.

En ese espacio hicimos un ruego común, ya que se anunciaba ciclo de fuertes lluvias, para que se nos concediera buen tiempo y poder físicamente cumplir con el propósito. Resultado: Clima excelente.

TEOTIHUACAN

“El lugar más importante del PLANETA en cuanto a información cósmica disponible y de fácil lectura es Te-Lol-Ti-Huc-K´an: Ahí-En-El-Lugar-De-La-Sabiduría-Sexta-Dimensional”. Hugh Harleston, Jr.

Es siempre un gran honor el ingresar al centro ceremonial de Teotihuacan, una reverencia sublime brota de lo más profundo de mi ser para sus antiguos constructores, para los sabios capaces de llevar a cabo una expresión tan magnífica, integradora de todas las artes y ciencias, sin olvidar el excelso toque de lo divino vibrando elocuente en todo ese espacio.

Realizamos el Saludo a las Direcciones del Universo, pedimos permiso para ingresar a ese sagrado espacio, todos nos encontrábamos unidos y contentos.

Avanzamos con paso ceremonial, pausado, rítmico, consciente. El ser se ubica en su centro y “siente”, la información que brota a cada paso.

Ingresamos frente a la Pirámide de Quetzalcoatl, fue ahí en donde se presenta la primera ofrenda, donde se inicia propiamente el trabajo ritual. Las flores y plantas medicinales, la obsidiana, por supuesto el sagrado copalli, aderezó a cada uno de los Vientos.

Continuamos el peregrinaje hacia la Pirámide de la Luna, entonamos cantos en cierto trayecto, en otro la voz del silencio impero en el ambiente, solamente se escuchaba la armonía de las coyoleras, con su rítmica elocuencia.

El sentido de honor y dignidad por lo que se estaba realizando, emanaba de todos los presentes, se percibía en nuestro paso, en nuestra mirada, en nuestro movimiento.

Frente a la Pirámide de la Luna, área en donde se encontró a Chalchihuitlicue, ofrendamos. La palabra de las Nanitas se hizo presente, la voz de cada Cihuatl se expresó, algunas lo hicieron en su lengua nativa, bendiciendo, agradeciendo a la Madre Tierra y al Padre Sol por todo lo que nos otorgan, se entonaron hermosos cantos de gratitud y solicitud de abundantes dones para todos los hijos de Tonantzin Tlalli. Fue una experiencia muy hermosa.

El cielo azul, las nubes blancas, el intenso y luminoso sol, nos invitaba a continuar el trayecto, precisamente hacia la Pirámide del Sol. Ahí cada Tlaca, cada Señor, expresó su sentir. Presentamos la última ofrenda en el sitio, cerrando ese espacio ritual que habíamos abierto.

La caminata fue larga, varias horas continuas de actividad ritual, más mi percepción fue que todos estábamos más fuertes que al comienzo.

CHAPULTEPEC

El día se mostraba risueño desde temprana hora, un augurio para mí muy positivo. Desde tiempo atrás deseaba volver a caminar de forma ritual Chapultepec, resulta que el signo Malinalli que me corresponde por fecha de nacimiento, tiene como nagual al Chapulín, así que comprenderán que disfruto mucho la energía del sitio, por la afinidad que existe.

Ingresamos por la “puerta de las flores”, caminamos en silencio, con elegancia y sobriedad, claros del intento, conectándonos con las esencias y presencias, con la tierra, con la roca, con el árbol, con el agua, con el viento que hacia suaves susurros y acariciaba nuestra piel, uniendo todos el fuego de nuestro espíritu, a la voluntad suprema que nos convocaba en ese espacio-tiempo, invitándonos a “cruzar el umbral” e ingresar al espacio sagrado, a la “otra realidad” que es Chapultepec.

Honramos y ofrendamos, entonamos cantos y danzamos. La sabiduría del árbol milenario, bendijo nuestro proceder. Esa es mi apreciación personal, un sentido de inocencia, de confianza, de alegría interna inundo mi ser.

Abordamos un autobús de regreso al sitio en donde estábamos hospedados, el vehículo estaba con asientos al descubierto en la parte de arriba, al pasar por las multitudes de la ciudad de México, el grupo de peregrinos cantaba a todo pulmón, y de pronto todos se unificaron con dos palabras ¡MEXICO VIVE, MEXIVO VIVE!, la gente observaba con admiración, contento y respeto al grupo, era evidente que el genuino expresar de palabras que brotaban del corazón movía algo en la conciencia de los demás, fue impresionante.

PASO DE LOS VOLCANES

La tradición oral, el mito, la leyenda cuenta, que cuando Cortes llega al sitio ubicado en medio de los volcanes Iztaccihuatl y Popocatepetl, se percibe “pequeño” para lograr lo que se proponía, la conquista de la Gran Tenochtitlan. Ello lo lleva a permanecer un tiempo en dicho lugar, realizando ciertas acciones, que afirman movieron una energía, la cual se interpreta como una “herida” en el cuerpo energético del Anahuac, lo cual hizo posible lo que ya todos sabemos a través de la historia, el establecimiento de los Castellanos en esta tierra.

El mito siempre tiene “algo de verdad”, aunque a veces nos cueste trabajo encontrar la respuesta lógica a ciertas cosas.

Más, al estar reunidos con el propósito de SANAR, ese fue nuestro intento personal y colectivo, nos dirigimos al Paso de los Volcanes, con el objetivo de “sanar la herida”, de sellar el boquete en el cuerpo energético de la Madre Tierra y bloquear el aspecto maligno que por ahí hubiese penetrado.

Mi ser acepta la sacralidad de la Montaña, de los Volcanes, muy especialmente lo que significan desde pasados tiempos la Iztaccihuatl y el Popocatepetl. Considero que todos fuimos ahí para generar un poderoso intento, un fluir de energía que armonizara la energía antagónica que indudablemente ahí se generó en pasados tiempos.

Realizamos el ritual, momento en el cual el cielo mostro curiosas señales, despejándose totalmente las cumbres de los Volcanes, nos solamente los dos a los que me he referido, sino la de todos los que puede percibirse desde ese sitio, fue extraordinario.

Las señales, los presagios, las manifestaciones de la naturaleza, no son manipulables, es ahí donde la evidencia muestra, confirma, da respuesta a aquello que se solicita. Considero que el ruego, fue aprobado. Hecho esta.

Considero que ese sitio debe llamarse “PASO DE LOS VOLCANES”, que debe eliminarse el otro nombre que hace alusión a Cortes. Un sitio tan significativo en la historia de esta tierra, antigua ruta que transitaban los hijos del Anahuac, no tiene que involucrarse con lo llegado de fuera. Es más debe colocarse un monumento que refiera la importancia de la Montaña Sagrada, de los Volcanes, en los hijos del Anahuac.

Haré uso de mi derecho de petición y escribiré pidiendo al C. Presidente de la Republica, Lic. Felipe Calderón, el cambio de nombre. Yo no soy de andar involucrando a otras personas con mí pensar, siempre asumo la responsabilidad de mis propios pensamientos, más si te identificas con este, has tu petición por cuenta propia, en uso de tu propio derecho, el que muy pocas veces utilizamos. Así que si muchos nos sumamos, por convicción propia, escribiendo, solicitando, seguramente lograremos que se modifique el nombre del sitio.

Importante: la ley dice que están obligados a contestar nuestra petición, siempre y cuando lo hagamos de forma respetuosa.

TLATELOLCO

En algunos ámbitos se afirma que Tlatelolco y Tenochtitlan, son una dualidad, que la primera manifiesta el lado femenino y la segunda el masculino, equilibrio que integra dos polaridades complementarias.

La verdad es que Tlatelolco ha sido protagonista de acontecimientos trascendentes de la historia, tanto en lejanos, como en recientes tiempos.

Nos hicimos ahí presente para honrar y ofrendar, recordar todo lo que ese sitio representa. Las Abuelas de Oaxaca portaban velas de cera, así que en dicho espacio prendimos algunas, acompañadas de un ruego.

En el espacio semicircular, que semeja un concha, el Abuelo Tlacaelel nos hace saber, que esa forma representa el sitio de nacimiento de un lugar, es la energía Madre que da a Luz a Tlatelolco. Además de muchos otros significados, que en este momento resultaría largo explicar.

El día anterior en el Paso de los Volcanes, para mí concluyo un ciclo, el cual tenía que ser marcado con un nuevo nacimiento, ese era mi pensar, mi sentir, esperaba la señal. De pronto el Abuelo Tlacaelel decide bendecir un niño el cual se llama Sac Be.

Sac Be, Camino Blanco, es hijo de Marzo, el Abuelo de Chiapas. Con la pluma de ave, que había estado presente en otras ceremonias, fue rociado con el agua que todo lo vivifica, la señal esperada se confirmaba.

Cerramos el espacio ritual y ordenadamente salimos del centro ceremonial de Tlatelolco, de la Plaza de las Tres Culturas.

PIRAMIDE DE LA LUNA EN TEOTIHUACAN

Nuevamente estábamos presentes en Teotihuacan, esta vez directamente nuestros pasos se dirigían hacia la Pirámide de la Luna, en donde nos reuniríamos con 1,300 danzantes provenientes de todos los rincones de México, cada estado estuvo presente con su danza, con sus trajes típicos, con hermoso colorido, con su alegría.

Todo sucedió en perfecta sincronía, nosotros ingresamos por el Palacio Quetzalpapalotl, los grupos de danza venían por la calzada de los muertos, hacia la Pirámide de la luna. En cuanto estuvimos en la plataforma, los danzantes rodearon el lugar, llenando el ambiente de una vibración particular de luz, color y vida, llenando el ser de un especial gozo.

Ubicamos nuestro centro corazón con los sahumadores, presentamos la ofrenda de flores y plantas medicinales, las sahumadoras permanecimos ahí custodiando el fuego, la brasa ardiente alimentada con el sagrado copalli, se elevaba gozosa a las alturas superiores, su grato aroma reinaba en el circulo.

Cada grupo danzaba y circulaba alrededor de la plataforma, subieron a ella, rodeaban los sahumadores y bajaban de nuevo a su lugar. El encuentro fue hermoso.

Las sahumadoras y las mujeres ahí presentes, formamos dos círculos, sentadas en el piso, en contacto con la tierra, nos tomamos de las manos y ofrendamos cantos dulces, alusivos a la tierra y al agua, de gratitud por los dones que la Madre Tierra nos otorga. La paz y armonía que se experimentaba nunca la olvidaré.

Ya bien entrada la tarde cerramos el espacio ritual, con el corazón radiante nos retiramos a descansar, a meditar, a prepararnos para la última actividad ritual en La Gran Tenochtitlan, en el zócalo de la ciudad de México.

CORAZON DE LA GRAN TENOCHTITLAN

ZOCALO DE LA CIUDAD DE MEXICO

De verdad que el centro de la ciudad de México es hermoso, el trabajo de la piedra manifiesto en sus antiguos palacios, la mano de obra indígena con su arte exquisito, que ha quedado ahí, para recordarnos la sensibilidad que reside en la sangre indígena, lo que es capaz de expresar, aun a pesar de la opresión de la que fue objeto.

Me imagino la belleza en su momento de la Gran Tenochtilan, su arquitectura, su arte, su urbanismo, aun con todo lo acontecido es posible percibir su regia “presencia”.

Los ríos de gente caminaban por doquier, que impresión, más ahí estábamos reunidos el grupo de Abuelas y Abuelos, en conjunto con otras personas provenientes de diversas etnias, las sahumadoras, los dos niños que encenderían un Fuego Sagrado, conmemorando el Fuego del Espíritu Libertario, que en el pasado toco el espíritu de nuestros Héroes Nacionales.

Causalmente los dos niños a los que los Abuelos entregarían el Fuego, para encender el Fuego Sagrado se llaman: Luz y Sac Be, así que Luz del Camino Blanco, que armonioso.

El Fuego que a su vez encendería el otro Fuego, previamente fue encendido en el Cerro de la Estrella, fue velado durante varios días por un Guerrero que ahí permaneció; la noche del 14 de septiembre, este Guerrero fue acompañado por Jesús Fabián Ortiz (Olmeca), hermano que portando su Atecocolli, estuvo también presente en las ceremonias, con su espíritu de Guardián.

Inicia el acto, la música del grupo Tribu deleitaba a todos, el ambiente aun con la presencia de aquella multitud lo percibía ligero, internamente sentía confianza y paz.

Uno a uno Abuelos y Abuelas fueron presentadas a la comunidad, estábamos en el séptimo día de actividades rituales, a 7 de nosotros nos correspondió realizar el ruego las Direcciones del Universo para dar inicio a la Ceremonia.

El rumbo Tlahuiztlampa (Oriente) Abuela Esperanza; el Rumbo Cihuatlampa (Poniente) Abuela Julieta; el Rumbo Mictlampa (Norte) Abuelo Simón Romero; el Rumbo Huiztlampa (Sur) Abuelo Jaguar; Ilhuicatl (Corazón del Cielo) Nah Kin; Tonantzin (Corazón de la Madre Tierra) Lolita Vargas; Al Corazón de todo lo que existe: Abuelo Lauro.

Realmente fue muy emotivo.

En cuanto a la invocación, la licencia de la que puedo dar cuenta, es la que me correspondió realizar, la cual con gusto se las comparto. Como mi forma de vida es percibiendo “otra realidad”, para mí todo es la Voz del espíritu, hablándome en su lenguaje, el hecho de que me hayan asignado invocar al Corazón de la Madre Tierra, bueno…, se podrán imaginar, la energía con la que “camino”, Toci, Tlazolteotl, Tonantzin Tlalli, Temazcaltoci, este hecho fue uno de los más grandes regalos que el Espíritu me ha dado.

Invocación a Tonantzin:

Ometeotl. Tonantzin Madrecita Tierra. Desde la Gran Tenochtitlan invocamos a tu centro corazón, el que nos otorga vida y movimiento. Agradeciendo el alimento, la casa, el cobijo que nos brindas, Reconociendo en ti a la gran recicladora, señora que devoras la basura y benévola con ello devuelves nueva vida. Confirmando que eres la madre de todos los reinos, mineral, vegetal, animal y humano, todos somos tus hijos, hermanos luego entonces somos. Pidiendo perdón por lo mucho que ha sido lastimada tu materia, amorosos te saludamos y te damos cuenta Tonantzin, Tlazolteotl, Coalticue, Teteoinna, que nos disponemos a iniciar un ritual, que reconoce y honra una etapa de la historia de los hijos de esta tierra, para dar pauta con ello a un nuevo comienzo, en nuestro amado México. Otórganos licencia Madrecita Tierra. Ometeotl.

El Fuego Sagrado se enciende por los niños y da comienzo una hermosa danza, en la que serpiente, águila, se funden en un solo ser, del cual surge Quetzalcoatl.

La danza, la música, en la expresión humana, maravillosa; más la expresión de la naturaleza fue elocuente: primero el cielo vierte un suave rocío, para dar paso a un cielo azul y un sol radiante, lo que rara vez ocurre en el centro de la ciudad de México.

Muchas fueron las personas que estuvieron participando en este evento, es la lista tan larga, que me apenaría dejar sin mencionar a alguno, por ello mejor no digo nombres, de mi ser, al ser de todos ellos, hay una inmensa gratitud, por su intento, por su rezo unido con el propósito de atraer el sentido de unidad, de paz, de amor, de esperanza y de armonía a nuestro amado México.

¡MEXICO VIVE, MEXICO VIVE, MEXICO VIVE, MEXICO VIVE!

Al final, al cierre del ritual en el zócalo, entre todos cantamos:

“Tierra mi cuerpo, agua mi sangre, viento mi aliento y fuego mi espíritu”

Ometeotl.

Con Amor Inphinito: Lolita Vargas Malinalticitl

Mi personal reconocimiento a: Horacio Lecona y su esposa, a Eloísa García, Iva y Ana Luis Solís, por el esfuerzo y servicio realizado. A mi dualidad Andrés Tamayo Ortega por todo lo que su ser aportó en estas ceremonias.Tlazocamati.

Al grupo Tribu y maravillosa música.

Las fotos del evento, las pueden ver en mi facebook Lolita Vargas, está abierto a todo el guste visitar el sitio.

Si colocas el cursor en alguna de las fotos que aquí aparece, te lleva al sitio donde está el álbum completo.

www.elcaminanteolmeca.com

www.yollocalli.com.mx

www.casadelared.org

442-2-13-18-95 (442) 1-86-82-21

3 comentarios

  1. Gracias por ofrecer esa Luz, no solo a la ciudad de México sino a toda la humanidad y a la madre tierra pues creo que soys uno de los mas importantes puntos de apoyo para la recuperación de la pacha mama. un abrazo a todo México desde España. GRACIAS.

  2. Un abrazo a las abuelas y abuelos que reunidos crean y emanan sabiduría, amor y grandes bendiciones. ¡Luz, Amor y Poder restauren ahora elPlan Divino en la Tierra!

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