Angeles – Clases de 16 a 20



INDICE – Clases de 16 a 20




16. Expandiendo los sentidos
En ángel de las relaciones amorosas
Prog. Ang. Nro. 9: Liberación por el agua

17. Las dimensiones espirituales de la curación
Los ángeles del bueno humor
El ángel de la confianza
El ángel de la espontaneidad
Prog. Ang. Nro. 10: Recreos de humor

18. El niño interior
Cartas a tus ángeles
El ángel de la alegría
Prog. Ang. Nro. 11: La Luz

19. El ángel de la imaginación y la liberación
Recuperación y curación
El ángel de la obediencia
Prog. Ang. Nro. 12: Liberación por la Tierra

20. Tus alas de ángel
Definición
Reciclar Energía
Cupido – El ángel del amor
Prog. Ang. Nro. 13: Limpieza y Liberación rápidas



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CLASE 16 EXPANDIENDO LOS SENTIDOS


Como los Ángeles viven en un estado de conciencia expandida, uno de los mejores modos de alinearnos con ellos es expandiendo nuestros sentidos. Nos vemos constantemente bombardeados con estímulos del mundo exterior; por eso se diría que todos nuestros sentidos están continuamente en uso. Pero no es así. Por el contrario: para manejar la extraordinaria cantidad de información recibida, nos cerramos y seleccionamos nuestra experiencia. No podemos responder a todo; nuestros circuitos se sobrecargarían. Por ese motivo muchas personas viven en un estado de semiconciencia. Es como comer cuando se está resfriado, y con la nariz tapada: no se percibe el sabor de la comida, con lo que se pierde gran parte del gozo.

Una mayor conciencia sensorial acentuará el placer de lo que hagas. Es fácil y divertido de adquirir. La próxima vez que escuches música, ábrete a la posibilidad de verla, sentirla y hasta degustarla. Pon tu casette favorito; no importa que sea de rock o de Bach. Por en volumen tan alto como los vecinos lo permitan y acuéstate en el suelo. Siente las vibraciones en el cuerpo. Cierra los ojos y observa qué colores o imágenes aparecen. Diferentes fragmentos tendrás formas diferentes o te causarán sensaciones distintas. Déjate llevar, sabiendo que estás creciendo en armonía y sensibilidad. Y supón que pudieras degustar la música: ¿sabría a helado, a hamburguesa o a ensalada de hojas de lechuga?

La próxima vez que mires algo bello, ya sea una pintura o un coche nuevo y reluciente, ábrete a las posibilidades de escuchar sus sonidos, oler su fragancia y degustar su sabor. Si pudieras traducir a sabor lo que ves, ¿sería dulce o agrio, salado o picante? Si pudieras tocarlo, ¿sería liso o rugoso, suave o áspero? ¿A qué olería? Deja que estos ruidos, aromas, imágenes, sabores y sensaciones te lleven a otros reinos, a ensoñaciones de síntesis y nueva apreciación.
La próxima vez que vayas a comer algo, cierra los ojos y olfatéalo bien. ¿A qué te recuerda? ¿Es potente, suave, áspero? Cuando te lo lleves a la boca, saborea tu textura y no sólo su sabor. Aparte del color que tiene, ¿qué color describiría su gusto? Y cuando lo comes, ¿cómo suena? ¿Crujiente y esponjoso?

El olfato es el más evocativo de todos los sentidos. Un aroma puede transportarte instantáneamente a experiencias y sensaciones previas. La próxima vez que huelas algo, cierra los ojos. Inhala su fragancia con la boca abierta; es posible que hasta puedas percibir su sabor. Cuando respires su olor, ¿puedes sentir su textura? ¿De qué color podría ser? Si fuera música, ¿cómo sonaría?

Para aumentar tu sentido del tacto, frota un trozo de seda contra la parte interior de tu antebrazo manteniendo los ojos cerrados. Ahora frótalo contra tu frente, sobre el Tercer Ojo. ¿Lo sientes distinto en diferentes lugares? Experimenta con otras texturas tales como lana, papel de aluminio, un trozo de fruta o un pétalo de flor. Reúne impresiones. ¿Qué sonido se relaciona con esta textura? ¿Qué color, qué forma? ¿Qué olor? ¿Qué sabor?

Explora maneras de extender tu gozo a los cinco sentidos, pues estás a punto de embarcarte en el sexto. Cuando viajas consciente de tu niño interior descubrirás maneras de enfrentar el mundo con maravilla, apreciación y placer. Y esas son justamente las condiciones que alientan el contacto angélico. El expandir juguetonamente tus sentidos te ayudará a desarrollar la capacidad de comunicarte con la energía no física de los Ángeles.

Por separado se te darán diferentes Programaciones Angélicas que te enseñarán a alinearte con los Ángeles de un modo diferente cada una.

EL ÁNGEL DE LAS RELACIONES AMOROSAS
Las relaciones amorosas significan mucho más que el solo hecho de atraer el alma correcta para que sea nuestro compañero o compañera, y también significan más que encontrar la receta para vivir con otra persona sin tener ninguna clase de conflictos, pues los verdaderos vínculos incluyen a toda la familia planetaria. La piedra fundamental sobre la que se basan esta clase de relaciones es la responsabilidad, la habilidad para responder a las necesidades de otra persona sin minimizar la responsabilidad con la que él o ella tienen que cargar. Estas es la clave para establecer una relación correcta.

Esto nos dice que, si dos personas han de disfrutar de una relación, cualquier clase de relación – entre amigos, amantes, esposos, entre padres e hijos o entre personas que trabajan en el mismo lugar – ambas partes deben ser responsables. Y esta responsabilidad incluye la comprensión de lo que se refiere para establecer un buen vínculo y para responder plenamente a esas necesidades.

Además, esto debe hacerse sin violar la libre voluntad del otro y sin dejar pasar las ocasiones que puedan presentarse para que la otra persona pueda crecer, física, emocional, mental y espiritualmente. Debemos recordar que cada uno de nosotros viene al mundo con una tarea específica para su alma, y que, en la escuela de la vida, no debemos ocupar el lugar de otras personas, ni tratar de aprender las lecciones por él o por ella. Si, en su nombre, hacemos las pruebas que corresponden a otro, incurriremos en un engaño cósmico y sumaremos karma por los problemas que causemos.

La significación de la palabra «responsabilidad» es la cualidad de ser responsable sin entrometernos, para poder concentrarnos en dar lo que se necesita. Pero, en verdad, todo lo que tenemos para dar a cualquiera es el fruto de nuestra propia conciencia, lo cual significa que, una vez más, el punto de partida de cualquier relación correcta y amorosa es el individuo al que estás mirando en el espejo.

En primer lugar, no podemos amar auténticamente a otra persona si no nos amamos a nosotros mismos, y esta verdad está explicada y destacada en el Nuevo Testamento. En Marcos, 12:28-31, leemos: «Y acercase uno de los escriba que les había oído y, viendo que, les había respondido muy bien, le pregunto: «¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?». Jesús le contestó: ‘El primero es: Escucha, Israel: el Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No existen otros mandamientos mayores que estos».

Jesús nos dijo que «nuestro Dios es el único Señor», queriendo decir que la divina conciencia, el Yo Superior, es el único YO de cada individuo en este plano y más allá.

Después de establecer el principio de identidad universal, Jesús nos dijo que amemos a nuestro YO con todo lo que tenemos. Así, tenemos que amar, adorar, apreciar y cuidar a este magnífico Ser Superior que somos con todo nuestro corazón, nuestra alma, nuestra mente y nuestras fuerzas. Y como nuestra divina individualidad está reflejándose continuamente en nuestra personalidad y en nuestros cuerpos físicos, no debemos pasar por alto totalmente al «círculo». Aunque no llegaremos a sentir hacia el yo que se manifiesta en el plano físico el mismo tipo de arrobamiento y de apasionada afección que sentimos por el Único Señor que mora en nosotros, deberíamos experimentar una profunda sensación de estima y aprobación y un fuerte sentimiento amistoso hacia la persona que somos en el mundo.

Esto también es Amor. Recuerda, sólo existe un faro de luz. Lo que llamamos la naturaleza inferior no es otra cosa que la Luz aún no realizada que se encuentra en el extremo inferior del espectro. Si el Amor puede transformar a las bestias más salvajes, también puede, con toda seguridad, ser capaz de domesticar al ego.

La tercera parte del más grande de los mandamientos es la de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Prójimo quiere decir «otra persona», y como cualquier otra persona es una manifestación del mismo YO y del mismo espíritu YO SOY, el mandamiento, simplemente nos está diciendo que amemos a esa única Presencia que se espera en muchas formas, independientemente de cuál sea la máscara (es decir la persona) que esa Presencia esté vistiendo en este mundo.

Hay que comprender que lo que estamos viendo en los otros, y también lo que estamos recibiendo de ellos, es una proyección de lo que hay dentro de nosotros mismos, y que esto puede aplicarse a todo el espectro de nuestras relaciones.

La mayoría de las veces, se trata de pensamientos y sentimientos que han sido reprimidos. Pero toda energía debe ser expresada de alguna manera, y la energía reprimida se expresa por medio de la proyección, por ejemplo, al atribuir a cualquier otra persona ciertas características de nosotros mismos para poder experimentarlas a través del otro y poder, así aprender de esa experiencia.

Para ser más concreta, si tu dices que «nadie quiere comprometerse conmigo», lo que realmente estás diciendo es que no quieres comprometerse contigo mismo, y quizás, esto se deba a que no te sientes valiosa o digna de ser estimada, y no crees que valga la pena comprometerse contigo. La raíz de esta minusvaloración podría muy ser alguna forma de culpa que se encuentre oculta en las profundidades de tu conciencia, una sensación de culpa por algunos errores del pasado por los cuales tu misma te has condenado y, por lo tanto, sientes que debes ser castigada.

Lo que estás proyectando sobre los otros es «No te acerques y no te intereses en mí, porque me he sentenciado a una vida de apartamiento de toda relación amorosa». La otra persona se hace eco de tu proyección y actúa en consecuencia con lo que le estás diciendo.

Lo que oscurece nuestra conciencia de la presencia del amor en nosotros mismos y en nuestras relaciones es la culpa. Cuando dos personas continúan aprendiendo sus lecciones para lograr perdonar, su culpa decrece proporcionalmente: mientras menos culpa haya, mayor será el amor que podremos experimentar. Este es el amor que «crece» en el seno de una relación. En realidad, lo que ocurre es que la culpa decrece a través del perdón y esto permite el crecimiento del amor que siempre estuvo listo para crecer en nuestras mentes.

Nuestras relaciones, más que cualquier otra actividad de nuestra vida, son las que producen la mayor cantidad de efectos kármicos. Cada uno de nuestros pensamientos, palabras y obras, afectan de una u otra manera, el desarrollo de nuestras relaciones. Todo cuanto damos ha de volver a nosotros, de modo que el mandamiento de «amaos los unos a los otros», es realmente una guía para vivir más armoniosamente a través de la aplicación correcta de la ley kármica. Al ser plenamente conscientes de que siempre cosechamos lo que sembramos, podremos comenzar a edificar una relación correcta – con pensamientos amorosos, palabras de aliento y acciones constructivas – tanto en nuestro hogar como en nuestro lugar de trabajo, y en todas partes en las que nos tengamos que desenvolver.

Uno de los más famosos principios herméticos nos dice que como es arriba es abajo. Esta es una Verdad Absoluta que nos lleva a tratar con la ley de las correspondencias y nos capacita para solucionar un problema yendo más arriba del nivel en donde parece estar nuestra dificultad. Podríamos decir: «Mi conciencia de mi Yo Divino como la fuente de mis relaciones amorosas es mi relación amorosa». Tú sólo puedes tener lo que eres consciente de tener. Como es arriba es abajo.

Al aplicar este principio, estás pasando del efecto a la Causa, estás ingresando en el reino creativo de tu Espíritu, y dejando que las vibraciones de tu naturaleza superior sean el poder de atracción y armonía. Considéralo de esta forma: El lugar en donde estás experimentando la necesidad de una relación amorosa (o tratando de llevar armonía a una relación difícil) es el punto que representa el «abajo». Exactamente por encima de este nivel se encuentra tu naturaleza pensante y sensible, la cual es el punto que representa el «arriba».

En este nivel, estás proyectando una vibración de necesidad (de no tener) y quizás también alguna clase de fricción, un temor, una culpa o una sensación de minusvaloración. Como es arriba es abajo. Sin embargo, cuando asciendes al nivel superior de conciencia, te conectas con la Energía del Yo Superior, la cual se derrama a través de tu conciencia y se vuelca hacia el mundo fenoménico para crear el vínculo de armonía que has estado buscando. El nuevo «arriba» te ha de revelar un nuevo «abajo» y, de esta manera, demuestra la Verdad de esta antigua ley.

Y, cuando se trate de establecer una relación agradable, no olvides la frase que afirma que «ambas partes deben ser responsables». Cuando tienes conciencia de tu Yo Superior, como fuente, causa y calidad de tus vinculaciones con los demás, el Yo Superior asume la total responsabilidad y se hace cargo de trabajar en y sobre todo aquello que te preocupa – para darte lo que necesitas.

Sólo existe una Elación, y es la Relación con el Señor que mora en nosotros, y si podemos dejar de mirar «hacia fuera» en busca de soluciones y si dedicamos nuestro tiempo y atención al Magnífico Único que se manifiesta en nosotros, y si amamos a ese Yo con todo nuestro corazón y toda nuestra mente, nuestras vidas se verán completadas con el milagro de una relación.

Pregúntate a ti misma si no ha llegado el momento de dejar de poner trabas y límites a tu ser ilimitado. Pregúntate también si no es tiempo de eliminar todas las condiciones que le estás imponiendo a la gran conciencia incondicionada de tu Sagrado Yo. Independientemente de cuán lejos hayas llegado en el camino espiritual, sabes, intuitivamente, que la solución de todos los problemas está dentro tuyo, lo que significa que tu vida y tu mundo pueden ser curados y armonizados por el Señor y Yo Superior que tú en verdad eres.

Como un ego temeroso y frustrado, puedes dedicarte a psicoanalizar cada problema que se presenta en tus relaciones hasta que te encuentres caída en medio de un montón de basura. Y durante todo ese tiempo, tu sonriente, amoroso, alegre y omnisapiente Yo Cósmico está esperando para «hacer todo de nuevo» en tu vida. Todo lo que necesitas para poner manos a la obra es tu voluntad de rechazar las proyecciones del ego, de trabajar con la ley de Causa y Efecto, haciendo el bien, sin mirar a quién y tu conciencia de tu Presencia y tu reconocimiento de que esa es la única relación.

Con tu compromiso de desprenderte del temor y de la culpa y con tu comprensión de la ley, unido a tu conciencia y a tu reconocimiento, estarás edificando una conciencia como la que has deseado. Muy pronto, el vínculo de inocencia y armonía, entre tu y «esa persona», estará firmemente establecido. Y no importa si en este momento conoces, o no, el nombre de «esa persona», pues el Espíritu estará libre para desarrollar la actividad que le permitirá atraerla y tomar la decisión correcta. No sólo te llevará a establecer vínculos con todas las relaciones correctas, sino que también te ayudará a liberarte de aquellas que ya no pertenecen a tu vida.

Invocando al Ángel de las Relaciones Amorosas, esta energía viviente y consciente libera una vibración especial que nos condiciona para hacer, intuitivamente, una correcta elección de nuestras relaciones personales, incluso en caso de aquellas que nos llevan al noviazgo y al matrimonio. Sin embargo, no se limita sólo a los asuntos del corazón. Es un centro de poder que, constantemente, nos está recordando la responsabilidad que viene aparejada con el ejercicio de nuestra libre voluntad en la elección de cualquier clase de vínculo emocional. Si esta energía se encuentra bloqueada por nuestros propios sentimientos de culpa, de temor, de rechazo o por un bajo sentido de nuestro valor, nuestra habilidad para discernir correctamente se ve por completo oscurecida y la consecuencia es la elección equivocada de nuestras relaciones, lo que nos llevará a un amor no correspondido y a experimentar problemas sexuales.

El Ángel de las Relaciones Amorosas es representado por Géminis, la poderosa fuerza que un día habrá de crear la unidad de todo el planeta. Esta energía es una fuerza de unión que vincula y muestra las relaciones, las relaciones entre el ritmo y la forma, entre el yo y la sustancia, y entre el yo y sus vecinos y parientes. En este símbolo de la sabiduría divina está implícito el propósito del amor divino. Amor y sabiduría son una pareja que no puede ser separada, y es en esta polaridad que vemos cómo se manifiesta la luz arquetípica de Cristo.

Finalidad:
Asegurar que elijamos correctamente nuestras relaciones; es la energía primaria que impulsa el noviazgo y el matrimonio.

Rasgos negativos que pueden presentarse a partir de las proyecciones del ego: malas decisiones y elecciones equivocadas en el ámbito de nuestras relaciones; amor no correspondido; problemas sexuales.

Su energía resulta bloqueada debido a: la sensación de que uno «no vale nada»; la culpa y la creencia de que es necesario ser castigados por los errores del pasado; el miedo a ser rechazado.

PROGRAMACIÓN ANGÉLICA Nº. 9
Liberación por el Agua


Algunos pensamos mejor en la ducha. El siguiente ejercicio te permite obtener claridad y limpieza en el cuerpo físico, el mental y el emocional.

Si no puedes recurrir a una verdadera ducha, puedes hacer esta liberación como visualización. Descubrirás que es sumamente efectiva para trabajar con sensaciones de ambivalencia, indecisión, pereza, postergaciones, y falta de concentración. Pero puedes lavar también cualquier otro problema.

1) Ponte de pie, con la cabeza bajo la ducha, de modo que el agua te rodee por todas partes.
2) Señala el problema del que quieres liberarte y experiméntalo dentro de ti. Siéntelo a tu alrededor, en el campo de energía que rodea tu cuerpo.
3) Mientras el agua cae a tu alrededor, siente cómo se lleva lo que deseas liberar. Usa las manos para escurrir el problema e imagina que se va por el desagüe.
4) Recuerda agradecer al problema las lecciones que te ha enseñado y a los Ángeles del agua el haber ayudado a limpiar tu ser.
5) Disfruta del resto de la ducha

Hay quienes utilizan este ejercicio todas las mañanas cuando se duchan, con el fin de preparase para la jornada. El mismo ayuda a enfrentar con armonía el trabajo que se tiene por delante, aún si la noche anterior se estuvo de fiesta y se acostó tarde.

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CLASE 17 LAS DIMENSIONES ESPIRITUALES DE LA CURACIÓN


Trabajar con los Ángeles no elimina en modo alguno la necesidad de recurrir a los profesionales del arte de curar, pero puede facilitar el proceso curativo del cuerpo sutil, lo cual es un importante agregado al trabajo que estás haciendo en el mundo físico. Cuando perdemos contacto con la negatividad que retenemos dentro del cuerpo o cuando no sabemos liberarla, estamos invitando a que la enfermedad entre en nuestra vida.

Pregunta a tu Ángel cuáles son las causas espirituales del desequilibrio que experimentas y qué puedes hacer para facilitar su liberación. Una afección puede desaparecer o curar más rápidamente cuando se sabe qué la provoca. Si pides a tu Ángel información sobre una enfermedad, formula tu pregunta de una manera abierta. Por ejemplo: «¿Qué tengo dentro de mí que necesite curarse?» o: «¿Cuáles son las lecciones que me enseña esta enfermedad?». No preguntes si debes someterte a la quimioterapia o a una dieta a base de jugos. Las preguntas que se responden por sí o por no (es decir, las que se refieren a decisiones críticas) generalmente reciben respuesta de tu propia mente. Y cuando estás enfermo o adicto, la mente está asediada por el miedo.

Cuanto más palpable sea la presencia de tu Ángel, más fuerte se torna el conducto para que tu Ángel comparta su energía contigo. Cuando estás triste o cansada, si te sientes mal o necesitada de curación, imagina a tu Ángel envolviéndote con sus alas. El abrazo de un Ángel puede ser una curación en sí. Y puedes trabajar con él de distintas formas. Cuando vas al médico puedes pedirle a tu Ángel que te acompañe. Siente su presencia en el consultorio y también la del Ángel de tu médico. El tener conciencia de ellos reafina la situación y la eleva a una frecuencia más alta. Eso facilita cualquier tipo de diagnóstico y tratamiento.

Cuando tomes una decisión referida a la salud, utiliza todas las facultades que tengas a tu disposición: la información que te proporcione el médico, la investigación sobre la dolencia que padeces o que afecta a un ser querido y los datos de que dispongan organizaciones o sociedades que trabajen con esa enfermedad.

Usa a tus compañeros celestiales para que te ayuden a despejar y superar el miedo, a fin de elegir la curación que te convenga en todos los planos, el físico, el mental, el emocional y el espiritual. El primer paso hacia la curación es la manifestación de la enfermedad o el reconocer y aceptar la adicción. Con tus ángeles al lado, puedes aprender a recibir de buen grado todas y cada una de sus manifestaciones como parte de tu curación. Llamar a tu guardián personal te infundirá también la actitud correcta, compasiva y de comprensión, neutralidad y aceptación. Recurrir a tu Ángel te abre al amor, y este, cura.

Si hay una parte especial de tu cuerpo que necesite curación, invoca la presencia de tu Ángel compañero. Siente y visualiza la curativa luz dorada que brota de la punta de sus alas, hacia la parte afectada. Invoca también a los Ángeles de curación y visualízalos rodeando tu cama, portadores de amor y apoyo. También puedes pedir consejo a tu Ángel sobre cómo trabajar con la situación en el plano energético. Una vez más: esto no reemplaza el trabajo que debes hacer con un profesional humano. Antes bien, aumenta el efecto al encarar el proceso de curación desde una perspectiva espiritual.

Si te vas a someter a cualquier procedimiento médico, ten la seguridad de que el cuarto está lleno de Ángeles: los tuyos, los de todos los presentes y toda una bandada de Ángeles de curación. Cada vez que necesites curarte, ábrete al reparador que llevas dentro. No eres la víctima de lo que necesita curación, sino su discípulo. Cuando entras con tus Ángeles en el aula, activas la oportunidad de aprender y magnificas la sabiduría que viene de ti.

Tu Ángel puede cargar y alinear con tu cuerpo cualquier tipo de medicación, vitaminas, minerales o fórmulas herbáceas que estés tomando. Sostén en la mano tu medicación. Invoca a tu Ángel e imagínalo tocando el frasco o el paquete con sus alas. Visualiza la luz que se vierte dentro del contenido, vigorízalo y afinándolo con tu cuerpo, par que no haya efectos colaterales y se funda armoniosamente con él.

Si algún conocido tuyo está enfermo, visualízalo rodeado de Ángeles de curación, refulgiendo con una suave luz verde y dorada. Reparar o curar significa devolver la integridad en cada paso del trayecto desde el nacimiento hasta la muerte. A veces por medio de una enfermedad o en medio de ella recobramos la integridad. Eso puede ocurrir de diversas maneras. A veces, lo que parece una enfermedad es un caso de reconexión mal diagnosticado. Solicita la ayuda de los Ángeles de Conexión.

Cuando visites a un enfermo, invita a los Ángeles de la curación a que te acompañen. Siente, visualiza y percíbelos llenando la habitación. Cuando te vayas, déjalos allí. Recuerda que sólo pueden entrar cuando los invitamos. Si la persona con quien estás es receptiva a estos celestiales reparadores, comparte con ella lo que sabes y cuéntale cómo te han ayudado a ti. Si no, es más afectuoso no imponerle tus experiencias, pero eso no te impide abrir tus alas y llenar el cuarto de energía angelical. Eso beneficiará a todos los que entren en el cuarto: médicos, enfermeras, parientes y amigos.

El corazón es un órgano vital, esencial para nuestro bienestar físico, emotivo y espiritual. Nos conecta con nuestros Ángeles. Cuando nos abrimos a ellos expandimos nuestra capacidad de amor y compasión. Todo el mundo tiene «problemas» del corazón de vez en cuando, sentimientos tales como soledad, dolor, rechazo y culpa. Al trabajar con nuestros Ángeles podemos curar esas sensaciones y desarrollar una mayor autoestima, más aceptación de nosotros mismos y de otros.

LOS ÁNGELES DEL BUEN HUMOR
Actualmente se habla mucho de transformación. Transformación significa un gran cambio. Cuando solicitemos una transformación espiritual (consciente o inconscientemente), la obtendremos y nos sorprenderemos de todo lo que conlleva. Cuando luchamos por dar un cambio espiritual y definitivo a nuestras vidas, nos perseguirán pruebas y exámenes a donde quiera que vayamos. El camino de la transformación espiritual es accidentado y no debemos perder nuestro sentido del humor.

G. K. Chesterton dijo que los Ángeles podían volar porque se tomaba a sí mismos a la ligera. Ellos nos enseñan que la vida no es tan seria y que el reírse de nosotros mismos nos hará más libres. Gracias a ellos aprendemos a reírnos en vez de a quejarnos. Encontrar el sentido del humor a la vida no es tan fácil, es mucho más fácil ser serio.

El buen humor, como el amor, es uno de los canales mágicos a través de los cuales los Ángeles pueden llegar a ti. Muy a menudo perdemos un montón de tiempo y energía tomándonos la vida demasiado en serio. La transformación espiritual es una elección personal que asumes en tu camino. Los Ángeles no lo harán por nosotros, somos nosotros lo que hemos de realizar este «trabajo espiritual».

Es decir, hemos de buscar en nuestro interior y conscientizarnos con exactitud de lo que queremos transformar. Sonreír y reír son algo altamente curativo. Está demostrado que se utiliza mucha menos energía en una sonrisa que en fruncir el ceño y que así como esto último desencadena procesos bioquímicos que pueden enfermarnos, la más tímida de las sonrisas es suficiente para incrementar en nuestro organismo el flujo de endorfinas.

Los Ángeles nos pueden ayudar a la hora de extraer el sentido del humor en cualquier ocasión. Para hallar este sentido del humor en una situación aparentemente trascendental (como, por ejemplo, encontrarse estancado en un dilema espiritual) párate y piensa: «Ya está bien, Ángeles, ¿qué hay de gracioso en esto?» Debemos encontrar siempre una salida a nuestros dilemas, es decir, decídete y llama a los Ángeles del buen humor para que te ayuden a ver lo que hay de gracioso en tu problema.

Si te estás lamentando, transforma tus quejas en risas. Los humanos son divertidos, particularmente cuando se quejan. El quejarse es de hecho una forma de hacerse querer si se hace con sentido del humor. Es realmente increíble cuántas banalidades nos tomamos en serio cada día. ¿Qué es serio realmente? ¿Qué te han hecho ahora estas personas tan espantosas? ¿Has estado muriendo de hambre últimamente o te han amenazado con encarcelarte por no pagar el alquiler? Buenos, si es así, intenta reír, probablemente la gente lo pensará que eres un comediante en paro y te darán de comer. Después descubrirán que estás a punto de quedarte sin hogar y, puesto que eres tan gracioso, y ellos no se han divertido últimamente, te acogerán en su casa.

¿Recuerdas cuando de niño llorabas porque algo te parecía tremendamente espantoso y de golpe se te iban las ganas de llorar y querías reírte pero aún sin poder hacerlo delante de tus padres, inevitablemente estallabas en carcajadas?
Los Ángeles del buen humor están preparados para devolverte el humor divino que te llevará a un estado de gracia. Por lo tanto, cuando no tengas ganas de estar serio, déjate llevar por las carcajadas: el estado de gracia llega instantáneamente.

Te propongo un ejercicio:
Cierra los ojos y relájate. Reflexiona sobre la gravedad del instante que estás viviendo; cada segundo que pasa es un paso más hacia la ineludible muerte, pues vivir es morir poco a poco. Adopta una actitud solemne acorde con la situación y… ríete.

Ríete a carcajadas porque todo es una broma, una inmensa broma cósmica. Cada fragmento de tu vida es como el trozo de una comedia, sólo que a veces tú eres el espectador mientras que otras veces eres la víctima. Nada es eterno y al mismo tiempo, todo lo es. Ríe a carcajadas y dale las gracias al Ángel del Buen Humor por ayudarte a soportar los momentos duros que puedan haber en tu vida.

EL ÁNGEL DE LA CONFIANZA
La frase preferida de los Ángeles parece ser «no temas». Con ellos nos están diciendo que tengamos confianza.
Quieren reconfortarnos, infundirnos ánimos, hacernos saber que están ahí, aunque no lo veamos, para protegernos y guiarnos en nuestras vidas.

Cuando tenemos confianza, nada de lo que pueda ocurrir fuera de nosotros nos afecta.

Los Ángeles nos enseñan que hay dos tipos de confianza; con mayúsculas y con minúsculas. La confianza con minúsculas se basa en cuestiones humanas relativas a la personalidad, como el comportamiento; la Confianza con mayúsculas se basa en el amor.

Cuando confiamos en las opiniones de otra persona (o las nuestras propias), en su comportamiento (o en el nuestro), fácilmente podemos equivocarnos. Pero cuando confiamos en el amor, nuestras flechas siempre son certeras.

Te propongo que:
Siéntate y estírate en una posición cómoda y relajada y despreocúpate de lo que ocurra en el exterior.

Cierra los ojos y respira profundamente. Deja que con el aire que espires salgan también todo el miedo y la desconfianza que pueda haber dentro de ti, todo aquello que te produce intranquilidad.

Sigue respirando a fondo y visualiza tu silla o el suelo como un colchón de luz. visualiza esta luz y poco a poco entrégate a ella.

Esa luz te está protegiendo y te protegerá durante todo el día.
Pídele al Ángel de la Confianza que nunca te abandone.

EL ÁNGEL DE LA ESPONTANEIDAD
Ser espontáneo es ser lo más parecido a como se es, sin actuar o pensar condicionado por el pasado.

La espontaneidad coincide con la inocencia. «Inocencia» significa «no saber», y tras este «no saber» humano se esconde una sabiduría divina.

Por regla general, los humanos tienen miedo de la espontaneidad y se escudan en la rutina, pero la rutina es un veneno para el corazón; la espontaneidad es como un aire que lo refresca.

Conectando con el Ángel de la Espontaneidad podremos hacer entrar este aire fresco en nuestras vidas.

Para vivir, sentir, pensar y actuar con espontaneidad, debemos conectar con nuestro Yo Superior que se confunde con el Ángel de la Espontaneidad.

Te propongo que:
Busca un lugar tranquilo e intenta, sin forzar, mantener tu mente en blanco.

Imagina que estás sentada bajo una luz suave y cálida: es la luz de tu Sol Interior que no sólo te alumbra, sino que también te da el calor necesario para crecer por dentro.

Acércate a esta luz y confúndete con ella. Obsérvala sin intervenir, deja que vengan a tu mente pensamientos, y sensaciones, pero no intervengas.

Siente como ráfagas de aire fresco te envuelven, penetran en tu cuerpo, inundándote de una sensación de bienestar y dicha.

Invita a tu Ángel de la Espontaneidad a compartir contigo la libertad de vivir en el momento sin reparar en el pasado y sin pensar en el futuro.

PROGRAMACIÓN ANGÉLICA Nº. 10
Recreos de Humor


Este ejercicio nos ayudará a desarrollar un sistema para sanar con humor el estado mental y a genera un plan de mantenimiento para lograr estar centrados.

Aquí en la tierra prevalece la gravedad, y son incontables las ocasiones en que cargamos con más peso del que podemos llevar. La filosofía básica de esta práctica es aligerarnos y liberarnos de la gravedad mental. Para tener una salud mental completa debemos mirarnos con honestidad cien veces al día. Con los Ángeles a nuestro lado podremos ver el humor de las situaciones, y con cada mirada honesta a nosotros mismos podremos reírnos mucho; la seriedad y la gravedad se desvanecen con naturalidad.

Cada vez que nos sea posible tomémonos un recreo para reírnos de nosotros mismos. Observemos el potencial humano de cualquier situación que estemos viviendo. La mejor comedia es la vida real, en especial cuando uno se ocupa de sus cosas y comienza a tomarse a sí mismo con demasiada seriedad. El orgullo da lugar a una gran cantidad de situaciones humorísticas; entonces, en cuanto logremos distinguir signos de orgullo, en nosotros mismos o en otros, observemos el humor que ello genera.

Tomarse un recreo para aligerarse y reírse ayuda a que uno pueda mantenerse centrado y fiel a sí mismo. El humor puede cambiar la percepción en un instante. La capacidad de ver el humor en las experiencias cotidianas resulta muy importante para combatir el estrés.

El humor nos afecta a todos de diferente manera. Esto se descubre cuando intentamos contarle a alguien algo gracioso que nos ocurrió y empezamos a reírnos tanto que apenas podemos finalizar el relato, entonces la otra persona nos mira con cierto asombro. Luego, cuando por fin logramos contar todo, la otra persona se ríe más por nuestra actitud que por el relato.

Si no podemos encontrar un amigo con quien reír, podemos reírnos con los Ángeles. ¿A quién le importa que otros nos vean riéndonos solos? Eso es en sí mismo gracioso. Vamos a darnos un festín de risas.

La manera más fácil de incorporar humor a la vida es pedirles a los Ángeles que nos lo proporcionen. Tenemos que declarar frente a ellos que estamos hartos y aburridos de la seriedad de la vida y que estamos listos y dispuestos para aceptar más humor. Cuando nos despertemos por las mañanas vamos a proclamar el hecho de que ese día reiremos y tendremos muchos buenos momentos, y que los Ángeles guardianes nos ayudarán a conseguirlo.

Vamos a desarrollar nuestro propio plan de mantenimiento para mantener la mano abierta a las experiencias absurdas y ridículas de la vida.

Para que el sentimiento de orgullo deje de abrumarnos, bastará con que nos relajemos y riamos mucho y que nos ridiculicemos a nosotros mismos. Cuando ocurra algo inesperado que nos descoloque un poco, tendremos que aprender a hacer una pausa para retomar el aliento, y buscar el lado humorístico de la situación.

Si cada vez que resulte posible nos miramos a nosotros mismos con honestidad pero con amor y humar, seguramente viviremos mucho tiempo más. Recordemos divertirnos al menos un poquito por día; contamos con la ayuda y el apoyo absoluto de los Ángeles.

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CLASE 18 EL NIÑO INTERIOR



Tenemos que aprender a cambiar el trabajo por el juego, ya que cuando trabajamos, muchas veces nos forzamos. Forzarse en cualquier situación implica sufrir, y por lo general uno termina bloqueando el camino de la abundancia. Si confiamos en los Ángeles y permitimos que la mayor parte de nuestro trabajo se lleve a cabo en el reino invisible del cielo, obtendremos más que lo necesario. La disposición a liberar la lucha hará que seamos más creativos en todo lo que emprendamos. Los Ángeles nos ayudan a atraer a nuestra vida situaciones que nos permiten ser mejores personas.

Recibimos alegría directamente de los Ángeles. Si nos sentimos alegres, sentimos a los Ángeles. No hay separación alguna. La alegría y el regocijo son invenciones angélicas que apuntan a darnos a los seres humanos un respiro de lo mundano. La alegría y el regocijo son como la felicidad verdadera; no podemos pagar para obtenerlos ni dedicarnos a buscarlos. Sólo podemos hacernos más receptivos para recibir los dones de la alegría y el regocijo, manteniendo la mente abierta y flexible; en otras palabras, actuando con espontaneidad, como los niños.

La vida es un proceso por el que tomamos conciencia de quiénes somos realmente, y los Ángeles nos conocen bien. Ellos nos tienen en una proyección del Yo Superior y de nuestras mejores intenciones / dones en la vida. Ellos quieren conectarnos con nuestro origen divino, y quieren danzar y jugar con nuestra conciencia, para aliviarnos el peso y hacernos felices. Cuando encontremos el juego de nuestra vida con la ayuda de los Ángeles seremos felices sin motivo, aquí y ahora. A su vez, esto atraerá hacia nosotros toda clase de acontecimientos alegres, regocijantes y maravillosos.

Resulta más fácil cambiar el concepto de trabajo cuando volvemos a introducirnos hacia nuestro propio niño. El niño interior es el Yo Superior, nuestra propia esencia pura y no adulterada. El espíritu humano es infantil y alegre. Pero es también muy vulnerable. Necesita protección bajo la forma de amor para crecer y fortalecerse de manera positiva. Muchos espíritus humanos fueron quebrados y reprimidos durante la infancia y la adolescencia. Quizás necesitemos ir hacia nuestro interior y hacer renacer al niño que llevamos dentro para poder reintegrar la alegría y el amor al espíritu humano.

Vamos a visualizar un niño feliz. Lo primero que se me ocurre es alegría, una de las invenciones angélicas específicamente pensada para los seres humanos. Los niños transmiten la alegría con facilidad – sin esfuerzo – por el solo hecho de ser ellos mismos en ese momento. En una época fuimos transmisores de alegría pura, lo que significa que estábamos plenamente integrados con los Ángeles.

Podemos integrarnos plenamente con ellos una vez más si permitimos que la alegría fluya con libertad en nuestra vida. Esto vuelve a llevarnos hacia el «juego», el juego divino de la creación. Jugar es el acto fundamental para vivir el momento. Olvidemos el trabajo; borremos esa palabra del vocabulario y reemplacémosla por juego. No será fácil, pero valdrá la pena.

Uno de los temas básicos de esta enseñanza es liberar al niño interior e integrar el espíritu de la alegría infantil en nuestro ser. Esto hará de nosotros personas completas, puesto que al redescubrir la esencia infantil descubriremos quiénes somos realmente. Los Ángeles pueden jugar muy bien con un ser humano integrado; la senda está abierta y ellos pueden guiarnos sin los insípidos bloqueos emocionales de la vida adulta ni la tendencia de complicarlo todo.

Los Ángeles están con nosotros para hacernos más felices y no es necesario complicar innecesariamente un mensaje tan hermoso con una cantidad de artificios, palabras y sistemas de creencias. Debemos liberarnos de la noción ridícula de ser adultos. Esta es la causa principal de la muerte espiritual en personas mayores de doce años. Seamos nosotros mismos – lo cual significa ser uno con el niño interior – y transmitamos alegría a los adultos insípidos que quieren que todo sean tan serio y tan complicado.

El poema siguiente pertenece a un libro muy especial titulado «Cuidemos a los niños», escrito por Ken Cousens:

LA ESTACIÓN DE UN NIÑO
Una canción primaveral de risas
Es la estación de un niño
Que toca las flores, la lluvia cantante
Cada pétalo fragante
Cada mancha de verde pasto
Horas que pasan sin motivo
Dormitando tras un juego sin sentido.

El calor del verano
Es el llamado de un niño
Pez plateado en cascadas
Cada sabor de la vida libre al viento
Frescos helados para vos y para mí
Nos salpicamos y reímos, delicia fría
La mano de papá y la noche clara.

Los colores del otoño
Son el sueño de un niño
Hojas al viento, chiquillos danzantes
Juguetes rotos en todo el camino
Sonrisas de calabazas, escenas medrosas
Artimañas y noche de brujas
Todo es parte del juego del niño.

El frío invierno
Época agradable para un niño
La tibieza de la cercanía y el chocolate caliente
Lecturas, dibujos, mentes en crecimiento
Tiempo de cuentos que no olvidaremos
Cada año crecemos pero aún no nos sorprende
Nuestro amor es fuerte mientras la vida avanza.

Las vueltas de la vida, remolinos iniciales
Los años transcurren, no hay tiempo de parar
La estación del niño que todos alimentamos
Nosotros vamos y venimos pero la vida sigue
Amemos siempre, es todo lo que nos dicen
Y el niño interior así se desarrolla.

No importa la edad humana que tengamos: somos NIÑOS. Cada uno de nosotros tenemos un color especial de la luz de Dios. Esta luz que poseemos es nuestro don para el mundo, y cuando la luz brilla intensamente se transmite nuestra esencia y se recibe nuestro don. Bajo esta luz de Dios siempre seremos niños. La luz es nuestra eternamente. La llevamos en nuestro interior, y precisa de ventanas limpias para brillar con intensidad a través de ellas.

La luz puede opacarse. Cuando nos sentimos deprimidos e infelices, la luz se ha opacado; la hemos reprimido. Es muy frecuente que las presiones de la vida adula opaquen esa luz, y para recuperarla debemos regresar a nuestra verdadera naturaleza lumínica como hijos de Dios y de la luz.

Por separado se te dará un ejercicio para volver a reactivar la luz en nuestra vida.

CARTAS A TUS ÁNGELES
A medida que fortalezcas tu relación con tu gran amigo celestial, te será grato explorar otros modos de entretejerla a tu vida cotidiana. Escribir cartas a tu Ángel y a los compañeros angélicos de otras personas, te permite centrar tu atención y mejorar tu capacidad de comunicación.

Al aprender a soñar con los Ángeles te abrirás a un rico depósito de información valiosa que normalmente permanece oculta en el inconsciente.

Escribir a los Ángeles es un excelente modo de alinearse y ponerse en contacto con ellos; además, puede brindarte una mayor claridad en tus problemas personales. Escribirles, tal como escribirías una carta a un amigo íntimo y querido, te ayuda a fortalecer el contacto que ya habías formado estableciendo un vínculo mente-corazón. Ese vínculo se desarrolla según pongas al Ángel en tu mente y en tu corazón para dirigir tus pensamientos hacia Él.

El acto de escribir también te ayuda a organizar tus pensamientos, despejando tu mente. Al hacerlo permitirás que los Ángeles lleguen a ti en una frecuencia más alta. La correspondencia con tus amigos celestiales despeja la estática y la cháchara mental que dificulta una buena recepción.

Otro beneficio es que, cuando exteriorizas tus intenciones y deseos, comienzas a liberarlos. Un pensamiento en papel es algo encapsulado y completo. Al anotarlo despejas las partes de tu cerebro que lo contenía, dejando espacio para algo nuevo.

Escribir también puede ayudarte a debilitar tu apego con respecto a los deseos. Cuando los anotas puedes desprenderte de ellos. Si continúas aferrada a ellos, no hay modo de que te abras a tu Ángel a fin de recibir el apoyo que necesitas para conseguir lo que quieres. Sólo podemos recibir con la mano abierta y vacía. Sin embargo, si lo que deseas no viene a ti cuando o como lo deseabas, no pierdas de vista el resultado. Con mucha frecuencia descubrirás que, en cambio, ocurrió algo mejor.

Conviene recordar que los Ángeles son seres de contacto, no de control. Sus maneras de apoyarnos no provienen del poder, sino del amor. Por ejemplo, si te atrae una persona, puedes escribir a tu Ángel para pedirle apoyo. Pero si escribes «Querido Ángel: quiero que Juan me ame», no recibirás tanto apoyo como si escribes: «Querido Ángel: ayúdame a hallar el modo adecuado de demostrar mi amor a Juan». De modo similar, antes que «Consígueme este empleo, por favor», te conviene pedir «ayuda para encontrar ahora el trabajo conveniente con un sueldo justo».

Cunado pedimos ayuda, nuestros Ángeles nos respaldarán siempre. Pero lo hacen desde una perspectiva más amplia de la que con frecuencia podemos apreciar. Lo que percibimos como el amante ideal o el empleo perfecto puede no ser lo más conveniente para nosotros a largo plazo, aunque por el momento pueda parecernos bueno y adecuado a la imagen actual de lo que deseamos.

Al conversar y comunicarnos con nuestros Ángeles, aprendemos a refinar nuestros deseos, a no desear simplemente lo que nosotros queremos, sino lo que sea mejor para todos. Con el correr del tiempo descubrimos que eso nos brinda una satisfacción más profunda. Y ese es sólo uno de los dones del contacto angelical.

Escribir a tu Ángel es fácil. Sigue sólo los pasos que detallaré por separado.

Además de escribir a tu propio Ángel, puedes enviar cartas a todos los tipos de Ángeles que sientas la necesidad de hacerlo. Escribir una carta a uno de esos Ángeles es un modo de invitarlo a tu vida.

Si estás en una etapa de transición, puedes escribir una carta para un Ángel de modelo, pidiéndole que te ayude a ver el plano de la siguiente parte de tu vida. Si acabas de tomar un nuevo empleo y debes trabajar por primera vez con una computadora, escribe a los Ángeles de la tecnología, específicamente a un Ángel de computadoras, para pedir su apoyo y su orientación. Si tu vida es un torbellino, envía una nota a un Ángel de paz o un Ángel de gracia, pidiéndole que venga a tu vida.

Ten en cuenta que también puedes escribir a los Ángeles de otras personas, no para tratar de dominarlas, sino para expresar lo tuyo. A veces puedes encontrarte en situaciones difíciles o incómodas con una persona con quien no puedes hablar, o quizás temes herirla si dices lo que quieres decir.

También puedes tener la necesidad de decir algo a una persona que ha muerto o desaparecido de tu vida. En estos casos, es útil escribir al Ángel de esa persona. Di la verdad. Quítate el peso de encima. Esto no es para censurar, sino para expresar lo que sientes sobre lo que te preocupa y cómo desearías que fueran las cosas.

Cuando escribes al guardián de otra persona, el mensaje es entregado en el plano angélico. Con frecuencia el acto de escribir coincide con una inesperada apertura de comunicación con esa otra persona o la precede inmediatamente. Y si no se presenta un mejoramiento en la relación, el solo hecho de escribir la carta puede ayudarte a liberar el enojo, el miedo o la necesidad de obtener algo que esa persona no puede darte.

En una buena relación, la comunicación fluye en ambos sentidos. Algunas cartas a tu Ángel no necesitan respuesta. Son mensajes de final abierto. Pero lo maravilloso de tener amistad epistolar con un Ángel es que no necesitas rondar tu buzón a la espera de una respuesta. Si quieres recibir noticias inmediatas de tu compañero, basta con que, después de haber escrito a tu Ángel, tomes otra hoja de papel y dejes que tu Ángel te escriba. En esta ocasión encabeza la carta dirigiéndola a tu propio nombre. Luego descansa y deja que las palabras de tu Ángel leguen a ti bajo la forma de una carta.

Todo el mundo tiene su propia manera de intercambiar cartas. Confía en que tu sentido interior te guíe hacia la forma más adecuada para ti

EL ÁNGEL DE LA ALEGRÍA
La alegría es la energía que sirve como catalizador del orden y de la armonía. Sin alegría todas las formas que retienes en la conciencia comienzan a desintegrarse, pues la alegría es la energía de la fusión y de la unidad.

En la conciencia del individuo, la alegría no proviene del exterior, sino del yo superior que mora en Él, del YO SOY, y esta alegría se logra plenamente a través del hecho de permanecer en esa Presencia. ¿Qué significa permanecer? Significa quedarse, convivir, residir, habitar. Cuando somos «conscientemente conscientes» de la Presencia de la Divina Conciencia, es decir, cuando comprendemos que eso está presente, entramos en consonancia con la Energía de la Alegría, debido a la canción del alma que siempre es alegre.

La vibración del omnipotente YO SOY es pura alegría, y cuando recogemos esta vibración, damos muchos frutos, no sólo atrayendo un nuevo bien, sino también corrigiendo y protegiendo el bien que ya se ha manifestado en nuestras vidas.

La alegría proviene de la conciencia divina del YO SOY y, cuando la mente se encuentra conscientemente anclada en el reino superior, inunda la personalidad con toda su energía. La alegría abre las cortinas de la mente y deja entrar la luz que disipa las tinieblas.

La llama gemela de la alegría es la serenidad, y una vez que el fuego de la alegría y la serenidad domina todo el espectro de la personalidad, todas las situaciones del mundo exterior son controladas en la Luz, lo cual explica el hecho de que la alegría, literalmente, crea y conserva el orden y la armonía en nuestras vidas.

Una persona llena de alegría se encuentra en consonancia con el ritmo del universo, es cálida, contenta, pacífica, equilibrada, aplomada y confiada, dotada de un corazón jubiloso y desbordando de gratitud. Y, como todo lo exterior es un reflejo de lo interior, se encuentra «unida» con todas las cosas en perfecto orden y armonía.

La naturaleza de este Ángel es femenina y se encuentra situada en el vórtice entre el reino causal de la divina consciencia y la personalidad.

La alegría está hecha para ser compartida y los Ángeles la crean para compartirla con nosotros. Si pudiéramos ver a estos Ángeles participando en una fiesta, estarían bailando, sonriendo y cantando alegremente junto con los demás. Ellos afirman que donde no hay alegría y gozo es porque ellos retiraron sus servicios.

Es evidente que no son necesarios banquetes para congraciarse con la alegría. estar enamorado o pasear con el ser amado puede ser igualmente una forma de sentir alegría. De hecho, si estás enamorado de la vida, hagas lo que hagas, lo harás con alegría.

El Ángel tiene por función específica la diversión y la alegría en todos los ordenes de la vida, incluso en la pareja, donde sus efecto son notables. La presencia del Ángel termina con el aburrimiento y genera siempre nuevas vías de satisfacción a través de la alegría.

Sería difícil sentir alegría sin contar con los Ángeles, pues ellos la han creado. Si la necesitas para ti y para los que amas, pídeles ayuda, que siempre estarán dispuestos a añadir hilaridad y diversión a tu felicidad. Quizás tengas que ser tú el promotor, así que sigue los dictados de tu corazón en busca del lado feliz de la vida.

Te propongo que:
Busca un lugar tranquilo donde puedas relajarte e intenta mantener tu mente en blanco, sin rechazar los pensamientos que se te vayan apareciendo, pero también sin darles fuerza. Imagina que estás rodeada de una sensación agradabilísima de gozo que inunda todo tu cuerpo. Siente cómo todo tu ser es penetrado por este gozo que parece circular con la sangre a través de tus venas y cómo se funde con él.

Siente cómo dentro de ti están el Ángel de la Alegría y el Demonio de la Tristeza. No los rechaces. Familiarízate con estos dos visitantes y pide que el demonio de la tristeza desaparezca y que el Ángel de la Alegría irrumpa en tu vida, en tu trabajo, en tus relaciones. Invítale a compartir contigo su buen humor y su dulzura.

El Ángel de la Alegría ahora te propone que te imagines todo el mundo en una fiesta. Los Ángeles sirviendo manjares en la fiesta. Duendes tocando melodías increíbles, hadas que son el coro celestial. Los animales corriendo felices por todos los lugares.

Brillan los fuegos artificiales de la felicidad.

Si puedes ver la Tierra en ese gozo, es porque también te inundará el amor y el milagro de la felicidad cuando tú quieras.

PROGRAMACIÓN ANGÉLICA Nº 11
La Luz


Hoy vamos a intensificar la luz que llevamos en nuestro interior para que brille con su real luminosidad.

Vamos a hacer una verificación física, comenzando por los pies: ¿En qué posición están, y qué hacen? Vamos a moverlos de un lado a otro, y vamos a permitir que la luz los abrace. ¿Y las piernas? ¿Están estiradas o encogidas? ¿Están cómodas? Permitamos que la luz penetre en las piernas para sentir que abre canales de flexibilidad que mantienen viva la luz. ¿Las manos están cómodas y sueltas, o tensas mientas sostienen esta hoja? ¿Los brazos están pesados, livianos, doblados? Incorporemos la luz y visualicemos los brazos como alas de luz, listas a volar en cualquier momento.
Ahora dirijamos la concentración a nuestro centro, la zona del cuerpo donde los órganos realizan experimentos químicos y el corazón bombea la energía de la sangre al resto del cuerpo. Ahora inspiremos profundamente y aflojemos todos los músculos del estómago. Aflojemos la espalda, hagamos contorsiones y empujemos como si fuéramos pollitos que tratan de salir del cascarón. Ahora otra inspiración más, pero esta vez de luz pura.

Ahora viene la parte difícil. Vamos a relajar la mente, que muy probablemente sentimos alojada en la cabeza. Relajamos los músculos del cuellos, los estiramos suavemente y sentimos que el cuello desaparece. Ahora la cabeza queda colgando en el espacio. ¿Qué vemos, oímos, olemos y percibimos por el gusto? Relajemos los músculos del rostro. Dejemos que la mente vuele libremente por un instante y luego pongámosla en foco para hacer algunas comprobaciones del estado actual de conciencia.

¿Cómo actuamos? ¿Cuál es el tono que prevalece en nuestra vida últimamente? ¿Estamos actuando como adultos plagados de responsabilidades que nadie puede comprender ni ayudarnos a superar? Si es así, recordemos que somos hijos de la luz; conforme aprendamos a jugar con el fluir divino de la vida, las responsabilidades cambian y se convierten en juegos.

Comencemos a imaginar la forma en que las pequeñas insatisfacciones se proyectan en nuestra vida. Si estamos preocupados por algo, tomemos conciencia de que la preocupación no es un problema para los hijos de la luz; entonces vamos a entregarla a los Ángeles. Si nos sentimos con poca energía, vamos a pedirle a los Ángeles que nos ayuden a redescubrir la energía del hijo de la luz. Tristeza o depresión significan que la luz se va opacando y que el adulto que hay en nosotros decidió apagarla para dejar de sentir dolor. Seamos hijos de la luz y retomemos la conexión con la alegría de la niñez iluminada. Volvamos a encender la luz y dejemos que brille intensamente. ¡Los Ángeles están para ayudarnos! Pidámosles alegría para reemplazar la tristeza.

¿Somos felices? Tenemos que saber en nuestro interior que esa felicidad no se debe a ese nuevo juguete maravilloso que tenemos o al fantástico puesto de trabajo que conseguimos ni a la hermosa relación que tenemos con otra persona. La felicidad que sentimos se debe a que nos amamos a nosotros mismos y a que permitimos que nos sucedan cosas agradables. Si las circunstancias cambiaran, no dejaríamos de ser felices. Ya que la felicidad viene desde el interior y todos los hijos de la luz sabemos cómo tener unicidad con la esencia de la felicidad.

¿Somos amigables? ¿Permitimos que los demás entran y salgan de nuestra vida? Un hijo de la luz es amigable y atrae personas amigables y mágicas. Las preguntas anteriores son sólo algunas de las que podemos hacernos y pueden permitirnos un muy buen esclarecimiento interior sobre zonas de la vida en las que quisiéramos que la luz fuera más intensa.

Este ejercicio no tiene como objetivo que se lo tome con demasiada seriedad. Es tan sólo una forma de comprobación para que concentremos la atención en el hecho de que somos hijos de la Luz. No siempre recordamos que somos hijos de la luz y que tenemos un padre que nos nutre – el poder superior del universo que por siempre nos ama, que los Ángeles mantienen y personalizan para nosotros – que puede encargarse de los problemas que no son realmente nuestros. Lo único que necesitamos hacer es recordar que podemos entregar nuestros problemas de adultos a fin de que sean resueltos para el mayor bienestar del universo, soltarnos y dejárselos a los Ángeles.

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CLASE 19 EL ÁNGEL DE LA IMAGINACIÓN Y LA LIBERACIÓN


Al discutir el tema de la fuerza creativa de la imaginación tienes que saber que en ningún momento estoy hablando de entretenidos ejercicios de simulación, de ilusiones extravagantes o de pretensiones irreales. En el contexto de esta revisión, deberíamos pensar en la imaginación como en la creación de formas precisas de pensamiento, de imágenes mentales sustanciales y como en la habilidad para utilizar esas imágenes para canalizar energías y dejar que se expresen como una manifestación de la Realidad de nuestra verdadera naturaleza.

Cuando Napoleón dijo que el mundo estaba gobernado por la imaginación, estaba diciendo una verdad esotérica, debido a que la imaginación es el poder que ha creado el mundo. También nosotros, en tanto que expresiones del Ser Supremo, tenemos el poder necesario para imaginar un mundo, para crearlo ya sea correcta como erróneamente. Todas las cosas que vemos en nuestras vidas son las manifestaciones visibles de las formas de pensamiento que nosotros mismos hemos creado, ya sea consciente o inconscientemente.

Si la enfermedad, la discordia o la pobreza están gobernando el mundo, eso ocurre porque estamos usando nuestro Poder de Imaginación para manipular equivocadamente los materiales de nuestra mente. Si, por el contrario, predominan la plenitud, la abundancia y la armonía, eso es una evidencia de que nuestras formas de pensamiento han sido creadas comprendiendo y expresando una ley espiritual y de que se están manifestando en el mundo fenoménico para cumplir con su misión.

En las antiguas escuelas, a los iniciados se les enseñaba a pensar en abstracto, es decir a construir formas de pensamiento que no se relacionaran con ninguna circunstancia particular en el mundo exterior ni con ningún objeto material; a ver colores, formas y símbolos con el ojo interior y también se los instruía para que comprendieran el movimiento fluido de la energía el poder y la fuerza. Los maestros enseñaban el arte de la percepción intuitiva entrenando a los estudiantes para que aplicaran la imaginación creativa para ver el mundo interior del reino del espíritu.

El objetivo consistía en desarrollar una sensibilidad gráfica interior que debía ser interpretada mediante la comprensión espiritual en lugar de relacionarla con el recuerdo de visiones previamente contempladas con los ojos físicos. La razón de esta instrucción apuntaba a desarrollar el poder de lograr determinadas visualizaciones, de crear formas de pensamiento constructivas, y de proyectar esas ventajosas influencias sobre la vida física. No sólo el mundo del individuo tenía que cambiar dramáticamente para reflejar el modelo divino, sino que la misma persona debía dejar de ser una fuerza destructiva con relación a los demás individuos. Djwhal Khul lo explica de esta manera:

«La necesidad de pensar claramente y de eliminar ideas engañosas, destructivas y negativas, se vuelve cada vez más necesaria a medida que el aspirante progresa en su camino. Cuando el poder de la mente se incrementa, y cuando el ser humano diferencia cada vez más sus propios pensamientos del conjunto de los pensamientos generales, inevitablemente confundirá en sus pensamientos la sustancia con la forma. Al principio esto es automático e inconsciente… Pero cuando el hombre evoluciona y adquiere mayor poder, y se incrementa su capacidad para hacer daño o para ayudar, y a menos que aprenda a construir correctamente sus pensamientos… se convertirá en un agente destructivo y en un centro de fuerzas dañinas y perjudiciales, destruyendo y dañando – no sólo a sí mismo – … sino hiriendo y dañando a aquellos que vibran con su misma nota».

Por lo tanto, a los aspirantes se les enseñaba el arte de la visualización a través del pensamiento abstracto y a construir formas de pensamiento basadas en ideas espirituales para aprovechar el asombroso poder que tiene la mente para hacer el bien.

La función del Ángel de la Imaginación y la Liberación es ayudar al individuo a fortalecer la visión de su ojo interior, para ver con la mente – en lugar de hacerlo con los ojos físicos – tanto las cosas abstractas como las concretas, y para liberar el alma de la dominación de la personalidad. En las escuelas más recientes, se enseña que este Ángel tiene el poder de demostrarnos que el elemento dominante es el que vemos y no lo que pensamos; o sea que la verdadera visión es el único poder capaz de llevarnos hacia nuestros objetivos, y que esa visión es el vínculo entre los cielos y la tierra.

Si la energía de este Ángel se encuentra bloqueada por una inadecuada utilización de nuestras facultades imaginativas (la visión de la mente mortal que mira hacia abajo en lugar de mirar hacia arriba), el individuo puede llegar a ser poco sincero y poco confiable. Será una persona llena de miedos que utiliza las trampas y el engaño para conseguir lo que desea, un pronosticador de tristezas y predicciones, debido a la descontrolada sensibilidad de su naturaleza emocional.

Cuando sentimos que nuestra capacidad de pensar se encuentra bloqueada y que somos incapaces de utilizar la imaginación, debemos solicitar la ayuda de este Ángel. En ese caso tómate un tiempo y escribe, dejando que fluyan libremente, las primeras cosas que te ventan a la cabeza, aunque sean completamente absurdas. Esto hará que se afloje la presión de los pensamientos con que el ego está bloqueando tu mente y te liberará para que tus pensamientos creativos se eleven a un nivel superior.

Tú puedes hacer que tu vida cambie completamente utilizando el poder de la imaginación creativa y el comienzo de ese cambio es entrar en contacto con el Ángel de la Imaginación y la Liberación. Entabla una amistad con el Ángel, y deja abiertas las líneas de comunicación para poder escuchar los consejos adecuados para liberar tu mente, purificar tus emociones y contemplar la visión superior.

Ejercita la visión de tu ojo interior y una vez que logres ver (y sentir) la acción de la energía, dedica varios minutos a la búsqueda y la percepción de la imagen, el ver y sentir como desciende el rayo de Luz y, por último, la forma en que se irradia hacia el exterior.

FINALIDAD

Nos enseña a aplicar la imaginación abstracta y ver con nuestro ojo interior; fortalece la visión espiritual capacitándonos para ver la Verdad del Reino – una visión superior de la Realidad que puede manifestarse completamente en el plano tridimensional.

Rasgos negativos que pueden presentarse a partir de las proyecciones del ego: persona poco sincera, poco confiable, que acostumbra engañar y mentir para lograr sus objetivos, «un pronosticador de calamidades».

Su energía resulta bloqueada debido a: el uso inapropiado de la imaginación; ver siempre con la mente mortal, la cual mira hacia abajo en lugar de mirar hacia arriba; porque el sistema emocional se encuentra limitado por el miedo.

RECUPERACIÓN Y CURACIÓN
Cuando invitamos a los Ángeles a participar en nuestra vida, comenzamos a comprender que todos los senderos pueden llevarnos a Dios. La enfermedad es una ruta hacia el despertar espiritual; también lo es una adicción. Como timbres de alarma, nos advierten que estamos atascados o fuera de curso y que no podemos progresar en nuestra senda espiritual mientras no despertemos. Para avanzar e nuestro desarrollo superior, necesitamos descubrir el bloqueo y retirar la causa. Debemos curar en un plano profundo.

Una señal de que estamos en el camino hacia la Conciencia Superior es el reconocer que creamos nuestra propia realidad. Todo lo que atraemos a nuestra vida (¡incluyendo situaciones que no se nos ocurriría desea!) es una oportunidad, y a veces un desafío, de iniciar la acción correcta. Esta comprensión no encierra ninguna culpa. Sin embargo ¡cuántas veces se nos hace sentir equivocados y hasta culpables por estar enfermos o tener un adicción!.

Los Ángeles nos dicen que cuanto viene a nuestra vida es una enseñanza, una lección. El cáncer ya es bastante malo sin necesidad de que nos flagelemos por haberlo contraído. Sin embargo, equiparamos enfermedad con maldad. Cuanto más enfermos estemos, peor debemos de ser.

Es aquí donde la presencia curadora de los Ángeles resulta muy importante, pues los Ángeles nos dan amorosa aceptación, sin censuras ni críticas. Están aquí para ayudarnos a salir de las enfermedades y de los problemas que hemos atraído hacia nosotros, a fin de entrar en la salud y el equilibrio. Con la ayuda de nuestros Ángeles aprendemos a bendecir la lección, en vez de maldecir el problema. Y lo que bendecimos mejora.

Alinearnos con nuestros Ángeles nos permite descartar la culpa y la vergüenza por nuestro estado, para continuar con la curación. En vez de sentirnos mal al respeto o tratar de negarlo, podemos iniciar acciones responsables que nos liberen y nos curen. cuando damos intervención a los Ángeles nos abrimos a la manera angélica de encarar cualquier situación dada: sin culpa, sin vergüenza, sin reproches.

Sin que importe lo que hayamos hecho, los Ángeles nos hacen saber que aún estamos bien. No nos juzgan; por eso, cuando unimos nuestras fuerzas a las de ellos, aprendemos a no juzgarnos a nosotros mismos. Esto libera una energía que podemos aprovechar para recuperarnos y curarnos, ya estemos luchando contra el cáncer, el SIDA o el abuso de drogas. Vale para cualquier clase de abuso, sea físico, mental, emocional o sexual.

Los Ángeles no nos curan: nos ayudan a curarnos solos. Su presencia permite que cada uno de nosotros, cualquiera que sea nuestra enfermedad o adicción en particular, cure sus sentimientos de separación y soledad. No estamos solos. Desde el momento en que te vinculas con tu Ángel no tienes por qué volver a sentirte solo. Y no tienes por qué curarte solo. Los Ángeles están contigo; son parte de tu equipo personal de curación, que puede incluir a médicos, terapeutas y otros profesionales del arte de curar, y a miembros de un grupo de recuperación.

Así como cada uno de estos auxiliares dará a tu curación una inclinación o una modalidad especiales, así los Ángeles te conectarán con una perspectiva espiritual, para que puedas captar la importancia y el significado de la afección que has manifestado.

Las adicciones surgen de una sensación de poco valor, así como todos los abusos provienen de la falta de interés y respeto. Son una señal de que el amor está ausente. Todo abuso de alcohol, drogas, cafeína, nicotina, sexo, relaciones sexuales, apuestas y comida es un intento de llenar el vacío interior.

Las adicciones son técnicas para soportar las deficiencias de amor. Cuando un bebé no recibe las caricias, la alimentación y el vínculo que requiere, crece con un déficit de amor. Eso perjudica la autoestima y retrasa el desarrollo de un saludable amor por uno mismo. Cuanto menos te ames a ti misma, más propensa será a alimentarte con un sustituto para sentirte bien. Eso toma la forma de una conducta compulsiva.

Las conductas compulsivas o adicciones están fuera de equilibrio con la medida correcta. Cuando no recibes lo que necesitas en cantidad suficiente, tus actos compensatorios serán también desequilibrados.

Las adicciones son el camino que muchas personas eligen para hallar a Dios. Es el Yo Superior en marcha, guiando al individuo de la manera que más se adecua a los requerimientos de esa alma. Se podría decir que es una manera rigurosa, como lo son el SIDA, el abuso sexual u otras vías difíciles. Ese rigor guarda proporción con el nivel de obstinación del alma atrapada en él… y su fortaleza final. Si quieres desenterrar una piedra pequeña, puedes hacerlo con los dedos o con una pala. Si requieres retirar un canto rodado, usas dinamita.

Para romper el ciclo de la adicción, la dinamita suele presentarse bajo la forma de un suceso dramático: un accidente, una enfermedad, una catástrofe. Esto ocurre con tanta frecuencia que es habitual creer que el adicto debe tocar fondo antes de empezar a recuperarse. No es necesariamente así, pero en los casos en que la dinamita estalla, se demuestra que no había otro modo de llamar la atención de esa persona. El hecho es una llamada para despertar.

Tienes a tu disposición el Ángel de la Guarda, como fuente de amor curativo. En esos momentos de aislamiento y temor, cuando no sabes cómo seguir adelante, ábrete a tu Ángel y deja pasar ese amor, ese cuidado, esa ternura. Si has abandonado tu adicción y tienes miedo de recaer, convócalo para que te colme, para que te sirva de respaldo y apoyo, para que te dé la fuerza que necesitas. Eres digno de ese amor.

Si recaes, no te castigues ni vuelvas a culparte, pero también debes autorizarte a continuar con los abusos. Pide a tu Ángel que te envuelva en sus alas grandes y suaves. Aspira su amor sin censuras y ten compasión de ti mismo, y de tu problema. La compasión equivale a amorosa aceptación, no de tus acciones, sino de tu YO. Tu Ángel te ama tal como eres. Tu Ángel no te juzga.

EL ÁNGEL DE LA OBEDIENCIA
La obediencia humilde, dijo una vez un Ángel, hace que se cumpla sin trabas la voluntad de Dios.
Ser obediente no es hacer lo que nos digan los demás sin pensar y sin responsabilizarnos.

Ser obediente es ser capaz de distinguir qué impulsos proceden de nuestro ego y cuáles de nuestro corazón y tener la valentía de seguir a estos últimos, sin ponerles trabas.

Ser obediente no quiere decir abandonar nuestra voluntad y nuestra responsabilidad; es más bien fundir nuestra voluntad con la de Dios y ser plenamente responsables no sólo de lo que nos atañe, sino también de aquello que aparentemente no tienen nada que ver con nosotros.

Te propongo que:
Siéntate perfectamente relajada, satisfecha y a gusto contigo misma.
Cierra los ojos y no intervengas: deja que acudan pensamientos y sensaciones, pero no hagas nada ni por que vengan ni por que se vayan.

Invoca al Ángel de la Obediencia y espera pacientemente a que acuda.

Si junto a Él aparece el demonio de la desobediencia, pídele simplemente que se vaya. Pero no se lo pidas con palabras: te desobedecería. Pídeselo con el corazón y dale las gracias por irse.

Pídele también con el corazón al Ángel de la Obediencia que entre en tu vida.

PROGRAMACIÓN ANGÉLICA Nº. 12
LIBERACIÓN POR LA TIERRA

A medida que practiques los ejercicios de cimentación y vayas conociendo tus chakras, puedes querer aclarar un problema específico que corresponda a tu centro de energía en especial. Por ejemplo, los problemas de seguridad se relacionan con el chakra de la raíz; las desilusiones amorosas se relacionan con el chakra del corazón, etc. sino estás segura de cuál es el chakra involucrado, puedes cubrir todas las bases liberando el bloqueo de todos los centros. Una solución más rápida es liberar desde el corazón y luego desde el chakra de la raíz.

El ejercicio que te doy a continuación amplía el esquema del ejercicio Básico de Liberación; te permite profundizar más en el cuerpo sutil, para que puedas llegar al sitio donde están almacenados estos bloqueos. Puedes pasar por todos tus chakras en una sesión o trabajar con uno solo.

Para despejar un bloqueo de un solo chakra, puedes pasar directamente allí después de cimentarte en tu chakra de la raíz. Este ejercicio es especialmente efectivo para liberar miedos, dudas, desilusiones y sensaciones de poco valer, ineptitud y autocrítica.

1) Relájate y cierra los ojos. Invita a tu Ángel a estar contigo. Concéntrate en la respiración, en tanto envías tus raíces a la tierra. Cuando hayas penetrado y estén afirmadas, comienza a extraer por tus raíces la energía de la tierra, llevándola a cada uno de tus chakras, uno a uno.

2) Imagina finas hierbas o filamentos que surgen del chakra de la coronilla, alargándose al cielo y conectándote con Él. Aspira la energía de los cielos por medio de estas fibras, llevándolas a todas tus chakras, uno a uno. Vuelve a concentrarte en el chakra de la raíz.

3) Fíjate si hay allí emociones, recuerdos o bloqueos que necesites liberar. En ese caso, concéntrate en cada uno de ellos, sucesivamente. Averigua de dónde han venido y pregúntate qué te han enseñado.

4) Cuando estés lista para liberar, agradece al recuerdo o bloqueo lo que hayas aprendido. Inhala profundamente y exhala el bloque con fuerza, por la boca, con un sonido sibilante. Siente cómo viaja por tus raíces hasta la tierra, a medida que exhalas. Repite dos veces más.

5) Cuando estés lista, aspira hondo, lleva la energía de la tierra a tu chakra sexual y repite los pasos 3 y 4. continúa avanzando por los chakras, uno a uno, explorando y liberando.

6) Agradece a tus Ángeles y a nuestra madre, la Tierra, por trabajar contigo. Presta atención a tu cuerpo físico. Repara en tu respiración. Y cuando estés lista, abre los ojos.

Tal vez descubras que este ejercicio de Liberación por la Tierra ofrece una bonificación: te deja más cimentada, más centrada y estable.

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CLASE 20 TUS ALAS DE ÁNGEL

¿Quién no ha deseado poder volar? Mucho antes de que Leonardo da Vinci diseñara diferentes artefactos voladores, los antiguos griegos relataban la historia de Dédalo, quien hizo un par de alas para sí mismo y para Ícaro, su hijo, a fin de escapar volando de la isla en la que estaban prisioneros. Las alas estaban hechas de plumas unidas con cera. Pese a las advertencias de su padre Ícaro voló demasiado cerca del so, las alas se derritieron y Dédalo, con el corazón destrozado, vio que su hijo caía al mar y se ahogaba.

Pero supongamos que tienes alas que no pueden fundirse. Así como nuestros chakras son más sutiles que nuestro cuerpo físico, hay dentro de nosotros puntos de energía y fibras aún más sutiles. Imagina por un momento que hay pares de diminutas vainas doradas a cada lado de tu espalda, desde lo alto del cuello hasta la parte baja de tu espalda, desde lo alto del cuello hasta la parte baja de tu espalda, y que, si presentas atención a esas vainas, despertarán y se abrirán. De ellas se desenroscarán diminutas fibras doradas, a lo ancho de tu espalda y más allá. Son tus fibras aladas. Plenamente abiertas, actúan como un sistema de antenas que te ayudarán a alinearte con tu Ángel.

Si nosotros tenemos un juego de estas fibras, los Ángeles poseen muchas. Aparte se te hará hacer un ejercicio que te mostrará cómo abrir tus doradas fibras aladas y despertar a la parte de ti que es angelical.

Aunque puede parecer extraño en un principio, cuanto te acostumbras a ellas disfrutas desplegándolas también en lugares públicos. Mira qué pasa cuando las despliegas en un ascensor repleto… o viajando en autobús.

Una anécdota nos comenta que una noche un estudiante de los Ángeles, estando en un restaurante atestado de gente no lograba llamar la atención de la camarera por mucho que se esforzara. Sólo para entretenerse, decidió abrir sus alas mientras la esperaba. A los pocos segundos tenía a la camarera a su lado, y se llevó una sorpresa al ver el rótulo con su nombre: Ángela.

Cuando hayas terminado de usar tus alas, lo mejor es recogerlas nuevamente dentro de tu cuerpo, para que las fibras no se enreden o anuden. Si ocurre eso, visualiza a tu Ángel de pie detrás de ti, con un gran peine dorado, peinándolas hacia fuera. El Ángel puede usar las fibras de sus propias alas para quitarte los enredos. También las puedes limpiar y peinar bajo la ducha.

Una manera sencilla de darte energía es hacer que esas fibras vengan hacia adelante, rodeándote hasta que las puntas de un ala toquen las puntas de la otra. Tus alas crearán un cilindro de luz dorada a tu alrededor que puedes introducir en tu cuerpo en espiral. Percibe esa luz que se vierte dentro de ti, llenando tus chakras y todas las partes de tu cuerpo físico.

Cuando despliegues las alas, irradias energía amorosa, no sólo desde las puntas de tus alas, sino también desde tu corazón. Ya estés sentada en un autobús o formando fila en el supermercado, cada vez que abres las alas emites amor al mundo y contribuyes a elevar la atmósfera espiritual.

DEFINICIÓN
Para poder utilizar los peldaños al éxito, debes definir lo que deseas. Conversar con tus Ángeles puede ayudarte a fijar tus objetivos. ¿Quieres lo que quieres por ti misma o para impresionar a otros? Si tu meta es ser rica, ¿con qué propósito deseas el dinero? ¿Es para disfrutar del bienestar en un plano físico, mental o emocional, o para demostrarte y demostrar a otros que estás bien? ¿De qué otra manera podrías satisfacer estas necesidades? Al establecer lo que realmente deseas allanarás el camino de su obtención.

Puedes dialogar con tu Ángel para analizar tu motivación y desentrañar cualquier renuencia de tu parte a recibir lo que dices desear. A veces el inconsciente retiene una agenda oculta, tal como la falta de valor o el miedo a la envidia, que bloquea la realización de tu meta.

Para ayudarte a definir tus metas, conviene comenzar con una lista de deseos. Esto significa anotar todo lo que deseas, por descabellado que pueda parecer. Repasa la lista y consolida cualquier duplicación. Luego agrega detalles a lo que deseas. Puedes descubrir que se divide en dos categorías, tales como dinero, salud e imagen personal, relaciones y otras cosas. ¿Qué categoría es más importante para ti? Ponlas en orden, desde la primera a la última de tus preferencias. Esto te será de gran ayuda para definir tus prioridades y fijar tus intenciones.

Cunado sepas con claridad lo que deseas, comienza por seleccionar uno de los puntos, que no sea el primero ni el último de tu lista. Debe ser algo que desees mucho sin que te sientas devastado si no lo consigues. Además, debe ser un objetivo cuyo cumplimiento no dependa de otra persona. Cuando lo hayas elegido, puedes hacer el ejercicio que te daré aparte.

Todos queremos ciertas cosas y todos deseamos disfrutar de los placeres de la vida, aunque cada uno de nosotros tiene una idea individual de lo que eso constituye. Para algunos, la palabra «abundancia» conjura imágenes de vacaciones en Hawai y largas limosinas, de opulencia y plenitud. Esto tiene que ver con los valores materiales.

Para otros, significa una vida equilibrada y en armonía con los propios objetivos, rica en relaciones y amistades amantes, generosa en entusiasmo, gozo y buena salud. Esto tiene que ver con los valores espirituales. La abundancia en el plano espiritual proviene de adentro… y de arriba. La abundancia en el plano material proviene de afuera.. y de abajo. Pero no hay motivos para que no puedas tenerlo todo.

Iniciar una asociación con nuestros Ángeles crea las condiciones que nos permiten triunfar, prosperar y crecer, desarrollando nuestra naturaleza más elevada. Estas condiciones son la franqueza, la cordialidad y la gratitud. El contacto activo y cotidiano con nuestros guardianes expande el alcance de nuestra visión, que pasa de «yo» a «nosotros», de los intereses personales al interesarse por otros y por el bienestar de nuestro planeta.

Según nos volvemos más y más hacia nuestros Ángeles, desarrollamos nuestra abundancia espiritual. Nos tornamos agradecidos por lo que tenemos. Y eso establece una base para que comencemos a recibir también en el plano material. Cuando sabes que Dios te ama, que tus Ángeles están bien dispuestos a asistirte para que logres tu mayor deseo, te abres a la abundancia del universo y a las maneras en que esta pueda manifestarse en el plano físico. Comprendes y sabes en lo más hondo que eres merecedora.

Cuando pides ayuda a tus Ángeles, deja que ellos decidan de qué modo se materializará. Pide que se manifieste lo que deseas (o algo mejor), para el mayor bien de todos.

Uno de los muchos dones que nos traen los Ángeles es la claridad. Y ser claro es, en gran parte, liberar pensamientos y sentimientos que puedan impedirnos alcanzar nuestras metas.

RECICLAR ENERGÍA
Mucho durante el curso hemos hablado del uso de la energía positiva. ¿Existe acaso la energía negativa? Si y no. Si visualizas la energía como algo que se presenta en cilindros largos, verás que la positiva se mueve derechamente; la negativa, en cambio, se mueve en forma retorcida.

La naturaleza fundamental de toda energía es la misma; sólo cambia de forma. No se trata de que haya dos tipos de energía, sino que la energía tiene dos maneras de moverse, fluir y crear la realidad. Si estás dispuesta a crear la realidad, a manifestar lo que deseas en la vida, te conviene asegurarte de que tu energía sea recta, centrada y bien dirigida.

Una de las lecciones que estamos aprendiendo en el plano físico es que no podemos arrojar los desperdicios en cualquier parte ni fabricar objetos que no sean reciclables. Lo mismo ocurre con la energía.

No podemos jugar con ella sin pensar. Si lo hacemos, bien podemos estar contaminando el plano de realidad de otra persona, que por el momento es invisible para nosotros.

Aprenderás una técnica con la que puedes rectificar tu energía. Tal como un producto biodegradable vuelve a la tierra en forma de humus, así también la energía puede convertirse en humus mediante cierto ejercicio.

CUPIDO – EL ÁNGEL DEL AMOR
Cupido es el Dios romano del amor, el hijo de Venus. Es denominado Eros entre los griegos. Generalmente se lo representa como un Ángel joven, regordete, equipado con arco y flechas.

El don más grande del que disponemos los humanos en la tierra es el auténtico amor sentimental, pero ¿porqué nos causa tantos problemas? Porque nos involucra con otras personas que no nos proporcionan la felicidad que esperábamos de ellas. Sólo nosotros mismos generamos nuestra propia felicidad, y los demás pueden realzarla, pero no nos la pueden proporcionar.

Habrás oído decir que «el amor es ciego» cuando se está enamorad, y no nos damos cuenta de la realidad hasta mucho más tarde. A menudo nos aferramos demasiado tiempo a alguien que no es realmente compatible con nuestra naturaleza, lo cual nos impide que algo mejor pueda entrar en nuestras vidas. Cuando amamos a los demás, hemos de darles libertad de movimiento, y perdonarles si hacen algo que nos disgusta.

Amar es decirle sí a la vida, y demasiado a menudo estamos negándola sin saber que lo hacemos. Amar, han dicho los místicos, es la única razón para vivir. Pero es un hecho que muchos seres humanos nunca aprenden a amar. La causa de esta desgracia no se halla en el odio, como podríamos creer, sino en el miedo.

El canto de amor, o la llamada de amor que hacían los seres primitivos, era porque imitaban a los animales, y en la Creación todo de alguna manera es una llamada o una forma de hacer todo por amor.

Los animales se cuidan mucho entre ellos y la hembra llama al macho en forma amorosa y éste también responde de la misma forma. Nosotros, los seres humanos, creemos ser los más civilizados, pero nos hemos olvidado lo que es amar sinceramente.

Aunque puede parecer paradójico, uno de los principales obstáculos que impiden que los Ángeles puedan actuar a través nuestro, es la falta de amor que sentimos por nosotros mismos. Y es que, en el fondo, tenemos miedo de nosotros mismos, de una parte de nosotros mismos.

Los Ángeles se mueven por canales de amor, por canales plenamente conscientes de su propio valor. Si logramos amarnos a nosotros mismos y a los demás, en poco tiempo habremos abierto el canal que los Ángeles necesitan para comunicarse con nosotros.

El amor procede del misterio, algo que está en las antípodas de nuestro ego, y aspira apasionadamente a volver a ese misterio arrastrándonos lo queramos o no. Todos hemos constatado que cuando amamos realmente a alguien nos convertimos en algo así como en espejos de su corazón. Cuando alguien nos ama, recíprocamente, se convierte en un espejo de nuestro corazón.

Podemos escuchar la voz del ego o la voz del amor. Cuando escuchamos la voz del ego es como si los demonios nos estuvieran dictando lo que quieren que hagamos. Cuando escuchamos la voz del amor, es como si los Ángeles nos inspiraran. Son dos modos totalmente distintos de ver la vida: a través de los ojos del amor o a través de los ojos del temor.

El Ángel del amor lo podemos invocar para cualquier problema; encuentra soluciones más allá de la lógica y totalmente divinas. Especialmente para curar la energía emocional negativa.

Es una caricia de luz su energía cuando nos sentimos incomprendidos o deprimidos. Es milagroso para armonizarnos cuando estamos cansados o bajo presiones en distintos niveles de nuestra vida.

Es importante también invocar a este Ángel cuando perdimos un ser amado, ya sea por fallecimiento o algún tipo de alejamiento brusco; nos da la fuerza necesaria para comprender con piedad divina el motivo real que tenemos que aprender en ese momento y cómo desapegarnos de esa situación sin negarla sino con la lección aprendida.

Te propongo que:
Siéntate o estírate en un lugar en el que nadie te pueda molestar. Cierra los ojos y relájate. Permite que tu mente aparezcan aquellos pensamientos de odio y aquellos comportamientos poco amorosos que te molestan en ti o en lo demás. Recuerda situaciones concretas en las que te dejaste dominar por el odio.

Dirígete a tu Ángel del Amor con toda la humildad que puedas y pídele su ayuda. Visualiza una luz pura y cálida que invade todo tu ser como una inundación que va anegando todo el odio que hay en ti.

Visualiza cómo esa luz cristalina convierte tu corazón en algo puro y transparente, haciendo que la fuerza del Amor se apodere de ti.

También puedes utilizar este ejercicio para transformar una situación, una relación, o simplemente para ayudar a transformar el mundo.

Definición dada por un Ángel de lo que es la palabra amor:
«Cada uno de ustedes es algo así como un héroe, un elegido. Basta con pensar que son el único espermatozoide que sobrevivió entre unos 200 millones. Y, desde el instante mismo en que se juntó con el óvulo, se transformaron en una persona, algo único y maravilloso, el fruto de un amor. Ese amor deberían repartirlo en el mundo durante toda la vida, para multiplicarlo. Y todo andaría mejor.

«¿Qué es el amor? No tengo que ir muy lejos para encontrar la mejor definición que nadie jamás pudo haber dado. Está en la Biblia, lo tienen escrito allí pero no lo leen. En Corintios 13, 1-8 de la primera carta de San Pablo a ese pueblo. Dice textualmente: «Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los Ángeles, si no tengo amor, soy como bronce que suena o platillo chillón. Y aunque tuviera don de profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, y aunque tuviera toda la fe hasta trasladar montañas, si no tuviere amor, nada soy.

«Y aunque repartiera en comida todo lo que poseo, y aunque entregara mi cuerpo para ser quemado, si no tuviere amor de nada me sirve.»

«El amor es magnánimo, benigno, el amor no envidia, no se jacta, no es engreído, no es deshonesto, no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia sino que se congratula con la verdad; el amor todo lo disimula, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca muere, aunque se desvanezcan las profecías, aunque cesen las lenguas, aunque la ciencia desaparezca…

PROGRAMACIÓN ANGÉLICA Nº. 13
LIMPIEZA Y LIBERACIÓN RÁPIDAS

El ejercicio básico de Liberación es una herramienta importante, pero habrá ocasiones en que no tengas tiempo de realizar todo el proceso. Tras haber practicado la técnica básica, ahora podrás utilizar una versión más abreviada, que es la siguiente:

Este ejercicio resulta útil cuando tienes poco tiempo o quieras liberar una sola cosa. En caso de emergencia, puedes hacerlo de pie, pero es mejor sentarse, con los pies bien apoyados en el suelo. Es especialmente adecuado para liberar la resistencia, los obstáculos, la fatiga y las vibraciones ajenas.

Antes de comenzar, pide ayuda a tu Ángel.

1) Con los pies bien apoyados en el suelo, inhala profundamente. En tu primera exhalación, envía las raíces hacia la tierra.

2) Cuando vuelvas a inhalar, siente en el cuerpo lo que quieras liberar. Al exhalar, visualízalo y siente cómo se dispara por tus raíces, bien hacia la tierra. Continúa exhalando durante tanto tiempo como puedas, hasta que hayas expelido todo el aire de tus pulmones.

3) Cuando tomes el aliento siguiente, lleva los ojos hacia arriba, como si miraras hacia lo alto de tu cabeza. Inhala tan profundamente como puedas.

4) Cuando exhales, envía los filamentos desde la coronilla de tu cabeza hacia los cielos, a gran velocidad.

5) Al inhalar, visualiza la luz solar de los cielos que se vierte hacia tu coronilla. Deja que te llene el cuerpo y fluya por tus raíces hacia el centro de la Tierra, con tu cuarta exhalación.

6) Repite los ciclos de respiración dos veces más, hasta un total de tres, pidiendo ayuda a tus Ángeles. Cuando hayas terminado agradece a los ángeles y a la tierra.
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