El Aprendizaje: de la individualización a la iniciación.

Jorge Ariel

KarmaAprehender, aprender, comprender,  comprehender y todos los derivados del verbo prender como emprender, significan «captar por el espíritu»

 

El siguiente artículo muestra el recorrido del proceso de aprendizaje en el planeta Tierra, para hacer la transición del cuarto reino de la naturaleza al quinto.

El trabajo de la evolución, por ser parte de la determinación de la Deidad de expresar la divinidad por medio de la forma, es necesariamente la tarea de la revelación y, en lo que al hombre concierne, esta revelación se expresa como acrecentamiento de la evolución del alma y en tres etapas:

1. La individualización        La personalidad.

2. La iniciación                       El ego.

3. La identificación               La mónada.

LA INDIVIDUALIZACIÓN (1)

¿ Qué es la individualización desde el punto de vista del desarrollo sicológico del hombre? Es la centralización del aspecto inferior del alma, la inteligencia creadora, para que pueda expresarse a través de la forma. Oportunamente será el primer aspecto de la divinidad que así se exprese. Es el surgimiento a la manifestación de la cualidad específica del ángel solar al apropiarse de una o más envolturas que constituyen su apariencia. Es la imposición inicial de una energía aplicada y dirigida sobre ese triple conglomerado de fuerzas que llamamos la naturaleza forma del hombre. Entonces aparece en el escenario de la vida el individuo que va hacia la plena coordinación y expresión. Aparece el actor y aprende su parte; hace su debut y se prepara para el día de la plena expresión de la personalidad. El alma penetra en esa forma densa y en el plano más inferior. El yo empieza a desempeñar la parte que le corresponde, expresándose por medio del egoísmo, que finalmente conduce a un ultérrimo altruismo. El ente separatista comienza así a prepararse para la realización grupal. Es un Dios que camina sobre la tierra, velado por la forma carnal, la naturaleza de deseo y la mente fluídica. Momentáneamente es presa de la ilusión de los sentidos y está dotado de una mentalidad que primero obstaculiza y aprisiona y finalmente desata y libera.

Se ha escrito mucho en La Doctrina Secreta y en el Tratado sobre Fuego Cósmico sobre el tema de la individualización. Puede ser simplemente definido como el proceso por el cual las formas de vida en el cuarto reino de la naturaleza llegan a:

1. La individualización consciente por la experimentación de la vida de los sentidos.

2. La afirmación de la individualidad por el empleo de la mente discriminadora.

3.  El sacrificio final de esa individualidad en favor del grupo.

Actualmente la tarea de las masas consiste en llegar a ser conscientes de sí mismas, y están desarrollando ese espíritu o sentido de integridad o plenitud personal, que traerá como resultado una acrecentada autoafirmación -primer rasgo de la divinidad. A pesar de las complicaciones y consecuencias inmediatas en la conciencia del mundo y del estado del ser, todo ello es correcto y bueno. De allí que sea necesario guiar inmediatamente a los discípulos en todas las naciones y entrenarlos para llevar una vida de correcta aspiración, con su consiguiente preparación para la iniciación. Los padres y los maestros inteligentes de la juventud deberían emprender hoy la tarea de llevar a la actividad mundial a esos individuos conscientes que emprenderán el trabajo de autoafirmación en los asuntos actuales. La sicología de las masas que aceptan informaciones sin discriminar, obedeciendo rápida y masivamente las limitaciones impuestas a la libertad personal, sin la debida comprensión de las razones subyacentes y siguiendo ciegamente a los líderes, sólo llegará a su fin cuando se fomente inteligentemente el reconocimiento individual del yoísmo y las aseveraciones del individuo que trata de expresar sus propias ideas. Una de las ideas fundamentales subyacentes en la conducta humana e individual, radica en la necesidad de paz y armonía a fin de que el hombre pueda específicamente desarrollar su propio destino. Tal la fundamental y profunda creencia de la humanidad. La primera evidencia de la emergente autoafirmación de la masa de individuos debe ser llevada en esta dirección, pues constituirá la línea de menor resistencia. Luego le seguirá la eliminación de la guerra y el establecimiento de esas condiciones de paz que ofrecerán la oportunidad para entrenarse y obtener un cuidadoso progreso cultural. El dictador es un individuo que, bajo este proceso, ha adquirido conocimiento y poder y es un ejemplo de la eficacia del carácter divino, cuando se le permite actuar como producto del proceso evolutivo. El dictador expresa muchas de las potencialidades divinas del hombre; sin embargo algún día será un anacronismo, porque cuando la mayoría llegue a la etapa de la autoconciencia y a la potencia individual y trate de expresar plenamente sus poderes, el dictador se perderá de vista por la autoafirmación de esa mayoría. En la actualidad él representa la meta para el yo inferior, la personalidad.

No obstante, antes de que muchos hombres puedan llegar a ser autoafirmativos sin peligro alguno, debe acrecentarse el número de los que han trascendido esa etapa y también de quienes lo saben, enseñan y demuestran, a fin de que los muchos que constituyen el grupo de los inteligentes formado por individuos autoconscientes, puedan identificarse díscriminadamente con el propósito del grupo y sumergir sus identidades separatistas en las organizadas actividades y la síntesis grupales. Ésta es la predominante tarea del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo, la cual debería ser actualmente la aspiración de los discípulos mundiales. Este trabajo de entrenar a los individuos en el propósito grupal, debe ser efectuado de tres maneras:

1.  Por la impuesta identificación personal con el grupo, a través de la experiencia de la comprensión, el servicio y el sacrificio. Esto puede muy bien constituir un experimento útil y autoimpuesto.

2. Por la educación de las masas en los principios que subyacen en el trabajo grupal y el entrenamiento de una opinión pública iluminada sobre estos conceptos.

3.  Por la preparación de la mayoría de los componentes del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo para alcanzar esa gran transición en la conciencia, que llamamos iniciación.

EL APRENDIZAJE (2)

Pues bien, pasando a otra cosa, deseo mencionar que en esta segunda parte, hablaremos de los diferentes caminos que debe tomar un aspirante normal, para poder alcanzar el sendero que conduce a la Iniciación.

Abandonamos el enfoque histórico y nos adentramos en un enfoque de expansión de consciencia, es decir, describiremos en primer término cual es la situación que prevalece en la mayoría de los aspirantes cuando recién inician este camino; estaremos como ustedes podrán ver, describiendo la realidad de conciencia en que vive un ser sin instrucción o entrenamiento espiritual. Paso a paso, iremos describiendo los diferentes reconocimientos que tiene que hacer este discípulo aspirante a través del estudio de sí mismo, hasta que llega a reconocer:

Primero: EL CAMINO.

Segundo: SU REALIDAD INTERIOR.

Tercero: LA NATURALEZA DEL TRABAJO QUE DEBE DESARROLLAR A FIN DE PODER REALIZAR LA INICIACION.

Es ésta en realidad una descripción sistemática de la expansión de conciencia. También será ésta en particular, una presentación de los efectos que ocasiona esta expansión de conciencia dentro de la mente y la vida de un individuo.

Observaremos también como la vida física externa se ve modificada de pronto, por los cambios que van teniendo lugar en su conciencia mental. Llegaremos, lógicamente, a describir muchas veces, el proceso por el que han pasado muchos de ustedes y sabrá cada uno reconocer la etapa en que se encuentra.

También buscaremos penetrar en los motivos ocultos que tiene la mónada espiritual para emprender este camino.

Entenderemos los programas de instrucción que la Jerarquía ha planteado para esta humanidad y los mecanismos ocultos que los Maestros utilizamos, para reconocer cuándo un individuo está preparado para un siguiente paso en su proceso de expansión.

Revelaremos también, algunos secretos que describen perfectamente las etapas por las que pasa un individuo en ese continuo intento por autodescubrirse.

Y finalmente, entenderemos, lo que estos cambios individuales ocasiona en ese gran ser llamado raza humana.

Si bien todos estos puntos han sido tratados en obras anteriores, es preciso emprender este nuevo esfuerzo a fin de poder complementar dentro de la mente del hombre actual, una nueva serie de líneas de pensamiento que abran una gama infinita de posibilidades, tanto para acercarse los hombres a la Jerarquía, como para que el Reino de Dios descienda finalmente y se multiplique en toda su gloria, en el reino de los hombres.

Dejo aquí mis palabras y los invito a reflexionar en cada una de ellas, porque constituye para todos ustedes la prueba inequívoca de la conjunción que se está dando entre las mentes humanas y las mentes de los Maestros.

 

LLAMADO AL MUNDO ESPIRITUAL

En primer lugar, debemos reconocer que la condición que prevalece entre los seres humanos no entrenados en lo que respecta a su ser interior, se expresa claramente por la palabra «dormidos». Los seres humanos normalmente se encuentran dormidos y funcionan a través de una personalidad, un vehículo que hemos tratado ampliamente en otras comunicaciones.

La personalidad es, por una parte, la suma y la conjunción de esos aspectos que el ser humano viene desarrollando a medida que crece y madura durante su vida física, y por la otra, los impulsos que recibe de su ser espiritual y que en un principio permanecen activos, pero que tarde o temprano caerán aletargados ante la fuerza activa, dinámica y potente de la personalidad, en otras palabras, el ser humano a medida que va acumulando experiencias y conocimientos del mundo que le rodea, aprende a fijar toda su atención y su energía en los impulsos que recibe de sus cinco sentidos provenientes del mundo exterior; esos impulsos van poco a poco acallando la voz interior que lo impulsa a seguir tal o cual camino. Dentro del aprendizaje que proviene del mundo exterior, se encuentran también los aspectos de la personalidad que manifiestan los familiares, sus amigos y lo que aprende ahora a través de los medios de comunicación, la televisión, las revistas, etc. De esta manera, su personalidad se va conformando como una réplica más o menos exacta, de todo lo que sus sentidos van captando del exterior. Él se tiende a copiar porque es básicamente ese el mecanismo mediante el cual se trabaja en el universo: «Como es arriba es abajo». «Como es adentro es afuera».

El mundo exterior al traer a la vida un nuevo ser, lo trae y lo reproduce exactamente tal como son el resto de los seres humanos, es decir, la humanidad trae más seres al mundo y los reproduce tal cual, de acuerdo a los patrones que prevalecen en cada época de la humanidad; sin embargo, los impulsos internos que provienen del ser espiritual, son los que ocasionan cambios graduales en esta humanidad.

Para que esto se dé, es preciso que los seres humanos escuchen, oigan, pongan atención en el llamado del ser interior. Es así como poco a poco algunos individuos que han sido capaces de captar su realidad interior y el llamado del espíritu, toman determinado curso de acción, eligen determinada senda en su camino, y van modificando la conciencia colectiva e impulsan a la humanidad como un todo, a seguir avanzando dentro del sendero que el Padre les ha marcado desde el principio de su creación.
Pues bien, los seres humanos dentro de su cárcel de la personalidad que no es otra que el fruto del espejismo, del maya, empiezan a captar algunos impulsos provenientes de su ser interior que los llevan a cuestionarse si la vida que están llevando es la única posible o factible de vivir en este plano físico.

Cuando el ser humano inicia una búsqueda hacia algo que intuye superior, es allí en donde el ser espiritual ha empezado su labor y ha logrado destruir parte de la telaraña del maya que envuelve a los seres humanos. Surgen a los seres humanos, entonces, ciertas inquietudes dentro de la personalidad del individuo; la personalidad por su parte busca acallar inmediatamente esas inquietudes, fortaleciendo la telaraña que envuelve al ser interior; la mente busca hacer congruentes todas las cosas que rodean la vida de ese ser, mientras el ser interior espiritual, busca despertar en ese vehículo de la personalidad, el deseo de alcanzar niveles superiores de existencia.

Dentro de este conflicto el karma o darma de la persona, tarde o temprano lo empuja hasta lograr un primer contacto con las enseñanzas del espiritu; nace así lo que llamamos nosotros el primer llamado.

En ese primer llamado, muchos seres responden pero muchos otros lo ignoran; es el primer contacto con la filosofía espiritual, el primer contacto que permite al individuo entender que existen otras dimensiones de conocimientos, otras posibilidades para su existencia, nuevos horizontes por donde pueda encaminar su vida y participar de un modo diferente.

Ese primer llamado es cuidadosamente preparado por la conciencia espiritual de todos los seres humanos; en ocasiones el llamado se da después de un periodo de crisis en el que el individuo ha sufrido alguna desilusión; algún problema, algo que ha permitido llevar su atención hacia su ser interior y preguntarse: ¿Porqué a él le pasan esas cosas?

Hemos dicho otras veces que los problemas en la vida cotidiana dependiendo del grado de severidad, forzan al estudiante a llevar su atención, desde el mundo exterior en que normalmente reside, hacia su mundo interior; cuestionarse su vida, preguntarse si eso es lo que desea para el resto de su vida, o preguntarse porqué precisamente a él le ocurren tal o cual cosa. En ese momento en que su atención está centrada sobre sí mismo, muchas veces se da el primer llamado. El contacto con este mundo espiritual en un momento de crisis y en muchas ocasiones el individuo está más propenso a actuar favorablemente ante este llamado y atenderlo; otras veces es contraproducente, el individuo lejos de acatar el llamado, se entrega afanosamente a la autodestrucción.

Dado que los seres humanos están formados por una gama infinita de aspectos psicológicos, difícilmente se puede predecir la reacción que ocurrirá ante tal o cual estímulo exterior; es por eso que la conciencia del ser espiritual que mora dentro de la personalidad, debe estudiar cuidadosamente las posibles implicaciones de ese primer contacto.

Otras veces, el primer contacto se dá desde la infancia y el propósito no es presentar al individuo diferentes opciones en su evolución, sino sembrar en su mente las semillas que tarde o temprano germinarán, fortaleciendo su firme convicción de querer enderezar su vida o encaminarla por el sendero espiritual.

Los niños, por el hecho de estar en el proceso de formación de su personalidad, cuando son educados dentro de la filosofía espiritual, toman los conceptos abstractos del espíritu de una manera más natural y los incorporan en sus vidas de una manera tan plena, que constituyen tarde o temprano, la simiente de la nueva sociedad que habrá de regir los destinos de la humanidad; de ahí la conveniencia de que a los niños se les inculquen los conceptos espirituales desde muy temprana edad.

Cuando es un adulto el que de pronto establece su primer llamado o su primer contacto, sufre un choque de conciencia; su marco de referencia a través del cual a caminado toda su vida empieza a tener una crisis porque creía haber inventariado todo lo existente y sin embargo, había dejado afuera los conceptos espirituales. Ese marco de conciencia en el que venía moviéndose, se ve de pronto desestabilizado por la nueva enseñanza en la que está participando.

A nivel energía lo que está ocurriendo con el ser, es que al escuchar esos nuevos conceptos, su mente empieza a trabajar con una actividad inusitada, tratando de estimular algunos recuerdos, algunos hechos perdidos en la experiencia del individuo y que puedan fortalecer o negar los conceptos nuevos que está incorporando en su mente; ésto hace que las energías del cuerpo mental trabajan aceleradamente y empiecen a estimular a los chakras.

Cada vez que el individuo acepta una idea que para él es novedosa, automáticamente el cuerpo mental reacciona acelerando sus energías y estimulando los contactos espirituales; de ésto se derivan algunos beneficios que puedan determinar el que el ser se entregue de lleno a esta enseñanza o bien, que la rechace completamente y no desee saber de ella jamás. En ocasiones, y afortunadamente constituye la mayor parte de las veces, el ser humano incorpora dentro de su inventario mental los nuevos conceptos y no toma ninguna acción.

Generalmente, si el individuo no posee una energía limpia y está lleno por otra parte de vicios astrales, las nuevas energías no serán lo suficientemente poderosas como para obligarlo a que tome una acción permanentemente, sino que el individuo se verá envuelto en una especie de vaivén espiritual.

En ocasiones le llama mucho la atención la enseñanza e ingresa a la escuela, después pasa por largos periodos de ausencia y regresa nuevamente y en ese vaivén, sus energías van cambiando de polaridad. Cuando se encuentra en la escuela maneja polaridades positivas y cuando se encuentra en su vida normal, maneja las polaridades negativas, esto por decirlo de una manera didáctica. Sin embargo, lo que está ocurriendo, es que cuando penetra en la escuela, sus energías son de orden elevado y se reactivan sus chakras, pero tarde o temprano sus fuerzas astrales lo impulsan nuevamente hacia su vida cotidiana, generalmente dominando por la emotividad que le ocasionan los diferentes aspectos de su vida. De esta manera se ve envuelto nuevamente en la telaraña del maya y su vida se encierra sin dar posibilidad a que continúe su enseñanza espiritual; simula ante nuestros ojos como una pequeña luciérnaga que de pronto se ilumina y después permanece apagada.

Muchos seres empiezan su camino de esta manera, intermitentemente, yendo y viviendo, encendiéndose y apagándose; pero tarde o temprano, lo sutil mueve a lo denso y las energías del espiritu son lo suficientemente fuertes como para crear un hueco más o menos importante en la telaraña del maya; de esta manera, el individuo siente la necesidad y posee la fuerza suficientemente como para permanecer periodos largos dentro de la enseñanza del espíritu.

Después y cuando el ser se encuentra ya sometido a una enseñanza espiritual, pueden ocurrir una gama infinita de posibilidades.

Para explicar el proceso que tiene lugar una vez que el individuo ha penetrado en el sendero espiritual, tendríamos que estudiar también las características que tienen algunos grupos o escuelas.

Dado que no es el tema de estas pláticas el caracterizar cada uno de los diferentes grupos, escuelas y enseñanzas que actualmente existen en la humanidad, brevemente podemos decir:

La fuerza de un grupo está determinada por la naturaleza de su contacto con el mundo espiritual, por la unidad de su propósito entre los diferentes integrantes del grupo, por la limpieza de la energía con que trabaja y por la energía con que trabaja y por el magnetismo que haya logrado desarrollar como grupo y no a nivel individual.

Dependiendo de todos esos aspectos, sus discípulos, sus integrantes, se verán en mayor o menor grado unidos a ese grupo. De esa forma, la influencia que el mundo ejerce sobre el individuo que está aprendiendo, es determinante para saber si el ser será capaz de romper su telaraña particular, o bien sus fuerzas astrales lo envolverán nuevamente y lo sumergirán en las nieblas del maya y el espejismo.

En un grupo en donde se carezca de una conciencia unificada en el propósito, el magnetismo que como grupo posee no será lo suficientemente fuerte como para atraer a las personas deseosas de encontrar la verdad y retenerlas por un tiempo largo.

En aquellos grupo, sin embargo, se manejan energías de orden superior, que han logrado establecer un núcleo de personas que trabajan en los niveles internos, que son canales de las energías superiores y que han podido desarrollar un magnetismo suficientemente fuerte para mantener firmes los soportes de la escuela, los individuos que ingresen en ella recibirán inmediatamente los beneficios activados, para que la telaraña de su maya desaparezca en un tiempo relativamente corto.

Los términos destrucción del maya personal, significan la revaloración de los conceptos bajo los cuales la vida del individuo se estaba dando; la disipación de los problemas, angustias, temores en que el individuo se había sumergido dada la vida que estaba llevando, significa la reorientación de los motivos personales que empujaban al individuo a perseguir tal o cual cosa.

Es de todos sabido que el primer cambio que se opera en los individuos cuando ingresan en escuelas espirituales, se dan en aquellos aspectos que constituían crisis para ellos mismos, problemas añejos, temores, vicios o angustias que frecuentemente los aquejaban; son en esos puntos donde se notan los primeros cambios y la razón es simple: Los nuevos conceptos espirituales revelaron sus puntos de vista, reforman sus enfoques de conciencia y tenemos ahora un ser que está aprendiendo a ver la vida de una manera diferente.

Estos son los primeros cambios que se operan en los seres humanos, cuando recién ingresan a la filosofía espiritual atendiendo al primer llamado.

Aquí dejaré mis palabras que es preciso que estudien y revaloren a la lus de sus experiencias. Lo que diremos después tendrá que ver con el comportamiento propio de los seres humanos dentro de ese nuevo camino que han empezado a describir.

 

LA PERSONALIDAD HUMANA

Tratar el tema de la personalidad humana, es intentar explicar las causas fundamentales de más del noventa por ciento de los problemas que aquejan a la humanidad. Podríamos llenar muchos libros para explicar los complicados procesos que se dan lugar dentro de la personalidad humana, de hecho existen miles de ellos tratando ese tema, por lo mismo, no es mi intención pretender cubrir aspectos ya entendidos por los seres humanos; deseamos arrojar nuevas luces, identificar senderos, revelar nuevas lineas de investigación que permitan hacer la luz en estos obscuros y complicados terrenos de la mente humana.

Ya se ha mencionado en repetidas veces que el proceso de la creación es similar al crecimiento de un árbol; empieza siendo una frágil ramita que sostiene unas cuantas hojas, pero más tarde esa frágil ramita empieza a convertirse en un tronco fuerte y poderoso que a su vez soporta otras ramas, las cuales se siguen diversificando hasta llegar finalmente a las unidades fundamentales de vida, a través de las cuales el árbol interacciona con su medio ambiente que son las hojas.

Análogamente podemos hablar de una gran vida, de un gran ser que ha ido creciendo conforme su evolución avanza y que ha ido fabricando ramas a medida que las razas raices han aparecido en la tierra, que ha ido formando su follaje con cada uno de los seres humanos que aparecen en la superficie de la tierra y que evoluciona en el mismo grado en que la humanidad manifiesta su propia evolución.

Este gran ser colectivo que reúne en sí mismo los logros, avances y experiencias de cada una de las unidades fundamentales de vida que son los seres humanos, es el mismo que apareció como una frágil ramita en los tiempos en que las semillas humanas fueron implantadas dentro de los cuerpos de los primeros primates, es el mismo ser que ha venido evolucionando a medida que el ser humano manifiestaba capacidades cada vez más altas de comprenderse a sí mismo y de entender al cosmos.

Ese ser colectivo llamado en la Kábala «El anciano de los Dias», «El Adam Kadmon:, «El principe Noño»; ese mismo ser sintetiza el esfuerzo de todos los seres humanos y a la vez los impulsa a cumplir con el propósito divino, de la misma forma como el árbol toma la savia y la dirige a sus unidades de vida impulsándola a su desarrollo particular.

De la misma manera, este gran ser impulsa su aliento divino a través de esa misteriosa conexión espiritual que invisiblemente mantiene ligados a todos los seres humanos; es el que impulsa los destinos de la humanidad. Sus principales auxiliares son los Chohanes, Grandes seres responsables de las diferentes razas que han aparecido en este planeta; tiene su lugar muy cerca de este otro ser que dirige los destinos de todo el planeta, El Logos Planetario, maravillosa y excelsa vida que recibe en sí mismo la fuerza del Logos Solar y la transmite a través de sus tres cercanos colaboradores llamados Budas de Actividad y que son la analogía inferior de la trilogía de fuerzas atrás de la cual se manifiesta AQUÉL que no tiene nombre.

El Logos Planetario en su triple personalidad de vida impulsa el propósito divino, plasmado en cada uno de sus departamentos, el esquema bajo el cual se debe trabajar en los diferentes campos de actividad humana.

De esta trilogía superior, nace el septenario de irradiaciones formado por tres rayos mayores y cuatro secundarios La Jerarquía de Maestros trabajamos en este punto intermedio entre la humanidad y el Logos Planetario, recibiendo la particular interpretación de la Voluntad Divina tomada y transformada por nuestro amado Logos Planetario.

Cada uno de los responsables de los siete rayos toma para sí el aspecto del plan que le corresponda, lo cualifica con su propia energía y lo transmite a través de su grupo interno de discípulo. De ellos pasa al ashram de ese rayo específico y de allí es revelado a la humanidad.
Cada ser humano recibe entonces el impacto de siete fuerzas cualificadas por cada uno de los siete rayos, pero en su interno busca la síntesis de los siete, para de esta manera, comprender el propósito que subyace atrás de esa séxtuple manifestación. Es aquí en donde ese vehículo llamado personalidad adquiere una importancia excepcional, porque es la que facilita o dificulta la labor del ser interno que busca su liberación.

La personalidad puede ser captada como la resultante de las fuerzas y energías que van envolviendo al ser humano desde su nacimiento. Los niños desde el momento en que son separados de la madre ya vienen participando de la propia energía que su madre les ha proveído, nacen energéticamente contaminados por la madre e inmediatamente reciben el impacto de la energía familiar, y de allí en adelante, su cuerpo permeable será receptor involuntario de todas las energías que la humanidad produce en su actividad normal.

Los niños no son capaces de generar su propia luz y protegerse de estas influencias, tienen, sin embargo, una cualidad de la cual carecen los adultos, son perfectamente permeables, no acumulan las energías; sus cuerpos por el grado de pureza que presentan, no estorban el fluir normal de la energía; es por eso que en ocasiones, los niños manifiestan enfermedades inexplicables cuando hay aglomeraciones de gente, y responden de una manera muy sensible ante el coraje o la alegría de los demás; es también ésta la razón de porque no guardan rencores, pues la energía fluye a través de ellos sin estancarse, sin presentar obstáculos.

Poco a poco, a medida que la mente se va desarrollando en el niño, éste empieza a fabricarse un concepto muy personal de los que es el mundo y la realidad que lo rodea; empieza entonces a decidir sus acciones y esto lo hace mediante las asociaciones que ha aprendido en base a sus experiencias. A medida que la voluntad de decisión empieza a aparecer en el pequeño niño, su cuerpo energético empieza a transformarse y a tener energías más permanentes y continuas. Esto a nivel psicológico podríamos decir que es el nacimiento de la personalidad.

La capacidad de retener las energías e irse formando una especie de coraza energética que le empieza a dar su propia identidad, su propia personalidad, le permite al jovencito ir moldeándola de acuerdo a los impulsos o estímulos que está continuamente recibiendo del exterior.
Las energías empiezan a acumularse, primero, alrededor de sus siete chakras, incipientes aún en lo que a vibración y a actividad se refiere, pero que son núcleos de condensación de energías. A medida que esta energía tomada del medio que le rodea se va acumulando en sus siete chakras, en esa misma medida, la energía de los chakras originalmente pura, empieza a ser cualificada con la misma naturaleza con que fueron rodeados.

De esta forma se va cumpliendo una de las sentencias más antiguas que el hombre recibiera simbólicamente de Dios, cuando Adán y Eva fueron expulsados del paraíso: «y tendrás que ganarte el pan con el sudor de tu frente» «y tu parirás los hijos con dolor». En estas sentencias simbólicamente comprendidas, se encierra el drama que rodeó al hombre cuando alejado de su fuente inicial, de la casa de su Padre; se envolvió en los velos de la materia para vivir una vida independiente; se alejó del paraíso y penetró en las densas nieblas del plano físico. Sus siete chakras ahora completamente cubiertos por la misma energía que flota en el ambiente terrestre, siguen irradiando, más su energía es inmediatamente filtrada y cualificada de acuerdo a la energia que los cubre. Nace de esta forma una personalidad similar al resto de las que ya manifiestan los seres humanos.

El niño inocente en sus primeros dias, se convierte en una copia fiel de aquéllos que lo procrearon. El espiritu observa su inevitable encarcelamiento y empieza a prepararse para su trabajo de liberación. Las estrategias son múltiples y cada ego procura encaminar su vida encarnada de la mejor manera posible, buscando aquel tipo de experiencias que le permitan impactar de una manera determinante esa coraza de energía que envuelve a su conciencia humana, para de esta forma provocar una actividad acelerada en el chakra correspondiente y se puedan ir rompiendo o aligerando las cárceles en las que se ven envueltos.

Curiosamente, la infinita variedad de personalidades que se manifiestan ante los ojos de los hombres, es vista por nosotros ya libres de las ataduras del mundo físico como idénticas; todas las personalidades vistas desde los planos internos son exactamente iguales, pero el hombre, encerrado como se encuentra en su carcel orgánica, percibe a éstas como si fueran una gama infinita de personalidades.

Si pudieramos hacer una analogía, diriamos que así como las pompas de jabon semejan todas ser iguales y sin embargo, si observáramos los patrones de colores que manifiestan al reflejar la luz, diriamos que son una infinita variedad de ellos, de la misma manera podriamos comparar la limitada visión de la conciencia humana, comparada con la visión sintética que se adquiere en estos planos. Alcanzamos entonces una nueva percepción de las razones del complejo comportamiento humano; nuestra incapacidad para percibir la síntesis de las formas, nos debe llevar a buscar nuevos caminos, nuevas aproximaciones a esta verdad que tan importante es, en el desarrollo individual.
Reconocer el camino es el primer paso, empezar a recorrerlo es el segundo y atreverse a encarar el problema de la propia personalidad es el tercero y último que nos coloca en la antesala del portal de la Iniciación.

Dejo aqui mis palabras, invitándolos a que mediten despacio cada uno de estos conceptos y que no pretendan cubrir todas las ideas que se dan en estos escritos de una sola vez, léanlos despacio y dense suficiente tiempo para asimilar lo que se encierra en cada una de estas ideas.

LA BÚSQUEDA

Mencionamos que los individuos que empezaban a trabajar consigo mismos, presentaban características en sus auras que los diferenciaban inmediatamente a la luz de nuestros ojos; pequeñas ramificaciones provenientes del interior y que pugnaban por llegar a la superficie del huevo áurico, eran síntomas inequívocos del trabajo que se estaba haciendo.

Dijimos también que una vez que el huevo áurico es roto en el ser humano el ser interior puede empezar a conectarse con las energías cósmicas, sin que estas tengan que pasar por el filtro que representa el aura; y en un ser humano no entrenado determina un momento culminante en el despertar y en el desarrollo individual.

Llamamos a ese momento EL PUNTO DEL NO RETORNO, queríamos dar a entender; que una vez que el ser interior establece el contacto con el Reino de su Padre, su dominio sobre los vehículos interiores es cuestión meramente de tiempo, su fortaleza irá en aumento y el anhelo de llegar más pronto hacia la meta esperada es cada vez más fuerte.

A nivel humano esto se refleja en las crisis que mencionamos:
Primero, como una crisis de conceptos, después, como una crisis de conducta, y finalmente, como una crisis de emociones; siendo las dos últimas casi simultáneas dependiendo de la personalidad de cada individuo.

El alcanzar este punto no significa que el aspirante tenga el camino libre hacia su propia Iniciación: Realmente procesos muy complejos y dependientes de muchos factores se van presentando en la vida del aspirante a medida que empieza a hallar el sendero que conduce hacia el portal de la Iniciación.

En primer término debe romper las cadenas que lo atan hacia el mundo físico, todo esto mediante el proceso que ya explicamos en la sesión anterior.

En segundo término, debe empezar a desarrollar una conciencia de servicio hacia sus hermanos terrestres; esto se hace como una consecuencia de entender: «Que la humanidad en su conjunto es un sólo ser que evoluciona» y que por lo mismo, las unidades de vida independientes, es decir, de cada ser humano, están estrechamente ligadas con la evolución del resto de sus hermanos.

También nace de ese sentimiento que se van despertando de simpatía hacia todas las vidas que se manifiestan sobre el planeta. El sentimiento de simpatía o de amor en sus primeras etapas, es el resultado de la interacción energética que ahora está teniendo en otro nivel el aspirante; las aberturas que se han dado en su aura le permiten percibir otra realidad, le permiten percibir la realidad detrás de las formas, le permiten asomarse a la vida desde otra dimensión de existencia; empieza a comprender la naturaleza de las cárceles en que moran las esencias divinas de los seres humanos, y la comprensión de la exacta naturaleza del problema de las relaciones humanas, le permite entender a estas como un proceso inevitable y que es de una prioridad inmediata el resolverlo.

Las crisis de personalidad por las que sigue pasando, por momentos oscurecen su visión y se sumerge en estado de desesperación al verse incapaz de resolver cuál es o debe ser su siguiente paso, sin embargo, la suerte está echada, y tarde o temprano la luz de su alma disipará las nieblas de la confusión. Así mismo, las aberturas creadas en el alma producen una reacción de parte del universo circundante; existe una tendencia en todo el universo a establecer el equilibrio en todos los niveles de manifestación.

Desde un punto de vista imparcial, lo que el alma ha hecho con su aura es romper este equilibrio, y en este rompimiento áurico el universo busca restablecerlo y provee inmediatamente de energías de la misma naturaleza al aura. Debemos entender esto como una reacción propia del medio ambiente que nos rodea.

A nivel humano, este proceso es identificado con los esfuerzos que hacen los seres humanos, la sociedad que rodea al aspirante, para evitar que él siga su proceso evolutivo. Es frecuente oír hablar entre los grupos espirituales de fuerzas negativas, fuerzas obscuras, fuerzas contrarias, espíritus del mal, trabajos de hechicería, términos similares con los que identifican a esas fuerzas que hay que vencer para seguir permaneciendo en el sendero. La realidad entendida impersonalmente, es que es una reacción propia y natural derivada de la acción realizada por el aspirante.

Durante estos momentos es común que los aspirantes pidan ayuda, es común que busquen el auxilio de hermanos que se encuentran más adelante en el sendero, es común también que sus oraciones se intensifiquen y que se busquen una serie de prácticas tendientes a evitar recaídas. Sin embargo, en este proceso las fuerzas que mueven al Yo Superior dentro del hombre han sido puestas en acción, el periodo de crisis en los que el aspirante tiene que luchar y batallar por vencer esas fuerzas es temporal, nada ni nadie podrá detener la marcha de la evolución.

Se recomienda a todos aquellos aspirantes que están pasando por este proceso, que intensifiquen sus oraciones y meditaciones internas; el contacto con ese ser interior que está luchando desesperadamente por romper la cárcel, permite una alineación de conciencia humana con la conciencia del ser interior; de esta manera se pasa a través de esas nieblas de una manera muy suave y natural, sin los dramas que normalmente caracterizan a este periodo.

Podríamos visualizar el proceso completo haciendo un paralelismo entre el proceso que lleva al polluelo en gestación hasta romper el cascarón dentro del cual ha crecido y se ha fortalecido; si el cascaron es roto por alguien ajeno al polluelo, cuando este salga a la luz carecerá de la fuerza necesaria para sobrevivir. El rompimiento entonces de la cáscara representa un ejercicio indispensable para fortalecer las cualidades que el polluelo requerirá una vez que han visto sus ojos la luz.

Sin embargo, no es el hecho de salir del huevo lo que garantiza la existencia del polluelo, como tampoco lo es el rompimiento del aura lo que asegura la Iniciación del ser interior; Así como el polluelo es dependiente de su madre en lo que a su alimentación se refiere, así el ser interior una vez rota la cárcel en que moraba, todavía es dependiente de las energías que provienen del cosmos, pues de ellas nutrirá su conciencia y sus fuerzas se verán fortalecidas.

Este proceso termina una vez que el aspirante ha decidido por sobre todas las cosas permanecer en el camino, y su indecisión ya no es la de permanecer o alejarse en busca de otros senderos, sino más bien, habiendo decidido su permanencia en el camino, las indecisiones y crisis subsecuentes, van enfocadas a decidir la mejor manera de resolver las dificultades que el mismo camino le está presentando.

En este momento su conciencia se encuentra trabajando en una extraordinaria actividad, cada cosa, cada experiencia constituye para él un caudal de conocimiento valioso, está viviendo un momento similar al del nacimiento al mundo físico, está redescubriendo la vida y todo lo que le acontece pasa a formar parte de sus experiencias a la luz de una nueva visión, de una nueva percepción de la realidad de la vida.
Esto le ira permitiendo fortalecer el contacto con el ser interior y también empezar a formar un aura con una coloración especial. El cascarón ha sido roto pero una nueva irradiación empieza a asomarse de su ser interior. La corteza dura empieza a disolverse gracias a la naturaleza superior de la energía que ahora está trabajando.

A nuestros ojos, las diferentes almas en evolución representan auras que contienen todavía rastros de la corteza anterior; estos rastros de la primera corteza deben ser completamente destruidos mediante la acción efectiva de la energía superior. En ocasiones es posible observar seres que tienen casi completamente conformada su segunda envoltura, sin embargo, mantienen grandes rasgos de la que fue su primer corteza áurica; para nosotros eso es símbolo de grandes problemas y crisis que el aspirante debe primero resolver antes de poder tocar a la puerta de la Iniciación.

Estas crisis se manifiestan en el aspirante como pequeños retrocesos que de momento sienten en su conciencia que lo impulsan a hacer cosas que había dejado de hacer, que lo impulsan a revivir recuerdos que pensaba que ya había sido superados, que lo impulsan a caer nuevamente en problemas añejos, cuando pensaba él que ya eran parte de una historia olvidada; estas son las cortezas que hay que destruir.

Existen diferentes técnicas para lograrlo, pero cada una de ellas dependerá de la naturaleza propia del individuo: Una de ellas consiste en enfrentarlas directamente, sean recuerdos, sean vivencias, sean rencores, cualquier tipo de experiencia enfrentarla conscientemente con toda la fortaleza que el ser espiritual le permite al individuo, y entonces, arrojando la luz de la conciencia, arrojando la luz de la comprensión que las nuevas verdades espirituales proporcionan al individuo, disolverlas completamente, dándoles su exacta dimensión y asimilando la experiencia que cada una de ellas dejó en el alma humana.

Ésta es sin embargo una técnica que si bien es efectiva, representa riesgos para aquellas naturalezas débiles que recién acaban de salir de su cárcel áurica.

Existen también otra técnica, que podríamos llamar de interiorización: En ella el individuo no enfrenta esas cortezas de su aura, sino más bien busca el contacto con su ser interior mediante meditaciones profundas y olvida momentáneamente todos aquellos problemas que pertenecen a su pasado y que aún de cuando en cuando le causan problemas. Fortaleciendo el contacto con su ser interior, la luz que proviene de él irá disipando lentamente esas cortezas, hasta que dejen de constituir un peligro o un riesgo para el sendero que ha sido elegido.

Durante los periodos de crisis que son cuando las voces de los aspirantes son escuchadas angustiosamente pidiendo auxilio, podemos decirles lo siguiente:

En primer término tomen un vaso con agua, tómenlo entre sus dos manos, visualícenlo lleno de luz, pongan todo su amor en esa agua, tómenla lentamente, despacito, visualizando internamente que esa luz empieza a iluminar todo su ser interior.

Acuéstense sobre el piso con las palmas de las manos hacia abajo, haciendo pleno contacto contra el piso y repitan afirmaciones como las siguientes:

PADRE MÍO, SOY TU SIERVO; SOY TUS MANOS TRABAJANDO EN LA TIERRA.

PADRE MÍO, QUE TU VOLUNTAD SE CUMPLA EN MI VIDA SOBRE TODAS LAS COSAS.

PADRE MÍO, QUIERO LLEGAR HASTA TU REINO Y SENTARME A TU DIESTRA PORQUE SE QUE ME ESPERAS.
Con frases como éstas que recuerdan inmediatamente la misión del alma encarnante, es posible salir de los estados de crisis y retomar el sendero que momentáneamente se ha visto obscurecido.

Hasta aquí dejo mis palabras y en las futuras sesiones seguiremos comentando acerca de los problemas y las pruebas que deben pasar los aspirantes en su camino a la Iniciación.

LAS ETAPAS DEL CAMINO

Es la luz del alma la que ha venido impulsando desde sus primeras etapas a los seres humanos y estas etapas podrían ser clasificadas atendiendo a las características que presentan cada una de ellas.

Recapitulando, desde los inicios de la raza humana, el gran proceso de individualización por el que tuvieron que pasar los seres humanos cuando por primera vez encarnaron en los cuerpos de los primates y empezaron a aislar de aquella original alma colectiva, un vehículo individual a través del cual pudieran desarrollar su trabajo; a este primer proceso de individualización se le reconoce como la primera gran Iniciación de este ser que misteriosamente se ha dado en llamar Adam Kadmon.

A este proceso de individualización siguió otro que consistió en fabricarse un cuerpo de emociones, el cuerpo astral. Esta segunda etapa constituyó igualmente un proceso determinante en el desarrollo de ese gran ser.

El trabajo de su cuerpo de manifestación, entendido éste por la humanidad en su conjunto, había dado un nuevo paso, la substancia astral se encontraba ahora en los dominios de los seres humanos, podía ser manejada adecuadamente y cualificada a las necesidades del momento que vivían.

Como raza humana se está viviendo otro momento importante; la substancia mental ha sido puesta ya dentro de los alcances de los seres humanos y estos empiezan a trabajarla, moldearla y hacerla suya, a fin de conseguir un vehículo de manifestación superior al astral. Estamos pues viviendo una etapa importante dentro del desarrollo de ese gran ser que representa la suma de todas las mentes individuales de los seres humanos, pero las pequeñas voluntades, las pequeñas unidades de vida, los seres humanos, pasaban igualmente por etapas aunque no tan espaciadas ni trascendentes, análogamente e igualmente importantes para su desarrollo particular.
Así pues, la llegada del lenguaje, el descubrimiento del amor, la invención de los números, los primeros contactos con las entidades espirituales, la aparición de la familia y otros muchos momentos que podríamos mencionar dentro de la evolución del hombre, marcaron etapas importantes para su desarrollo individual.

Una vez que el hombre empieza a sentir dentro de sí mismo la sensación de querer investigar el porqué de la vida, podríamos hablar de que se encuentra bajo la primera etapa de su despertar, podríamos mencionarla como una etapa de «Inquietud»; esta simple palabra sintetiza en sí misma todo el momento por el que pasa el hombre cuando siente que su vida física ya no le satisface, cuando siente que debe buscar algo más que le permita dar cauce y respuesta para las cuales no tiene respuesta.

La inquietud tarde o temprano se traduce en una búsqueda. Al principio la inquietud se identifica como un estado normal y transitorio en el cual el hombre puede subsistir y llevar una vida normal dentro de los cánones de la sociedad.

Es necesario que de esta etapa se pase a una acción productiva, es decir, es preciso que la inquietud sea traducida en una búsqueda hacia nuevos senderos por los cuales pueda ser guiada la vida; ésta es precisamente la segunda etapa: «La Búsqueda», el momento en el que el ser humano consciente o inconscientemente ha iniciado ya un camino hacia el encuentro de su ser interior: Los libros, las revistas, las películas o los documentales de televisión, las pláticas, todo ello va impregnado de una búsqueda consciente o inconsciente, pero al fin es una búsqueda.

De la búsqueda se pasa a otra tercera etapa en donde el ser humano cree haber encontrado una respuesta, un camino, una opción diferente a la que venía llevando. Cuando esto ocurre, el ser se aferra esos nuevos criterios, a esos nuevos conceptos y trata de amoldarlos a su vida personal, sometiéndolos a su juicio particular y observando su aplicabilidad en los momentos por los que está pasando.

A esta etapa podríamos llamarla «El Primer Intento». Es probable que los seres humanos lleguen a esta etapa una vez que han recibido el primer llamado tal como lo expresamos en sesiones anteriores; algunos otros entran en este primer intento después de muchos llamados.
Luego de este momento pasarán por otros intentos, y en realidad podríamos decir que es una segunda parte de la búsqueda, una búsqueda que se hace más intensa conforme la certeza interior de que existe un camino verdadero, crece.

Tarde o temprano, en esta búsqueda el ser humano reconoce que su personalidad debe ser moldeada y modificada, reconoce que ese ser interior que lo impulsa en su búsqueda merece ser atendido y en sus meditaciones personales, en esos momentos de soledad en donde el ser humano se pregunta: ¿Quién es él? ¿A qué vino al mundo?, y ¿si es o no correcto lo que está haciendo?, empiezan a verse las primeras vetas de luz partir de su ser interior hacia el exterior de su aura.

Puede haber no uno, sino varios intentos, pueden ser varios intentos, pueden ser varias las puertas que toque el ser humano antes de reconocer un camino personal; éstas son las fases por las que pasa un ser humano antes de llegar al punto del no retorno.

Generalmente esto se consigue cuando el ser humano ha reconocido ya un camino, se ha afiliado a alguna escuela, unido a algún movimiento, ha encontrado un porqué en su vida y al menos un ideal ilumina su mente y le da un sentido a su existencia; en esos momentos es cuando generalmente el ser interior ha logrado traspasar la coraza que cubre a los seres humanos ya entrenados.
A partir de ese instante, a partir del no retorno, el ser humano inicia etapas mejor definidas y fácilmente identificables que lo llevan a una nueva dimensión de existencia.

Mencionamos tres crisis: Una intelectual, otra conductual, y una tercera emocional.

A esto llamamos la etapa del «Descubrimiento»; el ser humano ha descubierto una nueva posibilidad para su vida en este plano. Cierto que la palabra crisis describe mejor a esta etapa, sin embargo, es el hecho de descubrir lo que ha movido al hombre a estas crisis.

A medida que recorre el sendero, sus crisis se van resolviendo, puesto que está llegando a comprender de una manera más clara los fundamentos de la nueva enseñanza, su ansiedad por querer conocer absolutamente todo en el mínimo de tiempo posible, es comprensible por el hecho de que él mismo percibe las respuestas a sus crisis, en la enseñanza que apenas está descubriendo; el anhelo por resolverlas lo empujan hasta llegar temerariamente a etapas que no corresponden todavía a su momento de entrenamiento, pero la crisis pasa y del descubrimiento se pasa a un estudio concienzudo.

El ser llega a otro momento importante en su vida, es otra búsqueda similar a la anterior, sólo que ahora la búsqueda es interior, y en ésta búsqueda interior el ser persigue tres cosas fundamentales. Primero: entrar en contacto con esa alma que ahora reconoce como el motor de su vida; ese ser interior que de momento sólo ha escuchado de boca de otros, pero que reconoce su realidad y reconoce también que hasta estos momentos lo ha ignorado, busca en sí mismo conocer mejor a esa alma que lo ha venido empujando.

Busca igualmente su misión particular. Al saber que la vida es una escuela y que todos venimos a cumplir un papel, se sumerge dentro de sí mismo buscando intuir cuál es el papel que le toca desempeñar en su vida: Pregunta, busca, analiza su vida y empieza realmente a desear intensamente encontrar la misión para la cual vino.

Finalmente, reconoce que muchos aspectos de su personalidad no son congruentes con las verdades que está asimilando y esa búsqueda la canaliza también para encontrar aquellas facetas de su personalidad que deben ser modificadas.
Tres esfuerzos que pueden ser descritos en las palabras de: «La Búsqueda Interior», segunda fase por la que entran los aspirantes en este sendero que conduce a la Iniciación.

Curiosamente la tercera fase no es precisamente la que viene después de encontrar respuesta a las preguntas anteriores, energéticamente hablando, la energía del aspirante se centralizó en sí mismo, sus corrientes energéticas invirtieron el sentido de circulación para enfocar toda su atención a su mundo interior.

Cabe señalar que si bien un ser humano no entrenado enfoca sus energías en el mundo exterior no dejando casi nada para sí mismo, en las primeras etapas del aspirantado, éste invierte el sentido de la circulación, llevando todos los esfuerzos al reconocimiento de su ser interior y de ese mundo al cual desconoce y que ahora recién empieza a reconocer su importancia. Por supuesto que esto lleva a un desequilibrio energético, el cual se traduce en las crisis que hemos mencionado.

Llega entonces un momento de estabilidad. Parte de la energía va hacia adentro del ser y otra parte se dirige hacia afuera; entra el aspirante en un estado de paz momentáneo, un estado en el que ya empieza a reconocer la magnitud de la empresa ante la cual se enfrenta y a la vez la importancia de seguir desarrollando sus actividades dentro del mundo cotidiano, pero a la vez permaneciendo consciente de su naturaleza espiritual.

Su energía es ahora enfocada tanto en el mundo externo como en su ser interior; su búsqueda se hace más ordenada, su ansiedad ha sido controlada, su mente un poco más serena empieza a planificar las acciones que deberá desarrollar a fin de conseguir algo de lo que el sendero promete. A esta etapa podríamos llamarla » EL PRIMER PASO DEL SENDERO DEL DISCIPULO «.

Ha pasado ya la sorpresa y esa explosión de energía que impulsa a los aspirantes que recién han empezado a conocer las bondades de la filosofía, esas características inconfundibles que impulsan a los aspirantes que recién ingresan, a pensar que ya se encuentran preparados para recibir toda la enseñanza, que los impulsa a pensar que nunca más en su vida abandonarán ese camino, que los impulsa a entregarse con ansiedad sin límites al estudio incesante de esa enseñanza.

Esas cualidades que caracterizan a los primeros momentos del descubrimiento, pasan ahora a un estado de equilibrio en donde ya es posible contar con un aspirante más en el sendero de la Iniciación. Es cierto que para estos momentos los aspirantes han cruzado ya el punto del no retorno, pero aún no es posible saber con certeza, si el aspirante sabrá manejar las energías a las cuales ahora está expuesto y hará que su vida sea fructífera en términos de evolución.

En ocasiones es tal el entusiasmo que se desborda en el ser, que su vida la gasta observando las flores del camino, hablando simbólicamente y olvidando el camino mismo; más una vez que las energías han sido puestas en equilibrio y el aspirante puede encauzarlas tanto en su trabajo físico como en su mundo interior, podemos hablar de que el aspirante ha dado su primer paso; de este seguirán otros que iremos describiendo en sesiones futuras.

Por ahora es conveniente terminar aquí este tema y preguntarnos si hemos sido capaces de llegar a este punto, o si aún nos encontramos bajo el efecto del descubrimiento.

Quedad en paz. Mis bendiciones están en vosotros.

 

INFLUENCIA DE LAS ESCUELAS SOBRE LOS DISCÍPULOS

En la lección anterior describimos de una manera sintética, las diversas etapas en que puede describirse el camino del aspirante. Mencioné que el punto del no retorno es importante para diferenciar de una manera clara ante nosotros, que un aspirante específico se encuentra ya a disposición nuestra con posibilidades de éxito.

Generalmente es responsabilidad del guía personal atender la evolución del discípulo antes de cruzar el punto de no retorno; más allá de ese punto, los instructores de la escuela interna tomamos a nuestro cargo al estudiante y el guía personal se convierte en un colaborador nuestro; desde ese momento en adelante, las necesidades del estudiante serán atendidas por la escuela interior.

Esta escuela interna está organizada de tal manera que podríamos hablar de círculos concéntricos: contamos con instructores que atienden a los recién llegados, instructores que dan especial importancia al entrenamiento intelectual de los discípulos, ya que en estas primeras etapas es muy importante satisfacer las inquietudes que la mente humana manifiesta al haber roto el equilibrio de su vida mundana, sin embargo, lo que nosotros llamamos el primer paso en el sendero del discipulado, llega una vez que el estudiante ha asimilado las verdades fundamentales de este nuevo camino.

Mencionamos que es menester alcanzar un equilibrio, una estabilidad energética, antes de poder pensar que el aspirante ha dado ya el primer paso en el sendero. Cuando esto ha sido hecho y se debe mencionar que este proceso puede durar desde algunos meses hasta varios años, el entrenamiento sigue etapas más formales.

Satisfechas las necesidades intelectuales, éstas pasan a ocupar un segundo plano y el flujo energético, la conformación del cuerpo energético del individuo empieza a ser de importancia relevante. Se debe enfatizar el hecho de que no son los conceptos los que traen la evolución al hombre, sino más bien la conformación, el fortalecimiento y la armonía que manifieste su cuerpo energético.
Desde el punto de vista de la Logia de Maestros, no estamos ansiosos de convertir a nuestros estudiantes en grandes conocedores de conceptos espirituales, sino más bien en unidades de vida que manifiesten la nota armoniosa que les corresponde dentro del concierto universal.

No será dictando conferencias o escribiendo libros como se puede alcanzar la iniciación, sino teniendo perfectamente claro cuál es la función del ser espiritual encarnado en la tierra, manteniendo perfecto control sobre su cuerpo emocional y mental, manifestando una armonía cotidiana cada segundo de existencia y buscando acrecentar la convivencia armónica y la unidad con todo lo que existe, como realmente se estarán dando los pasos correctos en este sendero que lleva a la iniciación.

La importancia de estas palabras estriba, en que una vez que el estudiante ha dado su primer paso en el sendero, es normal que sus esfuerzos vayan encaminados hacia la acumulación de conceptos, dado que ésta ha sido la norma que ha caracterizado su vida anterior. Generalmente se piensa que el que sabe más está más evolucionado, sin embargo, lo único que manifiesta podrá ser un aparato mental mejor preparado.

Queda otro factor igualmente importante que es el referente al cuerpo emocional o cuerpo de los deseos. El equilibrio que manifieste en el dominio de su carácter, en el dominio de sus emociones, en la armonía con que manifieste su vida normal, juntos estos dos factores, determinarán el grado de avance en que se encuentra el aspirante.

Debemos también reconocer que en este camino no se distinguen necesariamente los que van adelantados por ser aquéllos responsables de grupo en el plano físico. Muchas veces algunos de los estudiantes se encuentran más aventajados que sus propios instructores, de hecho la palabra MAESTRO debería ser desterrada de las escuelas espirituales, pues ésta en muchas ocasiones confunde a los estudiantes, dándoles una imagen de su instructor que no corresponde a la realidad, y por otra, la persona que recibe este título, inevitablemente tendrá que asimilarlo con humildad o correr el riesgo de enturbiar más la imagen que tiene de sí mismo y que tarde o temprano ocasionará mayores problemas dentro de su lucha interior.

Los instructores han elegido el camino de la responsabilidad y del servicio. Los instructores llegan a estos puestos porque sus aparatos mentales les permiten hacer un correcto uso del lenguaje para dar cuerpo a las ideas del espíritu; en otras palabras, el que puede explicar mejor los conceptos, rápidamente es identificado como instructor y sus cualidades lo pueden llevar al frente de un grupo, sin embargo, no es característico de todos los aspirantes evolucionados el contar con esta cualidad, por lo que no es regla general pensar que los más evolucionados deben necesariamente pasar por el grado de instructor.

Mis palabras van encaminadas a romper con los espejismos más comunes a los que se enfrenta el estudiante.

Deseo someter al juicio espiritual interior de cada uno de ustedes, todas aquellas verdades fundamentales que normalmente caracterizan a los estudiantes; cada uno deberá reconocer que su camino es individual y que la confianza que deposite en sus instructores o en sus guías personales, debe entenderse únicamente en términos de alianza espiritual, pero en ningún momento substituir sus personales opiniones por las de su instructor, o bien dejar que su libre albedrío sea manejado por aquéllos en quienes recae la responsabilidad de instruirlo.

Entender el significado de la palabra ASPIRANTE es de una vital importancia en estos momentos; para el estudiante todo debe ser materia de estudio y aprendizaje, debe entender que la escuela en que se encuentra en estos momentos no es la única escuela, ni la mejor sobre la tierra, ni sus instructores son los seres perfectos que van a darle respuesta a todas sus preguntas, ni la enseñanza que está recibiendo es precisamente la más elevada, ni el momento que está viviendo será permanente; el aspirante debe entender todo en términos de transitoriedad, en términos de tiempo y espacio, puesto que ésta es su manifestación en el plano físico.

Si en estos momentos pertenece a una determinada escuela, practica alguna religión, tiene a determinadas personas como instructores y a otros como condiscípulos, todo esto obedece al momento especial de evolución por el que está pasando; en ningún momento debe sentir compromisos permanentes, ni con su escuela, ni con sus instructores, ni con sus condiscípulos; tales compromisos deberá sentirlos en términos de amor, más nunca en términos de esclavitud.

El amor es lo único que puede comprometer al hombre y sólo por el amor es permitido establecer alianzas con seres, escuelas o cualquier otro objeto del mundo tridimensional; si en algún momento llegaran a sentir que la responsabilidad que vienen afrontando es una carga, es molesta o los lleva a una situación de crisis, mediten cuidadosamente y vean si el momento por el que han estado pasando sigue vigente o si su propio crecimiento espiritual los lleva a buscar un nuevo sendero.

Para aquéllos que se encuentran al frente de las instituciones que se han elevado a la categoría de instructores, que han aceptado la responsabilidad y el servicio que implica estar al frente de un grupo de seres que piden ayuda y orientación en su camino, a ustedes también les diré que en cada uno de sus hermanos vean no a un ser que está dispuesto a atender hasta el mínimo deseo de ustedes, no los vean como pequeños niños a quienes pueden ordenar cualquier cosa y ser atendidos como ustedes desean, no sientan que están haciendo favores y que por lo tanto necesitan de una contribución agradecida, antes bien, que sea el amor hacia ellos lo que cualifique el servicio que están ofreciendo; intérnense en su Yo interior, sumérjanse hasta establecer el contacto con el Maestro interno y de allí obtengan la luz necesaria para iluminar el sendero por el que momentáneamente pasan sus discípulos y que los ha llevado hasta donde están ustedes.

Ni sus discípulos serán eternamente discípulos de ustedes, ni ustedes permanecerán eternamente como instructores de escuela; todos los papeles son temporales, todos los momentos son válidos por un determinado tiempo y nunca es conveniente pensar que debemos perpetuarnos en la labor que estamos desarrollando; que cada quien piense en atender la vida tal como se le presente cada día de su existencia.

Bien, estas palabras han sido para clarificar los conceptos de aquellos que se encuentran más allá del punto de no retorno. Estos conceptos seguramente los llevarán a meditaciones profundas en donde analicen sus papeles actuales y la situación que guardan con respecto de cada una de las instituciones en que estudian.

Deseo también mencionar un último punto: aun cuando estas palabras pudieran animarlos a abandonar aquellos estudios que han emprendido por tanto tiempo; aun cuando estas palabras los muevan a buscar nuevos horizontes, permítanme decirles que si algún esfuerzo vale la pena dentro del campo de manifestación humano, es precisamente aquél que está encaminado al establecimiento de una institución que reeduque a los seres humanos.

Antes de tomar decisiones apresuradas mediten profundamente, extraigan la luz de su ser interior y encuentren allí las respuestas a las inquietudes por las que están pasando.

LA INICIACIÓN

Por consiguiente, ¿ qué es la Iniciación? La iniciación puede ser definida de dos maneras. Es ante todo entrar en un mundo dimensional nuevo y más amplio, mediante la expansión de la conciencia del hombre, para que pueda incluir y abarcar lo que ahora excluye, y de lo cual se separa normalmente cuando piensa y actúa y después introducir en el hombre esas energías características del alma y únicamente del alma -las fuerzas del amor inteligente y de la voluntad espiritual. Estas energías dinámicas actúan en toda alma que ha logrado la liberación. Este proceso de penetrar y ser penetrado debería ser simultáneo y sintético, acontecimiento de primordial importancia. Si esto sucede sucesiva o alternativamente, indica un desarrollo irregular y una condición desequilibrada. La común teoría sobre el desarrollo y la captación mental que concierne a las realidades del proceso iniciático, antes de ser experimentadas prácticamente en la vida diaria para integrarlas sicológicamente en la expresión práctica del proceso viviente en el plano físico, encierra muchos peligros, dificultades y pérdida de tiempo. La captación mental por parte del individuo es a menudo mayor que su poder de expresar el conocimiento y, en consecuencia, tenemos esos grandes fracasos y esas situaciones difíciles que han desacreditado el tema de la iniciación. Muchas personas se consideran iniciados. Quienes están tratando de serlo, lo cual no significa que lo sean, sólo son personas de buenas intenciones cuya comprensión mental sobrepasa la capacidad de sus personalidades para practicar lo que han captado. Están en contacto con fuerzas que no pueden aún manejar ni controlar; han efectuado gran parte del trabajo necesario para lograr el contacto interno, pero no han dominado la naturaleza inferior, por eso son incapaces de expresar lo que han comprendido y percibido internamente. Son esos discípulos que hablan en forma demasiado anticipada y autocentrada, presentando al mundo un ideal para el cual realmente trabajan, pero todavía son incapaces de materializarlo debido a lo inadecuado de su equipo; afirman sus creencias como si las hubieran realizado, causando gran confusión entre los ignorantes, aunque trabajan al mismo tiempo para lograr la meta. Mentalmente están en contacto con el ideal y el plan y son conscientes de las fuerzas y energías totalmente desconocidas por la mayoría. El único error que cometen es el del factor tiempo, pues afirman prematuramente lo que llegarán a ser algún día.

NOTAS DEL EDITOR

1. Tomado de Psicología esotérica Tomo II de Djwhal Khul.

2. Tomado del Texto  El sendero de la Iniciación de Djwhal Khul. El artículo hace parte de una Trilogía que aborda el Sendero de retorno, los otros dos artículos son: La comprensión: entre el aprendizaje y la sabiduría y La Sabiduría: de la iniciación a la ascensión.

4 comentarios

  1. gracias doy a nuestro amado maestro lleno de luz que con su inmenso amor y su infinita misericoridia ha logrado uqe pueda recibir esta enseñanza y esta bendicion. con luz y armonia, con amor y gratitud esta humilde semillita de ajonjoli iniciara las oraciones de rejilla de energia cristica. bendito sea mi padre, benditos sean los maestros ascendidos y benditos sean uds.

    gracias de todo corazon.

  2. Como nada sucede por casualidad y todo es perfecto y en un orden que a veces no entendemos, me surgió abrir el computador e ir a esta página y recibir esta información que me hace absolutamente sentido.

    Vengo llegando de Rapa Nui, lugar de los origenes de la civilización, impregnada de su energía y sus recuerdos, compartiendo con Adan Kadmon. Aterrizo en Santiago de Chile con mi corazón lleno, tibio y expandido.

    Profunda gratitud, acepto este regalo y su bendición. Un abrazo oro rosa

    1. Hola Mariana, gracias por tu comentario. Me gustaría que nos compartieras lo que aprendiste en Rapa Nui y su relación con lo que leíste en este artículo.Sería muy significativo para todos, ya que la inteligencia se desarrolla cuando establecemos diferencias y llegamos a la síntesis al ver esas semejanzas.

      Un abrazo.

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