Encuentro con Swami Muktananda, por Ramiro Calle

Jorge Gomez (333)

baba Muktananda

Desencarnó Baba Muktananda en 1982. Estaba considerado como uno de los grandes Kundalini yoguis y contaba con miles de discípulos. Le visité para entrevistarle en su ashram en Ganeshpuri (a unos sesenta y cinco kilómetros de Bombay, ahora Mumbai) unos meses antes de que muriera. Escribe Ramiro Calle.

Llevábamos muchos años escribiéndonos y él había contestado pacientemente a mis preguntas de todo tipo. Pero un día recibí una carta en la que me decía que yo iba a visitar a muchos yoguis y maestros en la India y nunca a él, y que no me volvería a contestar a mis preguntas si no era en persona. Así que finalmente acudí a visitarlo y pasé un día entero en su ashram, pudiendo asistir al satsang, recibir de él el mantra Om Namah Shivaia y entrevistarle, ejerciendo entonces como traductora la mujer que luego le sucedería: Gurumayi.

Pregunté a Baba Muktananda sobre el ego y dijo:
El peor enemigo que tiene en esta vida el ser humano es el ego. No obstante, si el ego es puro, si es limpio y auténtico, entonces la persona tiene la consciencia de “soy lo Absoluto”. Siente que es uno con el Divino. A causa del ego impuro sufrimos, vamos de un lado a otro, permanecemos en el engaño. Creemos que somos felices, pero en realidad vamos de un lado a otro con esta ilusión. Así que desde el punto de vista de los grandes seres que tienen un ego puro, que se han hecho uno con Dios, nuestra vida es muy limitada.

¿Cuál es la relación entre el ego y la mente?, le pregunté:
No hay mucha diferencia entre la mente y el ego. Es la mente la que se ha convertido en ego. La mente tiene muchos pensamientos y dudas, muchos conceptos. La persona se ve envuelta por todos ellos y sufre de ese modo.

La meditación es una de las técnicas básicas del yoga. ¿Cómo podemos trascender de una meditación intelectual a una que esté más allá de los procesos pensantes?
Lo principal en el yoga es la meditación- aseveró Muktananda- De hecho, ella es el fundamento básico de todos los sistemas de autorrealización. Durante nuestras horas de vigilia bebemos, comemos, bailamos y disfrutamos de otros placeres, y esto no nos aporta realización. Por la noche nos acostamos a dormir y no efectuamos ninguna de esas actividades y, no obstante, nos levantamos refrescados y pletóricos, lo cual demuestra que al descansar la mente se obtiene nueva energía. El sueño no es más que una forma exterior de meditación. Nuestra meditación no debe ser orientada hacia el intelecto, el subconsciente o el ego, sino hacia el testigo de todos ellos.

¿Qué es más importante, el amor o la inteligencia?
La inteligencia y el conocimiento son solo medios para alcanzar el amor. El amor está más allá de la mente, del intelecto. Es supremamente independiente. No tiene imagen, ni sexo, ni forma. No tiene ningún signo. El conocimiento es amor y la inteligencia es amor. Por medio de la mediación, cuando te interiorizas, cuando se despierta la kundalini, elcanzas ese amor elevado. La verdadera forma de Dios es la Verdad, la Dicha, el amor completo.

¿Podría describir suscintamente el Kundani-yoga?, le pregunté, abordando esta modalidad de yoga tan fantaseada unas veces y tan falseada otras.
Kundalini Yoga no es la clase de yoga que se pueda describir con brevedad, sino extensamente, porque sostiene con una mano el universo entero y con la otra la estructura completa del yoga. Esta luz suprema tiene dos aspectos, uno interior y otro exterior. En su aspecto exterior Kundalini controla todo el universo de forma ordenada, pero en su aspecto interior permanece dormida y, si pudiese ser despertada, daría origen al Maha Yoga, el Gran Yoga, y lo manejaría ordenadamente. Kundalini Yoga es un yoga autónomo que se completa a sí mismo sin la ayuda de otro yoga o práctica foránea. Se le conoce también con Chiti Yoga. Chiti es el poder cósmico que crea el universo desde su propio ser. De modo estático Kundalini se asienta en medio del cuerpo humano, sostiene sus 72.ooo nervios y deja el cuerpo limpio y radiante. Cuanto más alto asciende, más le hace a uno consciente, tanto del centro del corazón como de los otros centros. Si llega al sahasrara (el centro más alto) allí se revela la luz divina, en medio de la cual brilla la Perla Azul o Nil Bindu. A medida que esto va sucediendo, Kundalini conduce al aspirante al estado de sahaja samadhi, el samadhi natural, el cual permite sobrepasar el placer y el dolor, la alegría y la tristeza. Colma su vida de felicidad y paz suprema, y entonces su labor queda consumada.

¿En qué medida Kundalini Yoga es una fusión de elementos yóguicos y tántricos?
Hay una gran fusión de elementos tántricos y yóguicos en el Kundalini Yoga. De hecho, todas las formas de yoga son llamadas tantras. En realidad, este comporta cuatro yogas: Hatha, Radja, Mantra y Laya. Cuando todos ellos se combinan, y el resultado es Kundalini Yoga.

¿Cree que es aconsejable la concentración sobre los chakras?
No hay necesidad de concentrarse en los chakras. La mente debe enfocarse donde tiene que enfocarse, es decir, en el ser interior. Los chakras son meramente los chakras; lo importante es el Ser que está más allá de ellos. Cuando uno se concentra en la luz interior que controla todos estos chakras, entonces se abren automaticamente.

¿En qué medida puede la repetición de un mantra favorecer el ascenso de Kundalini?
Un mantra puede prestar inmensa ayuda al ascenso de Kundalini, porque ella es muy aficionada a los mantras. Mantra es la vida misma de Kundalini, por eso le cantamos himnos describiéndola como el gran mantra, así como la deidad suprema.

¿Cómo debe adiestrarse el yogui para obtener la percepción del purusha, la entidad espiritual?
A medida que uno medita más, mucho más, su consciencia asciende cada vez a mayor altura hasta que se estabiliza en el sahasrara, el loto más alto, y a medida que la meditación continúa más allá, el Nil Bindu o Perla Azul emerge del sahasrara. El yogui medita en la Perla Azul por un tiempo, hasta que esta se complace, y luego estalla y surge el purusha azul. Uno debe ser capaz de ver el purusha al menos una vez. Él es el guru interior de cada uno; también es la verdad suprama y el supremo principio.

Encuentro con Swami Muktananda, por Ramiro Calle

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