GRATITUD: La Gracia de dar las Gracias

Tornasol

Gratitud - Tornasol - paisaje de chile

 

Dedicado a Montse, Cleo, Rosa y Mabel

A mediados de los ‘90, en una clase de latín, le pregunté a mi profesora cómo se decía “dar las gracias”. Gratias tibi dabo fue su respuesta –una de las pocas cosas que no olvidé de esa lengua arcaica. Desde ese instante algo especial se movió en mí, una fuerza, una gracia, un estado de beatitud. Poco tiempo después fui operada de urgencia del corazón.

Ése fue mi renacimiento y el nacimiento de mi Gratitud, el Universo me daba una nueva vida.

Con el pasar de los años fui tomando cada vez más conciencia de “dar las gracias”, de reconocer en los gestos generosos de los demás la bendita presencia de Dios que, a través de esos gestos, me decía: Aquí estoy para ti y por ti. Gratias tibi dabo.

En este último tiempo el manifestar agradecimiento se ha convertido en un poder, que ni yo misma sabía que tenía. Algo tan sencillo y que encierra en sí mismo un universo maravilloso: El Universo de Nuestro Padre-Madre Amor.

Al decir esto, no dejo de dar las gracias a todos los hermanos que nos han antecedido, y con sus enseñanzas nos han compartido esta misma noción, como Mabel Katz, por medio del fabuloso Ho’oponopono, que a su vez fue transmitido por la Kahuna Morrnah Simeona (sacerdotisa y maestra que reveló en las cátedras universitarias esta herramienta ancestral del pueblo hawaiano), por el Dr. Ihaleakala Hew Len o por Joe Vitale, quien nos dio a conocer esa historia increíble del hospital siquiátrico de Hawai que cerró por la rehabilitación de sus pacientes, sanados, transmutados por el Dr. Hew Len –mismo hermano que mostró este camino de mudanza a Mabel.

Todos vamos de la mano cuando nos unimos en esta gran cadena de amor y gratitud. Pero fue gracias a Mabel que pude entender, comprender, asimilar y vivenciar este instrumento atávico que nos dice “que aquello que vemos afuera, está más bien dentro nuestro y, por eso mismo, tenemos toda la facultad para transmutarlo”. Es la herramienta que nos permite hacer cambios en nuestras vidas borrando nuestras memorias (de vidas anteriores o de esta encarnación), que quedan alojadas donde nadie las ve, en el inconsciente, pero que se hacen notar siempre a través de dificultades o desafíos de todo tipo a lo largo de nuestra existencia.

La primera vez que escuché la palabra Ho’oponopono fue por el 2010, pero en ese momento en vez de darme la liberación prometida, me produjo lo contrario, me sentía culpable y desdichada por todo lo que veía a mi alrededor; algo no andaba bien en la forma como asimilé la técnica en aquel entonces. Y, como todo aquello que no logramos aprehender con nuestro espíritu, acaba quedando a un lado, hasta que reaparece cuando estamos en sintonía, en la misma frecuencia, y nuestros sentidos se hacen uno solo con su mensaje.

El Método H, como me gusta llamarle, fue reeintroducido en mi vida por mis amadas hermanas Monte y Cleo hace poco más de un año, ellas me dieron ese empujoncito para reencontrarme con el “lo siento, perdóname, gracias, te amo”. Fue entonces cuando me reencontré, en realidad, con Mabel –a través de sus audios, sus palabras y su graciosa energía–, que me guió hasta el Mundo del Agradecimiento, más allá del método, más allá de la responsabilidad del cambiar lo externo, más allá del borrar las memorias.

Me di cuenta de que al dar las gracias, decir gracias y sentir gratitud, era un puente directo de conexión con Dios, Padre-Madre Amor, Universo, Infinito, como lo nombre cada uno. Ese puente, dicho con siete letras, me produjo tal revolución que fue eliminando paulatinamente las madejas enredadas de mi mente, las fue reordenando, hasta ir dejándola alineada con el corazón. Sí, una mente unida al movimiento sempiterno del corazón, ese órgano físico-simbólico de la vida eterna, del cosmos desde su génesis, del amor puro de Dios.

Gratitud

Es algo nuevo para mí en esta encarnación, el darme cuenta de un Estado de Gracia constante. Y tal como la palabra lo indica, gracia, que en latín (Gratia) significa benevolencia y beatitud, proviene, a su vez, del griego (Kháris) que significa resplandor, luz. Y al detenerme en la fascinante inteligencia de la etimología, me maravillo al sentir esa luz, al sentir ese rayo descendiendo sobre mí e invadiéndolo todo. Ya no es simplemente decir “gracias”, es invocar la luz dentro de nosotros para darla al mundo.

Por eso mismo, quiero invitarlos a hacer este ejercicio espiritual de sentir las gracias, de ser uno con esa luz, sin más tareas que la de ser esa luz por un par de segundos, por un par de minutos, por el tiempo que lo deseen. Lo que importa es que se sientan bendecidos. Éste es el mensaje de dar las gracias, el poder reconocer en nosotros y en los demás las dádivas infinitas que nuestra bondadosa divinidad nos obsequia a cada instante, en las manifestaciones más sutiles (como el aire que respiramos, el agua pura que bebemos, el viento que nos refresca) o en las más elaboradas, como cuando damos las gracias por anticipado por el trabajo que nos envían de Arriba; el dinero que nos llegará para cubrir nuestras necesidades o deseos (por qué no); por el compañero que buscamos y sabemos que lo encontraremos, porque ya hemos agradecido de antemano y hemos limpiado los caminos para que todo se nos dé. Y porque nos entregamos por completo a nuestra divinidad, confiando en ella plenamente.

Eso es dar las gracias, reconocer que nuestros amorosos Padre-Madre Amor ya nos han dado todo, porque somos sus hijos, nacimos de ellos y siempre estamos con ellos.

Quiero agradecer, antes de finalizar esta reflexión, con mucho amor a Rosita por toda la fuerza que me dio para compartirles hoy esta experiencia de vida y, a Jorge, por permitirme estar en este lugar tan especial: la Comunidad de la Hermandad Blanca. Gracias, hermanos, por este regalo.

Bendiciones y agradecimiento eterno para todos ustedes,  buscadores de la gracia y del amor.

Tornasol ~  3 de septiembre de 2015

 

 

AUTOR: Tornasol, redactora de la gran familia de hermandadblanca.org

2 comentarios

  1. Tú lo has dicho, querida Lourdes, estamos EN GRACIA cuando damos las gracias… Gracias a ti por haber sintonizado con este mensaje. Te envío un abrazo cariñoso.

  2. LA GRATUTUD, DAR LAS GRACIAS A NUESTRA DIVINIDAD UNIVERSO, NOS LO DEVUELVE TODO EN ABUNDANCIA, Y ESTAMOS EN GRACIA CUANDO DAMOS GRACIAS….GRACIAS POR ENCONTRAR ESTA PAGINA.

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