La Isla Blanca Enseñanzas de Sabiduría Sabiduría Eterna

Rosa (Editora)

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Planos Oceánicos

Las Enseñanzas de Sabiduría explican que la creación es séptuple, cosa que encontramos tanto en el macro-cosmos como en el micro-cosmos. Los siete centros en nosotros reflejan los siete planos de la creación y también los siete reinos de la naturaleza en la tierra. El reino mineral corresponde con el centro de base, el reino vegetal con el centro sacro, y el reino animal con el plexo solar. La humanidad representa el centro laríngeo que está conectado con el lenguaje y el éter. El pensamiento iluminado tiene su asiento en el centro Ajna, la Jerarquía espiritual en el corazón, y el centro espiritual superior del planeta, Shamballa, se corresponde con nuestro centro de la cabeza.

Entre los centros, hay planos de vida que se describen como océanos en los libros del Yoga. En el hombre, estos planos se organizan como uno dentro del otro. Entre el centro de base y el centro sacro se encuentra el mar salado, que forma la base para todo lo que es denso-físico. El consumo abundante de sal ata al hombre a su existencia física. El mar de azúcar está situado entre el centro sacro y el plexo solar. Aquí, la persona se envuelve predominantemente en emociones más que en la verdad. A quienes están en el camino del Yoga se les aconseja consumir poca azúcar para limpiar este plano. Entre el plexo solar y el corazón se encuentra el mar de alcohol. Aquí, el hombre es envenenado por sus propios ideales y piensa que sus ideas son la única verdad. Mucha gente vive con una idea envenenada de Dios, del dinero, del poder, o de la sexualidad. La conciencia humana debe elevarse por encima de esas ideas. En el mar de alcohol, las personas tienden a quedarse dormidas cuando se enfrentan con temas sutiles, espirituales, porque pensar en un cuerpo pesado es cansador. Entre el corazón y el centro laríngeo se encuentra el mar de leche donde impera la luz. La leche limpia los tejidos corporales y le da al cuerpo minerales y vitaminas. No obstante, a consecuencia de los efectos de la civilización, hemos logrado contaminar incluso la leche. El mar de yogur se localiza entre el centro laríngeo y el centro Ajna. Yogur, significa aquí “levemente gelatinoso” y se refiere hasta que punto se ha estabilizado la luz en nosotros. Entre el Ajna y el centro de la cabeza están las aguas del cielo, claras como el cristal, y sobre él se encuentra la Isla Blanca, en medio de todos los mares. Debemos contemplar sobre este plano en la meditación. Con los viajes de nuestros pensamientos, podemos alcanzar la Isla Blanca cerrando los ojos y pensando simplemente en ella. Podemos visualizar la Isla Blanca cada día y, aunque al principio será solamente una idea, eventualmente se convertirá en realidad. El Iniciado, que ha establecido un contacto continuo con ella, puede asistir en la manifestación del futuro.

Sweta Dipa

La Isla Blanca, llamada también Sweta Dipa, es el plano de luz radiante, el séptimo plano de nuestro planeta. En relación con los seres vivos en esta Tierra, es el mundo más elevado, el plano de la existencia pura y del conocimiento perfecto. Existe en nosotros como la conciencia del diamante en el centro de la cabeza. Es el centro solar de nuestra existencia, como el Sol es el centro de nuestro sistema planetario. Nuestra Tierra, tiene también un centro solar que es Shamballa. Cada ser vivo lleva en sí un centro solar, su propia conciencia como YO SOY. Es el centro de su círculo, horizonte, o punto focal. Si meditamos sobre el YO SOY como el Sol dentro de nosotros, podemos darnos cuenta de que el YO SOY en nosotros y YO SOY en el Sol son el mismo. También se llama Atma, al átomo. El término átomo deriva de esta palabra. Atma libera la energía de vida. En el triángulo de Atma-Buddhi-Manas, Atma se refiere a Shamballa, Buddhi a la Jerarquía, y Manas a la humanidad.

Shamballa, la Isla Blanca, es ahora un lugar oculto en el plano etérico del desierto de Gobi, donde sólo tienen entrada los Iniciados. En tiempos antiguos, era una isla de belleza incomparable situada en un lago interior. Al comienzo de los tiempos, los humanos vivían allí en un estado similar al sueño. La fundación de la Jerarquía Espiritual de nuestro planeta también ocurrió en la Isla Blanca; esto sucedió en medio de la tercera raza, cuando los Hijos de la Voluntad y del Yoga nacieron allí de una manera inmaculada, separados del resto de humanidad. Los Puranas dicen que todos los Avatares de Vishnu provinieron originalmente de la Isla Blanca. Conforme a las Enseñanzas de Sabiduría, la Isla Blanca es el único lugar que escapa al destino de destrucción por el fuego o el agua que cae sobre todos los continentes de tiempo en tiempo. Es la tierra original, eterna.

El nombre Gobi deriva de Gopi, que significa “el oculto” o “aquel que lleva un secreto”; y la Isla Blanca es secreta y oculta al ojo mortal. Sanat Kumara, el Señor del Mundo y líder de este ashram, vive allí en el segundo éter. Lo mencionan como el “niño azul.” Azul es “shyama” en Sánscrito y niño es “bala.” Así, de Shyama Bala provino Shamballa.

El Impulso Simiente para el Año

Shamballa es el lugar “donde la Voluntad de Dios es conocida” y nuestro centro de la cabeza está directamente en contacto con el Señor del Mundo. Astrológicamente, este centro se corresponde con Aries. En el curso del año, Aries representa un nuevo comienzo. Desde el inicio de Aries hasta la Luna Llena, Sanat Kumara se alínea con los Círculos Superiores y recibe el Plan para la Tierra. El Plan no es un libro grueso, sino una vibración, un sonido semilla, sobre el cual meditan los Seres en Shamballa. En Tauro, el sonido de la Jerarquía se revela y, en Géminis se transmite a la humanidad. Si podemos descubrir y reconocer el sonido en la cámara interna, podemos trabajar conforme al Plan en silencio todo el año. Así, los meses de Aries a Géminis son de importancia especial. Prestando atención a la cualidad del tiempo y preparándonos de manera apropiada, nos llenamos de energías frescas y de fuerzas vitales de renovación.

En Aries el impulso principal de la nueva fuerza vital se libera con gran energía, la cual destruye formas viejas y abre caminos para las nuevas. Todas las energías para el planeta provenientes de los Círculos Superiores son recibidas por Sanat Kumara en la Isla Blanca. A través del Señor del Mundo, fluye así una corriente enorme de energía de Voluntad que es amortiguada por El y Su equipo para la Jerarquía. Si la corriente de energía fluyera directamente a la Jerarquía o a la humanidad, no podrían soportarla y se quemarían inmediatamente.

Shiva y Ganga

Hay una descripción poética de esto, muy hermosa, en las Enseñanzas de Sabiduría del Oriente. Se dice que Shiva, el Señor de la Voluntad Divina, convoca a Ganga, el flujo de las aguas en el espacio, hacia su cabeza, Shamballa, para bienestar de todos los seres terrenales. En su pelo, él amortigua la energía de la corriente y la transfiere a su corazón. El corazón son los Himalayas, el asiento de la Jerarquía. De las montañas fluye el Ganga, dador de vida, a los seres de los planos y luego al océano. Allí, el dios del Sol la eleva nuevamente. Así, la corriente divina desciende en cuatro niveles, y si el hombre utiliza estas energías sabiamente para beneficio de toda la humanidad, puede ascender al cielo de nuevo. Los rayos del Sol transforman el agua del mar salado y la hace ascender en forma purificada. De esa manera, Ganga vuelve al espacio a través del dios del Sol, sólo para retornar desde allí nuevamente por su amor por la humanidad. Podemos visualizar este camino en nuestra columna vertebral.

El Potencial Humano

Para recibir inspiración de los Seres Superiores, tenemos que cumplimentar los pasos directamente delante de nosotros; de lo contrario, nuestros sueños de la Isla Blanca continuarán sin tener significado. Cada vez que regresamos de un viaje a mundos lejanos de nuestros cuerpos físicos, experimentamos dolor. Se siente como si nos estuvieran comprimiendo dentro de una ropa que nos queda demasiado apretada. Así, cada experiencia de esa clase es maravillosa, pero también difícil. Eventualmente, hay una condición en la que el alma individual se funde con el Alma Universal, la Isla Blanca. El desafío es alcanzar el infinito a partir de la limitación. En tanto y en cuanto la conexión con el infinito se rompa una y otra vez, se nos llamará en la espiritualidad “animales”. Sólo cuando vivimos en lo infinito, somos “hombre” porque éste es el potencial de cada hombre. Cada uno de nosotros lleva dentro esta semilla de la más elevada maestría, la que un día fructificará.

Fuentes utilizadas: K. P. Kumar: Capullos de Sabiduría / Júpiter / Notas de seminarios / E. Krishnamacharya: Astrología Espiritual. The World Teacher Trust / Ediciónes Dhanishta España.

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