La Voz del Silencio: Los siete Portales – Helena Blavatsky

Rosa (Editora)

Helena Petrova Blavatsky ilustación coloreada

Fragmento tercero

Los siete portales

 

“UPADRA”, (l) la elección está hecha; estoy sediento de Sabiduría. Ahora has rasgado el velo puesto ante el Sendero secreto, y me has enseñado el Llana (2) menor. He aquí tu siervo, dispuesto para que le guíes”.

Bien está, Srâvaka. (3)  Prepárate porque tendrás que viajar solo. El Maestro no puede hacer más que indicar el camino. El Sendero es uno solo para todos; los medios para llegar a la meta han de variar según los Peregrinos.

¿Qué escogerás oh tú de corazón intrépido? ¿El Samtan (4) de la «Doctrina del Ojo», la cuádruple Dhyâna,(4) o bien seguir tu camino por las Pâramaitâs, (5) seis en número, nobles puertas de virtud que conducen a Bodhi y a Prajna, el séptimo escalón de la Sabiduría?

El escabroso Sendero de la cuádruple Dhyâna va serpenteando hacia lo alto. Tres veces grande es aquel que sube hasta la empinada cumbre.

Las Pâramíticas alturas encuéntranse cruzadas por un sendero más escarpado todavía. Tienes que luchar disputando tu camino a través de siete Portales, a través de siete fortalezas defendidas por astutos y crueles Poderes, las pasiones encarnadas.

Ten buen ánimo, discípulo; acuérdate de la regla de oro. Una vez hayas pasado por la puerta Strôtâpatti,(6) «el que ha entrado en la corriente»; una vez haya hollado tu pie el lecho de la corriente Nirvánica, en ésta o en alguna vida venidera, no tienes más que otros siete nacimientos ante ti, oh tú de voluntad diamantina.

Mira; ¿qué ves ante tus ojos; oh aspirante a la Sabiduria divina?

«Sobre el abismo de la materia está el manto de tinieblas; entre sus pliegues yo lucho. Bajo la mirada mía vuélvese más denso, Señor; se disipa con el movimiento de tu mano. Una sombra se agita arrastrándose a semejanza de los anillos de la serpiente que se extiende. . . Se agranda, se hincha, y desaparece en las tinieblas».

Es la sombra de ti mismo más allá del Sendero, proyectada en la lobreguez de tus pecados.

«Si, Señor; yo veo el SENDERO; con su base en el cieno y sus cimas perdidas en la gloriosa luz Nirvánica. Y ahora contemplo los cada vez más angostos portales en el áspero y espinoso camino de Gnyana.» (7)

Tú ves bien, lanú. Estos Portales conducen al aspirante, a través de las aguas, «a la otra orilla».(8) Cada Portal tiene una llave de oro que abre su puerta; estas llaves son:

1. DANA, la llave de caridad y de amor inmortal.

2. SHILA, la llave de la armonía en la palabra y acción, la llave que contrabalancea la causa y el efecto, y que no deja ya lugar a la acción kármica.

3. KSHANTI, la dulce paciencia que nada puede alterar.

4. VIRAG’, la indiferencia al placer y al dolor, vencida la ilusión, percíbese la Verdad pura.

5. VIRYA, la energía impertérrita, que desde el cenegal de las terrenas mentiras, lucha abriéndose paso hacia la VERDAD suprema.

6. DHYANA, cuya puerta de oro una vez abierta, conduce al Narjol (9) hacia el reino del eterno Sat y su
contemplación incesante.

7. PRAJNA, cuya llave hace del hombre un dios, constituyéndole en Bôdhisattva, hijo de los Dhyânis.

 

Tales son las llaves de oro de los Portales.

Antes de que puedas acercarte al ultimo Portal, oh forjador de tu libertad, tienes que hacerte dueño de estas pâramitas de perfección, las virtudes trascendentales, en numero de seis y diez, a lo largo del penoso Sendero.

Porque, oh, discípulo, antes que te halles en disposición de encontrarte con tu Preceptor cara a cara, con tu MAESTRO frente a frente, ¿qué se te ha dicho?

Antes que puedas tu acercarte a la primera puerta, tienes que aprender a separar tu cuerpo de tu mente, a disipar la sombra, ya vivir en lo eterno. Para ello has de vivir y alentar en todo, como en ti alienta cuanto ves; has de sentirte residiendo en todas las cosas, ya todas las cosas en el Yo.

No permitirás que tus sentidos hagan de tu mente un sitio de recreo.

No separarás tu ser del SER y de los otros seres; antes sumirás el Océano en la gota, y la gota en el Océano.

Así estarás en perfecta armonía con todo cuanto vive; amarás a los hombres, como si fuesen todos ellos tus compañeros y hermanos, discípulos de un mismo Maestro, hijos de una misma tierna madre.

Los instructores son muchos, el ALMA-MAESTRO (10) es una Alaya, el Alma Universal. Vive en aquel MAESTRO, como SU rayo vive en ti. Vive en tus compañeros, como viven ellos en ÉL.

Antes que puedas tu poner los pies en el umbral del Sendero; antes de cruzar la primera Puerta, tienes que fundir a los dos en el Uno y sacrificar lo personal al YO impersonal, destruyendo así el «sendero» que hay entre los dos: Antaskarana.(11)

 

Debes hallarte preparado para responder al Dharma, la ley inflexible, cuya voz te preguntará al dar tu primer paso, tu paso inicial :

«¿Te has conformado con todas las reglas, oh tú de esperanzas sublimes?»

«¿Has puesto a tono tu corazón y tu mente, con la gran mente y el corazón de la humanidad entera? Porque así como en la rugiente voz del Río sagrado resuenan a manera de ecos los sonidos todos de la Naturaleza, (12) así también el corazón de aquel que pretenda entrar en la corriente, debe vibrar respondiendo a cada suspiro y pensamiento de todo cuanto vive y alienta. »

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Los discípulos pueden compararse a las cuerdas de la Vina, eco del alma; la humanidad a su caja armó­nica; la mano que la pulsa, al soplo melodioso de la GRAN ALMA DEL MUNDO. La cuerda que no responde a la pulsación del Maestro, en dulce armonía con todas las demás, se rompe y se la arroja. Así deben ser las mentes colectivas de los Lanús-Sravakas.

Tienen que estar acordes con la mente del Upadya, unificarse con la Super-Alma, o separarse de una vez

Esto último es lo que hacen los «Hermanos de la Sombra», los destructores de sus almas, la espantable región de los Dag-Dugpa.(13)

 

¿Has puesto a tono tu ser con el gran dolor de la Humanidad, oh candidato a la Luz?

¿Sí…? Entonces puedes entrar. Sin embargo, antes de poner el pie en el triste Sendero de Dolor, es bien que conozcas primero las asechanzas dispuestas en tu camino.

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Armado con la llave de Caridad, de amor y tierna compasión, (14) seguro estás ante la puerta de Dâna, la puerta que haya la entrada del SENDERO.

¡Mira, peregrino feliz! El portal que tienes frente ti es alto y anchuroso: parece de fácil acceso. El ca­mino que lo atraviesa es recto, liso y lleno de verdor. Aseméjase a un claro de sol en las sombrías profun­didades de la selva, es un punto de la tierra reflejado, el paraíso de Amitabha.(15) Ruiseñores de esperanza y aves de irisado plumaje trinan allí, en las verdes enramadas, cantando victoria a los intrépidos peregrinos. Cantan las cinco virtudes de los Bôdhissattvas, la quíntuple fuente del poder Bodhi y los siete escalones del Conocimiento.

¡Pasa adelante! Pues contigo has traído la llave; tú estás seguro.

Hacia la segunda puerta verdece también el camino. Pero es muy escabroso y va serpenteando hacia arriba; sí, hasta la roqueña cúspide. Nieblas grises se cernerán sobre su áspera y peñascosa cima, y más allá todo quedará oscuro. Según va ascendiendo el peregrino, resuena más y más débil en su corazón el canto de esperanza. El estremecimiento de la duda amenaza apoderarse de él; su paso es menos firme.

¡Cuidado con ello, candidato! Precávete del pavor que va extendiéndose, a semejanza de las negras y silenciosas alas del murciélago de la medianoche, entre el claro de luna de tu alma y tu grandiosa meta que allá en lontananza se vislumbra.

El temor, discípulo, mata la voluntad y paraliza toda acción. Si de la virtud Shîla (16) está falto, el pe­regrino tropieza y guijarros kármicos lastiman sus pies en el pedregoso sendero.

Ten seguro el pie, candidato. Baña tu alma en la esencia del Kshanti (17) pues ya te acercas al portal de este nombre, la puerta de fortaleza y paciencia.

No cierres los ojos, no apartes la vista del Dorje; (18) las saetas de Mara hieren siempre al hombre que no ha alcanzado el Virâga.(19)

 

Guárdate de temblar. Con el hálito del miedo se enmohece la llave de Kshanti; la llave enmohecida resiste a abrir la cerradura.

Cuanto más avances, tantos más lazos encontrarán tus pies. El sendero que a la meta conduce está iluminado por una luz única, la luz del arrojo, que arde en el corazón. Cuanto más osa uno, tanto más obtendrá. Cuanto más teme, tanto más palidecerá aquella luz, la única que puede guiarle. Porque así como el último rayo de sol que resplandece en la cumbre de una gran montaña, al desvanecerse va seguido de la negra noche, otro tanto acontece con la luz del corazón. Cuando ésta se extinga, una sombra negra y amenazadora caerá de tu propio corazón sobre el sendero, y el terror clavará en el suelo tus plantas.

Precávete, discípulo, contra esta sombra letal. Ninguna luz irradiada del Espíritu es bastante para disipar las tinieblas del alma inferior, a menos que de ella haya desaparecido todo pensamiento egoísta, y que el peregrino diga: «yo he renunciado a esta forma pasajera; he destruido la causa; las sombras proyectadas, como efectos que son, no pueden existir ya más». Porque ahora ha estallado el grande y último combate, la lucha final entre el Yo Superior y el Inferior. Mira, el campo de batalla mismo se halla ahora absorbido en la gran guerra, y no existe ya.

Pero una vez has pasado la puerta de Kshanti, está dado ya el tercer paso. Tu cuerpo es esclavo tuyo. Prepárate ahora para el cuarto, el Portal de tentaciones que tiende lazos al hombre interno.

 

Antes que puedas aproximarte a la meta, antes de alzar la mano para levantar la aldaba de la cuarta puerta, tienes que haber dominado en tu yo todos los cambios mentales y matado al ejército de sensaciones y de pensamientos, que, sutiles e insidiosos, deslízanse inadvertidos dentro del radiante sagrario del alma.

Si no quieres tú ser matado por ellas, debes hacer inofensivas tus propias creaciones, las hijas de tus pensamientos, invisibles, impalpables, que pululan en torno del género humano, progenie y herederos del hombre y de sus despojos terrenales. Has de considerar la vacuidad de lo aparentemente lleno, la plenitud de lo aparentemente vacío. Mira, intrépido aspirante, al fondo más recóndito de tu propio corazón, y responde. ¿Conoces los poderes del Yo, tú que percibes sombras exteriores?

De no ser así, estás perdido.

Porque en el cuarto Sendero la más leve brisa de pasión o deseo agitará la luz tranquila sobre los muros blancos y limpios del alma. La más ligera oscilación de anhelo o pesadumbre por los ilusorios dones de Maya, en el trayecto del Antaskarana -el sendero que hay entre tu Espíritu y tu yo, el camino real de las sensaciones, rudos despertadores del Ahankara-,(20) un pensamiento cualquiera, tan rápido como el rayo, te hará perder tus tres premios, los premios que has ganado.

Pues sabe que lo ETERNO no conoce cambio alguno.

«Aléjate para siempre de las ocho espantables miserias. De no hacerlo, con seguridad no puedes tú llegar a la sabiduría, ni aun a la liberación», dice el gran Señor, el Tathágata de perfección, «aquel que ha seguido las huellas de sus predecesores».(21)

Rígida y exigente es la virtud del Virâga. Si su sendero quieres ganar, debes mantener tu mente y tus percepciones mucho más libres que antes de matar la acción.

Tienes que saturarte de pura Alaya, llegar a identificarte con el Alma-Pensamiento de la Naturaleza. Aunado con ella, eres invencible; de ella separado, te conviertes en sitio de recreo del Samvriti,(22) origen de todas las ilusiones del mundo.

Todo es impermanente en el hombre, excepto la pura y brillante esencia de Alaya. El hombre es su rayo cristalino; un rayo de luz inmaculada en lo interior, una forma de barro material en la superficie inferior. Aquel rayo es el guía de tu vida y tu verdadero Yo, el Vigilante y Pensador silencioso, la víctima de tu yo inferior. No puede tu alma ser herida
sino a través de tu cuerpo sujeto al error; reprime y domina a los dos, y podrás cruzar seguro la cercana «Puerta de la Balanza».

Ten buen ánimo, osado peregrino que «a la otra orilla» te diriges. No hagas caso de los murmullos de las legiones de Mara; ahuyenta a los tentadores, los aviesos espíritus, los envidiosos Lhamayin (23) del espacio sin límites.

¡Mantente firme! Te acercas ya al Portal del centro, la puerta de Angustia, con sus diez mil asechanzas.

Subyuga tus pensamientos, tú que luchas por la perfección, si pretendes atravesar sus umbrales.

Subyuga tu alma, tú que vas en busca de verdades inmortales si a la meta quieres llegar .

Concentra la mirada de tu alma en la Luz una y pura, en la Luz inmutable y haz uso de tu Llave de oro.

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Ha llegado a tu término la penosa tarea; tus trabajos han casi concluido. Muy poco falta para llegar al otro lado del inmenso abismo que abría sus fauces para tragarte.

Has atravesado ya el foso que rodea la puerta de las humanas pasiones. Has vencido ya a Mara y su legión furiosa.

Has extirpado de tu corazón la podredumbre y lo has sangrado de todo deseo impuro. Mas no ha concluido todavía tu tarea, glorioso combatiente. Construye alto, lanú, el muro que circundará la Isla Santa, (24) el dique que protegerá tu mente del orgullo y de la satisfacción, al pensar en la grande hazaña llevada a cabo.

Un sentimiento de orgullo echaría a perder la obra. Sí, constrúyelo fuerte, no sea que, en su furioso embate, las olas que suben al asalto y baten la orilla desde el océano del gran Mundo de Maya, traguen al peregrino y la isla; sí, aun después de haber conseguido la victoria.

Tu «Isla» es el ciervo, tus pensamientos los galgos que le fatigan y acosan en su carrera hacia la corriente de Vida. ¡Ay del ciervo que es alcanzado por los demonios ladradores antes de llegar al valle del Refugio -Dhyân Mârga- (25) llamado «sendero» del Conocimiento puro!»

Antes que puedas establecerte en el Dhyân Mârga y llamarlo tuyo, tiene que llegar a ser tu alma como el mango maduro, tan dulce y suave como su dorada y brillante pulpa para los dolores ajenos, tan dura como el hueso del fruto para tus propios duelos e infortunios, oh conquistador de Felicidad y Miseria.

Fortalece tu alma contra las asechanzas del Yo, hazla merecedora del nombre de «Alma Diamante».(26)

Porque así como el diamante profundamente sepultado en el palpitante corazón de la tierra, no puede jamás reflejar las luces terrenas, así también tu mente y tu alma, una vez ha penetrado en el Dhyân Mârga, no deben reflejar cosa alguna del ilusorio reino de Maya.

 

Una vez llegado tú a tal estado, los Portales que has de conquistar en el Sendero abren de par en par sus puertas para dejarte franco el paso, y los más formidables poderes de la Naturaleza no tienen fuerza ninguna para detener tu curso. Tú serás dueño del séptuplo Sendero; mas no antes de entonces, oh candidato a pruebas indecibles.

Hasta entonces, te espera un trabajo mucho más arduo; tienes que sentirte a ti mismo TODO PENSAMIENTO, y sin embargo, tienes que desterrar todos los pensamientos de tu alma.

Has de alcanzar una fijeza de mente tal, que ninguna brisa, ni aun el viento impetuoso, puedan lanzar en ella un pensamiento terreno. Así purificado, el sagrario debe estar vacío de toda acción, de todo sonido o luz mundanales; así como cae exánime la mariposa en el umbral, sorprendida por el cierzo helado, así también todos los pensamientos terrenos deben caer muertos ante el templo.

Míralo escrito:

«Antes que la llama de oro pueda arder con una luz inalterable, ha de permanecer la lámpara bien guardada en un lugar al abrigo de todo viento».(27) Expuesto a la variable brisa, oscilará el haz luminoso, y la trémula llama proyectará sombras engañosas, negras y siempre cambiantes sobre el blanco santuario del alma.

Y entonces, oh tú, perseguidor de la Verdad, tu Mente-Alma vendrá a ser a manera de un elefante loco que se enfurece en la selva. Tomando los árboles por enemigos vivientes, perece al intentar herir las sombras siempre mudables, que danzan en el muro de rocas que el sol ilumina.

 

Ten cuidado, no sea que, en su solicitud por el YO, resbale tu alma en el suelo del conocimiento Dévico.

Ten cuidado, no sea que, dando al olvido el YO, pierda tu alma el dominio sobre su temblorosa mente y con ello el derecho al legítimo goce de sus triunfos.

¡Ten cuidado con el cambio! Porque el cambio es tu gran enemigo. Este cambio te vencerá por completo, y te rechazará del Sendero que recorres, hundiéndote en los profundos y cenagosos pantanos de la duda.

Prepárate, y está prevenido con tiempo. Si en la tentativa sucumbes, oh combatiente intrépido, no te descorazones a pesar de ello: sigue luchando, y vuelve de nuevo a la carga una y otra vez.

El guerrero intrépido, perdiendo su preciosa vida con la sangre que fluye a borbotones de sus anchas y abiertas heridas, arremeterá aun contra el enemigo, le arrojará de su fortaleza, y le vencerá antes que él mismo expire. Obrad así, pues, todos vosotros, los que vísteis malograda vuestra empresa y sufrís; obrad como él, y de la fortaleza de vuestra alma arrojad todos vuestros enemigos -ambición, cólera, odio y hasta la sombra misma del deseo-, aun cuando hayáis sucumbido.

No olvides, tú, que por la liberación del hombre peleas, (28) que cada fracaso es triunfo, que cada esfuerzo sincero alcanza con el tiempo su galardón. Los tallos de los santos gérmenes que brotan y se desarrollan invisibles en el alma del discípulo, se robustecen a cada nueva tentativa, dóblanse como juncos, pero jamás se quiebran, ni pueden nunca echarse a perder. Antes bien, florecen cuando llega la hora.(29)

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Pero si tú viniste preparado, no abrigues temor alguno.

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De aquí en adelante es enteramente recto tu cami­no por la puerta Virya, el quinto de los siete Portales. Ahora estás en la vía que conduce al puerto de Dhyâna, el sexto, el portal Bodhi.

 

La puerta Dhydna es como un vaso de alabastro, blanco y diáfano; arde en su interior un áureo fuego inalterable, la llama de Prajna, que emana del Atman.

 

Tú eres aquel vaso.

Tú, tú mismo te has apartado de los objetos de los sentidos; tú has viajado por el «Sendero de visión», por el «Sendero de audición», y te encuentras en la luz del Conocimiento. Tú has llegado ya al estado de Titiksha. (30)

 

Oh Narjol, tú estás en salvo.

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Sabe tú, Conquistador de pecados, que en cuanto un Sowani (31) ha cruzado el séptimo Sendero, la Naturaleza entera se estremece de gozoso temor, y se siente subyugada. La estrella argentina comunica con su centelleo la nueva feliz a las flores nocturnas; el arroyuelo, con el rumor de sus ondas, trasmite la noticia a los guijarros; los bramidos de las oscuras olas del océano lo participarán a las rocas que la marea bate, cubriéndolas de espuma; las perfumadas brisas lo cantarán a los valles, y los majestuosos pinos murmurarán misteriosamente: «Ha aparecido un Maestro, un MAESTRO DEL DÍA».(32)

Yérguese ahora él como blanca columna hacia el Occidente, y sobre su faz el sol naciente del pensa­miento eterno derrama sus primeras y más gloriosas ondas. Su mente, parecida a un mar tranquilo y sin orillas, se extiende por el espacio sin límites. En su potente diestra tiene él la vida y la muerte.

Sí, Él es poderoso. El poder viviente que ha quedado libre en él, aquel poder que es ÉL MISMO, puede elevar el tabernáculo de la ilusión por encima de los dioses, por encima del gran Brahma e Indra. ¡Ahora alcanzará él con seguridad su gran recompensa!

¿No empleará acaso los dones que ésta le confiere, para su propio reposo y bienaventuranza, sus bien ganadas felicidad y gloria, él, el vencedor de la gran Ilusión?

¡No, en manera alguna, oh tú, candidato al oculto saber de la Naturaleza! Si quiere uno seguir las huellas del santo Tathâgata, estos dones y poderes no son para sí mismo.

¿Pretenderás acaso poner un dique a las aguas nacidas en el Sumerú? (33) ¿Torcerás la corriente en tu propio beneficio, o la harás retroceder a su fuente primitiva, a la largo de las sumidades de los ciclos?

Si deseas tú que el raudal del penosamente ganado conocimiento, de la Sabiduría nacida del cielo, sea de aguas dulces y corrientes, no has de permitir que se convierta en cenagosa charca.

Sabe que si quieres llegar a ser cooperador de Amitâbha, la «Edad sin fin», debes, a manera de los Bôdhisattvas gemelos, (34) difundir la luz adquirida sobre toda la extensión de los tres mundos.(35)

Sabe que la corriente del conocimiento sobrehumano y de la sabiduría Dévica que has adquirido, debe, desde ti mismo, canal de Alaya, ser vertida en otro cauce.

Sábelo, Narjol, tú del Sendero secreto: sus frescas y puras aguas tienen que servir para endulzar las olas amargas del océano, aquel inmenso mar de dolores formado de lágrimas humanas.

¡Ah! Una vez hayas venido a ser como la estrella fija en los más altos cielos, desde las profundidades del espacio aquel astro celeste y refulgente ha de brillar para todos, menos para ti mismo: da luz a todos, pero no la tomes de nadie.

¡Ah! En cuanto llegues a ser como la pura nieve de los valles de las montañas, fría e insensible con relación al tacto, cálida y protectora para la semilla que duerme profundamente bajo su seno…, esta es aquella nieve que ha de recibir la helada mordicante, las rachas del norte, protegiendo así de sus afilados y crueles dientes la tierra que guarda la esperada cosecha, la cosecha que alimentará al hambriento.

Condenado por ti mismo a vivir durante los venideros Kalpas,(36) inadvertido para el hombre y sin que te lo agradezcan; incrustado a guisa de piedra entre las otras innumerables piedras que forman el «Muro protector», (37) tal es tu porvenir si pasas por la séptima puerta. Construido por las manos de numerosos Maestros de Compasión, levantado con sus tormentos, cimentado con su sangre, protege a la humanidad desde que el hombre es hombre, protegiéndola contra nuevas miserias y sufrimientos mucho mayores.

Con todo, el hombre no lo ve, ni lo percibirá, ni querrá escuchar la palabra de la Sabiduría… porque no lo conoce.

Pero tú lo has oído, tú lo sabes todo, oh tú de alma ansiosa y sincera… y tú has de escoger. Por lo tanto, atiende aún otra vez.

En el Sendero del Sowán oh Srôtâpatti,(38) tú estás en seguridad. Sí, en aquel Marga (39) en donde no encuentra más que tinieblas el fatigado peregrino; en donde, desgarradas por los espinos y abrojos, las ma­nos gotean sangre y los pies son heridos por enhiestos y agudos pedernales, y en donde Mara esgrime sus más poderosas armas, allí hay un gran galardón, inmediatamente más allá.

Tranquilo e impasible, deslízase el peregrino siguiendo la corriente que conduce al Nirvana. Sabe él que, cuanto más sangren sus pies, tanto más limpio y purificado quedará. Sabe bien que, después de siete nacimientos breves y pasajeros, el Nirvana será suyo.

Tal es el Sendero de Dhyana, el puerto del Yogui, la gloriosa meta anhelada por los Srôtâpattis.

 

No es así cuando él ha cruzado y ganado el Sendero Aryahata.(40)

 

Allí el K/esha (41) queda destruido para siempre, las raíces del Tanha (42) están arrancadas. Pero aguarda, discípulo…Una palabra todavía. ¿Puedes tú aniquilar COMPASIÓN divina? La compasión no es un atributo.
Es la LEY de las LEYES, la Armonía eterna, el YO de Alaya; una esencia universal e infinita, la luz de la eterna Justicia y el concierto de todas las cosas, la ley del Amor perdurable.

Cuanto más te identifiques con ella, fundiendo tu ser en su SER, cuanto más se una tu alma con aque­llo que ES, tanto más te convertirás en COMPASIÓN ABSOLUTA.(43)

Tal es el sendero de Arya, el sendero de los Budas de Perfección.

Por otra parte, ¿cuál es el significado de los rollos de la Escritura sagrada, que te hacen decir las siguientes palabras?

«¡OM! Yo creo que no todos los Arhats logran la dulce fruición del sendero Nirvánico».

«¡OM! Yo creo que no todos los Buddhas (44) entran en el Nirvana-Dharma».(45)

 

«Sí, en el Sendero Arya tú no eres ya un Srôtâpatti; eres un Bôdhisattva.(46) La corriente está ya atravesada.

Verdad es que tú tienes derecho a la vestidura Dharmakaya; pero el Sambhogakaya es el más grande que el Nirvánico, y más grande aún es el Nirmanakaya, el Buddha de Compasión». (47)

Ahora inclina la cabeza, y escucha atentamente, oh Bôdhisattva; habla la Compasión y dice: ¿Puede haber
bienaventuranza cuando todo la que vive ha de sufrir?

¿Te salvarás tú y oirás gemir al mundo entero?»

Has oído ya lo que se ha dicho.

Llegarás al séptimo escalón, y cruzarás la puerta del conocimiento final, pero será tan sólo para desposarte con el dolor: si deseas tú ser Tathagata, sigue las huellas de tu predecesor, muéstrate lleno de abnegación hasta el fin interminable.

Estás ya iluminado. Elige tu camino.

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Contempla la suave luz que inunda el cielo de Oriente. Los cielos y la tierra entonan juntos himnos de alabanza. y de los cuádruples Poderes manifesta­dos, elévase un canto de amor, así del Fuego flamígero, como del Agua fluente, y así de la Tierra de suave perfume, como el Aire impetuoso.

¡Escucha!… Desde el vórtice profundo e insondable de aquella áurea luz en que se baña el Vencedor, elévase la inarticulada voz de la NATURALEZA ENTERA pregonando con mil acentos:

REGOCIJÁOS, HOMBRES DE MYALBA. (48)

UN PEREGRINO HA VUELTO «DE LA OTRA ORILLA»

HA NACIDO UN NUEVO ARHÁN…(49)

PAZ A TODOS LOS SERES. . .(50)

NOTAS

Fragmento primero

1)       La palabra pali Iddhi es sinónima de la voz sánscrita Siddhis, o facultades síquicas, los poderes anormales del hombre. Hay dos clases de Siddhis. Un grupo de ellos comprende las energías síquicas y mentales inferiores, groseras, el otro requiere la más elevada educación de los poderes espirituales. Dice Krishna en el Shrimad Bhagavad: «Aquel que vive consagrado a la práctica del Yoga, que ha subyugado sus sentidos y ha concentrado su mente en mí (Krishna) , es un yogui a quien todos los Siddhis están pronto a servir».

2)       La «Voz insonora», o la «Voz del Silencio». Literalmente, quizá debería leerse: «Voz en el Sonido espiritual» siendo Nada el término equivalente en sánscrito a la palabra Sen-zar.

3)       Dahranâ, la intensa y perfecta concentración de la mente en algún objeto interno, acompañada de una completa abstracción de todas las cosas pertenecientes al universo exterior o al mundo de los sentidos.

4)       «Gran Maestro» es la expresión usada por los lanús o chelas para indicar el «yo superior» de uno. Es el equivalente de Avalokitéswara, y lo mismo que el Adi-Buda de los ocultistas budistas, el ATMAN, el «Yo» (el Yo superior) de los brahmanes, y el CHRISTOS de los antiguos gnósticos.

5)       Alma se usa aquí para expresar el Yo humano o Manas, al que se hace referencia en nuestra división septenaria oculta, con el nombre de «Alma humana» (véase la Doctrina Secreta), para diferenciarla de las Almas espiritual y animal.

6)       «Gran Ilusión» (Maha Maya), el universo objetivo.

7)       La ilusión de la personalidad (Sakkáyaditti), la errónea idea de que «yo soy yo», un hombre o mujer de talo cual nombre, una entidad independiente, en lugar de ser una parte inseparable del Todo.

8)       Attavada, la herejía de la creencia en el Alma, o mejor dicho, en la separatividad del Alma o Yo, del Yo único, universal e infinito.

9)       El Tatwagyani es el «conocedor» o discernidor de los principios de la naturaleza y del hombre; y el Atmagyani es el conocedor del ATMAN, o el YO ÚNICO universal, el Alma del mundo o Espíritu del universo.

10)    Kala Hamsa el Ave o Cisne. (Véanse notas siguientes). Dice el Nada-Bindu: Upanishad (Rig-Veda), traducido por la Sociedad Teosófica de Kumbakonam: «La sílaba A se considera que es su ala derecha ( del ave Hamsa); U, la izquierda; M, la cola, y de Ardha matra (medio metro) se dice que es la cabeza».

11)    La Eternidad, entre los orientales, tiene una significación enteramente distinta de la que tiene entre nosotros. En general se aplica a los Cien años o «Edad» de Brahma, a la duración de un Kalpa, o sea un periodo de 4 320.000.000 de años.

12)    Dice el Nada-Bindu antes citado: «El Yogui que cabalga en el Hamsa (esto es, contempla el AUM), no es afectado por las influencias kármicas o crores (medida india) de pecado».

13)    Abandona la vida de la personalidad física, si quieres vivir en espíritu.

14)    Los tres estados de conciencia, que son: ]agrat, el estado de vigilia; Swapna, el de sueño; y Sushupti, el de sueño profundo. Estas tres condiciones del Yogui conducen a la cuarta, Turya. (Véase la nota siguiente)

15)    Turya, el estado que excede al de sueño sin ensueños, el superior a todos, un estado de elevada conciencia espiritual.

16)    Algunos místicos sánscritos fijan siete planos de existencia, los siete lokas o mundos espirituales, dentro del cuerpo del Kala-Hamsa, el Cisne fuera del Tiempo y del Espacio, convertible en el Cisne en el Tiempo, cuando se convierte en Brahma en lugar de Brahma (neutro).

17)    El mundo fenomenal de los sentidos y de la conciencia terrestre, solamente.

18)    El Vestíbulo de la instrucción probatoria.

19)    La región astral, el mundo psíquico de percepciones supersensibles y de visiones engañosas -el mundo de los médiums-. Es la gran «Serpiente Astral» de Eliphas Levi. Ninguna flor cogida en aquellas regiones ha sido nunca aportada a la tierra sin su serpiente enroscada alrededor del tallo, Es el mundo de la Gran Ilusión.

20)    La región de la plena Conciencia espiritual, más allá de la cual no existe ya peligro alguno para aquel que la ha alcanzado.

21)    El Iniciado, que, por medio del saber que le comunica, conduce al discípulo a su nacimiento segundo o espiritual, es llamado el Padre, Gurú o Maestro.

22)    Agnyana es la ignorancia o no-sabiduría, lo contrario de «conocimiento» (gniana).

23)    Mara, en las religiones exotéricas, es un demonio, un Asura; pero en la filosofía esotérica, es la tentación personificada por los vicios de los hombres, y traducida literalmente la palabra, significa «lo que mata» al alma, Es representado como un Rey (Rey de los Maras), con una corona en la cual brilla una joya con un resplandor tal que ciega a cuantos la miran, figurando, naturalmente, este brillo la fascinación producida por el vicio sobre ciertas naturalezas.

24)    Ilusión.

25)    El «Ígneo Poder» es el Kundalini, (Véanse las notas 27 y 31)

26)    La cámara interna del Corazón, llamada en sánscrito Brahma poori.

27)    «Poder» y «Madre del Mundo» son nombres dados al Kundalini, uno de los místicos «Poderes del Yogui». Es el Buddhi considerado como principio activo en lugar de pasivo, como lo es generalmente cuando se le considera como simple vehículo o estuche del Espíritu Supremo, ATMA. Es una fuerza electro-espiritual, una potencia creadora, que una vez despertada su actividad, puede matar tan fácilmente como puede crear.

28)    Keshara, o «paseante del cielo» o «el que va al cielo». Según se expone en el 6to Adhyaya del rey de los tratados místicos. El Dhyaneswari, el cuerpo del Yogui, se vuelve como formado de aire; como «una nube de la cual han brotado miembros», después de lo cual «él (el Yogui) ve las cosas existentes más allá de los mares y de las estrellas; oye y comprende el lenguaje de los Devas (dioses) y percibe lo que pasa en la
mente de la hormiga».

29)    El YO superior.

30)    La Vina es un instrumento de cuerda indo, parecido al laúd.

31)    Los seis Principios que constituyen el hombre; alusión a cuando la personalidad inferior es aniquilada, y la individualidad interna se sume y pierde en el Séptimo, o sea el Espíritu (ATMAN).

32)    El discípulo se unifica con Brahma o el ATMAN.

33)    La forma astral producida por el principio Kámico, el Kama Rupa, o cuerpo de deseo.

34)    Manasa rupa. Así como el Kama Rupa se refiere al yo astral, o personal, el Manasa rupa se relaciona con la individualidad o Yo que se reencarna, cuya conciencia en nuestro plano, o sea el Manas inferior, tiene que ser paralizada.

35)    Kundalini, el «Poder serpentino» o fuego místico. Es denominado poder «serpentino» o anular, por razón de su modo de obrar o de su progreso en espiral, en el cuerpo del asceta que desarrolla en sí mismo tal poder. Es una fuerza eléctrica, ígnea, oculta o Fohática, la grande energía primordial, que existe en el fondo de toda materia orgánica e inorgánica.

36)    Este Sendero se halla mencionado en todos los tratados místicos, Como dice Krishna en el Dhyaneswari: «Cuando este Sendero es percibido… ya parta uno hacia las magnificencias del Oriente o en dirección de las cámaras del Occidente, sin moverse, oh. tú que empuñas el arco. está el viajero en este camino, En este Sendero, a cualquier lugar adonde uno quiere ir, aquel lugar se convierte en el propio yo de uno mismo». «Tú eres el Sendero, se le dice al adepto gurú, y este último lo dice al discípulo después de la iniciación.» «yo soy el camino y la vía», dice otro MAESTRO»,

37)    El adaptado, «la flor de Bodhisattwa».

38)    Iniciado del grado superior.

39)    Tanha, <la voluntad de vivir», el temor a la muerte y el amor a la vida, la fuerza o energía que es causa de los renacimientos.

40)    Karma. La ley de causa y efecto de causalidad ética, que da a cada uno su merecido, tanto por sus buenas como por sus malas acciones (ley de Retribución}.

41)    Se refiere al deseo de repetir los actos y sensaciones que han sido ya vividos y de los que se alcanzó la experiencia. (N E.)

42)    La cámara interna del Corazón.

43)    Estos místicos sonidos, o sea la melodía que oye el asceta en los comienzos de su ciclo de meditación, son llamados Anâhad-shabd por los Yoguis.

44)    Esto significa que en el sexto grado de desarrollo, que en el sistema oculto es el Dhâranâ, cada sentido, como facultad individual, ha de ser «muerto» ( o paralizado) en este plano, pasando al Séptimo sentido, el más espiritual, y sumiéndose en él.

45)    Véanse notas anteriores.

46)    Cada grado de desarrollo esta simbolizado en el Raja Yoga por una figura geométrica. La de que se trata aquí es el Triángulo sagrado, y precede al Dhâranâ. El triángulo es el signo de los chelas superiores, al paso que otra especie de triángulo es el de los altos Iniciados. Es el símbolo «I» de que habla Buddha, y es empleado por él como emblema de la forma encarnada de Tathâgata (Buddha) cuando se ha sustraído a los
tres métodos del Pragna. Una vez superados los grados preliminares e inferiores, el discípulo ya no ve el triángulo, sino el …, abreviatura del … el Septenario completo. No se expresa aquí su verdadera forma, pues casi con seguridad se apoderarían de ella algunos charlatanes y la profanarían usándola para fines ilícitos.

47)    La estrella que arde encima de la cabeza, es «la estrella de la Iniciación». La señal de casta de los Saivas, o devotos de la secta de Siva, el gran patrono de todos los Yoguis, es una marca negra redonda, símbolo del Sol ahora: quizá, pero el de la estrella de la Iniciación, en Ocultismo, en los tiempos antiguos.

48)    La base {Upadhi) de la «LLAMA», siempre inasequible, en tanto que el asceta se halla aún en esta vida.

49)    Dhyâna, el penúltimo grado en esta tierra, a no ser que se convierta uno en MAHATMA completo. Conforme se ha dicho ya, en tal estado el Raja Yogui permanece todavía espiritualmente consciente del Yo y de la operación de sus principios superiores. Un paso más, y se encontrará en el plano más allá del Séptimo, o cuarto, según ciertas escuelas, Estas últimas, después de la práctica del Pratyehara (proceso de
educación preliminar que tiene por objeto dominar la mente y los pensamientos de uno) , cuentan el Dhàsena, el Dhyana y el Samadhi, comprendiendo a los tres bajo el nombre genérico de SANNYAMA.

50)    El Samadhi es el estado en el cual el asceta pierde la conciencia de cada individualidad, incluso la suya propia, Él se convierte en el TODO.

51)    Los «cuatro modos de Verdad», en el Budismo del norte, son; Ku, «sufrimiento o miseria» ; Tu, el conjunto de las tentaciones» ; Mu, «su destrucción», y Tau, el «sendero». Los «cinco obstáculos» son; el conocimiento de la miseria, la verdad respecto a la fragilidad humana, los refrenamientos penosos, y la absoluta necesidad de arrancarse a todos los lazos de la pasión y aun de los deseos. El «Sendero de
Salvación» es el último.

52)    En el portal de la «asamblea» está el Rey de los Maras, el «Waha Mara, intentando deslumbrar al candidato con el resplandor de su «joya».

53)    Este es el cuatro «Sendero» de los cinco senderos del renacimiento, que conducen e impelen de un lado a otro a todos los seres humanos, llevándolos a continuos estados de tristeza y alegría, Estos «senderos» no son más que subdivisiones del Único, el Sendero seguido por el K arma.

 

Fragmento segundo

 

1)       Las dos escuelas de la doctrina de Buddha, la esotérica y la exotérica, son llamadas respectivamente: Doctrina del
«Corazón» y Doctrina del «Ojo». Bodhidharma (un gran Arhat) las denominó en la China (desde donde llegaron los
nombres al Tíbet) Tsung-men (escuela esotérica) y Kiau-men (escuela exotérica), La primera es llamada así por razón de ser las enseñanzas emanadas del corazón de Gautama Buddha; mientras que la doctrina del “Ojo” fue obra de su cabeza o cerebro. La «Doctrina del Corazón» es denominada también “sello de verdad” o “verdadero sello”, símbolo que se encuentra encabezando casi todas las obras esotéricas.

2)       “Arbol del Conocimiento” es un título con el cual los que siguen el Bodhidharma {Religión de la Sabiduría) designan a aquellos que han alcanzado las alturas del conocimiento místico, esto es, los Adeptos. Nagarjuna, fundador de la Escuela Madhyamka, era llamado «Árbol Dragón», por ser el Dragón el emblema de la Sabiduría y del Conocimiento. El árbol es objeto de veneración porque bajo el Arbol Bodhi (Sabiduría) fue donde Buddha recibió su nacimiento y la iluminación, predicó su primer sermón, y murió.

3)       El «Corazón Secreto» es la doctrina esotérica.

4)       Alaya es el «ALMA-MAESTRO», el Alma Universal o Atman, de la que cada hombre tiene en sí mismo un rayo, con la cual puede identificarse y en la cual puede sumirse.

5)       «Alma Diamante» (Vajrasattva), es un título del Buddha Supremo, el «Señor de todos los misterios, llamado Vajradhara y Adi-Buddha.

6)       SAT, la única eterna y absoluta Realidad y Verdad, siendo ilusión todo lo demás.

7)       Este pasaje es de la doctrina Shin-Sien, la cual enseña que la mente humana es como un espejo que atrae y
refleja cada átomo de polvo, y que ha de ser, lo mismo que el espejo, vigilada y despolvoreada todos los días. Shin-Sien fue el sexto Patriarca del Norte de la China, que enseñó la doctrina esotérica de Bodhidharma.

8)       El Yo que se reencarna es llamado por los Buddhistas del norte el «hombre verdadero» que, en unión con su Yo superior, se convierte en Buddha.

9)       Buddha. significa “Iluminado”.

10)   El Buddhismo exotérico de las masas.

11)   Ésta es la fórmula usual que precede a las Escrituras Búddhicas, significando que lo que sigue ha sido recogido por tradición oral directa de Buddha y de los Arhats.

12)   Inmortalidad.

13)   Arhán o Arhat: Iniciado del grado superior.

14)   Rathapala el gran Arhat, trata de esta suerte a su padre en la leyenda llamada Rathapâla Sûtrassane. Pero, como todas estas leyendas son alegóricas ( por ejemplo: el padre de Rathapâla tiene una casa con siete puertas) , de ahí el reproche que se dirige a aquellos que las aceptan al pie de la letra.

 

15)   Ascetas brahmánicos.

 

16)   El YO que se reencarna.

 

17)   Doctrina, Ley, Deber.

 

18)   La Sabiduría verdadera, divina.

 

19)   El Himalaya.

 

20)   El « yo superior».

 

21)   Nuestro cuerpo físico es denominado «Sombra» en las escuelas de Misticismo.

 

22)   Buddha.

 

23)   Anacoreta que se retira al desierto y vive en una selva cuando se convierte en Yogui.

 

24)   Julai, nombre chino de Tathagata, título aplicado a todos los Buddhas.

 

25)   Todas las tradiciones del Norte y del Sur concuerdan en presentar a Buddha abandonando su soledad tan pronto como hubo resuelto el problema de la vida (o sea, en cuanto recibió la iluminación interior) , y enseñando públicamente a la humanidad.

 

26)   Cada YO espiritual es un rayo de un «Espíritu Planetario», según la enseñanza esotérica.

27)   Los cuerpos físicos, o «personalidades», son denominados «sombras», y como tales, son efímeros.

28)   La mente (Manas), el principio pensante o YO del hombre, tiene conexión con el «Conocimiento» mismo, puesto que los Yos humanos son llamados Manasa-putras, los hijos de la Mente (universal).

29)   Véase nota 47 de la tercera parte.

30)   Idem.

31)   La vestidura Shangna, de Shangnavesu de Rajagriha, el tercer gran Arhat o «Patriarca», como denominan los orientalistas a la jerarquía de los treinta y tres Arhats que difundieron el Buddhismo. La «vestidura, Shangna» significa, metafóricamente, la adquisición de la Sabiduría, mediante la cual se entra en el Nirvana de: destrucción [de la personalidad]. Literalmente, la «vestidura de iniciación de los neófitos». Dice Edkins que este «tejido de hierba» fue importado del Tíbet a la China bajo la dinastía Tong, «Cuando nace un Arhán se encuentra esta planta brotando en un paraje puro», dice la leyenda china, como también la tibetana.

32)   «Practicar el Sendero Paramita» significa convertirse en un Yogui con intención de llegar a ser un asceta.

33)   «Mañana» significa el renacimiento o reencarnación siguiente.

34)   Preceptos de la Escuela Prasanga.

35)   «Gran Jornada o Viaje». El cielo total, completo de existencias en una “Ronda”.

36)   Véase nota 40 de la primera parte.

37)   Siddhis, facultades síquicas, los poderes anormales del hombre.

38)   Marte. En la astrología tibetana está simbolizado este planeta por un «Ojo».

39)   Mercurio. Simbolizado por una «Mano».

40)   El Sol, en la astrología tibetana

41)   Buddha.

42)   Strôtâpatti, o sea «el que entra en la corriente» del Nirvana; a no ser que llegue a la meta por alguna razón excepcional, es muy raro que alcance el Nirvana en una sola encarnación. En general, se dice que el Chela empieza el esfuerzo ascendente en una vida, y que no lo termina o llega a su fin sino en su séptima encarnación siguiente.

43)   Entiéndase el «Yo» personal inferior.

44)   Los Tirthikas son sectarios Brahmánicos que viven «más allá» del Himalaya, y son llamados «infieles» por los Buddhistas de la región o tierra sagrada, el Tíbet; y viceversa.

45)   El Tíbet.

46)   Visión sin límites, o vista síquica, sobrehumana, Créese que el Arhán lo «ve» y conoce todo, tanto a distancia como sobre el terreno.

47)   Véase nota 31 de esta parte.

48)   El «viviente» es el Yo superior, inmortal; y el «muerto», el Yo inferior, personal.

49)   Véase la 3a. parte, nota 47.

50)   La «Vida Secreta» es el vivir como un Nirmanakaya.

51)   El «Sendero Patente» y el «Sendero Secreto». El primero es el que se enseña al laico, el exotérico y generalmente aceptado; y el segundo es el sendero oculto, cuya naturaleza se declara en la iniciación.

52)   Los hombres que ignoran la Sabiduría y las verdades esotéricas, son calificados de «muertos vivientes».

53)   Véase la 3a. parte, nota 47.

54)   Los Pratyêka-Buddhas son aquellos Bodhisattvas que pugnan por conseguir -y con frecuencia la consiguen- la vestidura Dharmak8.ya después de una serie de existencias. Inquietándose muy poco por los sufrimientos de la humanidad y por ayudarla, y atendiendo únicamente a su propia bienaventuranza,entran en el Nirvana, y desaparecen de la vista y del corazón de los hombres. En el Budismo del Norte, “Pratyêka-Buddha” es sinónimo de Egoísmo espiritual.

Fragmento tercero

1)       Upâdya es el preceptor espiritual o Gurú. Los Buddhistas del Norte escogen tales maestros generalmente entre los Narjol, hombres santos, versados en el Gótrabhu-gnyâna y en el Gnyâna-dassana-suddhi, maestros de Sabiduría Secreta.

2)       Yâna significa vehículo; así Mahâyana es el «Gran Vehículo» e Hinayâna el «Vehículo menor», designándose con estos dos nombres dos escuelas de estudio religioso y filosófico en el Buddhismo del Norte.

3)       Srâvaka (de la raíz Sru), «oyente», o sea el estudiante que asiste a las enseñanzas religiosas. Cuando de la teoría pasan los oyentes a la práctica del ascetismo, se convierten en Sramanas, «practicantes» (de Srama, acción).

4)       Samtan (tibetano) es lo mismo que Dhyâna (sánscrito), o sea el estado de meditación, de la cual hay cuatro grados.

5)       Pâramitas, las seis virtudes trascendentales; para los sacerdotes hay diez.

6)       Srôtâpatti; literalmente, «el que ha entrado en la corriente» que conduce al océano Nirvánico. Este nombre indica el primer Sendero, El nombre del segundo es Sendero de Sakridagâmin, «el que recibirá nacimiento (sólo) una vez más». El tercero se llama Anagâmin, «el que no se reencarnará más», a no ser que lo desee con el objeto de auxiliar a la humanidad. El cuarto Sendero es conocido con el nombre de Rahat o Arhat, y es el más elevado. El Arhat ve el Nirvana durante su vida; para él no hay ningún estado post mortem, sino el Samadhi, durante el cual experimenta él toda la bienaventuranza Nirvánica. Cuán poco puede uno fiarse de los orientalistas en lo referente a la exactitud y significación real de las palabras, lo demuestra el caso de tres pretendidas autoridades. Así, los cuatro nombres que acabamos de explicar, R. Spence Hardy los expone del modo siguiente: l) Sowân; 2) Sakradâgâmi; 3) Anâ gâmi, y 4) Ayra. El Reverendo J, Edkins los expone así: 1) Strôtâpâna; 2) Sagardagman; 3) Anârgânim, y 4) Ahran. Schlagintweit los expresa a su vez de un modo diferente, dando además cada uno de ellos una nueva y distinta variación del significado de las palabras.

7)       Conocimiento, sabiduría, ciencia.

8)       «Llegar a la orilla» es, entre los Buddhistas del norte, equivalente a alcanzar el Nirvana por medio de la práctica de las seis y diez Pâramitas ( virtudes) .

9)       Santo, Adepto.

10)    El «ALMA MAESTRO» es Alaya, el Alma Universal o Atman, de la que cada hombre tiene en sí mismo un rayo, con la cual puede identificarse y en la cual puede sumirse.

11)    Antaskarana o Antahkarana es el Manas inferior, el Sendero de comunicación o de comunión entre la personalidad y el Manas superior o Alma humana. En el acto de la muerte, se destruye como Sendero o medio de comunicación, y sus restos sobreviven en una forma tal como el Kamarupa, la «cáscara».

12)    Los Buddhistas del norte, y en realidad todos los chinos encuentran en el profundo rumor de los grandes y sagrados ríos la tónica o nota fundamental de la Naturaleza, y de ahí la comparación. Es un hecho bien conocido en Física, lo mismo que en Ocultismo, el que la resultante o combinación de los sonidos de la Naturaleza (tal como se oye en el rumor de los grandes ríos, el ruido que producen al balancearse las copas
de los árboles en los extensos bosques, o el de una ciudad a distancia) forma una definida nota única de tonalidad perfectamente apreciable. Esto lo demuestran los físicos y los músicos. Así es que el profesor Rice, en su Música china, afirma que los chinos han reconocido este hecho millares de años ha, diciendo que «las aguas del Hoang-ho, al pasar corriendo, entonaban el Kung, llamado «el gran tono» en la música china; y demuestra que dicho tono corresponde al Fa, «nota considerada por los físicos modernos como la tónica actual de la naturaleza». También hace mención de lo mismo el profesor B. Silliman en sus Principios de Física, diciendo: «esta nota se cree ser el Fa del medio del piano; pudiendo, por tanto, ser considerada como la tónica de la Naturaleza».

13)    Los Dugpas o Bhons, la secta de los «Casquetes Rojos» son tenidos como los más versados en hechicería. Habitan el Tíbet occidental, el pequeño Tíbet y el Bhután. Todos ellos son Tantrikas (gente que practica la peor forma de la Magia Negra.) Es altamente ridículo ver algunos orientalistas que han visitado las fronteras del Tíbet, tales como Schlagintweit y Ross, confundiendo los ritos y repugnantes prácticas de los
Dugpas con las creencias religiosas de los Lamas orientales, los «Casquetes amarillos», y sus Narjols u hombres santos.

14)    Dâna la llave primera en la enumeración antes expuesta.

15)    Amitabha, el «Inmortal Iluminado», nombre de Gautama Buda.

16)    Shila, «Armonía en la palabra y acción». {Véase la enumeración expuesta de las «llaves de oro»)

17)    Kshanti, «paciencia» ; la tercera llave de oro.

18)    El Dorje es el Varja sánscrito, un arma o instrumento en manos de algunos dioses (los Drogshed tibetanos, los Devas que protegen a los hombres), se le atribuye la virtud oculta de repeler las influencias dañinas purificando el aire ni más ni menos que el ozono en química. Es también un Mudra, posición y actitud adoptadas para la meditación. En resumen, es un emblema de poder sobre las invisibles influencias malignas, sea como posición o sea como talismán. Los Bhons o Dugpas, sin embargo, habiéndose apropiado dicho símbolo, hacen de él un mal uso para ciertos fines de Magia negra. Entre los «Casquetes amarillos» o Gelugpas, es un símbolo de poder, como lo es la Cruz para los cristianos, si bien no es en manera alguna más «supersticioso». Entre los Dugpas, es, como el doble triángulo invertido, el signo de la hechicería.

 

19)    Virâga (la cuarta llave de oro) . Es el sentimiento de indiferencia absoluta respecto al universo objetivo, al placer y al dolor. La palabra «disgusto» no expresa bien su significado, pero se le aproxima.

 

20)    Ahanara, el «yo» o sentimiento de la propia personalidad; el estado o condición de «yo soy».

 

21)    «El que sigue las huellas de sus predecesores» o de «aquellos que llegaron antes que él»: ésta es la verdadera significación del nombre Tathâgata.

 

22)    Samvriti es aquella de las dos verdades que demuestra el carácter ilusorio o vanidad de todas las cosas. En este caso es verdad relativa. La escuela Mahâyana enseña la diferencia entre estas dos verdades: Paramarthasatya y Samvritisatya (Satya, «verdad»). He aquí la manzana de discordia entre los
Madhyâmikas y los Yogâcharyas, negando los primeros, y afirmando los últimos, que cada objeto existe por efecto de una causa precedente o de un encadenamiento. Los Madhyâmikas son los grandes nihilistas y negadores, para quienes todo es parikalpita, ilusión y error, tanto en el mundo del pensamiento y subjetivo, como en el universo objetivo. Los Yogâcharyas son los grandes espiritualistas. Samvriti, por lo tanto, como verdad puramente relativa, es el origen de toda ilusión.

23)    Los Lhamayin son espíritus elementales y malos; espíritus hostiles al hombre y enemigos de él.

24)    El Yo superior, o Yo pensante.

 

25)    Dhyân-Mârga es el «Sendero de Dhyana», literalmente; o sea el Sendero del Conocimiento puro, de Paramârtha o Svasamvedana (en sánscrito), «la reflexión evidente por sí misma, o que se analiza a sí misma».

 

26)    Véase 2a. parte, nota 5. «Alma-Diamante», o Vajradhara, preside sobre los Dhyani-Buddhas.

 

27)    Bhagavad Gita

28)    Alusión a la conocida creencia que reina en Oriente (y también en Occidente, por la cuenta que le tiene) , de que cada nuevo Buddha o Santo es un nuevo soldado del ejército de aquellos que trabajan en favor de la liberación o salvación del género humano. En los países búddhicos del Norte, cada nuevo Bodhisattva, o gran Adepto iniciado, es llamado “libertador de la humanidad” según expresa la doctrina que en dichos países se enseña, que es la de los Nirmanakayas, esto es, aquellos Bodhisattvas que renuncian a su bien merecido Nirvana o a la vestidura Dharmakaya {excluyéndoles el uno y la otra para siempre del mundo de los mortales), con el objeto de ayudar invisiblemente a la humanidad y conducirla finalmente al Paranirvana (o sea, el estado que alcanza la Mónada humana al fin del gran ciclo). La afirmación que hace Schlagintweit en su Buddhismo en el Tíbet, referente a que el Prulpai Ku, o Nirmânakâya, «el cuerpo en que los Buddhas o Bôdhisattvas se aparecen sobre la tierra para enseñar a los hombres», es errónea hasta el absurdo, y nada explica.

29)    Alusión a las pasiones humanas ya los pecados que son aniquilados durante las pruebas del noviciado, y sirven a manera de suelo bien fertilizado en donde los «santos gérmenes» o las semillas de las virtudes de las virtudes trascendentales pueden germinar. Las virtudes, los talentos o dones preexistentes o innatos, son considerados como adquiridos en una existencia anterior. El genio es, sin excepción, un talento o aptitud aportado de otra existencia.

30)    Titiksha es el quinto estado del Raja Yoga, un estado de suprema indiferencia; con sujeción, si es necesario, a lo que se llama «goces y sufrimientos por todos», pero no reportando de una impresión tal, ni placer ni dolor; en una palabra, es llegar a ser física, intelectual y moralmente indiferente e insensible, tanto al placer como al dolor.

31)    Sowani; es el que practica el Sowán, el primer sendero del Dhyan; un Strôtâpatti.

32)    «Día» significa aquí todo un Manvântara, un periodo de duración incalculable.

33)    El monte Merú, la sagrada montaña de los Dioses.

34)    En el simbolismo Buddhista del Norte, se dice de Amitâbha, o «Espacio sin límites» (Parabrahm), que tiene en su paraíso dos Bodhisattvas, Kwan-shi-yin y Tashishi, quienes irradian constantemente luz sobre los tres mundos en que vivieron, incluso el nuestro (véase la nota siguiente), con el objeto de contribuir con tal luz (del conocimiento) a la instrucción de los Yoguis, quienes salvarán hombres a su vez. Su encumbrada posición en el reino de Amitabha, es debida a los actos de compasión llevados a cabo por ambos, como tales Yoguis, cuando vivían en la tierra, dice la alegoría.

35)    Estos tres mundos son los tres planos de existencia: terrestre, astral y espiritual.

36)    Ciclos de edades.

37)    El «Muro Guardián» o «Muro de Protección». Según se enseña, los acumulados esfuerzos de largas generaciones de Yoguis, Santos y Adeptos, y especialmente de Nirmânakâyas, han creado, por decirlo así, en torno de la humanidad, un muro de protección, que la defiende invisiblemente de males todavía peores.

38)    Sowán y Strôtâpatti, son voces sinónimas.

39)    Marga, «sendero».

40)    Del sánscrito Arhat o Arhán.

41)    Klesha es el amor al placer o a los goces mundanos malos o buenos.

42)    Tanha, la voluntad de vivir, que es la causa del renacimiento.

43)    Esta «compasión» no debe ser considerada bajo la misma luz que «Dios, el amor divino» de los teístas. La compasión figura aquí como una ley abstracta e impersonal, cuya naturaleza, siendo la armonía absoluta, es puesta en confusión por la discordia, el sufrimiento y el pecado.

44)    En la fraseología búddh1ca del Norte, todos los grandes Arthats, Adeptos y Santos son llamados Buddhas.

45)    Thegpa Chenpoido, «Mahâyâna Sutra», «lnvocaciones a los Buddhas de Confesión.» Parte la., IV.

46)    El Bôdhisattva, en el orden jerárquico, es inferior al «Buddha perfecto». En el lenguaje esotérico se confunden muchos estos dos términos. Sin embargo, el innato y justo sentimiento popular, por razón de semejante sacrificio de sí mismo, ha colocado, en su respetuosa estimación, al Bôdhisattva en lugar más eminente que al Buddha.

47)    El mismo sentimiento de veneración popular, de que se ha hecho mérito en la nota 15 de la página 65, hace llamar Buddhas de Compasión a aquellos Bôdhisattvas que, habiendo alcanzado el rango de Arhat (o sea, que han atravesado el Sendero cuatro o séptimo), rehusan pasar al estado Nirvánico o «ponerse la vestidura Dharmakaya y pasar a la otra orilla», pues entonces no estaría en su poder el ayudar a la humanidad, aun en lo poco que el Karma permite. Prefieren ellos permanecer invisibles (en Espíritu, por decirlo así) en el
mundo, y contribuir a la salvación de los hombres ejerciendo sobre ellos su influencia para que sigan la buena ley, o lo que es lo mismo, guiándolos por el sendero de la Justicia. Constituye una parte del Buddhismo exotérico del Norte el venerar como Santos a todos estos grandes personajes, y aun dirigirles
oraciones, como hacen los griegos y los católicos con sus santos y patronos; por otra parte, las enseñanzas esotéricas no están en favor de semejante cosa. Hay una gran diferencia entre ambas enseñanzas. El laico exotérico apenas conoce el verdadero significado de la palabra Nirmânakâya, y de ahí la confusión y las poco satisfactorias explicaciones de los orientalistas. Por ejemplo: Schlagintweit cree que el cuerpo Nirmanakaya significa la forma física adoptada por los Buddhas cuando se encarnan en la tierra, «el menos sublime de sus terrenales impedimentos» (véase El Buddhismo en el Tíbet), y toma pie de ello para dar una interpretación enteramente falsa del asunto. La verdadera enseñanza es como sigue: Los tres cuerpos o formas Búddhicos son denominados: l) Nirmânakâya; 2) Sambhogakaya, y 3) Dharmakaya. El primero es aquella forma etérea que adoptaría uno en el momento en que, abandonando su cuerpo físico, apareciese en
su cuerpo astral, poseyendo, por añadidura, todo el conocimiento de un Adepto. El Bodhisattva va desarrollando esta forma en sí mismo, a medida que avanza en el Sendero. Habiendo alcanzado la meta y rehusado la fruición de la recompensa, continúa en la tierra como Adepto; y cuando muere, en lugar
de ir al Nirvana, permanece en aquel cuerpo glorioso que ha tejido para sí mismo, invisible para la humanidad no iniciada, para velar por ella y protegerla. Sambhogakâya (literalmente, «Cuerpo de Compensación»), es lo mismo, pero con el brillo adicional de «tres perfecciones», una de las cuales es la completa obliteración de todo cuanto concierne a la tierra. El Dharmakâya es el cuerpo de un Buddha completo, es decir, no es cuerpo, en modo alguno es tan sólo un soplo ideal; la Conciencia abismada en la Conciencia Universal, o el Alma libre de todo atributo. Una vez Dharmakâya, el Adepto o Buddha, abandona en pos de sí toda relación posible con esta tierra, y aun todo pensamiento con ella ligado. Así es que, para poder auxiliar a la humanidad, el Adepto que ha ganado el derecho al Nirvana, «renuncia al Dharmakâya», según la fraseología mística; no conserva del Sambhogakâya otra cosa que el grande y completo conocimiento, y permanece en su cuerpo Nirmânakâya. La escuela esotérica enseña que Gautama Buddha, con varios de sus Arhats, es un Nirmânakâya de este género, y que no se conoce ninguno que
sea más elevado que él por raz6n de su gran renuncia y sacrificio en bien de la humanidad.

48)    Myalba es nuestra tierra, propiamente llamada «Infierno», y el mayor de todos los infiernos, por la escuela esotérica. La doctrina esotérica no conoce más infierno, o lugar de castigo, que una tierra o un planeta habitado por hombres. El Avitchi es un estado, y no una localidad.

49)    Esto significa que ha nacido un nuevo y adicional Salvador de la humanidad, que conducirá a los hombres al Nirvâna final, después de terminado el ciclo de la vida.

50)    Esta es una de las variantes de la fórmula con que siempre concluye cada tratado, invocación o instrucción. «Paz a todos los seres.» «Bendiciones sobre todo cuanto vive», etcétera.

 La Voz del Silencio: Los siete Portales – Helena Blavatsky

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