Llamado a Despertar de los Árboles de Sequoia canalizadas por Aurelia Louise Jones

Rosa (Editora)


árboles Sequoia

 12 de Julio de 2002, Monte Shasta

Nosotros somos los «Gigantes», los remanentes de una civilización muy antigua que la mayoría de ustedes ha olvidado hace mucho. Los milenios han ido y venido y nosotros aún estamos aquí, en números gradualmente decrecientes, bajo la mano de rapaces leñadores cuya única consideración por nosotros es la cantidad de dinero que pueden sacar de reducir nuestra población día por día.

Como una especie de Inteligencia Dévica colectiva, nuestra presencia a agraciado a este planeta durante millones de años, allá por los tiempos de la mágica Tierra de Pan. Por millones de años, la gente de este planeta ha tenido la mayor admiración y respeto por la belleza y sabiduría que nosotros tenemos y por el profundo sentido de paz y armonía que irradiamos amplia y lejanamente desde los parajes donde habitamos. Quienes tienen la habilidad de comunicarse e interactuar conscientemente con nosotros reciben nuestros dones y el conocimiento que poseemos. Desconocidos para la mayoría de ustedes, tenemos mucho conocimiento y sabiduría para compartir. Algún día, ustedes despertarán a esta realidad y ojalá ustedes hubieran sido más conscientes de quiénes somos y de las importantes contribuciones que hemos hecho a su planeta.

Nosotros vivimos y prosperamos en el antiguo continente de Lemuria, mucho más allá de esta costa occidental. En un tiempo, nuestro espíritu y forma física estaban esparcidos casi por todas partes en este planeta. En este tiempo, somos los únicos sobrevivientes en la superficie de este planeta de la gloria y la belleza que una vez fue. Nosotros somos los historiadores y su vínculo de conexión con sus ancestros, con sus raíces y sus seres-pasados de la civilización Lemuriana y más allá. La gente se ha quejado una y otra vez de que Lemuria se perdió sin dejar rastro. Y nosotros les decimos que estamos aquí, sin ser aún reconocidos. Somos aquellos que hemos sobrevivido a los cambios cataclísmicos que ocurrieron hace 12.000 años; y hemos permanecido aquí en su costa pacífica para su beneficio. ¿Por qué ustedes no nos han reconocido ni han apreciado el gran servicio que nosotros, como especie, hemos ofrecido a su planeta por tantísimo tiempo y el gran servicio que hemos continuado proveyendo a ustedes hasta este mismo día en su costa, a pesar de la gradual y constante destrucción de nuestra especie por parte de su presente civilización inconsciente?

En los millones de años de nuestro servicio a este planeta, ninguna civilización ha buscado nunca eliminarnos tan insensible y cruelmente como la gente estadounidense del Siglo XX lo ha hecho, de la mano de sus gigantes industriales y con el total apoyo de su gobierno. Los gobiernos son responsables de apoyar el beneficio a largo plazo de todos, así como los beneficios de corto plazo, no solamente los beneficios de corto plazo de los cabilderos expoliadores. Por poner unos pocos dólares en las manos de unos pocos, ustedes están eliminando su antigua herencia y destruyendo los Seres que los están protegiendo. Lo que ustedes están haciendo, como analogía, es el equivalente de la historia bíblica que todos ustedes conocen, de uno que negoció todos los maravillosos dones y riqueza de su derecho de nacimiento por un plato de lentejas. También se puede comparar con los perros que muerden la mano que los alimenta y los ama.

Siempre, en todas las regiones y épocas, hemos sido honrados y amados por todos los regalos de la Tierra que hemos sido capaces de distribuír gratuitamente a todos. Muy pocas personas considerarían nunca destruírnos como hoy se hace en este país, ya que ello habría sido considerado un desastre y un pillaje de uno de los más preciosos tesoros de la Tierra. La costa oeste de los Estados Unidos es lo que queda ahora de los últimos antiguos tesoros Lemurianos, y hasta hace más o menos 60 años, miles y miles de acres agraciaban y bendecían la costa oeste de este país. Ahora solamente hay unos exiguos rastros de nosotros dejados aquí y allí «para espectáculo». Toda la belleza del pasado está a punto de irse en nombre de un falso sentido de «progreso» y de ser reemplazada con mucha fealdad. Ustedes están tan lejos en su conciencia de la belleza y los valores verdaderos, que pocos de ustedes siquiera se han dado cuenta. ¿Cuándo invirtieron sus valores?

Aunque la mayoría de nosotros, como especie, hemos sido destruídos por su moderna tecnología y a causa de su falta de consciencia y consideración por los tesoros de esta Tierra, nuestro Espíritu continúa vivo. Cada vez que uno de nosotros perece bajo las sierras mecánicas de los leñadores, el Espíritu del árbol agonizante se va a otra dimensión para una nueva encarnación donde somos amados, honrados y apreciados. Nuestra especie, como una Inteligencia Dévica colectiva, también vive en muchas dimensiones superiores en este planeta y más allá, donde prosperamos y donde los habitantes acogen nuestra presencia y nuestros dones. Vivimos en grandes números dentro de la Tierra, en la Tierra Interna, la Tierra Media y en la ciudades subterráneas de este planeta donde beneficiamos las vidas de los amorosos y sabios seres que residen en esos maravillosos lugares.

¡Ustedes tienen muchísimo más que aprender, mis amigos, de los «valores reales» de la Vida! Si nuestras palabras les parecen duras, tómenlas como un llamado a despertar, una súplica de compasión para todas las otras formas de vida en este planeta que están recibiendo de la humanidad tratamientos equivalentes a los que recibimos nosotros. En últimas, cuando ustedes hayan alcanzado un estado de evolución suficientemente alto para entender las Leyes Eternas De La Unidad con toda la vida, ustedes sabrán que el amor y compasión que entregan a otro, no importa qué forma tenga, ustedes lo están haciendo para su propio beneficio también. Así como ustedes destrozan la Tierra y sus muchos reinos, en últimas, esas energías retornarán a ustedes. Ustedes se convertirán, en sus encarnaciones subsecuentes, en los receptores de sus propios destrozos. Éstas son las inmutables Leyes Cósmicas Del Uno, en las cuales está basada la totalidad de la Creación.

En las sociedades iluminadas, nadie corta nunca nuestros cuerpos en la forma de árboles gigantes para su uso personal (ni para ganancia tampoco) hasta cuando nuestra encarnación en esta forma está completa y nuestro Espíritu ha partido de esa forma. Es solamente entonces cuando se corta la madera con gran respeto y habilidad y se usa para múltiples propósitos. La maravillosa madera que proveemos es también parte de los muchos dones con que dotamos a este planeta. Como regalo de nuestro Espíritu para todos ustedes, nunca se supone que seamos monopolizados por unos pocos gananciosos para ser vendidos por corporaciones industriales multimillonarias que no tienen ni conexión ni Amor por la Naturaleza ni por la Evolución Dévica. Pertenecemos a todos, nadie tiene ningún derecho de «poseernos» ni de «disponer» de nosotros a su placer. Tampoco pueden ustedes reclamar la posesión de una parte de terreno. Por Derecho Divino, toda la Tierra pertenece al cuerpo de su amada Madre Tierra. Ella es soberana. Si piensas que posees un pedazo de terreno o riges alguna tierra, «por mucho» eres solamente el cuidador temporal de esa tierra y eres totalmente responsable de lo que haces con ella, ante los Consejos Superiores. El cuidado de la Tierra y de los animales son iniciaciones evolucionarias mayores en la Senda de la Vida. En todas las sociedades iluminadas, ya que la madera es usada sabia y juiciosamente, hay abundancia para que todos suplan todas sus necesidades sin racionamiento ni escasez.

¿Alguna vez han notado la diferencia en la actividad de huracanes y tornados entre la costa este y la costa oeste? ¿Alguna vez se han preguntado por qué la costa oeste no ha recibido la misma cantidad anual de cataclismos que tan frecuentemente ocurren en la costa este? Es nuestro deseo decirles que la costa oeste se ha ahorrado muchísimas calamidades potenciales cada año debido a «Nuestra Presencia». Nosotros no somos «sólo árboles» como han sido ustedes conducidos a creer en su carencia de conciencia espiritual; somos mucho más que eso. Nuestra forma de árboles solamente es una concha externa, que aloja a nuestro Gran Espíritu. Aunque nuestro Espíritu está encarnado en la forma de árboles gigantes, nuestro Espíritu colectivo es vasto, poderoso, lo abarca todo y es sabio; más allá de su limitada comprensión presente y de su conciencia evolucionaria.

Nosotros, los Árboles de Sequoia, somos los Guardianes y Devas de la costa oeste; y a causa de nuestra presencia allí, nuestro amor y nuestros grandes poderes protectores, a este país se le han evitado muchas calamidades de la naturaleza. Por favor recuerden que los desastres naturales son siempre causados por desequilibrios energéticos en las parrillas de energía de la Tierra provenientes de vórtices de energías discordantes creados y acumulados por el mal uso humano de las energías creativas, pensamiento negativo y carencia de la cualidad de Amor entre todos y hacia todas las otras Formas De Vida. Nosotros somos los armonizadores de la naturaleza donde vivimos; y nuestra influencia irradia amplia y lejanamente. Por siglos, hemos sido capaces de absorber en nuestros cuerpos gigantes muchas de las energías discordantes de ustedes, protegiendo así al hemisferio occidental de las consecuencias de muchos desastres naturales.

Cuando estábamos en mayor número cerca de su litoral y en su costa, éramos mucho más efectivos protegiéndolos de potenciales percances o cataclismos llegando a su costa desde el Océano Pacífico o desde cualquier otra parte. Ahora, con nuestro número siendo reducido tan drástica y diariamente, por la falsa pretensión de «progreso», sin ningún pensamiento ni consideración por quienes somos, por cuál es nuestro papel en esta área de su país; y sin recibir ninguna gratitud por la gran protección que hemos ofrecido a su costa durante tanto tiempo, ésta es nuestra advertencia.

Nuestro número ha sido ahora reducido hasta el punto en que progresivamente es más y más difícil para nosotros continuar proveyendo a la costa oeste la protección que hemos sido capaces de ofrecer hasta ahora; y la protección mucho mayor que ustedes realmente necesitarán en un futuro muy cercano.

Nos gustaría añadir que por la diaria y constante reducción de nuestro número, como ustedes lo han estado ejecutando durante los últimos decenios, ustedes están poniendo seriamente a sus costas, la tierra occidental de los Estados Unidos y a sus habitantes, en un riesgo mucho mayor de severos desastres cataclísmicos. Ustedes, descuidadamente, sin pensar más allá, están destruyendo diariamente a «los Guardianes, los Seres Divinos» que los han estado protegiendo, a sus costas y a su tierra durante eones de tiempo.

Una vez que hayamos sido extinguidos por las hachas y las sierras de quienes nos miran simplemente como signos de dólar, no regresaremos a esta dimensión. Vamos a ir a alguna otra parte a continuar sirviendo, bendiciendo e irradiando nuestros propósitos. El resto de nosotros se reunirá con los millones de nuestra especie que ya han partido. Somos inmortales en nuestras Almas, tal como ustedes lo son. La muerte de nuestros cuerpos será «su gran pérdida» en este país como pronto comprobarán; y una pérdida para la 3ª Dimensión de este Planeta. Si no podemos continuar haciendo aquello por lo cual estamos aquí, nos mudaremos a pasturas más verdes donde reinan el Amor, la Luz y el respeto; y dónde seremos apreciados.

Estamos agradecidos con Aurelia Louise por emplear el tiempo en escuchar nuestro llamado desde lo más recóndito de su corazón y de su Alma; y por tomar nota del urgente mensaje que hemos estado anhelando compartir con la Humanidad durante tanto tiempo, antes de que sea demasiado tarde.

Los hemos acunado con nuestra protección, Amor, sabiduría, nuestra paz, armonía, belleza, madera y oxígeno; y hemos adornado su paisaje durante millones de años en cada una de sus muchas encarnaciones. Ustedes nos conocen como nosotros los conocemos a ustedes. A causa de su caída en tan gran densidad de consciencia; y de la inconsciencia en que se encuentran en este importante tiempo de transición de la Tierra, ustedes han olvidado sus raíces y su ancestro y han olvidado quiénes son verdaderamente. Ustedes ya no reconocen a la Tierra como su Madre, un asombroso Ser Celestial, viviente, respirante; del orden e inteligencia más altos, un Ser que es amado, querido y honrado en todos los planetas de este Sistema Solar, en las muchas galaxias de este Universo y en todos los otros universos más allá de éste. Ella es quien ha patrocinado su evolución personal en el cuerpo de Ella con tan gran Amor, abundancia y nutrición, durante tanto tiempo, absoluta e incondicionalmente, sin importar lo que ustedes han hecho a Su cuerpo. Ella les ha permitido dañar, envenenar y destruír parte de Su cuerpo incontable número de veces, con el fin de ayudarles a forjar la senda evolucionaria de ustedes. Ustedes han rapado sus recursos, drenado Su sangre representada por los aceites dentro de Su cuerpo y matado y mutilado a Sus hijos.

Muchos de ustedes están destruyendo imprudentemente grandes segmentos de tierra y hábitat de los muchos reinos que Ella también aloja en este Planeta junto con la Humanidad evolucionante. Ustedes han sido brutales con Sus inocentes, los del reino animal; y han sido brutales entre sí. Ella considera a todos los seres de sus muchos reinos como Sus hijos, no importa qué forma tengan. Ella los ama igual a todos. Ustedes han olvidado que todos los reinos evolucionando en este planeta, conocidos o desconocidos para ustedes, tienen igual derecho de vivir aquí y compartir este planeta, no importa qué forma tengan. Nunca se le dio dominio a la Humanidad sobre este planeta como pasaporte para destruír y abusar de otros reinos, incluyéndonos. El dominio que le fue dado a la Humanidad fue un pasaporte para aprender el dominio de su propia «naturaleza baja» para retornar a su Divinidad e inocencia originales.

Les estamos enviando hoy un llamado de «SOS» a través de este canal. Hagan lo que puedan para preservar lo que queda de nosotros. El tiempo se está volviendo muy corto. Están ahora muy cerca del tiempo en que necesitarán nuestra protección más que nunca antes. Si ya no hay suficientes de nosotros para proveer la protección que necesitarán durante los cambios de la Tierra que están casi sobre su cabeza en este momento, tendrán entonces que prevenir las consecuencias de sus creaciones kármicas sin el beneficio adicional de nuestra protección. Y entonces, ustedes lo sabrán; y repetimos ¡Ustedes lo sabrán!!! En su Alma estarán llamándonos y será demasiado tarde. Nuestro Espíritu estará viviendo en alguna otra parte, en Tierras de Amor y Aprecio.

Nosotros somos el Espíritu de los Árboles De Sequoia, somos los leales amigos quienes hemos amado y cobijado a todos ustedes durante tanto tiempo. Somos los Sabios Gigantes que han acunado y nutrido todas las civilizaciones en su Planeta desde el mismo comienzo. Somos Devas que tenemos Grandes Poderes y también somos parte del Equipo De Protección para este Planeta.

Somos los fieles servidores de su bendita Madre Tierra.

Tradujo: Jairo Rodríguez R.

http://www.jairorodriguezr.com/

Las Sequoias canalizadas por Aurelia Louise Jones

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