M.T.C. y El Tarot: El Tao De La Justicia

Isabel Vazquez

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El Tao De La Justicia

En el Tarot la Justicia no está ciega, aunque así se la represente. Y es así por muchas razones que se experimentan y vivencian en nuestra sociedad.

Cuando la Justicia brilla con su balanza y su espada en ristre, nos demuestra el desapego que siente ante el rico y el pobre. Ante la diferencias de género.

Su balanza no va ni hacia un lado ni hacia el otro, simplemente se mantiene en perfecto equilibrio para dar Consciencia.

El Yin complementa al Yang; el Yang complementa al Yin, en medio de ellos se halla el Camino, el Tao.

La Justicia puede estar en la Tierra, así como en el Cielo.

Puede nuestra Madre Tierra destruir casas construidas en lugares poco aconsejables, puede volver loco al hombre con sus extraña climatología, pues el hombre ha destruido sus paisajes.

La Justicia es ciega, porque le da igual a quien se enfrente. Todo ha de recuperar su equilibro para que nada se caiga hacia el vacío.

CUANDO EL DINERO HABLA LA JUSTICIA CALLA.

El Arcano VIII cuando se muestra débil y falto de energía, se deja engañar por aquellos que desvalorizan el equilibrio. Aceptan sobornos, chantajes…Y miran hacia otro lado para evitar ver los abusos que sufren los más desvalidos e inocentes.

La Justicia, cuando está en vacío, se deja pisotear, insultar y escupir por los más poderosos y, sí, como cualquier mujer es sodomizada y maltratada sin poder defenderse. Está demasiado débil nuestro sentido de la Justicia.

Pero cuando ésta se ve fuerte, actúa fría y calculadora. No usa los sentimientos, ni mira con los ojos del corazón, pues a la Justicia no le hace falta que le quiten la venda que le han puesto, Ella ve más allá del Alma de las personas, su conocimiento esta en su corazón.

Pero cuando se ha crecido desde la mente racional, no es capaz de ver la situación que rodea al pueblo…Y, mediante leyes frías, echan a las personas de sus casas, sin importarles la edad, la salud, la condición.

La Justicia que no mira al Alma, no es Justicia…

Es Ley, una Dura y Perversa Ley.

Autor: Isabel Vázquez

 

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