Madre María: Dinero y Abundancia ~canalizada por Pamela Kribbe

Jorge Gomez (333)

Madre MaríaJunio 11 de 2014

YO SOY María que os hablo. Hoy, os invito a sumergiros en la energía de este espacio donde se reúnen los Ángeles para aligerar vuestra pesadez y fatiga.

Una vez vosotros mismos habéis sido Ángeles; y en lo profundo aún lo sois. Desde el núcleo de tu Ser corre un canal hasta el Reino Angélico. Los Ángeles representan una gran energía esencial, mucho más fina y gentil que la realidad terrenal, con su densidad y pesadez. Ábrete a esa energía Angélica, que puede parecer tan lejana, pero puede llegar hasta ti a través del tiempo y el espacio infinitos. Tú eres un Ángel en tu corazón.

Permite que la gentileza y la comodidad del Reino Angélico fluyan hacia tu Aura; y que circunden tu cabeza, tus hombros, tu corazón; y se queden allí a descansar. Luego deja que una suave energía rosada fluya a través de tu estómago y tu vientre. Siente que todo lo cansado y pesado en el área de tu estómago y tu vientre, es tocado por ella. Minúsculas chispas de Luz de todos los colores del arco iris danzan por todo tu abdomen y te hacen sentir feliz y despreocupado. Te recuerdan la dimensión intemporal de donde viniste.

Ahora, mientras la energía Angélica fluye a tus caderas y tus muslos, a tus rodillas, pantorrillas y tobillos, pon especial atención a permitir que la energía fluya a través de tus pies. En la mitad de tus pies la energía encuentra una apertura que crea un canal hacia la Tierra. En las profundidades de su Ser, la Tierra también es un Ángel, un bello Ángel ahora incorporado en la Tierra. Siente que este Ángel, que es la Tierra, tiene el enorme poder de sustentarte y proveerte fortaleza, seguridad y estabilidad.

Siente que estás incluído en un círculo de Amor desde la Tierra y desde el Cielo. Permite que esas energías hagan su trabajo y te circunden tranquilamente; y entrégate a ellas. No necesitas trabajar para ellas ni pensar en ellas. Son energías que siempre te acompañan; y ambas te pertenecen. Permite que la sanación fluya a los lugares de tu cuerpo y de tu mente que más necesitan sanación. Y nunca olvides que tú formas parte de esa dimensión libre e intemporal en la cual residen los Ángeles.

Por tu propio Libre Albedrío has venido a la aventura de la vida en la Tierra. Pero cada vez que te sientas pesado, es importante que te retires a esta dimensión intemporal a recordar quién eres realmente y por qué viniste aquí, que es para aprender, para tener aventuras; y para experimentar todas clases de cosas. Ésta está destinada a ser una aventura gozosa.

En el momento en que sientas que ser Humano es demasiado para ti, demasiado agobiante, siéntete libre de volver a saborear esa dimensión Angélica para contento de tu corazón; y allí toma una profunda respiración. No tienes que hacer tanto, puedes abandonar toda la lucha, el esfuerzo, el trabajo; déjalos ir. La intención es que inhales profundamente en ese reino de los Ángeles, para que vuelvas a estar inspirado para establecer aquí mismo en la Tierra, algo de ese Cielo Angélico. Éste es tu trabajo real; y no las muchas preocupaciones, intereses, planes y organización de cosas, que forman parte de estar «ocupado» en la esfera terrenal. No, tu trabajo real es rendirte a la sutiles energías de quien realmente eres, que no estás atado al tiempo ni al espacio. Eso es Trabajo de Luz; y cuando lo hagas, notarás que la vida en la Tierra literalmente se vuelve más ligera, menos pesada.

Hoy exponemos el tema «El Dinero y la Abundancia». Te invito a mirar ese tema desde la perspectiva de tu relación personal con la Tierra. La intención de tu encarnación es que experimentes alegría al estar presente en la Tierra. Tu regalo para la Tierra es que estás aquí, que has venido del Reino Angélico, del Cielo, para revelar y dar tu belleza, tu Amor, tu pureza, a todos los que viven en la Tierra; ése es tu regalo.

La realidad de la Tierra en la que estáis presentes os reconoce, os da la bienvenida y quiere hacer vuestra Senda tan fácil como sea posible, para que podáis irradiar aún más Alegría y Luz. La Tierra quiere apoyaros y sosteneros. A ella le gustaría que aprovecharais las oportunidades que hay aquí para encontrar Felicidad como Seres Humanos, disfrutando todo lo que hay aquí. Frecuentemente atribuís un valor más alto a los dones espirituales con los cuales vinisteis; y subestimáis el valor de estar aquí simplemente disfrutando. Para vosotros, recibir es más difícil que dar.

Me gustaría proveeros una simple visualización en la cual podéis imaginar en qué medida recibís suficiente del reino terrenal. Sólo imagina que hay un tobogán muy largo y alto. Estás sentado en la misma cúspide, que está localizada en el Reino Angélico. Mientras estás allí sentado, también eres un Ángel. Mira tu apariencia. Aún no tienes un cuerpo Humano, pero tienes puesto un vestido de un bello color translúcido. Te sientes libre e igualmente conectado con toda la vida, porque entiendes cada parte de ella desde el interior; y sabes que, pronto, bajarás deslizándote al reino terrenal.

En el momento de tu descenso pueden surgir muchos sentimientos, pero en este momento te pido que te enfoques en el sentimiento de confianza que sientes en lo profundo de tu Ser. Sientes que es bueno ir; y que hacerlo tiene sentido y significado. Imagina que tus manos aún se aferran al tobogán, pero estás a punto de soltarlo… y ahora te sueltas y comienzas a deslizarte hacia abajo. Sientes un poquito de tensión, como la que un niño podría sentir cuando hace algo que da miedo, pero que también es divertido y excitante al mismo tiempo. ¡Y allá vas, estás bajando! Aún no ves un lugar donde aterrizar, sólo te deslizas y te deslizas.

En cierto momento, ves una capa de nubes que vas a tener que atravesar. Se siente un poco atemorizante, pero la «capa de nubes» es realmente el velo que envuelve al mundo tridimensional. Tu descenso es suave y gracioso; así que te deslizas directamente a través del velo, porque no ofreces resistencia. Cada vez desciendes más hacia el reino terrenal; y finalmente llegas a la parte inferior del tobogán. Entonces llega el momento en el cual le dices adiós al reino celestial y entras en la nueva realidad; y encarnas como un bebé.

Pero en el umbral del reino terrenal hay una especie de vigilante, un Ángel que te mira tanto con profunda compasión como con gran seriedad. Hasta el último minuto el Ángel quiere recordarte quién eres; y no quiere que lo olvides. La intensa mirada de ese Ángel instila valor en ti.

El Ángel también te dice algo que tiene que ver con la abundancia en tu vida. Él te da energía en forma de una bolsa llena de oro; y dice: «Esta bolsa con oro te pertenece. Es algo que puedes reclamar y que puedes usar en tu vida para tu disfrute y para crear todo lo que pertenece al trabajo de tu vida. Recibe esta riqueza y sabe que siempre está allí para ti. Puedes reclamarla, porque es parte de ti. ¡Es tu tesoro!» Luego tú sigues tu camino.

Ahora retorna al presente por favor. En esta vida has pasado por muchas cosas; ahora permítenos ver cuánto has reclamado para ti de ese tesoro que te dio el Ángel. Imagina que ante ti ves una bolsa llena de energía dorada; y la abres. Allí, en esta bolsa, está la energía de la abundancia, una riqueza que es más que sólo bienestar material, pero también incluye cosas materiales. La bolsa de oro que está ante ti es una conexión muy visible entre el Cosmos y la Tierra, pero también es una cosa personal; es tu abundancia, tu riqueza.

Prueba para ver si puedes abrir fácilmente la bolsa y si puedes recibir la energía que viene de ella. Mira si puedes permitir que esa energía entre en tus brazos, en tu corazón; y en todo tu Ser. Permite que esa energía dorada te envuelva completamente. Luego pregúntale: «¿Hay algo que yo pueda darme ahora, que previamente me haya negado, algo que yo necesito para vivir con alegría?» Ábrete a lo que ese flujo quiera darte. La abundancia que es tuya te ayuda a cumplir tu misión álmica en la Tierra.

También hay un flujo de dinero que te pertenece. Frecuentemente tienes ideas en tu mente sobre lo que mereces; y sobre lo que no; y eso impide la plenitud del flujo que puede llegar a ti. Continuamente lo mides y lo comparas con el de otras personas, con lo que piden, con lo que obtienen. Pero el punto es que encuentres tu propio flujo.

De hecho, cuando en tu vida hay equilibrio entre dar y recibir, el flujo material sustenta naturalmente al flujo espiritual; están alineados mutuamente. Tú puedes mirarlo de esta manera: Tu parte espiritual necesita apoyo de la Tierra, de la realidad material, para que realmente pueda prosperar aquí. Admite la abundancia material para que puedas incrementar tu energía espiritual, así puede ser más visible y se le permite fluír hacia el mundo; y así puede ser vista por otros y ser una inspiración para ellos. En ese sentido, el dinero y la abundancia material tendrán un efecto positivo en tu entorno, así como en ti.

También puedes ver al dinero puramente como un flujo hacia la manifestación, hacia la expresión física de tu verdadera naturaleza. Si estás expresando tu Luz en la realidad terrenal; y usas el dinero que te llega para ayudarte a hacer eso, puedes cuidarte bien; y también puedes beneficiar a otros. La primera parte no excluye la segunda. Puedes abandonar la vieja imagen del dinero como un medio para incrementar tu poder, para levantarte sobre tus socios Humanos y controlarlos. Puedes cambiar esa vieja manera de usar el dinero; y usarlo en concordancia con el deseo de tu Alma de expresarse en la dimensión terrenal.

No te apartes del dinero ni de la abundancia material, meramente porque es algo de lo que han abusado algunas personas. Eso sería como botar el trigo con la paja. Siente que estás autorizado para reclamar la abundancia material, que estás autorizado tanto para dar como para recibir. Si permites que el oro de tu tesoro fluya hacia tu vida, la manera natural de expresarse tu Alma se hará más poderosa, porque realmente recibe apoyo en un nivel práctico. No temas al dinero, el dinero puede apoyar al «ser» y al «hacer» de tu Alma. El dinero no tiene que ser usado de manera egoísta.

Todos lleváis el peso de una vieja tradición según la cual os enseñaron a suprimir vuestras propias necesidades en favor de las de otros. Y por causa de esa tradición, puedes tener dificultades para recibir plenamente el dinero y la abundancia en tu vida. Trata de verlo de esta manera: Si tienes más, tienes más para compartir. Compartir produce Alegría; y la Alegría crea aún más abundancia. Eso significa que puede haber una espiral muy positiva en atreverte a recibir.

No temas al dinero, confía en tu integridad. Todos los que estáis aquí presentes ya habéis tomado la decisión; y estáis determinados a vivir en la Tierra desde vuestro corazón. Tú no estás aquí para abusar del poder; ya has abandonado esa vieja manera de ser. Consecuentemente, atrévete a estar totalmente aquí como el Ángel que eres; y a recibir plenamente lo que necesitas para irradiar tu Luz. La Tierra necesita con urgencia personas que vivan desde su corazón; y que al mismo tiempo reconozcan sus necesidades humanas y se consideren dignas de recibir abundancia y disfrutar la vida.

Tradujo: Jairo Rodríguez R.

http://www.jairorodriguezr.com/

Madre María: Dinero y Abundancia ~canalizada por Pamela Kribbe

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