Mensaje de Madre Mileila: La estrategia de la conciencia. Por Fernanda Abundes

Geny Castell

Madre Mileila

Bienvenidos a este instante, gozosa de encontrarme con todos ustedes…

Recuerden que muchas veces pensamos en donde radica nuestro pensamiento realmente, quien piensa en el pensamiento por supuesto que ocurre. Muchas veces ustedes comienzan a analizar en donde están las ideas, en donde se encuentran las emociones y de donde vienen aquellas situaciones que se consideran como anhelos o deseos. 

Es importante hablar de la conciencia y es importante hablar de la mente también, entendiendo que se complementa como un solo yo y se convierte entonces en ustedes. Entendiendo a la mente como aquella que es educada desde que vienen a esta Tierra y la conciencia como aquello que se va forjando a través de lo más sublime que se puede tener que es el pensamiento del alma, la verdadera conciencia, entonces. La verdadera conciencia es muchas veces la que los guía al punto exacto en donde tienen que actuar.

 

 

¿Cuál es ese punto exacto de actuación?

 

Es aquel en donde ustedes son verdaderamente los que vienen a aprender; pero sobre todo, donde pueden compartir, entendiendo que cada uno de ustedes viene por un fin específico y distinto; pero no por eso debe de ser distante del resto de los seres que los rodean. Muchas veces tienden a cegarse un poco por aquellas situaciones precisas en lo individual que los hacen ser un tanto egoístas, incluso en las ideas, no sólo en los objetivos. 

 

Es una naturaleza de la mente humana considerar que tiene la razón y adaptar su verdad como única e irrepetible. Entender también que ustedes tratan de modificar las realidades de los otros para que estén conforme a su verdad y esto es un gran punto y un gran evento para la tolerancia.

 

 

¿Por qué surge entonces la tolerancia?

 

¿Por una situación de comodidad de la conciencia respecto de la mente?, ¿por una situación también de equilibrio respecto de las propias situaciones dentro del ser? 

 

Aquella parte de la conciencia, aquella parte de la mente que se empieza a educar cuando ustedes nacen, y no la empiezan a educar precisamente ustedes, sino son los terceros que empiezan a educarla, son aquellos padres -adultos- que dicen: esto sí y esto no. La mente empieza a clasificar situaciones de posibilidad y no; también la conciencia del alma sigue creciendo y sigue identificándose perfectamente con el alma, crece con los seres humanos; pero ¿qué pasa con la conciencia de la mente? que también existe y ¿qué pasa con la conciencia pura del alma?, de pronto chocan, es una lucha constante entre ustedes, entre la parte de lo que puede ser y de lo que ustedes quisieran que fuera. 

Si ustedes pensarán más con la conciencia del alma y no tanto con la posibilidad de la mente, muchas situaciones serían un tanto más sencillas; pero recuerden que la mente tiene su verdad, su conveniente, su situación justa y esto mismo hace que muchas veces estén en una constante lucha con los seres que tienen a su alrededor. 

Una situación viable y en equilibrio es entender que la verdad es de quien la piensa, la realidad es la que todos vivimos; pero cada uno de ustedes tiene la razón. No vivan para acabar verdades, no vivan para imponer sus hechos, vivan para entenderse así mismos y para tratar que con conciencia del alma puedan equilibrar. 

Si luchan para cambiar el pensamiento de los otros, es una batalla un tanto perdida, pueden transformar ciertos hechos; pero es mejor transformarse uno mismo en la manera en cómo ven la realidad de los demás. Cuando ustedes cambian los demás también lo ven y no van a cambiar precisamente porque ustedes lo estén proyectando, sino porque a ellos se les ha proyectado y hay una opción de transformar. 

Todos los cambios trascendentes son desde dentro así que luchar contra una verdad es una batalla perdida, luchar con su verdad para proyectar es la batalla ganada. Todo se siente y todo se percibe, es ahí entonces donde generan una verdadera estrategia, una estrategia de la conciencia. 

Yo estaré trabajando con todos ustedes.

Hasta otro instante… y recuerden que el instante no se puede cuantificar, por lo tanto, sin observar en que momento de la realidad, por siempre ahí disfrutando la eternidad… Feliz

Mensaje canalizado por Fernanda Abundes. (Diciembre de 2016. Puebla México) (madreymaestro@hotmail.com)

Publicado por Geny Castell, redactora de la gran familia de la hermandadblanca.org

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