Reiki: ¿Sanación o curación?

Sanación por imposición de manos reiki

¿SANACIÓN O CURACIÓN?

A menudo me encuentro con personas que buscan «milagros» respecto a sus dolencias o enfermedades. Son personas que acuden a todo tipo de médicos, curanderos, sanadores, etc, en busca de uno al que «le suene la flauta por casualidad» y que pueda conseguirles la desaparición de sus males.

Lo que estas personas desconocen (hasta que llegan a mi consulta, obviamente, porque a mi me gusta dejar este tema ya bien aclarado desde la primera sesión) es que hay una gran diferencia entre lo que significa y supone una curación y lo que significa y supone una sanación:

Incluso desde la medicina convencional hoy sabemos que hay una correspondencia total y absoluta entre nuestros síntomas físicos y nuestra forma de pensar, nuestro estado de ánimo y nuestras creencias. Por lo tanto, de que comprendamos el origen emocional, mental y espiritual de nuestra enfermedad va a depender que tengamos más o menos posibilidades de curación. Es imposible para el cuerpo o la mente lograr cambios si una persona continúa repitiendo los mismos patrones de comportamiento que la han enfermado. Si una persona llegara a entender que es su estilo de vida, su forma de pensar, las creencias que le caracterizan las que le hacen daño, su cuerpo dejaría de producir síntomas.

El concepto de curación se refiere a la desaparición de unos síntomas. Nada más. Uno quiere que dejen de dolerle los huesos, va al médico, sanador o curandero de turno…y éste lo cura. Nótese que en la curación es el profesional quien cura al paciente, que permanece como su nombre indica: PACIENTE, esperando la pastilla, el «hechizo» o el tratamiento que elimine su dolor. Estos casos se dan, Y YO NO VOY A NEGARLO, son lo que llamamos milagros.

Pero los casos más frecuentes no son los milagros. Más aún, un milagro no tiene lugar si no ha existido un proceso previo de sanación en la persona enferma. Una vez que la persona es capaz de aceptarse tal como es, y ver su enfermedad o su situación con amor…la sanación interior y personal sucede…y es cuando lo que llamamos «milagro» tiene lugar en el plano material: la desaparición de unos dolores o síntomas iniciales.

En la sanación, en cambio, el «quid» de la cuestión tiene más que ver con descubrir el originamiento personal de la enfermedad, más allá de solamente sus síntomas, y con la transformación que se produce en una persona cuando reconoce sus creencias limitantes, sus emociones aún no procesadas o su dimensión espiritual. (Por ejemplo, un cáncer sólo desaparece después de un proceso en el que la persona puede perdonarse a si misma o procesar un asunto que la carcomía por dentro, del que no había podido hablar nunca). En estos casos, al cliente en ningún caso se le puede llamar «paciente», puesto que no «pace», ni yace ni permanece esperando, no es un sujeto que «se deja hacer» por el profesional. El CLIENTE es una persona con una limitación o un problema, que se dirige al Terapeuta para que le ayude a encontrar la raíz de los mismos y a poder SANARSE A SÍ MISMO. En la sanación el terapeuta sólo interviene como «iluminador» del proceso personal del cliente y de su situación actual, nunca como sanador desde el punto de vista de «autor de la sanación». En la sanación ES EL CLIENTE QUIEN SE SANA A SÍ MISMO, tras la orientación del Terapeuta a través de la terapia elegida.

Por eso en la mayoría de técnicas de sanación energética como el Reiki se utiliza la canalización de energía existente en el Universo para facilitar el flujo de energía en el cuerpo, además de la conversación posterior o «devolución» al cliente al finalizar su sesión con Reiki. Esta canalización y armonización interna a nivel energético es posible porque somos cuerpos eléctricos o energéticos. La ciencia lo comprueba, por ejemplo, cuando vamos a hacernos un electrocardiograma: lo que nos están midiendo en ese caso son las ondas eléctricas que se producen en el corazón, y sabemos que ondas similares a éstas se pueden medir en un músculo, en el cerebro e incluso a nivel de cada célula.

Pero en Reiki también se promueve la ruptura de los patrones que limitan el crecimiento como persona de nuestro cliente, a través de la «devolución» o conversación con el cliente posterior a la sesión de tratamiento con Reiki. Los bloqueos, resistencias o absorciones energéticas de un cliente en una sesión nos hablan de circunstancias personales que originan los síntomas con los que éste llega a la consulta. Es labor del Terapeuta «devolverle» esta información, ya descodificada, al cliente para que éste pueda ver qué aspectos concretos de su vida están necesitando un cambio. De la actuación del cliente va a depender que, mediante un cambio en su conducta, en sus razonamientos o en su sistema de creencias y valores pueda conseguir sanarse a sí mismo. De esta manera, el artífice real de la sanación es el propio cliente, mientras que el Terapeuta ha de permanecer en un plano meramente acompañante y testigo del proceso de sanación de su cliente.

Recuerda:

Curación = paciente = recibir la salud de manos de otro.

SANACIÓN = CLIENTE = CONSTRUIR TÚ MISM@ TU PROPIA PERSONA, MÁS ALLÁ DE LO QUE SUPONE SIMPLEMENTE RESTABLECER TU SALUD.

¡¡¡ REIKI ES SANACIÓN !!!

IVÁN

Terapeuta de Reiki

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