Sanando Nuestras Relaciones

Gente de todas las razas

“El siguiente segmento tomado de la CARTA 8 de las CARTAS de CRISTO, es necesariamente largo.

Es una sección completa que se explica por sí misma, enseñando y guiándonos por esos momentos difíciles, al ponernos en la piel del otro cuando discordia aparece en escena, relaciones empiezan a desmoronarse, puestas en peligro por los impulsos del ego que no nos permiten ‘ver’ el punto de vista del otro y a empatizar con él.

El seguimiento de esta Enseñanza nos trae no tan sólo nueva Comprensión sino Paz eterna con la persona en cuestión al alcanzar el verdadero Perdón. La sombra en consciencia que produce nuestro pensar egoísta se queda purificada y nueva Luz aparece en nuestra mente y corazón.

Debemos ser muy valientes para poder alcanzar este punto de crecimiento espiritual, pero la nueva Vida que se produce en nuestro interior bien vale la pena pasar por el ‘remordimiento’ que trae la Comprensión más profunda de nosotros mismos y el Amor Compasivo que necesitan y merecen todos los demás.” (comentado por un miembro del CAMINO de CRISTO).

CRISTO continúa:

“Debo dejar claro que mis palabras han sido mal interpretadas en el evangelio. Dije: ‘bienaventurados son aquellos de corazón pacífico porque ellos heredarán la tierra’.

Si contemplas el mundo, verás que aquellos países de ‘corazón pacífico’ prosperan y viven en armonía con sus vecinos. Donde hay alborotos y genocidio, esta turbulencia es la directa manifestación de la ‘consciencia’ de sus habitantes. Tal consciencia destruye a un país y engendra pobreza y enfermedad.

A veces, un país como el Tíbet que adora su propio aislamiento, ritos y creencias espirituales, puede estar ahogándose bajo el peso de sus propias creaciones humana/espirituales. Los habitantes necesitan salir por la fuerza al mundo turbulento para poner a prueba sus creencias. También llevan ‘lo que es real en su pensar’ a otros que están cargados con respuestas magnético-emocionales ante la vida. Han sido el medio, en una pequeña medida, de aliviar el dolor que experimenta la sociedad moderna.

Mientras estás caminando hacia la LUZ, los Reinos Celestiales de la ‘Consciencia Divina’, sin duda tendrás experiencias difíciles y agitadas hasta que alcances tu objetivo verdadero. Experimentarás momentos de maravillosa alegría y momentos cuando el corazón te pesará y tus emociones te arrastrarán por aquí y por allá, porque sentirás que hay una barrera impenetrable entre tú y la Consciencia Divina.

Quizás has oído sobre esos tiempos oscuros de aflicción interior, cuando una persona ya no sabe qué es lo que debe estar haciendo, o dónde debería ir. Luego, de repente, justo cuando este aislamiento espiritual llega a ser inaguantable y el caminante haya entregado su ‘yo’ interior completamente, la Luz iluminará la mente y la persona verá alguna verdad maravillosamente más profunda con respeto a la existencia y percibirá, con más claridad, su FUENTE del SER. Entonces se llenará de alegría porque ‘Dios ha hablado.’

Sí, ‘la VIDA DIVINA’ ha penetrado su consciencia, y la ha elevado para ir a salvo por el camino hasta alcanzar la consciencia espiritual más alta de los Reinos Celestiales – el Reino del Cielo.

Por tanto, el camino hacia adelante es a través de tales momentos de revelación profunda. Estos deben ser atesorados y recordados, o todo el trabajo preliminar del ‘yo’ se perderá y el buscador retrocederá continuamente hacia donde empezó su búsqueda.

La Fe debe ser fuerte en todo momento. Las vacilaciones no valen para nada. Cuando desciendo a vuestros niveles o dimensiones de ‘consciencia’ veo a buscadores de la Verdad serios, elevados durante unas cuantas horas y contando alegremente su experiencia a otros y luego, un poco después, dudan de lo que antes estaban tan seguros de haber recibido. Esto retrasa el proceso del desarrollo espiritual. Estos momentos de duda deben resistirse con fuerza y superarse con la meditación y oración. Pues ¡qué es la DUDA , sino tirar abajo lo que has conocido y creído!

¡ La DUDA es una fuerza de consciencia creativa negativa que se dirige contra la misma experiencia de la ‘VIDA-DIVINA’ que elevó tu espíritu hacia lo alto!

Creas dentro de ti mismo una pequeña guerra entre tu experiencia de la Consciencia Divina y tu ceguera humana. Probablemente destruirás el recuerdo de aquel momento Divino y borrarás todo vestigio de elevación y desarrollo espiritual que te trajo a tu consciencia. Este conflicto te dejará sintiéndote harto y desalentado. Y probablemente nunca te darás cuenta que tú solo y sin ayuda -¡te has provocado esta transformación negativa en tu interior!

La gente que está en el camino espiritual se hace esto a sí misma y trastorna su desarrollo espiritual, nunca para, preguntar qué derecho tiene de recaer en este ejercicio de falta de control.

La gente utiliza la mente imprudentemente, arruinando sus vidas y las vidas de otros con sus pensamientos y palabras que surgen de su impulso egocéntrico. Pues es únicamente la vida de tus pensamientos y tus trastornos emocionales lo que acaba en riñas y caos, no tu cara, cuerpo, manos y piernas, a menos que las discusiones terminen en el abuso físico. Pero incluso el conflicto corporal, tiene su origen en la frustración del ego en la mente y en las emociones, que llega a los miembros para descargar la ira incontrolable.

De esta manera, los matrimonios – y las amistades – empiezan con alegría mutua y al final acaban en desgracia y en mutuo rechazo, porque las personas encuentran imposible canalizar sus impulsos egocéntricos en modos de vida que mantengan el amor en la auto-expresión.

Los padres y los hijos expresan el amor mutuo hasta los años de la adolescencia, y luego el odio entra en escena, que amarga las relaciones cuando los hijos se rebelan contra la autoridad y los padres reaccionan con el abuso pretencioso. De nuevo, no hay necesidad de tal conflicto. Mejor sería que los padres se diesen cuenta de que cada generación lucha para auto-definirse en el mundo adulto y para hacer las cosas de manera más innovadora que sus mayores. ¿Cómo pueden florecer los jóvenes si se les ponen grilletes en un cautiverio adolescente?

Cuando los hijos se convierten en jóvenes adultos esto es un ‘tiempo de crecimiento’ para los padres, que ahora deben prepararse para la siguiente etapa de sus vidas: el uso más inspirado de sus talentos latentes, y luego la vejez, la aceptación de sus locuras y errores pasados y, por fin, una transición pacífica hacia la Luz eterna.

¿Por qué discutir? ¿Por qué pelear? La gente que está totalmente controlada por el ego empiezan a insistir acaloradamente por sus ‘derechos’.

La gente que está espiritualmente madura soluciona los problemas hablándolos con empatía.

¿Qué significa esto en términos humanos? Significa escuchar al otro con el reconocimiento hablado o en silencio, que lo que sentía o siente la otra persona en cierta situación es tan válida y merece tanto respeto como si fueran los sentimientos de uno mismo.

Cuando un enfrentamiento te coge de sorpresa en el cual ninguno de los dos está dispuesto a ceder un ápice de terreno, retírate a solas y tómate el tiempo para reconocer que en lo que estáis ocupados es una ‘batalla de consciencia’. La batalla no es tan sólo el resultado de lo que realmente ocurrió y se decía en el momento de ira; lo que realmente pasó es el resultado de lo que sois los dos – en consciencia.

Esto involucra vuestros antecedentes. El conflicto surge de la personalidad en sí, de la clase de impulso egocéntrico que posee cada persona, de las percepciones básicas de lo correcto e incorrecto, de las actitudes que cada uno tiene hacia los demás y hacia la vida en general. Por tanto, cuando te veas envuelto en un conflicto o enfrentamiento, dile a tu rival que te vas a descansar para parar y aquietar tu mente para poder escuchar con tranquilidad.

Luego – sé muy sabio. Llama a la Consciencia Divina, pide una intervención de la Consciencia Amorosa en la situación.

Intenta entender – y visualizar – que ambos estáis en la presencia de la Luz de la Consciencia Divina , igual en el origen del alma, iguales en vuestro destino, igualmente real, igualmente humano e igualmente único.

Hasta que no puedas meterte de lleno en este entendimiento – este estado mental – todavía no estarás preparado para estar presente en la Luz Divina para resolver amorosamente tu conflicto y tus sentimientos heridos.

Vuelve a tu contrincante y sugiere que debéis encontraros y tener cada uno cinco o diez minutos completos en los cuales tranquilamente y con claridad, poder explicar tu punto de vista, tu percepción de lo que realmente se dijo, sobre lo que se trata realmente en la pelea, de cómo se ofendían los sentimientos, cómo el asunto debe ser resuelto.

Deja que el otro hable primero y de nuevo cede la situación a la Consciencia Divina.

Si hay muchas acusaciones amargas, intenta calmar tu propio ego y quédate absolutamente callado y tranquilo. Esto ayudará enormemente al otro, puesto que sentirá que le estás escuchando. Esto evitará el sentimiento de frustración. Racionalmente comprende que estás ayudando a tu contrincante pero, ¡no te infles por ser superior!

Intenta ver hasta qué punto lo que se está diciendo sobre ti es cierto, sea lo que sea. Si es válido, muérdete la lengua y acéptalo. Estate contento y regocíjate, porque en aquel instante has recibido un momento de visión interior en tu consciencia humana, dándote la oportunidad de deshacerte de una faceta del impulso egocéntrico. Cada vez que puedas deshacerte de un poco del impulso egocéntrico permitirás que tu alma tenga más ‘sitio para respirar’ y que tenga más control activo de tu personalidad. También subes en frecuencias vibratorias de consciencia y te sientes un grado más ligero en tu interior.

De esta manera creces psicológica y espiritualmente.

Escucha los sentimientos del otro. Intenta restringir los tuyos e identifícate con las emociones de tu desafiador. Siente su dolor, su indignación, sus angustias. Aparta las tuyas y siente las suyas.

Pregúntate – qué ocurriría si alguien te hubiera dicho o hecho lo que tú has dicho o hecho al otro, ¿cómo te sentirías? Si puedes dejar a un lado tu ego lo bastante como para poder considerar esto, entonces estarás encaminado hacia la superación de la clase de impulso egocéntrico que pone a ‘uno mismo’ por encima de toda otra consideración y que es incapaz de ver cualquier otro punto de vista.

Antes de hablar, tranquilamente espera en silencio hasta que los diez minutos de tu rival hayan concluido completamente, incluso si acabara antes de tiempo, los dos os quedáis en silencio durante un rato. Reconoce tan agradablemente como puedas, que has oído lo que ha dicho y que puedes comprender por qué está tan disgustado. En aquel instante de auto-control, comprende que te has ganado un mínimo de control sobre ti mismo y que has dado el primer paso para sanar la situación.

Por otra parte, si realmente no has comprendido lo que te ha dicho, entonces estás mentalmente bloqueando algo de lo que te está diciendo, que no quieres oír o recibir. Por tanto de nuevo, tu ego está en control. Contrólalo e invita al otro a explicarse un poco más, y otra vez haz lo mejor que puedas para ponerte en su situación.

Siente su dolor. Entiende su enojo.

Cuando hayas recibido a la otra persona en tu comprensión y la hayas reconocido, sus defensas egocéntricas empezarán a ceder, le verás empezar a relajarse. Ambos os sentiréis mejor.

Habiendo hecho esto con calma, despacio, con cuidado – entonces darás una explicación igual de clara, de como tú te sentías en esas circunstancias. No uses palabras calculadas para humillar a tu rival y así disgustarlo.

Recuerda que:

a) estás haciendo un esfuerzo para controlar tu ego como preludio al amor incondicional.

b) estás trabajando para lograr paz y comprensión entre los dos, no para ganar puntos.

c) tu respuesta no debe acabar en más conflicto a causa de usar palabras que puedan disgustarle más. Si lo haces, entonces tu ego ha ganado el asalto contra ti. Ha perdido tu psique.

Si vivís los dos dentro de las frecuencias espirituales de la consciencia, tu oponente concederá la misma respuesta de escucha, pensamiento y reconocimiento de tu postura como tú se lo hayas hecho; pero si vive plenamente en las frecuencias de consciencia terrenales, puede que tengas dificultades. Quizás siente que intentas ganar puntos al ser ‘santo’ o ‘superior’ o más grande de alguna manera. Tranquilízale, dile que es doloroso estar en conflicto con él. Que simplemente estás probando un método para asegurar que los dos expliquéis vuestro punto de vista, y alcanzar una mutua reconciliación en lugar de una cosa superficial en la que los sentimientos heridos se quedan infectando la mente, corazón y cuerpo.

Los dos deberéis dar al otro el derecho de estar en desacuerdo, con palabras suaves, dando razones válidas por el desacuerdo. Busca la fortaleza dentro de ti mismo para reconocer que tú, como ser humano, no puedes siempre tener la razón puesto que tú, como todos los demás, has nacido con un impulso egocéntrico controlador que te obliga a coger y a defender con fuerza la postura de ‘llevar la voz cantante’. Recuerda que mientras creas que eres el ‘portador de la voz cantante’, él también se lo cree. Humanamente él se cree, al menos, en un nivel igual que el tuyo, si no superior. Sea lo que sea que el ego le hace pensar de sí mismo y su punto de vista, es exactamente lo mismo que lo que tu ego te hace pensar acerca de tus opiniones e ideas.

Cuando puedas traer la Consciencia Divina a la palestra de tu consciencia humana, literalmente habrás recibido – con aceptación compasiva y amor – la realidad humana de cada uno en vuestro interior, se habrá disuelto la negatividad entre los dos y se habrán elevado las frecuencias vibratorias de vuestras consciencias, permitiéndoos sentir más ligero y más vibrante. Puesto que esto dejará a los dos en perfecta paz, ya no hay conflicto. Esto es muy importante para vuestro bienestar.

Sin embargo, si te niegas a escuchar, empatizar y a aceptar con perdón amoroso la ‘verdad’ del otro, el rechazo crea una energía de ‘rechazo – magnético’ emocional que se une y refuerza otros residuos de fuerza energética de rechazo dentro de los campos electromagnéticos de consciencia de todo tu sistema. ‘El magnetismo de rechazo’ merma el magnetismo de adhesión entre las células y comienza a establecer la mala salud.

Este hecho de la existencia es la base de toda la medicina psicosomática. La gente que continuamente culpa y juzga a otros y mantiene la mente totalmente cerrada respecto a su propio papel en el conflicto, al final experimenta algún tipo de crisis radical en su mundo físico o emocional. Si pueden observar y trabajar con esta tendencia de ejercer control, juzgar a otros, exculpándose de toda culpa, y pueden después dar a su ‘alma’ plena maestría en su personalidad, la crisis, sea de la índole que sea, al final desaparecerá por completo.

Si, durante un conflicto con otro das tiempo, espacio y comprensión, encontrando en el otro únicamente terca resistencia en la forma de una afirmación continua de sentimiento de ofensa personal, entonces estás tratando con la ceguera egocéntrica y lo único que se puede hacer es reírse, darse por vencido y marcharse.

Con la condición de que te marches perdonando y comprendiendo su ego controlador, puede que te hayas concedido la derrota, pero has ganado una victoria sobre ti mismo y te has abstenido de introducir vibraciones negativas en tu campo de consciencia.

Lo peor que puedes hacer para promocionar la discordia es decirle a una persona que ‘no debe sentirse así’ o que ‘no quiere decir lo que dice’. Estas dos frases son una crasa violación de su dignidad y del respeto que se debe al otro, y rechazando la ‘realidad humana’ del otro.

Puedes preguntar a otro: ‘¿Realmente crees lo que dices?’ Si la respuesta es ‘sí’ entonces debe ser respetada y la discusión debe continuar desde este punto.

Nunca ignores lo que otro intenta contarte porque no quieres enfrentarte a lo que te está diciendo. Esto es cobardía y otorga puntos a tu ego. Sé valiente y escucha, con los dos oídos abiertos, para recibir la verdad tras las palabras.

Debes aceptar la ‘realidad’ de la persona – estés o no de acuerdo con él – aunque una faceta te cause estupefacción o desagrado. Recuerda que no sabes las plenas circunstancias desde las cuales haya crecido esa consciencia humana a su forma actual. Si juzgas, criticas y condenas de cualquier manera, has erigido una barrera entre tú y aquella persona, que no se derrumbará por mucho que desees pasar por alto todo lo negativo en él para volver a ser amigos en el futuro. Sin saberlo, lo que rechazas de él quedará en tu consciencia como base de discordias futuras que crecerán y al final pesarán más que el afecto. Inconscientemente dirás cosas en el futuro que reflejarán tu subyacente desconfianza secreta o desagrado. En lugar de aceptar sus debilidades con amor y ayudarle a ocuparse de ellas y a superarlas, le pondrás en guardia contra ti y nunca confiará en ti del todo. Tu ego y su ego habrán mantenido una batalla secreta de la cual ninguno de los dos seréis del todo conscientes.

El amor podría convertirse en odio. Recuerda: tu vida es un ESTADO DE CONSCIENCIA en la cual los pensamientos y los sentimientos están depositados como en una caja fuerte. Deja que la aceptación y el amor sean el acero del que está hecha la caja.”

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Valerie Melfi

Encargada de Expansión del CAMINO de CRISTO

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5 comentarios

  1. en todo momento,hay que reconocer,y pedir perdón,las circunstancias,son a veces productos de problemas que se resuelven en paz y armornía,el amor todo lo supera gracias por el mensaje,bendiciones,milli

  2. Que bello mensaje, cuantas cosas por aprender, cuantas cosa que puedo poner en práctica para relacionarme positivamente con los que me rodean y sobre todo, que sencillo me resulta enteder con lo aquí escrito, que puedo vivir en completa paz conmigo mismo y con los demás, sin sacar ventaja de las situaciones que se presenten en mi diario caminar por la vida.

    Gracias por ecompartir tan hermosa reflección y guia para solucionar los conflictos, ya que me servirá para sanar mis relaciones, que Dios te bendiga y que en tu entorno permanezca la abundancia, para seguir compartiendo con amor tu Ser.

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