Sentirse en el hogar en la Tierra por María Magdalena a través de Pamela kribbe

Jorge Gomez (333)

 María-Magdalena en rosa de color rosado

Pamela canaliza a María Magdalena

Traducción del inglés por Sandra Gusella

Queridos amigos, queridos hombres y mujeres:

Me llena de alegría estar con ustedes en esta clara mañana. Somos viejos amigos. Nuestros caminos se han cruzado muchas veces antes en el tiempo y en el espacio. Sientan nuestra vieja amistad; somos parte de la misma familia. Aprecien por un momento este sentimiento de familiaridad, de llegar al Hogar. Simplemente relájense y liberen toda la tensión dentro de ustedes. Visualicen cómo la tensión fluye dentro de la Tierra y es neutralizada. Sientan cómo vuestro cuerpo se relaja y se vuelve más pesado. Reciban la energía sanadora regresando desde la Madre Tierra y dejen que rodee vuestros pies y vuestras piernas y que fluya dentro de vuestra cintura y abdomen. Siéntanse sostenidos por la Tierra; están a salvo.

Sientan el ritmo de la Tierra; es lento y estable. Éste es el ritmo que ustedes buscan. Vuestra alma viene de un reino diferente; y cuando desciende tiene que ajustarse al ritmo de la Tierra. Vuestra alma tiene que habitar en un cuerpo y tiene que aprender a usar una mente, y puede llegar a confundirse debido a esto. El alma está en un camino de aprendizaje. No es solamente ustedes como un ser humano quien está aprendiendo, vuestra alma también está aprendiendo y creciendo.

En vuestra alma ustedes llevan recuerdos dolorosos de estar en la Tierra, y por lo tanto no es evidente para ustedes el hecho de que puedan confiar en la Tierra y rendirse a eso. Puede haber un bloqueo en vuestro cuerpo que les impide relajarse y sentirse seguros aquí. Este bloqueo es una energía, no es algo sólo físico. En realidad, este bloqueo no fue causado por la Tierra, sino por lo que les sucedió a ustedes en el mundo humano: la negatividad que experimentaron aquí, el dolor del rechazo y de no encajar. Esto ha hecho que sea difícil para ustedes sentirse en el hogar aquí.

Quiero hacerles recordar la verdadera naturaleza de la Madre Tierra. Ella misma es un ángel. Piensen en la belleza de los bosques, de los océanos, de las flores. Ésa es la verdadera naturaleza del Ser en la Tierra, y ustedes son parte de esta majestuosa realidad. Ustedes mismos son como una flor, pero una flor no puede abrirse a menos que esté firmemente enraizada. Ustedes tienen que sentirse en el hogar en la Tierra para ser capaces de expresarse, de expresar vuestra luz. Así que ahora los invito a conectarse con la Tierra, el ángel que ella es. Sientan su energía profundamente dentro de vuestro cuerpo; ustedes son su niño y pueden relajarse.

Imaginen que ahora están caminando en un lugar hermoso en la naturaleza. Puede ser un bosque, o cerca del océano, o en el desierto, y hagan que esta visión sea muy real y viva para ustedes. Sientan los elementos de la naturaleza, el viento, el sol, el aire. Sientan la tierra debajo de vuestros pies. Luego siéntense y pongan sus manos en el suelo. Dejen que la Tierra los afecte, que los sane, y que les recuerde vuestro parentesco con ella. Vuestra alma quiere estar aquí, aunque vuestra alma ha sido lastimada en la Tierra, especialmente por el miedo y la lucha que está presente en la sociedad humana. Pero como un ser humano, ustedes también están conectados a la naturaleza y a la armonía y el ritmo que hay ahí. Y si ustedes abrazan a la naturaleza, tanto por fuera como por dentro, claramente pueden escuchar el mensaje de vuestra alma.

Así que aún están sentados en la Tierra. Sientan cómo viene desde abajo una energía hacia ustedes. Ustedes son muy capaces de recibirla, porque ahora están conectados a la Tierra y a su energía. Estas dos energías están destinadas a estar juntas. Dejen que esta energía de vuestra alma brille ahora en ustedes como un sol. Sólo disfrútenlo por un momento.

A menudo, cuando se conectan, o tratan de conectarse con vuestra alma, vuestra mente interfiere. Quieren tener información concreta, práctica sobre vuestra vida. Pero para recibir información real, primero tienen que cambiar vuestra conciencia; porque la necesidad de información, la necesidad de saber qué hacer a menudo surge del miedo. Primero tienen que relajarse completamente y estar en un estado alerta de fantasear o imaginar. Así que ahora entren en ese estado.

Imaginen que son completamente libres, sin ataduras a las leyes de la sociedad humana. Son un ángel, y como una mariposa van de flor en flor. Pregúntense: “¿Qué es lo que me da alegría en mi vida?” No piensen en el resultado que les ofrece, sólo enfóquense en el sentimiento de alegría y en la inspiración. Pueden recibir inspiración de cosas muy simples como dar una caminata o tener un momento tranquilo para ustedes mismos. Es importante que ustedes reconozcan el lenguaje de vuestra alma. No habla con una voz obvia a la cual están acostumbrados. Están acostumbrados a hablarse muy severamente. Se critican mucho. Tienen una imagen mental de cómo deberían ser y constantemente se comparan con eso y sienten que están fallando. Pero de hecho el juzgarse es el problema real. Esta clase de juzgamiento, o este tono de voz, no viene de la naturaleza.

El lenguaje de vuestra alma es muy diferente. Es muy suave. Ofrece sugerencias, pero nunca quiere forzarlos a hacer nada. De modo que pregúntenle a vuestra alma: “¿Qué es lo que necesito ahora mismo?” Y podrían recibir la respuesta como una energía y no necesariamente en palabras. Suelten todas las expectativas. Como un ser humano, vuestros problemas a menudo son provocados por el hecho de que tienen un punto ciego. Tienen algunas creencias persistentes de lo que realmente no son conscientes y vuestra alma quiere que salgan de esas creencias. Esto significa que ustedes tienen que soltar vuestras convicciones más profundas y abrirse a algo enteramente nuevo. Tienen que dejar que vuestra alma los sorprenda.

Entonces siempre que tengan un momento tranquilo y anhelen conectarse con vuestra alma, suelten vuestra mente y conéctense de un modo espontáneo, juguetón. Ése es el modo de la naturaleza. Pueden verlo en todos los animales y en todas las plantas que viven en la Tierra. Ellos alegremente acompañan el ritmo que es de ellos. Ellos no piensan en el futuro, aun así están perfectamente alineados. Ustedes son parte de la Tierra y parte de la naturaleza.

© Pamela Kribbe

www.jeshua.net

Sitio en español:www.jeshua.net/esp

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