Te Acepto y Te Apruebo por Angélica Chouciño

Rosa (Editora)

ser feliz

Siguiendo con el entrenamiento sugerido en mi primer artículo, basado en las enseñanzas de Louise L. Hay, y con la única intención de ayudar a que el mayor número de personas crezca y se desarrolle interiormente, comparto una segunda afirmación que sumada a la primera ya conocida (“Te quiero, te quiero mucho, te quiero de verdad”) supone una mayor valoración de uno mismo y sienta una base más sólida para crear unos fuertes cimientos sobre los que apoyarse.

Esta afirmación es la siguiente: “Te acepto y te apruebo”.

Hay situaciones que nos hacen sentir bien, apoyados, queridos, sumamente aceptados, por ejemplo: cuando respondemos de una forma inteligente y sabia a cualquier pregunta o circunstancia y vemos como otras personas nos sonríen con cara de aprobación; cuando nuestros padres comparten con orgullo nuestros logros con el resto de familiares; cuando nuestro jefe nos da esa “palmadita” en la espalda reconociendo nuestra valía…. Sí, eso es muy importante y nos sentimos grandes,  enormes, gigantescos, pero ¿Qué pasa cuando toda esa gente, todos nuestros seres queridos están en desacuerdo con nuestras ideas, proyectos o actuaciones? …

Seguramente pasaremos por varias fases:

La primera es el estado de  incredulidad: no entendemos que no apoyen o  no estén de acuerdo con nosotros y nos quedamos como sin respiración, parados en medio de la nada, con la mente en blanco (casi en shock).

La segunda, en los mejores casos es un estado de orgullo propio (herido, claro está) con el que nos ponemos en modo “yo contra el mundo” e intentamos seguir con nuestra meta… pero empezamos a tener nuestras dudas y ya no confiamos tanto en nosotros mismos.

La tercera sucede si aparte de esa primera negativa, nos llega otra, como para confirmar la primera, con el resultado final de que nos hundimos emocionalmente.

feliz

En este momento pueden pasar dos cosas, una es que nos dejemos llevar por las malas críticas y seguir bajando nuestra autoestima y otra es que aun sabiendo que no todo el mundo comparte nuestras ideas,  o aunque estemos errados,  somos personas valiosas igualmente.

Por eso, lo realmente importante no es que todas esas personas nos valoren y nos muestren su aprobación, sino que nosotros nos aceptemos y aprobemos a nosotros mismos; porque si nuestro mundo girase alrededor de la opinión de los demás, aunque hubiera muchas épocas de alegría, serían muchas más las épocas de desdicha. Es por ello que no podemos basar nuestra valía en el exterior. Aprobarnos y aceptarnos a nosotros mismos es lo más importante puesto que es lo que perdurará a través del tiempo. Dicho lo cual, el ejercicio a practicar es el siguiente: durante 1 mes, todas las mañanas delante del espejo decir mirándose a los ojos : ”Te quiero, te quiero mucho, te quiero de verdad, te acepto y te apruebo” ; entiéndase aquí que si no estamos delante del espejo, cambiaremos el pronombre “Te” por el pronombre “Me” ,  y así lo podemos repetir en cualquier momento del día y en cualquier lugar.:

“Me quiero, me quiero mucho, me quiero de verdad, me acepto y me apruebo”.

Una vez pasados esos 30 días de afirmaciones positivas, comprueben como ha cambiado su vida a mejor. Se levantarán de mejor humor, esperando lo bueno que les depara el nuevo día , cada mañana.

Estas afirmaciones funcionan en todos los ámbitos de nuestra vida. Una vez dominada esta nueva práctica, cuya única complicación puede ser acostumbrarse al hábito de hacer las repeticiones mirándose al espejo diariamente, pueden aplicarlo a cualquier problema o situación que deseen mejorar.

Lo más importante a tener en cuenta es que aunque estas afirmaciones no sean verdad en el momento de decirlas (puesto que si fueran verdad no necesitaríamos estar practicando las afirmaciones), poco a poco, de tanto repetirlas, irán formando parte de nuestro subconsciente y cambiarán nuestra forma de pensar y de ver la vida.

Como nuestros pensamientos forman nuestra realidad, nuestra realidad cambiara en consecuencia a  mejor (dice Louise L.Hay).

Por eso les animo a que lo practiquen diariamente y para siempre.

Una vez conquistadas las primeras afirmaciones (quererse, aprobarse y aceptarse), pueden inventarse unas nuevas afirmaciones positivas. Insisto en lo de “positivas”; es decir, la frase nunca debe empezar por “no”, por ejemplo, si estamos estancados en un puesto de trabajo y queremos una mejora laboral, en vez de decir:”no quiero estancarme en este puesto”, lo correcto es decir “estoy abierto a las mejoras laborales”, o “ me merezco lo mejor”, etc.. porque el “no” es una partícula que ni nuestro cerebro ni el universo reconoce, así que para evitar recibir justo lo contrario a lo que queremos, es mejor hacer las afirmaciones positivas y claras , para que no haya duda de nuestro deseo.

Por cierto, debo aclarar aquí algo que según Louise L. Hay, suele ser muy común: todo el mundo al empezar con esta práctica utiliza esta frase “ que me toque la lotería”… todos pensamos que es una afirmación positiva (muy positiva), pero hay que saber que en realidad, lo que están afirmando con esta frase es que nuestros ingresos sólo pueden venir a nosotros causados por un golpe de suerte o azar y no por la constante afluencia de abundancia y prosperidad a nosotros. Hay que intentar llenar nuestra vida de experiencias creativas, algunas de ellas nos reportarán buenos ingresos, harán que tengamos nuevas ideas, nos motivemos para seguir aprendiendo, consigamos crear nuevos métodos que lleguen a distintas personas, que justo estaban esperando a recibir estas nuevas ideas ,proyectos,  enseñanzas, artículos, etc.. Porque ya se sabe que cada uno tiene una misión, y hasta que llega el momento de saber cuál es, hay que probar varios caminos, abrir todas las puertas  y confiar.

Angélica Chouciño

 

4 comentarios

  1. Que interesante la observación de la lotería, puesto que es completamente cierto que es en lo primero que todos pensamos "el dinero fácil" sin embargo ver que puede ser comprendido como que no somos capaces de tener una fuente de ingresos propios hace recapacitar, a mi por lo menos, sobre por qué queremos "dinero fácil" si realmente podemos conseguirlo por nuestros propios medios…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

xxx