Yeshua canalizado por Pamela Kribbe: Incorporación

Eva Martín Garcia

Jeshua-Sananda-Jesús-260x3001Queridos amigos:

Me complace mucho estar con vosotros y tener mi energía combinada con la vuestra.

Vosotros sois radiantes Seres de Luz y no tenéis ni idea de la fortaleza y belleza que diariamente mostráis en vuestra vida. Aún cuando algunas veces el panorama es oscuro y a veces os sentís agotados de tratar de avanzar en vuestra vida, sois siempre valientes. Es necesario que seáis conscientes del valor y el poder increíbles que mostráis día tras día; continuamente traéis cada vez más Luz a la Tierra, tan sólo con vuestra presencia aquí. Al anclarte en tu cuerpo, difundes tu Luz en la Tierra; tú eres la Luz Viviente en la Tierra; y tu cuerpo es parte de esa incorporación.

Encarnaste aquí con un propósito, con una profunda intención; tú estás aquí para ti mismo, para florecer internamente y experimentar y conocer profundamente cada parte de ti mismo. Pero estás aquí también para la Tierra, para inspirar y nutrir este Planeta con tu Luz Angélica. Tu cuerpo está compuesto de los mismos elementos de la Tierra y de los reinos vegetal y animal; eso es lo que compartes con ellos, no estás separado de la vida que te rodea.

Por sí mismo el cuerpo es una maravilla; considera todas esas células de tu cuerpo que conocen tanto su papel individual como su trabajo conjunto en un todo unificado. Ellas dan expresión a un poder superior; y ese poder superior eres tú, el Alma que vive en tu cuerpo. Tu Alma es quien inspira la vida y te la da. Gracias a la elección de tu Alma ha llegado a la existencia el cuerpo que ella ha elegido para esta vida, este cuerpo en particular con todo lo que te da placer, así como con todo lo doloroso y pesado.

Ahora le daremos una mirada a este cuerpo; y sentiremos la maravilla de estar incorporado, aunque no siempre haya sido fácil para ti experimentar esta incorporación. Y una de las razones por las cuales es difícil de experimentar la maravilla y la belleza del cuerpo, es que vuestra cultura es el resultado de una tradición que os ha desvinculado del cuerpo. En vuestra cultura no es común ver al cuerpo como una inteligencia viva, como un campo de consciencia con el cual el Alma individual está íntimamente conectada. Esta visión del cuerpo no os ha sido enseñada por muchas razones; y una de ellas proviene del tiempo anterior a Cristo.

Comenzó en tiempo de los Griegos, cuando surgió una manera de pensar que ahora no calificaríais de pensamiento racional. Surgió una manera de mirar el Mundo en la cual el ego se convirtió en el centro, en la cual el ego se ve a sí mismo como algo diferente de lo que percibe. Entonces la naturaleza; y con ella el cuerpo, lentamente llegaron a ser vistos como objetos que existen independientemente de vosotros; así que lo externo a vosotros podría convertirse en su objeto de estudio; y éste fue el comienzo del desarrollo de la ciencia.

Posteriormente, en la tradición Occidental del Siglo 17 surgió la ciencia moderna; y se incrementó aún más el dualismo entre la consciencia egóica y el Mundo del cuerpo y de la naturaleza. Surgió un dualismo que veía cada vez más a la materia como algo sin vida, veía al cuerpo como un pedazo de arcilla; como si fuera algo que no poseyera una consciencia viva.

El surgimiento de la ciencia médica fue posible solamente por medio del estudio objetivo. Se pensaba que el Alma o la individualidad de la persona era algo irrelevante; se pensaba que no era importante porque el cuerpo era visto como una entidad material, igual en todas las personas. Esta visión objetiva de la vida hace posible clasificar tipos de enfermedades e inventar medicinas; se puede desarrollar toda una ciencia a partir de semejante visión dualista del Mundo. Yo no digo que esta visión esté equivocada, solamente que en vuestra cultura se ha convertido en una tradición que aún existe.

En los tiempos actuales también podéis ver esa tradición de una manera muy diferente en vuestra industria de cosméticos. Mirad cómo se experimenta la belleza en vuestra cultura, se ha convertido en algo objetivo; hay cierta imagen de belleza que se puede medir: Tales y tales dimensiones son ideales para un cuerpo femenino o para un cuerpo masculino. La complexión, la textura de la piel y los rasgos faciales, aún cuando cambian con el tiempo, se evalúan siempre de manera objetiva como algo exterior a vosotros, como algo en lo que os debéis basar para hacer juicios.

La enfermedad y la salud también se juzgan en esos términos; si un cuerpo está enfermo, debe tener algo malo; y consecuentemente debe arreglarse; aquí el cuerpo es visto como arcilla muerta, o como cierto tipo de mecanismo. Así que estáis viviendo en una tradición dualista; y aquello que es más íntimo para ti, aquello en lo que resides día tras día, tu cuerpo; ya no es algo con lo cual estés conectado natural e íntimamente. Habéis resultado enajenados de vuestro cuerpo.

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En la Tierra hubo tiempos anteriores en los cuales se tenía una visión bastante diferente. Tal como se ve a través de los ojos modernos, entonces las personas vivían en una especie de era mítica en la cual creían que todas las cosas estaban conectadas con todas las demás. Podíais hablar con los árboles, los animales y las plantas; y todas esas criaturas no-humanas portadoras de algo significativo. Existía una vitalidad que fluía a través de los animales y los árboles y las plantas; y todos estaban interconectados.

Sin embargo, esa visión naturalista también tenía desventajas, porque las personas que creían en ella algunas veces podían caer presa de lo que ahora llamamos superstición y temor: El temor a las fuerzas de la naturaleza y a los dioses que se ocultaban en ella y tras de ella. Ésa era una tradición anterior; y la ciencia y la manera racional de pensar que es el fundamento de las ciencias, puso fin a esa tradición. Desafortunadamente, la visión científica objetiva ha llevado a vuestra cultura y a vuestra percepción de vosotros mismos, a una desnaturalizada división esquizofrénica.

Tan sólo pensad en cuán diferente es la visión que podéis experimentar continuamente a partir del interior de vuestro cuerpo: ¿Cómo se siente en el interior? ¿Está hambriento o sediento? ¿Se siente relajado o tenso? ¿Siente placer o dolor? Hay una constante sensación interna de lo que siente el cuerpo. Desde el punto de vista opuesto veis y juzgáis vuestro cuerpo desde afuera, según lo que debería ser de acuerdo con una imagen corporal que se percibe externamente: ¿Qué debería ser capaz de hacer el cuerpo? ¿En qué punto de su desarrollo debería estar? ¿Cuál debería ser su apariencia?… ¿Cumple esos estándares externos que os han impuesto?

Cuando te aqueja una enfermedad usualmente vas al médico que representa la tradición dualista científica y objetiva. Un médico que te puede decir qué tienes mal, cuáles medicamentos están disponibles; y ese pronóstico se hace con base en el tipo de síntomas que tienes. Sin embargo, todo esto se hace sin que hayas hecho ninguna conexión con el campo energético que es tu cuerpo.

El médico tampoco le presta atención a ese campo energético ni se conecta con él; simplemente mira los síntomas y hace un diagnóstico, luego los clasifica para determinar dónde encajan en la imagen mayor que él ha adquirido, para poder emprender las acciones necesarias con base en ese conocimiento. Al mismo tiempo, tu cuerpo sigue dándote señales que son únicas para ti, las cuales algunas veces no encajan en las reglas e ideas generales que obtienes del exterior, como por ejemplo de un médico.

Es extremadamente importante que vuelvas a tener consciencia del cuerpo desde el interior; y que permitas que tu cuerpo sea el criterio para las acciones relacionadas con él. Si estás enfermo o tienes dolencias físicas, debes ir a tu interior; y desde allí encontrar las bases para manejar estas dolencias y estos síntomas. Sólo después debes mirar al Mundo exterior, en el cual quizá te sirva algo; como por ejemplo un médico, una opinión, o algo que leas.

Sin embargo, estos aportes externos solamente son secundarios. Primero está la conexión interna con tu cuerpo; y para hacerla, primero debes tener creencias diferentes de las que tu cultura te dice. Debes abandonar completamente la idea de que el cuerpo es un mecanismo, como una materia sin consciencia. Debes llegar a creer realmente que tu cuerpo puede ser tu guía; que te puede dar respuestas; que en sí mismo tiene una inteligencia natural y quiere servirte; que es divinamente inspirado.

Quiero pedirte que ahora mismo dediques un momento a conectarte íntimamente con tu cuerpo. Lo puedes hacer prestando atención a tu respiración, sintiendo cómo fluye a través de tu pecho hacia tu abdomen; y luego dirige tu atención a tus pies. Enfoca tu consciencia en las plantas de tus pies y siente cómo tocan el suelo. Siente no solamente los huesos y la piel de tus pies, siente también el campo energético que hay dentro y alrededor de tus pies; este campo energético no es fácilmente perceptible, pero tú lo puedes hacer. Quizá sientas un pequeño cosquilleo, o quizá otra cosa, pero cualquier cosa que sientas es útil.

Luego observa tus manos con la misma atención; imagina que tus manos están llenas de consciencia que se hace perceptible por causa de tu atención. Permite que tu consciencia vaya hasta las puntas de tus dedos; y siente que en tus manos hay algo más que la mera forma material. Siente una vital presencia energética en tus manos y alrededor de ellas; y quizá también veas o sientas un suave resplandor.

Ahora te pido que permitas que tu atención y tu consciencia se extiendan a todo tu cuerpo. Pero no conviertas esto en un gran esfuerzo, éste no es un ejercicio mental; es enfocar tu atención en algo que ya está allí. Un cuerpo vivo no es algo que tengas que adquirir, no es algo que tengas que ganarte; simplemente siente, desde la cabeza hasta los pies, el campo viviente que ya te rodea; trata de sentir y percibir la totalidad de tu campo energético y de tu cuerpo como una entidad viva.

Imagina que este silencioso flujo energético que siempre está ahí en todo tu cuerpo, quiere decirte algo. Lo primero que tu cuerpo quiere decirte es que él es consciencia, la Luz viva que quiere servirte. Tu cuerpo está ahí para ti; te otorga la habilidad de expresarte; y le gustaría estar a tu servicio. Y si está sufriendo un dolor o enfermedad, entonces observemos cómo sucede eso.

Por sí mismo el cuerpo siempre busca el equilibrio, todas las células de tu cuerpo están orientadas hacia ese fin: Trabajan y construyen en pro del equilibrio. Inclusive cuando envejeces y tu cuerpo pierde vitalidad, todas las células están enfocadas en crear equilibrio; es posible envejecer de una manera muy graciosa, sin una cantidad de dolores y esfuerzos; esto es posible a partir del cuerpo mismo, inclusive cuando el cuerpo tiene cargas genéticas. En tu cuerpo hay una energía vital tan increíblemente poderosa, que le permite sanarse y equilibrarse, inclusive cuando el desequilibrio ha sido extremo.

Ten fe en la capacidad de tu cuerpo para equilibrarse y sanarse; las fuerzas de la naturaleza son muy fuertes. Tan sólo observa en torno a ti, al mar y al Sol; ten la certeza de que tu cuerpo está construído con la misma materia viva y con la misma consciencia de esos elementos naturales. Tan sólo piensa en el océano, siente el oleaje eterno y la inagotable renovación de ese movimiento: El poder auto-limpiador. O piensa en un gran roble antiguo que lo ha presenciado todo: Los vientos, las lluvias, los amaneceres. Tu cuerpo también es muy fuerte porque está hecho de los mismos elementos.

Ahora, es verdad que un Humano es un Ser muy complejo; como Alma tú has tenido una gran cantidad de experiencias en la realidad terrenal, algunas de las cuales han producido emociones negativas; sentimientos de ansiedad, tristeza, dolor, ira, como los llamáis. Estas emociones pueden actuar sobre el cuerpo; y con el tiempo el cuerpo se desequilibra; las emociones también son fuerzas muy poderosas, sus energías son muy fuertes y pueden afectar al cuerpo creando bloqueos en el nivel energético. Sin embargo, la consciencia de tu cuerpo que mencioné antes te sirve en este caso porque la consciencia del cuerpo ve al Alma como su Maestra.

Cuando el Alma está experimentando constantemente ira o alguna otra emoción deprimente, eventualmente el cuerpo la absorberá en su consciencia y se entregará a ella, por decirlo así; entonces las emociones pueden tomar el control del cuerpo y expresarse en forma de dolencias o enfermedades. El cuerpo sigue haciendo su mejor esfuerzo para restaurar el estado natural de equilibrio, pero si las emociones lo impregnan todo; y la persona no tiene la habilidad de sentirlas y transformarlas, el resultado puede ser la enfermedad.

Es importante que os deis cuenta de que casi siempre el origen de una enfermedad es emocional; las que crean los mayores estragos en el cuerpo son las emociones que experimentas en la vida, el dolor espiritual que acumulas. Y hay razones para que esto sea así, no es que haya algún juicio externo sobre la emoción y tu reacción ante ella, sino que es importante que tú conozcas tus emociones interiores para que el cuerpo te pueda ayudar a enfrentarlas. Al volverte a conectar con la consciencia natural de tu cuerpo, que procura el equilibrio, puedes detectar cuáles emociones te están deprimiendo o bloqueando.

Quiero pedirte que ahora mismo hagas precisamente eso. Antes nos conectamos con el campo energético vivo del cuerpo, esa corriente subyacente que siempre está ahí; y con la inteligencia natural del cuerpo. Ahora imagina que también tienes un cuerpo emocional. En la tradición esotérica la consciencia corporal se ha llamado Cuerpo Etérico, mientras que al cuerpo emocional se le ha llamado Aura o cuerpo astral; y se extiende más allá de vuestro cuerpo físico.

Ahora imaginemos por un momento que en torno a ti hay un campo energético compuesto por las energías de las emociones y los humores cambiantes; imagina que sale del cuerpo más o menos 3 pies (91.44 centímetros). Trata de conservar la primera impresión de ese cuerpo que te llegue a la mente sin pensar mucho en ello; porque te voy a pedir unas pocas cosas respecto a ese campo.

Tú estás en medio de ese campo energético: ¿Es pacífico o hay tensiones en él?… Y si hay tensiones: ¿Dónde sientes que están localizadas en el campo energético? ¿Están delante de ti o detrás de ti? Deja ir tu atención a ese sitio de tu cuerpo emocional que sientes tenso por causa de las presiones de los eventos externos de tu vida; y simplemente permítele que exista; no necesitas intentar arreglarlo, tan sólo entérate de dónde está.

Luego lleva tu atención a un lugar de tu cuerpo tranquilo y calmado; en tu campo energético encuentra un lugar donde estás en paz. Quizá surjan espontáneamente recuerdos de un momento en el cual te sentiste relajado, o de una situación en la cual te sentiste alegre. Siente esa energía durante un momento.

Finalmente, imagina que eres un Ángel magnífico. Estás detrás de ti y envuelves con tu Luz y con sus alas tanto a tu Aura y a tu cuerpo emocional, como a tu cuerpo físico y al campo etérico que contiene. El Tú-Ángel abraza todo tu Ser con amoroso respeto. Y como este magnífico Ángel que eres está lleno de sabiduría, Compasión y fortaleza, tú te sientes entendido, amado y apoyado.

La incorporación de tu Alma, que es tu cuerpo, quiere que estés bien; se esfuerza por tener equilibrio; y en cierto sentido también es tu guía. Y por otra parte está el Tú-Ángel que te protege y te cuida; y que está ahí para ti sin condiciones. Este Ser Angélico es tu Yo Superior, eres Tú. Y en medio de los 2 está tu cuerpo astral o emocional, en el cual las emociones se pueden atascar o bloquear.

Trata de aceptarlo tal como es ahora, permítele que sea como es ahora; y ten respeto por quien eres; porque entre los Ángeles, vosotros estáis entre los valientes. Has hecho este viaje para ti mismo, aunque no solamente para ti mismo. Has venido aquí descendiendo a la más profunda oscuridad; así de convencido estás de la Luz que tiene todo en el Cosmos, de la Luz que lo infunde todo. La más pequeña rama y la más pequeña hoja de un árbol, el escarabajo más pequeño y la minúscula brizna de hierba, están imbuídos de Luz viviente.

Siente que tanto las fuerzas de la Naturaleza como los poderes espirituales del Cielo están contigo para apoyarte en esta senda: El proceso de transformar pesados estados emocionales en Luz, conocimiento y comprensión. No estás solo, estamos junto a ti. Y recuerda que tu cuerpo es tu amigo, tu aliado; y junto con el Tú-Ángel, quieren ayudarte a florecer. Acepta la verdad: Que eres valiente, que eres maduro, que eres un Ser bello. Cree en tu riqueza y en los tesoros que están disponibles para ti; y descubrirás tu experiencia con un corazón más ligero y con relajación en tu cuerpo. Hay sanación para ti… ¡Créelo!

Yeshua.

TRADUJO: Jairo Rodríguez R. Consultoría Energética y Espiritual

jairorodriguezrr@gmail.com

AUTOR: Pamela Kribbe

VISTO EN: http://www.jairorodriguezr.com/

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