Yeshua – La cruz de la vida

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Queridos amigos, YO SOY Yeshua. Llego hasta vosotros desde el más allá, desde un Reino de Luz y Amor que excede vuestra imaginación. Sin embargo, también estoy muy cerca. Yo te hablo desde tu corazón y Yo te toco, porque el reino donde resido; y el Amor y la Luz que le pertenecen, también son tuyos. Tú eres una parte de ese reino. Naciste allí y allí regresarás, porque es tu Hogar. Siente su presencia aquí y ahora en medio de vosotros. Esto es lo que os vengo a traer hoy, un recuerdo del Hogar.

Estás aquí para introducir la energía del Hogar y para establecerla entre las personas de la Tierra. Estás aquí para enterrar profundamente tus raíces en el Planeta, para sentirte aquí bien y seguro; y a partir de esa circunstancia de conexión ser un Faro de Luz para todas las personas que se sienten sin hogar y están buscando Amor y Luz.

Este tiempo en la Tierra es de extremos. En el Campo Energético Colectivo que rodea a este Planeta hay ahora mucha oscuridad, mucha negatividad y mucho temor, que ponen tensa a la gente; y lo podéis sentir. Siente la negatividad, muy objetivamente y sin juzgarla ni unirte a ella. Las personas están siendo forzadas a elegir entre la desesperación, la depresión, la ansiedad; y la Luz, la esperanza y el Amor. Simplemente siente, por una parte, la poderosa ola de sentimientos de crisis y de agobio por los temores que llegan con ella. Y por la otra parte, el potencial de Luz y la posibilidad de una consciencia despierta que permitirá que las personas necesitadas sean muy poderosas y se yergan para hablar de manera concordante con su vida y su verdad.

De la crisis también puede surgir algo más, como lo sabéis por vuestra propia vida. En momentos de crisis pueden aparecer líneas energéticas notablemente penetrantes que van directamente al corazón, a la Esencia de quienes sois. Podrías decir que la energía que fluye a través de ti es como una cruz. A través de ti cruza una línea energética horizontal que te conecta con el Mundo que te rodea, con las personas y con el ambiente físico; y al mismo tiempo te atraviesa una línea energética vertical que te conecta por arriba con el Cielo y por abajo con la Tierra.

En esta línea o eje vertical, en cierto sentido estás solo; pero solamente en el sentido terrenal. En este eje vertical está lo más importante para ti que es tu relación con el tú superior: Tu Alma, tu Yo Cósmico; y hacia el suelo bajo tus pies, con la Tierra, con Gaia. Siente este eje vertical cuyo flujo conector te atraviesa desde la coronilla de tu cabeza hasta tus pies, donde se fusionan el Cielo y la Tierra.

En este tiempo de crisis las personas están siendo lanzadas de regreso a esta línea vertical de conexión. Y no encuentran nada familiar; y descubren que no saben cómo hacer esta conexión, se crea una profunda necesidad interna. Sin embargo, cuando las certezas externas se derrumban, esta línea conectora vertical interna se convierte en la única cosa que les ofrece a las personas un ancla segura.

Tú estás entre quienes habéis tenido esta necesidad largo tiempo. Durante muchas vidas, te has concentrado en mantener tu enfoque en este eje vertical interno que te conecta con el Cielo y con la Tierra. Durante vidas espirituales que todos habéis tenido en la Tierra, muchos habéis renunciado voluntariamente al Mundo para cultivar esta conexión.

En este tiempo son necesarias personas como tú, personas que puedan conectarse con su Núcleo Divino y con el corazón de Gaia; y a partir de estas conexiones encontrar un ancla segura para vivir, para amar y para ser felices. Cuando desaparecen todas las certezas externas, aún te queda esa línea de conexión; y consecuentemente en este momento te pido que te concentres en esa línea. Concéntrate en el Chakra Corona de la coronilla de tu cabeza y siente la conexión conmigo. Yo soy un representante del Reino del Amor que llamas Hogar, al cual reconoces porque también es tu reino. No se trata de mí, pero a través de mi energía es como puedes sentir esa presencia. Por eso tienes el corazón puesto en mí y eres tocado por mí, porque Yo invoco tu más profunda Esencia Divina.

Vuelve a sentirte conectado conmigo y con el Sol que eres: La refulgente estrella del firmamento, libre del tiempo y del espacio; sin barreras. Permite que en este momento entre en ti la eternidad y siente tu libertad absoluta. Tú no estás amarrado a una forma, a un cuerpo; sino que libremente elegiste experimentar esta encarnación terrenal. Bebe esa energía, siente tus alas de Ángel de Luz y difúndela libremente; deja que sean vistas en toda su gloria, con el lustre dorado que han obtenido a lo largo de muchísimas vidas de pruebas, descubrimientos y experiencias. Ahora están surgiendo a la Luz de la Energía Crística que es esencialmente dorada: El oro de la Compasión, de la conexión, de sentir la unidad entre todos los extremos. Siente la calidez y la fortaleza de estas alas doradas tuyas.

Siente que eres acogido por estas alas y que las mereces. Siente que puedes rendirte y descansar en el proceso que se presenta ahora en tu vida y en la Tierra. Abandona tu temor, que es el miedo a tu propia grandeza; y permite que tu Luz se vea. Imagina que estás irradiando, que estás difundiendo una Luz maravillosa; y que las personas son movidas por ella. ¡Mira las lágrimas de emoción que les produces! Contigo se sienten en el Hogar, porque tú expresas la energía del Hogar.

Tu grandeza conecta, no separa. Tu grandeza incrementa el Amor y no despoja a otros; esta última es una vieja manera de pensar que debes rechazar para que otros puedan recibir. Es un error, lo espiritual funciona exactamente al contrario: Lo similar atrae a lo similar. No te preocupes porque algunas personas no reciban la cantidad de Amor que les corresponde. Lo similar atrae a lo similar; así que el Amor atrae al Amor. Allí a tu interior donde sabes que existe el Amor, deja entrar «el oro» de la Energía Crística; y el «oro» del Amor se incrementará y atraerá a otros que sientan en sí la agitación del Amor. Como un imán, atraerás a personas que quieran aprender de ti, porque tienes mucho para compartir con otros; tú eres un profesor.

Yo fui un profesor para muchos. Lo que ellos veían en mí eran el Amor y la Compasión; y el perdón que ellos mismos no se podían dar. Yo les di eso porque vi en sus ojos la Luz, la Fuente de la cual todos somos originarios. Esto es lo que ahora tienes tú para darlo a otros. Mira en sus ojos la Luz, su conexión con la Fuente de toda la vida. Ésta es la esencia de ser un Trabajador de Luz.

Ahora te pido que te conectes con esa otra fuerza que te nutre y te ayuda en el eje vertical: El poder de Gaia, el poder de ese Ángel a quien llamáis la Tierra. Siéntela bajo tus pies. Abandona completamente la idea de que este Planeta es simplemente un montón de materia en el cual crecen cosas. Siente el núcleo Álmico y la esencia de Gaia, su radiante poder, su Luz indestructible y su capacidad de renovación y renacimiento. La Tierra está volviendo a nacer. Ella está pasando a una nueva fase de su desarrollo; y vosotros vais con ella. ¡Siente esto por un momento! En tus pensamientos, observa la primavera que comienza en la Tierra, el nuevo verdor que brota. Imagina que eres como una hoja nueva, como un retoño en una rama; y siente las fuerzas que están presentes, la urgencia de expandirte hacia afuera. Por medio del Sol, eres llevado a revelar más de tu belleza.

Mira a la Tierra como a un Ángel y abrázala. Sois iguales. Deja descansar suavemente tu cabeza en el hombro de este Ángel y pregúntale qué puedes hacer para arraigar aún más tu energía, para hacer una conexión más profunda con la Tierra, para que aquí te puedas sentir feliz, seguro y relajado. La Tierra quiere ayudarte a hacer esto; ella necesita la Energía Cósmica del Hogar que trajiste para compartir. La Tierra necesita la inspiración que tú traes. Por eso Ella quiere hacer todo lo que esté a su alcance para darte raíces; Ella quiere recibirte. Siente que Ella está abierta para ti como una flor radiante. Vosotros sois como las abejas que la polinizáis para propagar más ampliamente la semilla. Permite que la Tierra te nutra; y ella te llevará al Hogar, tanto como lo hace mi energía.

La vida en la Tierra tiene que ver con el equilibrio; equilibrio entre las muchas energías que hay aquí. Yo he hablado sobre el equilibrio entre el Cielo y la Tierra en vuestro interior; y en un sentido más amplio, también del equilibrio entre los ejes vertical y horizontal: De mirar al interior hacia la conexión vertical en vuestro núcleo; y también de mirar al exterior, hacia la conexión horizontal con el Mundo para dejarte ver en él.

Ahora me gustaría decir algo sobre el equilibrio entre lo interno y lo externo. En este contexto me gustaría hablar sobre las energías masculina y femenina en vuestro interior. Tú, que estás en una senda personal, estás aquí para bajar tu Luz a la Tierra. La urgencia que sientes de ayudar a otras personas en su senda, requiere que siempre mantengas equilibrio interno, una posición que dice: «¿Dónde estoy internamente? ¿Cuál es el siguiente paso? ¿Cuál paso debo dar ahora para hacerme más visible, para mantener mi fortaleza mientras me conecto con el Mundo?»

En ti hay una ambigüedad respecto a estar en el Mundo. Por una parte temes al Mundo porque es agobiante; y también porque parece hostil y no parece estar listo para la energía que traes. Pero por otra parte, en ti hay una creatividad que quiere expresarse; sientes el deseo de ser visto; si no, vas a sentir inquietud e insatisfacción internas. Frecuentemente entras en este campo de energías en conflicto: Querer salir al exterior, pero ser disuadido por el temor; y cuando lo reprimes todo demasiado, sentirte insatisfecho y frustrado. La solución reside en encontrar un equilibrio entre tus energías interiores masculina y femenina.

Dicho de manera muy general, la energía femenina tiene que ver con tu Mundo interno, tu aspecto sensible. Vosotros sois «sensibles», personas que sentís mucho y frecuentemente recibís inspiración, pero que no sabéis cómo darle forma terrenal. Es tu energía masculina interior la que puede ayudarte a ser el puente hasta el Mundo externo. En muchos de vosotros, la energía femenina es muy poco apoyada por la energía masculina. Todos sois muy sensibles a las influencias externas. Puedes resultar agobiado por las energías de las personas a las que acompañas en su senda hacia la sanación. Así que lo importante es que establezcas límites respecto a tu propia energía; y que seas bueno contigo mismo.

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Por otra parte, también puede suceder que la energía masculina pierda el equilibrio con la energía femenina; y tengas el sentimiento de tener que acomodarte a las expectativas que provienen del exterior. Cuando eso suceda, tienes que preguntarte cómo te ves: «¿No es aceptable, racional ni clara la manera como el Mundo me exige dar forma a mi Luz?»

Cuando tu energía masculina interior pierde el equilibrio con la energía femenina, te puede empujar a una forma de ajetreo, de pensamiento excesivo y de preocupación, que no te ayuda en tu camino. En tales ocasiones, es necesario que permitas que surja en ti un estado de calma y quietud; y que determines qué es lo que tienes que darle al Mundo; cuál es tu conexión con el Mundo; cuáles relaciones te hacen feliz y te dan alegría. Entonces, ése es tu camino.

La energía masculina está ahí para dar forma a tus directrices, sin tener que distraerte por las exigencias externas, ni por los encasillamientos que establece la sociedad. Comprende que las energías masculina y femenina están ahí para apoyarse mutuamente; si tú permites que lo hagan así.

Finalmente, Yo te pido que mires tu interior para ver cómo se relacionan en este tiempo tus energías masculinas y femeninas. Imagina que en tu ojo mental aparecen un hombre y una mujer tomados de la mano. Observa lo que cada uno descubre en el otro. Cuando se miran a los ojos: ¿Ven amistad? ¿O están en diferentes caminos desconectados? ¿En este momento cual tiene la mayor carga? ¿Cual de los dos se siente sobrecargado? Observa si existe alguna diferencia en ese aspecto. ¿Es tu energía masculina la que quiere hacer más, o es la femenina?

Tú estás aquí en la Tierra para hacer la conexión interna Cielo-Tierra, para sentir poderosamente el eje vertical y para manifestarlo. La energía masculina que crea la conexión horizontal, el puente con el Mundo exterior, está allí para servirte. ¡Úsala! Date cuenta de que eres diferente y no ocultes esa diferencia. ¡Permite que tu poder masculino cree espacio para ti tal como eres!

Siente mi energía; y ahora siente el aspecto masculino: La energía de claridad y discernimiento, una aguda autoconsciencia que no disminuye ante la negatividad y los juicios externos. Como Trabajadores de Luz, en este momento necesitáis esta energía para no ceder a los prejuicios y temores de otros, sino para construír vuestra senda calmadamente.

Yo os amo. Nosotros somos uno. En la Fuente de la Energía Crística hay unidad, no Yo-contra-ti. Vuelve a sentir esa unidad en tu corazón; y siente que estando aquí tú estás conectado. Os doy mis saludos y os ofrezco mi Amor y mi aliento.

TRADUJO: Jairo Rodríguez R. Consultoría Energética y Espiritual

jairorodriguezrr@gmail.com

AUTOR: Pamela Kribbe

VISTO EN: http://www.jairorodriguezr.com/

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