Laudato Si: “Mi casa…nuestra casa”

Pilar Vazquez

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La “Laudato Si” es una encíclica de la vasta cantidad que existen en la religión católica que fue hecha y coordinada por el Papa Francisco actual líder de la iglesia católica.

una apreciación científica y moral

Más allá del corte religioso en el que se encuentra ubicada, lo más importante es la valiente visión del Papa para abordar el deterioro ecológico que enfrentamos algunos conscientes y algunos inconscientes en la actualidad. Como es de esperarse ya ha tenido detractores respecto a su contenido y apreciación científica , cabe destacar que el Papa se limita a situar la problemática desde la aproximación moral sustentada con la contribución de un conjunto de especialistas científicos que avalan la problemática como es la contaminación ambiental por ruido, agentes gaseosos e intoxicantes, basura, calentamiento global, el problema en los polos y la falta de respecto a la fauna y flora, no tiene otro sentido que el de mantener el equilibrio en el ecosistema.

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» mi casa …..nuestra casa..»

Pero a que se refiere el Papa con “mi casa…nuestra casa”, es en realidad que todos tenemos un lugar en el que habitamos de manera individual o familiar y el planeta que es la casa que habitamos todos, así es posible que no nos permitamos tirar basura en la casa donde vive nuestra familia, tenemos una mascota a la que cuidamos y posiblemente unas cuantas plantas que adornan nuestro hogar, lo cuidamos, lo aseamos y lo reconstruimos continuamente, sin embargo esto no trasciende al exterior a lo que ya no es parte de nuestra casa o del lugar que habitamos ¿no es verdad?.

Muchas personas tiran basura y contaminan lo que aparentemente no les pertenece o no es su responsabilidad, la gran noticia es que el planeta, nuestro entorno y la naturaleza son nuestra responsabilidad, lo podemos entender así simplemente o  verlo desde la perspectiva de la causa y efecto en la que sin duda los más dañados seremos los más inconscientes y corresponsables del deterioro. La ley de la causa y efecto es infalible y lo que regresará a nosotros es el daño que provocamos en la justa medida en la que participamos.

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En este sentido opera lo que se conoce como Karma colectivo, todos contribuimos en una acción de deterioro o beneficio con el ambiente y recibimos el efecto de la parte o dimensión en la que participamos.  Así que de alguna manera podemos pensar que el planeta, la naturaleza, el ambiente y los animales silvestres no son nuestra responsabilidad lo cual no es otra cosa que un punto de vista equivocado, por el cual recibiremos la consecuencia de acuerdo y en la proporción del daño que ocasionamos.

acciones destructivas y constructivas

Así pues tomemos en cuenta que la ley de causa y efecto es expansiva y que también el efecto de nuestras acciones constructivas o destructivas se pueden incrementar en la medida en que los demás se hacen cómplices del daño o colaboración.

En la encíclica el Papa hace una especial anotación acerca del egoísmo que predomina y que es visible al solamente notar las condiciones poco saludables en que vivimos y que conveniente ignoramos, es así como mi casa está bien y la casa de todos nuestro planeta no es asunto ni mío o de nadie más.

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No pensamos en las generaciones futuras ni en nuestro presente, es común y triste a la vez observar que en los países que enfrentan contingencias ambientales las personas analizan la problemática desde el yo y lo mío la estructura del egocentrismo en la que se quejan por no usar el coche, no lo comparten para evitar emitir más gases tóxicos, cortan los pocos árboles que quedan porque no se ven lindos en el frente de su casa y no se preocupan por las aves  de las áreas verdes que también necesitan respirar.

También se aborda el tema del agua a la que tratamos como un recurso renovable y que se purifica automáticamente, tiramos basura en el mar, desechos orgánicos y químicos, como si esto no fuera a regresar de una u otra forma a nosotros. La noticia es que sí regresa, en mareas tóxicas que dañan a los bañistas y pueden causarles severas infecciones en la piel.

asunto de sentido común

En fin, es más que un asunto de doctrina es un asunto de sentido común, de compasión y de beneficio común, tomemos consciencia como en la encíclica se menciona y estoy de acuerdo que  tenemos un enorme poder intelectual y altruista para corregir el rumbo, es nuestra naturaleza, ¿a quien no le gusta vivir cómodo, seguro y en un ambiente sano?…incluyamos a nuestro planeta como parte de nuestra casa, sino lo hacemos sigue prevaleciendo una forma de vida que semeja a una mesa con una pata rota que no estará en equilibrio hasta que le prestemos atención, de lo contrario tarde o temprano se romperá.

Una pequeña acción genera una gran cantidad de mérito positivo que se reflejará en nuestra calidad de vida de manera colectiva y personal, lo destructivo también genera consecuencias negativas a nivel colectivo e individual, no seamos egoístas y si no es por compasión al menos por sentido común nos conviene a todos estar bien y felices…porque el deterioro aunque pretendamos no notarlo no nos genera otra cosa que sufrimiento y estamos aquí para ser felices ¿no?.

AUTOR: Pilar Vázquez, colaborador de la gran familia de la Hermandad Blanca

 

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