Lo seres humanos han desarrollado un sentido de anticipación increíble y parece que ahora están esperando que un gran evento suceda y es que algo grande está por venir. Pero, ¿qué pasaría si toda esta expectativa no fuera nada más que una simple mezcla de sueños y deseos que se están manifestando como una ilusión?
No es que se busque decepcionar a alguien con esta pregunta, ni que se quiera eliminar la energía de la expectativa, sino que hay un poder mucho más fuerte dentro de la realidad en la que vivimos. Esta esperanza que nace de todos muchas veces viene desencadenada por los miedos y temores de aquellos que la emanan. Todas las afirmaciones que probablemente haces para mantener la esperanza son realmente poderosas, mas sin embargo tener los pensamientos correctos, decir las palabras correctas y hacer las acciones correctas es lo que realmente hace que el “ahora” se vuelve aquello que tanto anhelamos.
Tú decides cambiar tu vida o no
Por supuesto, no debes creer que estás totalmente destinado que hay algo nuevo que va a llegar a tu vida que la hará cambiar, sino que el cambio no va a llegar si tu no lo realizas. Esto significa que tú eres el artista de tu propia vida y es que los cuadros de arte no aparecen por si solos, necesitan dedicación, tiempo, colores, escoger los materiales adecuados, las técnicas y cometer errores durante el proceso para poder lograr algo realmente hermoso.
Lo mismo sucede con tu vida y es que para poder lograr ese cambio que tanto anhelas, debes trabajar por él. Ahora, la pregunta más importante es ¿lo que estas haciendo realmente esta forjando el futuro que quieres? O ¿es solo la esperanza lo que mantienes en tu mente y tu corazón?
Lo primero que debes saber es diferenciar el deseo de la realidad
El deseo tiene que ver con todos esos elementos que están en tu energía, es decir, todas las actividades que ocurren en tu alma y en tus pensamientos. Estos son los deseos que tienes en tu vida cada día y ahora, la realidad tiene que ver con las cosas tangibles que suceden en tu día a día y que afectan el rumbo real de esta, ya que los deseos son todos esos anhelos y expectativas, además de las promesas que te haces al final de tu día acerca de algo.
La voluntad y el deseo también son dos cosas distintas, ya que los conceptos si bien se relacionan entre ellos, tienen diferentes definiciones. El deseo viene del ego, de las cosas que anhelamos para nuestro bien propio, mientras que la voluntad viene del Espíritu Divino. El deseo viene de la esperanza, mientras que la voluntad viene de la creencia y es que el deseo está muy relacionado a la dualidad y a la negatividad, mientras que la voluntad se relaciona con la integración y con el poder. Una vez que has entendido la diferencia, vas a empezar a aplicar más la voluntad en tu vida y no mantener el simple deseo de algo, ya que tú tienes que tener en claro las cosas que debes tener en tu vida para aplicar los conceptos correctos en tu ahora.
La base espiritual de la voluntad es realmente el amor
Debes saber que las lecciones de la vida aparecen ante nosotros mismos como oportunidades, ya que ¿Por qué luchar contra la falta de perfección y el uso de las condiciones externas de tu vida basta para juzgarte? Si te amas y aceptas como eres, de dónde eres, lo que haces y lo que eres, vas a encontrar que la voluntad divina trabaja en silencio y poderosamente en tu vida. Vas a ver el exterior como una oportunidad para sanar los lugares interiores donde la falta de uno mismo y el juicio han creado la dualidad y la separación.
AUTORA: Lurdes Sarmiento redactora en la gran familia de hermandadblanca.org
TRADUCCIÓN: Lurdes Sarmiento
MÁS INFORMACIÓN en: http://www.messagescelestes-archives.ca/entre-desirs-et-volonte/
