Mensaje de Madre Mileila: El agradecimiento y el arte de ser feliz. Por Fernanda Abundes

Geny Castell

Madre Mileila

Bienvenidos a este instante, gozosa de encontrarme con todos ustedes.

Puedo decirles que día a día ustedes tienen la capacidad para poder disfrutar y así celebrar lo que día a día la vida les presenta. Sé que existen días en los cuales ustedes pueden considerar que no hay nada que festejar, que admirar o que poder decir gracias; pero puedo decirles que si tienen conciencia, aún cuando haya sido el día más complejo de su existencia, tienen la capacidad para agradecer.

El agradecerse a uno mismo es una clave mágica para poder lograr un sinfín de cuestiones y de realidades; pocas veces nos agradecemos todo lo que día a día nosotros generamos. Lo hemos visto tan común, se vuelve tan cotidiano y al mismo tiempo tan normal que perdemos el sentido de la admiración con todo nuestro esfuerzo. La rutina como nosotros le llamamos, tiende a ser nuestra peor enemiga dado que hace que la mente se acostumbre a que lo que generamos lo hacemos sólo como si fuéramos seres autómatas, en donde pareciera que no ponemos ni energía, ni emociones, ni el esfuerzo necesario para que aquellas cosas verdaderamente salgan a flote.

Agradecerse a uno mismo la labor de generar, es un vínculo primordial con el hacer, con el crear, con el pensar y entonces es: el dar y el recibir.

Cuando uno se agradece asimismo está en paz con su mente, pareciera que de pronto nuestra mente también requiere un poco de reconocimiento, pero por nosotros mismos y al final el agradecimiento más bien es con la mente y ponemos en sintonía al alma. El alma no requiere precisamente de grandes reconocimientos pero se regocija cuando se entiende que ahí está; pero más bien, es la mente que vive de los títulos y es la mente que vive de los agradecimientos. Cuando de pronto ustedes hacen algo por alguien, llegan a decir: “no quería nada; pero sí al menos un gracias”.

Pareciera que “el gracias” es una cuestión en donde saldas ciertas cuentas de la bondad y pone en sintonía aquello que cierra el ciclo; pero ¿qué ocurre con ustedes?

Bien, deben de dejar de ver lo cotidiano como simple y transformarlo en extraordinario. Agradecer que todos los días tienen voluntad para seguir adelante pese a que muchas veces no tienen ánimo para continuar, Agradecer de que a pesar de que algunas veces son necios en algunas ideas, han seguido con la intención de transformar; pero eso aplica a todos los seres humanos, son necios con aquello que les cuesta trabajo solventar y entonces piensan que nunca será distinto. Pareciera que entonces ustedes, el obstáculo más grande que tienen es la necedad y el miedo. Todo lo que mueve muchas de las situaciones de la Tierra, de la vida, del comportamiento, precisamente es eso: el temor.

En todos los seres humanos cabe un poco de temor a ser feliz, pareciera que todos quieren ser felices pero temen ser felices, porque en el fondo quieren vivir algo pero no perderlo, y en sí, una de las grandes situaciones que deben de vencer son los temores, los miedos.

Aman a los seres que los rodean pero temen perderlos; aman lo que tienen material pero temen perderlo; su temor es entonces, cambiar ese estado que consideran ideal, porque entonces la mente piensa que no va a saber qué hacer. Si en algún momento les costó trabajo llegar a un punto y llegan a ello y lo perdieran, estarían en un estado indefenso, estarían vulnerables a ciertas situaciones de su propia mente. Por eso, todo lo que viven en el ahora deben de agradecerlo, estar en sintonía con su propia mente, estar en sintonía con su propia alma, saber que lo que tienen hoy, es justo lo que deben de tener y eso es conciencia, eso son aprendizajes y también si esos aprendizajes los entienden como conflictos.

Uno requiere muchas veces de todas aquellas cosas que ponen en juego a la mente, que ponen a girar a la mente en todas sus emociones para poder comprender que son mucho más que la expectativa de los problemas y también mucho más que todas aquellas situaciones que de pronto se presentan. Cuando ustedes solventan todas estas cuestiones es cuando comprueban que no era tan complejo como se pensaba; pero no necesitan agradecer eso, ni tampoco darse cuenta solo en el futuro, sino en el presente. No hay nada, absolutamente nada, que no puedan sobrellevar ni mucho menos que no puedan, como llaman, «saltar el problema», sino no existiría en ustedes. Todo lo que está contenido en el Universo es energía natural, si está contenido dentro de la Tierra entonces es posible y también imposible. Por ese mismo sentido, todo aquello que vivan y que de pronto para ustedes no posibilita su actuar, entonces vuélvanlo imposible: “¿Es imposible?… no es necesario para mí”.

Vean las cosas con la simpleza necesaria que ustedes requieran, no teman ser felices, pidan ser felices sí, y generen la felicidad como ya la tienen, que es una característica y un algo alcanzable; pero en un sentido de equilibro, sin necesidad de pensar cómo será su felicidad en el mañana; ni tampoco como algo alcanzable, no son felices hasta que tengan o hasta que logren. Sean felices en el ahora, aquel que es feliz con lo que tiene en el hoy aunque no tenga nada, va a ser feliz y aún más feliz cuando tenga todo aquello que considera que no existe en el hoy. Pero si van a ser felices para cuando ocurran ciertas cuestiones, nunca aprendieron a ser felices, porque incluso cuando llega aquello que tanto esperaban no sentirán verdaderamente el sentido de la felicidad, el motivo de la felicidad.

Agradézcanse diario la oportunidad de existir, esa es la magia de la vida humana, agradecerse asimismo todo el esfuerzo; agradecerle a los demás, incluso a aquellos que los dañan, la presencia en su vida; porque se dieron cuenta que valían más que ciertas cuestiones; y no más que los seres, sino que las actitudes de esos seres que de pronto se convierten no en villanos, sino en sus grandes maestros. Todos aquellos seres que llegan para ponerlos a prueba, de inicio esencialmente ustedes lo acordaron, mentalmente ustedes lo permitieron y concretamente se vuelven sus grandes maestros; ponen a prueba y afloran todos sus verdaderos conocimientos que en esos momentos ustedes no saben de dónde salen, pero se precipitan, ocurren, pueden tangiblemente concretarlos; así es con las cosas complejas, como ustedes las llaman.

Seguiré trabajando con todos ustedes, vivan la magia de ser feliz sin temer a que esto se transforme, agradézcanse diario su existencia y continúen viviendo su eternidad.

Hasta otro instante y recuerden que el instante no se puede cuantificar, por lo tanto sin observar en qué momento de la realidad, por siempre ahí, disfrutando la eternidad.

Mensaje canalizado por Fernanda Abundes (madreymaestro@hotmail.com) (Puebla, México. 21 de Febrero de 2017)

 

Publicado por Geny Castell, redactora de la gran familia de la hermandadblanca.org

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