Mensajes de los Ángeles enviados por Ann Albers: Atesora tu vida, es tu bien más preciado

Tu vida en la tierra, ya sea por unos años o por cien años, realmente es tan corta que hay que aprovechar cada día, pero sin embargo es un regalo precioso y también una experiencia que cada uno de nosotros y antes de nacer estábamos esperándolo con locura. Querías desviar tu conciencia del mundo de lo que es el espíritu al mundo físico, porque la veías como una oportunidad para poder aprender, al igual que crecer, amar y de igual forma poder expandir tu conciencia del amor que vive en todas las cosas.

En cada uno de los momentos que eliges amarte a ti mismo, amar a los demás o amar hasta incluso el suelo que se encuentra bajo tus pies, todo el tejido de la creación conoce más amor. En cada momento que superas un desafío, es más probable que toda la raza humana supere desafíos similares. En cada momento desesperado, cuando piensas en un pensamiento lleno de amor, toda la conciencia humana colectiva está inspirada de un amor mayor.

Tú no te encuentras separado, realmente  nunca lo has estado y nunca lo estarás, ya que la energía que habita dentro de ti os conecta a todos en los reinos invisibles. Solo en los momentos de Presencia profunda o en el momento que abandones esta existencia física, tendrás la oportunidad de observar el tejido sutil y amoroso de la creación que te une como uno solo.

¿Puedes imaginar que el Infinito tomó forma en ti y te permite dirigirlo de la forma que quieras elegir en cada momento? Con tus elecciones, le das las experiencias de Dios en el mundo físico y con tus acciones, permites que lo Divino testifique y experimente en sí mismo y es que por ejemplo, cuando miras una rosa, lo Divino mira a través de tus ojos y ve su propia belleza, así que cuando te miras en el espejo, el Divino ve una de sus bellas caras.

Tu vida es un regalo. Adora a tus seres queridos. No te preocupes tanto por el estado del mundo. Preocúpate más por el estado de tu ser interior. No te preocupes si otros no pueden amarte como te gustaría que te amasen, preocúpate más en amarte a ti mismo, amar a los demás y permítete disfrutar de la experiencia más increíble que puedas vivir aquí. Disfruta tus momentos. Disfruta tus interacciones. Saborea los desafíos mientras conducen a las últimas victorias del amor. Sé un ejemplo del amor de Dios por los demás porque así es como construirás y educarás a aquellos a quienes realmente les importas.

Cuando finalmente llegues a  abandonar tu cuerpo, tendrás la oportunidad de poder mirar hacia atrás y podrás observar que en cada uno de los momentos de tu vida humana fueron ricos en potencial para poder experimentar y desarrollar amor. Disfruta tu tiempo aquí en la tierra, aprovecha al máximo tu vida y busca el amor que puedas o quieras recibir o contribuye a dar amor en cualquier momento, porque al hacerlo, estarás abrazando al cielo, aquí y ahora.

Nunca dejes que otras personas decidan por ti, ya que tú eres el dueño/dueña de tu vida desde el primer minuto en el que naces. Que nadie te diga lo que tienes que hacer, ten la capacidad suficiente para saber elegir entre el bien y entre el mal y sobre todo tu eres la persona que decidirá a quien amar y en qué momento.

AUTORA: Lurdes Sarmiento redactora en la gran familia de hermandadblanca.org

TRADUCCIÓN: Lurdes Sarmiento

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