Un Mensaje para el velo celestial por Maria Jose Bayard

Rosa (Editora)

Un Mensaje para el velo celestial por Maria Jose Bayard

Amado Dios:

Sé que los mensajes generalmente son de ti hacia nosotros. Pero esta vez seré yo, desde mi conciencia terrenal, quien envié un mensaje para ti.

Deseo encaminar mi alma al camino de mi misión en esta tierra. Deseo encontrarme como solía hacerlo antes y sentirte de una nueva forma, diferente.

Anhelo poder despertarme cada mañana y transitar mi día feliz de estar vivo/a, sin miedos, sin preocupaciones…

Deseo que todo lo que sueño llegue a concretarse, porque solo tengo esta vida que conozco. Sé que volveré a nacer en otros tiempos, pero no quiero dejar pendientes para mi próxima experiencia. Deseo poder consumar todo mi potencial divino y caminar con toda esa sabiduría hacia el futuro y próximas encarnaciones en este planeta tierra.

Hoy he decidido buscarte y ser yo quien te envié un mensaje. Anhelo sentir ese sentimiento del hogar, me cansé de esta vida mundana. Deseo dormir en tus brazos angelicales, sostenerme en tus alas benditas y así poder sentir que puedo volar dulcemente. ¿Sabes? Me olvidé de hacerlo en estos últimos años y los problemas de la vida cotidiana han opacado mis sueños que, en algún momento de mi vida, se encontraban ¡tan despiertos!

Y es que a veces puedo caer…. Y es que a veces puedo sentirme solo/a, a pesar de sentir que estás conmigo. Desearía poder respirar profundo un momento, brindarle a mi alma un minuto de descanso y luego regresar al ruedo de la vida con un nuevo aire, con más pasión, frescura, espontaneidad, con una visión más pura…
Desearía que esta noche me bañaras con tu agua bendita, poder sentir nuevamente que estás ahí, que nunca te has ido y que cada vez que te pido que regreses ahí estás nuevamente, listo para extender tus alas espirituales y abrazarme dulcemente en esta noche vacía.

¡Tantas lágrimas derramadas en este pedido! Este mensaje es esto: Un pedido desde este espacio de la tierra para lograr sanar.

Desearía verte a los ojos y volver a admirar en ellos nuestra esencia bendita, sentirme nuevamente conectado/a a la fuente celestial sabiendo que todos somos UNO en el extenso universo. Así me sentía cuando era niña. Miraba las estrellas en las noches cristalinas y sentía que a donde sea que yo mirara estaba siendo escuchada por millones de testigos, por infinitas conciencias que aún siguen vivas en la Red Cuántica de la Divina Providencia y sabiduría superior.

Deseo que este mensaje llegue a ti. Lo envío desde lo más profundo de mi corazón. Anhelo que mañana todo sea diferente. Pido a mí ser que despierte todo su potencial, que resurja, evolucione, cambie, crezca, renazca y tome del gran sol central esa fuerza para seguir andando.

¡Aún quedan tantas cosas por vivir! Sé que habrán nuevos amaneceres, nuevas melodías que llenarán de amor mis días. También sé que llegarán los momentos en que los matices se vuelven grises y habrá nuevos desafíos por atravesar. Entonces te pido:

Cuando lleguen esas instancias en donde la noche se pone más oscura, ayúdame a afianzar mi fe en ti, ella es la única que puede sostenerme. Guíame con tu luz bendita. Alúmbrame el camino para encontrar la salida y transmutar todo aquello que debo soltar para continuar el viaje.

Escribirte me ha ayudado. Saber que todo lo aquí plasmado será escuchado por ti me brinda paz. Tus oídos no descansan, no tienen retiros ni vacaciones. Lo bueno de hacer uso del poder que tú mismo me otorgaste es saber que tu estas ahí, listo para responderme.

¿Qué podemos hacer nosotros, los humanos, por ti?

Nunca te lo había preguntado.

Una voz en mi conciencia nace ahora diciendo:

“Co-crear”

Somos los diseñadores de nuestro destino y no hay nada que ustedes no harían por nosotros. Entonces, cuando me decido a co-crear mi vida allá apareces tú, mostrándome la verdad de mi camino.

Perdona si alguna vez me alejé de mi ruta, perdona si no pude ver las señales que tú ponías en mi camino para ayudarme a despertar. Perdona si a veces no puedo perdonarme. Soy un ser humano y estoy en mi proceso de evolución.

Perdona si después de tantas veces que tocaste mi puerta no te dejé ingresar por ella, tenía miedo, no sabía cómo era la vida contigo, era algo desconocido para mí.
Perdono a mi corazón por no dejarse guiar muchas veces.

Hoy me encuentro listo/a ¡Quiero un cambio! Solo sé que solo/a no puedo, y ahí estas tu para ayudarme. Solo sé que estoy preparado/a y ya no puedo esperar más. Lo que tenga que ver quiero verlo. Lo que sea necesario sentir quiero sentirlo. Si toda esta etapa y camino me lleva hacia la materialización de mi pedido estoy dispuesto/a a hacerlo.

Amado Dios, he caído y quiero levantarme de nuevo.

Sé que me estas escuchado ahora, el eco de mis palabras, el sabor a melancolía de mis lágrimas, están llegando a ti en esta noche vacía. Solo escúchame, solo escucha mi voz…

Sé que tú me responderás. Uso el poder que me concediste y así es.

Amen.

Amor y gracia.

Por María José Bayard

Fuente:

Un Mensaje para el velo celestial por Maria Jose Bayard

2 comentarios

  1. Gracias por tu carta, a medida que la leía, he sentido casi la misma añoranza,aunque estoy segura que todo nos espera a la vuelta de la esquina.

  2. Las almas con un gran potencial tienen más tiempo d entrenamiento. Un día sin darte cuenta sentirás ya terminó la limpieza y volverás a reír a carcajadas y pensaras: pues tampoco fue tan difícil.!!! Y una nueva vida se te regalará ,en el momento q estés preparad@ para disfrutarla. Ese día está a la vuelta d la esquina. Paciencia y confía. Precioso mensaje el que has escrito

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

xxx