La PAZ en la 7ª Bienaventuranza de Cristo, Por Miguel Angel Quiñones Vesperinas

Jorge Gomez (333)

(Síntesis de una charla dada en la sede de

la Sdad.Antropósofica en Madrid, el 27 de noviembre del 2006)

ImageLa 7ª de las Bienaventuranzas que nos dio Cristo-Jesús dice: “Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados Hijos de Dios”. Una interpretación mas correcta es la que sustituye “pacíficos” por “pacificadores”, o de los que hacen “obra de paz”, porque ellos serán llamados Hijos de Dios. Vamos a tratar de ampliar la interpretación que de ella hace Rudolf Steiner en sus comentarios a los Evangelios.

En la 7ª Bienaventuranza, al igual que en la 8ª y 9ª, Steiner está describiendo lo que sería todo un desarrollo centrado en el Yo del ser humano, de unos principios que corresponden a los vehículos superiores del hombre, al Yo espiritual, al Espíritu de vida y al Hombre espíritu (Manas, Budhi y Atma, en la terminología hindú). Por Steiner sabemos que estos principios superiores los tenemos, en estado germinal, desde el mismo origen del ser humano y, en absoluto podemos hablar de ellos como cuerpos desarrollados en el siglo XXI.

Realmente, el problema que tenemos hoy día es el de tener un “ yo inferior o personalidad” muy fuerte; el proceso de individualización es imprescindible, pero problemático: es una mezcla de impulsos espirituales luciféricos , con una forma ahrimánica, y una esencia de influencia asúrica. Esto es lo que cada uno poseemos y con lo que tiene que actuar el Impulso Crístico. En el comienzo de la era cristiana el impulso luciférico era mas fuerte y ahora está mas debilitado; el ahrimánico era mas débil y ahora está fortalecido, y el impulso asúrico aumenta su influencia desde nuestra estructura física, con lo que nuestra conciencia depende excesivamente de nuestro cuerpo físico.

En esta situación es en la que tenemos que hacer algo para intentar desarrollar nuestro Yo Espiritual. Para ello se necesita que los impulsos del Yo penetren e impregnen nuestro cuerpo astral (emociones, deseos, etc.), y lo transformen. En las religiones conocidas normalmente no hay elementos de transformación, sino elementos de presión sobre las conductas (represión) : lo que debemos hacer o no, lo que debemos obedecer o no. En la verdadera evolución espiritual la transformación de lo negativo, de lo caótico, de lo discordante con el cosmos, de la propia conducta, no debe hacerse a través de una presión externa sobre nuestro cuerpo astral, sino por una transformación desde nuestro Yo. De esta forma el cuerpo astral modificado comienza a transformarse en Yo Espiritual.

A lo largo de nuestras encarnaciones, durante milenios, todos hemos estado trabajando sobre nuestros cuerpos, en especial sobre el astral, aunque sabemos que es un proceso muy lento; para acelerarlo el hombre necesitó maestros espirituales que nos guiaran. Como nuestro yo no estaba maduro para gobernar nuestra estructura, el Maestro espiritual era necesario para operar como sustituto de su Yo. Para acelerar el progreso espiritual en el pasado eso era imprescindible. Ahora sería algo malsano ya que estaría sustituyendo a un elemento que ya ha madurado para actuar desde nuestra mismidad. La relación válida hoy día de un Maestro espiritual debe ser meramente informativa; si supone algún tipo de coacción o mandato sobre la voluntad no es beneficiosa para el discípulo, es negativa. Ya sabemos que en la actualidad existen cientos de miles de discípulos que están en manos de gurús o pseudo maestros, desgraciadamente entregados por completo, y que su número se va a ir incrementando en un futuro inmediato.

Image ¿Qué tiene que ver

la Paz con todo esto?. Bienaventurados los pacificadores porque ellos serán llamados Hijos de Dios. Hijos de Dios somos todos. ¿Y qué es la Paz?. No parece que sea meramente la tranquilidad o la quietud. Cristo-Jesús les dijo a sus discípulos, después de la resurrección:” La paz sea con vosotros.” Para nosotros, gente normal, este saludo supone un mero formulismo o la manifestación de un buen deseo. Si Cristo-Jesús nos desea la Paz y nos la dá, a través de sus discípulos, será porque la necesitamos, sino no nos la daría. Necesitamos, para su comprensión, hacer un trabajo de auto-conocimiento: ¿Cómo soy yo?, ¿Como estoy?. El hombre antiguo normalmente se preguntaba por el ”qué” de las cosas; desde el comienzo de la ciencia moderna el hombre se pregunta mas por el como” de ellas: ¿Cómo son las cosas?, por su explicación y desarrollo. Para nosotros es muy didáctico entender como funcionamos, porque la esencia (lo que yo soy) es, ha sido y será, pero el ”como” es algo variable, modificable, temporal. No es eterno, no es determinante, pero si es muy condicionante.

Necesito saber como actúo porque si entro en conocimiento de ello puedo introducir modificaciones en mi. La primera pregunta que deberíamos hacernos es: ¿Estoy en Paz?. Si contesto afirmativamente me preguntaría : ¿Cuándo?; si contesto negativamente me preguntaría: ¿Porqué no?. Aparte de mi mismo, otra pregunta importante sería: ¿Los demás, están en Paz?. Yo me atrevería a afirmar que la paz no es una cualidad que se vivencie en el hombre de una forma multitudinaria (

la Paz interior, personal, no la política, militar o legal).

Si no tenemos excesiva paz y reconocemos que no somos muy pacíficos, mas bien que lo somos en raras ocasiones, deberíamos preguntarnos: ¿Por qué no puedo estar en paz?, si es que no lo estamos. ¿Qué es lo que pasa realmente?, ¿Es porque la vida me está generando muchísimos problemas que no me dejan estar en paz?. Yo lo que hago procuro hacerlo bien, cumplo con mi deber, soy responsable y amoroso con los seres cercanos, no doy la guerra a nadie….pero, sin embargo, el mundo me trata muy mal y por ello no puedo estar en paz. Aunque uno admitiese este falso razonamiento, en un momento de la vida se da cuenta que aunque dejasen de influir las causas a las que se atribuyen el desasosiego y una falta de paz, que incluso cuando finalizaran los casos atribuibles a terceras personas o a sucesos irritantes, se puede seguir con irritación y desasosiego, violencia y agresividad latente. Si es así, y no hay motivo claro de ello, uno puede llegar a descubrir que lo que se está queriendo tapar es un sentimiento que vive en uno y que no gusta tenerlo:

La Vergüenza.

Se puede estar ocultando el sentimiento de vergüenza por algo que se ha hecho y se sabe perfectamente que no ha estado bien; no necesariamente por algo importante, trascendente u horripilante, sino simplemente que hay ”algo” en mi interior que me dice que mi obrar no ha sido correcto, y por ello no estoy tranquilo. Si soy consciente del proceso y puedo corregir lo que no he hecho bien, entonces mi situación anímica puede cambiar; pero asimismo puede ocurrir que ya no tenga solución y por tanto no pueda trasformarlo, y pase a ocupar su lugar en lo mas profundo de mi inconsciente.

Cuando el ser humano no aguanta algo es porque la fortaleza del Yo no soporta la percepción de la propia actuación moral ( hay que considerar que estamos continuamente actuando y cada acto que efectuamos es un acto moral) , la presión de nuestros actos morales sobre la conciencia es bastante mas fuerte que lo que nuestro yo soporta; nosotros soportamos solo una parte de nuestra actuación, el resto lo ocultamos para que no nos moleste; con ello teóricamente nos quedamos mas tranquilos, pero… no funciona: hasta hace poco los confesionarios estaban llenos y hoy han sido sustituidos por los gabinetes psicológicos, la farmacopea y el consumo de drogas que se incrementa espectacularmente. ¿Qué es lo que ocurre?. El inundar el inconsciente con actos y sus correspondientes consecuencias, que no quieren ni siquiera ser percibidos, supone una pasajera tranquilidad de conciencia, pero que no es saludable, sino enfermiza.

Image El problema, entonces, es que hemos perdido la identidad con nuestra dignidad, nos hemos encarnado, identificándonos cada vez mas con nuestro cuerpo físico, incluso apropiándonos de una auto-conciencia de la personalidad que nos ha aislado cada vez mas del prójimo; nuestros actos morales no están dirigidos por la imaginación o por el pensamiento, ni por la revelación de la divinidad actuando en nuestra alma,(como sucedía en tiempos pasados), sino exclusivamente por nuestra pobre y huérfana personalidad. El resultado es que los actos morales cada vez están menos en resonancia con la realidad completa ( que incluye el mundo espiritual), y eso genera actos inmorales, no necesariamente depravados o malvados en la inmensa mayoría de las veces, sino sencillamente incorrectos. El soportar constantemente la visión de mis actos incorrectos, me es doloroso y por eso los niego.

Pero, dado que podemos desarrollar el auto-conocimiento, lo primero que debemos hacer es empezar a levantar los velos que cubren los actos morales incorrectos y mirarlos de frente: su reconocimiento es el primer requisito para que el hombre se haga cargo de sus propios actos y asuma sus consecuencias. Para eso está el sentimiento de vergüenza y la voz de la conciencia. En primer lugar surge el impacto que produce sobre la conciencia el reconocimiento del acto realizado, y luego viene el propósito de la trasformación, dándonos cuenta de que preguntándonos: ¿ como soy, como estoy, como actúo? , vemos que nada es eterno, que todo es transformable, recuperable y regenerable, y que mi Yo tiene la capacidad de regenerar y curar. Es importante tener la actitud de querer transformar mediante nuestro Yo, es decir, mediante nuestra fuerza espiritual, lo que hemos desajustado, desordenado o desequilibrado, por el daño causado a un ser, del tipo que sea, físico, anímico o espiritual. Cuando se han dado estos pasos se puede comenzar a vivenciar

la Paz.

Un discípulo de Steiner dijo en una ocasión:” No puede hallar

la Paz quien no haya decidido combatir el Mal”. Es un contrasentido el no querer saber nada del Mal, para no complicarse la vida y vivir tranquilamente y en paz. La dignidad vive en mí y el Mal también; si mi conciencia no quiere saber nada del mal (que vive en mi, no lo olvidemos), el Mal entonces campa a sus anchas y se adueña de mi. Sabemos que una de las armas que utilizan las entidades malignas que habitan en el ser humano, es la de la inconsciencia e ignorancia del mismo. La frase“ No hallará la Paz el que no quiera combatir el Mal “ hace referencia al que no quiera trabajar para buscar el equilibrio y la armonía del Cosmos, junto con las Jerarquías Espirituales, de todas las criaturas, de los reinos inferiores al ser humano y de todos los espíritus elementales.

Image En el único lugar de nuestro universo en el que no hay armonía es en la interioridad del ser humano, en donde no la ha generado la divinidad de manera permanente (ya que si lo hubiera hecho no habría sido necesaria la encarnación ni existiría el ser humano). El sentido de la reencarnación reside en el hecho de que el ser humano pueda evolucionar, desarrollándose espiritualmente; no para que ser castigado y sufrir. Hemos sufrido, sufrimos y sufriremos, pero no es ese el objetivo; lo importante es la evolución de la conciencia: atravesando todo ese camino de dificultades para ser capaz de escoger, siendo un requisito para ello el conocer, y en eso se basa la libertad: si yo no tengo conocimiento no puedo escoger, y entonces no seré libre. Una de las facultades mas importantes del yo del individuo es la de poder tomar decisiones individuales y libres, iniciativas y juicios, pero dichas decisiones deben estar tomadas en base al conocimiento. Si yo quiero transformar el Mal, el primer paso es identificarlo y conocerlo, pero ante todo tengo que vivenciarlo, ya que lo tengo dentro de mi, no solo en los demás o en las instituciones. Para ello tengo la ayuda que consiste en que puedo identificarme con ese ser que se da cuenta de mis errores, porque el que ha cometido ese acto incorrecto que me provoca vergüenza, no es el mismo que ha reconocido dicho acto. Pero es que ese que reconoce dentro de mi que ese acto es inmoral, está en mi interior.

¿Quiero o no acallar la voz de mi conciencia?. Si yo hago este reconocimiento inicial, empiezo a ponerme en armonía, y puedo empezar a entender lo que es

la Paz a partir de ese sentimiento, vivenciándolo. Si de verdad quiero entender una cosa, tengo que ser esa cosa; si quiero entender el amor, tengo que amar, si el odio, tengo que ser odio; de lo contrario todo será pura especulación. Por supuesto que estas identificaciones son peligrosas, son grandiosas, son divinas, son todo (todo lo universal puede pasar por mi conciencia), y el ser humano es el único ser espiritual en el universo con esa capacidad (tenemos esa grandeza, Ese drama de poder ser lo más sacrosanto, pero también lo mas depravado). Hasta que no conocemos esto, no tenemos ni idea de la enorme responsabilidad que tenemos. Comprender y entender esto es totalmente normal y posible para el hombre de hoy, no lo era para el hombre de hace 2000 años, porque no poseía la capacidad de abstracción actual.

ImageSi todo esto lo vivenciamos, podemos empezar a pensar en

la Paz, en ese sentimiento que se ha generado en nosotros cuando hemos seguido este proceso. Podemos continuar con una meditación respecto a lo que es Amor, ese sentimiento de amor que tengo cuando estoy meditando sobre la paz. ( la Paz, al igual que otras cualidades, son seres espirituales, no son abstracciones). La vivencia con el “ser espiritual Paz”, si se hace perseverando y prolongadamente va a generar una posición anímica agradable y deseable,y se hace amar. En ese estado de gracia puedo captar la solución a algún problema mental que tuviera pendiente de resolver, a alguna duda espiritual que no comprendía, puedo entender como la verdad puede expresarse a través de uno. Y eso lo voy a sentir como una iluminación, en forma de luz, con auténtica claridad, y luego va a haber una expansión de todo lo que yo estoy haciendo al resto del mundo.

En una etapa posterior voy a sentir un dolor inmenso, ya que me voy a dar cuenta de que, incluso después de décadas de cualquier tipo de entrenamiento espiritual, al final resulta que la plenitud de esas cualidades espirituales no puede impregnar mi alma continuamente, aunque el proceso haya sido maravilloso, no las puedo conservar con la fuerza de mi yo. Y entonces sentimos una impotencia al darnos cuenta que se ha llegado a lo máximo que el ser humano puede llegar con sus fuerzas personales. Esta descripción es la que corresponde a una persona normal, y que tiene su correspondencia con un proceso iniciático. Es un escalón en el proceso de iniciación cristiana. Estamos considerando la transformación real del ser humano, al margen de las decenas de otros caminos espirituales enmascarados y que no corresponden ni son apropiados para la época actual.

Se trata de hacer el esfuerzo de una manera adecuada. Estamos trabajando con el yo inferior, racional, del hombre, no con el Yo superior. Quien trabaja es la personalidad, que tiene las suficientes cualidades para hacer las cosas bien o mal, y que está destinada a transformarse.

El hombre necesita a Cristo y no podemos tener Su fuerza y comprensión dentro si no hemos vivenciado previamente la debilidad de la fuerza en nosotros, cuando estemos dentro de un proceso espiritual y reconocido la grandeza del mismo, y seamos conscientes de hasta donde podemos llegar en relación con nuestro ego. Es muy fácil caer en el auto-engaño, en las corrientes espirituales del momento mas que en cualquier otro sitio. Hay que apelar a la autenticidad y honestidad de cada uno, que consigo mismo está haciendo un proceso interno; no se trata de mortificaciones o hacer penitencia, sino de mirar determinados actos míos que puedo transformar, en una actitud nueva. No se trata de cumplir con algún precepto, ni de que organicen desde arriba tu comportamiento humano, no dejándote libre porque saben que te vas a equivocar.

ImageTu libertad debe ser absoluta porque tu eres el que va a decidir en cada momento. ¿Quién te va a juzgar?. O te juzgas tú o no te juzga nadie. Yo puedo auto-engañarme y ser un inmoral, aunque me crea muy moral e incluso convenza a los demás. Solo posteriormente viene la fuerza del Cristo que puede impregnarme y convencerme realmente de que el ser humano, acompañado de esa fuerza, adquiere la potencia y entendimiento de que su destino no es otro que el de ser el portador de

la Fuerza Crística, su transmisor en la Tierra, para transformarla. Para eso tiene que haberse conseguido una Paz absoluta.

En nosotros mismos, con nuestras fuerzas, no encontraríamos mas que muerte. El mundo está lleno de vida, continuamente recibiendo fuerzas del cosmos. En su momento los seres humanos seremos los suministradores de todas esas energías a los seres inferiores, tomaremos el relevo de las Jerarquías, lo que significará un incremento considerable de nuestra conciencia, de nuestra voluntad y de las fuerzas de vida que nos vienen del Cristo, y que entonces tienen que estar repletas de moralidad, en una absoluta fraternidad. Mi destino es colaborar con todos mis hermanos de conciencia para poder regenerar al resto del mundo a través de la fuerza del amor llena de vida.

Pero necesitamos ser absolutamente pacíficos para poder llegar a ser “pacificadores”, los que traigamos Paz a

la Tierra; para eso, previamente, hemos tenido que ser inofensivos y pacíficos, lo que supone tener la calma de la universalidad: Yo estoy en el Universo y estoy bien, total y completamente consciente de donde estoy y porqué; estoy en concordancia con la realidad, y eso no es posible mientras mis actos morales estén al margen de mi conciencia. A través de mi Yo necesito tener la capacidad de transmitir mi Paz a mis semejantes, con el desarrollo de mi amor.

ImageTengo que saber que los elementos que me irritan e incomodan van a seguir haciendo mella en mi, y entonces se va a acabar el amor y la paz, comenzando nuevamente la confrontación con mis semejantes. ¿Qué es lo que ha ocurrido?.¿En que consiste una provocación?. Actúan determinados entes que están en mi; siento que algo viene a mi, directamente a mi sentimiento, no a mi pensamiento , y que inmediatamente responde a cualquier agresión u ofensa. Lo que sale de mi puede cometer barbaridades, en función de la agresión. Veo la debilidad que hay en mi, por mucho trabajo que realice en el camino espiritual: no hay una transformación suficientemente fuerte en mi, pero se que estoy en el camino correcto y que tengo que seguir: no debo dejarme hundir ante mi debilidad. Se que nunca seré como el Cristo, pero estoy seguro que el Cristo obrará a través de mi si tengo la limpieza y la elevación necesaria para ello. No yo, sino el Cristo en mi.

La inmensa mayoría de los actos que realizamos sabemos que tienen desajustes y que van a generar consecuencias (karma). Yo solo soy responsable del karma subjetivo, no del karma objetivo, en el que no intervengo. Es el Cristo el que va a asumir todo el karma objetivo de la humanidad, como Señor del Karma, tal como nos dice Steiner. Cada acto mío deja una huella fuera de mi individualidad y su consecuencia va a volver a mi. Todo lo que haya generado de una forma negativa, sabiéndolo y comprendiéndolo, y aunque desconozca sus consecuencias, tendrá que ser compensado. No siempre va a suponer un castigo, sino que la vida siempre nos va a poner delante situaciones o problemas que tenemos que superar o resolver, y de esta forma, al solucionarlos, puede haber un incremento de la conciencia y de las cualidades de perseverancia, paciencia, voluntad, etc. No solo me voy a beneficiar yo, sino toda la humanidad en su evolución.

Lo importante, mas que resolver el problema que he generado, es cambiar mi actitud, ver que es lo que ha pasado en mi interior, y apoyándome en este reconocimiento puedo ir evolucionando. Estoy avergonzado por algo incorrecto que he realizado y se que tendrá sus consecuencias, pero eso me ayudará a modificar mi actuación en situaciones similares. Lo importantes es lo que uno se dice a si mismo, rememorando donde está el error y a las consecuencias que me lleva el actuar sin el control de mi yo, y que algo se ha manifestado ajeno a mi. Se puede llegar a percibir como tu “doble” se apropia de tu cuerpo y te inmoviliza . Una vez pasada la situación ves los errores cometidos; si lo reconoces, la siguiente vez tomarás las riendas de la situación.

Image Sabemos que el materialismo como ideología es una falacia basada en intereses político-económicos y que en un futuro próximo va a desaparecer. Los seres humanos se van a dar cuenta de que las cosas son transcendentes. No estaremos privados de la realidad de la percepción universal, de que la materia está impregnada de espiritualidad, que es lo que la conforma. Comprenderemos que formamos parte de una masa humana y que las individualidades se escindirán en una raza benigna y una maligna; esa división se llevará a cabo cuando los cuerpos físicos tengan problemas para poder recibir en encarnación a los espíritus y almas sanas; va a haber un divorcio en la continuación genética físico-etérica de los cuerpos y la evolución espiritual de las almas cristianas, lo cual significa que en determinado momento evolutivo las almas cristianas se desembarazarán del cuerpo físico, y las demás almas no lo harán, sino que querrán seguir teniendo un cuerpo físico, pero las condiciones ya no lo harán posible. El individualismo va a dar paso a un tipo de vida comunitaria que se desarrollará en la 6ª época cultural post-Atlante, la que seguirá a la actual del alma consciente, en la terminología steineriana.

Es importante, por ello, que nos impregnemos de la comprensión del impulso crístico para que podamos formar parte del proceso correcto. Pero cualquier hombre de buena voluntad, en cualquier parte del mundo, puede hacer este proceso interior, y tomar la decisión apropiada, guiado por sus sentimientos y claridad de conciencia ( al margen de cualquier adscripción religiosa-sectaria ) dentro de su alma.

El alma consciente toca el bien, el Yo Espiritual está lleno del bien y de la verdad, participando del mundo espiritual en el que las Jerarquías espirituales se manifiestan. El Hijo del Hombre se pone en contacto con el mundo espiritual, hasta que se llena de su fuerza, y entonces pasa a ser Hijo de Dios. “Seréis llamados Hijos de Dios”.

Miguel Angel Quiñones Vesperinas

— visto en: revistabiosofia.com

1 comentario

  1. QUE GRAN LECTURA,me parece interesantisima,digna de tener en cuenta y ser leida.LA PAZ interior,estar en el cielo aqui,hacer realidad tus deseos aqui y ahora.Pero primero uno tiene que sanarse asi mismo,cuando reconoces que has errado y causado dolor a otros y asi mismo,confiando en superarse,reconociendo sus debilidades,sus fallos, sus errores,tratando de no errar más,por lo menos intentandolo,arrepintiendose de corazón,se logra salir adelante,fuerza de voluntad en cada decisión.Muchas gracias por esta información.SI QUIERES TENER PAZ Y GOZO,AMA,PARA SER FELIZ.La vida para mi empieza a tener sentido cuando ayudo a otros,a ponerse en pie y a andar.Cuando respiras hinchando tus pulmones de aire, y notas que no estas solo apesar de estar en el desierto.cuando miras el cielo y ves las estrellas que dominan el firmamento,comprendes que no estás solo,comprendes que la vida es mucho más que el simpre palpitar de tu corazón.La vida tiene sentido cuando andas,cuando evolucionas,si no dejas tras de ti amarguras.Cuando tras de ti has dejado alegrias,cuando has dejado amigos y hermanos,cuando has dejado un grato recuerdo en todo aquel que te ha conocido,es cuando la vida tiene sentido.Si tras de ti has dejado odio,esas serán las raices que darán en el futuro frutos amargos;si la planta que crece tiene raices de amor,los frutos serán dulces y serán tu alimento en el andar de cada dia .Apoya tu mano sobre el hombro de aquellos que andan contigo,porque si te sientes débil ellos te cogerán,y si te sientes fuerte andarán más deprisa.No te ates a las alabanzas.El que te quiere no te alaba,te apoya sin palabras.Sabrás quien es el que te quiere cuando te veas reflejado en él.Busca tu gloria en la gloria de los demás,y los demásbuscarán su gloria en ti.Si hablas a los demás ,que tu palabra sea limpia;pero no hables con orgullo,porque hacerlo es hablar con falsedad.Con AMOR,YO SOY UNA CON USTEDES,VISITACIÓN

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