Angeles – Clases de 41 a 45


INDICE – Clases de 41 a 45


41. El dolor y el sufrimiento
El ángel de la verdad y la iluminación
El ángel de la simplicidad
Prog. Ang. Nro. 34: Alineación con otra persona

42. Los arquetipos del mal
El ángel de la materialidad y la tentación
El ángel del poder
Prog. Ang. Nro. 35: Medidor de esperanza

43. La belleza y la salud
El ángel de los ciclos y de las soluciones
Empatía versus simpatía
Prog. Ang. Nro. 36: Cambio de condicionamiento

44. El ángel de la palabra creativa
Bondad y compasión
La historia de Adán
Prog. Ang. Nro. 37: Invocar a los ángeles por otra persona

45. El ángel del servicio
Fe, esperanza y optimismo
Prog. Ang. Nro. 38: Curar el planeta



(VOLVER AL INDICE PRINCIPAL)

* * * * * * * * * * * * * * * * *






CLASE 41 EL DOLOR Y SUFRIMIENTO


«No crecerás si te quedas sentado en un hermoso jardín florido y alguien te traer comidas exquisitas en bandeja de plata. Pero crecerás si te enfermas, si sientes dolor, si experimentas pérdidas y no entierras la cabeza en la arena sino que recibes el dolor y aprendes a aceptarlo, no como una condena o un castigo más como un don que te es dado con un propósito muy específico». Elisabeth Kübler-Ross

Muchos que se interesan por estas enseñanzas de los Ángeles lo hacen quizás por interés en aumentar la felicidad. No cabe dudas de que se trata de un motivo noble, ya que la felicidad se magnifica a sí misma, y se expande hacia el exterior y beneficia a muchos. Pero habrá otros que estarán atravesando por una etapa de dolor y sufrimiento y que necesitan un atajo para evitarlo. Es posible que en lo profundo de la mente uno crea que los Ángeles pueden proporcionar ese atajo.

Debemos aprender que no hay atajos en la vida, un camino es un camino. Si tomamos un atajo para evitar el dolor, el sufrimiento o el esfuerzo, por lo general terminamos haciendo más trabajo y sufriendo mucho más que si hubiéramos quedado en el camino experimentando el sufrimiento que estábamos intentando evitar.

En ocasiones, cuando posponemos el sufrimiento y reprimimos los sentimientos que nos provocan dolor, y pensamos que estamos tomando un atajo, hay otros que se ven afectados por nuestra decisión.

Lamentablemente, no existen atajos reales en la senda espiritual. Los Ángeles no nos brindan atajos, pero pueden ayudarnos a enfrentar la verdad de las situaciones, y a aprender lo valioso que es hacer frente a los problemas directamente. Nos ayudan a ver la necesidad de sufrir en determinados momentos.

Lo maravilloso de los Ángeles es que siempre nos acompañan, no caben dudas de que no estamos solos. Cuando examinamos nuestros problemas, los Ángeles nos ayudan a buscar lo positivo en todas las situaciones, ya que alientan el sentido del humor en toda ocasión, y nos hacen notar que llega un momento para dejar atrás el sufrimiento y comenzar a disfrutar la vida.

Los Ángeles nos ayudan a observar el funcionamiento de nuestra propia menta y a reconocer los esquemas y los atajos incorporados que nos impiden vivir con felicidad. Los Ángeles pueden ser buenos psicoterapeutas, puesto que nos guían hacia una mirada interior en busca de respuestas y autoreconocimiento.

Con esto no quiere sugerir que haya que evitar a los psicoterapeutas humanos, pero sugiero que para el tratamiento siempre lleves contigo al psicoterapeuta angélico. Te sorprenderás del asombroso crecimiento que se produce en la combinación de las fuerzas humanas y angélica.

EL ÁNGEL DE LA VERDAD Y LA ILUMINACIÓN
La Biblia nos dice: «Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres» (Juan 8:32)

¿Y cuál es esta verdad liberada, ese aprisionado resplandor? ¡Tú eres esa verdad! Los griegos decían «¡Conócete a ti mismo!» y quién no se conoce a sí mismo no conoce nada, pero el que se conoce a sí mismo ya ha alcanzado el conocimiento de la profundidad de todas las cosas, reza un viejo dicho.

Desde el comienzo de nuestra historia registrada, los «despiertos» han dicho que nuestra verdadera naturaleza procede de arriba, es una manifestación del Yo Inmoral de Dios, completamente divina, eternamente viva en el Reino y jamás separada de neutra fuente. «La Gloria Suprema de la Creación no es una raza de seres humanos, sino de Seres de Luz, Seres Espirituales, Individuos Divinos enteramente ordenados como Santos del Altísimo»

Pero, para que se inicie una reacción en cadena que se extienda a través de todo nuestro campo de fuerza, esta Verdad de nuestra identidad divina debe ser realizada en la estructura atómica permanente de nuestros cuerpos mentales, emocionales y etéreos. De otra manera, sólo estaríamos viendo a través de un vidrio teñido por el ego con conciencia intelectual o estimulación emocional.

Desde el principio de este curso hemos examinado nuestras creencias desde diferentes perspectivas y puntos de vista y también hemos visto cómo esas creencias afectan nuestras vidas. Y ahora, permíteme preguntarte nuevamente: ¿Cuál es tu verdad? Emerson escribió: «El Dios de los caníbales ha de ser un caníbal». De acuerdo con esta idea, el Dios de los enfermos ha de ser un dio enfermo, el Dios de los pobres ha de ser un Dios empobrecido, el Dios de los fracasados ha de ser un Dios fracasado.

Pero nosotros decimos que creemos en un Dios de plenitud, abundancia y éxito, aunque podamos estar experimentando una situación de caída en una o más áreas de neutra vida. Esta bien, pero si tu crees en esas mismas cosas con respecto a vos misma, estás fortaleciendo el sentido de separación, debido a que cosas tales como Dios y tu no existen separadamente

Todos nosotros, en un momento o en otro de nuestras vidas, hemos orado para que un ser venido desde afuera nos concediera «algo» que estábamos necesitando, cuando en realidad, todo el tiempo, teníamos y éramos ese «algo» que buscábamos. Nos dirigíamos a Dios, Padre y Madre para que nos brindara su ayuda, sin comprender que el Padre y la Madre son el Poder y la Inspiración de nuestro divino YO original. Pedimos que las cosas suceden, cuando en realidad ya ha sucedido; pronunciamos las palabras para tener más, cuando en realidad ya lo tenemos todo. Nada está afuera, todo está dentro de nosotros mismos. Y todo aquello que proyectamos en nuestras vidas acerca de nosotros mismos es lo que consideramos como verdadero en el interior de nuestras conciencias.

El Dios de plenitud, abundancia y éxito es el gran YO SOY y hasta que no seamos capaces de identificar a ese YO como lo que realmente es, no podemos descubrir la verdad que nos ha de librar de la enfermedad, de la limitación y del fracaso. La clave para vivir una vida más abundante en todos sus aspectos es ser conscientes de la Conciencia, es decir, llegar a percibir y a conocer que dentro de nuestro campo de energía existe una conciencia infinita que se ha manifestado en el individuo que somos. En realidad, esa conciencia comprende todo nuestro campo de energía. Y esa percepción nos llega a través de nuestra mente consciente individual, o sea la conciencia de la personalidad.

De modo que, en la conciencia, tenemos que ser conscientes de la Conciencia. En la conciencia infinita que constituye nuestra Realidad, se aloja la energía invisible y la idea de cada una de las experiencias manifiestas y de las formas del mundo visible, pero no sólo como si fueran meras existencias almacenadas en un depósito. Todo está en la Mente, en una Mente Viva, consciente y pensante, una Mente de una amplitud, alcance, conocimiento, sabiduría, comprensión y poder infinitos. Esa mente es la Verdadera Mente de Dios que se manifiesta en la conciencia espiritual de cada individuo.

Y, en esa consciencia infinita, se aloja el autoconocimiento de la percepción que se autoidentifica con toda la Realidad, tanto visible como invisible, que se encuentra resumida en la expresión YO SOY. Así nuestra conciencia divina es consciente de su naturaleza (YO SOY) como infinita abundancia, eterna plenitud, vida perfecta y paz, alegría satisfacción absolutas. Así, en una palabra, se conoce a sí misma como el Todo Infinito. Esta es la Verdad de neutro Ser, pero sólo se convierte en una verdad en nuestra experiencia personal según sea el grado de nuestra percepción.

Nuestra conciencia infinita fluye a través de nosotros para aparecer en el Círculo Perfecto de la vida en proporción directa a la conciencia, comprensión y conocimiento que tengamos de ella. Al ser plenamente conscientes de nuestro súper Yo somos capaces de canalizar hacia nuestras vidas sólo aquello que es bueno, verdadero y hermoso. Por el contrario, si sólo somos conscientes del mundo de los efectos, atraemos nuevamente hacia nosotros esa energía defectuosa haciendo que vuelva a circular a través de nuestros campos de fuerza para aparecer en nuestras vidas como comilonas y hambrunas.

Un mayor conocimiento de la verdad sólo puede ser adquirido por medio del YO SOY, el Yo Superior, al que conocemos bajo el nombre de YO SOY, se encuentra por encima de las leyes mentales. Su principio para expresarse es el trabajo divino, la amorosa, estimulante fuerza de la Voluntad de Dios, la intención y el poder, la divina verdad, la gozosa actuación del Espíritu. Cuando llegamos al punto en que nada nos importa, excepto la actividad del Yo, nos elevamos por encima de las leyes humanas y comenzamos a vivir «en y como» ese Divino Yo, y nuestra tierra se convierte en el reflejo de nuestro cielo.

Es muy simple, pero no es nada fácil, y esa es la razón por la que un auxiliar sagrado trabaja con nosotros, el Ángel de la Verdad y la Iluminación, para ayudarnos a conocer la Verdad y a ser libres, pues para eso hemos sido creados.

Cuando la energía de este Ángel se encuentra bloqueada por las proyecciones del ego que nos convencen de que el poder Supremo es la propia personalidad, de que Dios es una fuerza externa y de que para sobrevivir debemos depositar nuestra confianza en la naturaleza humana, el individuo sólo seguirá los deseos de su ego. La persona se comportará de forma altanera y pretensiosa y tendrá el hábito de alabarse a sí misma. Como está completamente centrada en la naturaleza inferior, las energías curativas se encuentran completamente dispersas, lo cual puede acarrear un deterioro general del sistema físico.

Cuando se rompen las ataduras del ego, el Ángel libera la energía de la conciencia trascendental que necesitamos para elevar el Cuerpo Mental y emocional y para introducir en el cuerpo físico una vibración curativa que lo mantenga pleno y saludable.

La conciencia espiritual y la plenitud son la misma cosa. Cuando llegamos a adquirir una, alcanzamos la otra. Cuando comprendemos la Verdad del Ser, nos elevamos hacia una conciencia cuatridimensional que se sitúa por encima de las dualidades y está libre de las «plagas de la humanidad». Esta es la razón por la cual este Ángel es considerado una de las principales influencias en todas las áreas que proporcionan contento en el plano físico, y que no sólo afectan directamente al cuerpo, sino que también comprenden las finanzas, las relaciones y el éxito en nuestras respectivas profesiones. El nos ayuda a elevarnos por encima del nivel de nuestros problemas hacia la conciencia del Rol Resplandeciente que irradia la plenitud del Dios-Yo.

En una comunicación con el Ángel sobre el tema de la adquisición de habilidad, de competencia, fue fascinante escuchar cómo el Ángel iba revelando los muchos y diversos aspectos de sí mismos. Se habló sobre ser auténtico con uno mismo, y en ese momento, el Ángel dijo:

«¿Sabes lo que significa? Significa seguir tu propia verdad. Y, ¿cuál es tu verdad? Es la que ha sido acumulando en tu corazón a través de la percepción de la naturaleza y la actividad de Cristo dentro de ti mismo. Esta Luz en el centro del amor es la energía de toda la Verdad que tú has llegado a aceptar en relación a tu verdadera identidad. Es la energía, el espíritu de las cualidades del Yo de las que has logrado adquirir conciencia. Además, también es la energía, el espíritu de la salud, la prosperidad, los logros, las relaciones correctas y así sucesivamente. A Mí también me han conocido como esta realidad registrada en el corazón, a la que, entre otros nombres, se la ha conocido como la manifestación de Cristo, el arquetipo de Jesús.

«El niño nace cuando el primer rayo de comprensión espiritual entra en la conciencia y crece y madura con cada partícula de Verdad que se acepta por medio de la meditación. Esta Luz que resplandece en la conciencia personal libera a la personalidad e la responsabilidad de gobernarse a sí misma; si se le permite hacerlo, por medio de la aquiescencia de la mente consciente, asumirá la responsabilidad de curar el cuerpo, de combatir la escasez, de solucionar los problemas que se presentan en las relaciones personales y de revelar la realidad.

«Este Espíritu de la Verdad es el Uno Maravilloso que realiza todas aquellas obras que parecen milagrosas y que nos ofrece una guía para recorrer el laberinto de la vida. Se te ha dicho que ese poder creativo es el mismo Dios Todopoderoso, ye so es cierto, pues el único Poder es el de Dios, y desde el corazón del Ser Universal hasta el corazón de cada ser individual existe la unidad el Espíritu, pues Dios no puede ser separado de Dios. La mente y su manifestación son una unidad, de modo que cuando recibes la Vedad, recibes el Autor de la Verdad.

«Esta Luz debería ser llamada el Padre Eterno, el perpetuo e inagotable engendrador de todo lo que es bueno. Es el Príncipe de la Paz, es quien revela en la vida la armonía y la tranquilidad, y puedes estar segura de que sus bendiciones seguirán derramándose sobre ti y de que seguirán incrementándose eternamente».

Tú puedes comenzar a liberar al Ángel dedicándote completamente a vivir y a ser la Verdad, independientemente de las apariencias, lo cual significa hablar con la verdad desde la perspectiva divina. Podemos decir que YO SOY pleno, rico y maravillosamente exitoso, debido a que el Yo ha existido y existirá eternamente, y utilizar el Yo para cualquier otra cosa que no sea reflejar la Verdad del Ser es tomar en vano el nombre del Señor-Yo. Esto significa que si asociamos la gran Palabra Secreta con todo aquello que es inútil, indigno y tonto (la definición de vano), estaremos convocando una ley universal que nos hará descender de nivel.

De ese modo, decir «estoy enfermo» o «no puedo permitirme eso» es hacer como el caníbal que convierte a Dios en un caníbal. Si sólo nos referimos a la ilusión, solo podemos decir que «él» no se siente bien o que está experimentando alguna insuficiencia temporal, debido a que no queremos atribuir nuestra enfermedad a Dios.

Por otra parte, ninguno de nosotros quiere parecer trastornado, y debemos hacer todo lo que podemos para proteger nuestra Sagrada Identidad.

Una vez más, ¿qué es la Verdad? Tú eres la Verdad, de modo que mira a tu propio Yo y percibe la Verdad. Fija tu mirada en el Altísimo y quédate en el rayo de su Luz, vive en el Sol y permite que el Señor del Fuego destruya todas tus antiguas creaciones erróneas. Sólo avanza en los rayos resplandecientes y observa cómo se disparan las sombras del pasado. ¡Levántate y brilla! Levántate y salí del humano sentido del Yo y ponte a brillar como el Sol que eres.

No podrás encontrar la Verdad en los libros o en las conferencias, debido a que tu no estás allí. Sólo la encontrarás allí donde tú estés, de modo que deja de dar vueltas buscándote a ti mismo en cualquier otra persona. La búsqueda del Santo Grial ya ha terminado. A ti te han entregado el Grial: «Esta Copa es la Nueva Alianza en mi sangre, que es derramada para vosotros» (Lucas, 22:20). La Copa simboliza la divina identidad, una inagotable fuente que siempre te estará proveyendo de todo lo que puedas llegar a necesitar, querer o desear. El Grial, la Copa, representa el eterno Sol Resplandeciente que siempre estará con vos a través de una eterna Alianza: «He aquí que YO Siempre estoy contigo».

Una vez que comenzamos a vivir como el individuo divino al que llamamos YO SOY, en lugar de hacerlo como el ser humano llamado «yo-también», la energía de la Verdad se pone a trabajar con toda la inspiración de un Deva desencadenado, enviando comunicaciones a los otros Ángeles, con un espíritu de maravillosa y espléndida cooperación y abriendo la puerta para una iluminación cada vez mayor. Muy pronto, lo ideal se unirá con lo Real, y todo lo que resuene en nombre del Yo proclamará la presencia de Dios.

Avanza hacia las coordenadas de tu campo de energía en donde habita el Ángel de la Verdad y la Iluminación y conviértete en uno con este Sol Resplandeciente de Poder. Te aseguro que ha de ser una de las visitas más importantes que habrás de realizar en toda tu vida.

Finalidad: Buscar la unidad de la naturaleza inferior y la superior; es la energía de la conciencia trascendental, en donde la individualidad reemplaza a la personalidad; la energía curativa que mantiene la plenitud del cuerpo.

Rasgos negativos que pueden presentarse a partir de las proyecciones del ego: una conciencia completamente «humana», dominada por el ego que se guía por motivos basados en los deseos de la naturaleza inferior. Individuo pretencioso y arrogante, muy pagado a sí mismo, aquejado frecuentemente por enfermedades y problemas físicos.

Su energía resulta bloqueada debido a: que se ve a la personalidad como el poder superior y a Dios como una fuerza externa y no interior; la dependencia del ego como el más alto poder interior; lo que lleva a bloquear la Luz espiritual y las energías curativas que se irradian hacia la mente y el cuerpo.

EL ÁNGEL DE LA SIMPLICIDAD
El camino más directo para llegar a cualquier lugar es siempre el más sencillo. La complicación, dicen los Ángeles, es algo diabólico.

El ser humano es el único animal que se complica la vida y ello es algo que pone muy triste a los Ángeles.

En la simplicidad se hallará la solución a todos los problemas, pero cuando tienes complicaciones, es que te falta confianza en Dios.

Cada vez que te encuentres ante una dificultad que te parecerá insuperable, acuérdate de esta frase. Verás que en muchas ocasiones simplificando el asunto, la solución se dará a conocer por sí misma.

Esto es algo que funciona tanto con las matemáticas como con los problemas del auto:

Te propongo que:
Ponte cómoda en un lugar tranquilo, cierra los ojos y relájate.

Permite que tu conciencia vaya penetrando sin esfuerzo alguno en la simplicidad de tu corazón. Imagina que estás sentada bajo una bella luz dorada. Siente cómo todo tu ser absorbe esta luz y se funde con ella.

En el extremo de esta luz están el Ángel de la Simplicidad y el demonio de la complicación. Familiarízate con estos dos visitantes e insiste en que la complicación desaparezca de tu vida en que ésta se simplifique e ilumine como cuando eras una niña.

Invita a tu Ángel de la Simplicidad a compartir contigo la riqueza de cada instante de tu nueva vida.

PROGRAMACIÓN ANGÉLICA Nº. 34
Alineación con Otra Persona

Esta alineación os permitirá conectar vuestros chakras, creando un potente campo de energía para la comunicación angélica. Dejad a mano cuadernos y biromes para el proceso de Apertura que seguirá poco después.

1) Cerrad los ojos. Enviad raíces hacia la tierra y fibras al cielo.
2) Llevad la energía de la tierra hacia el chakra de la raíz y la energía celeste hacia el chakra de la coronilla.
3) Cuando tengáis una clara sensación de las energías en ambos chakras, visualizad un rayo de luz que surge de estos chakras y conecta a cada uno, en línea recta, con el respectivo compañero. Sentid la luz que conecta los chakras de la raíz y de la coronilla de ambos.
4) Cuando hayáis establecido una firme conexión entre vosotros, llevad la energía terrestre hacia arriba, hasta el chakra sexual y la celeste hacia abajo, hasta el Tercer Ojo. Una vez más visualizad un rayo de luz que parte de cada uno de esos chakras y se conecta con el respectivo compañero.
5) Recibid cada uno los rayos del otro en los propios chakras.
6) Cuando la conexión entre ambos chakras sexuales y del Tercer Ojo sea clara, moved las energías una vez más, hacia los chakras del plexo solar y de la garganta. Visualizad rayos de luz que fluyen de ellos y se conectan con los respectivo chakras del compañero.
7) Recibid esos rayos en vuestros propios chakras.
8) Cuando las energías se conectan con los chakras de la garganta, afinaos juntos emitiendo el sonido Om. Continuad afinando hasta que ambos sintáis el tono resonando en el cuerpo.
9) A continuación llevas las energías de la Tierra y del Cielo a los Chakras del Corazón y del Timo. Enviad un rayo de luz desde estos chakras hacia los respectivos del compañero.
10) Recibid el rayo de luz que proviene del compañero en vuestros propios chakras del corazón y del timo. Observad cómo experimentáis esto. Permitid que la sensación sea tan profunda como se pueda. Reparad en que vuestros Ángeles ya están presentes y abríos a sentir su amorosa energía.
11) Cuando ya estéis listos, abrid los ojos

Permaneced algunos minutos en silencio y en mutua compañía para permitiros la plenitud del placer en lustra alineación.
* * * * * *


(VOLVER AL INDICE)

(VOLVER AL INDICE PRINCIPAL)

* * * * * * * * * * * * * * * * *



CLASE 42 LOS ARQUETIPOS DEL MAL

Según la leyenda, el padre del mal era el segundo en poder después de Dios, el jefe de todos los Ángeles, el bello y amado Arcángel Lucifer. Lucifer significa «portador de Luz» y ejercía de maestro de la humanidad. Dios necesitaba un voluntario que bajara a la tierra a iluminar y a fortalecer a los humanos a través de tentaciones y pruebas. Lucifer se ofreció voluntariamente y empezó a deleitar a los humanos con sus pruebas.

En definitiva, acabó sometiendo a prueba a las personas, no para satisfacer a Dios sino a su amor propio y, en consecuencia, creó una barrera que le separaba de Dios, quien lo expulsó del cielo y tuvo que encontrar otro lugar. De esta forma fue como Él creó el infierno.

Finalmente, Lucifer ha sido identificado como el embustero (una fuerza independiente destructora del Universo). La Leyenda también dice que Lucifer se llevó del cielo con él a algunos Ángeles: he aquí los Ángeles caídos o bufones cósmicos. Otros conocen a Lucifer como Satán. En hebreo Satán significa «adversario», siendo Satán el adversario del amor de Dios. Según Satán, el amor es algo ajeno contra lo que luchar.

La controversia entre el bien y el mal suscripta puntos de vista en todos nosotros. En varios libros se descarta la visión del mal como algo que creamos en nuestras mentes, que se manifiesta en nuestras vidas simplemente como un fenómeno que no tiene fuerza propia y que existe únicamente porque nosotros lo permitimos. Pienso que debemos ampliar nuestro vocabulario y encontrar una extensa gama de palabras que identifiquen los distintos tipos de víctimas que existen. La razón por la cual las victimas son tales es porque existe una fuerza: el mal. Independientemente de que seamos nosotros o no los creadores de esta fuerza, ésta es tan real como lo son las mismas víctimas.

Es difícil prescindir del concepto del bien contrapuesto al del mal. Es el tema principal de muchas películas y obras literarias, además de ser el de la misma vida de los humanos. Esta batalla que mantiene la oscuridad contra la luz está en continuo funcionamiento alrededor de nuestras vidas, pero cuando tiene lugar en nuestro interior y divide nuestro propio ser, entonces nos debilitamos, nos descentramos y nos aislamos.

El miedo a sentir que no somos «buenos» y a poder ser castigados a causa de ello, puede obsesionar a las personas con hacer lo posible para actuar siempre bien. Pero, ¿quién va a impartir el castigo? Dios no castiga. Él nos otorgó el libre albedrío y aunque nosotros no aceptemos su ayuda, Él no puede castigarnos. Tampoco Dios puede evitar que nos auto castiguemos o que castiguemos a otras personas. Disponer de libre albedrío implica que nuestros actos no pueden ser interferidos por Dios, ni siquiera cuando la fuerza del mal nos persigue. Lo único que hace Dios es ofrecernos amor incondicional y este amor actuará de refugio cada vez que lo necesitemos. La clave se basa en que nosotros debemos solicitar este amor a Dios y estar abiertos a Él.

Los bufones cósmicos son los Ángeles caídos. También puedes llamarlos demonios si lo prefieres. Éstos colaboran a que nos autocastiguemos cuando creemos que hemos hecho algo que no es correcto. No lo hacen dirigiéndose hacia lo que sería lo evidente, sino que llegan a nosotros a través de nuestro sentido humano y de nuestro orgullo.

Ellos no son muy angélicos, sólo existen para examinar y castigar. Se hacen cargo de las consecuencias de nuestros pensamientos negativos y juguetean con nuestras obsesiones egocéntricas. El truco se basa en concentrar nuestros humos en sus jueguecillos y a la vez distanciarnos de ellos. Sólo entienden las bromas prácticas y no las bromas que atañen a ellos sino a nosotros mismos. Además no entienden el amor. De esta manera, si caemos presos en una broma cósmica, lo mejor que podemos hacer es actuar con más tolerancia y amarnos más a nosotros mismos.

Los bufones cósmicos son unas criaturas malcriadas que non enseñan a reírnos de nosotros mismos mediante sus bromas convenientes. Probablemente debamos comer unos enormes pedazos de «pastel de humildad» para darnos cuenta de lo divertidos que somos. Si somos demasiado serios o estamos llenos de obsesiones, si sentimos odio y tenemos prejuicios, los bufones cósmicos dispondrán de un día muy laborioso para impartir sus lecciones.

Si nos sumergimos demasiado en la oscuridad o en algún estado de alteración mental que resulte de ingerir fármacos, o si estamos faltos de sueño, los bufones empezarán de nuevo a molestarnos con sus chiquilladas. Si nos sentimos débiles a causa de estos temores y del hastío que a veces nos invade, les estamos dando poder. Sus lecciones pueden esconder un lado positivo, sobre todo cuando nos trasladas a momentos del pasado, momentos de plena vida y consciencia, pero encontrar este lado positivo depende únicamente de nosotros. Estos bufones pueden ser despiadados, como el grupo original de Ángeles caídos de Lucifer.

Ten en cuenta que todos tenemos nuestras pequeñas batallas internas y que cuando los bufones nos descarrían, inmediatamente nos disponemos a sufrir las consecuencias negativas. Será de mucha utilidad permanecer alerta para identificar estos ardides, a fin de que este estado de plena conciencia nos permita disponer de libertad de elección. Estamos atrayendo a los bufones cósmicos cuando caemos en las trampas que voy a menciona a continuación.

Si caemos en la trampa del «tremendo temor», la cual nos obsesiona y nos convierte en seres supersticiosos, los bufones harán que este miedo crezca en nuestro interior. Los temores aparecen en distintas formas, medidas, magnitudes y condiciones. El miedo es una fuerza negativa poderosa que puede consumir tu energía espiritual. Si empleamos nuestra energía en el miedo, empeoraremos la situación. El temor altera profundamente nuestro interior y es difícil darse cuenta de lo hondo que puede penetrar en nuestra alma.

Si sientes un temor que te obsesiona, trata de analizarlo y de enfrentarte a Él. ¡Pídele con decisión que se largue! Si dotamos de poder a nuestros miedos tornándonos supersticiosos, los bufones no tendrán otro remedio que servirse de su poder para hacer una broma. Intenta llegar a un punto en el que puedas reírte de tus miedos, y así éstos no gozarán del poder de destruir tus momentos de paz.

Si caemos en la trampa de tomarnos a nosotros mismos demasiado en serio, seremos nosotros los que más acarrearemos el peso de las bromas de los bufones. Ser una persona demasiado seria significa dar excesiva importancia a las cosas. La comedia satiriza los compartimientos demasiado formales y ésta es precisamente la ventaja que posee. La excesiva seriedad es también un ardid en el que caemos cuando pensamos que lo hacemos todo bien y en realidad somos nosotros mismos el objetivo de la broma.

A los bufones cósmicos también les encanta jugar con la trampa de los prejuicios y de las expectativas, sea cual sea el modo en que se manifiesten. Estos prejuicios pueden ser referentes a la raza, religión, sexo, profesión o incluso puede ser que poseas alguno del que no te hayas percatado. Sea cual sea nuestro prejuicio, será el objeto no vedado de los bufones cósmicos. Por ejemplo, si tiene prejuicios hacia una raza humana en concreto, los bufones intentarán que un hijo tuyo se case con una persona de aquella raza. O si sufres una experiencia trágica, una persona que predica una religión que tú no respetas te salvará a ti o a tu hijo del peligro.

La lección es muy simple: ¡no juzgues!, cada situación con cada ser humano acontece de la forma en que acontece, por lo tanto, espérate lo inesperado o deja de elucubrar para así conseguir todos tus propósitos.

Si estás obsesionada con algo o con alguien, estás buscando problemas. La obsesión es una seducción de tu mente hacia algo que deseas o que temes. Has valorado de una manera irreal la importancia que le has conferido a este objeto pesado o temido. Es posible que te acosen pensamientos obsesivos a lo largo del día, pero lo más importante es no olvidar que toda obsesión perturba la paz. Los bufones cósmicos sólo lo empeorarán confundiéndote con signos e indicaciones negativas sobre el objeto de tu obsesión.

Las obsesiones pueden llegar a afectarte tan negativamente que debas requerir asistencia profesional. A veces la obsesión llega a ser tan tremenda que ni siquiera nosotros mismos nos damos cuenta de la ayuda que precisamos. Nosotros solos podemos liberarnos de las obsesiones cotidianas más comunes, simplemente dependiendo del sentido de humor que le dediquemos al comportamiento obsesivo. Si la obsesión se convierte en una encerrona, intenta remitirte a la simplicidad. Alivia la obsesión: ¿a quién le importa si has cerrado la puerta con llave o no lo has hecho? Y, si estás preocupada, envía unos cuantos Ángeles a tu casa. Si estás obsesionada con otro ser humano libérate de él o ella; si él o ella vuelva a ti, entonces guíate por tus normas.

Los bufones son bastante imaginativos cuando juegan con los seres humanos «bajo la influencia». Quizás estemos bajo la influencia de sustancias químicas, por ejemplo LSD, alcohol, tranquilizantes, ansiolíticos o con disminución sensorial, falta de sueño o una mala alimentación.

Cuando pasamos a un estado de alteración de la conciencia, entramos en el territorio de los bufones cósmicos. Estos se convierten en personajes de una película y lo hacen, no necesariamente con el fin de divertirte sino para escogerte de protagonista. Te encontrarás participando en una película de ciencia ficción, junto a seres extraños, o en una de terror con demonios y monstruos. O quizás te den el papel del rey del tiempo y del espacio o el de un místico espiritual que posee consciencia del cosmos y que se identifica con toda cosa creada. Estas películas parecen reales, pero fíjate bien en quienes son los directores y los productores.

Estos son los bufones cósmicos, los que te obligarán a escenificar tus fantasías y tus miedos hasta que parezcan reales. De todas formas, tarde o temprano llegará un momento en que te hartarás de ser el héroe de historias épicas y desearás volver a la realidad. Te habrás dado cuenta de que ya tienes bastante con las lecciones que estos extraterrestres y personajes oscuros te están impartiendo. ¡Bienvenido al principio!, todo esto ha sido una broma. Tú no eres nadie más que tú, ni el rey del tiempo, ni el del espacio, ni la víctima de extraterrestres y monstruos, sino que eres simplemente el mismo ser tan bueno como era antes. Todo está bien; ahora ya estás de vuelta y eres el director de tu propia película (con tu Yo Superior de productor); dispones de muchas historias que contar sobre otros mundos y muchas imágenes que mostrarnos.

Hay personas a las que se le han aparecido los bufones cósmicos. Es inusual, pero puede ocurrir. Sólo acontece cuando se experimenta un pavor muy profundo. Ver la imagen de un demonio o de un fantasma es terrorífico y provoca que este horror aumente. El miedo colma de poder a estos seres, o sea, que si alguna vez te encuentras con uno de ellos, concéntrate, respira hondo y pídele a él y al terror que se marchen. Intenta aliviar el miedo refugiándote en algo que consideres sagrados. Los cristianos, por ejemplo, utilizan el nombre de Jesús o la imagen de una cruz. Es muy efectivo repetir tres veces la oración al arcángel Miguel (se da por separado)

El único motivo de añadir este capítulo de los bufones cósmicos es porque existen más personas de lo que uno cree, que han experimentado estas travesuras. También es importante remarcar el gran poder que tiene un modelo de pensamiento negativo en las situaciones de desesperación. No es de suma importancia si las personas pueden ver u oír verdaderamente a los bufones cósmicos o si es simplemente su imaginación la que los crea. Lo que es realmente importante es la angustia y el temor que les ha llevado a esta situación.

El amor incondicional es la única y verdadera sanación para cualquier posible cosa de carácter negativo. Si no encuentras este amor en ti misma ni en otras personas, búscalo en Dios y en los Ángeles, pues si les abres tu corazón, nunca te decepcionarán. Te enseñarán a amarte incondicionalmente y en consecuencia atraerás amor del mundo entero que te rodea.

EL ÁNGEL DE LA MATERIALIDAD Y LA TENTACIÓN
La condena de la materialidad es uno de los peligros del camino espiritual, debido a que algunas personas piensan que pueden acelerar el proceso del despertar al renegar de las cosas de este mundo. En realidad, lo que hacen es intentar escaparle a la vida, pretendiendo que todas las cosas del «afuera» son sólo una ilusión y que, por lo tanto, no son reales. Esto, con frecuencia, conduce a una conciencia de separación, de «estar en el espacio» y a cierto grado de inconformidad negativa, lo cual hace que la persona se vuelva esencialmente inútil para ser un verdadero servidor que ayude a satisfacer las necesidades del mundo.
Todos nosotros somos individuos divinos que provenimos del reino de la Luz, pero no debemos pasar por alto la Realidad de que hemos entrado en una encarnación física en la tierra para experimentar la forma, para desprendernos más rápidamente del karma, para acelerar el proceso del despertar y para gozar de la vida mientras hacemos todo lo anterior. Pongamos, simplemente, que somos seres espirituales que hemos adoptado una forma física para vivir en un mundo material sólo para la alegría de hacerlo. Algunas veces olvidamos la última parte de esta frase.

Durante un sueño este Ángel manifestó lo siguiente:

Vive y muere sólo por la alegría de hacerlo. Fuera de eso, no hay nada realmente importante.

Juega más, sólo por la alegría de hacerlo; ama más y haz más el amor, sólo por la alegría de hacerlo. Acaricia, abraza y besa a quien es la luz de tu vida, sólo por la alegría de hacerlo. ¿Por qué mirar hacia atrás con arrepentimiento?

Ríe y haz tonterías y canta y baila; sólo por la alegría de hacerlo, como si fueras un niño sin ninguna preocupación, porque realmente no existe el mañana, sólo el hoy.

Sé anticonvencional e inconformista, un poco loco, sólo por la alegría de serlo. Sé un yo alegre y jubiloso y mira al mundo como algo divertido, sólo por la alegría de hacerlo. Independientemente de lo que pueda suceder, pues eso sucederá, sólo por la alegría de hacerlo.

Confía en la Presencia y en el Poder de Dios, sólo por la alegría de hacerlo. Entrégate a la actividad de Dios en todos los aspectos de tu vida, sólo por la alegría de hacerlo.

Todo lo que hagas en tu vida, hazlo sólo por la alegría de hacerlo, pues no hay ninguna otra cosa que sea realmente importante.

El mensaje sonaba como si proviniera de alguien que realmente gozara jugando y bailando con las ninfas (Pan).

«Ser en» este mundo es realmente mucho más que sólo estar sobre la tierra y olvidarse de nuestras responsabilidades y también, por cierto, significa bastante más que bailar con la música que está sonando en ese momento. Es también más que «ir tirando» y conformarse con las esperanzas, y bastante más que sólo existir y esperar la muerte o la venida de tiempos mejores.

Significa estar plenamente vivo y vivir dinámicamente, con interés, aspiraciones y sentido de aventura, mientras tenemos esta forma física. Emerson dijo: «Creo en la existencia del mundo material como expresión del mundo espiritual… las leyes de ambos mundos son una sola cosa». Y Jesús, por cierto, no negó de ninguna manera Edmundo de la forma y de la experiencia. Por el contrario, gozaba con los festivales y las fiestas y con la compañía de hombres y mujeres, amaba la tierra, las montañas y el mar. Apreciaba la soledad del desierto y el clamor de las multitudes y trabajaba incansablemente en los pueblos y en las ciudades. Para «ser» completamente de acuerdo «con el programa» de este mundo, incluso pagaba sus impuestos.

Estamos de acuerdo en que somos seres espirituales que han asumido una forma física y que tenemos nuestros pies sobre la tierra y nuestra cabeza en los cielos – nuestra mente, hasta cierto punto al menos, está centrada en la realidad espiritual-. Una parte de nosotros se asienta en la tercera dimensión, mientras que la otra está volando en la cuarta dimensión, sin embargo, no estamos completamente atascados en la materialidad, ni navegamos, completamente libres en la espiritualidad.

Nuestro verdadero estado de existencia es estar entre dos mundos, en lo que se ha llamado la tierra ardiente, donde el fuego del Yo Divino está transmutando la naturaleza inferior. Jesús nos dio la escena adecuada para esta experiencia en los días que pasó en la soledad del desierto y las tentaciones con que fue probado por el «Diablo».

Los antiguos llamaban a este período el Tiempo de la Tentación, que no era otra cosa que una experiencia de iniciación que incluso podía durar toda la vida, en caso de que el discípulo se mostrara reticente a desprenderse del no-yo. Si lograba pasar las pruebas, el individuo estaba listo para la infusión de la naturaleza superior y de la conciencia de su unidad con el Espíritu.

¿En qué consistían estas pruebas y quienes se ocupaban de dirigirlas? En las antiguas escuelas, se trataba de exámenes de la conciencia personal de cada individuo, preguntas destinadas a comprobar si el estudiante estaba o no listo para pasar al siguiente nivel de iniciación. El encargado de dirigir esas pruebas era uno de los maestros principales, al que con frecuencia se lo llamaba Janus. «Janus, JAY nus, era, en la mitología romana, el Dios de las puertas y las entradas. Y, debido a que cuando una persona ingresa a algún lugar nuevo pasa simbólicamente a través de una puerta, Janus se convirtió en el Dios del comienzo de las cosas».

Con el correr del tiempo, este «monitor espiritual» llegó a ser conocido como el Diablo, Satán y Lucifer. Diablo proviene de una palabra griega que significa «calumniador» o «difamador», es decir alguien que se ocupa de hacer falsas afirmaciones por medio de la palabra hablada y así podemos llegar a pensar que parte de los exámenes incluían afirmaciones erróneas que debían ser desmentidas por el estudiante. Por su parte, Satán proviene de un vocablo hebreo que significa «adversario» y los maestros podían muy bien asumir ese papel para estimular la memoria de los estudiantes. Lucifer, finalmente, proviene de una palabra latina que significa portador de luz, lo cual, ciertamente, representa el poder de iluminación del maestro y tutor espiritual.

Antes de ir al encuentro del Ángel de la Materialidad y la Tentación, echemos una mirada a los puntos sobresalientes de sus enseñanzas básicas:

Como dijimos antes, somos seres espirituales que habitamos en un mundo físico. Provenimos de la cuarta dimensión y la mayor parte de nuestro ser se ha quedado en ese nivel, mientras que nuestras mentes, nuestras emociones y nuestro cuerpo físico se han extendido en la tercera dimensión.

Nuestro objetivo consiste en disfrutar de la experiencia en el plano físico, sin quedar atrapados en el pantano de la materialidad. Esto significa que tenemos que «vivir, amar, reír y ser felices» sin las ataduras emocionales del miedo, la culpa, la codicia y la tristeza. Nuestro papel en este mundo es tener todas las cosas sin poseer ninguna – gozar de la abundancia del dinero sin preocuparnos por «hacer dinero», obtener correctamente nuestro sustento sin hacer de ello una forma de vida, alcanzar la plenitud sin centrarnos en el cuerpo, tener buenas relaciones sin afectos emocionales egoístas.

Tenemos que saberlo todo, reconociendo, al mismo tiempo, que no sabemos nada, tenemos que hacerlo todo comprendiendo que no estamos haciendo nada. Tenemos que llegar a quedar materialmente satisfechos sin ser espiritualmente complacientes, tenemos que amar las acciones justas, pero sin llegar al fanatismo, y tenemos que hacer frente a nuestras responsabilidades sin exagerar nuestro sentido personal del deber.

En este, en esencia, consiste el vivir sobre la tierra como testigos para que el Reino, el Poder y la Gloria del Dios-Yo aparezcan como formas y experiencias, sin dedicar ningún pensamiento a las necesidades de la naturaleza inferior. ¿Es una tarea difícil? Por supuesto, y esa es la razón por la que disponemos de las vibraciones de un poder particular, que opera en nuestro campo de energía para ayudarnos a recorrer nuestro camino.

En las enseñanzas de los colegios de Misterios se consideraba que este Ángel no sólo era un examinador, sino un protector que tomaba a su cargo al discípulo para ayudarlo a lo largo de su camino, pues iba, permanentemente, comprobando y midiendo el crecimiento de su conciencia y, cuando era necesario, insuflaba ideas de discreción y precaución en la mente del individuo, capacitándolo para transitar por el filo de la materialidad, al tiempo que mantenía dentro de sí la conciencia de la Causa. De otra manera, el aspirante podía caer en las hipnóticas garras de un profundo materialismo.

Si, para estimular un nivel más amplio de comprensión, se hace necesario experimentar una determinada enseñanza, este Ángel puede «tentar» a la conciencia, para demostrar su poca efectividad y los peligros del orgullo espiritual, del complejo de creerse un salvador, del confiar en una verdad no comprendida para corregir una situación o condición exterior, o del lanzarse a buscar los tesoros del mundo a través de las manipulaciones y maquinaciones del ego.

El Ángel de la Materialidad y la Tentación trabaja con nosotros para revelarnos nuestras limitaciones personales, para que, viéndolas podamos volver a concentrarnos en la única Presencia y el único poder que nos habita. Es la energía que nos capacita para que, llenos de comprensión, podamos decir: «Estoy vivo, pero no soy yo el que vive, sino que es Cristo el que vive en mí». Es el conocimiento de que el YO SOY es algo superior al «yo mismo» y el dejar que lo que YO SOY viva a través de nosotros, como si fuéramos nosotros.

Cuando la energía de este Ángel se encuentra bloqueado – debido, por lo general, a que estamos completamente concentrados en los efectos y en las fluctuaciones entre el deseo abrumador de poseer cosas y el exagerado temor a no tenerlas – los individuos pueden volverse extremadamente obsesivos. Viven sólo en el mundo del deseo, con una mente muy estrecha y poca fuerza de carácter.

Pide a tu Espíritu Santo que te lleve al encuentro de este Poder Causal, o, si ahora te sientes cómoda trabajando con los Ángeles en el plano interior, simplemente llama al Ángel y ponte en contacto con él, como si fuera un amigo especial. Recuerda que el Ángel funciona como «un sistema de alarma» para ayudarte a mantener tu cabeza en el reino espiritual mientras tus pies se encuentran ente la suave resaca de las deliciosas experiencias en el plano físico. Cuando hayas aprendido de las pruebas a las que el Ángel habrá de someterte, tú, con tu protección, podrás vadear las peligrosas aguas del materialismo y serás elevada hacia la Montaña Sagrada.

Finalidad: Ayudarnos a «mantener los pies sobre la tierra» hasta estar listos para despertar a la cuarta dimensión de la conciencia, resguardarnos de la posibilidad de preocuparnos exageradamente de los efectos.

Rasgos negativos que pueden presentarse a partir de las proyecciones del ego: persona obsesiva, dominada por sus deseos y, sin embargo, con poca fuerza de carácter, estrecha de mente y extremadamente violenta.

Su energía resulta bloqueada debido a: la preocupación casi exclusiva por el mundo de los efectos; un estado de ánimo que fluctúa entre sentirse agobiado por el deseo de tener cosas y sentirse agobiado por el miedo a no tenerlas; la incapacidad para estar solo e indiferencia ante la meditación.

EL ÁNGEL DEL PODER
Todos nosotros tenemos el Poder de crear cosas y mundos, mediante el uso de nuestros pensamientos y palabras, es el Poder Divino que tenemos el libre albedrío de usar para bien o para mal.

El ser humano es el cuerpo celeste más grande que nunca existió. Todos los cuerpos celestes son células en el universo, pero el hombre, el ser humano, es espíritu infinito en grandeza. Porque nace de la energía incomparable y desconocida que puede alcanzar al Creador supremo con la inmensidad de su creación.

Las palabras son energía tan poderosa que crean mundos y dicen que si pronuncias nada, nada será. Que si dices así será, así pues será. Se aconseja que todas tus afirmaciones siempre las hagas en forma presente, ya que para los Ángeles el tiempo futuro no existe. Si además hay algo que desea que nunca te vuelva a suceder, afírmalo en tiempo pasado con la aprobación de tu Ángel Guía para que en paz se retire de causa o el motivo de esa circunstancia y no vuelvas a experimentarla.

Hay algo en el hombre que trasciende a la personalidad finita, expresión de su ego, y eso es el amor. Por esta razón del Ángel del Poder se asemeja al Ángel del Amor. El aspecto a veces iracundo y terrible que puede tener el Ángel del Poder se debe únicamente a nuestros temores y a nuestra ignorancia.

¿Por qué el hombre no disfruta casi nunca del poder que está en su interior? La respuesta es que queremos poder y no queremos responsabilidad. En un nivel terrestre, poder y responsabilidad son dos cosas separadas, pero a un nivel angélico son una única y misma cosa.

Se ha dicho que vivir es responsabilizarse. Vivir sin responsabilidades es ser vivido. Desde luego que hay muchas cosas con las que no tenemos nada que ver y de las cuales no queremos ni podemos responsabilizarnos; pero de una cosa sí somos responsables, y es de cómo respondemos a la vida, al destino, a lo que se nos ofrece, a las circunstancias que nos ha tocado vivir.

Cuando somos conscientes de que somos los artífices de nuestro propio destino, nos damos cuenta del Poder que mora en nosotros.

El Verdadero Poder, es simplemente energía, una energía indescriptible que procede directamente de nuestro Yo Superior, que se confunde con el Ángel del Poder. conectar con el Ángel del Poder no nos servirá para manipular a los demás siguiendo los caprichos de nuestro ego; es, al contrario, una responsabilidad que nos obligará a manifestar la plenitud de la presencia angélica en nuestras vidas.

Te propongo que:
Siéntate en un lugar tranquilo y en el que estés segura de que nadie te va a molestar. Desconecta el teléfono.

Cierra los ojos y pregunta a los Ángeles que, aunque no los veas, te están rodeando: ¿Qué es el Poder?

Es posible que escuches al menos dos voces. Una te dirá que el Poder es fuerza, dominio, voluntad y te exhortará a que seas más fuerte y dominante, o a que desarrolles tu fuerza de voluntad. Se trata de un Ángel impecable, fuerte, impresionante. Aunque te deslumbre, no le hagas caso; es un demonio disfrazado de Ángel, es el demonio del poder. Invítale a que desaparezca.

La otra voz quizás te diga algo que has escuchado muchas veces: querer es poder. Y realmente es así: amar es poder. El verdadero Poder, capaz de cambiar destinos, reside en el Amor. Deja que todo tu ser sea penetrado por la fuerza transformadora del Amor. Permite que tus células se llenen de Amor, que tu corazón se sienta lleno de calor y gozo. Disfruta de esa maravillosa sensación de libertad y felicidad que proporciona el Amor, el Verdadero Poder.

Finalidad: gran energía y determinación, fuerte capacidad de decisión que, frente a todas las situaciones, confía en la voluntad de Dios.

Rasgos negativos que pueden presentarse a partir de las proyecciones del ego: arrogancia, condescendencia, egoísmo, carácter vano, y pretencioso.

Su energía resulta bloqueada debido a: el orgullo espiritual, la idea de que «tengo el poder» y los demás no; el temor consciente a la voluntad divina, y, a partir de allí, la incapacidad para entregarse totalmente al Espíritu.

PROGRAMACIÓN ANGÉLICA Nº. 35
Medidor de Esperanza


La esperanza es un valor; es uno de los valores más importantes. Cuando ignoramos la esperanza, sentimos que estamos en medio de aguas turbulentas, pero cuando nutrimos la esperanza y creamos situaciones donde ésta pueda alimentarse, la vida se convierte en una navegación apacible.

Cuando nos concentramos en todos los males e infortunios salidos del cántaro de Pandora, perdemos temporalmente la esperanza en el futuro. Estos males, como la codicia y las calumnias, corrompen casi todos los rincones de nuestra sociedad. La codicia encarcela a los hombres y las mujeres de Dios, y la codicia de los grandes negociados está destruyendo la Madre Tierra. La codicia nos acecha a la vuelta de cada esquina, por lo que nuestra es la decisión de mantener viva la esperanza en el corazón y de crear el futuro para el mayor bienestar de todos.

No es fácil mantener viva la esperanza en especial cuando se vive con los ojos abiertos, pero los objetivos importantes no siempre son fáciles.

Para crear un medidor personal de esperanza, tengamos a mano nuestro diario o un anotador. Primero, crearemos un fondo fiduciario de esperanza, en el que incluiremos situaciones y cosas que nos dan esperanza.

Comencemos a pensar en la esperanza, lo que significa para nosotros, y en los elementos de nuestra vida que alientan la esperanza. Por favor, no generes un fono de lo que la desalienta – un cántaro de Pandora personal – porque no vale la pena. Permíteme recordarte que no bases demasiada esperanza en otras personas. En otras palabras, no esperes que alguien venga a rescatarte; créeme, no es esto lo que tu quieres.

Tengamos esperanza en confiar en los Ángeles y en nosotros en cualquier situación. Vamos a inaugurar el fondo de esperanzas; podemos depositar más cosas posteriormente a medida que crezcan nuestros recursos.

Para crear el medidor de esperanza, vamos a dibujar una figura simple que represente un medidor. En un extremo escribimos la palabra ESPERANZADO, y en el extremo opuesto escribimos la palabra DESESPERANZADO. En el medio escribimos NEUTRAL. Vamos a controlarnos con el medidor todos los días. Cuando la esperanza sea baja vamos a hacer un retiro del fondo de esperanzas.

Por ejemplo, podemos leer un capítulo de un libro, ir al parque para ver jugar a los niños, ver una película inspiradora, visitar a amigos divertidos y hablar de lo que sucede con la esperanza de ellos, o simplemente quedarnos sentados en paz y pedirles a los Ángeles que nos traigan algo de esperanza. La esperanza es un instinto de supervivencia, especialmente en los días que corren.


(VOLVER AL INDICE)

(VOLVER AL INDICE PRINCIPAL)

* * * * * * * * * * * * * * * * *



CLASE 43 – LA BELLEZA Y LA SALUD

La gravedad mental es la causa principal del deterioro de la salud y la belleza y equivale a la tensión que se manifiesta en forma de pensamientos negativos, situaciones negativas, preocu-paciones, que oprimen el espíritu. Las personas que padecen de tensión envejecen más rápida-mente de lo normal. Esta degradación puede combatirse si sustituimos el estrés y la gravedad mental por la relajación espiritual, la ligereza y la armonía.

Hay personas que llevan la tensión reflejada en el rostro, otras en el cuerpo y otras en la voz. Hay personas cuyos cuerpos cambias según sean las condiciones externas de sus vidas. Un día aparecen como espíritus jóvenes y vibrantes y al día siguiente, con veinte años más, arruga-dos, hundidos y en estado de tensión.

Los Ángeles pueden aliviar el problema de gravedad mental que sufrimos, y lo consiguen dándonos plena conciencia de cuán innecesarias llegan a ser algunas preocupaciones y aportándo-nos soluciones creativas a problemas que suponen un derroche de tiempo y energía.

Cuando las personas sustituyen la angustia de hallarse desprovistas de las necesidades básicas por la sensación de felicidad de vivir el presente, se convierten de forma natural en seres bellos y radiantes. Es sabido que las monjas parecen mucho más jóvenes de lo que realmente son y también que tienen pocas arrugas en la cara, por no decir ninguna. Ello se debe a que han cambiado su forma de vida, es decir, se han desprendido de las posesiones materiales y de las preocu-paciones por las comidas suculentas, el dinero y por las relaciones emocionales y han decidido lle-var una vida espiritual basada en plegarias y oficios, lo que se refleja claramente en sus rostros (evidentemente este estilo de vida representa un ideal, pues no todas las monjas gozan del verda-dero lujo de la vida espiritual).

Para la mayoría de nosotros no es factible llevar una vida de constante plegaria y prácticas espirituales, pero existen maneras de introducir belleza y espiritualidad en nuestra vida cotidiana y, en consecuencia, obtener una mayor belleza.

La meditación es uno de los métodos que pueden mantenerte joven y ayudarte a reducir los efectos negativos que el stress te ocasiona. Meditar tan solo veinte minutos al día puede dismi-nuir el stress reflejado en tu cara y en tu cuerpo. Escuchar un cassette de relajación también te puede ayudar. Al practicar estos ejercicios, intenta visualizar los hermosos Ángeles transmitiendo belleza a tu alma. Cada vez que te mires en el espejo, imagina tu rostro joven y bello y si hay algo que deseas cambiar, intenta, mediante tu mente, dar una nueva forma a tu cara. Cuando te mires al espejo imagina a tu Ángel preferido superpuesto en el reflejo de tu cara.

Otra de las maneras de rebajar la gravedad mental es mediante el ejercicio físico. Aunque te sea difícil creerlo, los Ángeles pueden ayudarte a realizar estos ejercicios. También te ayudan a transportar pesos iluminando la carga que estás llevando, o brindándote fuerza de energía que te empuje por detrás por ejemplo si estás subiendo una montaña y estás agotada. Puedes aplicar este sistema a cada tipo de movimiento físico que tengas que hacer. Por ejemplo, si eres bailarina, imagina cómo los Ángeles te elevan y te sincronizan por completo con la música (quizás fuera éste el secreto de Fred Astaire!)

Los Ángeles pueden ayudarte igualmente si estás a régimen. Quizás pienses que voy demasiado lejos (¿ayudarte los Ángeles a reducir tus alimentos?). Hay personas que perdieron peso y consiguieron mantenerse delgadas y que atribuyen esta hazaña a los Ángeles. Yo creo que esto funciona bien por dos razones. Primeramente, cuando pides a los Ángeles que te ayuden a llevar algo a cabo, ellos ya saben que estás preparada para cumplirlo y no abandonarán el programa de acción. Por ejemplo, te ayudan a que te distraigas y no pienses en la comida y consiguen que varí-es tu costumbres alimenticias.

La segunda razón por la cual tus deseos se cumplirán se basa en que los Ángeles te ayuda-rán a encontrar lo que ahora has sustituido por comida. Si se trata de amor o de un romance, te llevarán por el camino idóneo para conseguirlo, lo que significa que te harán consciente de los pro-blemas y obstáculos que impiden que tus deseos se cumplan.

Los Ángeles no se alimentan de comida pero aún así saben cómo organizar un banquete. Imagina a los Ángeles celebrando una gran fiesta, bebiendo néctar y comiendo felizmente un deli-cioso pastel relleno de cabello de Ángel. Están pasando un rato fantástico engullendo pedazos enormes de comida de Ángeles, que no es más que espuma, aire o imaginación. Después de esta visión, te sentirás ridícula y no te apetecerá comer durante un tiempo.

Los Ángeles iluminarán tu campo de gravedad y esto te ayudará en todos los sectores de tu vida. Te darán capacidad para mostrar tu belleza natural y esto te mantendrá mucho más saludable.

EMPATÍA VERSUS SIMPATÍA
Existe una pequeña frontera entre la empatía y la simpatía. La empatía consiste en compartir y entender los sentimientos de otra persona sin sentirse atrapada por estos. Si sentimos simpatía por algunas personas, conectamos directamente con su dolor y comprendiéndolo, sufri-mos cuando ellas sufren.

Si sentimos empatía por otras personas, podemos permanecer contentos aunque ellas se sientan tristes, e incluso podemos ayudarlas sólo entendiéndolas y conociendo su dolor sin compartirlo. Permaneciendo felices y ligeros y mientras no forcemos estos sentimientos, ayudaremos a otras personas a sentirse mejor en algún momento determinado.

La simpatía contiene un sentimiento de pena o de compasión por las personas. Compadecerse de los otros no es beneficioso sino simplemente es comportarse, ser descendiente y aprobar. Al simpatizar con los demás, puede tener el mismo efecto que un proceso en vías de decadencia. Sería como si una persona que descendiera en trineo por una montaña a toda velocidad y al punto de estrellarse, se detuviera bruscamente a recogerte pro el camino. Si te montas en el trineo, irás cuesta abajo con esta persona. Si hacer que ella se pare o se gire y consiga vislumbrar el final que le espera, le ayudarás.

La empatía contiene un mensaje de igualdad y de autoestima. Esto no significa que te coloques por encima de los demás y digas: «déjame ayudarte» y tampoco que te pongas por debajo y te sientas mal. La empatía significa permitir a las personas ser y explorar. Tú actúas de «oyente» cuidadoso e incondicional. El saber escuchar incondicionalmente es un arte delicado y poco frecuente. El acto de escuchar con el corazón y la mente abierta, sin ningún tipo de expectativa, pro-yecto, entrega emocional o juicios de valor, es difícil de practicar con dominio. Los Ángeles te pueden ayudar a ello.

¿Formas parte de aquellas personas a las que los demás acuden con sus penas y problemas? ¿O eres alguien al que los demás buscan solamente para hablar de ellos mismos en general? Si es así, considéralo como un gran cumplido. Significa que las personas confían en ti. Es importan-te aprender a escuchar sin sentirte herida o sin que tu psique se vea perjudicada. También es bueno saber que los Ángeles pueden colaborar contigo para ayudar a otras personas.

Lo primero a hacer es pedir a los Ángeles que te ayuden a controlar tus reacciones emocionales ante los problemas de otras personas. Esto implica que tienes que estar en equilibrio contigo mismo cuando escuches a los demás hablar de sus vidas y de su sensibilidad. Si practicas el acto de escuchar a las personas sin pensar en juicios como, por ejemplo: «esto o está bien… aquello está mal.. tu deberías.. él debería… ella no debería.. hazlo.. no lo hagas», intenta principalmente liberar tu mente de cualquier tipo de juicio de valor.

Observa la situación como si existiera por sí misma y libérala al máximo de toda apreciación posible. Intenta no reaccionar ante la información que posees sobre las personas ni relativizarla a pesar de que sientas mucho aprecio por ellas. Si alguien te habla de una relación, no tomes partido por ninguna de las dos partes. Si tomas partido, aunque sólo sea en una pequeña medida, te sentirás profundamente identificada con una de las dos personas y te involucrarás emocionalmente en la discordia, es decir, el problema de la persona que estás intentando ayudar crecerá, y contribuirás a que los malos sentimientos que existen entre estas dos personas se agudicen.

Los Ángeles pueden ayudarte de varias maneras. Cuando te hallas con personas que apre-cias y que están pasando un mal momento, pide a los Ángeles que rodeen la habitación de la luz blanca, rosa y dorada de la curación y del amor. Pide a tu Ángel de la guarda que se reúna con los Ángeles de la Guarda de los demás y que te otorguen la perspicacia necesaria para saber cómo acabar con su dolor y sufrimiento, y también solicítales una orientación para encontrar la mejor manera de ayudar a estas personas. ruega que todos los Ángeles y también el de la Guarda te ayuden a permanecer equilibrado y libre de toda posible identificación con un dolor que no sea el tuyo.

Pide a los Ángeles de la guarda de las otras personas que les digas a éstas que pueden confiar en tí, que actuarás de forma incondicional y que no reaccionarás o emitirás juicios de valor, sino que te limitarás a escuchar. Pide a tu propio Ángel que te ayude a actuar de esta forma.

El objetivo definitivo es que en un momento dado les puedas aportar humor, en otras palabras, puedas «dejarlas riendo». Realízalo con extrema delicadeza y pide a los Ángeles la asistencia para ello; son especialistas. Pide a tus Ángeles y también a los de estas personas que de vez en cuando te otorguen este alivio que la risa supone. La risa te ayudará a clarificar los problemas y te liberará tanto a ti como a todo el que ayudes a resolver los problemas con sabiduría. La risa es un buen método para incorporar «ayuda angélica» a los demás si aún no son conscientes de la exis-tencia de ésta.

Cuando las personas ven la luz y se iluminan, se hallarán receptivas hacia los ángeles. Piensa en cualquier método que hayas estudiado para que puedas ayudar a estas personas. Inten-ta recordar historias de Ángeles para contárselas. Después comunícales que disponen de un Ángel de la Guarda que está a su alrededor para protegerles y conducirles pro el camino de la felicidad. Pide a los Ángeles que te bendigan con tu luz curativa.

Al fin y al cabo piensa cuánto se aprende escuchando a los demás. Observa detenidamente las tensiones que te invaden después de haber escuchado los problemas de otras personas. Apúntalo en tu diario de Ángeles y medita sobre ello. De una forma o de otra, deja que la información que has absorbido se vaya cristalizando. Recuerda que debes proteger tu equilibrio y puedes per-manecer contento aunque los demás se sientan tristes. Analiza la diferencia entre empatía y sim-patía. Recuerda también que puedes escuchar a los demás escuchándolos con incondicionalidad y ten en cuenta que los Ángeles pueden ayudarte a conseguir todo lo mencionado anteriormente.

EL ÁNGEL DE LOS CICLOS Y DE LAS SOLUCIONES
Independientemente de lo que las enseñanzas religiosas tradicionales hayan dicho sobre las «subidas y bajadas» de la vida, estoy de acuerdo con los místicos y sabios de la antigüedad que enseñaron que el único lugar al que podemos ir es hacia arriba, que la espiral de la vida conduce siempre hacia el ascenso.

Así me gustaría comparar el viaje de aquellos que se encuentran en el camino espiritual con el trayecto de un escalador, pues, aunque la espiral puede ir zigzagueando alrededor de la montaña, el movimiento es siempre hacia un nivel superior. Sí, existen ciclos y fuerzas cíclicas y procesos rítmicos, pero forman parte del designio divino para impulsarnos hacia delante. El relato de la «Caída» bajo el árbol de las manzanas ha grabado con tal fuerza esas mentiras en nuestra conciencia que siempre estamos mirando hacia abajo o mirando por encima del hombro para ver cuándo vamos a ser atrapados por la desgracia. Eso es lo que puede hacer una programación erró-nea.

Ahora, es probable que te estés preguntando por qué pareces estar atrapada entre las zarzas del barranco, cuando la ley que dice claramente «arriba, arriba, adelante» es la Verdad de la Vida. Por lo general, las dos razones principales son:

a) No estás siendo consciente de que la espiral te ha de llevar de una expansión de conciencia hacia otra, y luego otra, hasta alcanzar la cima de la montaña de la iluminación, y, sin tener conciencia de este principio que gobierna la vida y de la forma en que opera, el mandato, simple-mente no se aplica; y

b) Te imaginas tan culpable de haber cometido alguna acción equivocada que sientes, quizás inconscientemente, que mereces alguna forma de castigo. Al aceptar la omnipresente energía del Perdón Divino que está constantemente presionando sobre nuestra consciencia, y al perdonar a los otros, y a ti mismo por las posibles equivocaciones del pasado, lograrás transmutar la culpa y suspender la sentencia.

Sólo recuerda que en tu vida eterna nunca has cometido un error. Lo que hiciste en esa época fue siempre conciencia-en acción, y realmente no tuviste otra posibilidad de elegir salvo la de hacer lo que hiciste, debido a que en esa acción era donde tú eras conciencia. La Ley de la Conciencia siempre está representándose a sí mima en el exterior, y siempre ha estado cumpliéndose a través de sus actos de pensamiento, palabra y deseo. Por lo tanto, tus acciones han sido perfec-tas, independientemente de las obligaciones kármicas en que hayas incurrido.

Examinemos más detenidamente los ciclos de la vida. Tu divina conciencia, la Realidad que tú eres, tiene sus propios latidos, sus propias vibraciones y sus propios ritmos. Al ajustar tu mente y tu naturaleza sensible a las vibraciones particulares de la pulsación de tu alma, por medio de meditar, escuchar y vivir la vida espiritual, tu puedes situarte por encima de las colinas y valles de experiencia tridimensional. Continuará habiendo períodos de intensa actividad, seguidos por inter-ludios de viajes interiores para asimilar las divinas impresiones, pero pronto te moverás más allá de la sensación de dualidad que te trae esas idas y venidas de la salud a la enfermedad, de la abundancia a la carencia, de la armonía al conflicto, de la alegría a la tristeza.

El problema para la mayoría de nosotros, radica en que enfocamos casi exclusivamente nuestra atención en el mundo objetivo – el mundo de los efectos – y olvidamos que el propósito de nuestra vida es concentrarnos en la ascendente espiral de la conciencia, es decir en la Causa. Cuando entramos en períodos de aparente inactividad en la vida exterior, en los que podemos pensar que atravesamos tiempos de sequía y que no estamos haciendo nada satisfactorio, debemos recordar que la espiral de energía está, simplemente, disminuyendo el promedio de sus vibraciones para moverse luego hacia un nuevo y más elevado nivel de actividad.

Incluso cuando nuestras vidas parecen pasar por un período restrictivo, no existe ninguna razón para preocuparse y, en particular, no debemos permitir que las atemorizadoras películas de horror sobre «lo que podría suceder» comiencen a proyectarse en nuestra mente. Tenemos que aprovechar esos momentos para recordar la espiral y tener en cuenta que el Poder está concen-trando sus fuerzas para dar un poderoso salto hacia una nueva actividad en la que encontraremos mayores bienes, y también tenemos que utilizar nuestra imaginación creativa (la «imagen más clara») para ver sólo la satisfacción y el cumplimiento en todas las áreas de nuestra vida.

Sólo durante esos momentos de intensa actividad exterior sabemos que la pulsación del alma se ha incrementado para revelarnos un nuevo ciclo de experiencias y de crecimiento, y , algunas veces, un extenuante esfuerzo de edificación y de desarrollo hacia un mejoramiento de nuestra calidad de vida.

Cuando la totalidad, la prosperidad y la armonía se representan en el exterior, sabemos que estamos en el ritmo del Espíritu y que estamos siendo llevados hacia niveles aún más elevados de experiencia celestial. Pero cuando la forma que adopta nuestra vida nos llama la atención con señales de enfermedad, insuficiencia y conflictos, eso significa que hemos abandonado temporalmente la curva de energía – nuestro diseño de vida- y que estamos girando dificultosamente en el espacio vacío que circunda el camino de la espiral.

Al Ángel de los Ciclos y las Soluciones nos ayuda a retomar nuestro camino. A menos que esa energía se encuentre bloqueada por la acción del ego que proyecta sobre él pensamientos co-mo «es demasiado bueno para ser verdad», «lo bueno no puede durar», «sólo sé que algo malo está por suceder», este Ángel te ayudará a mantenerte firme en tu camino, independientemente de lo que esté sucediendo en tu mundo. Y su ayuda, frecuentemente, se presenta como un estimulo para que cambiemos nuestras actitudes, para capacitarnos para sentir cómo nuestro camino vuelve a inscribirse en la corriente de energía, para reconectarnos mentalmente con el Maestro que mora en nuestro interior, y para recordar que hemos emprendido un viaje en la conciencia.

También nos brindará la inspiración para que volvamos a entregarnos a la Presencia que nos habita y para que permitamos que la omnipotente Causa se haga cargo de los ciclos de nuestra vida. Además se encargará de imprimir en nosotros el conocimiento interior de cada una de las vueltas ascendentes de la espiral que nos llevará a una expansión de la conciencia, nos revelará las soluciones de los problemas que experimentamos en la curva descendente y nos acercará a la perfección última.

Esta energía del Ángel de los Ciclos y las Soluciones, que es de aplomo y confianza, junto a la creencia en un futuro positivo, te permitirán aceptar los cambios sin temor y enfrentar los ciclos expansivos con mayor intrepidez y confianza en sí mismo. Recuerda que el cambio forma parte del orden natural de las cosas, lo cual significa que los cambios en nuestros trabajos o en nuestras profesiones, los traslados de un lugar a toro, las reorganizaciones grupales, los cambios en el estilo de vida familiar, el cambio de compañero, y muchos otros, son el resultado de los impulsos cíclicos. Estos cambios deberían ser aceptados desde el punto de vista de quien está en el camino espiritual y sin experimentar absolutamente ninguna clase de temor.

En un sentido muy real, el Ángel de los Ciclos y las Soluciones nos toma de la mano y, en cada punto de intersección del arco descendente, nos conduce gentilmente a través de las curvas del camino, nos ayuda a enfrentar los desafíos y a solucionar los problemas del ciclo anterior. Estas soluciones se nos revelan al demostrarnos claramente que, en primer lugar, el problema nunca ha existido como tal, sino que es una creación equivocada de nuestra mente. Cuando la energía de los problemas es dejada de lado, la apariencia del problema se desvanece por sí sola. Si esta ener-gía es proyectada hacia fuera por un ego hiperactivo, nos volvemos egoístas, vanos y pomposos, y ocultamos nuestro miedo al futuro tras la máscara de la arrogancia. Nuestra vida continúa encara-mada en la «montaña rusa» y seguimos dedicando la mayor parte de nuestra atención a la «seguri-dad» y a conservar el status quo.

Este Ángel le manifestó al autor que:

«Durante sus visitas al Planeta Tierra, la gente construye una morada particular situada en su conciencia. En ese lugar tienen un nombre, un cuerpo y un cúmulo de experiencias superpuestas y desordenadas al que llaman vida. Su lema, «Hazlo lo mejor que puedas», significa que deben aprender cómo vivir con las cartas que han recibido y que deben ser todo lo felices que puedan durante su permanencia en esa tierra extraña.

«Así, desarrollan zonas de comodidad, de satisfacción, de seguridad, junto a ciertas expec-tativas, es decir una serie de comportamientos en los que se sienten en su casa. Pero el Universo no sabe nada de compartimientos. El yo no puede ser confinado a un espacio finito. Su extensión es infinita y su Autosatisfacción no puede ser negada, y esa es la razón por la cual nos incita a no ser poseídos por nuestras posesiones, a no solidificar nuestras vidas, sino a mantenerlas abiertas y a estar preparados y listos para el cambio, pues su verdadera naturaleza es el cambio y seguirá su camino a pesar de todo.

«La personalidad debe adecuarse a recorrer ese camino, a ser flexible, maleable y a seguir el camino del Yo que conduce a través del laberinto. El YO SOY abre el camino hacia el futuro lle-vando la lámpara de la Verdad, que refleja el verdadero significado de la vida y ese es el significa-do del versículo de la Biblia que dice: «YO SOY el camino, la verdad y la vida». Todas las almas deben alcanzar ese punto de confluencia en que deben estar dispuestas a recibir, de un momento a otro, la noticia de que deben venderlo todo, de que deben arrancar sus raíces de todo lo que es conocido y confortable, en que deben decir adiós a la familia y a los amigos, y avanzar hacia nuevos horizontes, incluso si en ese momento no pueden avizorarlos. Pero yo puedo, y ayudaré a to-dos a seguir la Luz.»

FINALIDAD: Desarrollar la habilidad necesaria para aceptar los cambios y para ingresar en ciclos de expansión con la actitud de que nada malo puede ocurrirnos y que siempre encontraremos el bien absoluto; también se lo llama la Energía de los Milagros.

Rasgos negativos que pueden presentarse a partir de las proyecciones del ego: egoísmo, vanidad y pomposidad; la arrogancia utilizada como una máscara para encubrir el temor al futuro; la vida es una montaña rusa de felicidad y desesperación.

Su energía resulta bloqueada debido a: el miedo inconsciente a que algo «malo» esté a punto de suceder; la exagerada atención a la seguridad y al status quo; la creencia en la dualidad del bien y el mal.

PROGRAMACIÓN ANGÉLICA Nº 36
CAMBIO DE CONDICIONAMIENTOS


Todos tenemos condicionamientos, culturales, sociales, religiosos, falsas creencias que co-nocemos pero que no sabemos cómo cambiar.

La energía a veces necesita un intercambio de dar para quitar o disolver.

Si le damos a nuestra mente un problema sin hallar luego la solución, es probable que nuestra mente siga enfocada en el bloqueo por no haber encontrado una salida que pueda tranquilizarla. Cuando le informamos la nueva respuesta, en general inmediatamente nos ponemos a rea-lizarla, dejando el problema muy atrás.

Después nos conectamos con nuestro interior. Vamos a invocar al Ángel de la Guarda para que a su vez se conecte con el Ángel Constructor y con el Creador.

Lo llamamos para pedirle que nos muestre una imagen pasada de nosotros mismos, donde una falsa creencia o un equivocado condicionamiento nos produjo un error, un dolor o cualquier situación conflictiva.

A nuestra Amada Presencia le pedimos que nos recuerde o que nos ayude a concientizar cuál es el mandato interno que todavía en el presente nos determina llegar a la misma situación pasada o similar.

Con las imágenes presentes y pasadas, y la comprensión profunda del motivo central, hacemos una masa imaginaria y la convertimos en luz blanca brillante.

En este instante llamamos al Ángel Constructor para que recree con esa materia de luz, semillas que contengan en su esencia todas las nuevas posibilidades para desarrollar: éxito, amor, autoestima, sabiduría, misericordia, eficacia, fortaleza, claridad, capacidad de aceptación, audacia, coraje, cambios favorables a cada momento, creatividad, presencia mágica, angélica, a cada ins-tante, renovación, curación, percepción, intuición, plenitud, templanza, autoconfianza, alegría, protección, belleza, etc., etc.

Esas perfectas y divinas semillas, el Ángel Creador las va a tomar y sembrar en el espacio interno que él considere mejor. Veremos en poco tiempo un cambio grande en nuestras vidas, si nos permitimos amasar para luego cosechar el pan de luz, con el cual tenemos que alimentar nues-tra alma

A través de la nueva semilla programada en nosotros, a través de los Ángeles y nuestra Presencia mágica, podremos vivir plenamente nuestro único tiempo: el presente.

Ahora en tu interior, en tu corazón vuelve a hacerte esa pregunta, trata de verla, a ver si la respuesta que sientes es la misma que antes.

La luz sí que nunca falla.

El silencio es justamente cuando desaparecen las espadas, cuando desaparecen las imáge-nes que no corresponden a la creación de ese ser que somos.

Agradecemos otra vez, y lo más tranquilamente y en paz, cuando quieras, abres los ojos.
* * * * *


(VOLVER AL INDICE)

(VOLVER AL INDICE PRINCIPAL)

* * * * * * * * * * * * * * * * *



CLASE 44 – EL ÁNGEL DE LA PALABRA CREATIVA


El Ángel de la Palabra Creativa extrae su poder de la energía planetaria de Plutón, y, en las antiguas escuelas, el Indicador a menudo adoptaba ese mismo nombre. La mitología nos dice que Plutón – al que los griegos llamaban Hades – era el Señor del Mundo Inferior, el gobernante de la morada de los muertos. Aquí la clave radica en comprender que las enseñanzas de los Misterios no se referían al mundo de Hades como el hogar subterráneo de los muertos, sino al plano tridimen-sional del mundo físico y material. El Infierno de Dante también es una representación simbólica de los interminables sufrimientos padecidos por aquellos que están controlados pro su naturaleza infe-rior, es decir por aquellos que están muertos para su Realidad no realizada y que siguen viviendo en el infierno de la existencia material.

El mito de Plutón raptando a Proserpina y llevándola consigo a su reino subterráneo representa la profanación que la mente mortal inflige a la naturaleza divina y la forma en que la arrastra hacia abajo, hacia el reino de la conciencia objetiva. El significado de esta historia es que, después de descender a la materia (la Caída), continuamos hasta reconocer al Dios-Yo que nos habita y, por un tiempo, no experimentamos la sensación de separación final. Después, sin embargo, sólo llegamos a ser conscientes del mundo físico y con eso completamos el descenso a las tinieblas, nuestra conciencia espiritual (la conciencia de la Presencia que mora en nosotros) es raptada por el ego y se convierte en su prisionera.

En los Colegios de Misterios, Plutón, el Gran Indicador, recrea la Caída del estado celestial hacia la tumba de la conciencia sensorial – la espiral descendente que va desde el Trono del Conocimiento al pozo del olvido -. A través de símbolos, sonidos, formas, experiencias solemnes y prue-bas muy severas y exigentes, el candidato ascendía a través de las diversas ceremonias, hasta llegar al gran clímax, donde el buscador de la Verdad se detenía ante la cegadora presencia de la Palabra Viviente y realizaba el Eterno Ahora.

A la energía de este Ángel, también se la ha asociado con el ave fénix, considerado «un símbolo de la inmortalidad del alma humana, pues así como el fénix renace siete veces siete de su propia muerte, así la naturaleza espiritual del hombre ha de emerger triunfante una y otra vez.

La energía de Plutón connota trastornos y transformaciones absolutamente drásticos, cam-bios permanentes y la aceleración del tiempo. También se distingue por el intenso poder de sus vibraciones que crean y destruyen todas las formas. Y como «el principio de todos los fenómenos manifiestos radica en los sonidos pronunciados», esta energía se asocia a menudo con los efectos producidos por la palabra creativa. Por consiguiente, uno de los Poderes que los maestros iniciado-res que representaban el rol de Plutón utilizaban para descorrer el velo del mundo espiritual era la palabra hablada, que aparee manifestada como una fuerza creativa en la frase del Génesis: «Y Dios dijo: ‘Haya Luz’, y ‘Hubo Luz».

La palabra hablada transporta vibraciones a través del éter del Universo y también pone en movimiento la inteligencia inherente a cada forma, animada o inanimada. La palabra da forma a lo informe. Mientras mayor es la conciencia que hay tras las palabras, mayor es el poder que tienen. Las palabras solas, sin convicciones que las apoyen, no tienen ningún poder, y las convicciones solas, sin palabras, nunca llegarán a movilizar la energía latente. Las dos deben combinarse para hacer una cosa completa.

El maestro tibetano Djwhal Khul, dijo: «Cada Palabra, diferente o sintetizada, afecta al reino de los Devas, y por lo tanto, afecta a los aspectos que construyen su forma de manifestación. Nunca ha habido un sonido que no produjera la correspondiente respuesta en la sustancia de los Devas.»

Resulta evidente la razón por la cual los maestros de las antiguas academias enseñaban a sus aspirantes a ser conscientes de las consecuencias que las palabras tienen en el plano mental, emocional, físico y etéreo. Los estudiantes eran adiestrados en el Poder del sonido y en la forma en que las palabras habladas, controladas por la mente, podían, literalmente, cambiar el campo de fuerza de cualquier forma – incluyendo el sistema de creencias de la personalidad – y liberar la aprisionada conciencia espiritual.

Si tomamos mayor conciencia de la dirección (hacia arriba o hacia abajo) de las palabras que son pronunciadas por diversas personas en los comercios y restaurantes, en las conversacio-nes causales que se entablan en las reuniones sociales, así como las que componen las noticias de los periódicos, debemos usar el vejo modelo oriental para medir el valor del discurso: ¿Es verdad (lo que dicen)? ¿Es amable o amistoso? ¿Es necesarios?

El resultado de este breve examen nos demostrará que sólo unas pocas frases pasarán las tres pruebas. Debemos examinar nuestras propias palabras y veremos que aunque estamos tratando conscientemente de medir la cualidad de lo que estamos diciendo, lo mismo nos ocurrirá varias veces. Estamos caminando en círculos con un revólver cargado entre los dientes, y parece que a nuestras lenguas les gusta apretar el gatillo.

Estarás de acuerdo con que ha llegado el momento de volver a aprender esta ciencia sa-grada de la palabra hablada. Recuerda, podemos curar o dañar, no hay punto intermedio, de modo que incluso en nuestra forma de humor deberíamos poner en práctica la inocencia. Edifiquemos el nuevo mundo con palabras constructivas y seamos creadores de una nueva armonía mediante el uso de palabras amorosas. Después de todo, nuestro propósito es escapar del Infierno y volver al estado de gracia, aquí, en el mundo físico. Y, afortunadamente, tenemos a nuestro maestro, que utiliza las energías de Plutón, para que nos ayude y nos brinde su apoyo.

Utilizando la energía astrológica de Plutón, el Ángel concentra el primer rayo de voluntad y poder para producir extraordinarios cambios en la vida de los individuos. Esta energía despeja cualquier clase de bloqueo que pueda existir entre los chakras inferiores y el centro situado en la garganta, para que el poder pueda ser concentrado y utilizado conscientemente, de acuerdo con los propósitos que tenemos en mente.

Aquí, el chakra de la garganta juega un importantísimo papel. Tradicionalmente, se lo con-sidera el centro a partir del cual se distribuye la energía creativa y el órgano de expresión de la palabra hablada, en tanto que allí se registra la intención o propósito creativo del Yo Divino. Puedes descubrir que es muy útil dedicar algún tiempo a contemplar este centro de Poder para hacer que aumente el nivel de tus vibraciones. Otra forma de despertar el chakra de la garganta y de hacer que entre en el orden natural de su proceso – es decir que esté disponible para proyectar palabras de poder – es concentrar la mente en él mientras se escucha música. El Allegro con Brío de la Quin-ta Sinfonía de Beethoven es ideal para acompañar este ejercicio.

Cuando esté libre de las proyecciones del ego, la energía de este Ángel nos inspira para que asumamos funciones de liderazgo guiados por ambiciones justas y correctas. Nos proporciona poder creativo, agudiza nuestra percepción e intuición, fortalece nuestras intenciones y despierta en nosotros la afinidad con la naturaleza.

El Ángel también utilizará la energía de Plutón para eliminar los bloqueos provocados por las falsas creencias y los modelos erróneos y para elevarnos por encima de las apariencias de nuestras creaciones equivocadas, allí donde la palabra hablada puede ser utilizada para corregir las situaciones y condiciones.

Si la energía se encuentra bloqueada, nos convertiremos en una de esas personas sumamente agresivas, que son «ganadoras en todo» y que no se preocupan por los demás. Esta particular vibración de la conciencia puede forzarnos a crear problemas a través de una pobre capacidad de juicio, y luego llevarnos a buscar soluciones por medio de la manipulación de las personas y de atajos reñidos con la ética. El resultado es una gran vulnerabilidad ante los problemas de tipo legal.

Para trabajar adecuadamente con este Ángel, debes ser completamente honesta en cuando a lo que realmente quieres en tu vida. ¿Cuáles son tus intenciones? Tú estás aquí, en un cuerpo físico, para ser una constructora, para trabajar inteligentemente con la energía y para despertar tus poderes latentes para ayudar a crear inmundo nuevo.

Comienza por tu pequeño círculo y luego expande tu visión y tu radio de acción para cooperar en el plan general para el planeta. Si sigues siendo sólo un ser humano lleno de miedos, no podrás cumplir eficazmente con esta tarea, pero sí puedes hacerlo por medio de la conciencia espiritual que ha estado creciendo y profundizándose desde el momento en que asumiste el compromiso de seguir un modo de vida espiritual. De modo que ahora tu propósito es hacer que los efectos que ha producido el ego en el mundo exterior sean reemplazados por las impresiones divinas del Yo Superior, a través del despertar del poder de tu palabra hablada.

Contempla todas las cosas que conforman tu mundo y mídelas de acuerdo con el modelo divino. Comienza con tu propio cuerpo – el primer «efecto» – y sigue adelante para poner en consonancia todas tus relaciones, tu trabajo, tu prosperidad, tu vida entera. Fíjate si encuentras plenitud, relaciones adecuadas, que has alcanzado una verdadera posición y si dispones de abundancia financiera. Si no es así, ponte ahora mismo a trabajar para revelar sólo la influencia divina, dejan-do de lado las imágenes inducidas por el miedo que provienen de tu naturaleza inferior.

No caigas en la trampa de pensar: «Bien, no estoy muy segura de si esto es lo que Dios quiere». El Padre se complació mucho en brindarte el Reino, para que nunca te faltara nada y para que estuvieras eternamente colmada con la infinita Totalidad de Dios, no sólo en el plano de la conciencia, sino también en el mundo físico. Ahora, los únicos bienes que has perdido en tu vida son aquellos bienes que tú misma te has negado a aceptar. La voluntad de Dios con respecto a cada uno de los seres individuales es que tengan una vida de mayor abundancia en todos los pla-nos de su existencia, de modo que si no estás viviendo la vida para la que has sido creada, toma ahora mismo la decisión de retornar a la Tierra Prometida.

Comienza yendo hacia tu interior, hacia el Yo Superior al que conocemos como el gran YO SOY. Contempla y comunícate con esta expresión del Altísimo hasta que sientas que las vibracio-nes extáticas van llenando toda tu conciencia, luego, pide a la Presencia que te presente el Ángel de la Palabra Creativa. Pregúntale al Ángel qué puedes hacer para liberarlo de la esclavitud de tu ego. Escúchalo y haz todo lo que sea necesario, luego cuéntale a ese poderoso centro de poder todo lo que deseas cambiar en tu vida para colocarte en consonancia con la Divina Realidad, con todo aquello que ha aparecido en la visión superior de alegría, paz y abundancia, cuando te con-templa desde su perspectiva más elevada. Afirma que ya no tienes que conformarte con ser el «segundo mejor», debido a que tu eres el Reino de Dios y deseas comenzar a vivir en y como ese Reino.

Ahora pídele al Ángel que despeje el pasaje a través de tus centros de energía, par que el poder de la palabra pueda concentrarse en el chakra de tu garganta. Siente el poder a medida que la energía se va concentrando y sabe que ya estás lista para asumir el control del mundo de los efectos del ego y de esa vida que se desenvuelve en un nivel inferior al del modelo. Exprésale tu gratitud por sus acciones que te han conferido ese poder, y, ahora, con tu poder intacto, vuelve a contemplar a tu Yo Superior, a la divina persona que tú eres.

Mientas continúas siendo la Presencia – sabiendo que ese YO está presente y que se man-tiene activo en tu interior -, comienza a observar tu mundo personal. ¿Qué ajustes necesitan realizarse para hacer que sus formas y sus condiciones se alineen con el modelo del Espíritu? Examina atentamente tu vida y establece cuáles son tus intenciones, sin experimentar ninguna clase d culpa por sentir que tu punto de vista es «egoísta». Ese adjetivo significa codicioso, ávido, avaro y mise-rable, y esa clase de energía no existe en tu conciencia.

Recuerda que no es tu personalidad la encargada de hacer ese trabajo, sino que, simple-mente, ha de funcionar como un canal para que se manifiesten las energías divinas. Incluso la emi-sión de la Palabra Creativa es algo que se realiza desde la conciencia de la mente superior, utilizando el instrumento de las cuerdas vocales con las que está dotado tu sistema físico.

Para que todos tus pensamientos estén bien centrados y organizados para cuando emitas esa Palabra, ponlas por escrito. Escribe ahora mismo todo lo que deseas volver a fundir y remol-dear en tu mundo, desde la perspectiva de la visión superior y a partir de lo que, intuitivamente, sientes que es el gran plan de tu Sagrado Yo. En ese punto, tal vez pueda ofrecerte una pequeña ayuda el Ángel de la Palabra Creativa.

Se trabajará con aquellas cosas que «se mantienen ocultas», o sea, todo aquello que tú has reprimido, las características de tu personalidad que has enterrado, algunas para que fermenten y crezcan y otras para que se debiliten y marchiten. Te introducirás en las cámaras subterráneas de la conciencia para que puedas examinar los defectos no corregidos, las cualidades que no habías aceptado y los remanentes del miedo y de la culpa que habías ido acumulando a lo largo de toda tu vida.

El liberar, limpiar, amar y aceptar te llevará varios días, pero finalmente podrás sentir que todo está despejado, y el Ángel te sugiere que pronuncies las siguientes palabras que están cargadas de profundas intenciones y de gran poder:

«Perdono el pasado y cierro la puerta.
Lo perdono todo y el resentimiento desaparece,
Me perdono a mí mismo y me siento en paz.
Me acepto a mí mismo y me siento libre.
Permito que el Fuego de la Santa Presencia
Conserve la pureza de las luces más pequeñas.
Permito que la naturaleza inferior encuentre
Apoyo para su redención».

Luego examina cuidadosamente los aspectos superiores y más positivos de tu personalidad y que «los coloques en su lugar por medio de una invocación». En las enseñanzas de la Sabiduría Intemporal, esa invocación está relacionada con la radiación – la emisión de energía por medio de la palabra hablada -. Pero la invocación es mucho más poderosa que una mera conversación, debido a que en su acción incluye la intención, la visualización y la proyección. Seguí las instrucciones del Ángel y reuní sobre el papel los atributos de tu personalidad que deseabas modificar y pronunciá las palabras con intenciones firmes, visualización controlada y poderosa proyección.

El paso siguiente que sugiere el Ángel es que contemples tu grado de conciencia espiritual del Verdadero Yo a través del ojo y las palabras de Jesús, para infundir mayores vibraciones de energía espiritual a la conciencia de la personalidad y para «colocarla en su lugar por medio de una invocación».

FINALIDAD: Liberar la energía necesaria para hacer que la conciencia se eleve por encima de las creaciones erróneas e ingrese al reino de la Causa, donde la palabra hablada puede ser utilizada para corregir situaciones y resolver los problemas desde el punto de vista del bien común.

Rasgos negativos que pueden presentarse a partir de las proyecciones del ego: vulnerabilidad ante los problemas legales; persona que crea problemas a través de sus juicios erróneos que busca soluciones por medio de la manipulación de los elementos tridimensionales.

Su energía resulta bloqueada debido a: la fijación de objetivos materiales y físicos como las prioridades que dominan la vida del individuo; una conciencia que «juega para ganar» basada en un comportamiento agresivo, sin ninguna preocupación por los demás.

BONDAD Y COMPASIÓN
La verdadera compasión nunca requiere de esfuerzos ni es forzada, y tampoco es planifica-da. Es una respuesta demostrada por personas que son libremente capaces de mostrar bondad y amor a toda la creación.

La compasión se produce de manera espontánea cuando tomamos conciencia de la conexión de la vida toda, internalizando el hecho de que a pesar de las diferencias de culturas, filosofías y razas, los seres humanos somos todos iguales. Si nos quitáramos la piel, básicamente todos luciríamos iguales. La fuerza impulsora de la vida que cada uno lleva en su interior nos dice que debemos ser felices y evitar el sufrimiento; compartimos esto con todos los seres humanos.

Nuestro Ángel debe ponerse en contacto con la verdadera esencia de la bondad y la compasión, debemos adoptar una política de bondad en nuestras propias vidas. Esto requiere sabiduría y un conocimiento exacto de lo que es la bondad. Quizás necesitemos cambiar o expandir nuestras propias ideas respecto de la bondad.

Algunos pensarán que son buenos cuando dan cosas materiales o cuando hacen algo por otras personas. Debemos mirar en lo profundo del corazón cuando damos; a veces, hay más bon-dad en no dar.

La bondad y la compasión no son cualidades intelectuales; requieren de la acción humana del mundo. Las buenas intenciones y creencias espirituales no valen de mucho hasta que no se las saca al mundo.

La bondad y la compasión verdaderas pueden transformar la oscuridad de la desesperanza en cualquier persona a la que lleguen. Un poquito de bondad llega muy lejos. Permite que un cam-po positivo de amor avance hacia el infinito.

¿Quién puede evaluar la sensación que tenemos cuando mostramos bondad y compasión para con otras personas? Es algo que no puede compararse.

LA HISTORIA DE ADÁN
La conciencia divina no es algo que podamos crear fuera de nuestro personal sentido del ser. No somos seres «desarmados» y repetimos en nosotros mismos la imagen de Dios. Ya somos esa imagen perfecta, de modo que nuestra función es la de crecer y llegar hasta nuestro Yo, y, a medida que vamos creciendo en nuestra conciencia, podemos, con nuestra visión interior, divisar una puerta que nos conduce al lugar secreto.

Esa puerta está situada dentro de nosotros y también se la ha comparado con el ojo de una aguja, debido que representa una abertura demasiado pequeña como para que nuestro hinchado ego pueda para por ella. Pero Jesús nos dijo cómo hacerlo: Despréndete de todo lo que poseas. Y, hasta el momento en que logremos hacerlo, la entrada estará bloqueada por nuera propia acumu-lación personal de «naturaleza humana». Debemos «adelgazar» nuestra conciencia, lo cual significa transformarnos despojándonos de la pesadez del temor, la obesidad de la culpa, el sobrepeso de nuestros juicios y la gordura del orgullo.

Para comprender mejor este proceso, echemos una mirada a la historia de un hombre llamado Adán (que no tiene nada que ver con el personaje bíblico). Durante muchos años, Adán había seguido el camino espiritual, pero su viaje parecía desarrollarse fundamentalmente a través de una sucesión de valles. En su marcha encontraba muy pocas colinas dispersas y, desde allí, podía atisbar el Reino, pero, a pesar de su ardor y de sus maravillosas meditaciones, aún estaba esquivando las flechas de la vida tridimensional.

Un día, sin comprender que su viaje era un lento deslizarse hacia abajo, descubrió que se encontraba en un profundo barranco y, en ese momento, una flecha dio en el blanco. Luego otra. Y otra más. Las flechas no lo mataron, sólo lo hicieron sufrir. Una había sido disparada por el arco de la insuficiencia, otra por la cuerda de las promesas quebrantadas y la tercera por el aliento mortal del orgullo espiritual.

No era la primera vez que, en el transcurso de su vida espiritual, su vulnerabilidad había quedado al descubierto, pero, por lo que a él le tocaba, habría de ser la última. Se encontraba en una situación de ahora-o-nunca, y eligió la primera opción.

Se concentró en una profunda meditación y ascendió al plano superior, donde descubrió que estaba ante la estrecha abertura que conduce a la cuarta dimensión de la consciencia. Se detuvo ante la puerta y, en su meditación, pidió ayuda al Espíritu Santo para que fundiera toda la escoria.

Luego, penetró más profundamente en su mente y en su corazón para sacar a la luz todos los sentimientos de culpa que hubiera experimentado alguna vez y para arrojarlos al Fuego, y siguió haciéndolo hasta que el último vestigio de esa emoción insidiosa quedó convertido en cenizas. Ahora estaba libre de culpas, pero las flechas continuaban volando.

El siguiente paso fue detener el miedo, y cada una de las escenas enfermizas que su mente había producido, fue entregada al Amor de Dios para ser borradas y vueltas a escribir por la mano del Divino Pensador, por el mismo Dios. Finalmente, se sintió invulnerable, ya que todos los pre-sentimientos y aprensiones habían sido eliminados de su conciencia. Ahora estaba libre del miedo, pero las flechas continuaban volando.

Luego llamó en su auxilio a la Luz de los Recuerdos y meditó sobre la gloria y la grandeza del Yo Superior que él era en la Verdad, el Ser Sagrado de Dios. Lentamente, las amenazas tejidas por el ego comenzaron a devanarse en la Luz de la Presencia, y la idea de su identidad divina se fue imprimiendo en su conciencia. Pero las flechas continuaban volando.
Entonces, un día, quizás impulsado por la desesperación, trató de pasar a la fuerza a través de la abertura, pero resultó imposible. Cayó de rodillas y gritó: «¿Qué más tengo que hacer?. Y la Voz dijo…

«Ama al último de los hombres como amas a tu Sagrado YO, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas, porque la individualidad no puede dividirse. Este es mi manda-miento, y tras él hay otro: Confía tu mente a Dios. Entrega tu espíritu al Ser Sagrado que hay en ti, y la crucifixión ha de terminar.»

Adán obedeció y rebuscó en su mente para encontrar a aquellos a los que consideraba menos importantes o que tenían mejor nivel de conciencia, a aquellos a los que le había resultado difícil perdonar, a aquellos que lo habían atacado en el pasado, a todos cuantos había juzgado y considerado que vivían en las tinieblas y que no desarrollaban todo su potencial, incluso a aquellos que, aparentemente poseían una naturaleza bestial y que estaban haciendo estragos en el planeta Tierra.

Comenzó a amarlos a todos con la intensa adoración que antes había reservado sólo para el Sagrado Yo que moraba en su interior, y, muy pronto, sintió que estaba vinculado con todas las almas y la sensación de separación y aislamiento se disolvió en la totalidad.

Ahora estaba listo para el último acto. Imaginando vívidamente que estaba clavado en la cruz del mundo tridimensional, sostenido pro los clavos de las creencias humanas que se incrustaban profundamente en las cámaras inconscientes de la mente, se preparó para afrontar el momen-to de la transición. Comenzó a desprenderse de todo cuanto lo había poseído en este mundo, y de todo lo que él mismo había poseído, incluyendo toda la Verdad que creía y conocía.

Haciendo un inventario completo de su vida – el pasado, el presente y el futuro, lo bueno, lo malo y lo que le resultaba indiferente – comenzó a entregarlo todo, incluso a aquellos cuyo amor había apreciado con todo su aliento. Después de haberse liberado de cada persona, de cada lugar y de cada cosa del mundo fenoménico, llegó el momento del compromiso final.

En cuestión de segundos reunió toda la energía, toda la fuerza y todo el poder que pudo hallar en su conciencia, y luego pronunció estas místicas palabras de liberación total: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu». Estaba hecho y Adán, en su visión, pudo ver cómo la cruz se desvanecía instantáneamente y cómo el muro de separación se rajaba en dos, desde la cima hasta el pie. Entonces, caminó, entrando en la Luz… y allí no había flechas. Sólo lo rodeaba un profundo silencio.

Hay una diferencia entre el viejo Adán y el nuevo. Antes, todas las cosas dependías de su propia comprensión de la Verdad, de los pensamientos correctos que había retenido su conciencia para ser proyectados al exterior. Aún cuando sentía la Presencia en él, aún creía que tenía la responsabilidad de trabajar por su propia salvación, de descubrir la Verdad que lo liberaría de los pro-blemas que percibía en su mundo personal. Siempre estaba buscando la llave perdida que abriría las puertas del depósito del Padre, donde se guardaban todos los bienes.

Pero ahora se había producido un cambio, tanto en su mente como en su corazón. Por medio de su entrega final, Adán había puesto su conciencia bajo el dominio y la autoridad del Yo Sagrado que moraba en él, de ese centro de Poder que encarnaba la Voluntad de Dios, la Visión de Cristo y la Actividad Creativa del Espíritu. Ahora la presencia de Dios podía pensar, sentir y actuar a través de él, y Adán comenzó a comprender que la Voluntad de Dios ya estaba hecha, que la había visto en la mente del Divino Yo y que estaba cumpliéndose y manifestándose a través de la expresión del Espíritu. Su función, ahora, era simplemente la de ser alguien que vive en consonan-cia con el Proceso Divino.

Pero el nuevo modo de vida de Adán – como un ser espiritual no significaba que debía retirarse de la vida, pues su existencia incluía el funcionamiento de un cuerpo físico en el seno de un mundo material. Aunque la responsabilidad por las actividades que habría de desarrollar en el mundo ya no fuera suya, su verdadero trabajo de vivir en la Luz recién había comenzado. Rápidamente aprendió que no debía tomar decisiones o hacer planes, y que no debía involucrarse emocionalmente con nada de lo que ocurriera a su alrededor, particularmente con aquellas situaciones que parecían ser necesidades apremiantes. Debía, simplemente, comprender que la Voluntad de Dios ya estaba cumplida y que la visión de esa Voluntad estaba siendo expresada.

Se la había dicho que, siendo un espectador del trabajo de Dios, viendo cómo cada una de las necesidades que surgían de su vida eran fácil y rápidamente satisfechas, y sabiendo que todo era pleno y perfecto en su vida, cooperaría con las ideas del Gran Pensador que se manifestaban por su intermedio.

Sus instrucciones consistían, también en hablar menos y relajarse más, en estar amorosamente desapegado y, por sobre todo, en practicar la inocencia en todo momento. De igual importancia se le dijo, era vivir la identidad del Yo Divino y todo lo que representaba el YO SOY – es decir, identificarse con la totalidad, la abundancia y la plenitud en todas las áreas de su vida – y hacerlo con alegría, agradecimiento, entusiasmo e imaginación.

En el proceso de ir dejando que la Presencia viviera, se moviera y expresara su ser en y por su intermedio, Adán comprendió que debía seguir tomando decisiones, formulando planes y poniéndolos en práctica, pero ahora había adquirido la naturaleza de la espontaneidad y sabía que estaba siendo usado como un vehículo de la acción mental que ocurría en el nivel superior de su ser.

Podía sentir el poder que se movía a través de él y sentía las palabras de autoridad emanando desde las profundidades de su ser, palabras que estaban reorganizando su mundo sin nece-sidad de apelar a su pensamiento consciente. Era como si las fuerzas cósmicas del Universo estuvieran zumbando, palpitando y expresándose a través de su campo de energía. Pero también com-prendió que no se trataba de la actividad de su personalidad, y esta comprensión lo protegía del riesgo de asumir cualquier tipo de actitud condescendiente y egoísta, es decir de los rasgos que, pro lo general, acompañan a la sensación de poder personal.

Al desprenderse de lo inferior y ascender hacia lo superior, el Ángel del Poder y la Autoridad ha quedado en libertad de acción. El Poder y la Autoridad divinos no pueden operar a través de una conciencia atascada en las energías tridimensionales, pero sin esa Fuerza Causal no tenemos ninguna clase de dominio para lograr que nuestros mundos individuales resuciten luego de la tarea de destrucción a que los ha sometido el ego.

Cuando llegamos al punto de concretar nuestra entrega final y de asumir el compromiso último, la puerta que cierra la entrada a la cuarta dimensión de l conciencia desaparece e ingresamos en nuestro legítimo y verdadero hogar en la Tierra. Y, en ese momento, la puerta del Poder, repre-sentada por este Ángel, queda completamente abierta y nuestro Dios-Yo encuentra un canal, com-pletamente despejado, a través del cual puede renovar todas las cosas.

PROGRAMACIÓN ANGÉLICA Nº 37
INVOCAR A LOS ÁNGELES POR OTRA PERSONA


Una vez que has contactado con tus Ángeles, puedes abrirte para recibir mensajes para otras personas. Puedes hacerlo con amigos que también hayan aprendido a conversar con sus Án-geles, siempre que ellos consulten a los Ángeles por ti al mismo tiempo. O puedes hacerlo sola.. ¡pero sólo por petición de otra persona!.

Para este proceso debes estar cimentada, liberada y alineada. Ten a mano libreta de anotaciones y birome.

1) Siéntate en silencio, con los ojos cerrados, a una distancia de entre 15 y 25 cm de tu compañero

2) Invoca a tu Ángel y la presencia del Ángel de tu amigo. Pide a estos Ángeles que permanezcan contigo mientras te abres para recibir información que sirva al mayor bien de todos.

3) Haz surgir una imagen o una sensación de tu Ángel. Recibe de buen grado lo que surja, como manifestación de la presencia angelical.

4) Ahora permite que surja una imagen del Ángel de tu amigo.

5) Visualiza a los Ángeles interactuando con el ojo de tu mente. Imagina que se saludan. ¿cómo lo hacen? ¿Se estrechan la mano? ¿Agitan las alas? ¿Danzan? ¿Realizan una referencia formal?

6) Pon la imagen de los Ángeles en tu chakra del corazón. Retenla allí algunos instantes hasta que comiences a experimentar calor en el corazón y sientas la presencia de los Ángeles.

7) Ahora pon la imagen de los Ángeles en tu tercer ojo y retenla también allí.

8) Cuando el corazón y el tercer ojo se llenen con la energía de los Ángeles, abre los ojos y escribe la pregunta. Cierra los ojos y repite la pregunta para tus adentros imaginando que las palabras están escritas en tu corazón y en el tercer ojo.

9) Cuando comiences a oír palabras o a recibir impresiones, abre los ojos y anota lo que estás recibiendo.

10) Cuando las palabras cesen, no olvides dar las gracias a ambos Ángeles.

Dedica algunos instantes a apreciar la energía que te rodea. Luego lee lo que has escrito. Si el tono de la transmisión es afectuoso y está lleno de aceptación, si no da consejos específicos, sino suave orientación, y si crees que a ti te reconfortaría recibir ese mensaje, compártelo con tu amigo. Si su tono es de regaño o de amenaza, si insta a actuar de modo especifico, es muy proba-ble que tu mente se haya interpuesto. Deséchalo y pide otro mensaje. Los Ángeles no dan órdenes: nos alientan a utilizar nuestras propias facultades de mente, corazón y espíritu, y a tomar decisiones por cuenta propia.

Puedes hacer también este ejercicio cuando el amigo no está presente, siempre que él te haya pedido que lo hagas. Simplemente comienza con el paso 2), después de hacer la Cimentación, la Liberación y el Alineamiento. Muchas personas descubren que, cuando comienzan a conversar con sus Ángeles, es aún más fácil obtener información para otros. Esto se debe a que no tienes un interés personal en la respuesta. La neutralidad siempre brinda claridad.

Si quieres información sobre tus relaciones con otra persona y no tienes su acuerdo, consulta con tu guardián personal y con el Ángel vinculador de tu relación.


(VOLVER AL INDICE)

(VOLVER AL INDICE PRINCIPAL)

* * * * * * * * * * * * * * * * *


CLASE 45 EL ÁNGEL DEL SERVICIO



Los místicos de todos los tiempos siempre han sostenido que sólo cuando el discípulo ha sido iniciado en el significado de la palabra «servicio» está listo para recibir la infusión del Yo Espiritual.

Ahora podemos comprender la razón por la cual el servicio es tan importante en nuestras vidas: es una de las piedras basales sobre las que edificaremos el edificio en el que hemos de recibir al Yo Superior. También deberíamos reconocer que la palabra servicio no significa convertirse en un «sirviente», ni implica ninguna clase de servidumbre. Por el contrario, el término servicio implica las ideas de «¿Qué puedo hacer para mejorar este mundo?», «¿Cómo puedo ayudar mejora los otros sin pasar por encima de su propia independencia?», «¿Qué oportunidades veo para promover la cooperación, la unidad y el sentido de hermandad entre los hombres?».

Las viejas escuelas respondían a estas preguntas y mostraban a los estudiantes cómo hacer el mejor uso de este mundo a través de las enseñanzas del verdadero significado de términos como inocencia, inclusión, idealismo y amistad universal.

En las academias sagradas, el Ángel del Servicio era considerado una mezcla perfecta de energías masculinas y femeninas, y el maestro que lo personificaba en las ceremonias vestía una túnica azul que simbolizaba la devoción y el idealismo. Sus disciplinas estaban dirigidas a despertar en los discípulos una efusión de amor hacia toda la humanidad, el desarrollo de un ideal que beneficiara a todos los hombres y un curso de acción para llevar a cabo ese plan.

El maestro principal sabía que en una conciencia centrada en el servicio y el olvido de sí mismo habría de producirse una absoluta transformación. Toda sensación de separación y de segregación habría de desaparecer por completo y sería reemplazada por un sentimiento de unidad con todas las personas, de vinculación con toda la familia planetaria. Y cuando desaparecieran esas barreras, el discípulo llegará a ver el mundo exterior como una totalidad indivisible, y se produciría una reacción similar, porque cuando se aplica un principio espiritual a uno de los niveles, también se convierte en una ley en el otro nivel. Como es arriba es abajo y como es abajo es arriba.

Según esta verdad, cuando el iniciado comprende que, en un sentido cósmico, los límites y las distinciones no pueden existir, cuando llega a percibir que todo es una esencia omnipresente, un nuevo amanecer comienza a despuntar en el plano interior, conduciendo al matrimonio místico y a la consumación de la Gran Obra. A través de una conciencia de servicio, la personalidad y el Yo se reúnen y se convierten en uno, y es a través de este matrimonio que nos unimos conscientemente a Dios.

En el plano físico, el rastro del Ángel del Servicio puede quizás llevarnos hasta Ganímedes, quien, según una leyenda griega era hijo de un rey troyano y, cuando Zeus lo vio en el Monte Ida, quedó tan impresionado por la belleza del joven que lo llevó consigo al Monte Olimpo, donde se convirtió en el copero de los Dioses.

Tené en cuenta que la «copa» es un símbolo del Santo Grial, que contiene las aguas vivientes de la vida eterna y de la copa de Cristo, citada en marcos 9:41: «todo aquel que os dé de beber una copa de agua por el hecho de que sois de Cristo, os aseguro que no perderá su recompensa». Y los «Dioses» a quienes se ofrecía la copa están identificados en Salmos 82:6 «Yo había dicho: ¡Vosotros Dioses sois todos vosotros, hijos del Altísimo!». Ese vosotros nos representa a todos nosotros, los hombres, la familia planetaria de las almas que están buscando la divina identidad.

¿Podemos ver ahora que Ganímedes representa al Aguador de Acuario y a la vida y el Poder del Ángel del Servicio? El Ángel toma la energía de Acuario y la derrama sobre todos nosotros, para despertar la inspiración del servicio. Sentimos el espíritu de altruismo y escuchamos el llamado de la amistad cósmica con todas las almas.

La palabra altruismo tiene aquí gran importancia. Significa desinterés -«preocupación desinteresada por el bienestar de los otros» (Webster). La palabra es para contraponerla al egoísmo – es decir lo opuesto al egoísmo, la vanidad y la arrogancia. Ingresamos a esta conciencia del altruismo cuando comprendemos completamente el mensaje citado por Juan (15:12-13): «Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos».

Al saber que el servicio precede a la Divina Fusión – es decir, el despertar espiritual -, nos proponemos que nuestra misión adquiera una dimensión más universal, que nuestras ideas sean más amplias y que nuestras acciones sean más democráticas. Nuestras afirmaciones son: «Sigo adelante, en pos del objetivo de prestar un servicio más completo; yo soy el alma, cuya naturaleza es luz, amor y desinterés. Oriento mi mente hacia la luz, y en esa luz logro ver el alma. Yo soy el Plan y mi tono está en consonancia con el tono de todo lo que respiras». Y la «síntesis» se convierte en el principal objeto de nuestro trabajo.

Síntesis significa «reunir o ensamblar partes o elementos para que conformen un todo» (Webster). La síntesis preside la tendencia que hoy predomina en el proceso evolutivo. Todo está trabajando hacia la conformación de bloques unificados más grandes, hacia las amalgamas, las relaciones internacionales, la planificación a nivel mundial, la hermandad entre los hombre, la fusión económica, el libre fluir de productos que proceden de todas partes del mundo, la independencia, la tolerancia y la fraternidad entre las diferentes religiones, el surgir de movimientos que se basan en el bienestar del conjunto de la humanidad y el auge de conceptos ideológicos que se ocupan del todo y luchan contra la división, la separación y el aislamiento».

Con el objetivo de conformar un todo, nos disponemos a servir de acuerdo con las capacidades de cada uno y sus posibilidades y sentiremos siempre que, a nuestra derecha, marchará el Ángel del Servicio y de la Síntesis. Como mencionado antes, este Ángel utiliza la energía de Acuario, y su característica principal es su amor a los seres humanos, un sentimiento de cósmica realeza con toda la humanidad…. Nadie es un extranjero o un extraño.. todas las desigualdades de raza, color, nacionalidad, credo o casta, desaparecen por completo. Acuario es el signo matriz que recibe, sintetiza y equilibra las fuerzas de los otros signos zodiacales.

El poder siempre activo de Acuario brinda la capacidad necesaria para destruir las viejas influencias, aislacionistas y cristalizadoras, que operan sobre el hombre y el planeta, liberando fuerzas que producen cosas, ideas, enseñanzas o procesos completamente nuevos. Su energía parte del pasado para modelar el futuro mientras aún vivimos el presente.
A este Ángel se lo asocia con la esperanza en la conciencia del aspirante y con el poder de la fe en el discípulo.
Detengámonos por un momento para considerar el tema de la fe, debido a que sin ella resulta muy difícil que lleguemos a ser eficaces servidores del mundo. Jesús dijo: «Porque de acuerdo con vuestra fe habréis de recibir». Y «si tenéis fe como un grano de mostaza… nada os será imposible». Estas afirmaciones parecen imponer ciertas condiciones: Si tienes fe, todas tus oraciones serán respondidas. De modo que Pablo fue más lejos y explicó lo que Jesús quiso decir. Dijo que «la fe es la sustancia de las cosas por las que esperamos, la evidencia de las cosas que no vemos».

Jesús nos dio el principio y Pablo nos proporcionó la explicación, o sea que la fe es sustancia. Y la sustancia es Energía Creativa, la fuerza de la creación. Además la fe es la energía universal de la cual nacen, se nutren y se mantienen todas las cosas. Este poder creativo que se encuentra en el interior de cada uno de nosotros es la evidencia (la prueba) de que nuestras oraciones han sido respondidas, incluso antes de que podamos ver los resultados acabados.

La fe es el poder en acción, el brillo, del YO SOY EL YO SOY(el verdadero yo). Es la energía pensada del Santo uno que nos habita, conociéndose a sí misma y a su poder de ser y de hacer. Esa energía se pregunta: «¿Hay algo demasiado difícil para mí? ¿Hay alguna actividad del servicio del mundo que sea un problema demasiado difícil par que yo lo maneje y resuelva?». Y se responde: «Puedo hacerlo todo». ¿Quién está pronunciando esas palabras? ¡Tu Yo! Y tu contacto con ese Yo te lleva hacia la unidad con la fe que puede mover montañas.

Recuerda que esa energía lo es todo, que, aparte de ella no hay ninguna otra cosa. Todas las cosas que están a la vista y todas las que están ocultas, todas las cosas visibles y todas las invisibles, la materia y la sustancia, todo es pura energía y esa energía constituye la naturaleza de todas las formas.

Avanza en tu conciencia e ingresa en este verdadero mundo de pura energía y contempla con tu ojo interior el vasto campo de energía que te envuelve y apremia a tu conciencia para que lo manifieste a través de tu persona. Tú estás viviendo y moviéndote y siendo en el océano de la Energía de Dios, o energía espiritual, y deberías canalizar conscientemente esta energía – que constituye tu fe en tus meditaciones. Así se abrirá el camino para ver el plan, para afirmar tus ideales y para llegar a servir con amor y con inspiración.

El rol de este Ángel consiste en despertarnos para que percibamos la fe en acción, para darnos el poder que emana de la confianza absoluta en el mundo de las energías y para ayudarnos a vivir en el mundo controlando conscientemente nuestro destino.

Si la influencia de este Ángel se encuentra bloqueada por el miedo y la ansiedad, nos convertiremos en soñadores que nunca han de pasar a la acción, en planificadores carentes de todo poder. Pero este no es el caso de aquellos que han escuchado la llamada y que acercan la copa de la vida a los labios de la humanidad sedienta. Miremos el ejemplo de los millones de personas que están enroladas en grupos ambientalistas, o que promueven la responsabilidad social, o la diplomacia ciudadana, que militan en grupos con intereses políticos, o que luchan por la paz.

Observemos el peso de la opinión pública que se está movilizando para utilizar los recursos del mundo para contrarrestar el hambre, curar las enfermedades, impulsar la paz, atender las necesidades de las personas sin hogar y promover la justicia.

Este Ángel acelera el trabajo de receptividad en los estados de conciencia para que se puedan ensamblar todas las piezas para componer una nueva imagen del mundo.

Nunca te consideres demasiado insignificante como para servir al mundo. Cada vez que aportas tu grano de arena, en forma de pensamientos y de palabras justas, estás contribuyendo con el mundo.

Si le preguntamos al Ángel ¿qué es lo que podemos hacer para orientarnos más hacia el servicio del mundo y para ser más útil en nuestro trabajo?, nos dirá que comencemos por el círculo más pequeño, nuestro propio mundo personal y que concentremos allí nuestro servicio.

Prestemos amorosa atención a las necesidades emocionales, mentales y espirituales de las personas que componen nuestro círculo inmediato. ¿Las estamos haciendo elevar o deprimir? ¿Las estamos escuchando o sermoneando? ¿Estamos encendiendo la llama de la alegría y contribuyendo a la felicidad de otros, o estamos dejando pasar esas oportunidades con el pretexto de que estamos muy ocupados?

Debemos llevar la paz a cada mesa y servir sólo copas llenas de comprensión, perdón y amor. El círculo interior es el campo más arduo para entrenarse en el servicio del mundo, debido a la paradoja de la familiaridad y del hábito de juzgar a los demás. Sin embargo, el servicio no puede extenderse a todas las personas hasta que no esté bien asentado en la base de haber servido a unas pocas. Comencemos por ver sólo la Verdad del Único en aquellos que se encuentran cerca nuestro y luego dejemos que la visión se vaya ampliando hasta incluir a todos los ciudadanos del mundo.

Es llevar paz y alegría a nuestro entorno inmediato, sabiendo que ese entorno forma parte de un todo y luego ir ampliando siempre un poco más nuestro círculo para curar y armonizar todo lo que encontremos a nuestro paso.

No debemos abandonar un círculo hasta no haber demostrado con el ejemplo la dignidad del individuo y el significado de la verdadera hermandad entre los hombres. Todas las almas buscan experimentar la sensación de la propia majestad y el sentido de su propio valor.

¿Cuándo miras al mundo, cómo haces para ver a la persona que está diferenciándose del resto?

Descubre qué es lo que puedes ofrecer con mayor satisfacción personal y desarrolla en la acción la habilidad para utilizar esa destreza a favor del bien general, lo que no significa necesariamente asumir una perspectiva global. Desde el momento en que se producen las contribuciones individuales, todas las actividades se inscriben en la corriente de la vida, y como la corriente es universal los actos de una persona afectan, en diversos grados, a todos los demás.

Si a ti te gusta escribir, cualquier otro puede gozar con poner orden en los negocios o con afinar las operaciones para lograr un nivel más alto de productividad. Otro puede desear pintar obras de arte, creaciones que se inscriban en la corriente de la vida para reflejar mayor belleza en el mundo. Otros pueden querer enseñar, cantar, vender, reparar o fabricar cosas. Entre todas estas actividades hay muy poca diferencia, desde el momento en que el individuo está derivando todo su placer de una actividad regida por principios, pues es la alegría del hacer lo que alimenta y moviliza la corriente, lo que hace que sus ondas trasciendan el tiempo y el espacio y lo que hace que se logre prestar un servicio.

¿Hay formas de servicio más grandes que otras, es decir, por ejemplo, obras que puedan afectara mayor cantidad de personas?

En verdad, la forma más grande de servir al mundo es vivir una vida de conformidad con la verdad espiritual, pues entonces cada uno de los servicios que prestemos podrán afectar el destino de la humanidad.

Finalidad: Motivarnos para prestar mayores servicios al mundo y para comprender la razón por la cual el servicio es uno de los requisitos fundamentales para recibir la Energía del Yo Superior.

Rasgos negativos que puedan presentarse a partir de las proyecciones del ego: un individuo soñador que no emprende ninguna acción concreta, que hace planes sin ningún poder, alguien cuyos sentimientos son heridos con mucha facilidad, que por lo general actúa de manera muy poco eficaz y presta poca ayuda en las situaciones que así lo requieren.

Su energía resulta bloqueada debido a: una conciencia llena de miedo y ansiedad, cuya fe está puesta más en la desgracia que en la buena fortuna – «todo ha de andar peor, si aún es posible…».

FE, ESPERANZA Y OPTIMISMO
El optimismo implica mucho más que buen humor. El verdadero optimismo precisa fortaleza y valor en grandes cantidades. No es algo para los débiles o los temerosos. No es fácil mirar con franqueza el estado ridículo, insensato, de la condición humana sin dejar de ver la luz de posibilidades y soluciones.

Mucho más fácil es ser pesimista; tanto es el apoyo que existe para mantener un estado constante de pensamiento negativo. En esencia, los optimistas nadan corriente arriba, pero consideran que vale la pena hacerlo pues lo que verdaderamente se opone al optimismo no es tan sólo el pesimismo: es la desesperanza, la duda y la depresión. El optimismo se rehúsa a aceptar la desesperanza y la duda. El optimismo no guía de manera natural y espontánea hacia la consecución de los objetivos superiores y el mantenimiento de los valores superiores.

Cada nuevo día nos enfrenta a polaridades mayores sobre la tierra. Muchas son las personas que buscan el poder superior en sus vidas, y el mundo está vivo con la luz centellante de la verdad pero al mismo tiempo la oscuridad es cada vez más oscura. La luz es poderosa y los Ángeles nos acompañan durante todo el camino, nos alientan, nos iluminan la mente con la luz del día. No es necesario aceptar estadísticas funestas; los que logran algo a pesar de todas las dificultades no son pesimistas, sino optimistas. Es posible que alguna vez los optimistas tengan que transitar por un camino irregular, pero nadie tiene por qué aceptar las críticas negativas ni las estadísticas funestas ofrecidas por los pesimistas.

La esperanza es el ingrediente principal para llegar a ser optimista, es un sentimiento de confianza y presunción de que todo saldrá bien. No existe nada que se llame falsa esperanza. Si tenemos cierta esperanza y se nos cruzan los pesimistas que nos dicen que no, pidámosles que se guarden para ellos los pensamientos negativos. En los momentos más extremos de la vida sería conveniente tener una ley que impidiera que a las personas positivas se les hicieran comentarios negativos. Muchas veces un comentario puede ser peor que un puñetazo en pleno rostro.

Todos tenemos el derecho de esperar y crear un clima mental positivo, lo que a su vez genera resultados positivos; y este derecho tendría que ser protegido. También tendríamos que estar protegidos contra los médicos que disfrutan de jugar a Dios diciéndoles a los pacientes enfermos cuánto tiempo tienen que vivir.

Alguien que quiera debatir podrá decir que la esperanza significa no vivir el momento, por lo que algo de malo tiene que haber respecto de la esperanza. Vivir el momento verdaderamente a cada instante es algo que sucede en nuestro interior; básicamente significa permanecer despiertos y alertas. El hecho de permanecer despiertos y alertas no tiene por qué generar dolor, y es por eso que existe la esperanza. Realmente me sorprendería encontrar a una persona feliz y positiva que en su interior no valorara la esencia de la esperanza.

Si practicáramos ofrecer esperanzas a cada persona que conociéramos, y si a su vez ellas nos la ofrecieran, la esperanza reinaría y el día del juicio final nunca llegaría. Dado que esta utopía no es la realidad, tenemos que crearla en la imaginación, y podemos hacerlo invocando la fe. La esperanza y la fe existen juntas sinérgicamente.

La esperanza y la fe son dones de Dios, o de nuestro poder superior. Para que la fe trabaje en nuestra vida como un acelerador angélico, debemos reconocer el hecho de que no existe en forma pura, a menos que en el corazón nos formemos la profunda convicción de que Dios es una presencia real en nuestra vida, la luz que nos guía por el camino. Para tener una verdadera fe debemos reconocer un poder superior en la vida, en el corazón, en el alma y en la mente. La práctica de la fe fortalece las relaciones personales con este poder superior. Entonces, ¿Dónde encontramos a Dios? Exactamente aquí y ahora; la tierra que pisamos es tierra sagrada.

Cuando la realidad que vivimos es «fe en Dios, en Dios confiamos», el temor no existe. Si realmente tenemos confianza y fe en Dios no hay motivos para temer a nadie ni a nada en esta vida. El temor es un poder fuerte, pero al fe es mucho más fuerte. Un viejo dicho reza así: «El temor golpeó a la puerta. La fe respondió. No había nadie».

Otro esquema negativo que no puede operar en presencia de la fe es la preocupación excesiva. La preocupación es un tormento; genera dudas y ansiedades para autosustentarse, lo que a su vez aleja al preocupado del optimismo, al esperanza y la fe.

La fe está compuesta por Ángeles. Cuando declaramos la fe, se forma un paso de Ángeles que desde nuestro ser pasa por las puertas del cielo y llega a Dios. La fe es una convicción interior que nos lleva más allá de la creencia, hasta un estado de unicidad con la confianza afectuosa. La fe es energía positiva focalizada sobre un deseo o una creencia que queremos que se realice; es energía muy poderosa en estado bruto. Se torna más brillante por medio de la acción correcta, y pierde su esplendor con la inercia.

Cuando declaramos nuestra fe, para que siga funcionando debemos convertirla en nosotros mismos; es decir, tenemos que ser uno con la fe para no pensar en ella sino dejar que nos guíe. Las acciones y prácticas que realicemos generarán los resultados deseados cuando lleguemos a unirnos con la fe. Los Ángeles siempre están con nosotros para proteger el pensamiento positivo y la fe. Entonces, si perdemos parte de nuestra fe, podemos pedirle más a los Ángeles y a Dios.

A veces puede suceder que el hecho de tener fe en una situación en particular no tenga sentido para nosotros. En otras palabras, podemos tratar de excusar a los Ángeles imaginando que ellos no pueden ayudarnos en determinada situación. De esta manera, generamos dudas y cancelamos la fe. Los Ángeles son muy listos cuando un ser humano necesita ayuda. Puede suceder que los Ángeles aparezcan con forma humana para proteger a personas que ni siquiera los ven, pero sí los ven otros seres humanos que puedan tener malas intenciones para con ellas.

Tengamos fe, puesto que los Ángeles pueden distraer o cambiar la percepción de otros que tengan intenciones de perjudicarnos. Entonces, incluso aunque con la imaginación no logremos encontrar la forma para recibir la ayuda de los Ángeles, no los limitemos; dejemos que ellos hagan lo suyo y tengamos fe: estamos protegidos. Y siempre recordaremos solicitar ayuda, no importa cuál sea el estado de nuestra fe.
Quizás resulte difícil (aunque no imposible) que una persona demasiado cómoda (no inclinada a colocarse en situaciones peligrosas) practique la verdadera fe. Aquellos que están «en problemas» desarrollan una fe muy profunda puesto que les resulta necesaria para sobrevivir. La ironía de esto es que los cómodos necesitan más de la fe ya que son más susceptibles a la depresión y al aburrimiento, y pueden llegar a sentir un vacío espiritual hasta que por fin tienen fe en sí mismos y salen a practicar su espiritualidad especial como un don para el mundo.

La fe y la esperanza no son sustancias tangibles; no son lo mismo para todos. Los aceleradores angélicos tales como la fe y la esperanza asumen distintas formas en cada persona, porque cada uno de nosotros es una faceta única de la luz de Dios. Ser fiel significa ser consciente, honesto y preciso. Vemos la verdad, por más incómoda que resulte, y tenemos fe en nosotros mismos para crear un resultado positivo y encontrar soluciones creativas; a su vez, esto nos da esperanza y nos convierte en verdaderos optimistas.

Los Ángeles son manifestaciones de las esencias y fuerzas energéticas de Dios, capaces de transmitir a los seres humanos aceleradores tales como la fe y la esperanza. Son dones que aceleran el crecimiento espiritual y nos traen paz al corazón. Cuando estaos felices y tenemos paz mental, somos uno con Dios y los Ángeles.

PROGRAMACIÓN ANGÉLICA Nº 38
Curar el Planeta


Estamos acostumbrados a considerar la energía del planeta algo externo a nuestro ser interior. Sin embargo, toda forma parte de la ecología, nosotros somos uno con el Universo.

Es muy importante que empecemos a tomar conciencia de esto, para que nuestro crecimiento sea una totalidad concreta, donde los Ángeles puedan crear su plataforma de luz, porque necesitan de nosotros para realizar mejor su servicio.

Este ejercicio nos va a permitir comprender hasta qué punto podemos nutrir y participar para que nuestro mundo sea realmente mejor.

Primero relajamos nuestro cuerpo; vamos a cerrar los ojos y chequear la energía de luz que somos.

Ya podemos iluminar nuestros bloqueos físicos, emocionales o mentales y curar en forma más afinada nuestro sistema interno.

Comenzamos siempre relajando nuestros músculos y nos conectamos hasta llegar al plano molecular de todo nuestro cuerpo.

Visualizamos el Planeta Tierra totalmente iluminado, en el corazón, dentro de nosotros.

Construyendo en nuestro corazón una copa dorada que sostiene el mundo; en la copa hay luz, hay fuego, hay agua. Todos esos elementos van purificando la Tierra a medida que la copa va sosteniendo la energía del planeta.

Nutrimos la Tierra con la ternura y el amor, como lo haríamos con un bebito.

Al finalizar el ejercicio cerramos la imagen con al siguiente afirmación:

«Nuestra Tierra es luz, amor y paz. Se nutre todo el tiempo de la Amada Presencia que vive en plenitud en cada ser que la habita, con la copa eternamente llena en cada corazón».

Pedimos a todos los Ángeles que se cumpla esta nutrición y curación.

* * * * *

(VOLVER AL INDICE)

(VOLVER AL INDICE PRINCIPAL)

* * * * * * * * * * * * * * * * *

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

xxx