El ojo de Horus. La escuela de Misterios – Capitulo 1 Parte 1

Jimena Daniela

Introducción

Los Atlantes tenían una evolución de su conciencia de miles de años. Comprendían las verdades sobre el funcionamiento del Universo y del proceso que llamamos «vida».

El estudio de las constelaciones les reveló que la humanidad era una unión viviente entre el cielo y la Tierra, que las estrellas y los soles la afectaban formando estaciones, ciclos y ritmos.

Sabios sacerdotes de la Escuela de Conocimientos de Naacal, en la Atlántida, descubrieron que el Planeta estaba en los momentos finales de uno de estos ciclos. Advirtieron, sin ser oídos, que una catástrofe inminente destruiría las estructuras que organizaban la vida del hombre. 

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Sin apoyo del grueso de la población, construyeron unos barcos y los protegieron con campos electromagnéticos, de fuerzas que podían penetrar y disolver la materia. 

Dirigidos por el sumo sacerdote Chiquitet Arlich Vomalites subieron a bordo con sus familias y unos pocos instrumentos, algunos animales domésticos y hacia el Este se alejaron de la Atlántida.

El planeta se estremeció, los hielos se derritieron y las agua arrasaron los continentes borrando todo rastro de su civilización.

Como evidencia, en dos lugares muy cerca a Egipto se encontraron unas gigantescas lozas de piedra llamadas megalitos que por su enorme tamaño, peso y difícil ensamblaje demuestran una tecnología desaparecida, seguramente de la civilización Atlante.

Megalitos en el mundo

La primera evidencia está en Baalbek, Líbano. Allí se encuentran las tres lozas cortadas de piedra más grandes y más pesadas del mundo. Son llamadas los Trilitones de Baalbek. Cada gigantesca loza pesa 1200 toneladas, mide 25 metros de largo, 8 metros de ancho y 5 metros de alto.

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Hoy, el peso más grande que se puede levantar con una grúa, el trasbordador espacial Discovery, sólo pesa 150 toneladas, una décima parte del peso de los trilitones.

Hoy no existe la tecnología para levantarlas y mucho menos para colocarlos con tan extrema precisión. Fueron movidas de su lugar a 3 km. de distancia donde fueron talladas y donde aún se encuentra una loza de igual tamaño que nunca fue utilizada por los constructores originales.

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La misteriosa plataforma se convirtió en un sitio sagrado para las culturas que después del Diluvio se asentaron en la zona: asirios, persas, griegos y romanos construyeron sus templos más importantes sobre la plataforma.

En Jerusalem, la ciudad sagrada para tres religiones, también existe otro de estos megalitos, unas gigantescas lozas de piedra cada una con un peso mayor a 800 toneladas. Por su enorme e inexplicable tamaño, también se convirtieron en sitios sagrados alrededor del cual creció Jerusalem. Las lozas son parte de los cimientos del mismo Muro de los Lamentos

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Estos megalitos formaban parte de la civilización antes del Diluvio, y se mantuvieron por sus dimensiones. Este cataclismo destruyó la civilización Atlante. Sucedió en el año 10,900 AC cuando el sistema solar atravesaba la constelación de Leo. Y quedó registrado en todos los libros sagrados de las culturas del mundo.

Después del Diluvio

Cuando el equilibrio se recuperó los sacerdotes que sobrevivieron al cataclismo desembarcaron en el centro de la superficie terrestre, en el sitio donde sabían que confluyen las fuerzas telúricas del planeta.

Esperaban utilizar estas fuerzas para impulsar el pensamiento del hombre, construyendo masivas formas piramidales que resonaban, concentraban y transformaban la vibración fundamental del planeta en energía.

Seres muy avanzados espiritualmente, tenían un concepto de progreso que no estaba basado en la adquisición de comodidades materiales, sino en lograr la paz y la armonía interior; en transformar un limitado hombre-animal en un super hombre.

Estos sacerdotes, en un momento que llamaron el Zep Tepi, Tiempo Nuevo, vieron resurgir de las aguas un largo y estrecho Oasis, una fértil tierra rodeada por un desierto protector bordeando un largo río.

Lo llamaron Egipto, la tierra que emerge de las aguas. El país de un solo río, el Nilo, con las mejores condiciones para gestar una nueva civilización.

Los sacerdotes vieron el cataclismo como una oportunidad para orientar la humidad hacia un destino más alto y estructurar en este nuevo ciclo una sociedad dedicada al perfeccionamiento espiritual.

 

Serie basada en las investigaciones del Egiptólogo y matemático R.A. Schwaller de Lubicz y en los logros de una cerrada organización sacerdotal, la Escuela de Misterios de “El Ojo de Horus”, que dirigió los destinos del pueblo Egipcio, durante miles de años.

Año 2007, Canal Infinito

Pueden encontrar la serie en YouTube, en el siguiente link 

https://youtu.be/MPDWvHNKmEo?list=PLD273E8D15C82C7BF

10 comentarios

  1. Que fantastica nuestra verdadera historia, no deja de sorprenderme… Chiquitet Arlich Vomalites, luego Thot, despues Hermes el tres veces nacido! espero con ansias volver a escuchar sus enseñanzas, su legado. Saludos a quien posteó esta nota! 🙂

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