AEMIND – Asociación Española de Mindfulness – Mindfulness en dolor crónico y trauma: Entrevista a Beatriz Rodríguez Vega

Jorge Gomez (333)

Beatriz Rodríguez Vega, Doctora en Medicina, trabaja como psiquiatra en el Hospital Universitario La Paz de Madrid donde es Jefa de sección de la Unidad de Enlace y Psicoterapia y profesora asociada en la Facultad de medicina de la Universidad Autónoma de Madrid. Desde 1997 dirige junto a Alberto Fernández Liria el Máster de Psicoterapia de la Universidad de Alcalá de Henares. Ha escrito libros en el campo de la psicoterapia como Terapia Narrativa y Atención Plena para la depresión (DDB; 2013) Habilidades de entrevista para psicoterapeutas (DDB, 2003) y La Práctica de la psicoterapia (DDB, 2002). Actualmente dirige cursos y seminarios sobre psicoterapia y mindfulness por diferentes lugares de España y Latinoamérica.

beatrizExperta en el tratamiento del dolor, desarrolla su trabajo en áreas como la oncológica, el dolor crónico, el trauma, etc. Su trabajo en un Hospital Universitario le ha aportado experiencia tanto en el ámbito clínico, como en el investigador y docente. Al compartir con nosotros su saber, nos permite enriquecernos ampliamente. Imparte y coordina cursos sobre psicoterapia desde una perspectiva de construcción de narrativas terapéuticas y desde el año 2000, ha introducido la practica de Mindfulness en diversos tratamientos.

AMyS.- ¿Desde cuando ha incorporado Mindfulness a su práctica clínica, cómo fue su acercamiento a esta perspectiva y como ha sido su desarrollo?

B.R.- No sabría decir años concretos, pues yo había incorporado la práctica de la meditación como práctica personal, pero no en la terapia. En la terapia quizás fue el acercamiento a pacientes que estaban en situación de mucha restricción lingüística, personas con enfermedades muy graves, con mucho dolor, situaciones de trauma, dónde no era fácil que hubiera una narrativa más explícita con la que trabajar; entonces, el trabajo con el cuerpo y con la conciencia somática se hacía una necesidad. Así, mi primer acercamiento en el sentido de herramienta terapéutica fue con la hipnosis y con la práctica de técnicas corporales, quizás psicodramáticas. Luego, en los años 90, empezaron las corrientes de Mindfulness a adquirir más fuerza y en los 2000 fue la eclosión de las publicaciones de Mindfulness. Entonces, empezó a converger en mi práctica lo que era una práctica personal con una profesional y quizás fue al comienzo de los 2000 cuando empecé a introducir la práctica de Mindfulness con los pacientes.
AMyS.- Según tengo entendido ha visitado la Clínica de Reducción del estrés del Centro de Medicina de la Universidad de Massachussets,  donde el doctor Jon Kabat-Zinn desarrolla el programa de reducción de estrés, el MBSR  ¿Cuál ha sido su experiencia  y que le ha aportado el encuentro con este programa y el equipo que lo realiza?

B.R.  De allí lo que me traje fue un método de trabajo, una sistemática, un acercamiento a hacer grupos de pacientes con más idea de entrenamiento que de terapia. Aprendí cosas nuevas respecto a técnicas que ya utilizaba y también me encontré con muchos grandes terapeutas, de los que siempre es posible aprender. Lo que creo que tiene  mucha importancia en este centro es que ha sido el principal introductor de las técnicas de Mindfulness en medios académicos y médicos. Ahora hay más de 300 o 400 Hospitales en E.E.U.U. y en Europa que están utilizando este método. Kabat-Zinn tuvo – yo creo- el valor pionero de introducirlo y de darle también una base empírica. El mérito consiste en haberlo introducido en  la comunidad científica  como una estrategia de desarrollo de la salud, y no solamente en el tratamiento de las patologías. Aprendí muchas cosas, cuajé otras que ya tenía. Fui con un nivel de madurez terapéutica y de experiencia clínica que me ayudó a profundizar en cosas que si hubiera ido al inicio en mi carrera profesional, hubiera aprovechado de otra manera.

AMyS.-.¿Cuál es el grado de integración de Mindfulness en la práctica de la salud pública en España?

B.R.- En España, todavía está iniciándose, es muy reciente su introducción. Nosotros en el Hospital de la Paz lo estamos aplicando, tanto en la formación de los terapeutas como con los pacientes, y tanto a nivel individual como de terapia de grupo. Tenemos grupos de dolor crónico, de trastornos de la alimentación, de diabetes…. Está también el núcleo de Valencia, con Vicente Simón y Maria Teresa Miró, también en Barcelona….Pero lo que es dentro de hospitales, en la salud pública, hasta donde yo sé, se está empezando, hay sólo iniciativas personales. Pero, mi sensación es que en unos 5 años vamos a ver florecer muchas iniciativas.

AMyS.- Cuando habla de la aplicación de Mindfulness al tratamiento del dolor, se refiere a todo tipo de dolor, tanto físico como emocional, crónico o puntual? ¿Qué objetivos se propone la reducción, la desaparición,  o un mejor manejo del dolor?

B.R. – Efectivamente, al hablar de dolor estoy refiriéndome a todo tipo de dolor que sufra una persona. Respecto de los objetivos, en Mindfulness se dice que las expectativas son decepciones futuras y que a veces objetivos muy cerrados nos impiden encontrarnos con otros aspectos, cosas que nos saltan por el camino y que no vemos si no tenemos una conciencia abierta de lo que vaya surgiendo. Empezamos con la idea de reducir el sufrimiento emocional. Dolor mas resistencia es igual a sufrimiento. En general, los pacientes con dolor crónico viven con mucha lucha, con mucho sufrimiento emocional por el propio dolor. En el dolor crónico, podemos hacer cosas para reducirlo o aliviarlo, podemos trabajar mucho con la resistencia de ese dolor para promover la aceptación. Es algo que cuando yo empiezo a trabajar con los pacientes les suena raro,  piensan “cómo  voy a aceptar esto”, pero es verdad, la aceptación es el hermano pequeño del cambio, sólo si se acepta algo es cuando se puede empezar a intentar cambiar. Entonces, evitar esa lucha, promover la aceptación, la comprensión y la compasión por uno mismo – yo creo- son de las primeras bases para trabajar con dolor crónico y con trauma.

AMyS. -Comentaba antes sobre la importancia de la relación psicoterapeuta-paciente, y de la necesidad de entrar en ese diálogo con el paciente, en ese diálogo con su dolor. ¿Podría hablarnos sobre ello?

B.R. -A veces la dificultad está en imponer lo que nosotros creemos que es bueno para el otro, en la experiencia diferente de esa otra persona. Yo creo que a las personas las tienes que encontrar allí donde estén y que el esfuerzo y nuestra responsabilidad como terapeutas es ir a buscarlas para intentar llevarlas por un camino preferido por él o por ella y no por nosotros, en el que el sufrimiento esté menos presente. En ese camino el terapeuta actúa como facilitador, regulador. Algunos autores hablan de que el terapeuta es un regulador psicobiológico, incluyendo la idea de mente y cuerpo. Ayudas a regular al otro no sólo con tus palabras sino también con tus actitudes, con los señalamientos que le haces, con crear un clima de confianza, de empatía, no crítico, porque uno de los problemas que como antes comentábamos, tanto en trauma como en dolor crónico, es ese diálogo interno del paciente consigo mismo, de esa no aceptación, del autodesprecio. Y a través de la relación en espejo que el terapeuta le transmite al paciente de “eres una persona valiosa y merece la pena que seas cuidado, que seas atendido..” pues quizás se integran algunos elementos positivos y se inicia un diálogo diferente, de aceptación y compasión.

AMyS.-¿Qué importancia concede a la experiencia en Mindfulness del propio terapeuta, previamente a aplicarlo con pacientes?

B.R. – Eso es imprescindible. Una cosa tiene que ir con la otra. Decía un maestro que no se puede enseñar un camino que uno no está dispuesto a recorrer. Yo creo que para enseñar el camino tienes que recorrerlo tu previamente. Y no puedes enseñar Mindfulness sin ser tú un practicante de Mindfulness. Y esto es necesario en todo, no sólo en Mindfulness. Lo que tu comentas con un paciente, discutes, trabajas..tu tienes que tenerlo incorporado. No hay lugar para la impostura terapéutica, no puedes entrenar algo que tú no estás trabajando.

AMyS. – Y por último, ¿Que respuesta tiene, desde su punto de vista, la aplicación clínica de Mindfulness entre los pacientes, los alumnos y otros médicos?

B.R.- Creo que hay mucha más aceptación de la que creemos. A veces es el miedo de los psicólogos, de los psiquiatras, a acercarnos a otros colectivos profesionales con técnicas que desafían un poco el discurso tradicional. Es mucho más nuestro miedo que su rechazo. Yo creo que tenemos que aprender a fundamentarlo, y que hay que hablar en su lenguaje. En la neurobiología hay un montón de investigación que nos apoya en ese sentido, de forma que sea más aceptado por su discurso, pero eso es en un plano mas cognitivo. Si hablamos de pacientes, el paciente está mucho mas dispuesto a trabajar de esta forma de lo que lo estamos los terapeutas, yo creo que ellos están muy dispuestos a encontrarse con alguien que les guíe en este camino, porque hay como una especie de sabiduría de que esto es necesario, de que hemos perdido esa conexión con nosotros mismos y que tenemos que ir al reencuentro con ella.

AMyS.– Nos sentimos muy agradecidos por su tiempo, por sus respuestas y  por compartir con nosotros su experiencia. Muchas gracias.

Por: Vicenta Orriach Navarro

Fuente: http://www.aemind.es/

 

 

 

 

 

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