Entrevista realizada a Christopher Clouder, uno de los educadores más queridos y autorizados para hablar sobre la pedagogía Waldorf

Jorge Gomez (333)

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Entrevista realizada a Christopher Clouder, uno de los educadores más queridos y autorizados para hablar sobre la pedagogía Waldorf, la cual alberga a 2.000 escuelas de educación primaria, secundaria y bachillerato y 1.900 de educación infantil en más de 90 países.

-El sistema pedagógico Waldorf es todavía hoy revolucionario. -Sí, pese a que lo inició un filósofo austriaco a principios del siglo XX, Rudolf Steiner.

-¿En qué se basa?
– La idea fundamental es que la educación debe respetar y apoyar el desarrollo fisiológico, psíquico y espiritual del niño. Un buen desarrollo emocional es la garantía para un buen desarrollo intelectual.
Primera fase, de los 0 a los 7 años. En esta fase los niños se relacionan con el mundo físicamente, el aprendizaje viene a través del juego. Pero lo básico a esta edad es que se sientan arropados y seguros. Todos los niños vienen con talentos, y cuando ellos saben que los adultos a su alrededor respetan esos talentos, pueden hacerlos florecer.

-¿Y el aprendizaje más académico? 
-Más adelante, porque lo importante a esas edades es que los niños sean niños. Hay mucho tiempo para ser adulto y muy poco para ser niño. Fíjese en el desarrollo del cerebro: los niños aprenden a través del movimiento. Un niño sentado en una silla es algo extraño al proceso de aprendizaje.

-¿No les enseñan ni a leer ni a escribir? 
-No. A través del juego se les dan las capacidades del lenguaje para que en la siguiente etapa aprendan rápidamente a leer y escribir. Tienen muchas experiencias de escuchar y de hablar. Lo fundamental es que perciban que aprender es una experiencia alegre, así pasan a la segunda etapa con muchas ganas de aprender.

-¿Qué define la etapa de los 7 a los 14?
– Lo importante en este periodo no es tanto lo que aprenden como la relación que tienen con lo que aprenden. Porque lo que uno aprende, con el tiempo lo olvida, pero no olvida lo que ha sentido respecto a lo que ha aprendido. Es la etapa de los sentimientos. Según las últimas investigaciones neurológicas pensamos a través de nuestros sentimientos.

-¿Qué es lo importante en la pubertad? 
-Ahora sí, el intelecto, porque es ahora cuando se acercan a las materias de una manera más analítica. Pero durante todas las etapas las actividades artísticas son esenciales y centrales; y en nuestras escuelas viven sin la presión de los exámenes.

-¿Y luego se adaptan a las exigencias de la universidad? 
-No competimos, pero las notas que obtienen y la adaptación a la universidad de los niños educados con este sistema son claramente superiores a la media, y tienen habilidades sociales de tolerancia y de creatividad remarcables según demuestran los estudios realizados en Austria, Suecia y Alemania.

-¿Por qué cree que es así? 
-Porque han adquirido un sentido de la autovalía a través del trabajo artístico y han aprendido a amar el estudio. Es muy importante que los niños tengan desafíos en la educación, pero la educación es integral y no todo se puede examinar, por ejemplo la empatía del niño.

-Cada vez son más los niños con déficit de atención e hiperactivos, ¿por qué? 
-Son problemas que corresponden a nuestro tiempo. Convertimos a los niños en consumistas. Y el consumo, por definición, nunca se satisface, siempre hay algo mejor, y los niños son muy vulnerables a eso.
Los niños tienen mucho estrés y desde muy jovencitos. Demasiadas obligaciones. La tensión de medirse con los otros y la que soportan por un suspenso es un drama en su vida.

-Ustedes cambian exámenes por atención. 
-Así es, un profesor sigue a un alumno en las materias principales durante muchos años, no necesita examinarlo para conocer su nivel. Otro punto de estrés es la tecnología moderna, útil y beneficiosa en general. Pero a los niños, expuestos horas y horas frente a pantallas, eso los limita respecto al mundo.

-¿Por qué? 
-El mundo deviene un entretenimiento; esperan que las cosas cambien rápidamente porque eso es lo que ellos ven continuamente en la televisión, ordenadores y videojuegos.

-¿Qué es lo más importante que podemos dar los padres? 
-Ser padre hoy día es difícil, porque la extensión de la familia tradicional se ha perdido y con ella la diversidad de modelos. Y también han perdido el contacto con la naturaleza, que es muy nutritiva para ellos. Mi consejo sería que los padres sean conscientes de que sus hijos necesitan naturaleza y tiempo, porque la palabra que más oyen es «apurate».

-¿Tiempo para ellos y tiempo con ellos? 
-Sí, necesitan tiempo para desarrollar su imaginación, para aburrirse y para soñar. ¿Me pedía un consejo?
-Sí.
– Einstein decía que si quieres que tu hijo sea sabio, cuéntale historias; y si quieres que sea más sabio todavía, cuéntale más historias. Cuéntenles a los niños historias cada día, cuentos y más cuentos de hadas.

-En la pubertad, ¿cómo tratarlos? 
-El descubrimiento del amor más allá de la familia es un momento decisivo que el currículo escolar debe tratar dándoles pistas, ofreciéndoles textos literarios de calidad con los que puedan pensar e identificarse.

-Lo de siempre, buenos maestros. 
-Necesitamos buenos educadores, es decir: maestros y padres, las escuelas deben ser centros de relación y de intercambio.

Entrevista realizada a Christopher Clouder, uno de los educadores más queridos y autorizados para hablar sobre la pedagogía Waldorf

1 comentario

  1. amigo, me parece muy concreta la entrevista. me pregunto si podrias orientarme: tengo una mala imagen de aquellos padres que besan a sus hijos en los labios. he visto frecuentemente a una mamá besar a su hija en los labios al despedirse de ella, concomitantemente observo que la niña es muy manipulada por su madre. ¿que consecuencias trae para el hijo el que su madre la bese en la boca?
    gracias por tu respuesta

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