La importancia de las emociones en nuestra vida

JP Ben-Avid

emocines

Desde pequeños hemos aprendido que existen emociones positivas y emociones negativas. Esto ha hecho que veamos las emociones “negativas” como algo que es malo, que no debemos sentir, que debemos reprimir dichas emociones, generando a futuro consecuencias a nivel no solo psicológico en nuestra vida sino también a nivel físico. Es necesario resignificar el concepto que tenemos con ellas, dándoles la oportunidad de que afloren en nuestro ser, no como algo negativo sino como parte de una energía que nos guía hacia el descubrimiento de nuestro propio ser y de nuestra potencialidad para crear algo a partir del surgimiento de ellas.

TRISTEZA

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La tristeza la podríamos definir como la sensación de sentirse afligido, con poco ánimo, falto de ilusiones, deseos de llorar como consecuencia de un evento desfavorable. Según la medicina china, la tristeza es la emoción del pulmón, disminuyendo el Qi y produce una deficiencia en nuestras funciones respiratorias generando a largo plazo problemas en el corazón, el hígado y el bazo. Produce además cansancio general, al no recibir el suficiente aire del ambiente y nos quita la fuente de energía. A nivel psicológico nos provoca indiferencia, crítica, nos quita la voluntad, nos lleva a la depresión. De forma positiva la tristeza nos puede llevar a una respiración profunda, que nos transporta en un viaje hacia el interior, nos conectamos en un viaje para encontrarnos con nosotros, con lo más profundo de nuestro ser. La tristeza es abundantemente creativa cuando no la reprimimos, cuando la aprovechamos nos permite entrar en el silencio, nos permite escuchar la voz de nuestra propia conciencia, nos da la posibilidad ser más reflexivos, aquietarnos, nos da calma y serenidad convirtiéndonos en maestros de la expresión emocional. También nos permite unirnos al otro, sentir compasión por el otro y comprender su dolor y sufrimiento.

MIEDO

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El miedo es visto como una sensación desagradable inducida por algo real o imaginario que consideramos un peligro. De acuerdo a la medicina china, el miedo se encuentra directamente relacionado con los riñones. Al igual que la tristeza, disminuye nuestro Qi o energía vital, debilita las rodillas y nuestra capacidad de contener la orina o la materia fecal. A nivel psicológico nos paraliza, puede generar paranoia, nos ahoga. Cuando nos congelamos el miedo se convierte en nuestra armadura, nos aleja del mundo por lo que perdemos la conexión con los otros. Cuando usamos el miedo de manera positiva promueve el aprendizaje en la confianza y la prudencia, nos vuelve personas más cautelosas, nos permite reconocer nuestras limitaciones y nos protege. Cuando no somos capaces de reconocer nuestras limitaciones nos volvemos temerarios, arriesgándonos innecesariamente, autodestruyéndonos. El miedo es una oportunidad de reconocer nuestros límites para ganar una seguridad real, volvernos aquello que realmente somos, si exploro mis límites soy capaz de trascenderlos y continuar en mi proceso de crecimiento. Nos enseña sobre la confianza, si aprendo a confiar puedo restaurar mi identidad y autoestima para lograr la felicidad.

IRA

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La ira es considerada un sentimiento de enfado y violencia. La ira es la emoción del hígado, en este caso hace que el Qi aumente pero afecta las funciones de drenaje del hígado produciendo dolores de cabeza, vértigo o incluso hemorragias cerebrales. La ira afecta nuestra función hepática, la vesícula biliar, produce erupciones cutáneas y se traduce en diferentes alergias. A nivel psicológico es la emoción que desune, produce resentimiento, irritabilidad, comportamientos agresivos. Cuando reprimimos la ira se convierte en odio, resentimiento, amargura. Positivamente la ira nos lleva hacia nuestra autoafirmación, nos proporciona las herramientas para afirmar nuestra propia dignidad, nos expande, nos da la fuerza para defender nuestro territorio, encontrar la justicia y el equilibrio.  Cuando la usamos como un aliado nos permite afirmarnos de manera creativa, se convierte en heroísmo, bien canalizada nos proporciona la posibilidad de liderar procesos colectivos. Cuando la canalizamos correctamente nos permite afirmar nuestros derechos, afirmar nuestro territorio. La ira produce una energía que va hacia nuestro hígado y corazón, dando la fuerza para la autorrealización. Nos permite definir los límites de nuestro espacio físico y psicológico, nos apoya en la determinación de nuestras necesidades y las necesidades del otro, además nos permite reaccionar, entrar en acción frente al peligro.

OBSESIÓN

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La obsesión es una idea fija en la mente de una persona que la perturba constantemente. En la medicina china se encuentra relacionada con el bazo, produciendo cansancio, falta de apetito, anemia, diarrea, estanca la energía, genera flemas, exceso de mucosidades, ansiedad, rigidez en hombros y cuello, bloquea la energía del pulmón. A nivel psicológico nos lleva a comportamientos compulsivos, perturba nuestra mente sintiendo que no podemos liberarnos de la idea o imagen. Nos conlleva a repetir las mismas acciones, nos atrapa en la prisión de la obsesión. Si aprendemos a canalizarla de manera positiva nos da la posibilidad de utilizar la información para analizarla y resolver problemas. En la obsesión existe un potencial para la consagración hacia lo mejor de nuestra vida, nos permite tener una atención sostenida en una idea o lugar al cual queremos llegar para podernos completar, autorrealizar. Nos proporciona la devoción, la posibilidad de consagrar nuestra vida a la verdad, a sentir devoción por nuestra tierra, por nuestras raíces. Nos conecta con lo ancestral, reconociendo la dirección de nuestra propia vida. La obsesión cuando se transmuta en consagración nos permite encontrar nuestra auténtica vocación, la posibilidad de desarrollar lo mejor de sí mismo, sacar mis mejores valores y atributos, desarrollar mis talentos, es el potencial para ser mejores, para tener una mejor vida.

Como vemos, todas las emociones son positivas, pero debemos llegar a un aprendizaje emocional en el cual sepamos canalizarlas de la mejor manera para lograr ponerlas a nuestro favor y convertirlas en un potencial de superación y felicidad.

Autor: JP Ben-Avid

Redactora hermandadblanca.org

Referencias

Marié, Eric. (1997). Compendio de medicina china: fundamentos, teoría y práctica. Editorial EDAF: Madrid

Budris,  Fabio. (2005) Medicina China Tradicional. Editorial Agama.

Noriega,  Pablo. (2012) Medicina china y flores de Bach. Editorial El grano de mostaza.

Carvajal, Jorge. (2015). Ciclo Autogestión de las emociones. La visión sintergética de las emociones. Extraído el 27 de agosto de 2016 de https://www.youtube.com/watch?v=Pat8tStNR04

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