Mensaje del Arcángel Gabriel

Arcangel Gabriel 021

Sois bienvenidos hermanos. Admirad toda la amplitud que tenéis frente a vosotros. Este Universo enorme que se os presenta es vuestro Universo. Sois una estrella más. Cada estrella, cada luz forma parte de este universo. Cada Ser que habita en la Tierra forma parte de él. Cada guía, ángel, arcángel o Maestro ascendido forma parte de él. El mismo Padre también. Incluso aquello a lo que llamáis oscuridad también forma parte de él. Todo es UNO. Recordad uno de los valores de la nueva humanidad, “recuperad la conciencia de unidad”.

Si cierras los ojos y admiras este entorno, este universo, te darás cuenta de que él no es lo mismo sin ti. A menudo os obstináis en no verlo, en poner esos “obstáculos” y no querer avanzar en él. Debéis sentir este universo cómo vuestro. No temáis por sentiros grandes, sois grandes. No temáis por sentiros luz porque sois luz. No temáis por sentiros omnipresentes porque así lo sois.

Este universo no brilla igual sin vuestra estrella. Siéntete una pieza clave de este puzle. Siéntete una pieza importante de esta evolución, de tú evolución. Siéntete cómo esa estrella a la que numerosos corazones admiran cada anochecer y sueña. Siéntete cómo esa estrella a la que todos siguen para no perder su rumbo. Siéntete esa estrella guía. Siéntete en el seno de esa familia de estrellas cuidando las unas de las otras.

Os daréis cuenta de que hay estrellas y constelaciones que años atrás eran invisibles para vosotros y que hoy en día están resurgiendo para guiaros. Siéntete cómo el resurgir de ellas. Siéntete amado a pesar de las contradicciones, a pesar de aquellos que siguen sin encontrar su rumbo. Siéntete amado porque eres esa estrella que guía su camino. Siéntete parte de ese mapa por el que vuestros antepasados ya se guiaban. Siéntete parte de ese tiempo. Siéntete guía, siéntete amor, siéntete estrella.

¿Eres capaz ahora de observar cómo es de grande tu alma y que pequeño es tu cuerpo? Dale vida a esta inmensidad. No necesitas que nada ni nadie te guíe el camino, cree en ti, cree en esa estrella que eres. Nosotros estamos aquí ayudando e impulsando vuestro andar, pero eres tú quién guía tu caminar, es tu estrella quién guía tu andar.

Vuestra alma es como una gran batería. De vez en cuando debéis recargarla. A menudo esperáis que se agote para poner en marcha vuestro cargador. Entonces andáis con miedo a quedaros sin batería. ¿No os resultaría más fácil que cada día cargaseis un poco vuestra batería y vivir cada día con la tranquilidad de tener la carga suficiente para avanzar en vuestro andar? No se os ocurriría emprender un largo viaje en automóvil sin repostar. Poned a cargar vuestra luz un poco cada día. Imaginaros uno de esos teléfonos con la carga parpadeando y hoy lo decidís cargar sólo unos minutos, mañana seguiréis sin tener la batería llena pero lo volvéis a cargar otros minutos más y aun así seguirá siendo insuficiente. Pero siendo constantes con esas pequeñas cargas diarias llegará el momento en el que la carga sea completa, y entonces, llegado el momento os resultará más fácil el mantener la carga llena con pequeñas dosis de carga. Cargad un poquito y a diario vuestra alma, vuestra luz, vuestra batería. Cada uno de vosotros posee las herramientas necesarias para cada tipo de luz, al igual que hay distintos cargadores para cada tipo de teléfono.

Haced que vuestra estrella sea la que más brille y sea la guía de las que resurgen. Haceros conscientes de que esto no es un modo de vida a escoger, sino que vuestros actos por mantener elevada vuestra vibración es la higiene de vuestra alma.

Os amamos profundamente.

Carles Isidoro

www.carlesisidoro.com

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