Sembrando la semilla del amor verdadero

Bendiciones a todos los hijos de luz que caminan sobre este planeta mezclados entre nuestros hijos, hermanos y hermanas. Es una ocasión muy especial en el que mi corazón, el tuyo y el de Lemuria se unen para hacer frente al mundo. Tan pronto escuches estas palabras, entenderás que estas rodeado de nuestra presencia por todo tu alrededor y que estamos ahora juntos en el templo de Telos, todos conectados.

Toma una respiración profunda y siente como nuestra energía se conecta con la tuya, llevando paz y unidad, una conexión que está alineada contigo y el corazón de Lemuria del que todos formamos parte porque ese éste mismo el corazón de Gaia, el de la Madre Tierra, del amor, de la luz, del padre y la madre. Es el mismo Dios en esta  misma dimensión, pero hecho materia. Es necesario que abras tu corazón y lo prepares para recibir la luz que es una bendición que debes dejar que se profundice dentro de tu corazón y desde allí emane todas las vibraciones que embarguen cada aspecto de tu vida dentro y a tu alrededor.

¿Puedes creer que el corazón de Lemuria está vivo dentro de ti y de cada uno de ustedes mis amados seres? El representa el amor verdadero y es como una firma, como un sello que te identifica. Desde hoy cuando al fin se unan todos los corazones en uno solo y logremos sentir que estamos conectados y que formamos un solo ser de luz, un haz de amor que se expande por todo el planeta, sin importar en que parte del mundo este cada uno de ustedes, si es en Telos o en California, no importa porque entre todos y gracias a esa conexión envolveremos a todo el planeta con una red de luz.

Hoy es el día en que hemos traído una semilla de luz para cada uno de nuestros hermanos que habitan en el planeta que en encarnación son parte de nuestra red de luz.

Es propicia la ocasión para celebrar la vida y el coraje de Aurelia quien representa la vida de cada ser humano que lucha por el planeta tierra en esta dimensión donde el amor ha sido olvidado y que ahora regresa y llama a todos los humanos. Ayer en este templo de puro amor, decidimos que esta ceremonia sería un acto de amor, un amor que debe extenderse por el resto del planeta para que llegue a todo ser humano, a cada uno de sus corazones y que reine la armonía y la paz por siempre.

El amor es una fuerza muy grande, es omnipotente y es capaz de transformar en bendiciones para toda la vida el corazón humano. Como somos un solo corazón formamos un círculo alrededor de él, luego dentro de este círculo de forma otro y en el centro queda el planeta tierra.