Sufrimiento emocional: Cómo se origina, cómo detectarlo y estrategias para comenzar a superar el dolor

Lucas María

el sufrimiento emocional

«Del sufrimiento surgen las almas más fuertes. Los carácteres más sólidos están plagados de cicatrices.»

– Jalil Gibran

Estamos rodeados de recordatorios de lo maravilloso que es vivir, amar y conocer. Sin embargo, no nos han dicho lo que hemos comprobado a lo largo de todos nuestros años: que la vida es compleja. Que la gente se lastima, los precios suben, el tiempo pasa.

Vivir también puede ser muy exigente para nosotros. Los desgastes de energía que la rutina y los distintos sucesos de la vida nos van provocando pueden ir acumulándose hasta que no tengamos de dónde sacar fuerzas. El sufrimiento emocional puede ser desequilibrante y devastador.

¿En qué momento perdimos el rumbo en nuestro camino?¿Qué pasa con nuestros sueños y nuestras aspiraciones a lo largo de nuestra existencia?¿Y hasta qué punto tenemos la culpa de que nuestra vida no sea el cuento de hadas que profesamos cuando niños?

Pues bien, un factor determinante a la hora de sopesar el significado que la vida tenga para nosotros es la forma en la que atravesamos las situaciones que nos provocan sufrimiento emocional, y por lo tanto, qué tan desgastante nos resulta.

Vamos a hablar ahora del sufrimiento emocional, de cómo detectarlo, cómo combatirlo y cómo aprender a convivir con un mundo que cambia, y una vida que se rehúsa a acomodarse a nuestros estándares.

Reconociendo el sufrimiento emocional

¿Qué es lo que hace que una experiencia sea positiva y otra negativa? La respuesta a esa pregunta son las emociones que esas experiencias nos despiertan. Sin las emociones, nuestra vida no tendría matices, sería gris y plana, no tendría ningún sabor. No podríamos disfrutar de una película, libro o compañía. No tendríamos actividades favoritas, no podríamos sentirnos realizados ni en paz, ni felices, ni entusiasmados. Todo lo medimos con emociones. Tienen tanto poder sobre nosotros que son ellas las que dirigen nuestro pensamiento y accionar constantemente.

Cuando una experiencia nos despierta emociones negativas muy fuertes, es cuando hablamos de sufrimiento emocional.

¿Sabías que las investigaciones con neuroimágenes afirman que en una circunstancia de dolor emocional y una de dolor físico, las áreas cerebrales que resultan implicadas son las mismas? Los efectos también están íntimamente relacionados.

El gran problema es que a diferencia del dolor físico, la herida del sufrimiento emocional no está a la vista. Y si no está a la vista, significa que se la puede esconder.

Esconder bajo tierra la raíz de nuestro dolor no es una buena idea, pues su germinación y crecimiento determina que tarde o temprano llegará a la superficie. Y cuando lo haga, ya grande y desarrollada, necesitaremos mucha más fuerza para lidiar con ella.

El sufrimiento emocional tiene la capacidad de retroalimentarse, es decir, constituir un círculo vicioso. Es por eso que a veces sentimos que no podemos escapar. Sin embargo, siempre que llovió, paró.

sufrimiento interno

Causas del sufrimiento emocional

El sufrimiento que nosotros sentimos en hoy está arraigado en un evento que sucedió en el pasado. Las emociones que ese evento nos provocó fueron tan fuertes que nos lleva tiempo poder lidiar con ellas. Sobre todo porque muchas veces preferimos tapar ese evento con otras cosas, a la espera de que si no le prestamos demasiada atención, elija irse pacíficamente. Por otro lado, anhelamos el momento futuro en que esa emoción haya desaparecido y podamos al fin vivir felices para siempre.

Sin embargo, vivir cargando con esa emoción muchas veces se nos hace cuesta arriba, y por lo general, esta insiste en no querer irse por sí mismas. Por lo tanto ese momento futuro se nos hace cada vez más lejano y frustrante, y llegamos a sentir que estamos emocionalmente frenados en el tiempo. Que la vida sigue pero nosotros nos quedamos en algún punto en el medio.

De cualquier manera hay un punto interesante a marcar en esto. Dijimos que uno carga con sufrimiento emocional que surgió en el pasado, y se frustra esperando por un futuro utópico que no llega. Entonces, una de las cosas que está sucediendo en ese proceso es que se está descuidando completamente el momento presente. El famoso Aquí y Ahora.

El no poder vivir el presente es lo que ocasiona que uno vea pasar los días mientras se encuentra atrapado entre dos tiempos que no son actuales, que no están existiendo en este momento. Rescatando el momento presente, se empieza a lidiar con el sufrimiento emocional que se siente y así se comienza a remontar nuestra vida.

Nunca es demasiado tarde para comenzar vivir el presente.

Indicadores de que se padece sufrimiento emocional

No es sólo el tiempo el que cura las heridas, también es necesario un trabajo orientado a reconocer el dolor y la situación que lo genera.

Si bien todas las personas son únicas e irrepetibles, hay muchos indicadores de que se carga con el sufrimiento emocional que son universales y se dan para todos por igual.

Uno de los indicadores más comunes en este sentido es la irritabilidad, que se expresa como ira que se nos hace difícil de manejar. Te vuelves mucho más propenso a enojarte por cosas pequeñas, y eso te trae discusiones frecuentes y conflictos con los demás.

Esta ira también se toma su tiempo para abandonar tu sistema.

Otro indicador que deviene del anterior es que tus relaciones sociales se vuelven más inestables. Te cuesta prestar atención a los demás y ver sus cualidades positivas, pues sus defectos son más visibles para ti en tu estado emocional. Es común que comiences a pasar más tiempo solo que acompañado, pero la verdad es que solo tampoco encuentras la comodidad.

Además comienzas de a poco a descuidar a tu persona. Tus hábitos alimenticios se perjudican, a igual que las horas de sueño y eso se traduce en mayor peso en tu sufrimiento  emocional. En esta situación es cuando se empieza a correr el riesgo de recaer en vicios que son perjudiciales para la salud, como el alcohol, drogas o relaciones enfermizas. Como resultado de esto comienzas de a poco a descuidar también tu apariencia e higiene.

Todo esto hace alusión al poco valor que tú mismo te das.

También, el cansancio se encuentra presente en todo momento de tu rutina diaria. Este se manifiesta tanto física como mentalmente. El sufrimiento emocional puede ser un agujero negro para tu energía diaria.

Comienzas también a convivir con una sensación constante de desesperanza. Es la manifestación vívida de darse por vencido. La frustración que te produce el sentir que no avanzas te lleva a creer que ya no hay nada que pueda hacerse al respecto.

La buena noticia es que así y todo, el sufrimiento emocional puede ser superado si se establece una rutina de comportamientos favorables.

mujer llorando

Superando el sufrimiento emocional

Fundamentalmente es importante que no seas tan crítico contigo mismo, pues esto nunca te ayudará a recuperarte. Debes tener paciencia y tratarte con cariño, como lo harías con un amigo que esté atravesando una situación como la tuya.

Llorar está bien. Nadie es perfecto, y a todos nos suceden cosas malas. Es la ley de la vida.

Además, tarde o temprano es necesario aceptar que encontrarás mucha gente que no va a poder entender el momento por el que estás pasando. No todo el mundo es empático y sensible. Pero tampoco es necesario que todo el mundo te escuche y ayude para comenzar a superar tu dolor.

Así mismo, aprenderás también a valorar aquellas personas que realmente están allí para socorrerte y acompañarte en este momento difícil. Piensa que si hay gente que realmente se preocupa por ti, entonces algo bueno debes haber hecho anteriormente.

Sé agradecido.

De a poco, podrás ir juntando fuerzas para indagar en la razón de tu sufrimiento. Muchas veces el motivo del dolor no es tan evidente como crees. Pero si no lo encuentras, difícilmente puedas encontrarle solución.

Nuevamente, aprovecho esta oportunidad para recomendar el ejercicio de la meditación y la atención plena. Esta práctica puede llevarte a establecer un diálogo contigo mismo y de esa manera llegar a conocerte. Inténtalo.

De cualquier manera, nunca tengas miedo ni vergüenza de pedir ayuda si crees que no puedes salir solo. Esa puede ser la diferencia entre un sufrimiento constante y una vida en paz.

El sufrimiento emocional puede ser terrible, pero también puede superarse en cualquier etapa de tu vida.

Nunca pierdas eso de vista.

AUTOR: Lucas, redactor de la gran familia de HermandadBlanca.org

FUENTES:

  • https://psicologiaymente.com/clinica/sufrimiento-emocional
  • http://www.emotionalsoup.com/blog-de-expertos-en-emociones/137-que-es-el-sufrimiento-emocional
  • http://crearsalud.org/influye-sufrimiento-emocional-crecimiento-interior/
  • https://lamenteesmaravillosa.com/7-senales-de-un-sufrimiento-emocional-no-resuelto/
  • https://psicologiaymente.com/clinica/sufrimiento-emocional

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