El Secreto De La Abuela Cherokee, por Montse Ceide
Hoy te traigo un secreto ancestral, que ha ido pasando de generación en generación hasta hoy en día entre las mujeres cherokee, y siempre de abuelas a nietas, esto me ha llamado la atención, pues lo habitual es que sea de madres a hijas, sin embargo, el secreto que nos ocupa hoy que permitía a las mujeres disfrutar de la sexualidad y reafirmarse como mujer en su poder personal, era reservado para ser transmitido solo de las abuelas a sus nietas.
Este secreto nos lo desvela Donna Eden, cuya abuela era cherokee, y aunque no la conoció a ella personalmente, mientras investigaba en sus raíces una anciana cherokee le transmitió como enseñan a sus nietas a darse placer sin un hombre. No es que se pretenda ignorar al hombre o volver a la época puritana, sino que una sexualidad sana para la mujer comienza con el conocimiento temprano de su propio cuerpo, honrándolo, valorándolo y desarrollando no solo el arte de darle placer, sino también la fuerte intención de no violarlo o maltratarlo.
Eso también significa que una mujer que es dueña de su cuerpo no va a entregar su virginidad ni su sagrada relación sexual con cualquiera a cambio de gustar, o de ser querida o aceptada, sino que lo harán en el placer intenso que aporta cuando encuentran a un compañero al que aman profundamente.
El secreto de la abuela cherokee para el poder personal puede enfocarse también desde una absoluta quietud y presencia, pero a continuación describo el ejercicio en movimiento pues al principio resultará más sencillo, ten en cuenta por tanto, que tal vez con el tiempo puedas sentir en tu cuerpo las oleadas profundas y renovadoras de energía sensual que describo a continuación tan solo con la intención, desde la más absoluta paz y quietud.
A mi me encanta y me parece especialmente poderoso si es tumbada sobre una roca o sobre la tierra,la hierba o la arena de la playa, sintiendo el calor del sol al aire libre, pero se puede hacer también perfectamente en el suelo de casa o en la cama.
1- Comienza acostándote en el suelo, boca arriba, respira profundamente 2 veces para seguir después respirando de manera fluida y natural. La clave para este método es la rendición, sin fuerza ni ningún tipo de esfuerzo.
2- Centra tu atención en tu chakra raíz, en la parte inferior de tu pelvis, siente las energías que están siempre ahí, imagina como el oxígeno y la energía entran y salen de todas las células.
3- Rodea tus caderas con movimientos de la figura ocho, hacia arriba y hacia abajo. (fijate que en otras culturas ya se realizan los ochos en todas direcciones como vemos en la danza del vientre oriental). En este caso haremos el movimiento hacia arriba y hacia abajo, en consonancia con el latir de la tierra.
5- Después de haberte dejado fluir un rato con esta danza ondulante, estira las piernas, coloca las manos a los lados del cuerpo, ralentiza la respiración y libérate, rindete a las sensaciones. La sensación de movimiento de la figura 8 puede continuar por si sola, e incluso incrementarse.4- Flexiona las piernas y coloca tus manos sobre la parte interior de los muslos, con los lados de tus pulgares sobre los pliegues donde piernas y tronco se unen. Mueve todo tu cuerpo en un movimiento ondulante, formando la figura 8. Los meridianos de Hígado, Bazo y Riñón (energías yin o femeninas) suben por la parte interior de las piernas y cruzan los muslos. Los puntos que tocan tus manos en esta posición pueden abrir laenergía sexual.
Como te decía antes, en esta tradición como tantas otras se ponen de acuerdo otras culturas ancestrales como en oriente medio, China, Donna cita que se trata de algo incluso anterior al yoga tántrico.
La práctica de este ejercicio te hará disfrutar más de tu sexualidad como mujer, y aumentar así tu poder personal en esa sagrada relación con tu cuerpo.. y, en caso de que tu líbido haya disminuído, es un ejercicio muy efectivo para recuperar tu deseo sexual, pues el deseo sexual también está regido por nuestras hormonas, en el impulso primario de procrear, y, como leerás a menudo en este blog, movilizando nuestras energías, movilizamos nuestras hormonas!
Personalmente encuentro el secreto de la abuela cherokee exquisito, practicarlo implica un momento de profunda reverencia a mi cuerpo y a mi sentir, y lo siento como una danza ondulante de mis energías conectadas con las energía de la tierra, que no solo me aporta placer, sino también paz y alegría, quietud y gozo, y sobre todo, le aporta a mi cuerpo todo lo que muchas veces inconscientemente le niego: presencia, atención, cuidado… amor. Energías que ayudarán, por cierto, a sanar otros bloqueos que pudiera haber en tu cuerpo.
Te animo a experimentar esta rendición llena de sensaciones placenteras, al mismo tiempo que recuperas mucho de tu poder personal.
¿Qué opinas?
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Con amor,
Montse Ceide
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