7 rituales de primavera para atraer buena suerte y energía

Pasado el frío invierno, todos nos sentimos más alegres y vitales. Y por fortuna, todavía podemos alcanzar niveles de satisfacción más elevados. ¿Cómo lograrlo? Es muy fácil, pon en práctica estos rituales de primavera para atraer buena suerte y energía y déjate llevar.

Estos rituales de primavera para atraer buena suerte y energía se realizan desde tiempos muy pretéritos. Antiguas civilizaciones de la Europa mediterránea, Egipto y Asia Menor los practicaban especialmente en cambios de estación. Al ser muy dependientes de los ritmos naturales, estamos ahora en un momento fantástico para ponerlos en práctica.

Ritual wiccano para atraer buena suerte en el futuro

Comenzamos con un ritual wiccano muy sencillo para atraer un futuro próspero. Para ello tienes que plantar en sendas macetas una semilla de romero para obtener salud, una de verbena para tener dinero y otra de clavo para tentar al amor.

Tienes que visualizar cómo serán las plantas al crecer. Luego, ponlas en el exterior y riégalas una vez por semana concentrándote en cada objetivo. Lograrás que las fuerzas cósmicas del Universo se confabulen en tu favor.

Ritual para neutralizar energía negativa

Mucha gente, incluso sin querer, nos puede irradiar de energía negativa. Igual que a nosotros, podría volcarla sobre nuestra ropa, nuestro hogar, nuestras posesiones o incluso seres queridos. Por ello este ritual te lleva a hacer música por toda tu casa con un instrumento o incluso un vaso con una cuchara. A la vez, rocía el lugar con una mezcla de ruda, tomillo y mejorana. Y si quieres una limpieza total, date un baño con estas esencias mezcladas en el agua.

Ritual para que no te falte amor

¿Tienes amor pero sientes inseguridad? Este antiguo ritual indio consiste en reunir a tu grupo de amigos mientras se traza un círculo imaginario en el suelo dentro del que se ponen platos con pétalos de flores y retratos de Shiva y Parvati. Luego, unid vuestras manos y cantad una canción de amor a la vez que bailáis en torno a la ofrenda. Después, pedid amor mientras lanzáis los pétalos sobre las deidades, que simbolizan la energía masculina y femenina.

Ritual para cumplir tus deseos

Sugawara es un héroe del Japón medieval que fue acusado injustamente de conspirar contra el emperador. Hoy esta figura mítica escucha las peticiones de los jóvenes estudiantes nipones. Para hacerse oír, fabrican tablillas de madera, dibujan el horóscopo chino del año y escriben lo que desean antes de llevarlas a los monasterios. En tu caso valdrá con que la cuelgues sobre un corcho para tener siempre presente el objetivo.

Ritual para traer buena suerte

En realidad, en este caso necesitas un amuleto que siempre vaya contigo. Hace falta que te hagas con un escarabajo como los que portaban los antiguos egipcios. Este es un símbolo del dios Kheper, la fuerza de la creación que hace que el Sol gire. Cuando lo tengas, preferiblemente en oro y turquesa, llévalo colgado e impregnado de esencia de sándalo para alejar enfermedades y maleficios y atraer la buena fortuna.

Ritual para atraer la prosperidad

¿Quieres atraer la prosperidad? En realidad es muy sencillo. Según los mayas, durante estos días que ocupan el mes de las flores o tozoztontli, tienes que ayunar, meditar, danzar, corear, quemar incienso, tomar bebidas endulzadas y hacer música para que la luz de la diosa madre Coatlicue atraiga bondad a tu vida.

Ritual para atraer fertilidad

Finalmente, el séptimo ritual implica traer la lluvia próspera según los mayas. Para ello harás ofrendas al dios correspondiente, Chaak, y depositarás en una mesa donde te sentarás junto a tus amigos. Puede ser maíz, cacao, cigarrillos… Luego invocáis su ayuda mientras quemáis incienso o copal y pedís al unísono que la prosperidad entre en vuestras vidas. Después, consumid las ofrendas para que el ritual esté cerrado.

Como puedes ver, estos rituales de primavera son realmente sencillos. Si de verdad crees, ten por seguro que de ponerlos en práctica vivirás un tiempo maravilloso en estos días de color, luz y floración.

Visto en Clarín, por Pedro, redactor de la Gran Hermandad Blanca