Aceite de lavanda: salud y bienestar
Las flores y el aceite de lavanda provienen de una planta con delicadas flores violeta, cuyo nombre viene del verbo latino lavare, que significa «lavar «o» bañar”.
La lavanda, también conocida por su nombre científico Lavandula, es originaria del sur de Europa, Medio Oriente y el suroeste de Asia. Incluye más de 30 especies y cientos de híbridos que se cultivan actualmente.
Esta planta se utiliza en muchas partes del mundo para el tratamiento de diversos trastornos gastrointestinales, nerviosos y reumáticos.
Desde la antigüedad, las bondades y maravillas de la lavanda han sido enormemente valoradas. No en vano los romanos empleaban la lavanda como ofrenda en sus rituales y su aceite como perfume.
Posteriormente en las cortes de Europa sus hermosas y fragantes flores se usaban para refrescar la ropa de cama e impregnar con su aroma las prendas de la nobleza.
Las flores y el aceite de lavanda: efectivos antibacteriales
De hecho, el aceite de lavanda fue usado como un antibacterial en la Primera Guerra Mundial y fue un aditivo común en varios tratamientos médicos, ya que posee principios activos contra bacterias como staphylococcus aureus, streptococcus pyogenes, enterobacter aerogenes y muchas más.
Y sorprendentemente, su efectividad contra los hongos también ha sido ampliamente estudiada en la medicina.
Además se encontró que al inhalar la fragancia del aceite de lavanda, ayuda a disminuir el dolor a corto plazo, especialmente el lumbar.
En Alemania, el té de lavanda ha sido aprobado recientemente como un suplemento para tratar las interrupciones del sueño, la inquietud y la irritación estomacal.
Lavanda: excelente para calmar la piel irritada
No solo eso, además posee otras propiedades medicinales y cosméticas, desde aliviar picaduras, quemaduras y la psoriasis hasta aportar brillo al cabello y evitar su caída.
La lavanda es, casi con total seguridad, la fragancia más popular de la aromaterapia, y a diferencia de muchos otros aceites esenciales que son irritantes, el aceite de lavanda a menudo se aplica sin diluir a la piel, siendo muy seguro para la mayoría de las personas.
Debido a las propiedades versátiles de la lavanda, se le considera un aceite imprescindible que se debe tener a mano en todo momento.
La fragancia de la lavanda relaja y calma
Pero quizás lo más notable de la lavanda es su poder espiritual para relajarnos y aportarnos paz, cuando nos invade la angustia. Esta preciosa planta tiene la capacidad de ayudarnos a superar nuestros bloqueos personales y sanar nuestro espíritu.
La lavanda nos ayuda a conciliar el sueño y aleja nuestros miedos, nos brinda una sensación de seguridad y es ideal para acompañar tratamientos de acupuntura.
Si eres una persona que sufre de estrés, migrañas crónicas o indigestión, sus propiedades calmantes podrían ser las grandes aliadas de tu vida.
Debido a sus propiedades místicas, en tu casa proporcionará protección y equilibrio y en tu zona de trabajo alejará las habladurías y las malas energías.
En hechizos y rituales, es el componente perfecto para resolver situaciones de conflicto y estabilizar nuestras relaciones sentimentales.
La lavanda es ampliamente utilizada en la perfumería internacional, porque su fragancia es sumamente misteriosa y atrayente al sexo opuesto.
Atrévete a usarla en toda tu casa. Un gran truco es colocar unas cuantas flores secas de lavanda dentro de la funda de tu almohada para propiciar buenos sueños y descansar el cuerpo y la mente.
Usa el aceite esencial de lavanda como tu perfume personal y descubre la buena suerte que aportará a tu día a día.
Beneficios para la salud
Sigue leyendo para descubrir los maravillosos beneficios de las flores y el aceite de lavanda:
Nutre la piel debido a su alto contenido antioxidante:
Mézclalo con aceite de jojoba y aplícalo directamente en tu rostro o utiliza el aceite de lavanda en tu baño. De cualquier manera tu piel lucirá hermosa.
Trata varios padecimientos de la piel por sus propiedades antiinflamatorias:
Un remedio muy eficaz para el eczema es mezclar aceite de lavanda, aceite de árbol de té y aceite de coco, esta composición alivia el enrojecimiento, resequedad y picazón de la piel.
Ayuda a curar el acné:
El aceite de lavanda mezclado con el aceite de árbol de té es un gran aliado para luchar contra los granitos. Aplica directamente sobre la zona afectada y se desinflamará en poco tiempo.
Cura heridas y quemaduras menores:
Sumado a sus poderes antisépticos, los principales componentes activos del aceite de lavanda puro, el linalol y el acetato de linalilo, son analgésicos y anestésicos, lo que convierte a este aceite en un efectivo remedio para quemaduras de cocina o accidentes del hogar. Es un excelente complemento para tu botiquín de emergencias.
Mejora la salud mental:
Ya sea que lo apliques directamente o lo uses para perfumar tu casa, este fresco aroma está comprobado por la ciencia como un potente calmante ante el estrés y la ansiedad. Potencia los pensamientos positivos y el descanso, además, en diversos estudios se ha hallado muy útil en el tratamiento de pacientes con depresión.
Y por si fuera poco, fomenta los procesos cognitivos y el buen funcionamiento del cerebro.
Más beneficios de la lavanda
Promueve la buena circulación de la sangre:
Es ideal para aquellos que sufren de hipertensión, ya que en diversos estudios se demostró su capacidad para bajar la presión sanguínea.
Revitaliza labios resecos:
En fusión con el aceite de coco o la cera de abejas, es un bálsamo labial casero muy eficaz que aliviará los síntomas del invierno en tus labios.
Es desinfectante:
Las flores y el aceite de lavanda no solo se pueden emplear para el cuidado de nuestra salud, sino también para la limpieza y el mantenimiento de nuestro hogar. No tendrás que preocuparte por efectos secundarios, ya que es completamente natural. Las flores y el aceite de lavanda pueden mezclarse con jabones y detergentes, o el aceite diluido en agua se puede aplicar para limpiar superficies.
Es un aromatizante de ambientes natural:
La deliciosa fragancia de las flores y el aceite de lavanda difícilmente podrá compararse con cualquier perfume artificial y está libre de químicos.
Estimula el crecimiento del cabello:
Añade flores o aceite de lavanda en tu champú y acondicionador habituales y rápidamente notarás la diferencia. Tu cabello crecerá fuerte y brilloso.
Elimina la caspa y la picazón del cuero cabelludo:
Sus cualidades antifúngicas acaban exitosamente con la caspa. Aplica aceite de lavanda junto con un par de cucharadas de aceite de oliva en el cuero cabelludo con un suave masaje o mézclalo con tu champú.
Importante: recuerda al momento de adquirir tu aceite de lavanda, asegurarte de que sea 100% orgánico y natural, apropiado para aplicaciones terapéuticas.
excelente información, ignoraba tanto beneficio de la lavanda, mil gracias por la información…