Budismo Humanitario

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Budismo Humanitario

 

El Budismo Humanitario no es nuevo. Es la enseñanza de Buddha. Éste afirma que el Buddha nació, cultivó, se iluminó y enseñó a los seres humanos el camino para experimentar el Nirvana (liberación del sufrimiento), en este mundo humano, y no apartándose del mismo.

Buddha enseñó que lograremos la budeidad (la iluminación total) a través de nuestra humanidad. Como expone el Sutra Vimalak

El Venerable Tai Xu dijo una vez: “Cuando ustedes lleguen a ser plenamente humanos, se convertirán en Buddhas (lo cual ya somos). Ése es el significado viviente de la verdad”. Entonces, el Budismo Humanitario nos estimula a integrar en nuestras vidas las enseñanzas de Buddha acerca de la tolerancia, la bondad amorosa, la compasión, la alegría y la ecuanimidad, para nuestro beneficio propio y para el de todos los seres.

Debido a que los seres sintientes tenemos diferentes capacidades e inclinaciones, Buddha enseñó en diferentes niveles, utilizando numerosos métodos para ayudar a todos a comprender la alegría de la liberación del Dharma (sus enseñanzas). Los Sutras (las escrituras budistas) hablan acerca de ochenta y cuatro mil métodos diferentes, o de un infinito número que puede ser utilizado para ayudar a los oyentes a comprender e integrar las enseñanzas en sus vidas, para beneficio mutuo de todos los seres sintientes.

Clasificación de los métodos budistas

A través de la historia, los Maestros budistas han clasificado los métodos budistas en aquellos basados en el esfuerzo propio (el poder de uno mismo) y aquellos que dependen de la ayuda de los Buddhas y Bodhisattvas (el poder de los otros). Sin embargo, cuando uno mira más de cerca, ve que la Verdad es indivisible: el poder de uno es el poder de los demás y viceversa.

El Venerable Maestro Hsing Yun dice:

“Cuando son practicados juntos el Ch’an y la Tierra Pura… se convierten en algo así como un tigre con cuernos”.

Practicados juntos, permiten al practicante comprender cada vez más que “nuestra” felicidad no está desligada de la felicidad de los “demás”, porque nuestro corazón es nada más y nada menos que el propio universo. Entonces, salvar del sufrimiento a todos los seres sintientes, no es poner nuestra propia felicidad sobre las necesidades de los otros, sino crear aquellas condiciones que den a los otros confianza, esperanza, felicidad y conveniencia. Actuando de tal forma desinteresada, la ilusión de los límites entre yo y los otros, la cual parece tan real, se disolverá en forma gradual dentro de nuestra mente y experiencia. El resultado es la creación paulatina de la Tierra Pura, un estado de la mente y una realidad tangible en la tierra, en la cual todos los seres sintientes, humanos y otros, pueden vivir en armonía, y relacionarse unos con otros con una creciente compasión, alegría y sabiduría como Buddhas a despertar que todos somos.

En el Sutra del Diamante Buddha dice:

“A todos los seres sintientes, ya sea que nazcan de huevo, matriz, humedad o transformación, ya sea que tengan o no forma, que tengan o no pensamientos, Yo los llevaré al Nirvana. Los salvaré a todos ellos y ninguno será dejado atrás”.

Autora: Maestra Renée Muchen colaboradora de La Gran Hermandad Blanca

www.sohamreiki.com

sohamreiki.rm@gmail.com

Delegada Territorial de Argentina de la Ong Hao de Barcelona

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