Conversaciones con Dios: ¿Cuál es la lección kármica que se supone que debo asimilar aquí?

Rosa (Editora)

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Bueno, pues ya está. Ya te lo he explicado todo: la vida; cómo funciona; su verdadera razón y su auténtico objetivo. ¿Puedo servirte en algo más?

No hay nada más que pueda preguntar. Te estoy profundamente agradecido por éste increíble diálogo. ¡Ha sido tan extenso y ha abarcado tantas cosas…! Si repaso mis preguntas originales, veo que hemos tratado las cinco primeras, las referentes a la vida y las relaciones, el dinero y las profesiones, y la salud. Como sabes, tenía más preguntas en aquella lista original, pero, en cierto modo, después de todo lo que hemos tratado parecen irrelevantes.

Sí. Pero, no obstante, me las has preguntado. Vamos a responder brevemente al resto de las preguntas, una por una. Ahora que estamos terminando el material…

¿Qué material?

El material que te he traído y te he expuesto aquí. Decía que, ahora que estamos terminado el material, tomemos esas cuestiones pendientes y tratémoslas con brevedad.

  1. ¿Cuál es la lección kármica que se supone que debo asimilar aquí? ¿Qué intento aprender? ¿En qué he de alcanzar la maestría?

Aquí no aprendes nada. No tienes que asimilar nada. Sólo tienes que remembrar. Es decir, re-membrar-Me.

¿En que has de alcanzar la maestría? Has de alcanzar la maestría en el propio arte de ser un maestro.

 

  1. ¿Hay algo parecido a la reencarnación ¿Cuántas vidas anteriores he tenido? ¿Qué fui en ellas? ¿Es real la “deuda kármica”?

Es difícil creer que todavía os hagáis esta pregunta. Me resulta difícil de imaginar. ¡Ha habido tantos informes, de fuentes extremadamente fidedignas, acerca de experiencias de vidas pasadas…! Algunas de estas personas han aportado descripciones sorprendentemente detalladas de los acontecimientos, y el hecho de que sus datos hayan sido totalmente comprobables ha eliminado cualquier posibilidad de que fueran inventados o de que, de algún modo, engañaran a los investigadores y a sus seres queridos.

Puesto que insistes en la exactitud, te diré que has vivido 647 vidas pasadas. Esta es la que hace 648. En ellas, has sido de todo: rey, reina, siervo; profesor, estudiante, maestro; macho, hembra; guerrero, pacifista; héroe, cobarde; asesino, salvador; sabio, loco. ¡Has sido todo eso!

No, no existe la “deuda kármica” ni nada que se le parezca; no en el sentido que tú le das en esta pregunta. Una deuda es algo que se debe pagar, que se está obligado a pagar. Vosotros no estás obligados a hacer nada.

No obstante, hay ciertas cosas que queréis hacer, que decidís experimentar. Y algunas de esas decisiones dependen de – su deseo ha sido creado por – lo que habéis experimentado anteriormente.

Esto es lo que más se puede aproximar a eso que llamáis karma.

Si el karma es el deseo innato de ser cada vez mejor, de ser cada vez mayor, de evolucionar y de crecer, y de contemplar los acontecimientos y experiencias pasados desde esta perspectiva; entonces, sí, el karma existe.

Pero no exige nada. Nada en absoluto. Eres, como has sido siempre, un ser con libre albedrío.

 

  1. A veces tengo la sensación de ser un médium. ¿Existe algo parecido a “ser un médium”? ¿Lo soy yo? La gente que afirma que lo es ¿”pacta con el diablo”?

Sí, existe algo parecido a ser un médium. lo eres. Todo el mundo lo es. No hay nadie que no posea eso que llamáis facultades extrasensoriales; lo que ocurre simplemente es que hay personas que no las utilizan.

Utilizar vuestras facultades extrasensoriales no es más que utilizar vuestro sexto sentido.

Evidentemente, eso no es “pactar con el diablo”, pues entonces Yo no os habría dado ese sentido. Y, por supuesto, no existe ningún diablo con el que pactar.

Algún día – quizás en el Libro Dos – te explicaré exactamente como funcionan la energía psíquica y las facultades extrasensoriales.

 

¿Va a haber un Libro Dos?

Sí. Pero primero terminemos con éste.

  1. ¿Es correcto ganar dinero haciendo el bien? Si yo decido realizar una obra de reconciliación en el mundo – la obra de Dios – ¿puedo hacerlo y, a la vez, disfrutar de abundancia económica? ¿O bien ambas cosas son mutuamente excluyentes?

Ya hemos tratado de eso.

  1. ¿Es bueno el sexo? ¡Vamos, que cuál es el meollo de esta experiencia humana! ¿El objetivo del sexo es puramente la procreación, como afirman algunas religiones? ¿Es cierto que la santidad y la iluminación se obtienen mediante la negación – o transmutación – de la energía sexual? ¿Es correcto practicar el sexo sin amor? La sensación física ¿es suficiente razón para justificarlo?

¡Claro que el sexo es “bueno”! Una vez más: si Yo no quisiera que jugaras a determinados juegos, no os habría dado los juguetes. ¿Acaso les das tú a tus hijos cosas con las que no quieres que jueguen?

Juega con el sexo. ¡Juega! Es una maravillosa diversión. ¡Vaya! Si hablamos estrictamente de experiencias físicas, es precisamente la mayor diversión que podéis tener con vuestro cuerpo.

Pero ¡por el amor de Dios!, no destruyas la inocencia sexual ni el placer y la pureza de la diversión, la alegría, haciendo un mal uso del sexo. No lo utilices como instrumento de poder, o con un propósito oculto; para la gratificación del propio ego, o para ejercer la dominación; para cualquier propósito distinto de la más pura alegría y el más elevado éxtasis, dado y compartido, que es el amor, y el amor recreado, que es nueva vida. ¿Acaso no he elegido una deliciosa manera de que os multipliquéis?

Respecto a la negación, ya hemos tratado antes de ella. Nunca se ha alcanzado nada sagrado a través de la negación. Sin embargo, los deseos cambian a medida que se vislumbran realidades cada vez mayores. Por lo tanto, no resulta inusual que determinadas personas simplemente deseen menos, o ninguna, actividad sexual; o, por lo mismo, reduzcan algunas de las actividades del cuerpo. Para algunos, las actividades del alma pasan a un primer plano y se consideran, con mucho, las más placenteras.

La moraleja sería: cada uno a lo suyo, y sin juzgar a los demás.

La respuesta a la última parte de tu pregunta sería: no necesitas tener una razón para nada. Simplemente, sé la causa.

Sé la causa de tú experiencia.

Recuerda que la experiencia produce el concepto de Yo, el concepto produce creación, y la creación produce experiencia.

¿Quieres experimentarte a ti mismo como una persona que practica el sexo sin amor? ¡Adelante! Lo harás en tanto no quieras otra cosa. Y lo único que hará – que puede hacer – que abandones esta conducta, o cualquiera, es que en ti surja un nuevo pensamiento acerca de Quien Eres. Es así de sencillo; y así de complejo.

  1. ¿Por qué hiciste del sexo una experiencia humana tan buena, tan impresionante y tan poderosa, si todo lo que debemos hacer es apartarnos de él todo lo posible? ¿Qué pasa? En este sentido, ¿por qué todas las cosas divertidas “engordan, están prohibidas o son pecado”?

Con lo que acabo de decir, he contestado también a la última parte de esta pregunta. Todas las cosas divertidas no engordan, están prohibidas o son pecado. No obstante, vuestra vida constituye un interesante ejercicio a la hora de definir qué es o no divertido.

Para algunos, “divertido” se refiere a sensaciones del cuerpo. Para otros, “divertido” puede ser algo completamente distinto. Todo depende de quién pienses que eres y de qué estés haciendo.

Hay mucho más que decir acerca del sexo de lo que hemos dicho aquí; pero nada más importante que esto: el sexo es alegría, y muchos de vosotros habéis hecho del sexo algo totalmente diferente.

Sí, el sexo también es santo. Pero la alegría y la santidad son compatibles (en realidad, son la misma cosa), y muchos de vosotros pensáis que no lo son.

Vuestras actitudes ante el sexo constituyen un microcosmos de vuestras actitudes ante la vida. La vida debería ser alegría, celebración, y se ha convertido en una experiencia de “no tener nunca bastante”, de temor, ansiedad, envidia, rabia y tragedia. Y lo mismo puede decirse respecto al sexo.

Habéis reprimido el sexo, igual que habéis reprimido la vida, en lugar de verlo como la plena expresión del Yo, como entrega y alegría.

Habéis deshonrado el sexo, como habéis deshonrado la vida, calificándolo de malo y de cruel, en lugar de verlo como el más alto don y el mayor placer.

Antes de que protestes y me digas que no habéis deshonrado la vida, fíjate en vuestras actitudes colectivas respecto a ella. Cuatro de cada cinco personas en todo el mundo consideran la vida como una desgracia, una tribulación, un período de prueba, una deuda kármica que se debe pagar, una escuela dónde hay que aprender duras lecciones, y, en general, una experiencia que se debe soportar mientras se espera la verdadera alegría, la que viene después de la muerte.

Es deshonrar la vida el que tantos de vosotros penséis de ese modo. Resulta, pues, poco sorprendente que hagáis extensiva esta deshonra al propio acto que crea la vida.

La energía que subyace al sexo es la misma energía que subyace a la vida, ¡que es la vida! El sentimiento de atracción y el deseo – intenso y, a menudo urgente – de acercarse unos a otros, de hacerse uno, constituye la dinámica esencial de todo lo que vive. Lo he incorporado a todo. Es innato, inherente, interno a Todo lo que Es.

Los códigos morales, las constricciones religiosas, los tabúes sociales y las convenciones emocionales que habéis establecido en torno al sexo (y, por cierto, también en torno al amor y todo lo relativo a la vida) han hecho que para vosotros resulta prácticamente imposible celebrar vuestro ser.

Desde el principio de los tiempos, todo hombre a deseado siempre amar y ser amado. Y desde el principio de los tiempos, el hombre a hecho todo lo que estaba en su mano para que eso resultara imposible. El sexo constituye una extraordinaria expresión de amor; de amor a otro, de amor a Sí mismo, de amor a la vida. ¡Deberíais, pues, amarlo! (Y lo hacéis; pero no podéis decirle a nadie que lo hacéis; no os atrevéis a demostrar cuanto lo amáis, pues os llamarían pervertidos. Sin embargo, es esta idea la que lo constituye una perversión.)

En nuestro próximo libro, consideraremos el sexo con mucho mayor detalle; exploraremos con más detenimiento su dinámica, puesto que se trata de una experiencia y de una cuestión con implicaciones dramáticas a escala global.

Por ahora – y en tu caso -, simplemente debes saber esto: Yo no os he dado nada que sea deshonroso; y menos vuestro propio cuerpo y sus funciones. No hay ninguna necesidad de ocultar vuestro cuerpo ni sus funciones; ni vuestro amor a ellas, y a los demás.

Vuestros programas de televisión no tienen ningún problema en mostrar la violencia desnuda, pero en cambio no se atreven a mostrar el amor desnudo. Toda vuestra sociedad refleja esta escala de valores.

  1. ¿Hay seres vivos en otros planetas? ¿Nos han visitado? ¿Nos están observando? ¿Veremos alguna evidencia irrefutable e indiscutible – de vida extraterrestre durante nuestra vida? ¿Cada forma de vida tiene su propio Dios? ¿Y Tú eres el Dios de todas ellas?

Sí a la primera parte. Sí a la segunda. Sí a la tercera. No puedo contestar a la cuarta, puesto que ello requeriría que Yo predijera el futuro; y eso es algo que no voy a hacer.

No obstante, hablaremos mucho más acerca de eso llamado el futuro en el Libro Dos; y hablaremos de la vida extraterrestre y de la(s) naturaleza(s) de Dios en el Libro Tres.

 

¡Ah!, pero ¿va a haber también un Libro Tres?

Permíteme que esboce el plan.

El Libro Uno tiene que contener verdades básicas, conocimientos primarios, y tratar de cuestiones personales esenciales.

El Libro Dos debe contener verdades de mucho mayor alcance, conocimientos mucho más importantes, y tratar de asuntos mundiales.

El Libro Tres tiene que contener las mayores verdades que seáis capaces de entender, y tratar de cuestiones universales, cuestiones relacionadas con todos los seres del universo.

 

Ya veo. ¿Es un orden?

No. Si preguntas eso es que no has entendido nada de lo que hay en este libro.

Tú has elegido realizar esta obra; y has sido elegido. El círculo está completo. ¿Lo entiendes?

 

Sí.

  1. ¿Se realizará alguna vez la utopía en el planeta Tierra? ¿Se mostrará alguna vez Dios a las gentes de la Tierra, como prometió? ¿Habrá algo parecido a la Segunda Venida? ¿Habrá alguna vez un Fin del Mundo, o un apocalipsis, tal como lo profetiza la Biblia? ¿Hay una religión que sea la verdadera? Y si es así, ¿Cuál de ellas?

Todo eso por sí sólo constituye un libro, y la mayor parte será tratado en el Volumen Tres. He preferido que este volumen inicial se limitara a asuntos más personales, a cuestiones más prácticas. En posteriores entregas pasaré a ocuparme de cuestiones con implicaciones a escala mundial y universal.

 

¿Ya esta? ¿Es todo de momento? ¿Ya no vamos a hablar más aquí?

¿Ya me hechas de menos?

 

¡Pues sí, porque lo hemos pasado bien! ¿Lo dejamos aquí?

Necesitas un pequeño descanso. Y tus lectores también. Aquí hay mucho que asimilar; mucho contra lo que luchar; mucho sobre lo que meditar. Tómate tu tiempo. Reflexiona; medita sobre ello.

No te sientas abandonado. Yo siempre estoy contigo. Si tienes preguntas que hacerme, preguntas cotidianas – como sé que tienes ahora mismo -, y quieres continuar, ten en cuenta que puedes acudir a Mí para que te conteste. No es necesario que sea en forma de libro.

No es este el único modo en que Yo te hablo. Escúchame en la verdad de tu alma. Escúchame en los sentimientos de tu corazón. Escúchame en el silencio de tu mente.

Óyeme en todas partes. Cada vez que tengas una pregunta, simplemente debes saber que ya la he contestado. Luego abre los ojos a tu mundo. Mi respuesta puede hallarse en un artículo ya publicado; en el sermón ya escrito y a punto de ser pronunciado; en la película que se está rodando; en la canción que ayer se acabó de componer; en las palabras que está a punto de decir un ser querido; en el corazón de un nuevo amigo que estamos a punto de hacer.

Mi Verdad está en el susurro del viento, en el murmullo del arroyo, en el estampido del trueno, en el tamborileo de la lluvia.

Es el tacto de la tierra, la fragancia del lirio, el calor del sol, la atracción de la luna.

Mi Verdad – y tu más segura ayuda en los momentos de necesidad – es tan sobrecogedora como el cielo nocturno, y tan simple e incontrovertiblemente confiada como el balbuceo de un niño.

Es tan potente como el latido del corazón, y tan silenciosa como el aliento contenido en unión conmigo.

No te dejaré, no puedo dejarte, puesto que eres Mi creación y Mi producto, Mi hija y Mi hijo, Mi propósito y…

Yo mismo.

 

Acude a mí, pues, cada vez y en cualquier circunstancia en que te alejes de la paz que Yo soy.

 

Yo estaré ahí.

 

Con la Verdad.

 

Y la Luz.

 

Y el Amor.

Extracto del libro: Conversaciones con Dios de Neale Donald Walsch

Capítulo 14 (fin del libro)

CONVERSACIONES CON DIOS 1

NEALE DONALD WALSH

ANÁLISIS HECHO POR: JORGE SALAMA

En este primer volumen comienzan a revelarse verdades y reflexiones muchas de ellas conocidas por la mayoría de nosotros, pero lamentablemente, muy poco puestas en práctica en la vida cotidiana.

Y algunas de ellas sorprendentes, pero sencillas en su análisis. Y buscando en la parte lógica de nuestro cerebro mundano, entendibles.

Y lo que es mejor aún, VIVIBLES, sin tener que hacer nada más que aceptar querer vivir mejor lo cual suele ser difícil de lograr.

Por supuesto requiere analizar cada punto y ponerlo en práctica.

Por ejemplo: Comienza explicando cómo El se comunica con nosotros. Nos dice que principalmente se comunica con nosotros a través de la experiencia, y luego el sentimiento. Luego con el pensamiento y las imágenes. Y finalmente las palabras, como un medio más restringido, dada su limitación.

Nos indica la importancia de discernir “Cuales mensajes provienen de DIOS y cuales de otras fuentes”. Y a modo de ayuda para entender más claro, nos dice “QUE NUESTRO PENSAMIENTO MAS ELEVADO, NUESTRA PALABRA MAS CLARA, Y NUESTRO SENTIMIENTO MÁS GRANDIOSO, PROVIENEN SIEMPRE DE ÉL. Todo lo demás proviene de otras fuentes.

Y nos recuerda que el pensamiento más elevado es aquel que encierra Alegría. Las palabras más claras son aquellas que encierran Verdad. El sentimiento más grandioso, es el llamado Amor.

Importante reflexión cuando nos dice que muchas veces sus mensajes no son tenidos en cuenta porque parecen demasiado buenos para ser verdad.

Y eso acaso, ¿no nos ocurre a diario en nuestras vidas? ¿ Cuántas veces rechazamos o dudamos de algo porque es tan fácil y sencillo que creemos que alguna trampa debe tener?

Y nos recuerda que lo que menos escuchamos es a nuestra experiencia y por eso seguimos reviviéndola una y otra vez hasta tanto la entendamos. El propósito de DIOS no puede verse frustrado, ni su voluntad ignorada, por tanto recibiremos el mensaje, antes o después. Más no nos forzará pues nos dió el Libre Albedrío para que pudiésemos hacer de nuestra vida lo que quisiésemos. Y así será siempre.

Y a los que ya estamos involucrados en este conocimiento, nos recuerda que “NO PODREMOS IGNORAR SU MENSAJE UNA VEZ LO HAYAMOS OIDO VERDADERAMENTE. Esto se hace ahora perfectamente entendible.

Muy importante el análisis que hace sobre el modo en que la mayoría de las personas, hemos entregado a otros la responsabilidad de entender el mensaje de DIOS y así dejarnos llevar por el creer de esos otros.

La comodidad humana, se libera de la responsabilidad de entender el mensaje de DIOS, aceptando que sean otros, (supuestamente más capaces, o más privilegiados) los que puedan escuchar ese mensaje, y así dictar lo que es bueno o malo. En esta parte DIOS desautoriza a muchos que “interpretaron” lo que El nunca dijo y nos recuerda que escuchemos particularmente a nuestros sentimientos, para determinar qué es realmente nuestra Verdad. Es muy común y muy cómodo no asumir la responsabilidad de nuestras vidas y adjudicarles a otros, (sacerdotes, rabinos, gurús, instituciones, etc) la autoridad de decirnos lo que hay que hacer, que en muchísimos casos difiere mucho de nuestro real sentimiento. Esta realidad la hemos vivido posiblemente todos. Y posiblemente la mayoría de las veces hemos callado nuestro parecer diferente del que “está establecido” por no pasar por locos o rebeldes. (Piénsalo, amigo lector de estas páginas. Y aprovecha esta reflexión para determinar cuántas veces sentiste en tu corazón que lo que te decían no era tu verdad.)

En otra parte, nos dice que se revela de millones de maneras y que está en todas las cosas. Y que si realmente necesitamos que El se manifieste físicamente, entonces no creemos realmente en su presencia en nuestro interior. Y así dicha manifestación no se producirá.

Nos recuerda que la oración correcta no es nunca de súplica, sino de gratitud. En ese contexto nos indica una valiosísima verdad como que el hecho de querer algo, lo aleja de nosotros, pues le estamos diciendo al Universo, (que está a nuestro servicio) que esa realidad no está en nosotros.

Por tanto se produce en nuestra realidad la carencia de tal cosa. La forma acertada es AGRADECER por anticipado eso que deseamos, pues de ese modo queda creado en nuestra realidad. No podemos manipular a DIOS o al Universo con verdades que no existen, SI VERDADERAMENTE NO TENEMOS FE. Pues la fe es la única vía para cambiar algo que no está de momento presente en nuestra realidad. Con la FE moverás montañas.

Importante es conocer y entender como funciona nuestro pensamiento. DIOS nos dice que el pensamiento es CREADOR, y que existen dos pensamientos: el pensamiento primario y el pensamiento promotor. Este último es particularmente poderoso, pues es el que dirige al pensamiento primario. Es el pensamiento que te dice por ejemplo, cuando quieres acercarte a otra persona que te gusta, cosas como “ NO, EL O ELLA NO SE VAN A FIJAR EN TI” o cuando ves el automóvil más lujoso “ NO SUEÑES CON ESO, NUNCA LO PODRAS TENER”. Y eso es lo que creas en tu realidad. La FE puede superar ese pensamiento cuando la certeza de que DIOS está en TÍ te hace poderoso.

La voluntad de DIOS respecto a nosotros, es la voluntad que nosotros tengamos respecto de nosotros mismos. DIOS es el observador y no el creador de nuestra realidad. Él nos guía y cuida, mas lo que hagamos con nuestra vida es NUESTRA TOTAL REPONSABILIDAD.

Eso es muy fuerte. Nos pone en el camino (que usualmente no nos enseñaron) de decidir nuestra vida, POR NOSOTROS MISMOS. O sea que no puedes ahora seguir esperando que las cosas pasen en tu vida dependiendo de la Voluntad Divina y sintiendo que lo bueno o lo malo que te ocurre es la obra de DIOS y liberándote entonces de la responsabilidad.

DIOS de todos modos no se preocupa por el final, pues este está garantizado. O sea que NO puedes dejar de volver a DIOS al final de tus tiempos. Mas lo que demores en ese recorrido, y como lo transites ES TU RESPONSBILIDAD Y TU VOLUNTAD. Esto, creer que el resultado de la vida es dudoso, o sea que no volveremos a DIOS al final, ha creado nuestro mayor enemigo: EL TEMOR. Pues solo existen dos grandes emociones: EL TEMOR Y EL AMOR.

El temor hace que te escondas y huyas, que tengas sentimientos de carencia. El amor hace que estés presente y sonrías, que te muestres tal cual eres, que des sin esperar a cambio.

DIOS nos repite constantemente a lo largo de los libros que toda la experiencia de la vida se basa en RECORDAR QUIENES SOMOS Y DEFINIR QUIENES QUEREMOS SER. Pues somos los seres más magníficos jamás creados por El, a su imagen y semejanza.

Por tanto cambiar las enseñanzas que erróneamente recibimos de nuestros maestros y padres, aún cuando tuvieron la mejor intención, y actuar de acuerdo a nuestro sentimiento y a nuestra propia voz interior, que es la forma más poderosa con que se comunica DIOS con nosotros, es trascendente. Esa es la voz te dice si lo que estás leyendo ahora son palabras de amor o de temor, y si son palabras que hay que tomar en cuenta o ignorar.

El único propósito de la vida es experimentar la gloria más plena. Lo maravilloso es que esa gloria nunca termina, pues cuando la experimentemos, imaginaremos una gloria más grande aún. La vida es un proceso de creación. No es una escuela, pues todo lo sabemos. Solo debemos RECORDAR, (REMEMBRAR). Venimos a conocer experimentalmente lo que ya sabemos conceptualmente, y crear de ese modo la experiencia de DIOS en SÍ Mismo. El se experimente a Sí Mismo a través de nuestras experiencias. Recuerda que la VERDAD MAYOR ES QUE SOMOS UNO. Que solo hay UNO de Nosotros. Que somos chispas Divinas del Alma de DIOS. POR TANTO SOMOS DIOS TAMBIEN. Nuestra experiencia de vida es la experiencia de la vida de DIOS EN NOSOTROS.

Una de las grandes Verdades para poder comprender como funciona todo es una de las grandes DICOTOMIAS DIVINAS: NO PODREMOS EXPERIMENTARNOS COMO LO QUE SOMOS, HASTA QUE NO HAYAMOS EXPERIMENTADO LO QUE NO SOMOS. Esto explica de forma terminante, el porqué de los ciclos de la vida. Es común ver que vivimos tiempos de calma, a los que siguen tiempos de gran agitación, tiempos de tristeza, que son seguidos por tiempos de alegría. Y así continuamente. Esto ocurre por que para que podamos vivir la experiencia del frío, debemos saber inevitablemente, qué es el calor. Debes saber que es el arriba, para saber qué es el abajo. Qué es la luz para saber qué es la oscuridad. TIENES PRIMERO QUE “ NO-SER” para poder SER.

Y a este fin DIOS nos cuenta en el libro una parábola muy bella, que transcribo a continuación:

“Había una vez un alma que sabía que ella era la Luz. Era un alma nueva y por tanto, ansiosa por experimentar.”Soy la Luz,-decía-.Soy la Luz” Pero todo lo que supiera al respecto no podía sustituir a la experiencia. Y en la esfera de la que surgió esa alma, no había sino LUZ. Todas las almas eran grandiosas, Todas magníficas. Todas brillaban con el brillo imponente de Mi Propia Luz. Así la pequeña alma en cuestión era como una vela en el sol. En medio de la más grandiosa luz – de la que formaba parte- no podía verse a sí misma, ni experimentarse a sí misma como Quien y Lo Que Realmente Era.

Sucedía que esa alma anhelaba conocerse a sí misma. Y tan grande era su anhelo, que un día le dije: –¿Sabes Pequeña, qué deberías hacer para satisfacer ese anhelo tuyo?

–¿Qué DIOS Mío? !Quiero hacer algo! Me dijo la pequeña alma.

–Debes separarte del resto de nosotros—respondí—y luego debes surgir por tí misma desde la oscuridad.

–¿Que es la oscuridad, Oh Santo? – preguntó la pequeña alma.

–Lo que Tú no eres—le respondí, y el alma lo entendió.

Y eso hizo el alma, apartándose del Todo, e incluso yendo hacia otra esfera., pues en ella el alma tenía la facultad de incorporar a su experiencia todo género de oscuridad. Y así lo hizo.

Pero en medio de toda aquella oscuridad, gritó:

! Padre, Padre! ¿ Por qué me has abandonado?

Igual que vosotros en vuestros momentos más negros. Pero Yo nunca os he abandonado, sino que estoy siempre a vuestra disposición, y dispuesto a recordaros Quienes Sois Realmente, dispuesto siempre a recibiros en Casa.

Así pues sé Luz en la oscuridad y no la maldigas.

Y no olvides Quien Eres mientras dura tu rodeo por lo que no eres.. Y sabe que lo que hagas en los momentos de tu más dura prueba, puede ser tu mayor triunfo, ya que la experiencia que creas es una afirmación de Quien Eres y Quien Quieres Ser.

Te he explicado esta parábola, a fin de que puedas entender mejor porqué el mundo es como es, y como puede cambiar en un instante en el momento en que cada uno recuerde la Divina Verdad de su más Alta Realidad.

DIOS nos explica en el libro que todo en el ámbito de lo sublime se basa en trilogías o tríadas, como mente –cuerpo y alma, o pensamiento – palabra y obra. Mientras que en el ámbito de lo relativo, todo se resume a díadas, como ser caliente y frío, o arriba y abajo.

El mundo es como es porque no podía ser de ninguna otra manera. Todo va de una a otra polaridad. No podemos caer enfermos si a un determinado nivel, no lo provocamos nosotros mismos, y podemos de nuevo estar bien solo decidiendo estarlo. Claro que eso requiere una profunda convicción del poder interno que se aloja en nosotros.

DIOS no provoca las calamidades mundiales. Lo provoca el consciente colectivo. Y Él nada hace para evitarlo pues sería ir en contra de la libertad de la cual nos dotó. En cada caso negativo, preguntémonos ¿Qué parte de Mí quiero experimentar ahora ante esta calamidad? O ¿Qué aspecto del SER quiero que aparezca ahora? .Y como esto es así para cualquier alma, no debemos sentirnos víctimas del Universo.

DIOS pone énfasis en que no debemos juzgar el camino que recorre otra alma. No debemos envidiar su éxito ni compadecer su fracaso, pues desconocemos cuál es el propósito de esa alma. En suma debemos hacernos responsables de nuestras vidas. Tomarla entre nuestras manos y cambiar el pensamiento que nos dice que algo es malo, por aquel que nos dice que algo bueno hay en el hecho en sí, para nuestro desarrollo, o para el desarrollo de otros, ligados a nosotros. Recuerden que SOMOS UNO y que estamos unidos por hilos invisibles. Y que nada ocurre por casualidad, dado que la casualidad no existe. Pero Si existe la Ley de Causa y Efecto.

También DIOS nos hace poderosas reflexiones sobre nuestra creencia de lo que es bueno o malo y nos dice que esos juicios de valor están en nuestra imaginación y en las enseñanzas que recibimos. No ha sido eso establecido por Él.

Y llegamos a un tema tan importante como es el del infierno y el supuesto castigo al que estamos expuestos por nuestro errado comportamiento.

Y allí DIOS, en forma más que entendible nos dice que nos dio el Libre Albedrío y sería absurdo que nos castigara luego por no hacer lo que supuestamente Él habría mandado. El no necesita castigarnos, pues, qué castigo mayor que el que nosotros mismos nos proporcionamos al saber que no actuamos de acuerdo con nuestra conciencia. Quién más que nosotros para saber si estamos o no en paz. DIOS es amor no castigo.

No existe el llamado infierno. Ni existe castigo alguno de parte de DIOS. Eso es mitología creada por otros. No podemos estar para siempre separados de DIOS pues no es ese su Plan Divino.

DIOS nos dice con remarcado poder que NO HAY NADA QUE NO PODAMOS SER, O HACER, O TENER. Y ante la pregunta del autor “Eso suena como prometer la luna” contesta: “¿Y que otra clase de promesas podría hacerte DIOS? Y nos habla de su mayor promesa: un potencial ilimitado para todos nosotros, que depende solo de nuestra decisión Y su amor ilimitado y eterno. Por tanto debemos alejar de nosotros el temor, el cual a su vez nos aleja del amor infinito, y nos crea las dificultades que conocemos como limitaciones.

Nos habla también de las emociones ya mencionadas de amor y temor. Toda emoción es energía en movimiento, y atrae energías semejantes. El temor crea, cuando se unen dos o más personas, movimientos de energía no siempre favorables que tiene mucho que ver con el consciente colectivo, del cual ya hablamos. También nos habla del pecado original de Adán y Eva, y se refiere a él como la Bendición original, pues fueron los primeros seres en tomar una decisión dando pie con ello a todas las decisiones de la humanidad que conocemos.

Las primeras leyes del Universo que recibimos en este primer capítulo, son:

Todo pensamiento es creador.

El temor atrae a la energía semejante.

El amor es todo lo que hay. (Pues la realidad última. Es nuestra experiencia con DIOS.) Y hay una maravillosa explicación sobre lo que es el amor en el mundo de lo absoluto. ( El mundo de DIOS). El mundo de lo relativo, el cual habitamos se creó con el único fin de poder experimentarse DIOS a SÍ Mismo, a través de nosotros. (Y más de uno de nosotros al leer esto puede pensar que DIOS nos jugó una trastada al crearnos para El conocerse a Si Mismo, y experimentar con nosotros Quien Es El).

Pero recuerden queridos amigos, una vez más que SOLO HAY UNO DE NOSOTROS. Que SOMOS UNO. Que somos chispas Divinas de DIOS. Que cada uno de nosotros SOMOS DIOS. Que El y Nosotros somos lo mismo. Que su Plan es Nuestro Plan. (Ojalá sea esto suficientemente claro para todos. . .) Es algo tan trascendente que puede hacernos cambiar paradigmas y creencias, para lograr una vida verdaderamente diferente para bien.

Finalmente termina este capítulo diciéndonos que una y otra vez ha puesto LA VERDAD delante de nosotros y no la hemos querido ver. Y ahora una vez más contesta a nuestro llamado, a nuestra súplica por conocer esa Verdad, o más bien recordarla. Y nos dice que estemos atentos ahora, pues en cualquier manifestación del Universo, en las formas más comunes y sencillas, en las más inesperadas, las respuestas aparecerán ante nosotros.

Y así pasamos ahora al volumen 2, en que seguiremos recibiendo la Luz de DIOS. Su Amor y su Guía. Para poder determinar de verdad QUIENES SOMOS Y QUIENES QUEREMOS SER.

JORGE SALAMA.

FIN

*   *   *

Este libro fue digitalizado para distribución libre y gratuita a través de la red  Digitalización: Jorge Salama – Revisión y Edición Electrónica de Hernán.  Rosario – Argentina

15 de Junio 2002 – 14:23

3 comentarios

  1. Podríais colgar artículos sin faltas de ortografía? Es que los leen millones de personas y es un modo también de preservar la lengua, a parte de que sin faltas, las cosas se entienden mejor.
    Muchas gracias.

    1. Muchas gracias Amor por tu sugerencia, las vamos corrigiendo a medida que nos envían los textos, pero a veces no podemos hacerlo con todos.

      Sería bienvenida tu ayuda.

      Que la luz de tu corazón sea siempre la guía en tu camino.

      Con amor,
      Rosa

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