Angeles – Clases de 21 a 25




INDICE – Clases de 21 a 25


21. El ángel de la renunciación y la regeneración
Los doce pasos del programa angélico
El ángel de la esperanza
El ángel de la claridad
Prog. Ang. Nro. 14: Curar una relación

22. El Alma
Liberación
Deber cósmico de los ángeles
El ángel de la gracia
Prog. Ang. Nro. 15: El Paraguas Angelical

23. Ángeles y planetas
Los opuestos
El ángel del equilibrio
Prog. Ang. Nro. 16: Meditación centralizadora

24. Los Ángeles y los espíritus de la naturaleza
Afinar la conexión
¿Es un ángel?
El ángel del coraje
Prog. Ang. Nro. 17: Audición expandida

25. Seres de Luz – Ángel Guardián
El ángel de la abundancia
Depresión
El ángel de la creatividad
Prog. Ang. Nro. 18: Pregunta a tus ángeles



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CLASE 21 EL ÁNGEL DE LA RENUNCIACIÓN Y LA REGENERACIÓN


Renunciación significa «abandonarse, dejarse ir, entregarse» y el término Regeneración se define como «renacer en el espíritu»; o ser «restaurado en el estado original del ser». Por consiguiente para despertar a nuestra verdadera identidad, debemos dar algo, algo que, por lo general, consiste en hacer algún sacrificio. Pero una vez que salimos del sueño, vemos que no se trata en absolutote un sacrificio, sino que, simplemente es reemplazar lo inferior por lo superior.

Desde los principios la renunciación ha sido la plataforma para el renacimiento espiritual y la piedra basal de la personalidad. Su importancia como una línea de acción a seguir ha sido siempre tan fundamental que ningún Misterio, escuela, religión, tradición esotérica o filosofía espiritual ha olvidado incluirla entre sus disciplinas tradicionales. Y todos los maestros espirituales de los que tenemos noticias han considerado que este proceso de «abandono» es el verdadero preludio para alcanzar la supremacía y el dominio espiritual.

El maestro tibetano Djwhal Khul dice que «para tener debemos desapegarnos, y para retener debemos desprendernos. Esa es la Ley. La vida, para el discípulo, se convierte en una serie de procesos de desprendimiento, hasta aprender la lección de la renunciación». Las antiguas enseñanzas de la Sabiduría Intemporal, de las que, más tarde, Pablo se hizo eco, estaban basadas en la verdad de que cuando no tienes nada, lo posees todo. Este es el principio que guía al Ángel de la Renunciación y de la Regeneración y este debe ser nuestro credo si buscamos ganar nuestra libertad y ser todo aquello para lo que hemos sido creados.

«Yo no puedo traer la paz al mundo, ni puedo alimentar a las multitudes hambrientas, curar las enfermedades, armonizar las relaciones o hacer que prosperen aquellos que están esclavizados por las deuda y las limitaciones. No, yo no puedo hacerlo, pero el Sagrado Yo Superior que Es la Realidad de cada uno de nosotros sí puede hacerlo».

Comenzamos por abandonar nuestro sentido de la existencia mortal – por desprendernos de lo que consideramos la «personalidad y por llegar a identificarnos con el Yo Superior, con nuestra conciencia divina, que está dentro de cada uno de nosotros. En este proceso de cambio de identidad, entregamos todo cuanto ha sido adquirido por la personalidad. Para alcanzar nuestra naturaleza superior, debemos renunciar a todo lo que constituye el «inventario» de la naturaleza inferior, porque hasta que ésta no esté completamente vacía de todo lo que era no puede llenarse con la esencia de la naturaleza superior. Lo más bajo debe ser sacrificado por lo más alto, de otra manera no podremos llegar a concretar nuestro renacimiento espiritual.

¿Por donde comenzar? Examinemos esta lista de veinte características de la personalidad:

1) La tendencia a criticar.
2) La tendencia a asumir, por otros, responsabilidades que no nos corresponden asumir.
3) La tendencia a dejar en manos de otros la responsabilidad por nuestro propio bienestar.
4) El sentimiento de que necesitamos ser cuidados y protegidos por otra persona, que está relacionado con lo mencionado en el punto anterior.
5) El orgullo espiritual y la tendencia a probar nuestra espiritualidad dando a otras personas admoniciones o consejos espirituales que no nos han sido solicitados.
6) Las ambiciones egoístas.
7) La autoconmisceración.
8) La sensación de poder personal.
9) Una sensación de futilidad.
10) La tendencia a buscar alivio o liberación a través del alcohol o de las drogas.
11) La tendencia a representar el papel del «amante sufriente».
12) La tendencia de controlarnos emocionalmente en toda clase de relaciones, incluyendo las relaciones con nuestros esposos o esposas, o con nuestros hijos o amigos.
13) El engaño y la deshonestidad.
14) El temor y la culpa.
15) La sensación de que valemos muy poco.
16) La identificación del YO con el cuerpo y la preocupación por mantenernos físicamente en forma y por satisfacer nuestras necesidades corporales.
17) El énfasis en la seguridad personal.
18) El sentimiento de que «mi verdad es superior a la tuya», de que «mi misión es más grande que la tuya».
19) El «complejo de Mesías».
20) Una conciencia desanimada – sin vitalidad, sin fuego, sin luz, ni animación – y el vivir sin ninguna clase de inspiración.

La gran Renunciación, el último paso antes de la Regeneración, tiene lugar después de que has reconocido cada una de las características y de los complejos de tu personalidad, concentrándote en cada uno de ellos, desprendiéndolos de la propia conciencia al entregarlos al Sagrado Fuego que arde en nuestro interior y trabajando diariamente para vivir sin estas energías adulteradas. Esto requiere disciplina, pero con cada uno de estos actos de desprendimiento, más y más rayos de la Luz del Yo van introduciéndose en nuestra personalidad.

El proceso de emerger de la oscura celda de la naturaleza inferior, no siempre es un suave y fácil movimiento hacia arriba, sino que puede convertirse en una escalada dura y extenuante. Pero recuérdalo bien, Tú no te has encarnado sólo para poner el pan sobre la mesa, pagar el alquiler, planear tu seguridad en los últimos años de tu vida – o para ser una impotente medusa o un amenazante tiburón. Estás aquí para renacer en Espíritu y entonces compartir el ardiente resplandor de tu Luz interior para el bien y el beneficio de todo el mundo.

Cuando estás motivada por esa intención, algo extraño y maravilloso acontece en los asuntos más cotidianos de tu vida. Inicia el proceso de desprendimiento y, con cada nueva acción de desapego, algo cada vez mejor va teniendo lugar en todos los ámbitos. Y, muy pronto, te darás cuenta de que la práctica de la inocencia te resulta completamente natural, de que dar a los otros la libertad que necesitan para experimentar plenamente su vida está satisfaciendo todo cuanto te preocupa y que así también llegarás a ser verdaderamente independiente al no experimentar ninguna clase de preocupación por tu propia seguridad.

Descubrirás que no tienes que probar nada a nadie y que la autocompasión, la futilidad, el miedo y la culpa desaparecerán junto con tu necesidad de buscar algún escape. Cuando llegues a comprender que tú misma ere el Reino de la pura energía, lograrás liberarte de la atracción hipnótica de la tercera dimensión y con esa comprensión las sensaciones de carencia y de limitación se convertirán en meros y borrosos recuerdos del pasado.

Para efectuar el proceso de renunciación y regeneración se puede hacer un proyecto de dedicar sensata días a desmontar todas las conexiones del ego desprendiéndonos de todas las atracciones mentales, emocionales y físicas – liberándolos de todas las cosas que nos atan a la rueda de la lucha y el esfuerzo – y, una vez hecho esto, seres humanos, sino como seres espirituales de Luz. El Ángel de la Renunciación y la Regeneración presta una valiosa ayuda para demostrar que el proceso de desmontar las conexiones el ego no significa descalificar el mundo físico como algo no espiritual. Por el contrario, significa encontrar el equilibrio entre lo absoluto y lo relativo y ver la unidad del espíritu y la materia a través del único ojo de la conciencia divina. Es vivir como un ser espiritual encarnado en una forma física.

Vayamos al encuentro del Ángel de la Renunciación y de la Regeneración. recuerda que no se trata de una especie de hada con alas que flota en su campo de energía o de una criatura nacida hace muchos siglos de la imaginación de los maestros de algún colegio de Misterios. Estos Ángeles son fuerzas vivientes y energías conscientes que habitan en el cuerpo causal y que funcionan como remolinos de Poder.

En el orden natural del proceso de su accionar, extienden a la conciencia personal – como si fueran rayos de luz – la visión, la actividad, y el poder creativo del Yo Divino. Y la luz de este Ángel, en particular, apunta a mantener a la conciencia operando en el «modo de entrega», para ayudarnos a dejar de lado toda sensación de separación con el alma superior y para preparar la personalidad par ala «Gran Infusión del Señor». Si esa energía se encuentra bloqueada por las proyecciones de miedo, de pérdida y de privación, producidas por el ego, desarrollamos una conciencia de «víctimas», una naturaleza suspicaz y celosa y una sensación de ser la «presa» de todos los que nos rodean.

Finalidad
Proporciona la energía para la entrega, demostrándonos la facilidad y la belleza de «no tener nada para poseerlo todo».
Rasgos negativos que pueden presentarse a partir de las proyecciones del ego: conciencia de ser siempre la «víctima»; naturaleza desconfiada y sensación de estar siendo la «presa» de todos; celos.

Su energía resulta bloqueada debido a: el profundo miedo a las pérdidas; la creencia inconsciente de que liberar el Espíritu significa privación; una profunda ansiedad relacionada con entregarse a la humanidad para alcanzar el dominio y la supremacía espiritual.

LOS DOCE PASOS DEL PROGRAMA ANGÉLICO

Si estás en un programa de doce pasos, puedes trabajar con los Ángeles a cada paso del trayecto. No olvides pedir especialmente la ayuda de Rafael. Si estás dispuesta a trabajar en tus adicciones, estudia la posibilidad de incorporarte a un programa de doce pasos en tu zona. Hay grupos en todas las poblaciones del mundo, incluidos Alcohólicos Anónimos, Narcóticos Anónimos, Gordos Anónimos y Jugadores Anónimos.

1) Reconoce que no puedes contra tu adicción, cualquiera que sea, y que tu vida se ha vuelo inmanejable. Ese puede ser el paso más difícil de todos. Pide a tu Ángel acompañante que permanezca a tu lado y te eche una mano. Siente su amor y podrás escalar ese peldaño para continuar la marcha. Además, llama a un Ángel de Curación para que te apoye.

2) Este paso te invita a creer en un Poder más grande que ti misma, capaz de devolverte la cordura. Puedes identificar este poder con Dios, con Dios o con tu propio Yo Superior. Cualquiera que sea tu sistema de creencias, tu Ángel es un puente hacia ese plano superior. Recurre a él para que fortalezca tu conexión. Invoca también a un Ángel de la gracia para que se cruce en tu vida y teja algo de amor de Dios en tu corazón.

3) Decides dedicar tu vida a Dios. Conociendo el amor de tu Ángel por ti, puedes permitirte cruzar el puente de su ser hacia un amor aún más grande. Además un Ángel de modelos puede ayudar a que te abras al plan universal mayor.
4) Se requiere que hagas un inventario moral de tu vida. Invoca a un Ángel de información para que te de apoyo mientras lo haces, ayudándote a repasar tu vida y recordándote cosas que puedas haber bloqueado u olvidado.

5) A continuación admites ante Dios, ante ti misma y ante otra persona la naturaleza de tus equivocaciones. Aquí los Ángeles de proceso te asistirán en la difícil tara de recuperar el equilibrio, liberar pensamientos y sentimientos negativos que hayas albergado quizás durante años.

6) Pides a Dios que borre los defectos de tu inventario personal. Recurre a un Ángel de Reorganización para que te ayuda a hacerlo. Recuerda que no necesitas hacerlo todo solo, para eso existe el grupo, incluyendo los grupos de los que participan ángeles.

7) Pide a Dios que te ayude a superar tus deficiencias. Pide a un Ángel de Transformación que te ayude en este gran cambio. El trabajo no es fácil, pero después de todo lo que has pasado, puedes hacerlo.

8) Hace una lista de todas las personas a las que has hecho daño y te marcas el propósito de saldar cuentas con ellas. En este paso te conviene llamar a los Ángeles de conexión para que mejoren tu funcionamiento con el fin de que puedas cambiar tus antiguos patrones de conducta.

9) Repara el daño causado a todas las personas de tu lista, salvo cuando eso los perjudicara o hiciera daño a otros. Aquí puedes invocar a los Ángeles de vinculación que has compartido con esas personas para que te ayuden a expresarte de la manera más amorosa.

10) Continúa haciendo un inventario personal y aprende a admitir de inmediato tus equivocaciones. En este esfuerzo puedes invocar a un Ángel de paz para que te ayude a desarrollar sentimientos de serenidad y perdón por tus propias faltas.

11) Se te invita a mejorar tu relación con Dios, cualquiera que sea la idea que tengas de Él. Llama a uno de los Ángeles de Afinación para que te ayude en tu apertura, te acompañe en la plegaria y la meditación y te ayude a descubrir que cada momento de cada día es tiempo sagrado.

12) Comparte con otros el mensaje de tu despertar y a practicar los doce pasos en todos los aspectos de tu vida. Recuerda que los Ángeles del Medio te ayudarán a trabajar en este paso. Según aprendas a hacer un espacio sagrado de todo sitio en el que estés, este paso se te irá haciendo más fácil.

El Proceso de Gracia puede ser muy útil en la recuperación. Cuando más cimentada estás, más te sustentas en la realidad. Te conviene hacer la Meditación Básica de Cimentación todas las mañanas, al despertar, aunque no planees hablar con tu Ángel.

Utiliza el Ejercicio Básico de Liberación y pide a tu Ángel que te ayude para liberarte de los patrones adictivos. Como ya conoces a tu Ángel, puedes formular tu primera apelación de este modo: «Por favor, Ángel, ayúdame a reconocer lo que me está impidiendo superar mi adicción para que pueda liberarlo». Luego haz tu lista de limpieza espiritual y realiza el trabajo de liberación, centrándote en tu adicción.

Cuando te sientas asustada o débil, cuando pongas en duda tu capacidad de cambiar de vida, utiliza los ejercicios de Alineación para sacar una vibración más elevada. El amor y el miedo no pueden existir en un mismo lugar ni a un mismo tiempo. Y cuando estás canturreando con los Ángeles no hay sitio para el miedo.

Conversar con tu Ángel puede proporcionarte una mayor comprensión sobre la naturaleza de tu adicción y tu recuperación, iluminando tu conducta de maneras tan suaves y amantes que te será mucho más fácil efectuar los cambios necesarios.

EL ÁNGEL DE LA ESPERANZA
La esperanza es la mayor prueba de confianza en Dios. Todo es fácil para el que lo espera todo de Dios.

Nunca deberíamos desesperar ni de nosotros mismos ni de Dios, pues la desesperanza es una artimaña del Diablo para alejarnos de nuestro Creador.

Junto con la Fe, la Esperanza construye nuestro futuro. Pero esperar no es aguardar, esperar es tener confianza y estar seguros de que siempre sucederá lo mejor.

Un Ángel dijo una vez que «todo le llega a aquel que sabe ‘esperar’. Pero se refería a una esperanza activa, como la de la oración, como la del amor.

Te propongo que:
Busques un lugar tranquilo y apacible donde puedas relajarte e intentar mantener tu mente en blanco.

Descuelga el teléfono.

Imagina que estás sentada bajo una luz suave y cálida. Siente como todo tu ser absorbe esta luz y se funde con ella.
En el extremo de esta luz están el Ángel de la Esperanza y el demonio de la desesperanza. Familiarízate con estos dos visitantes e insiste en que el demonio de la desesperanza desaparezca y que el Ángel de la Esperanza se manifieste.
Invita a tu Ángel de la Esperanza a compartir contigo el calor y la luz.

EL ÁNGEL DE LA CLARIDAD

La Claridad es la capacidad de ver las cosas tal como son, sin que nuestro ego se proyecte en ellas.

Ciertas religiones orientales sostienen que el mundo es ilusorio, pero esta opinión también es una ilusión. El mundo no es ilusorio, es terriblemente real, aunque de una realidad distinta a la que creemos.

Lo que sí es ilusorio es nuestra visión del mundo, porque no vemos las cosas como son, sino como nos interesa que sean, como a nuestro ego le interesa que sean.

Al ego le falta claridad porque tiene miedo al Ángel de la Claridad; pondría al descubierto todas sus pequeñeces, todas sus porquerías.

Debemos obtener claridad en nuestras vidas, pues con claridad todo es más fácil y maravilloso.

Te propongo que:
Siéntate o estírate en un lugar tranquilo en el que te puedas relajar fácilmente.

Respira con amplitud y profundidad.
En cada inspiración visualiza el aire como pura transparencia e invita al Ángel de la Claridad a entrar en ti.

Cada vez que expires, visualiza el aire que sale como ensuciado e invita al demonio de la confusión a salir con él.

Hazlo diariamente y en unos pocos días verás cómo tu vida se torna clara y luminosa.

PROGRAMACIÓN ANGÉLICA Nº 14

Curar Una Relación
Para esta visualización necesitas dos velas y un ambiente tranquilo y retirado. Cuida de tener a mano tu cuaderno y una birome, por si quieres anotar lo que recibas.

1) Enciende dos velas. Una te representa a ti; la otra a la persona cuya relación contigo deseas curar. Al encender las velas di: «Invoco a mi Ángel para que me asista en esta curación. Invoco al Ángel de … (agrega el nombre de la persona) para que asista en esta curación. Invoco la presencia de nuestro Ángel vinculante.

2) Cuando ambas velas estén encendidas, di: «Pongo bajo la luz este momento, esta curación y esta relación». Aspira y, al exhalar, visualiza la ceremonia de curación como si se produjera también en tu corazón.

3) Visualiza a la otra persona. Mírala como es realmente; buena, mala, divertida, triste, tal como la conoces.

4) Cuando hayas repasado las múltiples facetas de la otra persona, pide una impresión de su Ángel. Cierra los ojos y deja que esa impresión crezca.

5) Invita a ese Ángel a compartir contigo y con tu Ángel lo que se debe hacer para curar la relación. Escucha la respuesta de Ángel y siéntela también. Quizás recibas impresiones de luz, color o imágenes, además de oír palabras. Permanece abierto a las impresiones que recibas y no rechaces nada, aunque te parezca tonto.

6) Cuando las impresiones se esfumen, da las gracias al Ángel de la otra persona. Luego ábrete a las respuestas de tu propio Ángel. Pregunta: «¿qué se debe hacer para curar la relación?» una vez más ábrete para recibir lo que venga sin juzgar.

7) Cuando hayas recibido el mensaje de tu propio Ángel, pregunta el Ángel de la Vinculación si hay algo más que debas saber.

8) Agradece a los Ángeles e imagina un hermoso regalo que contenga las impresiones y sugerencias que acabas de recibir. Imagínate entregando ese regalo a la otra persona.

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CLASE 22 EL ALMA


Un santo (un ser humano auténtico) es una persona libre del peso y del lodo de la oscuridad y de la negatividad. En el centro del alma reside nuestro don, nuestra santidad, vivo y real, único y especial, poderoso y transformador. Cuando limpiamos el lodo del alma esos dones se hacen visibles y damos lo mejor de nosotros mismos en cada acción. Formar el alma o la santidad no es un proceso que se lleve a cabo de la noche a la mañana, puede llevarnos la mayor parte de la vida, o quizás sólo unas revelaciones de la verdad. Todo depende de quiénes seamos y del tema que estemos tratando.

Por eso es tan importante respetarnos unos a otros. Es interesante el proceso de descubrir los dones en el centro del alma. Nos libera para ser realmente nosotros mismos bajo la luz más hermosa, el amor de Dios.

Con la ayuda de nuestros Ángeles podemos quitarnos el lodo del alma, de modo que podamos disfrutar de la libertad que nos brindan la felicidad y la creatividad.

Cuando los Ángeles nos enseñan a purificarnos, sólo quieren decirnos «conviértete puramente en ti mismo», libre de hábitos y percepciones negativas.

Cuando decidimos transitar una senda espiritual nos disponemos a descubrirnos a nosotros mismos, a encontrar nuestra manera especial de entrega el amor al mundo, y a comprender a un nivel más profundo el hecho de que todos estamos interconectados. Somos piezas de un hermoso mosaico, la gran obra, la red de la vida. Elegimos desarrollar el conocimiento del alma y del espíritu, el vínculo con el poder superior y el reino de Dios; se elige desarrollar una visión clara del color de la luz especial del corazón de cada uno, para saber exactamente quiénes somos.

Una senda no espiritual implica ocuparse de las necesidades físicas, el éxito material y el reconocimiento terrenal (todo lo cual también puede formar parte de una senda espiritual) pero sin trabajar sobre el crecimiento interior.

Una vez que iniciamos la senda espiritual comenzamos a reconocer que somos seres espirituales que viven una experiencia humana. Pautas negativas tales como la culpa, la vergüenza, el odio a sí mismo, la pereza, el orgullo, la gula, el temor y la ira pueden interferir en el crecimiento espiritual. Estas pautas componen el lodo que se acumula en la ventana del alma y bloquean nuestra luz especial. Estas pautas corroen nuestra integridad, que requiere que aprendamos lecciones tal vez dolorosas.

Nuestra integridad nos exige que cuando la montaña rusa de la vida nos lleve en picada y sigamos aferrados a ella, volvamos a la cima más poderosos y esperanzados para poder sobrellevar los malos momentos. La vida espiritual nos prepara para estos inevitables momentos buenos y malos a través de prácticas y de un pensamiento consciente claro. Es probable que cada uno tome un rumbo distinto, personal, pero la búsqueda real y noble de la verdad en la senda espiritual nos lleva a todos al mismo destino final.

LIBERACIÓN
Hablar con nuestros Ángeles es algo natural y gozoso, algo que ellos disfrutan tanto como nosotros. Siendo así, ¿por qué no lo hace constantemente todo el mundo? El motivo es que debemos encontrarnos con en ellos en su propia frecuencia, que es diferente de la nuestra. Como no existe en el cuerpo físico, su vibración es más fina. Para hablar con ellos, para comunicarnos, debemos salir de nuestro estado mental, ordinario, el que se refiere a trabajos, relaciones, espacio vital, salud, etc., para pasar a la Mente Superior. Para hacer eso debemos aprender a desprendernos de ciertas cosas. Por eso debemos liberarnos.

Liberarnos de preocupaciones, problemas y creencias negativas sobre el propio yo, os deja en libertad de ingresar en el estado de claridad, neutralidad y amor incondicional que caracteriza al reino angélico. Nos lleva a un sitio de perdón, para nosotros mismos y para otros. Y resulta estupendo.

Los Ángeles están dispuestos a asistirnos en la vida cotidiana, de modo que nuestras preocupaciones mundanas no carecen de importancia. Por el contrario. Justamente porque son importantes contribuyen a formar lo que sentimos sobre nosotros mismos, factor muy significativo para la conexión angélica. Si estamos deprimidos, si nos sentimos indignos o culpables, si albergamos sentimientos desdichados sobe otros, no estamos en la mente superior. Para volar con los Ángeles necesitamos ir ligeros de equipaje. Y para eso hay que purificar. Esto no significa que debamos ser santos para hablar con nuestros Ángeles: sólo que debemos desechar el equipaje mental y emocional que cargamos gran parte del tiempo.

Las técnicas de liberación te ayudarán a desechar ese equipaje para que puedas conversar con naturalidad con tus compañeros alados. También ayuda a poner claridad en la vida cotidiana y tal vez descubras que tus cosas comienzan a marchar mejor y que te sientes más feliz, menos tensa y más en paz contigo misma.

Existe un aspecto especial del yo que, a veces, se dificulta la conexión con nuestros Ángeles. El yo en sí no es malo, aunque ha adquirido una desagradable reputación en algunos círculos espirituales. Es el yo quien se cuida de nuestros intereses; trabaja par protegernos de la desilusión y la sensación de fracaso. Pero cuando no se alimenta con amorosa autoconcepción, el ego desarrolla un aspecto negativo que refleja la autocrítica y la sensación de valer poco.

Oímos en la cabeza esa voz negativa. Es la parte que nos juzga; el veredicto es «culpable» o «no lo bastante bueno». Nos compara (desfavorablemente, por lo general), nos critica o regaña y nos impone patrones de perfección imposibles. De lo contrario, nos halaga, tratando que nos sintamos mejor al buscar errores en otros y culparlos por sus deficiencias. A veces la voz negativa habla en primera persona: «No tengo remedio, jamás llegaré a nada». A veces usa la segunda: «Pedazo de idiota, ¿para qué hiciste eso?». Es imposible abrir el corazón cuando esa voz es la que maneja todo.

El mejor modo de ajustar cuentas con esa voz negativa es prestarle atención. comienza reconociendo su existencia simplemente: «Oh, allí está otra vez mi voz negativa». Como el niño caprichoso que gimotea pidiendo atención, la voz negativa responderá positivamente bajando su volumen. Una vez que hayas cobrado conciencia de ella reconociendo su presencia, puedes empezar a identificar la negatividad que albergas.

Para ayudarte a detectar focos de negatividad, he aquí una lista de los temas que, según hemos descubierto, surgen con más frecuencia, y algunas de las conductas que generan:

Falta de valor
Miedo a la intimidad
Duda
Abandono
Miedo a la desilusión
Rechazo
Perfeccionismo
Resentimiento
Orgullo
Envidia
Ineptitud
Celos
Crítica (de sí y de otros)
Culpa
Ira
Persecución
Odio
Vergüenza
Dolor
Culpar a otros
Odio por uno mismo
Deshonestidad
Sensaciones de alienación
Privación
Necesidad de dominio
Falta de concentración
Ambivalencia
Pérdida de tiempo
Indecisión
Fatiga
Aburrimiento
Depresión
Apatía
Codicia

Cuando hayas confeccionado tu propia lista, ¿hay algo en ella que te sorprenda? ¿O los problemas te son tan familiares que casi parecen viejos amigos? ¿Enemigos acaso? A esta altura quizás experimentes somnolencia, aburrimiento o enojo; tal vez tu mente se distraiga. Todas son señales de resistencia, ¡prueba de que estás en la pista correcta! La resistencia se presenta cuando te enfrentas con problemas que te ponen incómoda. Como tratar de evitar las cosas molestas es perfectamente natural, no te reproches por desear dormir una siesta, dar un paseo o tomar un barco de carga hacia China. Levántate, estira los músculos. Saca la cabeza por la ventana para respirar lentamente varias veces. Luego vuelve a tu lista y léela varias veces.

Cuando has identificado los problemas de los que estés dispuesta a liberarte, emplea estas enseñanzas, ya que esta liberación es un paso esencial para alcanzar el estado de apertura que nos permite comunicarnos con nuestros Ángeles.
Por estar ligados con el suelo y, por lo tanto, sujetos a la gravedad, nuestra vibración es más densa que la de los Ángeles. Liberarnos ayuda a elevar nuestras vibraciones personales, mediante la descarga de energías que han estado bloqueadas o retenidas en los sistemas mental y emocional. Aferrarse a algo requiere esfuerzo y energía, y nos impide recibir. Si estamos empantanados en la negatividad, no podemos abrirnos a nuestros Ángeles. Cuando nos desprendemos de eso, liberamos la energía que se puede aprovechar de maneras más productivas; así podemos recibir la sabiduría y el amor que ellos nos traen.

Los recuerdos, sobre todo los traumáticos, se almacenan en el cuerpo físico en un plano celular, así como en el cuerpo de energía sutil. De hecho, tu cuerpo recuerda cada cosa que te haya ocurrido en el plano físico: cada vez que te caíste del triciclo, te pillaste los dedos con una puerta o te golpeaste la cabeza. Tu mente recuerda todo lo demás, aunque gran parte se almacena en tu inconsciente.

Cuanto más vigorosa sea tu respiración en los ejercicios de liberación, mejor descargarás la negatividad, llevando vitalidad y gozo a todas tus células. Hay dos modos de hacerlo: exhalando vigorosamente por la boca o resoplando por la nariz. Ambas dan resultado; pruébalas y decide cuál te conviene.

Utilizar el sonido agrega una nueva dimensión al proceso, al ayudarte a alinear los cuerpos físico y de energía sutil, poniéndolos en resonancia. Puedes subir o bajar por la escala musical hasta hallar un sonido o nota que te resulte cómodo emitir. Mantenlo hasta que se te acabe el aliento, dejándolo vibrar por todo tu cuerpo; hasta que puedas sentir que tu cuero cosquillea. Este uso de sonido se llama «entonación». Estimula y abre el chakra de la garganta, que es el centro de la comunicación del cuerpo y el sitio donde los Ángeles nos hablan.

Notarás que liberamos hacia la tierra, utilizando el sistema de raíces que ya has practicado. A lo mejor te preguntarás, en tu preocupación por la Madre Tierra, si hacerlo no está mal. ¿No es contaminar la tierra con nuestra basura, aunque sea en los planos mental y emocional? Puedes estar tranquila, la Tierra recibe las energías que desechamos, tal como recibe desechos tales como fertilizantes y turba. Se descomponen en sus componentes más finos y se reciclan, para nutrirnos y engendrar nuevo crecimiento.

Sensaciones y pensamientos tienen una profunda influencia en la formación de todas las vidas; no merecen que se les tenga miedo ni odio. Antes bien, deben ser respetados, reconocidos y tratados como uno querría trata a cualquier cosa viva. En realidad, el modo más positivo de encarar la liberación es con gratitud por todos tus pensamientos y sensaciones, cualesquiera que sean. Buenos o malos, te han ayudado a llegar donde estás ahora: preparándote a conocer a tu Ángel. Recuerda dar las gracias a estos pensamientos y emociones antes de desecharlos. Dar las gracias es un modo de expresar que aceptas su función y el propósito que han cumplido en tu vida. Y esa aceptación es una parte vital de la capacidad de desechar.

Aún cuando hayas trabajado con los puntos más importantes de tu lista, quizás descubras que algunos de ellos vuelven a aparecer, posiblemente bajo astutas formas nuevas. No te desalientes. La práctica lleva al lucimiento, y cuanto más practiques, mejor sabrás identificar y desechar modos de ser ya inútiles. Si te has sentido indigna durante toda tu vida, no es realista pretender librarte de todo eso en una sola sesión. Sé amante contigo misma. No necesitas ser perfecta para comunicarte con tus Ángeles. Sólo debes estar dispuesta a liberar una sola molécula del bloqueo que arrastras, y el espacio que se vacíe será espacio suficiente para que entre tu Ángel.

DEBER CÓSMICO DE LOS ÁNGELES
Recuerda que cada uno de los Ángeles tiene un deber cósmico y que es el de emitir la verdadera naturaleza de su ser, para ayudarnos en el proceso de despertar.

Son formas de pensamientos divinas que están cargadas con divinas intenciones, pero también están sujetas a la energía que nosotros, consciente o inconscientemente, estamos constantemente irradiando, lo cual significa que podemos cambiar su naturaleza y paralizar su manifestación.

Hay muchos Ángeles que están expuestos al riesgo de ser abrumados por nuestras proyecciones, pues la conciencia colectiva está orientada hacia el conflicto, con una vibración que tiende permanentemente hacia el desorden.

De modo que debemos estar siempre alerta y ponernos de inmediato en acción para eliminar nuestros estados mentales signados por el egoísmo, el hábito de juzgar a los otros, el criticismo, el orgullo intelectual, la frialdad y la estrechez, como así tantos otros que no es posible enumerar a todos.

Debemos oponernos a estos defectos a través de la energía y el poder de la alegría, la alegría del Señor que YO SOY, y permitir que el sentimiento de alegría se convierta en el estado natural de nuestro ser.

Así, los Ángeles estarán en libertad y la primera ley del universo – el orden divino – se convertirá en un factor dominante de nuestras vidas.

EL ÁNGEL DE LA GRACIA
El trabajo de estos Ángeles consiste en entretejer el reino espiritual con el material. Ellos nunca abandonan su tejido. Quienquiera que se les cruza en el camino es tejido a su obra por un instante imborrable, experimentando el amor y la bondad de Dios.

La gracia llega como un don, sin que se la llame para enriquecer o catalizar su vida.

El Ángel de la Gracia nos da el poder de adquirir la libertad a través del compromiso. Al hallar a la persona, a la tarea, al grupo o a la profesión que sean acertados, podemos liberar realmente nuestras energías para ser más eficaces y estar más satisfechos con nuestras actividades.

Una vez que conocemos nuestras prioridades y metas, y nos dedicamos a ellas, concretamos nuevas posibilidades.

Esa dedicación puede liberarnos de las imposiciones que hicimos propias en el pasado y puede permitirnos desarrollar nuestros controles internos, al igual que nuestra capacidad para auto disciplinarnos y bastarnos a nosotros mismos.
Si alguna vez has tenido un momento de gozo en medio de tu dolor, sabes lo que es la gracia.

Cuanta más conciencia tengas de estos Ángeles, más abierto estarás a sentir constantemente estos momentos de gracia. Cuando elijas a este ser, abre el corazón y sonríe.

Te propongo que:
Busca un lugar tranquilo donde puedas relajarte e intenta mantener tu mente en blanco.

Imagina que estás entada bajo una luz suave y cálida. Siente como todo tu ser absorbe esta luz y se funde con ella.

En el extremo de esta luz se encuentra el Ángel de la Gracia y te dice que si puedes hablar con palabras de colores, creando diálogos de arco iris; si conviertes y revistes con sonidos armoniosos todo lo que tocas;

Si ves luz en todo lo que te rodea hasta en ti mirando tu propio espejo;
Si puedes soñar con Ángeles y Querubines y compartir tus sueños con todos;
Si agradeces al que está equivocado por la enseñanza que te deja;
Si te guardas en silencio celestial cuando otro pretende agredirte;
Las mejores noticias te llegaron en este día, ya te convertiste en un Ángel.

PROGRAMACIÓN ANGÉLICA Nº 15

El Paraguas Angelical


Cuando quieras a tu Ángel especialmente cerca de ti durante todo el día, abre tu Paraguas Angelical. Esta visualización se puede utilizar cuando tienen en la mente un objetivo en particular, como un examen o una entrevista importante, y deseas permanecer centrada y serena. O cuando necesitas el consuelo de tener junto a ti a un amigo querido.

1) De cara al Este, extiende tus brazos hacia fuera y di: «Permanece conmigo, Ángel». Cierra los ojos un momento e imagina a tu Ángel de pie detrás de ti; sus alas comienzan a envolverte. Repite esta invocación de cara al Sur, al Oeste y al Norte. Observa si al hacerlo detectas en tu cuerpo o en la atmósfera alguna sensación especial.

2) Cuando hayas completado la invocación hacia los cuatro puntos cardinales, siéntate y levanta los brazos, con la palma de las manos hacia arriba. Imagina a tu Ángel de pie a tu espalda, sosteniendo un paraguas grande con varillas hechas de oro. Aunque no hay tela que cubra el armazón del paraguas, las varillas están conectadas por gotas de luz dorada, de modo que te encuentras bajo algo parecido a una gigantesca telaraña dorada, salpicada de rocío celestial.

3) A través de esta red de luz caen unas gotas de luz blanca y dorada, que te rodean y te envuelven. Mueve los brazos para sentir con más potencia los efectos de este paraguas. Mientras lo haces, di: «Mi Ángel está conmigo». Repite esto tantas veces como lo desees.

4) Cuando te levantes, percibe el campo de energía creado por ese paraguas especial. Imagínalo suspendido por encima de ti a medida que transcurra el resto de tu día.

En cualquier momento, durante la jornada, puedes decir: «Acompáñame Ángel», y visualizar nuevamente le Paraguas Angelical. A diferencia de los paraguas comunes, a éste no puedes dejarlo olvidado en el autobús o en el cine.

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CLASE 23 ÁNGELES Y PLANETAS


La tradición confía los planetas a un Ángel Dominador. Y a cada Ángel se le atribuye un nombre. Pero esto no significa que ese sea el «verdadero» nombre del Ángel; cada tradición y religión tiene sus Ángeles y no considera los nombres ni los Ángeles de los demás.

Utilizaremos los nombres de la tradición cabalística y astrológica, sin olvidar que por aquel entonces Urano, Neptuno y Plutón no habían sido aún descubiertos como planetas. Sin embargo, la mitología los conocía perfectamente como divinidades, con sus funciones y sus menesteres. Probablemente por medio de la religión de aquel tiempo se enseñaban cosas que la ciencia aún ignoraba. Si es cierto, como lo es, que religión y mitología son inspiración divina, el hecho de que anticiparan los conocimientos científicos no debería extrañarnos, sino darnos una prueba más.

Como vemos en hojas apartes, los Arcángeles están relacionados con: Miguel – Sol; Gabriel – Luna y Rafael – Mercurio.

Anael – Venus
Es el Arcángel unido a la esfera de Venus. Es el que tiene en custodia todo cuanto existe de bello y armonioso. Es el inspirador de los artistas, el que hace resonar en los oídos de los hombres más sensibles la armonía de las Esferas, para que sea escrita, bajo forma de música para ser escucha por medio de los instrumentos en el planeta Tierra. La música, el color, la belleza, la armonía y la benevolencia serán los medios por los que el género humano evolucionará en los siglos venideros.

La influencia que el Arcángel venusino ejercita a través de sus Ángeles será siempre mayor en el transcurso de los años, y despertará en el corazón de los hombres el sentimiento de benevolencia. La finalidad será la de alcanzar el amor cósmico, que aún está muy alejado de la esfera de la comprensión humana.

Nuestra especie, que creemos tan evolucionada, vista desde lo Alto, parece apenas salida de la caverna, agresiva, litigiosa. Una raza sanguinaria que aún no ha aprendido los simples valores humanos de la hermandad y de la solidaridad. El trabajo de esta legión de Arcángeles es aún muy largo y paciente.

Ángel domina la constelación zodiacal de Libra y de Tauro, pero influye positivamente en Acuario y Géminis.

Khamael – Marte
Es el Arcángel dominador del planeta Marte. Por sus atributos de guerrero, en otros textos cabalísticos, este papel viene asignado, a veces, a Miguel. Otros textos modifican levemente su nombre en Camael o también Samael.

Khamael en la tradición más rigurosa es definido como «La Mano Derecha de Dios» o también el Ángel castigador, en cuanto que es Él quien administra la justicia divina, inflexible en su misión.

Es el observador imparcial de los trabajos del hombre, definido como el «Señor del Karma». De Él dimanan las legiones de seres que «llevan los registros», la situación del Karma para determinar las pruebas que serán propuestas de nuevo a los humanos en sus futuras encarnaciones.

La tradición astrológica le atribuye todas las cualidades típicas de Marte: la fuerza, la combatividad, el valor, la decisión. Son los mismos atributos que los antiguos reconocían en la Divinidad venerada con el nombre de Marte, señor de la guerra y de las armas, protector de los soldados y de los fabricantes de armas, del fuego y de la metalurgia.

Khamael protege de los peligros derivados de los incendios, de las explosiones y de las armas. Da fuerza y decisión a los propósitos, sostiene la voluntad, protege (en los límites de su ministerio y del karma individual) a los que gobiernan las naciones.
Es el dominador del signo Aries.

Sachiel – Júpiter
Es uno de los Arcángeles egoístamente más invocados desde la antigüedad hasta nuestros días. Representa la opulencia, la majestad, la riqueza, el bienestar físico, el prestigio, el dinero.

En efecto, la antigua Divinidad que en un tiempo tuvo como nombre Júpiter fue la más poderosa de todos los dioses, fue la que reinaba sobre el Olimpo y a la que las divinidades menores y los elementos estaban totalmente sujetos. Júpiter era representado sobre las nubes, asentados sobre un trono azul de zafiros, con un rayo en el puño como cetro. Sachiel, el Arcángel dominador del planeta Júpiter, gobernador del signo de Sagitario, no desdeña ayudar a los humanos para que obtengan el bienestar. Desempeña su ministerio de Ángel «rico», dentro de los límites entre los cuales el karma individual le consiente intervenir.

Si en el karma de un hombre la riqueza se considera dañina para su evolución espiritual, si es una prueba que debe superar porque la ha vivido mal en una vida anterior, no habrá súplicas ni invocaciones que conmuevan a Sachiel o a cualquier otro Ángel. nadie, con excepción del propio interesado, con su voluntad, superando las pruebas que encontrará en su camino, podrá modificar su karma.

Sachiel y sus Ángeles son los atentos dispensadores de la energía-dinero, puesto que el dinero, como la sangre, es un verdadera linfa vital. Su circulación debe tener lugar de modo equilibrado, como todos los líquidos en el interior del cuerpo humano, sin estancamientos, sin carencias, sin hemorragias.

Cassiel – Saturno
El Arcángel Cassiel es el dominador de la esfera de Saturno, el que ha realizado ya su plano evolutivo en una época muy lejana, la antigua edad de Oro o Era Saturniana, de la que los humanos no guardan ningún recuerdo.

Sólo los mitos y las leyendas nos hablan de una época lejana en la que los Dioses vivían sobre la Tierra, habitaban en templos espléndidos y la humanidad-niña, sabiamente guiada, podía escuchar sus voces y contemplar sus rostros.

Después las cosas cambiaron: los dioses abandonaros progresivamente la tierra para trasladarse a una dimensión menos violenta, más enrarecida.

Desde esta dimensión, las antiguas divinidades comunican aún con el hombre, pero ahora no directamente como antaño; necesitan de filtros e intermediarios, porque los ojos de los humanos, empañados, ya no pueden soportar el esplendor de su presencia.

Cassiel es uno de ellos (pero en definitiva, incluso en diversa medida, todos los otros Ángeles lo son). De su planeta frío y (teóricamente) lejano, Cassiel sigue con ojos amorosos a los ancianos, los que, como Él han llevado a cabo su tarea y asisten, como espectadores y no como guerreros el desarrollo de los acontecimientos.

Siempre bajo el dominio de Cassiel, denominado también el «Ángel del Silencio», encontramos todo lo que está bajo tierras, minas, yacimientos, fallas telúricas, todo el reino mineral que silenciosamente y en tiempos muy largos evoluciona en la larga e incesante marcha «de las tinieblas a la Luz», que por cierto es también común a todos los otros reinos, incluido el humano.

Uriel – Urano
La relación entre Uriel y Urano en la tradición astrológica es bastante reciente, puesto que antiguamente se pensaba que los planetas eran sólo siete. Con los nuevos descubrimientos astrológicos se colmaron algunas lagunas. Algunas divinidades de los tiempos pasados fueron revisadas y adaptadas a los nuevos conocimientos.

Eso le pasó a Uriel que, como hemos visto, tuvo en el curso de los siglos, algunos «disgustos» con las autoridades religiosas.

El dominio del muy reciente Urano se le adapta perfectamente. Es el Arcángel que dirige la constelación de Acuario, signo extravertido y revolucionario, destinado a influenciar a la futura humanidad. Uriel se combina bien con el gobierno de la magia, de la astrología, y de la electrónica, típicamente acuarianas.

Es el protector de los exploradores, de los innovadores y, considerando su papel en lo referente a las que son, y serán las profesiones del futuro, podríamos poner bajo su protección también a los astronautas, que en los antiguos textos de magia no podían haber sido mencionados.

Uriel tiene el control sobre las fuerzas mágicas que presiden los bruscos e imprevistos cambios, no sólo en el destino de los individuos particulares, sino también a nivel planetario.

La nueva Era o Edad de Acuario está controlada en su rápida sucesión de acontecimientos por este gran Ángel que tiene aún una inmensa tarea que cumplir para la humanidad.

Asariel – Neptuno
Este gran Arcángel, gobernador de la esfera de Neptuno, era muy bien conocido por los antiguos, quienes le confiaron el dominio de los océanos.

El culto a Neptuno (el nombre Asariel fue una sobreposición debida al cambio de religión) fue mantenido en vigor durante mucho tiempo, cuando ya el cristianismo había extendido ampliamente su dominio.

Durante muchos siglos los desplazamientos tenían lugar sobre todo por vía marítima, por lo cual la devoción a la Divinidad marina que protegía a los navegantes, fue muy intensa.

Con la conquista griega de las costas mediterráneas, se consagraron a Neptuno templos y ciudades en muchos lugares. Por referirnos a Italia, Paestrum merece ciertamente una visita. El templo que allí se puede admirar cede solamente al Partenón de Atenas. Y en Paestrum, las personas más sensibles, entre las espléndidas columnas clásicas, podrán aún sentir viva la presencia de una Gran Energía. El Custodio oculto de los Templos nunca se ha alejado…

Más allá de los grandes mares, las costas y los navegantes por mar, Asariel extiende su dominio sobre los que tienen el don de la clarividencia, sobre los «oráculos», aunque hoy no se sabe con qué nombre definir a quienes hacen profecías.
Antiguamente se llamaban Picias, Sibilas, Pitonisas y vivían en sus propios, muy venerados lugares de culto. Todavía más atrás en el tiempo, la profecía era considerada un don divino y los que sabían interpretar los auspicios, lo sueños, los vuelos de los pájaros o los signos del cielo, eran tenidos por la comunidad en gran consideración; su vida se ennoblecía, teniendo una dignidad casi sacerdotal.

Asariel, como Neptuno, gobierna la constelación de Piscis.

Azrael – Plutón
Este también es un Arcángel con una larga historia. El que hoy conocemos como Azrael y al que se le ha asignado el dominio del «joven» Plutón, ha tenido siempre una Divinidad muy conocida por los antiguos.

Su función principal fue (pero lo es aún hoy y lo será en el futuro) la de acompañar en el más allá al espíritu de los difuntos.

Toda tradición, y toda cultura, ya desde la más remota prehistoria, ha colocado en sus cultos más sagrados a una figura como ésta.

Así como el misterio de la muerte siempre ha sido insondable, así de insondable fue el misterio de las estaciones y el movimiento de los astros en los cielos.

Cada vez que el hombre se encuentra frente a lo incomprensible, eleva su pensamiento hacia la Divinidad, benévola o malévola, que regula el curso de los acontecimientos, para que le sea propicia.

La búsqueda de lo sobrenatural, de lo trascendental está enraizada en los profundos recesos del alma humana, puesto que la sensibilidad misma del hombre es la que le permite captar la existencia de seres inmateriales de los planos Superiores.

De la misma manera, las Criaturas Celestes impresionan fuertemente el espíritu del hombre, permitiéndole percibir su esencia. De vez en cuando hacen una breve aparición, se revelan confirmando las impresiones humanas.

La fantasía crea sólo la imagen exterior de la Divinidad, le atribuye un nombre y una función, y la reviste con una forma conocida que su mente puede aceptar.

La Divinidad, prescindiendo del nombre y de la forma que se le ha atribuido, ha existido siempre, eones antes de que el hombre existiera…

Así, el Arcángel que hoy lleva el nombre de Azrael fue venerado como Anubis, el custodio de las puertas oscuras del reino de los muertos. Fue Caronte el que transportaba las almas del mundo material al mundo invisible.

Pero Azrael es mucho más. De sus manos nace el «Río Leteo», el agua que da a quienes traspasan las fronteras de la vida el olvido de la existencia apenas transcurrida y le permite reposar en paz.

Por decirlo de otra manera, es el que guía los pasos del difunto hacia un lugar sin ruidos en el que los recuerdos no lo alcanzarán ni le herirán por mucho tiempo. Él abre las puertas del Devachan, lugar de serena beatitud que será el paso sucesivo en la espera de volver a reencarnar con el nuevo deber, en un nuevo cuerpo y con una memoria libre de recuerdos.

Es por tanto Azrael el jefe de las legiones de «ayudantes invisibles» que se ponen al lado de las personas que están a punto de morir, que las cuidan para facilitarles el tránsito y que guiarán dulcemente sus primeros pasos en la nueva dimensión que están por alcanzar.

Son los Ángeles súbditos de Azrael que acuden cada vez que desde la Tierra se eleva la plegaria: «Dales el descanso eterno, Señor…» y se dirigen hacia el alma a quien la oración ha sido dirigida.

Pero acuden a cualquier otro rezo, dicho en cualquier idioma, a cualquier otra divinidad, se ofrecen para cualquier requerimiento de ayuda para acompañar a un difunto, puesto que las barreras de culto, de raza y de creo existen sólo en la Tierra. La Divinidad es una, así como único es el «corpus» de sus Ángeles. ¡No lo repetiremos jamás lo suficiente!

Azrael desarrolla la capacidad de sondear el misterio, la búsqueda de las leyes inexploradas por naturaleza, una investigación metafísica, no experimental, de laboratorio.

Es el Arcángel protector de los ocultistas, no de los mercenarios de lo oculto, sino de los que se asemejan a los antiguos alquimistas. Buscadores de la Piedra Filosofal para transmutar no el vil metal sino la propia alma.

Azrael, definido como el Arcángel del Misterio, domina la constelación del Escorpión.

LOS OPUESTOS
Según la teoría de los opuestos y de los contrarios, es sabido que donde está el blanco también está el negro, que al día se opone la noche, al calor el frío, etc.

Si existe una multitud de Ángeles «blancos», existe por contraposición, otra multitud de Anglés negros, éstos también indudablemente necesarios para el desenvolvimiento del Plan. Donde hay inmovilidad, estatismo, no hay evolución. El movimiento se crea por contraposición de dos fuerzas, y en el movimiento hay evolución.

Pero yo en este curso no quiero entrar en mayor detalles sobre los Ángeles Negros, ya que es mi sentir el que quiero sembrar serenidad y esperanza, además no creo en ningún otro demonio si no es el que está encerrado en el corazón del hombre, y es este dominio personal el que nos pone obstáculos en el camino.

Hay opiniones diferentes en cuanto a lo que pudo ocurrir en el pasado para que algunos Ángeles cayeran, pero lo indiscutible es la persistencia con la que esta idea ha surgido en casi todos los sistemas de creencias del planeta. El cristianismo y el judaísmo tienen a Satanás, a Lucifer y, según las diversas sectas, un sinnúmero de Ángeles caídos.

Lucifer, dice una tradición, era uno de los siete grandes arcángeles de nuestro sistema solar, que actuaba como custodio del planeta Venus. Dios pidió un voluntario, entre sus principales Ángeles, que estuviera dispuesto a descender a la Tierra para fortalecer la resolución espiritual de la humanidad de la humanidad mediante una tentación constante. Lucifer se ofreció para la tarea. Pese a sus amorosas intenciones, con el correr de los siglos nuestra mente fue identificando poco a poco a lucifer con el demonio, en vez de verlo como un aspecto de Dios que nos ayuda a crecer, fortaleciendo nuestros músculos espirituales.

«El demonio me llevó a hacerlo», es una excusa tentadora para justificar cualquier cosa; nos hemos dejado cegar por ella, al punto de retratar a Lucifer como fuente de todo lo que consideramos «maligno» en el mundo.

Una de las tareas celestiales de Lucifer, cuyo nombre mismo significa «dador de luz» o «portador de luz», es enseñarnos el necesario lado oscuro de la vida. Lucifer es la sombra que revela la luz por contraste. En muchos sentidos, no podemos ver la verdadera luz sino después de experimentar la oscuridad. Tendemos a no valorar algo hasta que lo perdemos y volvemos a recuperarlo mediante nuestro propio esfuerzo. La parábola del hijo pródigo señala esa peculiaridad de la naturaleza humana.

Esta interdependencia de luz y oscuridad, de alegría y pesar, de bien y mal, así como todos los opuestos de nuestro dual sistema de realidad, cede a la comprensión de que, dentro de un contexto más amplio. Cristo y Lucifer son, sino exactamente complementarios, miembros de un mismo bando y partes integrales de un todo.

El mal es sólo la privación del bien, y cuando el alma emerge de esta ilusión de mal, Lucifer retoma su puesto original entre los grandes Arcángeles de Dios.

¿Satán es necesario? si la tradición judía nunca consideró que Satán fuera rival de Dios ni que fuera independiente de su voluntad ¿para qué existe?

La palabra hebrea Satán significa «adversario», no de Dios sino de la humanidad. Las concepciones judaicas sobre la omnipotencia y la unicidad absoluta de Dios no permiten la presencia de ningún adversario en Sus Dominios, pero Dios creó a los humanos y les garantizó la libre voluntad. Y les confirió la capacidad tanto del bien como del mal.

La serpiente en el Jardín de Edén en el Satán que llevamos adentro. Es el arquitecto de nuestras conductas perniciosas, el seductor incansable, el racionalizador del mal y el agente de nuestra propia ruina. Pero puede ser resistido positivamente. El antídoto para SU VENENO es la firma convicción de que su papel es colocado en nuestras almas por medio de sus tentaciones. En ese sentido Dios quiso que Satán formara nuestro carácter moral.

Satán es una fuerza dentro de cada uno de nosotros. No podemos deshacernos de él porque forma parte de nosotros. Sin embargo podemos dominarlo si nos resistimos a su llamado tentador y hacemos caso a la Inclinación al Bien, que también es parte integral de nosotros.

Lentamente, con seguridad, vamos emergiendo colectivamente de esta ilusión del mal. Hacerlo significa aferrarse con firmeza de la concepción de Dios como Poder Único, Principio Vital Ultimo, del que todo lo demás emana. Naturalmente, la ilusión del miedo y el odio aún acecha en nuestras ciudades, y, a veces, puede convencernos, si prestaos demasiada atención a los medios, de que tiene cierto grado de realidad objetiva.

Pero, ¿no es justamente ese el desafío que se nos ha presentado, lograr un entendimiento más pleno del lado oscuro de nuestra propia naturaleza? Según aprendemos a liberar y, finalmente, deshacernos de la conducta negativa y autodestructiva, también cesamos de proyectar nuestra propia negatividad sobre un demonio ficticio, Ángeles caídos u otras personas. Cuando llegamos a este punto no tenemos más necesidad de aferrarnos a la ilusión del mal.

Al reconciliar estas características aparentemente opuestas demostramos también esas cualidades que los Ángeles tanto aprecian en nosotros. Y a nuestra vez, podemos liberar a los supuestos Ángeles caídos de la negatividad que hemos ido exteriorizando sobre ellos, a través de largos milenios. Al hacerlo así podemos permitirles, una vez más cumplir con las funciones para las que fueron creados en un principio.

EL ÁNGEL DEL EQUILIBRIO
Toda nuestra vida en este planeta no es sino una constante búsqueda en el exterior de un equilibrio que sólo se halla en nuestro interior.

Conectar con el Ángel del Equilibrio, que siempre está con nosotros, en lo más profundo de nosotros mismos, es situarnos en ese punto metafísico de equilibrio en el cual el bien y el mal se confunden en el Mejor, y en el cual la verdad y la mentira se confunden en aquel silencio que está más allá de la verdad y de la mentira.

El equilibrio consiste en utilizar tanto la cabeza como el corazón.

El equilibrio no es mantenerse erguido sobre un solo pie, es mantenerse sobre los dos pies.

Te propongo que:
Te pongas cómoda y cierres los ojos.

Aspira profundamente sintiendo como el aire llena tus pulmones y, cuando espires, siente como el aire que devuelves llena el espacio que te rodea.

Aprecia el equilibrio que hay entre el aire que recibes y el que devuelves.

Imagínate como una persona extraordinariamente equilibrada, capaz de relajarse, divertirse, pero también de pensar y trabajar sin dejarse alterar por lo que pueda ocurrir en el mundo exterior.
Tu vida está perfectamente equilibrada, como tu respiración.

PROGRAMACIÓN ANGÉLICA Nº 16
Meditación Centralizadora


Pasamos mucho tiempo dentro de la mente, de la cabeza. Pero esta meditación llevará la conciencia a tu mismo corazón, el centro de tu cuerpo, que es el sitio donde tus Ángeles se encuentran contigo.

Lo único que necesitas es un sitio donde puedas estar en silencio y sin perturbaciones. Lee varias veces los pasos antes de comenzar.

1) Cierra los ojos. Siente cómo sube y baja tu aliento en el cuerpo. Mantén el pensamiento de que, cuando respiras, Dios te está dando aliento.

2) Pon las manos sobre el corazón. Siente el latir del corazón, la fuerza vital. Siente cómo bombea sangre a todos los rincones de tu cuerpo.

3) Mantén la atención centrada en el corazón y su latido. Si tu mente se distrae, devuélvela a tu corazón, al centro de tu naturaleza sensible.

4) Imagina una luz o llama en el centro de tu corazón. Representa la chispa de lo Divino dentro de ti. Es la semilla de quien eres. De l amanera que puedas, conéctate con esa chispa y siente lo que significa para ti.

5) Exhala a fondo. Cuando estés lista, vuelve a abrir los ojos.

Este ejercicio puede inundarte con una gran sensación de calma, de percepción de tu Yo Superior. Puedes utilizarlo a cualquier hora del día, dondequiera que estés, cunado no te sientas centrada. Como sólo lleva un minuto, puedes hacerlo en tu escritorio, o ante el volante de tu auto cuanto te detenga un semáforo en rojo. La vida que llevamos es mucho más complicada que la de nuestros abuelos. Bienvenido sea cualquier herramienta que nos permita permanecer centrados.

Cuando pensamos en Ángeles, con frecuencia pensamos en coros celestiales, en Ángeles con carpas y trompetas. Cuando entramos en alineación con nuestros acompañantes, nos abrimos a esa música gloriosa, que tanto se oye como se siente.

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CLASE 24 LOS ÁNGELES Y LOS ESPÍRITUS DE LA NATURALEZA


Los espíritus de la naturaleza son en sí un orden angélico, pero están literalmente en una longitud de onda diferente de la de nuestros acompañantes espirituales.

Algunos de los nombres que las diferentes culturas han asignado a los espíritus de la naturaleza son: devas, elfos, hadas, ondinas, sílfides, salamandras, faunos, duendes y gnomos. Son los patrones imperantes que controlan todo lo viviente: lo que crece, las cosechas y los jardines, selvas y lagos, peces, aves y animales. Encontraremos bajo su mando y su control cada cosa que exista en la inmensidad de la creación.

El término oriental «Deva», con el que se definen las criaturas angélicas, expresa con gran eficacia su esencia. «Deva» deriva del sánscrito «resplandeciente» o más precisamente «ser de luz». Su raíz etimológica es: «dyaus», que en nuestra lengua se puede traducir como «pequeña Divinidad».

En efecto, en la concepción oriental, el Deva es un especie de Divinidad menor, ligada con frecuencia a las fuerzas de la naturaleza. Usamos el término sobre todo para designar los custodios de lugares, de los árboles, de las montañas, de las islas aunque nuestro cuerpo humano también tiene espíritus naturales o Devas, tal como los llamamos. Los Devas de nuestro cuerpo son los principios organizadores que coordinan la inmensa cantidad de información que fluye constantemente por el cuerpo físico. Son el equivalente espiritual de la miríada de células, organismos y microorganismos que han acordado cooperar en conglomerados tales como nuestros riñones, el hígado, los pulmones, el corazón y el páncreas.

De todos los seres angélicos, los espíritus de la naturaleza son los más afines a nuestra realidad humana. Son un reino que merece gran respeto, pues ha sido el más afectado por nuestras locuras ambientales. Sin embargo, continúan sirviendo de buen grado. Abrirnos ahora a ellos es muy importante, pues poseen mucha información vitalmente necesaria en esta época de transformación planetaria.

Los antiguos, por supuesto, aceptaban el reino de los espíritus de la naturaleza sin cuestionarlo, como un hecho de visión y experiencia directos. Los órganos de percepción del mundo suprasensible se han atrofiado en el hombre moderno, como parte del precio que debe pagarse por la evolución de la mente científica analítica.

Los espíritus de la naturaleza pueden ser reales como siempre han sido, aunque no perceptibles sino por quienes puedan volver a desarrollar la facultad de verlos y experimentarlos. Tal vez el fenómeno que nos ocupa ahora es simplemente uno de los muchos ejemplos de lo que se abre paso desde planos superiores, hacia nuevas posibilidades de cooperación creativa, tal como ha sido demostrado en Findhorn -Escocia y en Perelandra – Virginia, dos lugares de maravillas hortícolas en donde se puede ver y apreciar personalmente el enorme beneficio mutuo de una colaboración consciente entre humanos y espíritus de la naturaleza.

Las personas sensibles que trabajan con la tierra siempre han tenido cierta percepción de la existencia del reino invisible. Lo sepas o no, te pones en contacto con los espíritus naturales cada vez que atiendes tus palabras, cuando respondes al impulso de abrazar un árbol, cuando caminas por un jardín o comes cualquier cosa cultivada.

El cuadro que los Devas presentan es que desde su punto de vista, la situación del mundo es crítica. El mundo de los espíritus de la naturaleza está cansado del mondo en que el hombre está tratando a las fuerzas vitales. Los devas y los elementos están trabajando con la ley de Dios en el crecimiento de las plantas. El hombre está constantemente violándola. Hay una posibilidad real de que hasta puedan darle la espalda al hombre, a quien a menudo consideran como un parásito en la Tierra. Esto podría significar una retirada de la fuerza vital de las formas vegetales, con resultados obviamente devastadores.

Con todo, su deseo es trabajar en cooperación con el hombre, a quien le ha sido dada la divina tarea de cuidar de la Tierra. Por generaciones el hombre las ha ignorado y hasta negado su existencia.

Dondequiera que estemos podemos invocar a nuestros Devas, quienes sin duda están instantáneamente en contacto con aquellos que se hallan en la misma longitud de onda en cualquier otro lugar. El contacto no traerá necesariamente un conocimiento científico, aunque éste puede producirse a continuación.

La posibilidad de cooperar con los Devas debería ser investigada cuidadosamente. Ha llegado la hora de hablar de ello abiertamente.

Los Devas son los constructores de nuestro mundo. Personificaciones de la inteligencia creativa, gobiernan o transmutan lo que podríamos llamar energías (ondas o partículas que vibran en patrones) en estructura cada vez más «físicas» (incluso estructuras emocionales y mentales), y finalmente en lo que llamamos materia (que es un patrón en el espacio)

Construyen vehículos para la expresión de la vida en todos los niveles: mineral, vegetal, animal, humano y suprahumano. Obviamente como constructores de vida habitan nuestro planeta desde hace mucho tiempo. En realidad, formaron la vida planetaria, así que son los Señores de la Involución y la Evolución, moldeando vehículos cada vez mejores, más precisos, más sensibles, para la expresión de la conciencia.

En su condición de constructores, los Ángeles eran parte de la historia de la Tierra antes que, lo que llegó más tarde, la humanidad. En cierto sentido son nuestros padres que – en la infinitos e intrincados recursos y procesos de la naturaleza – en los infinitos e intrincados recursos y procesos de la naturaleza – produjeron además cuerpos para nosotros. Están inmutablemente ligados a la Tierra, si bien están más allá de ella en sus roles cósmicos. Ellos también están aprendido y transformándose, y dicen que el destino dévico y el humano confluyen.

Los Devas son inmensamente poderosos. Como reguladores de los sistemas naturales, como agentes de los patrones de la creación, uno podría casi decir que son todopoderosos.

En cuanto a los sentimientos los Devas son una fuente constante de alegría y exaltación. El «Diccionario de Todas las Escrituras y Mitos» de G.A. Gaskell, define a los Devas como «los que brillan», como «Exaltadas Inteligencias de Verdad, Sabiduría y Amor en los planos superiores». Operan desde los planos búdicos (principio de la sabiduría) y superiores en la promoción del proceso evolutivo. Están comprometidos con las energías más elevadas y atraídos por aspiraciones desde abajo…» Estas emociones y cualidades superiores se hacen inmediatamente evidentes cuando entran en contacto con cualquier nivel del mundo angélico, y estar en presencia de tal alegría, amor, pureza, levedad o paz (los frutos del espíritu, en la definición de San Pablo), es sentirse completamente vivificado y nuevo, y profundamente cómodo.

Esas cualidades, esas expansiones emocionales se entretejen con todos los aspectos del mundo angélico, haciendo que su trabajo sea un juego, un éxtasis danzante, un arte consumado, un puro deleite, una paz que va más allá de la comprensión.

AFINAR LA CONEXIÓN
Te has abierto a tu Ángel, has oído su bondadosa voz o sentido su presencia luminosa y amante. Has comenzado a disfrutar de su compañía celestial. Ahora estás lista para avanzar, desarrollando la capacidad de refinar y mantener un aclara línea de comunicación cuando y donde lo desees.

A veces la comunicación se rompe. ¿Por qué ocurre esto y qué se puede hacer para remediarlo? ¿Y en cuanto a los mensajes que no son ciertos? ¿Cuál es la mejor manera de pedir orientación a tu Ángel para los asuntos personales?

Encontrarás respuestas para esas preguntas y, para ayudar a resolver los pequeños problemas, utilizaremos técnicas más avanzadas para la Cimentación, Liberación y Alineación.

Abrirnos a los Ángeles nos abre a otros mundos, a otras dimensiones de sensitividad. Te gustará explorar los reinos de arquetipos que moran en el inconsciente colectivo. Un arquetipo representa una cualidad o una serie de rasgos en especial; la diosa Venus, por ejemplo, representa la belleza femenina: la Virgen, el amor maternal. Los animales también cumples funciones arquetípicas: el león es valiente; el zorro, astuto y así sucesivamente.

Con el ejercicio de cimentación avanzada, puedes entablar amistad con el reino animal, el vegetal y el mineral, así como conectarte con los Ángeles, Arcángeles y el reino arquetípico. Descubrirás que los chackras son lazos entre tu cuerpo sutil, el físico y otros mundos no vistos.

Hablar con los Ángeles es como hablar por teléfono con un amigo: de vez en cuando la comunicación puede cortarse. Aún después de haber establecido un fuerte contacto puedes descubrir, de vez en cuando, que el mensaje se interrumpe. Las transmisiones que se detienen en el medio de un frase o cambian notablemente el lenguaje o de tono se deben a la conciencia del yo. El entusiasmo o la exuberancia pueden poder al YO en primer plano.

¿Alguna vez has notado súbitamente que estabas fuera de tu cuerpo? En cuanto eso ocurre, ¡BUM! Vuelves adentro como un disparo de cañón. A veces hablar con los Ángeles produce un efecto similar. Cuando uno comienza es bastante natural reaccionar con un asombrado: «¡Eh, mira esto!», pero eso puede disipar el estado de apertura y receptividad que tanto te costó crear.

Si la conversación se empantana, bastará con que pidas a tu Ángel que regrese.

Cuando pides consejo a tu Ángel sobre algo muy importante para ti, tu apego a un resultado o punto de vista en particular puede corromper o distorsionar la información que recibas. Por eso es muy importante despejar a conciencia la mente y las emociones de cualquier aporte a la respuesta antes de recibirla.

Con respecto a la autenticidad del material recibido, las distorsiones se originan en el deseo y el miedo, que impiden que la voz intuitiva o más elevada surja veraza y con claridad. El deseo y el miedo crean un estado de capricho.

Libérate de toda consideración antes de pedir una guía. Ten en la mente y en el corazón tu deseo de saber sólo la verdad. Pide que se te diga la verdad, que lo ilumine todo. Si hay alguna duda sobre la veracidad de la información, pregunta. Pregunta y vuelve a preguntar. Lo que se pregunta con sencillez y seriedad siempre recibe respuesta.

El miedo es el complemento del deseo. Es lo que no quieres que suceda. Perturba la recepción angélica tanto como el deseo, con apegos y caprichos. En la vinculación con los Ángeles, una palabra que se usa muco es «rendición». Rendirse significa renunciar a los miedos y confiar que se impondrá el bien más elevado. Significa no ser caprichoso, sino voluntarioso.

Antes de formular a tu Ángel una pregunta que te parezca importante, atiende a cualquier miedo que puedas tener formulándote estas preguntas:

Si ocurriera (lo que temes) ¿qué sentiría?
¿Qué haría?
¿Y luego?
¿Estoy dispuesta a liberarme de este miedo?
¿Estoy dispuesta a conocer la verdad?

Si la respuesta es sí, utiliza la técnica de Liberación Avanzada que te doy en hojas apartes. Se basa en los elementos de tierra, agua y fuego.

Puedes descubrir que te relacionas mejor con uno de ellos que con los otros. Te recomiendo realizar una vez cada uno de ellos, para ver cuál es el más adecuado.

¿ES UN ÁNGEL?
Se pueden presentar algunas preguntas como: ¿Cómo saber cuándo es tu Ángel quien habla y cuándo tu mente? ¿Cómo saber si es un Ángel o un guía?

Utilicemos la analogía del televisor, imaginando por un momento que tú eres el aparato. Hay muchos canales o emisoras que trasmiten. (En este caso, al hablar de canales nos referimos a una voz, no a la persona que lo recibe). Mientras no te abras a los Ángeles el único canal que puedes recibir en tu televisor proviene de tu mente, de tu yo. No es difícil detectar la diferencia entre tu mente y tu Ángel. Tu mente está llena de críticas y palabras tales como «deberías». Te dice qué hacer, cómo, y cuándo hacerlo. Y nunca deja de indicarte lo que has hecho mal.

La voz de tu Ángel es serena y compasiva. A veces, irónica, ¡A veces habla en rimas!. Nunca censura ni te dice que te has equivocado; tampoco te indica qué hacer, aparte de indicarte mirar hacia adentro o ser más amante contigo misma. Siempre señala el punto de vista positivo y ofrece consejos constructivos. ¡Qué diferente suena del antiguo programa negativo que proviene de nuestra mente! Es un espectáculo completamente nuevo.

En realidad, una de las maneras de identificar la voz angélica es la sensación que te produce.

Las sensaciones de amor, de mayor auto aceptación, de paz interior, de ser profundamente queridos y reconocidos, son señales de comunicación angelical. También puedes tener una reacción física, aunque no con tus emociones, porque las estás bloqueando. El estado del corazón abierto es un requisito previo para hablar con los Ángeles.

Otras manifestaciones físicas que pueden acompañar la comunicación angélica son: escalofríos, carne de gallina, cosquilleos en el dorso del cuello; una claridad de visión fuera de lo habitual; lágrimas, que fluyen cuando se abre súbitamente el corazón emocional, y un olor dulce o fragrante que no tiene explicación. Tal vez percibas algo que huele a flores.. cuando no hay flores alrededor. Todo esto indica las visitaciones angelicales.

Una vez que estableces el contacto inicial con tu ángel, hay dos maneras de conversar con ellos. La primera es hacer una pregunta de carácter general y abrirse para recibir la respuesta, como por ejemplo: ¿Cuál es mi finalidad en esta vida? ¿Cuáles son mis dones? ¿Cómo debo llamarte? ¿Cuál es tu nombre?, etc., etc.,

Cada Ángel se comunica a su modo. Tal vez el tuyo quiera hablar contigo en cuanto te levantes. El estado soñoliento y relajado en que te encuentras un momento antes de dormir y al despertar, por la mañana, es sumamente apto para hablar con los Ángeles. Por este motivo, algunas personas tienen siempre la libreta de anotaciones y la birome cerca de la cama.

Quizás tu Ángel prefiera comunicarse sólo en viernes o en otro día determinado. Y si dice que se llama Juan, no te sorprendas. No todos los Ángeles tienen nombres caprichosos. Si le preguntas su nombre y o recibes respuesta, no te preocupes. En realidad no tiene nombres personales; los que recibimos al preguntar corresponden a una vibración a la que nosotros damos un nombre.

Si tu Ángel dice llamarse Gabriel o Rafael, ¿estás hablando con una arcángel? probablemente no, pero el Ángel pertenece al clan de Gabriel o de Rafael. Cuando tropieces con un Arcángel te darás cuenta, sin duda.

La segunda manera de conversar con tu Ángel es interactuando utilizando el formato del diálogo. Una vez que empieces a desprenderte de viejas barreras mentales y emocionales, comenzarás a revelar tus verdaderas fuerzas, tus dones y tu bondad. Nuestros Ángeles viene a nuestra vida para ayudarnos en eso. Cuanto más dialoguemos con ellos, más información compartirán

EL ÁNGEL DEL CORAJE
El verdadero coraje no consiste en vivir alocadas aventuras en continentes inexplorados, sino en vivir la única y gran aventura para la cual hemos nacido.

La gran aventura es responder sí a la vida atreviéndonos a abrir nuestros brazos y nuestros corazones a lo desconocido, sea cual sea la forma que vaya a tomar, ayudándonos el Ángel del Coraje y el de la Confianza.

Tener coraje es ser consecuentes con nosotros mismos, a pesar de lo que puedan decir los ignorantes que nos rodean y no nos dejan ser nosotros mismos.

Si queremos crecer por dentro (Y ese es el objetivo de la vida encarnada) debemos estar abiertos a lo inesperado y ser valientes ante lo desconocido. Arriesgarnos puede darnos miedo, pero sin riesgo es imposible liberarnos de las cadenas de nuestro ego.

Te propongo que:
Te sientas en un lugar tranquilo y en el que estés segura de que nadie te va a molestar. Descuelga el teléfono.
Lentamente, cierra los ojos y deja que la quietud que experimentas se apodere de ti.
Visualiza esa quietud como la Vida que hay dentro y fuera de ti y entrégate a ella, sin miedo, con coraje.
Visualiza como esta misma vida va creciendo y te va llenando de fuerza y valor.
Es el Ángel del Coraje que estaba prisionero en tu interior. Libéralo, invítalo a entrar en tu vida.
Dale las gracias por hacerlo.

PROGRAMACIÓN ANGÉLICA Nº 17
Audición Expandida


Para oír la voz de tu Ángel también debes poder escuchar. El ejercicio siguiente está ideado para extender tu capacidad de escuchar y acentuar tu facultad de clariaudiencia, que está sobornada por el chackra de la garganta, el centro energético de comunicaciones de tu cuerpo. Esta habilidad no tiene nada de misteriosa: es simple extensión natural del alcance de frecuencia de nuestros sentidos.

Antes de hacer cualquier ejercicio recuerda que tienes que estar bien relajada y cimentada; observa si hay algo que necesites liberar antes de comenzar. En ese caso, dedica algún tiempo para efectuar la liberación.
para anotar.
Pon la música y sube el volumen hasta que el sonido rebote en el cuarto y te rodee. Permítete sentir la música en el cuerpo y disfruta de las sensaciones agradables o felices que te brinde.

Mientras disfrutas de la música, imagina que tu Ángel baila al compás de la melodía, cualquiera que sea la forma en que lo veas. Mantén la imagen de tu Ángel bailando hasta que acabe la música.

Apaga el sistema de sonido y elimina cualquier otro ruido mecánico que haya en el cuarto, tal como relojes, ventiladores o acondicionadores. Luego prosigue con el ejercicio:

1) Siéntate, cierra los ojos y escucha el silencio. ¿Qué oyes? Escucha los sonidos que provienen de fuera: de la calle o de los vecinos. Sintoniza el más lejano. Sintoniza los más próximos a ti. Siéntelos en tu cuerpo.

2) Mantén los ojos cerrados. Después de escuchar los sonidos exteriores, ve hacia adentro. Escucha los silencios entre un sonido y otro, entre las notas, entre tus oídos. En ese espacio, entre tus oídos y tu garganta, está el sentido de tu Ángel, la voz de tu guardián y compañero.

3) Permanece quieto y sigue escuchando, siempre con los ojos cerrados. imagina que tu Ángel está sentado, o de pie, a tu lado. Tal vez no percibas palabras, pero si lo haces toma tu cuaderno y anótalas. Si no, quizás veas colores o líneas enredadas. Deja que las imágenes se traduzcan a sonidos en el oído de tu mente.

4) Cuando sientas que los sonidos y el silencio se han convertido en parte de ti, abre suavemente los ojos.

Es posible que durante este ejercicio, tu Ángel te busque. Lo sabrás por el mensaje que recibas, mediante sensaciones, imágenes y hasta palabras. Pero aunque no recibas ningún mensaje, el ejercicio te pondrá en un nuevo sitio de atención receptiva. Durante la mayor parte del tiempo estamos ocupados charlando o pensando en lo que vamos a decir, que no nos permitimos los placeres del silencio, de escuchar los diferentes tipos de sonidos que viven en ese silencio. Es en el silencio donde nos hablan los Ángeles.

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CLASE 25 – SERES DE LUZ – ÁNGEL GUARDIÁN


La Iglesia enseña que cada uno de nosotros tiene a su lado un Ángel que lo protege y lo custodia. Da testimonio de ello la oración que todos hemos aprendido de niños:

Ángel de Dios que eres mi guardián
Ilumíname, custódiame, guíame y protégeme
Que a ti me ha confiado la piedad celestial.

Santo Tomás de Aquino, en la Summa Theologica ratifica esta antigua enseñanza y confirma que el Ángel custodio está junto al hombre durante toda su vida; lo asiste también en el momento de la muerte, y en el más allá le indica el camino hacia la morada.

Ciertos testimonios modernos parecen confirmar esta antiquísima creencia: me refiero a las visiones de los moribundos, es decir, a las experiencias de quien ha estado en coma, o que de alguna manera se ha encontrado cerca de la muerte, y en esa tierra de nadie entre el más allá y el más acá ha visto y oído algo que se le grabó de manera imborrable en la memoria.

Son miles las experiencias recogidas hasta ahora en todo el mundo y su coincidencia, más allá de las grandes diferencias socioculturales y de las esperanzas religiosas de quienes fueron sus protagonistas, es uno de los elementos que hace pensar que no se trata solamente de sueños y visiones.

Las características de las experiencias en el momento de la muerte son las siguientes: cuando la conciencia lúcida se apaga, la persona se descubre fuera del cuerpo, privada del envoltorio material, pero en perfectas condiciones de pensar, recordar, ver y sentir. Percibe todo lo que sucede alrededor de su cuerpo muerto, pero no puede ser percibido por los presentes. Simultáneamente toma contacto con una dimensión distinta y superior, que es definida por todos los que la han experimentado, como ultraterrena; ven, en efecto, paisajes estupendos, escuchan música dulcísimo y, sobre todo, se encuentran inmersos en una luz extraordinaria, que todos coinciden en definir como algo imposible de describir con palabras humanas. La palabra que mejor se adapta a la nueva dimensión y a la luz es «amor».

Algunos tienen, además, la visión de la «película de la vida», en la cual vuelven a ver toda la vida transcurrida y le dan un valor ético; hay quienes se encuentran con las personas queridas que han muerto anteriormente. Para otros existe el encuentre con un «ser de luz», cuyo papel se asemeja mucho al del Ángel Custodio.

Cada persona es acompañada desde el nacimiento hasta la muerte por seres espirituales. Todos tienen estos acompañantes, crean o no en ellos, sean judíos o católicos o aún cuando no tengan religión: sus creencias personales no tienen ninguna importancia. Dado que el amor es incondicional y sin límites, cada uno recibe este regalo desde el nacimiento. Los niños llaman a estos acompañantes «compañeros de juegos» y están perfectamente conscientes de su presencia. Pero cuando empiezan a ir a la escuela, los adultos hacen que se olviden de este Amigo – hasta que se encuentra en el lecho de la muerte.

El encuentro con las criaturas luminosas que tan frecuentemente dicen haber tenido los que han sido reanimados, tiene un significado muy especial: otorga calma y seguridad y queda grabado en la mente durante toda la vida.

Un médico holandés, H. C. Moolenburgh, comenzó a interesarse por los Ángeles después de oír que tantos de sus pacientes hablaban de ellos, y ha escrito sus descubrimientos en un «Manual de Ángeles». Ve a los humanos como un equipo de buceadores de profundidad que buscan tesoros perdidos, conectados con la superficie sólo por unas pocas mangueras de aire y por la radio. Los Ángeles son la tripulación de superficie, que trabajan a bordo del barco para asegurase de que no corramos peligro.

«Hasta hemos recibido», escribe, «instrucciones detalladas sobre el tipo de tesoro que deberíamos recoger, que ha de ser de un tipo que podamos llevar con nosotros. Y probablemente nos suben todas las noches para que tengamos un respiro, y a nuestra muerte se nos sube definitivamente».

¿Cuántas veces olvidamos que tenemos toda la ayuda del mundo? Sin embargo, a fin de evolucionar tenemos necesidad de «olvidar». De lo contrario habríamos seguido siendo, como dice Moolenburgh, «niños dependientes, sobrecogidos por la grandeza de nuestros mayores».

«Ninguna cosa creada carece de su protección personal», los Ángeles que nos protegen y aconsejan están preparados.
Todo el mundo tiene Ángeles de la Guarda arriba, en cubierta. Y cuando tratamos de vivir la vida y seguir las maneras de ser más alineadas con Dios, y nuestro destino más alto, nuestros Ángeles se dedican más estrechamente a guiarnos y aconsejarnos.

EL ÁNGEL DE LA ABUNDANCIA
El Ángel de la Abundancia está en nuestro campo de fuerza, de pie ante la Puerta adecuada, e irradia la esencia espiritual de la prosperidad, la belleza, el lujo y el bienestar. Como una extensión del Espíritu del Yo, ella es el vórtice a través del cual pasa la Energía Creativa de la prosperidad material, y, a menos que se encuentre bloqueada por las proyecciones del eco, ocasionadas por errores y por la ignorancia humana, su tarea consiste en asegurar que tu vida esté continuamente abastecida con abundancia de bienes.

Cuando el poder de este Ángel se ve oscurecido por las proyecciones del ego, el individuo no sólo experimenta dificultades económicas sino que también sufre una profunda sensación de inseguridad y enfrenta conflictos familiares y problemas con su profesión y con el sexo. La creencia de que todo resulta insuficiente afecta muchas áreas de la vida, y cada situación añade más peso a la negación original de la omnipresencia de la abundancia.

Recuerda que el Ángel de la Abundancia fue creado por el Espíritu para ser el agente de una de las disposiciones primarias del Reino, la de atender el abastecimiento infinito.

¿Cuál es, entonces, la razón por la que las personas experimentan condiciones tan poco satisfactorias en tu vida? Eso se debe a que la puerta está cerrada, ya sea parcial o completamente, y la razón de que se este canal se encuentre obstruido se encontrará en la conciencia del individuo y en lo que creas acerca de Dios y de la abundancia.

La Abundancia es la verdadera naturaleza de Dios y, desde el momento en que Dios se expresa en cada individuo, se convierte en la verdadera naturaleza de cada uno de nosotros. Cuando el Ser Supremo se expresó a través de nosotros, nada fue dejado de lado. Cada uno de los atributos del espíritu, incluyendo la abundancia, nos fue dado con toda su plenitud, lo cual significa que todos esos atributos son infinitos y eternos.

Desde los comienzos de las escuelas de sabiduría, las academias espirituales de la antigüedad, han enseñado que el Ser Absoluto o Dios, no llegó a estar directamente involucrado con los efectos, es decir con aquellas cosas que habríamos de llamar dinero, comida, vestimentas, viviendas y transportes. Así vemos que el don de la Abundancia es la energía creativa, el verdadero Amor del Espíritu, y que esa energía se ha convertido en el hilo y el tejido de la conciencia, dando como resultado las formas materiales. Una vez más es la conciencia del individuo la que se expresa en el mundo fenoménico.

Cuando uno llega a ser consciente de la Presencia de Dios, la Presencia se convierte en parte de nuestra conciencia, y así tiene lugar una infusión espiritual. Y, cuando uno se identifica con este Espíritu de Dios como la propia abundancia, nuestra conciencia se convierte en el principio de la prosperidad.

La energía fluye para manifestarse a través de nosotros, reproduciendo eternamente en el mundo de las formas todas las vibraciones de nuestra conciencia. El propósito principal de estas ideas es capacitarnos para operar con la ley superior – la Ley de la Abundancia – antes que con la ley de la carencia y la necesidad, debido a que la conciencia es, en si misma, satisfactoria como ley, independientemente de cuál sea el punto en el que está concentrada.

Si, actualmente, estás experimentando problemas económicos, eso significa que estás trabajando con la ley inferior, que ha sido activada por alguna falsa creencia que vos misma has inventado y proyectado, como si fuera una situación verdadera, sobre la pantalla del mundo exterior.

Ahora, estás en condiciones de ver que un pensamiento realmente eficaz no tendría que estar centrado en el efecto, sino en la causa que ha provocado este efecto, para corregir el error de percepción que hay en tu conciencia. Tú has hecho una realidad de una ilusión, le has otorgado poder a una alucinación, y has fortalecido ese modelo ilusoria que domina tu vida.

Cuando logramos remover las obstrucciones e impedimentos que se encuentran en nuestra conciencia – al alcanzar una profunda conciencia de la Presencia Divina – los efectos que el ego proyecta sobre el mundo exterior comienzan a desvanecerse y son, simultáneamente, reemplazados por las impresiones divinas de una naturaleza sustancial.

Como, a partir de ese momento, brilla la Luz pura del Yo Divino, las proyecciones del ego se consumen totalmente, y en todas las formas, condiciones y experiencia sólo se refleja la Voluntad, el Amor y la Visión de Dios.

Los Ángeles son extremadamente prácticos para demostrarnos nuestras falsas creencias. Por ejemplo, el Ángel de la Abundancia puede estar diciéndote que estás equiparando la pérdida de una relación con la pérdida de tus ingresos, que estás equivocándote en un área determinada y que estás superponiendo ese error en el terreno de tus finanzas, que está transfiriendo la culpa y creando una deuda monetaria, o que si te estás permitiendo tomar alguna ventaja en un determinado nivel, esto puede producir una vibración similar que traiga como consecuencia que alguien esté tomando ventajas a nivel económico.

¿Qué ocurre con los tipos inescrupulosos y con las mentes criminales que viven en lujurioso esplendor? Recuerda que lo que se manifiesta en el mundo fenoménico es la conciencia del individuo y que no hay nada que una mente bien concentrada y bien determinada no pueda lograr incluso la acumulación de grandes riquezas. Pero cuando la fortuna se construye a través de la mente del ego, una vida opulenta estará directamente relacionada con la tristeza y con las aflicciones.

Si la energía de las provisiones y suministros, que está hecha de puro amor, se convierte – por obra de una conciencia dominada por el ego – en el poder de acumular riquezas a cualquier costo, esta violación de la ley cósmica será retribuida en forma de violencia, desintegración del cuerpo, o ataques de las estructuras institucionales de la sociedad que llevarán al colapso financiero y posiblemente a la desgracia pública.

Como el Amor es un requisito absolutamente indispensable para construir una conciencia de prosperidad, te sugiero que hagas todo cuanto sea necesario para estimular las vibraciones del Amor. Comienza por el primero y más grande de los mandamientos, que es el de Amar a tu Señor Yo con cada partícula de tus sentimientos y que debes amar a todos tus prójimos como si fueran ese Yo.

También podrías ir a los bosques o a tu propio patio y buscar algún objeto que tenga un pequeño significado para vos. Levanta una piedra y, durante los primeros días, prueba de amar a esa piedra y, durante los próximos días, prueba de amar a esa piedra como nunca has amado a nadie o a nada sobre la tierra. Desarrolla tu compasión y tu ternura hacia esa piedra; acaríciala, háblale, cuéntale acerca de tu origen divino y de su sustancia eterna.

Una vez que hayas logrado ser uno con esa piedra, avanza para ponerte en consonancia con todo lo que existe en la naturaleza y repite el mismo proceso. Luego, comienza a concentrarte en las personas. Mira a cada individuo como una Sagrada Encarnación de Dios. Cuando miras a las personas desde la perspectiva de la Verdad, estás viendo más allá del cuerpo y llegas a contemplar lo que realmente son, la manifestación del Espíritu de Dios.

Luego, comenzarás a ver más allá de todas las formas y sólo verás la Realidad, y las vibraciones del Amor continuarán expandiéndose. A partir de allí, el Ángel del Amor tomará el control y lo mantendrá en consonancia con la Energía del dinero y en armonía con el proceso creativo del Ángel de la Abundancia,

Al mismo tiempo que estás expandiendo tus vibraciones de Amor, y viendo a todas las personas como el mismo Yo Sagrado que tú eres, comienzas a compartir de todo corazón – sin esperar obtener una compensación sino por la alegría de hacerlo – sabiendo que, cuando das algo a otras personas, te estás dando algo a ti misma, porque todos somos un mismo Yo.

Algún día, el sistema económico del mundo se basará en la idea de compartir. La Sabiduría Intemporal lo afirma con toda claridad: a aquellos que dan se les dará para que puedan seguir dando. Cuando tú entras en la gracia de compartir, sabiendo que puedes dar libremente, debido a que ahora lo tienes todo, las proyecciones de insuficiencia del ego se ven dejadas de lado, y el Ángel de la Abundancia puede funcionar naturalmente para mantenerse constantemente abastecida con absoluta abundancia de provisiones y suministros.

El Ángel de la Abundancia reflexiona:
«Cuántas veces hemos oído decir a algunas personas: «Si tendría más dinero sería más feliz, si cambiara este trabajo sería mejor, si mi esposa (o esposo) cambiara yo sería mejor».

«Así podemos seguir una lista innumerable de condicionamientos para estar bien, todos externos, todos alejados de la verdadera fuente de la alegría.»

«El Ángel cuenta que nosotros tenemos que tener en nuestro interior cascadas de luz en abundancia. Si no utilizamos esa riqueza es porque pensamos que sólo aquello que está fuera de nosotros es valioso, y así esas fuentes se van secando como un árbol que al no dar frutos no se reproduce, porque sus semillas desaparecen, o lo que es peor, se extingue. Eso sucede con todo lo que se abandona.

El Ángel recomienda nutrirnos de nuestra propia felicidad, sin exigir lo que tenemos o lo que queremos que nos den los demás. Esa imagen ejemplifica muy claramente lo que el Ángel nos dice: si tenemos en la mano dos copas llenas no podemos tomar de ellas al mismo tiempo.

Nosotros queremos atragantarnos sin disfrutar cada sorbo de nuestra copa divina, que sólo se va llenando en nuestro interior.

Te propongo que:
Te sientes o estires en un lugar tranquilo donde puedas relajarte y olvidarte de los problemas cotidianos.

Desconecta el teléfono e intenta mantener tu mente en blanco, sin rechazar los pensamientos y sensaciones que vayan apareciendo, pero también sin provocarlos. simplemente contémplalos. Sin duda son muchísimos. Proceden de tu interior.

Visualiza algo que desees, surgiendo de tu interior. Pruébalo con varias cosas; pueden ser objetos físicos, salud, amistad, comprensión. No importa. Dentro de ti está en forma de semilla todo lo que puedas encontrar en el mundo exterior.

¡Y está en abundancia!
Visualiza esa semilla y pídele al Ángel de la Abundancia que la riegue con su amor. Realiza este ejercicio a diario y en pocos días verás como aparece por arte de magia lo que deseas.

Finalidad: Es el distribuidor de la sustancia divina que encarna en todos los suministros, el amor, la belleza y el poder que está en constante irradiación.

Rasgos negativos que pueden presentarse a partir de las proyecciones del ego: carencias económicas y limitaciones, discordias familiares, sentimientos de inseguridad y futilidad; problemas sexuales y profesionales.

Su energía resulta bloqueada debido a: la creencia en situaciones de insuficiencia, la negación de la verdad de la abundancia, la belleza y el bienestar omnipresentes.

LA DEPRESIÓN
En ocasiones nos deprimimos tanto que sentimos como si estuviéramos siendo atacados físicamente por fuentes ignotas. No importa si el ataque se produce o no; los sentimientos son reales.

Imaginemos que el cuerpo funciona gracias a una batería recargable. Cuando la batería tiene poca carga, nuestra luz será débil y los pensamientos no serán claros ni brillantes. Cuando recargamos la batería cuidándonos adecuadamente, brillaremos con intensidad y obtendremos una lectura clara de las situaciones de la vida.

Son muchas las cosas que pueden hacernos perder la carga de batería. No es ningún secreto que transitar por los altibajos de la vida constituye un proceso agotador. Por eso necesitamos dormir, moveros y comer alimentos nutritivos para mantenernos en buena forma. Pensemos en una época en que tuvimos mucha actividad, cuando corríamos como locos y nos descentrábamos. Quizás haya sido una época emocionante, pero ¿qué sucedió cunado toda esa actividad frenética terminó? ¿Nos sentimos vacíos y deprimidos? A muchas personas les sucede esto.

Muchas personas pasan gran parte de la vida fuera de su centro, gastando su fuente de energía a causa de una estimulación excesiva, y luego caen muy bajo, se estresan y ya no pueden seguir adelante. Entonces, después de un tiempo de depresión, se ponen nuevamente en pie y comienzan a andar.

Yo no pretendo juzgar este tipo de estilo de vida, ni intento decir si está bien o mal, pero quiero destacar algunas cosas que las personas que llevan esta vida manifestaron. Los períodos de baja pueden llegar a ser alarmantes en el caso de personas con un estilo de vida frenético, que pierden la capacidad de seguir en ese ritmo.

Esto puede lleva a que personas que en situaciones normales son positivas, comiencen a pensar negativamente respecto de muchas cosas: ellas mismas, otras personas y sus vidas. Todo toma un tinte negativo y pesimista. El que pasa por ese período negativo comienza a comportarse con dureza hacia sí mismo y a decir que algo malo debe de haber en su personalidad. A veces se imaginan acosados por demonios que quieren hacerlos fracasar y verlos infelices. Repito: no juzgo si estas percepciones son hechos o no: eso no importa. Quiero que sepas que puede evitarse que se produzca este vaciamiento y que lo Ángeles pueden ayudarnos de diversas manera.

Muchas son las formas en que llevamos la carga de nuestras baterías a unible peligrosamente bajo. Por un lado, cualquier tipo de sustancia química, incluyendo alcohol y otras drogas, pueden desgastarnos la energía física. Lo mismo que trabajar en una tarea que detestamos. La energía también se deprime por el hecho de albergar sentimientos de resentimiento u odio hacia una persona o lugar y sentir que no tenemos el poder para resolverlos. Lo mismo ocurre con una relación infeliz. Utilizar la energía para rescatar o controlar a otros (lo que en el largo plazo provoca más trabajo) también nos deja vacíos. Seguramente podrás imaginar más ejemplos.

Estos son sólo algunos ejemplos de situaciones temporarias que pueden darnos la sensación de haber perdido poder. Estos momentos pueden ser puntos de inflexión positivos si abrimos la mente y dejamos que los Ángeles re trabajen algunas actitudes y cambien algunas situaciones. Vamos a tomarnos recreos durante el día para encontrarnos con los Ángeles, nuestra naturaleza interior.

Visualicemos algunas sesiones de recarga con los Ángeles. Podemos hacerlo de la forma que más nos convenga. Una forma sería dejar toda actividad de lado y sentarnos con un vaso lato de agua fresca. Mientras sorbemos el agua, imaginamos que es energía pura y limpia. El agua llegará a nuestro centro, la batería, y nos reenergizará. Y el cuerpo es parte del equilibrio de la naturaleza, por lo que debemos asegurarnos de cuidarlo.

Protejamos nuestro centro y nuestra sensibilidad. Apartemos lo negativo y no olvidemos que los ángeles constituyen una gran barrera para esas fuerzas negativas no queridas.

EL ÁNGEL DE LA CREATIVIDAD
Desde que nacemos vivimos en un mundo de fantasías que nosotros mismos hemos creado. Pero eso no es creativo.

Cuando somos realmente creativos, es cuando ya no estamos proyectando nuestras fantasías, sino que estamos siendo nuevos y espontáneos porque estamos conectados directamente con la fuente de la Creatividad.

Crear, en realidad significa ordenar, poner orden, reencontrar el orden implícito original, que siempre estuvo en la esencia de las cosas, pero que no aparece en las apariencias, al menos para aquellos que no saben ver.

Si queremos ser de verdad creativos, hemos de aprender a conectar de nuevo con la Fuente de la Creatividad.

Te propongo que:
Siéntate o estírate en un lugar en el que te sientas a gusto y relajado. Dirige tu atención hacia tu interior, hacia lo más profundo de ti mismo, olvidándote del exterior.

Permite que los pensamientos y sensaciones que aparezcan se vayan y déjate caer hacia adentro, sin miedo y con confianza.

Se te ocurrirán ideas, muchas ideas: es que te estás aproximando a la Fuente de la Creatividad.

Invoca al Ángel de la Creatividad, llámale e invítale a que aparezca.
Cuando lo veas o lo sientas, déjate envolver por su luz y dale gracias por ayudarte a vivir tu vida de cada día de un modo nuevo y creativo, conectando con lo más íntimo de ti mismo.

PROGRAMACIÓN ANGÉLICA Nº. 18
Pregunta a tus Ángeles


Lee el ejercicio varias veces y antes de hacerlo haz primero el de cimentación, liberación y alineamiento. Omitirlos es como omitir el precalentamiento cuando vas a correr. Cuanto más te estires, mejor correrás.. o volarás, en este caso.
Para hacer este proceso, necesitarás tu diario angelical, estilográfica.

1) Cómodamente sentado en tu lugar sagrado, siente la presencia de tu Ángel y comienza a inhalar todo su amor. Saluda a tu Ángel con el corazón y recibe su saludo.
2) Deja que en tu mente se forme una pregunta. Ponla en tu corazón. Cuando puedas sentir las palabras en el corazón, abre los ojos, anótala y formúlala a tu Ángel.
3) En el silencio, ábrete a las palabras que vengan a ti de tu Ángel. Anótalas sin pensar en ellas.
4) Como en cualquier conversación, tendrás cosas que decir en respuesta a lo que tu Ángel te ha expresado. Anota esas palabras mientras las emites a tu Ángel.
5) Una vez más, recibe la respuesta que te dé tu Ángel y anota las palabras.
6) Continúa hasta que hayas llegado al final de la conversación.
7) Da las gracias a tu ángel

Presta atención a tu cuerpo, a tu respiración, a lo que te rodea. Lee lo que recibiste. ¿Qué te enseñó sobre ti misma? ¿Qué sensaciones te inspira? Si no crees que la información sea correcta o útil, si te parece que todo es invento tuyo, guárdala. Vuelve a leerla más adelante, quizás después de una o dos semanas. El tiempo te dará distancia suficiente para evaluar sus méritos con una actitud menos crítica.

Cuando tu Ángel habla, puede sacudir algunas de tus creencias más antiguas y arraigadas. Cualesquiera que sean los motivos, los humanos nos aferramos mucho a nuestras creencias y estamos convencido de que son acertadas.

Los momentos íntimos con tu Ángel son una honda fuente de placer. Tu ayudante celestial trate a tu vida consuelo y alegría, así como iluminación para enfrentar temas problemáticos. En este momento estás disfrutando de tu primer contacto con tu Ángel. ¡Felicitaciones! Y te esperan nuevas diversiones.


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