El agradecimiento como forma de vivir, por María Jesús Verdú
El agradecimiento sentido desde lo más profundo del corazón nos conecta con la abundancia y nos sintoniza con el aquí y el ahora, a la vez que enriquece todas aquellas experiencias que están por sucedernos.
Agradecer cada día todo aquello que nos hace la vida más ligera, que nos allana el camino y que nos facilita las cosas es fundirnos con nuestra esencia más humana y desinteresada. El agradeciento es un camino que hará que la vida cada vez sea más generosa con nosotros y nos aporte experiencias que sean como chispas de alegría para nuestro corazón.
El agradecimiento nos hace sonreír y aceptar todas las bendiciones que nos suceden a diario y que otros pasan por alto. Esta es una de las razones por las que el ahora nos alinea con el ahora, sobre todo, porque nos permite reconocer la luz sutil que se halla en todo y que, a veces, no es visible a simple vista pero sí ante la mirada de un corazón agradecido.
El agradecimiento nos convierte en mejores personas y nos empuja a cuidar nuestro entorno como forma de hacer crecer a las razones por las cuales dar las gracias cada día.
Da las gracias incluso a las cosas inanimadas pues en todo reside un alma invisible que capta todas las sensaciones recibidas y que nos retornará la misma moneda de cambio.
Las personas de pensamiento positivo tienen una tendencia natural al agradecimiento, el cual se convierte en el centro de sus vidas y las transforma como por arte de magia.