El amigo errante. (Narración para recordar nuestro camino en la Verdad y la Vida)

Claudio Alvarez

Maestro Jesus y la Tierra

 

Te alabo, PADRE, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños.

Si, PADRE, porque así te agrado. (Mateo, 11, 25-26)

 

EL AMIGO ERRANTE

 

Sucedió en un mes llamado Mayo, en su primera quincena, en un pequeño balneario de Chile que lleva por nombre Mirador Azul, aunque en lo cotidiano toda persona le dice MIRASOL, y que yo lo siento desde hace tiempo como “El Otro Planeta”, en el cual, cuando uno llega, se siente transformado, alejado de toda civilización, de todo ruido, de toda interferencia, lejos de lo malsano de la ciudad.

 

Recibió su nombre hace más de 50 años, pues está ubicado en lo alto de un acantilado sobre el mar y hay que acceder por, hoy, sólidas escaleras de concreto que semejan a un caracol.

 

Su vista es imponente y desde allá arriba recibes el impacto de un inmenso mar azul que se pierde en la letanía, confundiéndose en su horizonte con lo que llamamos cielo, también de igual color, por ello su nombre primario MIRADOR AZUL y su denominación actual, MIRASOL, pues con el tiempo convirtió su acantilado en un observatorio de puestas de sol que en sus ciclos permanentes trasmutó su nombre en honor al astro rey, el que majestuoso en cada atardecer se sumerge en las aguas saladas pintándolas de color dorado y dejando tras de sí la esperanza de un nuevo día.

 

Aquella tarde bajé a sus playas blanqueadas en espera de ese acontecer, lentamente y con precaución hasta sentir bajo mis pies el suave hundimiento de sus arenas, que al caminar producía como un ronroneo o crujir que es percibido desde nuestros días de infantes y al denotar la humedad y el olor a sal, en la brisa de ese mar.

 

Escogí un asiento distante de la resaca, en una pequeña roca emergente entre la arena y esperé; la intención era permanecer un momento antes de ponerse el sol y darme la oportunidad de meditar, pensar, relajar el espíritu, la mente y en el fondo, agradecer el desarrollo de los últimos acontecimientos acaecidos en lo personal y en lo grupal.

¡Yo diría que lo logré!

 

En ello estaba, admirando al mismo tiempo tanta belleza alrededor, cuando percibí o logré sentir por sobre el susurro de la brisa marina, unas pisadas suaves y acompasadas tras de mí.

 

Al volverme, observé que en la roca próxima a la mía, había tomado asiento un personaje de tipo juvenil, me pareció que su aspecto denotaba relajamiento, soltura, descanso, como aquellos jóvenes que trotan a las orillas de las playas en un afán de energizar su físico, aspirar aire puro y revitalizante.

 

Reforzó en mí esta idea, pues noté sobre su cabeza una especie de capuchón que se utiliza comúnmente para una mayor exudación del cuerpo y lograr así una desintoxicación del mismo, en ese proceso.

 

Respondió a mi mirada más no comentó. Ante su silencio, lo saludé como es común en mi desde un buen tiempo a la fecha, que como política lo realizó al ingresar en todo lugar y con la intención siempre de un mejor alternar con aquel al cual recurro en solicitud de algún servicio propio de mi actividad profesional:

 

– ¡Hola!, le dije; sonriéndole.

– ¡Bienaventurado seas! me contestó, con una sonrisa más amplia que la mía.

– ¿De dónde has venido?; le contesté, con el ánimo de charla o de intercambiar algunas palabras, antes que llegara la puesta de sol.

– Siempre vengo a este lugar, me respondió calmadamente y sin apresuramiento.

– Puedo preguntarte: ¿Por qué contestaste a mi saludo diciéndome “Bienaventurado seas”?, le inquerí mirándole más detenidamente.

– Porque lo eres, me respondió escuetamente a mi pregunta.

– Y: ¿Qué debo considerar yo el de ser bienaventurado?, insistí.

– Porque existes, aprecias lo que te rodea, agradeces lo que recibes, manifiestas tus sentimientos, te entregas, no pides intercambios, amas.

– ¡Sí, ello es verdad!, le contesté; y es por ello que bajé acá un rato a meditar como he sido enseñado y he logrado aprender, practicar y aplicar cuando tengo oportunidad, fue mi comentario.

– Bien dices, más también he comprobado que aciertas en hacer conciencia de todo lo que te rodea, como por ejemplo: cuando miras ésta gigantesca masa de agua que apegada a la tierra, NO se levanta en desorden, sino, permanece en ella, cumpliendo su misión, observas éstas hermosas resacas que por milenios rítmicamente marcan acompasadas sus propios movimientos, cuyos intervalos son el inhalar y exhalar de su propio cuerpo en toda la tierra circundante; el sonido del agua contra las rocas moradas y que representa de alguna forma, en su erosión, la evolución de todo cuerpo físico o mental y en espíritu en cumplimiento de El Mandato Superior al demostrar que todo debe evolucionar, aunque comience siendo duro como la roca, tendrá que arrojar el brillo del pulimento sobre si y, si su contenido es de color, mejor lo reflejará para aquellos a quienes necesitan mayor entender en su propio devenir, fueron sus palabras en respuesta.

– Debo reconocer que te expresas en forma muy bella, como un poeta o un escritor, ya que he podido comprobarlo en este sentido por unos cuantos libros que he leído hasta la fecha, le respondí sorprendido.

– Soy escritor, soy poeta, soy investigador de toda existencia humana, como tú dices y soy dichoso en ello, manifestó armoniosamente como pensando o meditando cada una de sus palabras.

– Tal vez eres de este lugar, le pregunté, ¿Dónde vives? le consulté, ¿Estás de paso por acá? insistí.

– Vivo en una hermosa morada, en la cual al mirar el horizonte como tú dices, puedo observar tantas otras moradas en movimiento y color, muchas ya ascendidas, otras evolucionadas, y unas cuantas todavía rezagadas, me comentó con otra sonrisa.

 

Sentí una opresión al denotar que su lenguaje ya no era común, no era habitual en el dialogar, tuve entonces rememoranza de textos por mí leídos en que me observa ese modo de expresión, más continué con mis interrogantes que sentí en aumento interiormente.

 

– Creo entenderte, expresé ¿Puedo consultarte cómo llegaste a este lugar?, ¿De qué lugar vienes? deteniéndome a observar sus reacciones y respuestas ahora con una mayor atención:

– En verdad, SI me entiendes, pues me conoces de oídas, de textos, de leyendas, de tradiciones, a través de religiones, de mitos, fábulas y profecías. He llegado a este lugar pues estoy en todo lugar, vengo de allá, de acá y de ahí, en razón de que me puedo manifestar sin distinción del espacio o tiempo como tú lo entiendes ya que ESA ES MI MISIÓN y puedo retornar en cuerpo o espíritu como llamáis donde es requirente o solicitado, también para solazarme de tanta belleza, pues esta vuestra casa lo tiene en abundancia, a pesar de que vosotros habéis causado detrimento al que en su proyección os dañará inevitablemente y sin razón, como consecuencia de la ausencia de AMOR se explayó, ahora con su rostro pensativo

 

No pude menos que asombrarme de su relato, más esforzándome por lograr la mayor concentración posible ante mi interlocutor fijé mi mirada en su físico más atentamente. Observé entonces que su ropaje era de un tono blanco como la nieve, de un tejido especial como el lino, lo que en principio consideré pudiera ser un ropaje deportivo, lo analicé como un bello entrelazado que le llegaba hasta sus pies, los cuales ocultaba bajo la arena. Fijé mi mirada en sus manos que en ese momento colocaba sobre sus rodillas con leve movimiento, noté que las tenía amoratadas como de frío, más al escudriñar con mi mirada comprobé que en el centro de ellas estaban cicatrizadas de antiguas heridas de cortes punzantes lo que no impedía comprobar la suavidad en las mismas.

 

En ese momento al estar mi personaje sentado sobre su roca, una leve resaca lo alcanzó, permitiendo llevar con ella la arena que cubría sus pies; contemple en ellos los mismos rasgos de sus manos, además de confirmar que calzaba sandalias, las que húmedas dejaban al descubierto lo observado.

 

– ¿Fuiste herido por algo o alguien?, interrogué.

– Así fue, me manifestó. Más ello era necesario en el momento y el lugar que aconteció, vosotros habéis leído el relato, tergiversado en más o menos, es de vuestro conocimiento, en verdad conocéis la razón de mí labor en esta, vuestra morada. Estáis al tanto del cumplimiento completo del plan cósmico utilizado en beneficio vuestro y es un ciclo que se pronuncia al igual que el oleaje de este mar como llamáis, una y otra vez de por siempre en esta y en todas las moradas que son de MI PADRE y que también es el tuyo y de todos los tuyos – Es La Ley – expresó lentamente, tocó el capuchón el cual cayó sobre sus hombros. Entonces me tocó observar que su majestuosidad era real, la que realzaba por la puesta de sol ya próxima, cuyo colorido le dio una tonalidad dorada a su cuerpo físico, dejó ver sus cabellos de tipo trigueño que le ondulaban hasta los hombros, mecidos por la brisa del atardecer, de ojos tenuemente claros y de mucha expresión de verdad y amor, su piel bronceada como al igual de los lugareños, de barba tersa y juvenil, cuerpo atlético y fornido y sólo se limitaba a sonreír.

– ¿Quieres preguntar?, me preguntó.

 

Me fue difícil en aquel momento armonizar, había comprobado que ante mí estaba AQUEL SER SUPERIOR y sentí un leve mareo que iba en aumento, más bien en vértigo.

 

– Guardad la calma, expresó levantando su mano derecha. EQUILIBRAD VUESTRAS EMOCIONES, sabéis como hacedlo, tú mente debe siempre mandara a tus sentidos, ordenó.

 

Me sentí calmo y sereno ante su gesto y logré preguntar:

 

– ¿Qué mensaje me entregarías tú en este momento?, expresé tímidamente.

– Te diré cual, contestó.

– Seguid siempre el ejemplo de la naturaleza que os rodea;

– Cumplid al igual como lo hacen esta agua que os transportan de un lugar a otro si lo deseáis, os entregan alimento, si lo disponéis, templa vuestro clima como lo habéis comprobado, se trasmuta por medio de vuestros conocimientos en agua común si así las procesáis, están a vuestro servicio si trabajáis a favor de ellas;

– Sed como los ríos que cruzan todo el litoral proveyendo de abundancia en todo su paso de la flora-fauna, la cual prodiga en abundancia según sea menester;

– Sed como los bosques que os entregan sus frutos, sus cuerpos para abrigo, para habitación, para cobijaros;

– Sed como la lluvia que os entrega las reservas de agua dulce para vuestro subsistir;

– Sed como vuestro sol que os energiza a todos sin distingo;

– No destruyáis vuestro entorno, porque lo hacéis contra vosotros mismos;

– Sed buenos, en una palabra, no cultivéis nada negativo, ni en vuestros pensamientos, ni de palabras ni de actos, ni siquiera con vuestra mirada que como decís: “Son las ventanas del Alma”.

– No temáis ser positivos y cosecharéis lo que habéis sembrado en vuestras vidas;

– Reparad vuestros errores cometidos, sabéis como hacerlo;

– Sí habéis manchado, limpiad;

– Sí habéis tropezado, levantaos;

– Sí habéis mentido, intentad con la verdad;

– Sí habéis injuriado, herido, mortificado, vituperado o deshonrado a vuestro prójimo, pedid perdón;

– Aprended cuando debéis sostener un NO PORQUE ES NO, sostener cuando debéis manifestar un SI PORQUE ES EL SÍ;

– No os extraviéis ya más;

– Considerar los tiempos en los cuales vivid, ved sus características, ved las señales, no esperéis más;

– No confundáis lo espiritual con la debilidad;

– Se puede y podéis ser fuertes sin caer en la maldad;

– Sed diestros en el pensar para acudir a quien os necesita, para ello quereos primero, conoceos interiormente sino, ¿Cómo queréis ayudar a limpiar la casa de tú prójimo, si tú no conoces la tuya?;

– Tened juicio, criterio y discernimiento para todo lo que os rodea, la tarea es vasta y dilapidáis vuestro tiempo que es exiguo su existencia, apresuraos;

– Así como cuando os levantáis en la lucha por vuestro sostenimiento diario, os percatáis a la brevedad que ya os anochece en ese ciclo;

– Todo ciclo tiene un amanecer y un anochecer, comienzo y fin, un arriba y un abajo, pensad, asimiladlo todo;

– El conocimiento da poder, sed poderosos en vuestro camino con positividad, abrazad todo lo bueno, lo benéfico, lo loable, sed austero en el pedir, sed dadivosos en la entrega, no deis lo imposible, no deis lo que os sobra, entregad lo que tu prójimo necesita, no miréis para lado y lado en preguntar, consultad con vuestro interior, ahí tendréis todas las respuestas;

– Tenéis ya conocimiento, se os ha dado del inmenso mar que sois en humanidad, vosotros representáis como tan solo la resaca y no sois privilegiados, sois dados a un camino ya elegido;

– No atesoréis vuestros conocimientos, no son vuestros, pertenecen a la inteligencia y amor universal, sólo sois portadores de este conocimiento;

 

ID EN PAZ, AMAD COMO YO OS AMO.

 

Diciendo esto, se levantó de su asiento pétreo lentamente, llevó su mano izquierda al medio de su pecho y la mano derecha levantada y con sus dedos abiertos, sonrió y poco a poco su figura se hizo transparente con lentitud, todo lo que conformó su silueta se llenó como de un polvo de oro que giraba en millones de corpúsculos que chisporroteaban sin denotar ruido, ya no estuvo, se difumó.

 

Me recordé lo que dijo el Maestro de Galilea:

“QUIEN TENGA OJOS, QUE VEA”

“QUIEN TENGA OIDOS, QUE ESCUCHE”

 

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Estamos viviendo tiempos terrenales especiales, nos preparamos para el cierre de un nuevo ciclo en la evolución de la Madre tierra y del Ser Humano, es por ello que las dispensaciones y enseñanzas se multiplican en amor, muchos corazones y mentes se abren y recepcionan en amor dichas dispensaciones y enseñanzas.

Los seres de Luz tienen ojos y ven y tienen oídos y escuchan, pero también tienen fe y creen.

Muchos prodigios se manifiestan y El Amado Maestro Jesús y sus Ángeles custodios se acercan mucho más a nuestros corazones, de distintas formas y según nuestro entendimiento, según nuestro sentir, acorde con nuestro tiempo y con la respectiva apertura mental y espiritual.

Para aquellos espíritus de Luz, de Almas transparentes, para aquellos ansiosos de ver y escuchar fue el anterior relato.

Recibidas de nuestro Amado MAESTRO JESUS, de nuestros Amados Maestros Ascendidos y de nuestros Hermanos Mayores.

 

Agrupación Metafísica: Grupo Fuego Violeta -www.grupofuegovioleta.cl

e-mail: jebu27bruna@yahoo.es – Todos los derechos reservados

Permitida su reproducción parcial o total sin sacar de contexto, haciendo mención a la fuente.

(Este relato se terminó de transcribir el 02 de junio del 2004, y fue recibido con AMOR y en privilegio, del Amado MAESTRO, Eternamente agradecidos).

7 comentarios

  1. Gran Maestro, Gran Mensaje de nuestro Guía espiritual(para los seres del planeta tierra), mensaje simple, pero que nos resulta tan dificil de aplicar. Debemos intentarlo cada día, nuevamente.
    Que la PAZ DEL MAESTRO NOS ENVUELVA Y BENDIGA

  2. excelente por ti tefelicito, por que tuvistes presente a nuestro hermano Jesùs,eso es un privilegio gracias por tan maravilloso mensaje un abrazo en la luz solar

  3. Jesus , hijo del Dios Todopoderoso, asisteme en estos momentos de dudas, habitas en mi corazon, mas no siempre puedo comprender tus mensajes, bendiceme y bendice a mi familia y a todas las criaturas del planeta, te amo Jesus…….

  4. …….REALMENTE CONMOVEDORA ESA EXPERIENCIA VIVIDA POR ESE HERMANO . BENDITO SEAS MAESTRO JESUS SOLO TU Y TUS PALABRAS DE ALIENTO Y VIDA …GRACIAS MAESTRO JESUS POR TU AMOR

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