El arrobamiento: hacia una religión para el siglo XXI

Jorge Ariel

Realidad virtual¿Por qué creer en los Maestros Ascendidos? ¿Por qué hay un creciente interés en las teologías orienta­les, los diversos yogas, las enseñanzas budistas y los credos orientales? ¿Por qué la religión resultó inadecuada para satisfacer la ne­cesidad de la humanidad?  ¿Por qué las enseñanzas, tales como la astrología, la  numerología y diversos rituales mágicos tienen tantos adhe­rentes?,

Podría  darles algunas respuestas. La más importante es que la presentación de la verdad divina, impartida por las iglesias de Occidente y los instructores de Oriente, no se ha mantenido a la par del desarrollo del intelecto del espíritu humano.

Virtualidad y espiritualidad son dos palabras que se superponen en la era de los sistemas. La realidad virtual nos está permitiendo llegar a los límites de la realidad lo que podría llevar a la dependencia intelectual; la espiritualidad por su parte, al llevarnos al éxtasis con lo divino, nos lleva a querer permanecer en ese estado místico.  De allí que haya intitulado este artículo como arrobamiento por su doble sentido: el de adicción a la realidad virtual (arroba como la relación servidor-usuario) o bien adicción a la espiritualidad (arrobamiento como sinónimo de ascensión).

La virtualidad ha producido transformaciones en el lenguaje y en la cultura y una modificación subjetiva que parte de la incorporación de nuevos procesos de codificación de los símbolos con los que nos comunicamos. A lo que se teme es a la posibilidad de que, con mejores formas de comunicación con los demás, la interacción con el mundo externo deje de parecernos atractiva.

La espiritualidad produce transformaciones en el sujeto necesarias para tener acceso a la verdad, estableciendo relaciones entre subjetividad y verdad. La espiritualidad postula que la verdad nunca se da al sujeto con pleno derecho, que no puede accederse a la verdad sin una conversión o transformación del sujeto, ese acceso a la verdad produce unos efectos que se experimentan como expansiones de conciencia, culturalmente denominados iniciaciones.

El espíritu interior del hombre depende siempre para su expresión y autorrealización del mecanismo de la mente. El intelecto es el armonizador, el condicionador y calificador constante de las experiencias mortales. Tanto los objetos materiales  como los valores espirituales están coloreados por su interpretación a través del medio mental de la conciencia.

 

ascendidosFUNDAMENTOS TEORICOS: Ciencia, Filosofía y Religión. (1)

La ciencia oculta, enseñada en los antiguos templos, se dividía en cuatro secciones: alquimia, magia, psicurgia y teúrgia. Durante el siglo XX algunas mínimas porciones de estas enseñanzas prácticas fueron retomadas y  accionadas por profanos bajo los nombres de magnetismo, hipnotismo, espiritismo, telekinesis, telepatía, psicometría y hechicería, investigados por la ciencia como fenómenos Psi. Ahora se habla de lo exotérico y lo esotérico, de ciencia y tecnología.

Cuando el hombre se acerca al estudio y al examen de su universo desde afuera (exotérico), da origen a varias ciencias físicas; cuando encara la investigación del yo y del universo desde adentro (esotérico), da origen a la teología y a la metafísica. La teología trata del contenido intelectual de la religión, la metafísica (revelación) de los aspectos filosóficos. La experiencia religiosa es el contenido espiritual de la religión. La teología constituye el esfuerzo religioso de definir, aclarar, exponer y justificar las declaraciones experienciales de la religión que, en último análisis, tan sólo pueden ser validadas por la fe viviente. La teología es el estudio de las acciones y reacciones del espíritu humano; no puede jamás volverse una ciencia, puesto que debe estar siempre combinada más o menos con la psicología en su expresión personal y con la filosofía en su marco sistemático. La teología es siempre el estudio de tu religión; el estudio de la religión de otros es psicología.

La ciencia está sostenida por la razón, la religión por la fe. La fe, aunque no esté basada en la razón, es razonable; aunque independiente de la lógica, está sin embargo alentada por una lógica sólida. La fe no puede ser alimentada ni siquiera por una filosofía ideal; en efecto es, con la ciencia, la fuente misma de dicha filosofía.

La fe, el discernimiento religioso humano, tan sólo puede ser instruida en forma segura por la revelación, puede ser seguramente elevada tan sólo por la experiencia mortal personal con la presencia espiritual Ajustadora del Dios que es espíritu.

La ciencia (el conocimiento) se funda en la suposición inherente (espíritu ayudante) de que la razón es válida, de que el universo puede ser comprendido. La filosofía (comprensión coordinada) se funda en la suposición inherente (espíritu de sabiduría) de que la sabiduría es válida, de que el universo material puede ser coordinado con el espiritual. La religión (la verdad de la experiencia espiritual personal) se funda en la suposición inherente (Ajustador del Pensamiento) de que la fe es válida, de que Dios puede ser conocido y alcanzado.

La plena realización de la realidad de la vida mortal consiste en un deseo progresivo de creer en estas suposiciones de la razón, la sabiduría y la fe. Dicha vida está motivada por la verdad y dominada por el amor; y estos son los ideales de realidad cósmica objetiva cuya existencia no puede ser demostrada en forma material. La filosofía, para servir mejor a la ciencia y la religión, debe evitar los extremos tanto del materialismo como del panteísmo. Sólo una filosofía que reconozca la realidad de la personalidad —la permanencia en la presencia del cambio— puede ser de valor moral para el hombre, puede servir de enlace entre las teorías de la ciencia material y de la religión espiritual. La revelación es la compensación de la fragilidad de la filosofía en evolución.

CIENCIAFILOSOFIARELIGION
Se funda en el conocimiento de los conceptos  y se valida por la lógica.Se funda en la comprensión de los significados y se valida por la razón.Se funda en el discernimiento de los valores y se valida por la fe.

La razón lleva al hombre al mundo de los hechos, de las cosas; la sabiduría le presenta el mundo de la verdad, de las relaciones; la fe le abre la puerta al mundo de la divinidad, la experiencia espiritual. La fe lleva voluntariamente a la razón hasta donde ésta puede llegar, y luego sigue con la sabiduría hasta el límite filosófico total; finalmente se atreve a lanzarse en un viaje universal sin límites ni fin acompañada tan sólo por la verdad.

La razón es el acto de reconocer las conclusiones de la conciencia en cuanto a la experiencia en el mundo físico de energía y materia y con ese mismo mundo. La fe es el acto de reconocer la validez de la conciencia espiritual —algo que no admite otra prueba mortal. La lógica es la progresión sintética de la búsqueda de la verdad de la unidad de la fe y la razón y está fundada en las dotes constitutivas de la mente de los seres mortales, el reconocimiento innato de conceptos, significados y valores.

La síntesis  es la técnica del nivel espiritual. La síntesis es una sensibilidad supermaterial a la realidad que está comenzando a compensar el crecimiento incompleto, y su sustancia es el conocimiento-razón y su esencia la fe-discernimiento.

La visión expansionista de la inteligencia refleja la esperanza de poner la tecnología al servicio de la virtud, y alcanzar los ideales de lo bueno, lo bello y lo verdadero.

La ascética moral tiene como base el ejercicio de la virtud, la doctrina del corazón. Las reglas para ejercitar la virtud remiten a las dos disposiciones del ánimo, la del ánimo valeroso y la del alegre.

meditación cielo-tierraFUNDAMENTOS TECNICOS: Energía, mente y Espíritu.(2)

La base de toda organización de energía en materia es la onda estacionaria.

Las dos principales características, o cualidades, de la energía son: su amplitud y la tasa a la cual vibra, o sea, su frecuencia. El  cuerpo físico, las emociones, los pensamientos y el espíritu, todo, está hecho de esta «cosa», combinándose de una manera tal, que nos convierte en  seres únicos, en todo el universo. Debido a que la energía que somos tiene una frecuencia,  la podemos cambiar. Eso es todo lo que la ascensión es. A medida que elevamos la frecuencia más baja del cuerpo físico, éste se vuelve menos denso e incorpora gradualmente energía de frecuencias más elevadas. A medida que lo hacemos, veremos cosas y pensaremos cosas que no nos eran posibles antes. Literalmente nos convertimos en  seres de la quinta dimensión, operaremos en la quinta dimensión y trabajaremos con seres de la quinta dimensión. Las frecuencias más bajas, las del miedo y de la limitación, se derrumbarán y viviremos en un estado que denominamos de éxtasis, en unicidad con el espíritu y con el espíritu de todos los demás. Eso es la ascensión.

La mente es un campo de energía-información, una construcción perceptiva artificial, creada en la imaginación. La mente proyecta imágenes que son codificadas en el cerebro. Estamos conformados de muchas proyecciones –física, emocional, mental y espiritual– a partir de los diseños preparados por nosotros como ESPÍRITU. Y estos diseños son, a su vez, proyecciones de otros diseños provenientes de frecuencias más elevadas. Lo que es importante aquí, es que podemos modificar estos diseños a través de la visualización. Si ustedes están enfermos, pueden usar la visualización para «reparar» el diseño y recuperar la salud.

Una vez que somos capaces de trascender los niveles más bajos de la separación del plano físico, sólo habrá el ESPÍRITU –una energía, siempre cambiante, que es y está en unicidad consigo misma; que hemos llamado Dios, Todo Lo Que Es, la Fuente, el Gran espíritu, y un sinnúmero de otros nombres. Se usa la palabra en mayúsculas ESPÍRITU para los casos en que la separación es innecesaria. En otros casos se usa la palabra «yo-espíritu» para denominar una porción individualizada del ESPÍRITU, asociada con la personalidad, como una encarnación y con todas las encarnaciones a lo largo del tiempo, y además asociada con los niveles no físicos y más elevados del ser.

El ESPÍRITU aparenta individualizarse para poder ejecutar una función específica, tal como la de ser una personalidad. El ESPÍRITU opera a través de un pequeño punto o foco, específico de la conciencia, el cual se encuentra concentrado en el interior del cuerpo físico. Este es el que se conoce a sí mismo como la personalidad, y es lo que se denomina el «yo-ego».

La tecnología laser nos ha facilitado la comprensión del funcionamiento de la realidad virtual como hologramas (3), así como el papel de la conciencia. La conciencia es luz brillando a través de la materia. La consciencia le da forma tanto los diseños ocultos, a partir de diseños aún más remotos, como a la luz que brilla a través de ellos, para proyectar lo que  vemos, sentimos y escuchamos. La ascensión es básicamente un cambio de frecuencia y un cambio de foco de la conciencia.

arrobamientoREQUISITOS PARA EL ARROBAMIENTO: (4)

Lo irónico acerca de la ascensión es que debe empezar por el descenso: por el descenso del ESPÍRITU a los campos físico, emocional y mental. Nosotros, como ESPÍRITU, somos responsables de este proceso. Debemos estar conscientemente al tanto de lo que está pasando y desear que ello pase, por supuesto. Pero una vez que  hayamos construido, a nivel del ego, la mitad del puente (técnicamente llamado antakarana), el ESPÍRITU construirá la otra mitad y se encontrarán en el medio. Nuestro papel consciente  es limpiar los campos de vibración más lenta, alinearlos, y prepararlos para manejar el masivo influjo de energía de Luz de alta frecuencia. El papel del ESPÍRITU es inundar estos campos con la energía que nos es propia  y completar su alineación. Cada cosa es ESPÍRITU, por supuesto. Se trata sencillamente de cuánta distorsión queda en nuestros egos cuando ellos expresan al ESPÍRITU.

Las Competencias: (5)

El saber espiritual implica cuatro condiciones: el desplazamiento del sujeto, valorización de los objetos a partir de su realidad dentro del cosmos, posibilidad de que el sujeto se vea a sí mismo, transfiguración del modo de ser del sujeto por efecto del saber.

Estas cuatro modalidades del saber nos permiten desarrollar cuatro competencias en el ámbito religioso, mediante los procesos espirituales de transmutación, transformación y transfiguración:

La Reflexión: capacidad de usar las imágenes mentales para evaluar el pasado y visualizar el futuro.

La Conversión: capacidad para renunciar a sí mismo para renacer en otro yo y con una nueva forma.

La Identificación: capacidad de absorber el alma en la Realidad mediante la Síntesis.

La Proyección: capacidad para planear el futuro a partir de una visión compartida.

LA RELIGION DE LA NUEVA ERA: Expansionismo y conectividad. (6)

A la luz del pasado y de las actuales necesidades de la hu­manidad, que el Cristo y los Maestros deben enfrentar, ¿qué en­señanzas impartirá el Cristo esta vez? Tal es la pregunta que se formulan ahora Sus discípulos. Probablemente Su enseñanza versará sobre cuatro puntos.

  1. El Establecimiento de Correctas Relaciones Humanas. Sería conveniente reflexionar sobre cuáles son los factores existentes en la sumisión y la conformidad. En ellas están in­volucradas las correctas relaciones humanas, el renunciamiento, la sumisión a los hechos existentes y la obediente conformidad a la ley divina. Esto es lo que Cristo demostró anteriormente y éstas «son las cosas» que Él ayudará a que, entusiasta y com­prensivamente, la humanidad acepte, lo cual traerá la felicidad, lección difícil de aprender, y experiencia totalmente nueva para la humanidad. Cristo deberá enseñar a los seres humanos cómo disfrutarla correctamente, cómo superar los antiguos hábitos de sufrimiento y comprender el significado de la alegría.
  2. La comprensión de ley de Renacimiento. El cristiano común confun­de la Ley de Renacimiento con lo que él denomina «la transmigración de las almas», y frecuentemente cree que dicha ley sig­nifica que los seres humanos renacen en cuerpos de animales o formas inferiores de vida, lo cual es absolutamente erróneo.
  3. La Revelación de los misterios de la iniciación. En la era que tenemos por delante, después del segundo Advenimiento, cientos de miles de personas experimentarán algunas de las grandes expansiones de conciencia (entre la tercera, la transfiguración y la quinta, la ascensión) pero se reflejará en las masas como renunciación (aunque esto no significa de ningún modo que las masas recibirán la cuarta iniciación), ellas renun­ciarán a las normas materialistas que hoy dominan en todos los estratos de la familia humana. Una de las lecciones que hoy debe aprender la humanidad (preludio de la nueva era) es saber que muy pocas cosas materiales son realmente necesarias para la vida y felicidad.
  4. La Disipación del Espejismo. Parte de las tres grandes tentaciones de Jesucristo en el desierto se basaron en tres aspectos del espejismo mundano: las ilusiones creadas por la mente, el espejismo pro­ducido por la experiencia en el plano emocional y el laberinto de las circunstancias terrenales. En el laberinto vimos cómo de desempeñó Teseo para acabar con el Minotauro. En el mundo del espejismo ‑el mundo del plano astral y de las emociones ‑ apareció hace siglos un punto de luz; el Buddha, el Señor de la Luz, emprendió la tarea de enfocar en sí mismo la iluminación, que posibilitaría oportunamente la disipación del espejismo. En el mundo de la ilusión, el mundo del plano men­tal, apareció el Cristo, el Señor de Amor. Emprendió la tarea de hacer disipar la ilusión atrayendo hacia sí (por el poder de atracción del amor) el corazón de todos los hombres, y afirmó esta determinación con las palabras «Y yo, si fuera ascendido, atraeré a todos los hombres a Mí» (Jn. 12,32).
NIVEL TECNICAMETODOPROCESORESULTADO
MayaIndiferenciaKarma yogaTransmisiónInspiración
EspejismoLuzRaja yogaTransformaciónIluminación
IlusiónPresenciaAgni yogaTransfiguraciónIntuición
SombraFusiónAUMTrascendenciaIntención

Esta nueva religión debe estar basada sobre las verda­des que soportaron la prueba del tiempo y trajeron bienestar y seguridad a los hombres de todas partes. Éstas son:

  1. La Realidad de Dios: Cons­ciente o inconscientemente, todos los hombres reconocen a Dios Trascendente y a Dios Inmanente. Sienten a Dios como el Crea­dor y el Inspirador de todo lo que existe. Los credos orientales han puesto de relieve siempre a Dios Inmanente, radicado en lo más profundo del corazón humano «más cerca que las manos y los pies», el Yo, el Uno, el Atma; más pequeño que lo pequeño y, sin embargo, omniabarcante. Los occi­dentales han presentado a Dios Trascendente, fuera de Su uni­verso, como observador. Se dice que Emanuel Kant fue quien tuvo la idea del constructivismo y concilió las dos posiciones: Un Dios trascendente en el universo pero inmanente en la naturaleza.
  1. La relación del hombre con Dios. El ser humano se relaciona con Dios mediante la Trinidad. Adoramos a Dios, le oramos al Hijo y solicitamos apoyo para nuestros problemas al Espíritu. La adoración es el acto de consentimiento de la mente al intento de su ser espiritualizante, bajo la dirección del espíritu asociado de comunicarse con Dios como hijo de fe.

 

  1. La realidad de la Inmortalidad y de la Supervivencia eterna: El espíritu del hombre es inmortal; perdura eternamente y progresa de un punto a otro y de una etapa a otra en el Sendero de la Evolución, desarrollando en forma constante y secuencial los atributos y aspectos divinos. Esta verdad implica necesaria­mente el reconocimiento de dos grandes leyes naturales: La Ley de Renacimiento y la Ley de Causa y Efecto.

 

  1. La continuidad de la Revelación y los acercamientos divinos: El principal asunto de la nueva religión, constituirá el recono­cimiento de los distintos acercamientos divinos y la continuidad de la revelación que impartió cada uno de ellos; la tarea que tiene hoy por delante la gente espiritualmente orientada es preparar a la humanidad para el inminente y (quizás) más grande de todos los Acercamientos. El método a seguir consistirá en el empleo inteligente y científico de la ciencia de Invocación y Evocación y el  reconocimiento de su extraordinaria potencia.

La nueva religión mundial será erigida sobre los cimientos de las verdades fundamentales ya enunciadas. En el futuro, la religión será definida por los teólogos con más exactitud que hasta ahora, de la manera siguiente:

Religión es el nombre asignado al llamado invocador de la humanidad y a la respuesta evocadora dada a esa de­manda por la Vida Suprema.

Las doctrinas (7)

La plataforma de la nueva religión mundial contendrá tres presentaciones principales de la verdad, o tres doctrinas, si puedo utilizar una palabra tan inadecuada.

El Misticismo Trascendental: Será demostrada la realidad del Espíritu de Dios, tanto trascendente como inmanente, y también una realidad similar en relación con el hombre. Se indicará el método de acercamiento mutuo por intermedio del alma.

El Mentalismo Trascendental:  La realidad de la cualidad divina que poseen las fuerzas de la naturaleza y del hombre y el método por el cual el hombre las utiliza para propósitos divinos. Por ocultismo se entendía el estudio de las energías, en la Era de los Sistemas, el hombre busca desarrollar y usar instrumentos que realizan trabajo mental  en vez de físico: artefactos que observan (generan símbolos), comunican (transmiten símbolos) y piensan (procesan símbolos). Estas tecnologías en conjunto hicieron posible la mecanización del control, es decir, la automatización. Con la ayuda de máquinas espirituales hemos podido convertir los ídolos en ideas.

La Religión Trascendental: La realidad, implícita en el primer punto, de que la humanidad como un Todo, es una expresión de la divinidad, una total expresión, más la realidad afín de la naturaleza y del trabajo divinos de los Maestros Ascendidos, y el método de acercamiento recíproco de ambos grupos, en forma grupal.

La teología encuentra así el apoyo de la tecnología y la teleología. La tecnología permite la aplicación práctica de fuerzas y energías. La teleología permite comprender que los organismos y las organizaciones son sistemas que generalmente tienen finalidades propias. Los Maestros Ascendidos son una institución social que tiene como misión relacionar el cielo con la tierra y como tarea el servicio a la humanidad.

Los festivales

Habrá tres festivales princi­pales cada año, concentrados en tres meses consecutivos, que conducirán a un prolongado esfuerzo espiritual anual, cuyo efec­to se sentirá durante un año.

  1. El Festival de Pascua. Es el Festival del Cristo viviente resucitado, el Instructor de los hombres y el Guía de la Je­rarquía espiritual. Es la expresión del Amor de Dios. En ese día será reconocida la Jerarquía espiritual que Él guía y dirige, y se pondrá el énfasis sobre la naturaleza del Amor de Dios. Este festival será fijado anualmente de acuerdo a la primera Luna llena de Aries, y constituye el gran Festival cristiano de Occidente.
  1. El Festival de Wesak. Es el Festival del Buddha, el In­termediario espiritual entre Shamballa, el centro espiri­tual más elevado, y la Jerarquía. El Buddha es la expre­sión de la Sabiduría de Dios, la Personificación de la Luz y el Que señala el propósito divino. La fecha será fijada anualmente de acuerdo a la Luna llena de Tauro, así como sucede actualmente, siendo el gran Festival de Oriente.
  1. El Festival de Buena Voluntad. Será el Festival del es­píritu de la humanidad que aspira llegar a Dios, trata de adaptarse a la voluntad divina y dedicarse a expresar co­rrectas relaciones humanas. Será fijado anualmente de acuerdo a la Luna llena de Géminis. En ese día será re­conocida la naturaleza espiritual y divina del género hu­mano. En este Festival Cristo ha representado a la humanidad durante dos mil años y ha permanecido ante la Jerarquía y a la vista de Shamballa como el hombre‑Dios, el Conductor de su pueblo y «el Primogénito de una gran familia de hermanos» (Rm. 8,29). Todos los años en esta fecha, Cristo ha repetido, ante la Jerarquía, el últi­mo Sermón del Buddha. Por lo tanto será un Festival de profunda invocación y demanda, de fundamental aspira­ción para establecer la hermandad y la unidad humana y espiritual, y representará el efecto que produce en la conciencia humana el trabajo realizado por el Buddha y el Cristo.

Estos tres Festivales se Celebran ya en todo el mundo, y si bien no están relacionados entre sí, son parte del Acercamiento espiritual de la humanidad.  Se está aproximando el momento en que los tres festivales se celebrarán en todo el mundo, gra­cias a lo cual se logrará una gran unidad espiritual, y los efec­tos de este gran Acercamiento tan inmediato en la actualidad, se estabilizarán por la invocación unida de la humanidad en to­do el planeta.

NOTAS DEL EDITOR

  1. Extraído de El Libro de Urantia.
  2. Basado en el libro Sincronicidad de Deepak Chopra.
  3. Basado en el Libro El Ser Uno.
  4. Extraído de Manual para la Ascensión de Serapis Bey.
  5. Extraído de Hermenéutica del sujeto de Michel Foucault.
  6. Extraído de La Reaparición de Cristo. Capítulo V. Las enseñanzas del Cristo.
  7. Extraído de La Exteriorización de la Jerarquía. El trabajo de los grupos simientes. 1938.

 El arrobamiento: hacia una religión para el siglo XXI

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