El Cofre de Los Sueños: La Parálisis del Sueño

Se conoce como Parálisis del Sueño a la incapacidad de una persona a realizar movimientos voluntario, durante un breve espacio de tiempo (apenas tres minutos).

Esta paralización sucede minutos antes de dormirse completamente, o en el momento en que nos despertamos. Aunque es una sensación muy desagradable por lo angustiosa que resulta, es un trastorno inofensivo que no reporta peligro alguno para nuestra salud y nuestra vida. La parálisis total de los músculos del cuerpo, no afecta a la musculatura relacionada con nuestra respiración.

Esto sucede cuando la persona esta sometida a un tremendo stress. Algunos circuitos neuronales siguen activos y se tienen pesadillas que el individuo siente como reales, despertándose de forma abrupta y sin poder llevar a cabo una respuesta física, ya que el cuerpo se encuentra completamente relajado. La disminución de ciertos neurotransmisores, pueden ser los causantes de esta sensación tan molesta.

Sin embargo, hay quienes están convencidos y convencidas de que esto va más allá de la psiquiatría.

Algunas personas creen que esto es resultado de una posesión espiritual. Pues los síntomas de este trastorno son:

• Parálisis del cuerpo (por eso se le llama parálisis del sueño)
• Sentir como si alguien o algo estuviera encima de nosotros.
• Terror o pánico
• Sensación de que algo o alguien nos está apretando la garganta como para estrangularnos.

Como no se puede abrir los ojos, también creemos percibir una sombra siniestra cerca de nosotros/as.

Es normal que se crea que estamos siendo poseídos/as por una entidad que nos quiere aniquilar.

Personalmente, yo he sufrido “Parálisis del sueño” en varias ocasiones en mi vida, y lo he pasado francamente mal al sentir que mi cuerpo no respondía. Pero alguien me explicó un “truco” para que esta sensación desapareciera de manera rápida.

Fue esto lo que me hizo llegar a la conclusión de que no había entidades malignas. Y si las había, las habíamos formado nosotros/as con nuestros pensamientos de miedo, a lo largo de mucho tiempo.
El ser humano puede crear entidades perversas..

La mayoría de personas que conozco y que han tenido este trastorno, coinciden en que han pasado, sea en su infancia, adolescencia o juventud una o unas situaciones traumáticas o muy duras para una persona tan joven. Todos y todas han pasado, durante su pasado, alguna experiencia más o menos traumáticas.

Sin embargo, a través del autoconocimiento y la terapia, este trastorno desaparece por completo.

Yo nunca lo he vuelto a experimentar más.

Sugiero, a las personas que hayan pasado esta experiencia, que se pregunten que les ha sucedido en el pasado; quizá ahí esté la clave.

Por último, y para los que no sean capaces de recordar nada desagradable de su pasado, y tengan todas las posibilidades de experimentar una “parálisis del sueño”, les daré una pequeña sugerencia que me dieron a mí, y que me ha sido muy útil, mientras no conseguía que este trastorno desapareciera.

Cuando sientan que el cuerpo se paraliza, o, incluso, tengan sensación de acolchamiento (como cuando un miembro del cuerpo se nos queda dormido), lo mejor es hacer un pequeño esfuerzo, muy pequeño, y mover alguna parte del cuerpo. Puede ser el dedo meñique, un dedo del pie, una mano… Esto devolverá el movimiento del cuerpo y hará que su sistema psicomotriz se ponga en funcionamiento.

La parálisis desaparecerá completamente.

Créanme; funciona.

Íncubos y súcubos

Las antiguas leyendas medievales hablaban de unos demonios que venían por la noche a atacar a muchachos y muchachas jóvenes. Estos demonios eran llamados íncubos (acostarse encima de) eran de sexo masculino y se aparecían a las mujeres, a veces, cuentan, aparecían en forma de caballo. Su versión femenina eran los súcubos (reposar debajo), y se aparecían a los jóvenes. Pero claro, esto era sólo leyenda.

En La Parálisis del Sueño hay personas que han narrado (por regla general suelen ser mujeres, aunque también hay hombres), como sentían que un cuerpo se les echaba encima con aparente intención de abusar sexualmente de su víctima.

A este tipo de sensaciones se las conoce en psiquiatría como “alucinaciones hipnogógicas”, se llaman así porque suelen aparecer entre la vigilia y el sueño.

No voy a entrar, en profundidad, en este tema pues no está relacionado con la temática que nos concierne. Sólo diré que este tipo de alucinaciones se las relaciona con los abusos sexuales.

Personas que, en el pasado, sufrieron abusos y su subconsciente les traiciona de esta terrible manera. Lo mejor es ponerse en manos de profesionales para poder sanar esa situación y espantar a todos los demonios habido y por haber.

En nuestra próxima entrega:

“ Cómo recordar los sueños y las primeras interpretaciones”