El esoterismo, ciencia de la redención
EL PASADO, Los orígenes
Ningún iniciado del planeta puede identificarse a sí mismo con la conciencia de ese Identificado Ser quien en el Bhagavad Gita, dice «Habiendo compenetrado toda el universo con un fragmento de Mí Mismo, Yo permanezco”. La teología cristiana nombra a El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo, habla de Dios en términos de Persona y emplea los pronombres Él y el posesivo. ¿Debemos inferir de esto que nos referimos a una prodigiosa Personalidad denominada Dios y, por lo tanto, pertenecemos a esa escuela de pensamiento llamada antropomórfica? La enseñanza budhista no reconoce a un Dios ni a una Persona. Por consiguiente, desde nuestro punto de vista y acercamiento, ¿es erróneo o correcto? Técnicamente cuando se comprende al hombre como una expresión divina, en tiempo y espacio, puede ser revelado este misterio.
Ambas escuelas de pensamiento son correctas y de ninguna manera se contradicen. En su síntesis y fusión, la verdad, tal como realmente es, puede comenzar -aunque en forma tenue- a aparecer. Existe un Dios Trascendente que decreta: “Yo permanezco”. Existe un Dios Inmanente cuya vida es el origen de toda actividad, inteligencia, crecimiento y atracción de todas las formas en todos los reinos de la naturaleza. Similarmente, existe en cada ser humano un alma trascendente que, cuando ha iniciado y terminado su ciclo de vida en la tierra y ha transcurrido el período de manifestación, se convierte nuevamente en lo inmanifestado y en lo amorfo, y también puede decir: “Yo permanezco”. Cuando se manifiesta y toma forma, la única manera en que la mente y el cerebro humanos pueden expresar su reconocimiento de la vida divina condicionante, es hablar en términos de Persona y de Individualidad.
La Deidad es dual en su presencia: existencial y experiencial. El Padre, El Hijo y El Espíritu son seres existenciales, en el pasado, el presente y el futuro. Son eternos. El Ser Supremo es experiencial, está actualizándose en el universo evolucionario, es el correlacionador y sintetizador. El Ser Supremo, provee la técnica, la síntesis divina de todas las transacciones múltiples. Dios el séptuple permite al hombre mortal lograr la presencia de Dios. Hijos de Dios son aquellos que presentan los diversos atributos y las cualidades divinas, pero tres de ellos han alcanzado tal grado de perfección que no han sido superados. Hércules, el discípulo perfecto, Buda, el perfecto iniciado que alcanzó la iluminación, Cristo, la expresión absolutamente perfecta de la divinidad y, por consiguiente, el instructor de ángeles y humanos. Hombre, conócete a ti mismo es la clave poderosa para el conocimiento de la Deidad y la actuación de la divinidad.
En este artículo definiremos el esoterismo como la ciencia de la redención, mediante un diálogo de saberes entre Djwal Khul, Mircea Eliade y Michel Foucault. Por lo expuesto se darán cuenta que se trata de aclarar el significado de la palabra, «esoterismo» e indicar la naturaleza extremadamente práctica y científica de la empresa en que han embarcado todos los esotéricos.
EL PRESENTE, los actuales.
Djwal Khul: El “proceso de llegar a ser” que conduce a “ser” es un hecho cósmico, que incluye a todas las formas, y ningún hijo de Dios está aún exento de ese proceso mutable.
Mircea Eliade: En el acto de la Creación se cumple el paso de lo no manifestado a lo manifestado o, hablando en términos cosmológicos, del Caos al Cosmos.
Michel Foucault: La Etopoiesis es algo que tiene la cualidad de transformar el modo de ser de un individuo.
Djwal Khul: Tres veces surge el llamado a todos los peregrinos que se hallan en el camino de la vida. “Conócete a ti mismo” es el primer gran mandato, luego viene el “conoce al Yo” y finalmente “conoce al Uno”.
Michel Foucault: La inquietud de sí es sin duda el fundamento a partir del cual se justifica el imperativo del “conócete a ti mismo”.
Mircea Eliade. Por eso, en la medida en que se proponen la liberación del hombre, todas las metafísicas y todas las técnicas hindúes, buscan la aniquilación del karma.
Djwal Khul: El curso que sigue el espíritu puede dividirse más o menos en tres partes las cuales conducen a una cuarta: trinidad, dualidad, unidad, causalidad. El gran vidente judío trató de explicar estas tres etapas con las palabras, Yo-Soy-Ese-Yo-Soy.
Mircea Eliade: Ese Dios del pueblo judío ya no es una divinidad oriental creadora de hazañas arquetípicas, sino una personalidad que interviene sin cesar en la historia, que revela su voluntad a través de los acontecimientos (invasiones, asedios, batallas, etc).
Michel Foucault: Según una perspectiva y en una linealidad históricas, podríamos decir que el precepto helenístico y romano de la conversión a sí, es la raíz primordial de todas esas prácticas y conocimientos que se desarrollarán a continuación en el mundo cristiano y en el mundo moderno.
Djwal Khul: La historia de la evolución es la historia de la conciencia y de la creciente expansión del principio de “llegar a ser consciente”.
Mircea Eliade: Los acontecimientos históricos tienen un valor en sí mismos, en la medida en que son determinados por la Voluntad de Dios.
Michel Foucault: Con la novela griega encontramos la aparición del tema de que la vida debe ser una prueba, prueba formadora del yo.
Djwal Khul: El cristianismo es la religión del período de transición que vincula la era de la existencia autoconsciente con la era de un mundo que tiene consciencia grupal.
Mircea Eliade: El año litúrgico cristiano está fundado en una repetición periódica y real de la Natividad, de la Pasión, de la muerte y de la resurrección de Jesús, con todo lo que esa drama místico implica para un cristiano; es decir, la regeneración personal y cósmica por la reactualización en concreto del nacimiento, de la muerte y la resurrección del Salvador.
Michel Foucault: Gran conflicto atravesó el cristianismo, desde fines del siglo V hasta fines del siglo XVII. Durante esos doce siglos el conflicto no se dio entre la espiritualidad y la ciencia, sino entre la espiritualidad y la teología.
Djwal Khul: Los teólogos han perdido “la mente que está en Cristo”, y es imperiosa la necesidad de que la iglesia abandone ya la teología, descarte toda doctrina y dogma y dirija hacia el mundo la luz que está en Cristo, para demostrar la realidad de la vivencia eterna de Cristo, la belleza y el amor que puede reflejar el contacto con Cristo, el fundador del cristianismo pero no del eclesiasticismo.
Mircea Eliade: El mito del paraíso primordial, evocado por Platón, perceptible en las ceremonias hindúes, es conocido tanto por los hebreos, como por las tradiciones iranias y grecolatinas.
Michel Foucault: Los estoicos, con su fuerte llamado “a la naturaleza y a la conciencia” habían preparado a Roma, aun mejor para recibir a Cristo, por lo menos en un sentido intelectual.
Djwal Khul: El esoterismo es una ciencia -esencialmente la ciencia del alma de todas las cosas- y tiene su terminología, experimentos, deducciones y leyes propias. Cuando digo alma me refiero a la conciencia animadora que se halla en la naturaleza toda y en los niveles que están fuera de la zona que generalmente llamamos naturaleza.
Michel Foucault: El alma, el aliento, son algo que puede agitarse, sobre lo cual el exterior puede tener un influjo. Y hay que evitar el alma, el aliento, el pneuma se disperse. Hay que evitar que se exponga al peligro exterior, que algo o alguien externo le haga mella.
Mircea Eliade: La realidad se manifiesta, para la mentalidad arcaica, como fuerza, eficacia y duración. Por ese hecho, lo real por excelencia es lo sagrado; pues sólo lo sagrado es de un modo absoluto, obra eficazmente, crea y hace durar las cosas.
Djwal Khul: Todo el asunto del entrenamiento esotérico puede ser también considerado como un proceso por el cual aprendemos a vivir simultáneamente la vida vertical y horizontal. Para hacerlo, deberemos vivir en el centro mismo donde se encuentran y cruzan la corriente vertical de energía que desciende del alma y las numerosas fuerzas provenientes del dilatado círculo del horizonte.
Mircea Eliade: El “Centro” es, pues, la zona de lo sagrado por excelencia, la de la realidad absoluta.
Michel Foucault: La espiritualidad es la experiencia por la cual el sujeto efectúa en sí mismo transformaciones necesarias para tener acceso a la verdad.
Djwal Khul: Hay una diferencia entre “vida espiritual” y “vida esotérica”. La vida espiritual está en relación con lo horizontal, con el servicio, pero la vida esotérica está relacionada con lo vertical, lo subjetivo, la Divina Presencia.
Mircea Eliade: El ejemplo clásico del sacrificio de Abraham pone admirablemente en evidencia la diferencia entre la concepción tradicional de la repetición de la hazaña arquetípica y la nueva dimensión, la fe, adquirida por la experiencia religiosa.
Djwal Khul: Desde el ángulo del esoterismo, que se ocupa del aspecto álmico de la vida, el tiempo es sencillamente la secuencia de estados de conciencia registrados por el cerebro físico.
Mircea Eliade: En el cristianismo el tiempo es eternamente actual y accesible a cualquiera, en cualquier momento, por metanoia. Como se trata de una experiencia religiosa totalmente diferente de la experiencia tradicional, puesto que se refiere a la “fe”, la regeneración periódica del mundo se traduce en una regeneración de la persona humana.
Michel Foucault: El movimiento de la memoria a la meditación fue de Platón a San Agustín y desde la Edad Media hasta principios de la edad moderna, en fin, hasta los siglos XVI y XVII, la trayectoria fue otra, de la meditación al método.
Djwal Khul: Visto desde este ángulo, el esoterismo es la ciencia de la redención, y los Salvadores del Mundo constituyen Sus exponentes y el símbolo perdurable. Para redimir la sustancia y sus formas se manifestó el Ser planetario, y toda la Jerarquía con su gran Conductor, el Cristo, podría ser considerada como una Jerarquía de Redentores expertos en la ciencia de la redención.
Mircea Eliade: Fue menester esperar a nuestro siglo para que se esbozaran de nuevo ciertas reacciones contra el “linealismo” histórico y volviera a despertarse cierto interés por la teoría de los ciclos: así, asistimos en economía política a la rehabilitación de las nociones de ciclo, de fluctuación, de oscilación periódica; en filosofía Nietzche pone de nuevo en la orden del día el mito del eterno retorno; en la filosofía de la historia, un Spengler, un Toynbee se dedican al problema de la periodicidad, etc.
Michel Foucault: Encontramos en la conversión a sí la primera forma de lo que luego podría llamarse ciencias del espíritu, psicología, análisis de la conciencia, análisis de la psykhe.
Djwal Khul: Lo que se requiere es esoterismo espiritual y enseñar a los estudiantes a crear una línea de luz entre ellos, las circunstancias y los problemas.
Mircea Eliade: Para el hombre tradicional, la imitación de un modelo arquetípico es una reactualización del momento mítico en que el arquetipo fue revelado por primera vez.
Michel Foucault: “Salvarse a sí mismo” no puede reducirse en absoluto, en cuanto a su significación, a algo así como la dramaticidad de un acontecimiento que permite conmutar la existencia de la muerte a la vida, de la mortalidad a la inmortalidad, del mal al bien, etcétera.
Djwal Khul: El estudio esotérico, unido a una forma, de vivir esotérica, revela a su debido tiempo el mundo de los significados y conduce oportunamente al mundo de las significaciones. El esoterismo usa las fuerzas del tercer aspecto, el de la sustancia inteligente, como receptoras de las energías de los dos aspectos superiores, y al hacerlo salva así a la sustancia.
Michel Foucault: El aspecto de la iluminación, el aspecto del cumplimiento, el momento de la transfiguración del sujeto por el “efecto de contragolpe” de la verdad que él conoce sobre sí mismo, transfigura su ser.
Mircea Eliade: Para el moderno, el hombre no puede ser creador sino en la medida en que es histórico; en otros términos, toda creación le está prohibida, salvo la que nace en su propia libertad; y por consiguiente se le rehusa todo, menos la libertad de hacer la historia haciéndose a sí mismo.
EL FUTURO, los potenciales.
La Divinidad es la cualidad característica, unificadora y coordinadora de la Deidad. La Divinidad es comprendida por los seres creativos como verdad, bondad y belleza, está correlacionada por las personalidades como amor, misericordia y ministerio; revelada en lo impersonal como justicia, poder y soberanía. La Divinidad abarca el pasado, el presente y el futuro, por lo tanto, aquello que nos hace conscientes de todo lo que ES, contribuye al desarrollo de la Divinidad.
El principio constructivista, según el cual lo que existe es producto de lo que es pensado, puede remontarse a Kant, quien fue el primero en desarrollarlo totalmente, y el constructivismo en ninguna otra disciplina es más motivador que en la psicología del arte y la creatividad. Emanuel Kant planteó los conceptos del Dios Inmanente y el Dios Trascendente y la cibernética nos vendría a dar el concepto de lo contingente: el diseño y la planeación que nos permite fusionar lo inmanente con lo trascendente.
La psicología esotérica describe a los siete constructores creadores, los siete rayos, como la personificación de siete tipos de fuerza que manifiestan las siete cualidades de la deidad, cuatro rayos de atributo como valores espirituales excepcionales y universales del triple aspecto. Define la historia como la evolución de la conciencia y de la creciente expansión del principio de “llegar a ser consciente”.
Djwal Khul nos invita a seguir el camino de la redención, puesto que la raza humana alcanzará una mayor perfección que la lograda por los Exponentes de la divinidad. Nos plantea las iniciaciones como expansiones de conciencia mediante las cuales los discípulos van graduando su energía divina. La primera graduación la relaciona con la humanidad como centro y con Hércules como mensajero divino. La segunda graduación la relaciona con el Reino de Dios y con lo Crístico-Búdico. La tercera graduación la relaciona con Shamballa, donde la Voluntad de Dios es conocida, y con el Avatar de síntesis.
Mircea Eliade acude a la metáfora de eterno retorno, para contrastar los conceptos de historicidad e historicismo. La historicidad se centra en la autenticidad, en la factualidad histórica, mientras que el historicismo considera toda la realidad como el producto del devenir histórico. Presenta al cristianismo como la “religión” del hombre moderno y del hombre histórico, del que ha descubierto simultáneamente la libertad personal y el tiempo contínuo.
Michel Foucault se cuestiona la forma en que se establecieron relaciones entre los dos elementos propios del análisis del historiador: “sujeto” y “verdad”, para ello contrasta el “conócete a ti mismo” con el “cuidado de sí”. Nos invita a una hermenéutica del sujeto, procurando hacer de la verdad aprendida, memorizada, progresivamente puesta en aplicación, un cuasi sujeto que reina soberanamente en nosotros.
La creatividad interior contribuye a ennoblecer el carácter a través de la integración de la personalidad y de la unificación del yo. La actualidad es lo que el hombre busca en la elevación mística, la potencialidad es lo que el hombre desarrolla en esa búsqueda. La originalidad es lo que hace posible la coexistencia y la integración de lo actual, lo potencial y lo eterno. El esoterismo constituye fundamentalmente el sentido de síntesis (pensamiento sistémico); involucra la capacidad de vivir conscientemente en el mundo subjetivo de significado (semiótica); convirtiéndose así en un intérprete de la vida y de los acontecimientos (hermenéutica) para quienes no pueden vivir todavía allí.
REFERENCIAS:
Alice Bailey. El Destino de las Naciones. Barcelona: Sirio.1998
Alice Bailey. La Educación en la nueva era. Barcelona: Sirio.1988
Alice Bailey. Tratado sobre los siete rayos. Psicología esotérica. Buenos Aires: Lucis. 1999
Jerome Bruner. Realidad mental y mundos posibles. Barcelona: Editorial Gedisa. 2004
Michel Foucault. La hermenéutica del sujeto. México: Fondo de cultura económica. 2002
Mircea Eliade. El mito del eterno retorno. Buenos Aires: Emecé editores. 1968
Muy buen aporte. Gracias por compartirlo.