Eva Bach: «Saber idiomas sirve de poco si no hablamos el lenguaje del corazón»
La pedagoga, maestra y escritora Eva Bach Corbacho, autora de obras como Adolescentes: Qué maravilla o La asertividad para gente extraordinaria acaba de publicar un nuevo libro La belleza de sentir (Plataforma editorial). A pocos días de que se cierre el plazo de solicitudes de colegios en muchas comunidades autónomas, esta especialista en desarrollo personal e inteligencia emocional, nos ayuda a conocer las claves a la hora de elegir el colegio ideal para nuestros hijos.
Eva Bach nos da las claves para elegir el colegio ideal
¿Qué deben tener en cuenta los padres a la hora de elegir el colegio para sus hijos?
Los resultados y los rankings de clasificación de los colegios, el ideario, los idiomas, la situación, el currículum… Todos ellos son aspectos importantes, pero a mí me parece mucho más esencial el factor humano, el clima del centro, los valores, actitudes y procedimientos de aprendizaje, el tipo de educación y relación que se fomenta… «El mejor centro» es el que pensamos y sentimos que puede ser mejor para nuestros hijos y nosotros en función de nuestras prioridades. Me parece también un factor crucial que sea un centro que tome en consideración las necesidades tanto intelectuales como emocionales, psicomotrices y existenciales de los niños en general y de cada niño en particular, así como sus tiempos, sus ritmos y las condiciones psicopedagógicas que favorecen un buen proceso de aprendizaje, el desarrollo de una sana autoestima y la socialización. Todo esto es realmente la base de un recorrido escolar y vital exitoso.
¿Qué opinión tiene sobre los colegios de educación personalizada y con un menor número de alumnos?
Suelen tener muchas ventajas y pocos inconvenientes psicopedagógicamente hablando. Desde el punto de vista neurobiológico sabemos que la activación neuronal se refuerza cuando un niño se siente bien atendido y es estimulado a través del acompañamiento afectivo cercano del adulto. Esto es más fácil y factible cuando hay un menor número de alumnos. Este tipo de colegios también favorecen una mayor atención y estimulación de las inteligencias múltiples y de los talentos particulares de cada niño. Además, los desajustes o dificultades se pueden reconducir mucho más rápido y de maneras mucho más adaptadas a cada niño. El mayor hándicap suele ser que tienen un coste económico alto, pero invertir en educación es invertir en uno de los mayores tesoros de un país.
El bilingüismo o la enseñanza directa en un idioma extranjero y diferente al nuestro, ¿puede condicionar nuestra elección?
Normalmente sí es un factor condicionante y decisivo a la hora de elegir escuela. En nuestro país es una de las asignaturas pendientes, ya que tanto el bilingüismo como la enseñanza en un idioma extranjero tienen numerosas ventajas (en cuanto a la percepción auditiva, escucha, amplitud de la gama fonética y del vocabulario, estructuras verbales, habilidades comunicativas, atención, concentración, etc.), siempre y cuando se apliquen adecuadamente, de un modo gradual y manteniendo en un lugar primordial la lengua materna. Pienso que es bueno y necesario iniciarse tempranamente en el aprendizaje de otras lenguas, y a la vez quiero hacer hincapié en que hablar varios idiomas sirve de poco si no aprendemos a hablar el más importante de todos, que es el lenguaje del corazón.
A su juicio, ¿qué información determinante nos debería proporcionar el director del centro escolar o de la escuela infantil que barajamos como opción para llevar a nuestros hijos?
Un primer aspecto esencial es saber en qué áreas están profundizando y ampliando sus conocimientos los profesionales del centro, los retos de futuro que se plantean como equipo y escuela, y también la forma cómo conciben la infancia, la crianza, la educación y el papel de la familia. Dada la relevancia y la necesidad ineludible de construir un esqueleto emocional sólido desde el primer día de vida, el director de la escuela infantil debería mostrar a los padres que se proporciona un trato amoroso y cálido a los niños y una comunicación que favorece la toma de conciencia de lo emocional desde que son bebés. Otra cuestión determinante es que el proyecto educativo sea sólido psicopedagógicamente y que se den a conocer las áreas de desarrollo que se estimulan y los procedimientos metodológicos. También cobra especial importancia que se muestren las instalaciones, los espacios y materiales educativos, y sus características y usos, así como las informaciones básicas sobre el funcionamiento del centro y lo relativo a la seguridad y las pautas y criterios que se siguen en las comidas, descanso, hábitos, higiene y otros tres aspectos esenciales: juego, socialización y comunicación con los padres. Además, más allá de lo que el director pueda contarles y mostrarles, los padres deben preparar una lista de preguntas y aspectos que les gustaría conocer.
¿Es importante a la hora de elegir colegio o escuela infantil que el proyecto educativo sea continuación de lo que ocurre en nuestro propio hogar?
Hay un aforismo que dice que «mi escuela es mi segunda casa y mi casa mi primera escuela». Sí creo que debe haber necesariamente una sintonía de fondo, estar de acuerdo en lo esencial, compartir unos fines y valores inspiradores comunes que nos hagan remar en una misma dirección. Pero no es el fin del mundo si hay algunos valores que familia y escuela no compartimos e incluso algún aspecto en el que discrepamos. Esto, a priori, no tiene por qué suponer ningún tipo de perjuicio para los hijos. Si los padres reconocemos y validamos la autoridad, la potestad y la prioridad de los profes en la escuela y los profesores hacen lo mismo respecto a los padres en casa y, por encima de todo ambos nos respetamos, todo irá bien.
¿Cuál es la edad óptima de empezar la escuela infantil? ¿Cómo afrontar el sentimiento de culpabilidad de los padres?
No creo que haya una edad óptima, y si la hay, es distinta para cada niño. Pero sí existen condiciones óptimas y condiciones que dejan mucho que desear. Cuando procuramos que las condiciones sean óptimas, lo mejor posible a todos los niveles, cualquier edad puede ser buena y desde luego el sentimiento de culpa de los padres se mitiga mucho cuando sabemos que nuestro hijo tiene una atención de absoluta calidad en sus distintos ámbitos o dimensiones: fisiológica, psicomotriz, emocional, afectiva, social y educativa. También se puede mitigar el sentimiento de culpa cuando dejamos a nuestros hijos para hacer algo que nos llena, nos hace sentir bien, nos mejora como personas y regresamos a nuestros hijos más dispuestos y disponibles. Otra forma de mitigar el sentimiento de culpa es compensarles explícitamente con momentos de atención plena y de exquisita calidez y calidad humana.
En su opinion, ¿qué parte de la educación es responsabilidad de los padres y no debe legarse al colegio?
No hay ninguna duda de que la primera escuela es la familia y hay datos que dicen que sobre un 60% de lo que somos, como mínimo, es fruto de la transmisión familiar, así que la responsabilidad de los padres siempre es mayor que la del colegio. En cuestión de contenidos, conceptos y procedimientos de aprendizaje podemos y debemos delegar en la escuela, mientras que lo relativo a actitudes vitales, hábitos, valores, sensibilidad, crecimiento emocional, autoestima, sociabilidad, civismo, humanidad, etc. no solo no podemos legarlo totalmente a la escuela, sino que tenemos que ser muy conscientes de que somos los padres quienes llevamos la batuta y a quienes nos toca asumir la responsabilidad principal. Ser padres conlleva el compromiso de crecer a lo largo de toda la vida para ayudar a crecer a nuestros hijos y debemos emplearnos a fondo en ello y perseverar.
Fuente: http://www.elmundo.es
muchas gracias